Discapacidad Intelectual: Entrevista a D. Javier Luengo, Director Gerente de FEAPS Madrid, quien nos responde a las preguntas más importantes para conocer la Discapacidad Intelectual.





A continuación transcribo segunda parte de la entrevista realizada a D. Javier Luengo, Director Gerente de FEAPS Madrid, quien nos responde a las cuestiones más importantes que nos solemos plantear alrededor del mundo de la Discapacidad Intelectual.

– ¿Cuáles son las Discapacidad intelectuales más frecuentes?

La discapacidad intelectual, definida como la limitación que presenta una persona cuando interactúa con su entorno, es también denominada discapacidad cognitiva y es una disminución en las habilidades cognitivas e intelectuales del individuo. Entre las discapacidades cognitivas podríamos destacar: el autismo, el síndrome de Down, el Síndrome de Asperger y el Retraso Mental.
Es cierto que, desarrollar una clasificación que permita interpretar los contenidos que engloba el término discapacidad intelectual o del desarrollo y los diferentes tipos de discapacidad ha sido una de las inquietudes de los organismos, asociaciones y profesionales que trabajamos en el ámbito de la discapacidad, porque esos contenidos nos han de ayudar a tener una visión positiva y decidida hacia la persona.
Para poder utilizar una terminología común y definir los tipos, cuando hablamos de discapacidad no podemos por menos que clasificar y describir a la persona en base a sus capacidades y limitaciones en distintas dimensiones, en su relación con el medio y en análisis y la determinación de los apoyos que necesite (intermitente, limitado, extenso y generalizado) y dirigir todas nuestras acciones a encontrar los apoyos adecuados y necesarios para cada persona.

– ¿A qué problemas de integración se suelen enfrentar las personas con Discapacidad Intelectual?

En el caso de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo los principales problemas con los que se encuentran tienen que ver con la comunicación. Se encuentran con barreras que se refieren sobre todo a la accesibilidad cognitiva. En este caso, es preciso destacar que las personas de nuestro colectivo, en una gran mayoría, necesitan adaptaciones que les permitan acceder a la información de una manera fácil y comprensible.
En ese sentido, el que las personas con discapacidad intelectual puedan disfrutar en espacios y entornos normalizados tiene mucho que ver con la accesibilidad de la información, pero también con los apoyos personales que se necesitan.
Otro problema y muy importante para la integración es una cuestión puramente social. Aunque hemos avanzando mucho todavía existen reticencias, tabúes y falsas creencias sobre la discapacidad intelectual.

– ¿Qué falsas creencias existe en la población general sobre la Discapacidad Intelectual?

Aún sigue persistiendo, aunque como decía antes eso va cambiando, la idea de que las personas con discapacidad intelectual “no son capaces”, que no pueden trabajar, estudiar o llevar una vida normalizada, cuando lo cierto es que si les damos los apoyos personales y si adaptamos el entorno, las personas con discapacidad intelectual pueden y tienen mucho que aportar.
A veces, que parte de la sociedad tenga reticencias puede deberse a que generalmente tememos aquello que no conocemos. Por eso en FEAPS Madrid damos tanta importancia a la sensibilización social y apelamos a la implicación de instituciones públicas y privadas en ello. Si damos a la sociedad la oportunidad de acercarse a la discapacidad, estaremos avanzando mucho y rompiendo esas barreras mentales que son las que impiden a las personas con discapacidad intelectual su participación plena.

– ¿Se ha producido un incremento de casos de Discapacidad Intelectual en los últimos?, y de ser así ¿A qué cree que es debido?

Según los datos de la propia Comunidad de Madrid, el número de personas con discapacidad intelectual ha pasado de algo más de 21.300 en 2003 a 30.000 en 2012. Los grandes avances que ha habido en los últimos años en materia de diagnóstico, especialmente en trastornos del desarrollo, junto con la detección precoz y la apuesta de la sociedad por la inclusión social son factores que han contribuido al aumento de esta cifra.



– ¿Existen diferencias hombre-mujer en cuanto a la Discapacidad Intelectual?

Hablando numéricamente, el porcentaje de hombres con discapacidad intelectual es, según las estadísticas, ligeramente más alto que el de mujeres, aunque no de manera significativa, si bien es cierto que, en algunos síndromes, como en el caso de los trastornos del espectro del autismo, la prevalecía indica que hay 1 mujer afectada de cada 4 hombres diagnosticados.
Si hablamos socialmente, existen grandes diferencias entre hombres y mujeres. Las personas con discapacidad intelectual son una parte de la sociedad y como tal, también refleja sus carencias. En este sentido, la mujer con discapacidad intelectual está tremendamente discriminada. Nosotros hablamos de la triple discriminación que conlleva, ser mujer, tener discapacidad y ser ésta de tipo intelectual. Si hablamos de las mujeres con discapacidad intelectual que son madres entonces su discriminación aumenta de manera exponencial.

