A continuación transcribo entrevista realizada a D. Laura Cubero Plazas, docente de la Universidad Católica de Valencia, quien nos hablará sobre los avances en el diagnóstico y tratamiento en la salud mental.




– ¿Cuál es el ámbito de aplicación de la Psiquiatría?

Actualmente el campo de intervención en psiquiatría, o en salud mental, es muy amplio. No sólo se trabaja en el proceso agudo de enfermedad mental. Se trabaja de forma muy importante con pacientes sanos en situaciones de riesgo o con conductas de riesgo, o susceptibles de padecer un proceso de enfermedad mental, desde el primer escalón de la atención a la salud, como es la atención primaria, pero también trabajamos la detección precoz y la prevención desde los servicios de orientación en colegios, institutos, universidades, y centros de trabajo, con el apoyo de psicólogos, enfermeros, docentes, etc., y de los propios trabajadores.

– ¿Cuál es la diferencia entre el Psicólogo Clínico y el Psiquiatra?

La psiquiatría es una especialidad médica, es la rama de la medicina que se encarga de los trastornos mentales diagnosticando, tratando e investigando acerca de las enfermedades mentales, acerca de cómo prevenirlas o actuar sobre ellas. El psiquiatra identifica las fuentes de la enfermedad mental y sus manifestaciones, poniendo tratamiento farmacológico si es preciso.
La psicología clínica es una especialización de la psicología. El psicólogo clínico se forma específicamente en tareas propias de la psicología como la evaluación, diagnóstico, la psicoterapia y los diferentes métodos de intervención y tratamiento psicológico (como la terapia cognitivo-conductual). Un psicólogo clínico no es un médico, no puede recetar un tratamiento farmacológico, sin embargo, se encargan de los problemas psicológicos presentes en todo proceso de enfermedad, sobre todo en la enfermedad mental, ya que siempre pueden aparecer alteraciones psicológicas en todo proceso de enfermedad (ansiedad, depresión, somatizaciones, consumo de drogas…). Los trastornos mentales pueden afectar a la mayoría de los aspectos de la vida del paciente, como su actividad física, conducta, emociones, pensamientos, percepciones, relaciones interpersonales, sexuales y socio-laborales.
Los psicólogos se encargan de los problemas psicológicos, y tratan a los mismos pacientes que los psiquiatras, y en numerosas ocasiones los tratan simultáneamente para lograr el tratamiento más eficaz.
Ambas profesiones son diferentes, pero las dos trabajan el campo de la salud mental. Son profesionales que han de trabajar conjuntamente, en equipo.

– ¿Cuáles son las creencias erróneas más frecuentes sobre la Salud Mental?

Fundamentalmente, que todo aquel que acude en busca de ayuda, o se le indica una orientación psicológica o psiquiátrica “está loco”. También, que sólo necesitan ayuda los que están enfermos, cuando es fundamental la orientación y el acompañamiento en procesos de salud.

– ¿Qué opina sobre los cambios introducidos en el DSM en su versión V?

En general, parece que ha habido un cambio a mejor. Los cambios propuestos pretenden priorizar la utilidad clínica del manual. En esta versión se ha eliminado la valoración por ejes (sistema multiaxial), y la estructura se ha reorganizado por el orden de aparición de los trastornos, empezando por los que aparecen en la infancia y finalmente con los típicos de la edad adulta. También en esta versión se enfatiza el uso de escalas para valorar síntomas y afectación de los trastornos, permitiendo así clasificar a los pacientes según la severidad de sus síntomas, y no clasificarlos según la etiqueta de su enfermedad.
Se han especificado mejor los criterios para enfermedades infantiles (como el TDAH o el trastorno bipolar), que previamente permitía diagnósticos demasiado precipitados. También engloba a los trastornos del espectro autista en uno solo, y esto permite diagnosticar y tratar más específicamente a los niños afectados. En el campo de las demencias, se han especificado más claramente los tipos de demencia, lo que permite un tratamiento más eficaz.
Sin embargo, se han excluido algunos trastornos como las adicciones al juego o al sexo, y esto puede generar que se obvie la ayuda a personas con conductas de riesgo, transformándolas en un peligro potencial para sí mismas y para su entorno.

– ¿Cuáles son los trastornos mentales más frecuentes?

