¿Se puede detectar el Párkinson por lo que se dice?


La enfermedad de Párkinson se hace evidente en las fases más avanzadas, pero al principio puede iniciar de forma silenciosa.

Problemas asociados a la enfermedad de Párkinson

Únicamente si se conoce dónde prestar atención, se puede conocer que algo no va bien con la persona.
Es cierto que los temblores, medida que estos van siendo más duraderos e implica a más músculos, va a ser más fácil el diagnóstico.
Pero el Párkinson abarca a mucho más que a los movimientos sin control de cierto grupo de músculos.
Tal es el caso del lenguaje. Este se va a ver comprometido de dos formas diferentes.
La primera, es a la hora de vocalizar las palabras, debido a que la falta de control muscula afecta también a los músculos empleados para hablar.
La segunda, se corresponde con lo que se conoce como disartria y se expresa con una inadecuada expresión de los sonidos, con una reducción del volumen y voz forzada e irregular.
Este problema puede llegar a afectar entre el 70 al 80% de los pacientes con Párkinon, lo que a su vez se asociado con un aumento del aislamiento social, debido a que la persona no consigue expresarse adecuadamente y a que los interlocutores se les hace cada vez más difícil continuar las conversaciones, ya que no se le llega a entender lo que quiere decir.
Una de las características de la disartria es que puede presentarse en cualquier momento de la enfermedad de Párkinson, esto es, puede presentarse incluso desde los primeros momentos, entonces ¿Se puede detectar el Párkinson por lo que se dice?


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Análisis de disartria en pacientes con Párkinson

Esto es precisamente lo que ha tratado de resolverse con una investigacion desde el Neurology Department, Centre Hospitalier du Pays d’Aix; el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), Laboratoire Parole et Langage (LPL), Aix Marseille Université y el Brain and Language Research Institute (Francia); junto con el Campus Neurológico Sénior (CNS); la Speech Therapy Department, Escola Superior de Saude do Alcoitão; la Faculty of Medicine, Instituto de Medicina Molecular (IMM); el Neurology Department, Faculty of Medicine, Language Research Laboratory y Centre of Linguistics, School of Arts and Humanities, University of Lisbon (Portugal) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica
En el estudio participaron doscientos cuarenta adultos mayores de 35 años, de los cuales la mitad eran pacientes diagnosticados con la enfermedad de Párkinson.
Se evaluó la producción acústica mediante análisis de señal; la claridad en la expresión verbal y la presencia de disartria mediante el Frenchay Dysarthria Assessment (FDA-2); así como la presencia de temblores mediante el Movement Disorders Society (MDS-UPDRS), así como el desempeño cognitivo mediante el Montreal Cognitive Assessment (MoCA)y el Clinical Global Impression (CGI).
Los investigadores a pesar de haber realizado el estudio no ofrecen información sobre los resultados, quedándose únicamente en el detalle del protocolo para la detección de estos problemas del habla en pacientes con la enfermedad de Párkinson.


Problemas de comunicación en pacientes con Párkinson

Entre las limitaciones del estudio, está precisamente que no hayan obtenido y publicado datos al respecto, que permitan comprender la relación entre la disartria y la enfermedad de Párkinson.
Igualmente queda por determinar si la detección de la disartria puede servir como indicador indirecto de la presencia de una enfermedad de Párkinson de detectada, cuando se presenta de forma conjunta en las primeras etapas.
A pesar de las limitaciones anteriores, hay que señalar el avance que supone analizar otros factores que sin duda van a perjudicar en la calidad de vida del paciente con Párkinson.
Ya que en una sociedad, como la que vivimos, el componente social es fundamental, y máxime cuando este se basa principalmente en la comunicación verbal.
El deterioro de dicha comunicación, no sólo debe de verse como un síntoma secundario de la enfermedad de Párkinson, sino como un problema que se puede intervenir de forma independiente, permitiendo una mayor calidad de vida de los pacientes durante más tiempo.
Hay que recordar que la comunicación nos permite poder decir a nuestro interlocutor lo que pensamos, pero también cómo nos sentimos, al fundamental a medida que se va siendo cada vez más dependiente, debido al avance de la enfermedad de Párkinson.