– ¿Cuáles son las causas de la Discapacidad Intelectual?

La discapacidad intelectual está definida como aquella que surge o se desarrolla en los niños antes de los 18 años.
A grandes rasgos podemos decir que hay cuatro categorías de factores pueden darse antes, durante o después del nacimiento de un niño. Se trata de:
Trastornos genéticos (como el síndrome de X Frágil, la fenilcetonuria, el síndrome de Lesch-Nyhan) son transmitidos al niño a través de los genes en el momento de la concepción.
Trastornos cromosómicos: suceden durante el proceso de disposición de los cromosomas. Los más frecuentes son el síndrome de Down, el síndrome de Prader-Willi y el síndrome de Angelman.
Causas biológicas y orgánicas: aparecen antes, durante o después del nacimiento. Las principales causas prenatales son el sarampión y la rubeola durante el embarazo, el consumo de toxinas o de ciertos medicamentos. En cuanto a los factores perinatales (durante el alumbramiento), cabe destacar la exposición a toxinas o infecciones (por ejemplo el herpes genital), la presión excesiva en la cabeza o la asfixia. Por último, pueden darse algunas causas postnatales como un traumatismo craneano o una meningitis.
Causas ambientales: por ejemplo, carencias alimenticias de la madre durante el embarazo, el consumo de drogas o alcohol, la falta de estimulación física y sensorial y la carencia de atención sanitaria.

– ¿Existen tratamientos para la Discapacidad Intelectual?

Hay que partir del hecho de que la discapacidad intelectual no es una enfermedad, aunque a veces sea consecuencia de ello. Partiendo de esto, la discapacidad intelectual no puede ser entendida como algo que se cure. Se trata de una limitación en el funcionamiento de la persona que es consecuencia de la interacción de las capacidades limitadas de esa persona con el medio en el que vive.
Dicho esto, la discapacidad no es algo estático, pues con los apoyos adecuados, una persona con discapacidad mejorará en su funcionamiento y su ajuste en el contexto social, físico y cultural en el que viva.
Sin duda el momento más importante es el de la detección. En el mismo momento que un niño nace y se diagnostica cualquier tipo de discapacidad intelectual o del desarrollo, es preciso que reciba lo antes posible el tratamiento adecuado, que es lo que denominamos Atención Temprana. Se trata de un conjunto de acciones de logopedia, estimulación, psicoterapia, psciomotricidad, terapias complementarias, etc.
Estos tratamientos de Atención Temprana, son vitales porque marcan las posibilidades de desarrollo y autonomía futura de las personas con discapacidad intelectual y porque cuando son llevados a cabo a tiempo pueden prevenir, en ocasiones, la aparición futura de un trastorno del desarrollo.

– ¿Hasta qué punto son eficaces esos tratamientos de rehabilitación y reeducación en la Discapacidad Intelectual?

Los tratamientos de atención temprana son vitales como ha quedado dicho, pues determinan el futuro de la persona. Toda intervención precoz ante cualquier tipo de deficiencia, discapacidad o alteración puede mejorar el desarrollo global del niño hasta el punto de reducir considerablemente sus limitaciones y paliar los efectos de una posible situación de dependencia futura.
Tras una detección y un tratamiento temprano, es importante identificar a las personas y sus necesidades en base a sus potencialidades y a sus limitaciones.
Identificar las necesidades de apoyo que demande su relación con el medio en el que se desenvuelve es lo que nos ayudará a poder determinar qué apoyos necesita en cada momento de su vida.
Preparar a la persona para su desarrollo social, educativo, laboral, etc, implica una intervención continua y en la que todos podemos colaborar, ya sea con apoyos intermitentes, limitados, extensos o generalizados en cada momento que la persona lo necesite.

– ¿Cuál es el papel de los familiares para las personas con Discapacidad Intelectual?

El papel de las familias es vital. No sólo de la familia entendida en el concepto tradicional, sino su más amplio término, entendida esta como el círculo de personas que es importante para las personas con discapacidad.
Tenemos que tener en cuenta que la familia es el principal apoyo de la persona con discapacidad. Son los primeros que tienen que creer en su inclusión plena y perder el miedo, pues a veces se ha podido pecar por parte de todos de sobreprotección, que lejos de ayudar a la persona la impide desarrollarse. Este aspecto también está cambiando.

Se puede contactar con nosotros en el 91 501 83 35, por correo electrónico feapsmadrid@feapsmadrid.org y a través de las redes sociales @FEAPSMadrid, @Javier_luengo
Además nos pueden conocer en nuestra web www.feapsmadrid.org




Desde aquí mi agradecimiento a D. Javier Luengo, Director Gerente de FEAPS Madrid, por haber respondido a las preguntas más importantes sobre al Discapacidad Intelectual, lo que nos ayuda a conocer y comprender ésta realidad.