Uno de los problemas de los trastornos del desarrollo es que algunos de ellos van a mantener sus síntomas incluso hasta en la vida adulta.
El TDA en adulto
Si bien es cierto que muchos de estos trastornos se consiguen «corregir» con el tratamiento o el entrenamiento oportuno, no es el caso del TDA, el cual parece resistente a la intervención terapéutica.
Una realidad de la que escasamente está concienciado los adultos que lo padecen, que lejos de haber superado sus síntomas, se han «acostumbrado» a ellos.
Muchos de los adultos con TDA no están diagnosticados, aunque tienen sus «sospechas» de que «algo» no anda bien.
Incluso si recibieron el diagnóstico de TDA en la infancia, el adulto piensa que eso «son cosas de niños», y que el simple paso del tiempo le ha «curado».
Nada más lejos de la realidad, primeramente porque con anterioridad escasamente se diagnosticaba el TDA, y segundo por que el tratamiento «tradicional» ha sido el farmacéutico, que no buscaba «corregir» las deficiencias de la persona, si no simplemente controlar los síntomas.
En cambio ahora se ha cambiado la situación, son muchos los pequeños diagnosticados con TDA, algunos dicen que «demasiados»; y se emplea un tratamiento combinado, farmacológico para controlar los síntomas y psicoterapéutico para enseñar estrategias con las que permitir desarrollar sus habilidades compensatorias y poderse desarrollar como un adulto «normal», pero ¿Hay un nuevo tratamiento para el TDA en adultos?
https://youtu.be/RxGg20CdRbE
Primera parte de ‘¿Cuál es el verdadero debate sobre el TDAH?’
https://youtu.be/Zj2n4lfaI8I
Segunda parte de ‘¿Cuál es el verdadero debate sobre el TDAH?’
Nuevo tratamiento para el TDA en adulto
Esto es lo que se ha tratado de averiguar desde la Sunovion Pharmaceuticals junto con la Cognigen Corporation (EE.UU.) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Clinical drug investigation.
Se realizaron diversos estudios con un total de trescientos noventa y cinco participantes, todo ellos adultos diagnosticados con TDA de ambos géneros.
En los estudios se manipularon variables como la cantidad de administración de un nuevo fármaco denominado Dasotraline, el cual ayuda al cerebro a mantener durante más tiempo niveles elevados de dopamina al facilitar la recaptación a nivel neuronal de esta sustancia.
Se encontraron niveles significativos de reducción de la sintomatología asociada al TDA en adultos durante mayor tiempo.
Estos resultados fueron significativamente superiores a los obtenidos por un placebo administrado como control.
11% de niños en edad escolar se les diagnóstico TDA en USA SON 6.4 millones . 50% continuará hasta adulto Pic.twitter.com/JDsHF9vmrI — APM (@PSIQUIATRIA_APM) 17 de mayo de 2015
Tratando el TDA en adultos
Hay que tener en cuenta el reducido número de participantes, pues este tipo de investigación para desarrollar medicamentos aprobados por los organismo internacionales normalmente cuenta con miles de participantes repartidos por todo el mundo.
A pesar de lo anterior, este medicamento se muestra como una solución orientada a controlar los síntomas causados por el TDA en adultos.
Todavía falta estudiar cómo hacer para que los adultos acepten y se adhieran al tratamiento más allá de tomar las pastillas cuando las «necesitan», ya sea antes de un examen o para trabajar.
Aún faltaría, además, estudiar el efecto combinado del medicamento con la aplicación terapéutica orientada a compensar las deficiencias causadas por el TDA, combinación que se ha observado con otros medicamentos que optimiza sus resultados.
Igualmente, el desarrollo de este medicamento no proporciona mayor información sobre la causa o el tratamiento del TDA en adultos, pues únicamente se centra en controlar los síntomas.
Por tanto todavía queda mucho por investigar, sobre cómo reducir los síntomas del TDA, para que el adulto que lo sufre pueda llevar una vida lo más «normal» posible.
Cuando un pequeño recibe el diagnóstico de T.D.A. puede que desconozca las consecuencias que eso va a tener para su vida y cómo esta puede cambiar si no se pone «remedio».
