¿Es bueno el consumo de alcohol en la tercera edad?

Si ha habido un tema polémico con respecto a la tercera edad, ha sido sobre lo que es bueno o no, con respecto al consumo de sustancias.

El problema del alcoholismo

Durante un tiempo se llegó a defender que el consumo de tabaco era «bueno» para la prevención del Alzheimer, aspecto que actualmente no se mantiene.
La misma polémica surge ahora con el tema del consumo del alcohol, ya que es una sustancia, como la del tabaco, socialmente aceptada, a pesar de las graves consecuencias sobre la salud de su abuso.
El caso más extremo de adicción al alcohol o alcoholismo sería el Síndrome de Korsakoff, el cual señala de un deterioro grave de las funciones cognitivas con episodios de psicosis incluida.
Sin llegar a esos extremos, existen otras patologías asociadas al consumo excesivo de alcohol, como la cirrosis hepática, entonces ¿Es bueno el consumo de alcohol en la tercera edad?

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El alcohol en la tercera edad

Esto es lo que se ha tratado de resolver con una investigación desde el Department of Radiology y el Department of Family Medicine and Public Health, University of California (EE.UU.) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica The Journal of Prevention of Alzheimer’s Disease .
En el estudio participaron 1.624 mayores de cincuenta años, de los cuales el 60% fueron mujeres.
Todos ellos tuvieron que responder a pruebas de evaluación cognitiva como el Mini-Mental State Examination (MMSE), la evaluación de la función ejecutiva a través del Trails Making Test, Part B (Trails B), la memoria visual a través del Heaton Visual Reproduction Test y la capacidad de aprendizaje a través del Buschke-Fuld Selective Reminding Test.
Igualmente se evaluó los hábitos de consumo de alcohol mediante entrevista semiestructurada sobre la frecuencia en los doce meses anteriores al estudio.
Basado en los hábitos de consumo se dividió a los participantes en tres grupos, los que no bebían alcohol, los que ex bebedores y los que bebían actualmente.
Los resultados informan de diferencias significativas entre los bebedores y no bebedores, en cuanto a las funciones cognitivas y la memoria; preservándose entre los no bebedores y los que lo hacían de forma moderada.
Diferencias significativas que también se observaron en la salud general de los participantes y en el nivel de hipertensión, obteniendo peores resultados entre aquellos que consumían frecuentemente alcohol o lo habían hecho en un tiempo pasado, aunque ahora no lo hiciesen.


La relación entre alcohol y ancianidad

Entre las limitaciones del estudio está el no haber realizado ninguna evaluación específica para la detección de sintomatología asociada al Alzheimer, para comprobar si el alcohol que se consume o el consumido es una variable determinante o no en la aparición de dicha enfermedad.
Hay que tener en cuenta, tal y como señalan los autores, que el consumo, para que sea beneficioso para la salud debe de ser moderado o simplemente no tomar alcohol.
Tal y como se recoge en el estudio, las adicciones al alcohol donde existe un consumo exagerado va a tener importantes consecuencias en la salud del adulto, siendo estas más graves en la medida en que se inicie antes su consumo.
De ahí que muchos gobiernos han implementado políticas de prohibición de la venta de alcohol a menores de edad, edad que en algunos países como en EE.UU. se fija en 21 años, y que, en otros, como en Europa es de 18 años.
A pesar de lo cual, los últimos indicadores señalan que los jóvenes se inician mucho antes de lo estipulado por las normas regulatorias sanitarias.
Por todo lo expuesto y contestando la cuestión planteada sobre si es bueno o no el consumo de alcohol en la tercera edad, cabe responder, a la luz de los resultados de esta investigación que es mejor no tomar alcohol, y de hacerlo, que sea de forma moderada, para preservar tanto la salud física como psicológica del anciano.