A pesar de los grandes avances en la conciencia sobre la labor de los profesionales de la salud mental, ya sean psiquiatras o psicólogos, todavía queda mucha reticencia en la sociedad.

Sobre la salud mental

Aún quedan personas que consideran que los psiquiatras y los psicólogos están para atender a «los locos»; y que si se acude a uno es porque «no debe de estar muy bien».
Es cierto el papel destacado de psiquiatras y psicólogos en el ámbito de la salud mental, pero el rango de personas es muy amplio ya que atiende problemas que van desde los emocionales, de ansiedad, de personalidad, adicciones, …
A pesar de ello, existen notables diferencias culturales en cuanto a dónde y cuándo acudir al profesional de la salud mental.
Dos son, a mi entender, los ejemplos de una mayor aceptación e integración de los psicólogos en la sociedad, la americana y la argentina.
Hay que tener en cuenta las diferencias entre estos modelos, de otros como la española.
En el sistema americano, el psicólogo funciona como «médico de cabecera» o mejor dicho «psicólogo de cabecera», es decir, alguien a quien se acude cuando se tiene el «mínimo» problema de pareja, familiar o personal; igualmente los psicólogos en EE.UU. pueden recetar medicamentos, casi todos relacionados con ansiolíticos y antidepresivos.
En Argentina, la fuerte tradición psicoanalítica hace que las personas acudan durante años a este profesional de forma periódica.
Algo impensable en localizaciones como en España donde sigue existiendo el «estigma» con respecto a la salud mental que hace que no se acuda a consulta tanto como haga falta, pero ¿Acudirías a un psicólogo por problemas mentales?


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Reticiencias para acudir a consulta

Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación desde el Relationships Australia Northern Territory, junto con la Charles Darwin University, y la Federation University (Australia) cuyos resultados se acaban de publicar en la revista científica Hellenic Journal of Psychology.
En el estudio se compararon dos poblaciones de adultos, la anglosajona (8 participantes) y la griega (9 participantes), ambos viviendo en Australia.
Todos fueron entrevistados, cuyas respuestas posteriormente se categorizaron y analizaron, teniendo en cuenta la visión de los participantes sobre la salud mental y sobre si acudían o no a consulta.
Los resultados muestran que los anglosajones tienen menos problemas a la hora de acudir a consulta, mientras que los griegos tratan de buscar ayuda informal, incluida la religiosa para tratar de solucionar este tipo de problemática.
Comportamiento que estaba de acorde con la visión de los problemas de salud mental, donde los griegos mostraban un mayor estigma al respecto, es decir, al verlo como un problema socialmente rechazado, eso podía hacer que no acudiesen a consulta, por si «alguien les veía» acudir a dicha consulta.


Acudir o no acudir a consulta

Entre las limitaciones del estudio se encuentra el escaso número de participantes. Igualmente la recogida de datos cualitativa podría haber sido completada con otro tipo de registro más cuantitativo que apoyase dichos resultados.
Dicho lo cual, y tal y como indican los autores, todavía se debe de trabajar mucho en la concienciación por parte de la población de que acudan a los profesionales de la salud mental cuando así lo requieran.
Existiendo una creciente problemática con respecto a la salud mental denunciado por la OMS, definida como la próxima epidemia mundial; es necesario que exista una mayor conciencia sobre qué es un profesional de la salud mental, y cuándo se debe de acudir.
Por último indicar que la aproximación psicológica en este estudio ha sido únicamente con respecto al área clínica, existiendo un gran abanico de profesiones diferentes en las que puede especializarse un psicólogo ya sea en el ámbito de la educación, el deporte, la empresa, … Por lo que sobreentender que alguien acude al psicólogo por problemas de salud mental, es no ser consciente de que puede acudirse por problemas emocionales, de relaciones de pareja, por un insuficiente desarrollo en la escuela, necesidad de autocontrol, … y tantas intervenciones que puede realizar el psicólogo sin que tenga que ver con la salud mental.
Por tanto y siguiendo la línea de los autores de este estudio, habría que reivindicar no solo la necesidad de acudir al profesional de la salud cuando así se necesite, si no al psicólogo cuando se quiera ayuda profesional en los distintos ámbitos en los que este trabaja.