Son muchos los factores de integración a la hora de tener en cuenta para planear con respecto a la inmigración, uno de ellos es la salud mental.

Madre-Hijo Inmigrante

Llevamos ya unos años viviendo como las poblaciones han dejado de ser estáticas en un lugar, y se van desplazando a otros según distintos intereses.
En algunos casos se trata de buscar nuevas oportunidades laborales, en otros de perfeccionar el idioma del lugar de destino, o simplemente tratar de sobrevivir en mejores condiciones de las que se encuentra en su país de origen.
Sea como fuere el inmigrante debe de enfrentarse y afrontar nuevas circunstancias como un idioma diferente, una cultura a la que puede no estar familiarizado, etcétera.
Desde los servicios sociales del país de recepción, se realizan importantes esfuerzos para dar asistencia a los recién llegados, entendiendo que con el tiempo van a integrarse como si fuese uno más del país, pero ¿Tiene consecuencias la inmigración en la salud mental en los adolescentes?

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Salud Mental Inmigracion

Esto es precisamente lo que ha tratado de resolver una reciente investigación realizada por el Departamento del Centro del Interdisciplinar (ICD) y el Ministerio de Salud (Israel), cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Journal of Child & Adolescent Behavior.
Los datos fueron extraídos de un macro estudio para determinar los niveles de salud mental de los jóvenes que irían en Israel durante los años 2004 a 2005, denominado Israel Survey of Mental Health among Adolescents (ISMEHA).
Un total en el estudio se analizaron 131 adolescente inmigrante y 826 jóvenes de similares características nacidos en el país, todos ellos entre los 14 a 17 años de edad.
También se quería conocer la percepción del servicio que recibían y la asistencia disponible por parte de los adultos, para lo cual preguntaron a las madres de estos jóvenes mediante cuestionarios estandarizados, el primero derechos para evaluar aspectos emocionales y comportamentales disruptivos que podían presentar los jóvenes mediante el Strengths and Difficulties Questionnaire (SDQ), y uno segundo sobre la presencia de problemas psicológicos en los jóvenes, empleando para ello el Development and Well-Being Assessment (DAWBA), a la vez que se la preguntaba sobre el número de veces y la especialidad de consultas para cuestiones relacionadas con su hijo adolescente en los últimos doce meses.
Igualmente se recogieron datos sociodemográficos que incluían el género del adolescente, el estatus de la madre, y los años de escolarización del menor.
Los resultados muestran que no existen diferencias en cuanto al padecimiento de trastornos psicológicos o del desarrollo entre los adolescentes provenientes de otros países, y nos nacidos en dicho país, ni tampoco en cuanto al uso de los recursos sanitarios cuando así lo requieren.
Algo que según señalan los autores del estudio es excepcional en comparación con los resultados previos de otros países. Explicado por la propia naturaleza de Israel, un país construido y edificado sobre emigrantes, por lo que no se produce esa estigmatización que se da en otros países, no tan acostumbrados a ls recepción de población del extranjero.
Igualmente se deben resaltar la labor de los servicios sociales y los programas de integración como los responsables de estas similitudes en los resultados.
Resaltar que se han encontrado diferencias significativas en cuanto a la percepción de las madres de los jóvenes inmigrantes, una de las cuales se mostraron más preocupados por las dificultades y la socialización de los pequeños. Igualmente las madres que vivían solas, ya sea porque eran solteras o divorciadas, mostraron un comportamiento menos productivo a la hora de llegar a su hijo a los servicios de salud cuando estos eran requeridos acepto que se resalta como factor de riesgo para estas poblaciones inmigrantes.



Salud Mental y Adolescencia

Hay que tener en cuenta que el estudio únicamente recoge un mes de periodo de tiempo de análisis, en el que influyen distintos componentes económicos y sociodemográficos en dicho periodo. Por lo que habría que salvar si en otros momentos, se produce los mismos resultados.
Una de las limitaciones del estudio es que únicamente atiende a un rango de edad muy reducido de participantes, entre los 14 a 17 años de edad, por lo que habría que observar si esos efectos encontrados se mantienen en edades superiores o no.
Otra de las limitaciones es que se realiza sobre una población muy específica, con unas características difícilmente extrapolables a otras poblaciones, por lo que se precisa de nueva investigación para comprobar si los efectos de la inmigración se mantienen o difieren en otras poblaciones.