Determinadas enfermedades tienen un importante componente psicológico,  denominadas enfermedades psicosomáticas, pero ¿Qué es la colitis ulcerosa?

Se trata de una inflamación con ulceraciones de la última sección del sistema digestivo, el colon y el recto; acompañado de dolor abdominal y diarreas, en algunos casos con sangrado, que a su vez puede provocar anemia, cansancio severo, pérdida de apetito y de peso.
Actualmente todavía se discute cuál es la causa de ésta enfermedad, que suele estar arraigada a un importante componente hereditario. Tres son las aportaciones que se han manejado como las más probables:
– Infección bacteriana específica, tal y como sucede en los casos del ulcus gástrico.
– Alteraciones en el funcionamiento del colon:
– Desajustes vasculares de la membrana basal de la mucosa cólica.
– Producción excesiva de enzimas.
– Hipersensibilidad de la mucosa a determinados alimentos como leche.
– Se trataría de una enfermedad autoinmune, donde se estimula una producción de anticuerpos que atacan a la pared cólica; aunque todavía no se tiene muy claro si se trata de un efecto o una consecuencia de la enfermedad.
Por lo tanto, la colitis ulcerosa está muy relacionada con el correcto funcionamiento del sistema inmune, el cual, como ya sabemos pasa por una fase de inmunodepresión cuando está presente una vivencia de estrés, ya sea ésta interna o externa.



Actualmente no existe cura más allá de combatir los síntomas, a través de farmacología, antiinflamatorios o inmunoreguladores; o bien extirpar mediante intervención quirúrgica la parte afectada.
Como en otras enfermedades el componente psicológico del estrés juega un papel fundamental en el mantenimiento y agravamiento de los síntomas, estando todavía en discusión su relevancia como desencadenante y por lo tanto la causa de ésta enfermedad. Igualmente los aspectos psicológicos van a jugar un papel en el alivio y mejora de las sensaciones asociadas a la sintomatología de la colitis ulcerosa.
A pesar de que, como se ha comentado, el papel de la psicología parece más destacable en el mantenimiento, agravamiento e incluso tratamiento de ésta enfermedad, algunos autores la han relacionado con determinadas características de personalidad en que sería más frecuente que apareciese.
Estas personas serían más susceptibles a la opinión de los demás, especialmente vulnerables al rechazo, con dificultad para expresar los sentimientos y demandas personales (alexitimia), con baja autoestima, timidez y gran dependencia de los demás, sobre todo a nivel emocional.
Igualmente se muestran escrupulosamente ordenados, limpios y responsables; con marcada tendencia a la obediencia y el conformismo, obstinados, con dificultades para decidir; con excesiva “intelectualización” de su vida emocional.
Llevando una vida social dominados por una estricta moral, donde no tiene cabida la exacerbación de las emociones (dado también por su timidez), con carencia de sentido del humor.
Como se ha comentado estas personas tienen una excesiva dependencia de aprobación de los demás, lo que les lleva a manifestaciones de amabilidad excesiva y casi de sumisión.
En algunos casos, los pacientes de colitis ulcerosa, muestran una tensión constante, debido al miedo al rechazo o a las actitudes negativas de los demás, como reproches o desplantes, que le lleven a un enfrentamiento. Siendo la respuesta más habitual la de acatamiento de las normas sociales y sumisión a los demás; o todo lo contrario, es decir, se presentan como personas orgullosas, distantes e incluso arrogantes, como forma de mantener las distancias y evitar el conflicto.
Dualidad que también se halla en otras características, como el del orden y la limpieza, pudiendo encontrar a pacientes, excesivamente cuidados y pulcros, mientras otros son desordenados, poco aseados y con actitudes hostiles ante el ambiente.
Pero en ambos casos los pacientes son inseguros, llenos de angustia, con sentimientos de inferioridad y con una sensación de estar en deuda con los demás, actuando en busca de referentes que le den seguridad. Aspectos que contrastan con un logrado estatus profesional, sobre todo en aquellas actividades que requieren de mayor intelectualidad, estando bien considerado por sus compañeros gracias a sus cualidades y moralidad.
Con respecto a su vida íntima de pareja y sus relaciones interpersonales más próximas, estas se basan en cuestiones prácticas y no tanto a sentimientos de amor, en el caso de la pareja, o de simpatía y amabilidad en el caso de los compañeros y amigos. Con un exceso de apego a las figuras de referencia, que generalmente son los progenitores, que usan como referentes para tomar cualquier decisión.
En la relación en la diada madre-hijo, se muestra cómo ésta es fría, rígida y carente de expresión de emociones, permanentemente insatisfecha, atribuyéndose el papel de mártir sacrificada por la familia, lo que despierta un sentimiento de culpa en el hijo, desarrollando una hipersensibilidad por los sentimientos y deseos de la madre.