Actualmente todavía quedan muchas cuestiones por responder con respecto al origen y evolución del T.D.A., pero sí existe un consenso al respecto es en relación al tratamiento a administrar.
Tratamiento TDA
El metilfenidato es el nombre genérico del tratamiento más habitual, que dependiendo de la farmacéutica puede ser recetada bajo un nombre comercial u otro.
Aunque en la mayoría de los pequeños el metilfenidato funciona para controlar y reducir los síntomas propios del T.D.A., no siempre funciona, desconociéndose el motivo de este «fracaso terapéutico».
Hay que recordar que el T.D.A. se presenta con otros desórdenes del comportamiento como la conducta disocial, el desorden de oposición-desafiante, y los del estado de ánimo y de ansiedad, que también se reducen al controlar el T.D.A., pero ¿Es suficiente con medicar a los niños con T.D.A.?
Medicamento TDA
Esto es precisamente lo que se ha investigado desde el Department of Child and Adolescent Psychiatry, Faculty of Medicine, Ondokuz Mayis University, Samsun (Turquía), cuyos resultados han sido publicados en la revista científica The Journal of Psychiatry and Neurological Sciences.
Para ello han realizado un estudio restrospectivo a 54 menores, 18 niñas y el resto niños, entre los 7 a 18 años, que fueron diagnosticados entre el 2007 y el 2008 con T.D.A. siguiendo los criterios del DSM-IV. Estos pequeños han estado recibiendo tratamiento psicofarmacológico con metilfenidato para controlar los efectos del T.D.A.
Se separaron a los participantes en dos grupos, según han respondido adecuadamente o no al tratamiento del metifenidato evaluado mediante el Clinical Global Impression Scale- Improvement subscale (C.G.I.-I.).
Se evaluó la presencia de otros desórdenes evaluados mediante el Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia for School-Age Children-Present and Lifetime Version (K.-S.A.D.S.-P.L.) para los desórdenes afectivos, junto con el Children’s Depression Inventory (C.D.I.) para los síntomas de depresión y el Screen for Child Anxiety-Related Emotional Disorders (S.C.A.R.E.D.) para los de ansiedad. Por último se evaluó la autoestima del pequeño mediante la escala estandarizada Piers-Harris Children’s Self Concept Scale (P.H.S.C.S.).
Con el mismo propósito los padres y profesores por su parte tuvieron que completar el Child Behavior Checklist (C.B.C.L.) y el Turgay DS.M.-IV-Based Disruptive Behavioral Disorders Screening and Rating Scale (T.-D.S.M.I.V.-S.).
Los resultados muestran que los menores diagnosticados con T.D.A. que tenían un mejor aprovechamiento en el tratamiento con metilfenidato y también tenían una menor presencia de otros desórdenes del comportamiento y del estado de ánimo.
Mientras que en los que no se alcanzaban los resultados esperados por el tratamiento con metilfenidato, ademas mostraban significativamente un mayor número de síntomas depresivos, de ansiedad unido a menores niveles de autoestima.
Por todo lo anterior, los autores destacan la necesidad de complementar la terapia psicofarmacológica con otras terapias de corte psicológica orientadas al fortalecimiento de la autoestima y el correcto manejo de su mundo emocional.
Psicoterapia TDA
A pesar de los anterior, los autores no entran a analizar por qué a unos pequeños le funciona el tratamiento con metilfenidato y por qué a otros no.
Igualmente la recomendación de que a todos los pequeños se les proporcione otro tipo de terapias que traten de paliar la sintomatología de ansiedad, depresión e incluso mejorar la autoestima, todas estas recomendaciones están basadas en suposiciones no analizadas en este estudio.
Está claro que cualquier entrenamiento psicológico va a ser positivo, pero este únicamente debe de ser indicado cuando se requiera por el menor, no de forma preventiva a todos, pues esto no se ha comprobado que vaya a mejorar el T.D.A.
Ya que a pesar de que el estudio deja constancia de la comorbilidad de estos desórdenes, ante el fracaso del tratamiento psicofarmacológico, no indica el por qué se producen.
