¿Qué consecuencias conllevan las peleas de pareja en el menor?


Las parejas se forman por personas individuales con sus propios criterios, caracteres y temperamentos.

Peleas de pareja

Estos temperamentos pueden hacer que en ocasiones se produzcan “roces”, lo que lleve a discusiones.
Algo a lo que muchas parejas están “acostumbradas”, viéndolo como algo “normal” e incluso “necesario” para la convivencia.
El problema surge cuando estas discusiones se hacen ante espectadores, como son familiares o amigos.
Algo que cualquier adulto puede comprender, e incluso justificar, como “normal”, pero a lo que no acaban de acostumbrarse a los menores, especialmente los hijos, pero ¿Qué consecuencias conllevan las peleas de pareja en el menor?

Vídeo recomendado: Conflicto de Pareja y los Hijos / Conferencia

Peleas de pareja ante menores

Esto es lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizada desde la University of Texas at Austin (EE.UU.) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica Journal of Family Psychology.
En el estudio participaron 125 parejas, a los cuales se les realizó un seguimiento durante años para comprobar la evolución del pequeño, sobre todo en el aspecto del retraimiento evaluado mediante el Children’s Emotion Regulation Assessment.
Se les evaluó a los padres en sus interacciones en tres momentos diferentes, antes de que tuviesen el hijo, a los ocho meses de su nacimiento y cuando este cumplió dos años; igualmente se evaluó la presencia de síntomas depresivos a través del Center for Epidemiologic Studies-Depression Scale y de la implicación con el cuidado del menor a través del Schedule of Care for Baby.
A los hijos además de evaluar el retraimiento se midió su temperamento mediante el Infant Behavior Questionnaire.
Los resultados indican que una conflictividad entre la pareja durante el embarazo va a mantenerse a los ocho meses y dos años de edad del menor, lo que se traduce en un retraimiento significativamente diferencial de los niños que no tuvieron que vivir por esta situación familiar.
Igualmente, los resultados permiten predecir que, ante un comportamiento negativo hacia el menor por parte del padre, este va a sufrir de problemas de regulación emocional. No viéndose esta relación ante un comportamiento negativo por parte de la madre hacia el menor.


Conflicto de parejas e hijos

Tal y afirman los autores, los resultados dejan claro la necesidad de la implicación de los progenitores hacia el cuidado del menor, lo que les va a conferir estabilidad emocional e evitar así el retraimiento, característica de que el menor no lleva una vida emocional adecuada.
En ocasiones los adultos “olvidan” que los menores aprenden “todo”, lo que ven, escuchan e igualmente lo sienten, tal y como se refleja en el estudio, incluso las peleas y discusiones de estos.
El menor no es capaz de comprender la “normalidad” de estas discusiones, provocándole afecciones de tipo emocional como el retraimiento.
Tal y como indican los autores, por lo menos durante los dos primeros años, los padres deberían omitir las discusiones y peleas delante del menor para que estas no le provoquen efectos negativos.