Los trastornos más frecuentes en la sociedad actual son los trastornos de ansiedad, las depresiones, el abuso de sustancias, y las alteraciones conductuales, como las reacciones de ira, control de impulsos, etc.


https://youtu.be/k4COvkn4WaQ

– ¿Han cambiado los trastornos mentales en los últimos años?

Estos trastornos han estado siempre presentes, pero las características sociales actuales, con las graves situaciones socio-laborales por las que estamos pasando, sin duda han hecho que se magnifiquen y que estén a la orden del día.

– ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro por EDUCSA?

EDUCSA trabaja la formación continuada de todos los profesionales de la enfermería. Es fundamental que los profesionales de enfermería estemos preparados y formados para abordar los problemas reales y potenciales de una sociedad donde la demanda de ayuda emocional se ha disparado. Los profesionales de la enfermería, no sólo en el campo de la salud mental, debemos enfatizar la interacción interpersonal, proporcionando herramientas a las personas para ser gestoras de su propia salud, haciéndolos partícipes y con un alto grado de implicación en los cuidados de su salud física y mental.

– ¿Han surgido nuevos trastornos en los últimos años?, ¿Y los relacionados con las nuevas tecnología?

En la sociedad actual está a la orden del día la aparición de trastornos relacionados con la falta de control de impulsos en las nuevas tecnologías (las TIC). La facilidad de acceso a las nuevas tecnologías, las redes sociales, etc., tienen una cara muy oscura, donde el abuso y la adicción irrumpen bruscamente. Hace unos días la prestigiosa revista The Lancet diagnosticó el primer caso de WhatsAppitis, una dolencia física ligada al uso de la aplicación para envío gratuito de mensajes desde un teléfono. Aunque en este caso se pone de manifiesto una alteración física por abuso de una tecnología, no hay que olvidar que este abuso es consecuencia de una evidente dificultad de autocontrol, y esto está a la orden del día. Hemos cambiado la capacidad de disfrutar de una buena compañía por la soledad de estar ciberconectados simultáneamente. Se está perdiendo el vínculo y la interacción familiar y social.

– ¿Cuál es el límite que existe entre una personalidad normal y un trastorno de la personalidad?

El límite es la afectación a la vida personal, social y laboral. Cuando una persona sufre interferencias en su esfera bio-psico-social, que le impiden actuar con libertad, aparece un trastorno. Los trastornos de personalidad se caracterizan por alteraciones en el patrón de relación, percepción, comportamiento y pensamiento permanente e inflexible o suficientemente serios como para causar angustia, o impedir que quien lo padece se relacione plenamente con el entorno.

– ¿Está de acuerdo con la O.M.S. de considerar que en los próximos años va a haber incremento problemas de Salud Mental?, ¿A qué lo atribuye?

Por supuesto. Tal y como he comentado anteriormente, la situación actual de inestabilidad económica, con la creciente demanda de salud por situaciones de estrés, procesos ansiosos o cuadros de depresión hacen que ya se esté produciendo una demanda específica para estos problemas de salud.

– ¿Por qué es tan difícil el tratamiento en la Salud Mental en casos como la esquizofrenia?

Porque la esquizofrenia es una enfermedad mental sindrómica, es decir, basada en síntomas y de curso insidioso, que se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad, pero donde el factor de vulnerabilidad al estrés es clave.
En muchas ocasiones antes de ser detectada clínicamente hay alteraciones neurobiológicas evidentes y cognitivas (déficit de atención, de procesamiento de la información o de habilidades psicomotoras), que se atribuyen a la forma de ser de la persona. Además, las variables psicosociales y familiares, o el desarrollo personal a nivel psicológico pueden interferir en un diagnóstico temprano. Pero lo más importante es la percepción del paciente de no enfermedad (nula conciencia de enfermedad), lo que retrasa y dificulta el diagnóstico y la adherencia al tratamiento, clave para su recuperación.

– ¿Qué tiene de especial el Autismo que es tan difícil de comprender sus bases biológicas y neurológicas?