A pesar de las limitaciones anteriores, en todos aquellos pequeños que no estén respondiendo adecuadamente al tratamiento con metilfenidato, habría que incorporar tratamientos psicoterapéuticos para corregir los bajos niveles de autoestima, a la vez que se le refuerzan en habilidades para desarrollar su inteligencia emocional, y con ello aprender a controlar los síntomas de la ansiedad y la depresión antes de que estos se conviertan en un problema.
A media que uno va creciendo suele ir dejando atrás algunas psicopatología y trastornos de la infancia, pero ¿Qué consecuencias tiene el TDA en adultos?.
TDA en adultos
Cuando a una madre le dan el diagnóstico sobre que su hijo sufre Trastorno por Déficit de Atención (TDA) lo último que piensa en en cómo esto va a afectar en su vida adulta, preocupada más bien por el futuro inmediato en clase, ¿Qué va a pasar ahora?, ¿Qué tratarmiento tiene que seguir?, ¿Va a poder continuar en la misma escuela?,…
Son muchas las cuestiones que se plantea, sin llegar a ser consciente de que se trata de un trastorno crónico, es decir, que no tiene «cura», y que va a ir acompañando al pequeño desde la infancia, la adolescencia, la edad madura, la ancianidad y hasta el final de sus días.
Lo que puede diferenciar a unos casos de otros es cuánto a invertido la persona en superar su trastorno, no tanto en el ámbito farmacológico orientado a controlar la sintomatología, si no en cuanto al trabajo terapéutico recibido que le ayude a conocerse, a saber cuáles son sus limitaciones debidas al trastorno y adaptar la vida al mismo, sabiendo que se requiere de un esfuerzo diario para mejorar aquellos efectos que conlleva el trastorno.
El entrenamiento en habilidades sociales, pero también en el desempeño de tareas cognitivas, como la atención focalizada, el trabajo sobre la memoria, la selección de estímulos, el mantenimiento de metas y motivación en el tiempo son fundamentales, pero ¿Sabías de las muchas consecuencias del TDA en adultos?
TDAH: Doctor Josep Antoni Ramos-Quiroga y Doctor Josep Artigas Pallarés
Características TDA en adultos
Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Valencia y el Hospital Arnau de Vilanova (España) publicado recientemente en la revista científica Psicothema.
En el estudio 40 jóvenes diagnosticados con TDA frente a otros 37 sin este diagnóstico, grupo control, todos ellos entre los 17 y 24 años y sin diferencia significativa en cuanto a inteligencia evaluados a través del cuestionario estandarizado Wechsler Intelligence Scale for adults (WAIS-III).
A todos los participantes se les administraron tres cuestionarios estandarizados para evaluar la presencia y la gravedad del TDA empleando el Conners’ Adult ADHD Rating Scale, para evaluar la disfunción del TDA en la vida cotidiana del adulto a través del Weiss Functional Impairment Scale (WFIRS), y el Questionnaire on Comorbidity – Weiss Symptom Record (WSR) empleado para comprobar la presencia de otras psicopatologías.
Los resultados informan que existen diferencias significativas entre los adultos con TDA y los que no lo tienen, así existen diferencias en las subescalas de Familia, Autoestima y Academia de la escala WFIRS. Igualmente las personas con TDA están significativamente más expuestos a mostrar conductas de riesgo como conducción temeraria, conductas ilegales, abuso de sustancias y conductas sexuales inapropiadas.
Lo que deja en evidencia que las consecuencias del TDA van mucho más allá de la falta de atención y el mantenimiento de la motivación a medio o largo plazo, pues como se refleja en el estudio va a incidir en la calidad en las relaciones sociales especialmente en la familia, y en la parjea, donde se observa cómo está influido por unas relaciones sexuales inadecuadas.
Igualmente la mayor exposición a conductas de riesgo y al uso y abuso de sustancias, va a entorpecer el normal desarrollo de las personas afectadas con TDA, que al ser participantes universitarios se ven reflejados en un menor desempeño académico a pesar de mantener equiparables niveles de inteligencia con respecto al grupo control.
