Un tema escasamente abordado por los medios de comunicación es sobre el suicidio, así de vez en cuando se trata, pero sin entrar en profundidad sobre las causas o cómo prevenirlo.
Hace unas semanas salió la noticia de que Netflix se había auto vetado a cualquier serie que contuviese específicamente el tema del suicidio como forma de prevenir o al menos no incentivar entre la población más joven este tipo de escenas.
Hasta donde conozco Netflix no ha dado más explicaciones al respecto sobre las motivaciones que le han llevado a este cambio de política, sea como fuere, va en la línea general de no hablar de ello para evitar que se le dé «publicidad».
Si bien es cierto que es la opinión generalizada no todos los profesionales de la salud lo comparten entendiendo que no se debe de ocultar la realidad ya que ello conlleva una menor toma de conciencia por parte de la población sobre dicha problemática, y con ello menos políticas de prevención al respecto, teniendo en cuenta que según algunas investigaciones el suicidio es la causa de 1,4% de muertes al año a nivel mundial.
El suicidio por su parte parece estar asociado a diversas «causas» si es que se le puede llamar así, entre ellas problemas de salud mental, el aislamiento social, conflictos familiares y problemas físicos entre otros, aumentando su frecuencia entre los 15 a 35 años, pero ¿Existe una mayor incidencia de suicidios entre la policía? 

Esto es lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizada por el departamento de Salud de la Brigada Militar de Río Grande, junto con la Universidad del Valle de Taquari y la Universidad Pontificia Católica de Río Grande (Brasil) cuyos resultados han sido publicados en el 2018 en la revista científica Comprehensive Psychiatry.
El estudio analiza las causas de muerte de la policía en el estado de Río Grande durante una década, desde el 2006 al 2016, que conforman un total de 31.100 fallecidos los cuales tenían una media de 19 años en el cuerpo siendo hombres el 90,7%.
Los resultados muestran una tasa anual de suicidio del 12,5 por cada 100.000 habitantes, cuando en la media en población general en Brasil este porcentaje únicamente alcanza al 4,9 por cada 100.000 habitantes.
Siendo la tasa de suicidio entre la policía mayor de cuarenta años de 7,3/100.000 mientras que entre los menores de cuarenta de 18,5/100.000. En el caso del análisis en función del género las mujeres tuvieron una tasa del 18,8/100.000 mientras que los hombres del 11.9/100.000. 

Esta investigación muestra cómo los policías más expuestos al suicidio son las mujeres jóvenes (menores de cuarenta años), por lo que se deberían de incorporar políticas de prevención en este colectivo.
Los resultados van en la línea de algunos recientes estudios que alarman de lo que algunos consideran una «epidemia» dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad, al encontrarse niveles que duplican o casi cuadriplica como en este caso al porcentaje de suicidio en comparación a la población general.
Un drama para las familias que sobreviven, pero también una pérdida para el cuerpo que pierde a un compañero y agente preparado.
Si bien las causas asociadas al estrés y la presión sociales tratan de «justificar» este incremento, hay que tener en cuenta que el acceso a estos cuerpos es restrictivo y es muy exigente, debiendo pasar por pruebas específicas psicológicas y una intensa formación posterior tanto física como psicológica, pero a pesar de ello las tasas de suicidio son extremadamente elevadas.

Aunque los autores no hacen ninguna propuesta al respecto, sería conveniente diseñar planes de prevención que tenga en cuenta a este colectivo, de forma que puedan recibir la ayuda de un especialista cuando así lo requieran y con ello mitigar en la medida de lo posible estas alarmantes cifras.