Entrevista con D. Alfonso Mozos, psiquiatra y doctor en la USC tras publicar la tesis doctoral “Perfil de los movimientos oculares en la Esquizofrenia”, quien nos habla de un novedoso método de diagnóstico de la esquizofrenia.
¿Qué es la esquizofrenia y qué signos y síntomas presenta?
La esquizofrenia es una enfermedad grave que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial. Se caracteriza por síntomas positivos (delirios, alucinaciones auditivas) y síntomas negativos (aislamiento social, contacto pobre, afecto aplanado).
¿Es un trastorno adquirido o genético?
La hipótesis más aceptada sostiene que existe una predisposición genética que se activa ante un factor desencadenante, como estrés intenso, conflictos interpersonales o consumo de sustancias (por ejemplo, cannabis o ketamina).
¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?
No se dispone de una prueba diagnóstica definitiva. Se investiga en marcadores biológicos como niveles de glutamato, genes, sustancias inflamatorias y movimientos oculares para reforzar el diagnóstico clínico.
¿Qué limitaciones presentan los métodos actuales de diagnóstico?
El diagnóstico es clínico, basado en la evaluación psiquiátrica del conjunto de síntomas. Por ello se buscan marcadores objetivos que refuercen la precisión diagnóstica y reduzcan el margen de error.
¿Qué relación tiene la esquizofrenia con los movimientos oculares?
En nuestra investigación analizamos los movimientos oculares en 47 controles y 47 pacientes con esquizofrenia, encontrando diferencias significativas entre ambos grupos.
¿Se puede emplear esta relación como método de diagnóstico?
Mediante electronistagmografía, el 100% de los controles fueron correctamente clasificados y el 87% de los pacientes esquizofrénicos también.
¿Qué porcentaje de éxito tiene el diagnóstico a través de los movimientos oculares?
El análisis discriminante indicó que, mediante los movimientos oculares, se acertaba el diagnóstico en el 93% de los casos.
¿Está validado para la práctica clínica?
Tras la publicación de la tesis, se busca financiación para implementar este método en la práctica clínica. Un sistema de videonistagmografía cuesta unos 35.000 €. Pese a ello, el papel del clínico sigue siendo esencial, ya que las alteraciones oculares también pueden aparecer en el síndrome de Asperger o en el TDAH.
Agradecemos a D. Alfonso Mozos, psiquiatra y doctor en la USC, por compartir este innovador enfoque en el diagnóstico de la esquizofrenia.