¿Existe el trastorno por déficit de atención en el adulto?: El trastorno por déficit de atención (TDA) es de … Https://t.co/fViUietkFR — Wellington Montero (@_Wellingtonx3) 2 de julio de 2016
El futuro de los adultos con TDA
Si el estudio se hubiese realizado pasados unos años, o entre la juventud que trabaja, probablemente se podría haber observado esta deficiencia en el desempeño en las labores propias de su trabajo, o bien en un ajuste de la persona a determinados tipos de empleos que no requieran de mucha atención sostenida y que proporcione gran cantidad de estimación, tal y como sería el caso de los trabajadores de puerta fría, es decir vendedores que van de casa en casa, y otros del ámbito comercial.
Aspecto que puede marcar el futuro profesional y económico de los pacientes con TDA, ya que si obtienen menores resultados académicos, esto va a poder afectar en el acceso a puestos de trabajo menos cualificados, lo que va en detrimento del salario al que puede acceder, con lo que puede reflejarse en un futuro menos prometedor del que puede aspirar cualquier otra persona sin TDA.
Lo que refleja la necesidad de una intervención especializada en donde se entrene adecuadamente cada uno de los factores en que muestran deficiencias o reducida habilidades con lo que compensar los efectos del trastorno, pudiendo así ofrecer no sólo una mejor y mayor calidad de vida del paciente si no también unas mayores posibilidades laborales y de desarrollo profesional.
Una de las debilidades del estudio es precisamente en la selección de los participantes, ya que el estudio trata de responder sobre los efectos en la edad adulta del TDA y en el estudio participan como máximo con 24 años, ¿Qué pasa con el resto de la edad adulta?. Además los participantes más jóvenes podrían encuadrarse dentro de la categoría de adolescencia, por lo que se estarían confundiendo los resultados entre efectos del TDA en adolescentes y adultos, por lo que es necesario realizar investigaciones con poblaciones separadas por edad para comprobar qué efectos tiene en cada etapa de la vida y si existen diferencias o no entre ambos, lo que permitiría por ejemplo saber si a más edad los efectos se reducen o mantienen en el tiempo.
Consecuencias TDA adulto
Experto Colaborador:
QUAZI IMAM. M.D
Dr. Imam is in private practice in Arlington, Tx.
Cosas que usted debe hacer si tiene TDAH en adultos.
Aquí hay 10 intervenciones comportamentales y cambios de estilo de vida que no eliminará necesariamente TDAH, pero pueden ayudar a sentirse más controlado. 1. Considere la medicación
Medicamentos estimulantes como Adderall, Dexedrine, Ritalin, Concerta y Vyvanse afectan a la química cerebral clave para calmar y enfocar a las personas que tienen TDAH. Son los medicamentos más recetados para el TDAH, y pueden tener efectos secundarios, como la supresión del apetito, insomnio, dolores de cabeza, sequedad de boca y náuseas.
2. Piense acerca en la terapia
La terapia cognitivo-conductual: Este tipo de terapias tiene como objetivo ayudar a los pacientes a cambiar su comportamiento, centrándose en la autoimagen y patrones de pensamiento, así como en la superación de obstáculos en la vida cotidiana (y los pensamientos negativos también). No espere que la terapia cognitivo-conductual pueda tomar el lugar de la medicación o incluso ayudar a reducir la dosis, pero puede ayudarle a modificar su comportamiento, y puede ser más eficaz que el uso de la medicación sola.
3. Obtener información
Cuanto más aprenda sobre el TDAH, más consciente será de sus síntomas, y cuanto más información tendrá sobre su gestión.
4. Consolida las relaciones
Los familiares, amigos cercanos y compañeros sentimentales también deben educarse sobre el para el TDAH. Enforcar el entrenamiento en habilidades sociales pueden beneficiar en gran medida las relaciones profesionales y de amistad. Y la terapia de pareja o la terapia familiar puede ayudar a aliviar los síntomas en el hogar.
5. Organízate
Si usted se siente despistado o olvidadizo, intente escribir recordatorios diarios sobre citas, reuniones u otras responsabilidades en un calendario.
