La distonía neurocirculatoria, es la modificación del correcto “uso” de la musculatura por parte del organismo.

Un ejemplo de ésta modificación, es cuando hemos realizado ejercicios sin el calentamiento previo oportuno, es frecuente, que durante las horas siguientes sintamos calambres. Igualmente el ejercicio excesivo de un grupo de músculos, puede hacer que temporalmente éstos queden “flojos” y flácidos, recuperando su “tono” muscular pasadas unas horas.
La musculatura repartida por todo el cuerpo, permite a la persona realizar los movimientos gracias a su capacidad de contracción y relajación de los tejidos blancos que lo componen. Todo ello «guiado» desde el sistema nervioso central, quien da las órdenes que permiten realizar los movimientos de forma coordinada.
Nada más que hay que pensar en todos los grupos de músculos implicados en el andar, y que sin un «plan» establecido, sería dificultoso e incluso imposible poder hacerlo tan «armoniosamente».
Cuando esta distonia es crónica, se denomina síndrome distónico, en donde se ve alterado la tonalidad de la musculatura, ya sea total o parcialmente, normalmente asociado a causas genéticas o por un traumatismo craneoencefálico, lo que se puede expresar con pérdida de fuerza en los músculos, calambres, espasmos involuntarios, temblores, y descoordinación de los movimientos, acompañados en algunos casos de dolor.
Además de los signos, entre los síntomas está la inquietud por sus movimientos, tratando de ocultar sus manos y pies, carraspeo frecuente, debido al cambio de tonalidad de la voz, todo lo cual va a conllevar agotamiento físico y psicológico, dificultades para concentrarse, alteraciones del estado de ánimo debido a esa sensación de falta de control de su propio cuerpo, problemas digestivos y alteraciones del sueño, lo que en algunos casos le conduce a la depresión



Síntomas parecidos a los que expresan los pacientes, con síndrome de Tourette también denominado de tics crónicos, donde se dan también signos motores involuntarios expresados a modo de tics, que producidos crónicamente van a interferir en el normal desarrollo de la vida social, ya que suelen estar asociados a la coprolalia, que es la emisión de “tacos”, palabras obscenas y socialmente inadecuadas, causadas por su falta de control.
Como vemos, una alteración en nuestro tono muscular, va a ser también indicativo de que algo no va bien dentro de nuestro organismo, ya sea a nivel neurológico o medular, relacionado normalmente con el sistema nervioso; cuando éste se “deteriora” por alguna enfermedad neurológica puede producir enfermedades como la de Parkinson o la corea de Huntington también denominado Bailes de San Vito.
Un estudio realizado por la University of Leicester recientemente publicado en Science Translational Medicine afirma que ha dado un paso decisivo contra las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. El equipo de investigación encontró hace tiempo que las células neuronales morían precipitadamente al acumularse una determinada proteína, a partir de ahí han diseñado una nueva «droga» que bloquea dicha proteína, proporcionando mayor vida a las neuronas.
Aunque la investigación que todavía se encuentra en fase de experimentación con animales, ha mostrado resultados positivos a nivel neuronal, aunque con ciertos efectos secundarios al dañar el páncreas, debidos a la toxicidad de la droga.
Todo ello abre una puerta a la esperanza ante unas enfermedades que hasta ahora existían limitadas opciones a nivel farmacológico, siendo en todo caso necesario la reeducación funcional de las capacidades «perdidas» por parte de los pacientes, de forma que se puedan compensar las habilidades afectadas con nuevas estrategias.
Aunque se trata de un avance incipiente, del que todavía hay que esperar un largo camino de experimentación antes de convertirse en un fármaco disponible para pacientes afectados por demencias y otras patologías neurodegenerativas que cada vez afecta a más población, debido principalmente a causas demográficas por el creciente envejecimiento de la población debido al aumento de la esperanza de vida.