El autismo es conjunto de alteraciones clasificadas dentro del Trastorno del Espectro Autista, que se caracteriza padecer un trastorno en las capacidades de reconocimiento social, en la comunicación social, y presentar patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultad en la imaginación social. Las causas son desconocidas hasta ahora. Es un trastorno donde se asocian frecuentemente características contradictorias, que hacen patente la necesidad de valorar cuidadosamente las capacidades y necesidades del niño. Pacientes con un potencial cognitivo alto, presenta un patrón de relación tan poco empático e indiferente que parece retrasado mental en las situaciones ordinarias de interacción. Puede darse el caso, por ejemplo, de que estén perfectamente preservadas habilidades viso – espaciales, competencias de inteligencia no lingüística, destrezas motoras, y al mismo tiempo estar muy afectado a nivel funcional (capacidad de relación, imaginación, expresión simbólica y lenguaje, o incluso en el lenguaje). También pueden presentar alteraciones de conducta, deficiencias de atención, problemas de motivación y dificultades de relación importantes y que hacen especialmente difícil el proceso de valoración.
No tiene cura, pero una con intervención temprana se puede avanzar mucho. El conocimiento y comprensión de estas características es fundamental para avanzar en su tratamiento.

– ¿En qué ha avanzado los tratamientos farmacológicos en la Salud Mental?

Los fármacos de última generación permiten un control de síntomas excepcional, con una menor aparición de efectos secundarios, lo que hace que la adherencia al tratamiento mejore.

– ¿Por qué existen tratamientos para toda la vida para algunos trastornos en la Salud Mental?

Porque algunas enfermedades mentales son de curso crónico, como cualquier enfermedad orgánica, y se hace necesario un tratamiento crónico, con seguimiento periódico para ajustar dosis en función de cada necesidad. El no tener síntomas no implica dejar la medicación, ya sea un paciente diabético, transplantado o con esquizofrenia, por ejemplo.

– ¿Qué avances relevantes se han hecho en los últimos años en relación a la Salud Mental?

Sobre todo en investigación de las causas de determinadas enfermedades mentales, cuyos procesos neuroquímicos empezamos a conocer ahora, lo que permite anticiparse a los síntomas, y estar atentos a las modificaciones orgánicas que pueden agravar el curso de la enfermedad. Esto, consecuentemente, permite mejorar en conocimientos de tratamientos.

– ¿Qué opina de las nuevas herramientas de autodiagnóstico on-line de algunas patologías?

Todo diagnóstico debe hacerlo un profesional cualificado. Es muy peligroso obrar según algo que hemos leído o nos han contado, está en riesgo la vida de las personas, de uno mismo, si banalizamos signos o síntomas fundamentales, o nos obsesionamos por datos sin valor. Para esto tenemos excelentes profesionales altamente preparados.

– ¿Por qué cree que las enfermedades del estado de ánimo, relacionadas con el mundo emocional son las más frecuentes?

Paradójicamente, con todas las facilidades de que disponemos, nos volvemos dependientes e inseguros, y con una clara dificultad de marcarnos metas realistas y a corto plazo, cuyo logro hace que nos sintamos felices. Además, tal y como hemos comentado, se está perdiendo la interacción y el vínculo con iguales, nos descubrimos irracionales, intolerantes y con muy baja tolerancia a la frustración. Es lógico que nuestra mente, nuestro ánimo se rebele de la forma que sea, y las enfermedades del estado de ánimo son el reflejo de esto.

– ¿Qué opina del automedicamento?, ¿Afecta en algo a la Salud Mental tal y como hace a la Salud Física que perjudica la efectividad de los tratamientos?

La automedicación es un habitual en nuestra sociedad. Ha de hacerse de forma responsable y limitado en el tiempo (como es el caso del tratamiento de la tos, las cefaleas, la fiebre, etc.). No hemos de olvidar que ningún medicamento es inocuo, y conlleva un riesgo, aunque lo hayamos tomado anteriormente. La dependencia y tolerancia a un fármaco que se toma de forma habitual y sin supervisión es un problema muy grave, y puede dar lugar a abuso de sustancias, intoxicaciones, etc.
Para aquellas personas interesadas, quedo a su disposición para dudas, consultas o sugerencias en laura.cubero@ucv.es.




Desde aquí mi más sincero agradecimiento a Dª Laura Cubero Plazas, docente en la Universidad Católica de Valencia, por habernos respondido a unas cuestiones tan interesante sobre el área e la psiquiatría y de la salud mental.