6. Limite las distracciones.
Prepárese para el éxito cuando se trata de prestar atención puede usar auriculares para dejar de escuchar el ruido y las distracciones de su alrededor. Trate de tener un poco de paz y tranquilidad, si usted trabaja en una oficina ruidosa. Cuando usted necesite centrarse en su casa, apague el televisor y deje el teléfono en otra habitación.
7. Piense antes de actuar
Muchos adultos con TDAH hablan y actúan impulsivamente. Trae de enseñarse a si mismo a tomarse un minuto para detenerse y pensar antes de reaccionar de forma exagerada emocionalmente, o dejar escapar algo, o actuar inapropiadamente. Podría ayudar a esto el escribir su primera reacción en lugar de compartirlo.
8. Planifique con anticipación.
Planee con anticipación para situaciones que puedan poner a prueba su paciencia, y manténgase en movimiento de forma que no afecte a otras personas, como tomar notas en lugar de estar inquieto.
9. Póngase en movimiento.
Los estudios demuestran que si uno se involucra en una actividad física que también afecta al cerebro, como karate, baile o yoga, es muy probable que vea resultados aún mejores. Las artes marciales han demostrado aumentar la consecución de objetivos, mejorar el rendimiento académico y la preparación en el aula de niños con TDAH.
10. Entrena tu cerebro
Si bien la investigación que lo apoyan la demanda es escasa, hay teorías que afirman que ejercitando la mente con herramientas como crucigramas o de tipo Sudoku pueden mejorar el TDAH, como la falta de concentración, ya que estimula la creación de nuevas células cerebrales.
Con respecto a las complicaciones del TDAH en adultos, se ha relacionado con:
• Rendimiento escolar deficiente
• Problemas con la justicia
• Problemas en el trabajo
• El abuso de alcohol o drogas
• Accidentes automovilísticos frecuentes u otros accidentes
• Relaciones inestables
• Estrés financiero
• Pobre salud física y mental
Aunque el TDAH no causa otras condiciones psicológicas o de desarrollo, otros trastornos ocurren a menudo junto con el TDAH entre ellos:
• Trastornos del estado de ánimo. Muchos adultos con TDAH también tienen depresión, trastorno bipolar u otro trastorno de estado de ánimo. Mientras que los problemas del estado de ánimo no se deben necesariamente directamente con el TDAH, un patrón repetido de fracasos y frustraciones debido al TDAH puede empeorar la depresión.
• Los trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad se producen con bastante frecuencia en adultos con TDAH. El trastorno de ansiedad puede causar una preocupación abrumadora, nerviosismo y otros síntomas. La ansiedad puede empeorar por los desafíos y contratiempos causados por el TDAH.
• Trastornos de la personalidad. Los adultos con TDAH tienen un mayor riesgo de trastornos de la personalidad, como el trastorno límite de la personalidad o trastorno de personalidad antisocial.
• Incapacidad de aprendizaje. Los adultos con TDAH pueden anotar más bajos en las pruebas académicas de lo esperado para su edad, inteligencia y educación.
Una de las mayores dificultades de los trastornos psicológicos es determinar si existe o no carga genética, en su origen o empeoramiento.
La importancia de poder determinar el papel genético sobre estos trastornos permite diseñar tratamientos farmacológicos más precisos y eficaces, en cambio si el papel genético es pequeño o nulo, el tratamiento debe de ser sobre todo basado en la psicoterapia, salvo los casos más agudos, donde la medicación puede usarse para estabilizar a la persona.
Entre las alteraciones genéticas que se ha observado que afecta a la salud sobre todo el sistema inmunológico se encuentra el cromosoma 6, en concreto en los antígenos leucocitarios humanos, asociados a trastornos inmunes, presente en enfermedades como el autismo y la esquizofrenia, pero también se ha apuntado sobre la posibilidad de que afecte a otros trastornos en donde existe una alteración de la capacidad lingüística tanto de comprender como de producir correctamente el lenguaje, tal y como se ha observado en algunos casos del Trastorno por déficit de atención, entonces, ¿Existe algo genético el Trastorno por déficit de atención?
