Se denomina prematuro a aquel bebé que nace antes de lo esperado, y cuanto más pronto lo haga mayores dificultades traerá consigo.

Tener un hijo prematuro

Hay que tener en cuenta que le tiempo en que permanece el bebé dentro del vientre materno se están realizando cambios constantemente, tanto de tipo madurativo como de alimentación.
Cuanto antes salga el bebé de dicha situación «natural» mayores dificultades de sobrevivir tendrá, ya que su organismo no estará del todo formado.
Algo en lo que se está avanzando mucho, en cuanto a atención a prematuros, por parte de los cuidadores profesionales empleando incubadoras especiales que permitan al neonato continuar con su desarrollo.
Si bien, en determinadas poblaciones el número de prematuros ha crecido en los últimos años, también es cierto que el índice de supervivencia de los mismos también se ha incrementado, todo ello gracias a los avances de la medicina pero ¿Qué consecuencias conlleva un hijo prematuro?


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Consecuencias de tener un hijo prematuro

Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Centro di Ricerca sulle Dinamiche evolutive ed educative (CRIdee), Department of Psychology, Catholic University of Milan junto con el Neonatal Intensive Care Unit (NICU), V. Buzzi-Ospedale dei Bambini, ICP, (Italia) cuyos resultados acaban de publicarse en la revista científica Journal of Psychology.
En el estudio participaron cuarenta y una madrees; y treinta y nueve padres de los cuales la mitad habían tenido un hijo prematuro.
Todo ellos fueron evaluados para conocer sus niveles de estrés, para lo cual se empleó el Impact of Event Scale Revised (IES-R) para detectar estrés post-parto; el Profile of Mood States (POMS) para definir los estados afectivos; el Multidimensional Scale of Perceived Social Support (MSPSS) para evaluar el apoyo social percibido; el Post-Partum Bonding Questionnaire (PBQ) para conocer las dificultades de relación entre cada progenitor con el hijo y el Parental Stressor Scale: Neonatal Intensive Care Unit (PSS:NICU) para evaluar los efectos de los bebés prematuros en el estrés.
Los resultados muestran diferencias emocionales entre los padres con y sin bebé prematuros.
Dentro de los progenitores con bebé prematuros se hallaron también diferencias significativas en función del género, esto es, las mujeres se sentían más culpables por la situación de su hijo, con hiperactividad y un mayor nivel de estrés que los padres de los hijos prematuros.
En cambio los padres se sentían más enojados por la situación que las madres de hijos prematuros.
Igualmente se encontraron diferencias significativas del nivel de estrés en función de los problemas de salud asociados a los neonatos, provocando más estrés las mayores dificultades de salud del bebé.


Prevención de problemas asociados a tener un hijo prematuro

Hay que tener en cuenta que no se ha evaluado el nivel de apoyo real de los progenitores, ya sea de la familia o de instituciones públicas.
Igualmente no se ha contemplado factores tan importantes como los religiosos que en otros estudios pueden ser determinantes a la hora de manejar las situaciones críticas de estrés como el tener un hijo prematuro.
A pesar de lo anterior, y tal y como señalan los autores del estudio, una vez conocido el perfil de los padres con hijos prematuros, y las dificultades por las que estos van a pasar, hay que pensar en implantar un sistema de apoyo psicológico por parte de las instituciones hospitalarias.
Al igual que se ponen todos los medios para ayudar a los prematuros a salir adelante, hay que pensar y «cuidar» la salud psicológica de los progenitores, que al final son los responsables de dicha criatura.
Es por lo que sería conveniente que en las maternidades y centros de cuidados intensivos se contase con un especialista que diese apoyo y mantuviese los niveles de estrés de los progenitores dentro de lo saludable.