Si bien es conocido que el Alzheimer es una enfermedad de ancianos, esto no siempre es así.

La edad en el Alzheimer

Aunque la separación puede llegar a ser artificiosa, se suele separar la edad de aparición de la enfermedad entre temprana, antes de los 65 años y de curso normal después de los 65 años.
Otros autores atribuyen el concepto de Alzheimer temprano a los casos que aparecen antes de los 45 años, debido a su rápida propagación y con escasa respuesta de las intervenciones actuales.
Actualmente se han determinado algunos factores que facilitan o enlentecen el avance de la enfermedad, al menos con respecto a las que tienen su inicio en la ancianidad, pero ¿Qué factores afectan al desarrollo del Alzheimer temprano?


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La enfermedad de Alzheimer en personas menores de 65 años

Esto es precisamente lo que ha tratado de responderse con una investigación realizada desde la Clínica de la Memoria, Hospital Universitario Skåne (Suecia) cuyos resultados se han publicado en el 2017 en la revista científica Dementia and Geriatric Cognitive Disorders.
En el estudio participaron mil doscientos cincuenta y ocho adultos mayores de 40 años, que acudían a clínicas de memoria en Suecia.
A todas se les administró el M.M.S.E. (Mini-Mental State Examination) para conocer la presencia de deterioro cognitivo; igualmente se administró el N.I.N.C.D.S.-A.D.R.D.A. (National Institute of Neurological and Communicative Disorders and Stroke and the Alzheimer’s Disease and Related Disorders Association) para determinar la presencia de la enfermedad de Alzheimer; el I.A.D.L. (Instrumental Activities of Daily Living) para la evaluación del nivel de desempeño en las actividades diarias.; el P.S.M.S. (Physical Self-Maintenance Scale) para el desempeño físico; igualmente se tomaron medidas de tipo sociodemográficos, sobre el tratamiento farmacológico que seguían y la frecuencia en que recibían ayuda a domicilio por parte de personal especializado.
Se separaron a los participantes en dos grupos, memores y mayores de 65 años.
Estas mismas medidas se recogieron pasados tres años para ver el progreso del mismo.
Los resultados indican una clara diferenciación en los factores determinantes de progreso de la enfermedad de Alzheimer entre los menores de 65 y los mayores de dicha edad.
Así los menores de 65 mostraron más tiempo de problemas cognitivos leves antes de presentarse la enfermedad de Alzheimer.
No se observaron diferencias significativas en función de la edad, en cuanto a la independencia en las actividades diarias, el tiempo de supervivencia o la ayuda recibida a domicilio.
Entre los factores que ralentizaban el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer se encuentra, la administración de una mayor dosis de tratamiento con inhibidores de la acetilcolinesterasa; el no uso de antidepresivos y un menor nivel educativo.
En cambio, los factores que facilitaron el progreso de la enfermedad fueron, la presencia temprana de deterioro cognitivo leve, el uso de antidepresivos y el tratamiento para problemas cardíacos.


Facotres en la evolución del Alzheimer temprano

Hay que tener en cuenta que este estudio está encuadrado dentro de una política sanitaria concreta, que no comparten otros países, debido al alto desarrollo de Suecia en materia sanitaria.
Igualmente, el estudio carece de una explicación teórica que le acompañe para explicar por qué estos factores tienen dicho efecto en la enfermedad de Alzheimer.
Hay que tener en cuenta que el uso de medicamentos como antidepresivos, a pesar de los perjuicios aparecen tés que tiene en la evolución del Alzheimer, son empleados debido a la gravedad sintomatológica emocional del paciente, quizás sería conveniente diseñar y administrar terapias psicológicas específicas para pacientes con Alzheimer, para evitar el uso de estos medicamentos y sus efectos contraindicados.
Igualmente, el tratamiento de problemas coronarios tan frecuente entre pacientes de Alzheimer, parece ser contraproducente ya que acelera el avance de la enfermedad, por lo que se deberían de diseñar modelos de intervención alternativos donde garantizar la calidad de vida del paciente, sin acelerar la progresión del Alzheimer.