Esto es precisamente lo que tratan de averiguar desde la Universidad de Oxford, el Hospital Infantil de Evelina, la Universidad de Edinburgh, la Universidad de Manchester, el King’s College de Londres, la Universidad de Aberdeen, la Universidad de Tufts (Inglaterra), el Instituto de Psicolingúistica Max Planck y la Universidad de Radboud (Holanda) publicado recientemente en la revista científica Journal of Neurodevelopmental Disorders.
En el estudio participaron pequeños y familias que acudían a centros especializados y hospitales de atención infantil. A todos ellos se les realizó una análisis genético, excluyendo del estudio a los pequeños que sufrían autismo o cualquier discapacidad auditiva.
Igualmente se realizó la evaluación de tres pruebas lingüísticas, sobre palabras no repetitivas, denominado Nonword Repetition (NWR), evaluación la recepción del lenguaje denominado Receptive Language Scores (RLS) y la expresividad del lenguaje denominado Expressive Language Scores (ELS), estados dos últimas realizadas a través del cuestionario estandarizado denominado Clinical Evaluation of Language Fundamentals (CELF).
Los resultados informan de una relación significativa positiva de antígenos leucocitarios humanos con los NWR, mientras que esta relación es significativa negativa con ELS, esto es la alteración de ésta carga genética va a tener una expresión en la capacidad lingüística de los menores que lo padezcan, alteración que por otra parte se ha observado más presente en los pequeños con Trastorno por déficit de atención, por lo cual las deficiencias lingüísticas de estos podrían explicare por una alteración de base genética.
Los resultados a pesar de ser claros en sus conclusiones sólo explica una mínima parte del Trastorno por déficit de atención, un paso explicativo necesario pero insuficiente para comprender esta psicopatología, siendo necesario además incorporar la investigación relativa al tratamiento del mismo.
Una de mayores incidencias cognitivas sobre la vida es cuando se ve afectada la memoria de trabajo, ya que esto provoca grandes problemas a la hora desenvolverse.
Definiendo la memoria de trabajo
La memoria de trabajo es aquella que nos permite estar trabajando en el aquí y el ahora, recordando lo que tenemos que hacer, siguiendo un objetivo o tarea.
Si se lesiona la memoria de trabajo, la persona se puede encontrar totalmente «perdida», ya que inicia una actividad, como la de ir a comprar pan, y a mitad del camino se queda «en blanco» sobre a dónde iba y por qué.
Igualmente cuando se dialoga con otra persona, se requiere ese tipo de memoria, para seguir «el hilo» de la conversación; si se tiene dañada esta capacidad, pronto la persona se «perderá» y no sabrá de qué está hablando o repetirá los mismos argumentos por que no se acuerda de haberlos dicho antes.
La afectación de la memoria de trabajo se produce tanto desde el envejecimiento normal de la persona como desde algunas psicopatologías, trastornos y enfermedad como es en el Alzheimer, pero también se pueden ver casos en jóvenes afectados con Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, donde algunos autores defienden que mejorando la memoria de trabajo, los niños con TDAH mejoran significativamene su capacidad de concentración y de atención sostenida, pudiendo mantener unos niveles similares al resto de sus compañeros.
Como vemos es importante conocer en qué consiste, pero sobre todo si se puede entrenar saisfactoriamene cuando se ha observado que empieza a fallar, pero ¿Es posible entrenar de forma efectiva la memoria de trabajo?
Novedades Memoria de Trabajo
Eso es precisamente lo que ha tratado de averiguarse con un investigación realizada conjuntamente por la Universidad de Oregón, la Universidad Técnica de Louisiana, la Universidad de California y el Instituto Tecnológico de Rose-Hulman (EE.UU) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Journal of Behavioral and Brain Science.
En el estudio participaron treinta jóvenes, entre 18 y 31 años, a los cuales tuvieron que pasar por tres fases: Evaluación inicial; Experimento de entrenamiento; Evaluación de la Transferencia.
Todos estos experimentos se realizaron poniendo al sujeto frente a la pantalla del ordenador mientras se le pedía que realizase una tarea que implicaba la memoria de trabajo.
En la fase de entrenamiento únicamente participaron la mitad de los sujetos a los que se les entrenó durante dos horas al día durante 12 semanas.
