Una de las principales dificultades de los trastornos y enfermedades con origen multifactorial es determinar el perfil de la población sensible.
Perfilando la población con Párkinson
Cuando se trata de establecer un perfil sobre una psicopatología hay que comprender que van a intervenir multitud de factores tanto en el origen, mantenimiento y avance de la enfermedad.
La labor del investigador es descubrir y describir cada uno de estos factores, cuando se quiere establecer el perfil de la población de riesgo.
Con posterioridad se han de conocer los «pesos» que cada uno de estos factores va a jugar en la aparición de la enfermedad; así existen psicopatología donde el componente hereditario juega un papel fundamental, teniendo ente factor un gran peso.
En otras por el contrario, el mayor peso lo tienen los factores ambientales como el estrés.
Establecer un perfil consiste en evaluar cada uno de los factores que intervienen y conocer en qué medida afecta más uno sobre otro pero ¿Cuál es el perfil de riesgo en la enfermedad de Párkinson?
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Perfil de riesgo del Párkinson
Esto es precisamente lo que ha tratado de averiguarse desde el Department of Systems Medicine, University of Rome Tor Vergata, junto con el IRCCS Fondazione Santa Lucia (Italia) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica Parkinson’s Disease.
En el estudio participaron 600 adultos mayores de cuarenta años, la mitad de ellos diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, siendo el 49,5% mujeres.
Se procuró controlar variables como edad, género y población en la que viven.
Todos pasaron por una entrevista donde se les preguntaba sobre datos sociodemográficos, empleo, antecedentes familiares de la enfermedad de Párkinson, exposición a tóxicos, consumo de tabaco o alcohol.
Además se realizó un control de plasma sanguíneo a través del Inductively Coupled-Plasma-Mass-Spectrometry (ICP-MS) aplicado a a 130 de los participantes, las mitad con diagnóstico de Párkinson.
Los resultados indican, que manteniendo todas las demás variables personales y sociodemográficas iguales, los factores que contribuyen al perfil de riesgo para el Párkinson son, los antecedentes familiares, la exposición a tóxicos, el consumo de alcohol y el consumo de tabaco.
No resultó significativa las medidas en plasma.
Sabiendo que cuantos más factores de riesgo se acumulen en la persona en mayor medida se incrementará la posibilidad de padecer Párkinson.
Los traumatismos craneo-encefálicos no aumentan el riesgo de alzhéimer pero sí de Párkinson… Https://t.co/wBkHGxZ8fA Pic.twitter.com/OQitrn63dv — Dr Rigoberto Marcano (@rigotordoc) 20 de agosto de 2016
Prevención del Párkinson
Una de las limitaciones del estudio es la focalización del mismo, debido a que ha querido controlar gran número de variables extrañas, lo que hace que sus resultados no pueda ser extrapolables a otras poblaciones.
Así, se requeriría de nueva investigación para comprobar si los resultados se mantienen en el campo, o en una población no mediterránea, antes de poder concluir al respecto.
A pesar de lo cual, contar con un perfil de la población de riesgo permite establecer planes de prevención al respecto, de forma que aquellos que sean más sensibles a padecer la enfermedad de Párkinson puedan ser supervisados, sobre todo cuando lleguen a una edad de máximo riesgo para poder realizar una detección temprana.
Igualmente, y en la medida que se desarrollen técnicas al respecto, se podrán establecer programas de prevención de la enfermedad de Párkinson, al incorporar técnicas orientadas a este fin entre la población más sensible a padecer esta enfermedad, de forma que se logre retrasar la aparición de la misma.
Según el estudio puede concluirse que la persona con un mayor riesgo de padecer Párkinson es aquella que tiene antecedentes familiares de la enfermedad, que durante su vida ha sido expuesta a tóxicos, que fuma y bebe alcohol habitualmente.
Con respecto a los «pesos» de estos factores, el estudio muestran mayores diferencias entre los grupos de pacientes con Párkinson y los controles, en la variable de heredabilidad y en el consumo de tabaco, seguido de la exposición a tóxicos, siendo el menos significativo el consumo de alcohol.
Una mayor conciencia sobre estos factores que facilitan la aparición del Párkinson también ayuda a que las personas con antecedentes familiares de esta enfermedad, comprendan que sus posibilidades de padecerlo aumentan si consumen tabaco o alcohol; pudiéndose centrar la prevención en estos dos factores, ya que el factor de la toxicidad es más difícil de controlar.