Al final de las mismas todos los participantes, con y sin entrenamiento pasaron por la evaluación de la transferencia para comprobar si había diferencias entre ellos.
Los resultados informan de que no se produjeron diferencias entre los dos grupos en el primer experimento, mientras que en la fase de evaluación de la transferencia mostraron importantes mejoras en el grupo que recibió entrenamiento específico sobre la memoria de trabajo.
Además de las medidas conductuales la investigación recogió la actividad eléctrica del cerebro mostrando cómo los participantes entrenados tenían una mayor actividad en las áreas prefrontales del cerebro, precisamente donde se ha observado que está involucrada la memoria de trabajo.
Aunque el estudio se ha realizado con pocos participantes, parece señalar sobre los beneficios esperables al mejorar significativamente la memoria de trabajo en tan solo 24 horas de entrenamiento.
El razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo https://t.co/6DowdstIrU
— Dando Cultura (@DandoCultura) 16 de mayo de 2017
Utilidad Memoria de Trabajo
Igualmente queda adaptar los materiales empleados a las distintas poblaciones en las que se quiere aplicar, para poder así garantizar su eficacia tanto en jóvenes como en mayores.
A pesar de lo cual es un gran avance, el saber que son un «pequeño» entrenamiento se puede recuperar una capacidad cognitiva tan importante y fundamental en nuestro día a día como es la memoria de trabajo.
En los últimos años ha surgido cierta polémica sobre el trastorno de TDAH en infancia existiendo científicos que afirman sobre un sobrediagnóstico de los niños.
Es por ello que surgen estudios que analizan los datos relativos a la sintomatología asociada con el TDAH para poder concluir y con ello acabar con la polémica.
Un trastorno que resulta invalidante no solo para la convivencia del pequeño con sus progenitores y hermanos, si no que también provoca dificultades a nivel académico y de convivencia con el resto de los compañeros de su clase.
En concreto estos niños tienen dificultades en distinguir entre estímulos relevantes y no relevantes, sin poder centrarse en una sola tarea, «olvidando» todo lo que hay a su alrededor.
Aspectos que para algunos no es suficiente para configurar un cuadro clínico con entidad suficiente.
De ahí que se precise de más investigación para comprobar qué efectos produce el TDAH en los menores, para así poder establecer un diagnóstico adecuado.
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Vídeo Recomendado: El TDAH en adolescencia
Es lo que trata de averiguar un reciente estudio realizado conjuntamente por la Universidad de Shepherd y la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake Forest (USA) recientemente publicado en la revista científica Psychology.
En este estudio han participado 46 estudiantes universitario, 32 chicas y 14 chicos, de los un tercio tenía altos niveles de TDAH, otro tercio niveles moderados y otros no tenían TDAH (grupo control).
Hay que aclarar que a los participantes no se les realizó un diagnóstico de TDAH por un profesional, si no que la separación de los participantes en los distintos grupos se basa en la respuesta a un cuestionario estandarizado para adultos sobre TDAH.
El objetivo era analizar precisamente las fallas mostradas por los TDAH en cuanto a la procesos de inhibición, categorización y las habilidades de cambio.
Para ello se seleccionaron varias pruebas como el Stroop (palabra-color) o el Test de clasificación de cartas de Wisconsin (WCST).
No se encontraron diferencias significativas entre ninguno de los grupos, ni siquiera entre los más extremos, con alto TDAH frente al grupo control, ni al comparar los resultados de la pruebas de Stroop ni en los del WCST.
Los autores informan sobre que no han conseguido su objetivo, sin entrar a valorar el motivo de ello, aduciendo sobre la incorreción del diseño, del número de participantes o de los instrumentos de medida.
Entre las limitaciones del estudio es que no ha establecido un rango razonable de edad de los participantes, ya que este va de los 18 a los 50 años, no informando sobre las medias de edad de cada uno de los tres grupos.
Tampoco informa la separación entre géneros de los participantes en cada grupo, pudiendo ser esta una variable extraña para poder obtener conclusiones claras.
Este sería un estudio más de los que en vez de aclarar la cuestión del TDAH, lo «enciende» aún más, apoyando sin quererlo a quienes defienden del sobrediagnóstico de TDAH.
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