Categoría: Blog de Articulos con Novedades de Psicologia
En esta sección de Novedades en Psicología escria por el Dr. Juan Moisés de la Serna, se incluyen los distintos artículos sobre las diversas temáticas de Psicología y Neurociencias más actuales y destacados en dichas areas.
Uno de los problemas asociados al Párkinson sobre todo cuando se encuentra en fases avanzadas es la soledad.
La enfermedad de Párkison y la soledad
Las dificultades por las que debe pasar la persona para salir de su casa, a parte del problema de «imagen personal» que tiene el paciente cuando se expone a los demás.
Si bien es cierto que las personas conocidas saben de su padecimiento; sus movimientos repetitivos hacen que el resto conozcan de su enfermedad.
Una sobrexposición que en muchas ocasiones le impide iniciar nuevas amistades ya que sufre la estigmatización de la sociedad al sufrir dicha enfermedad.
Eso unido a las dificultades de desplazarse con libertar hacen que poco a poco el círculo social se vaya reduciendo, y en muchos casos acabe apareciendo la soledad.
Muchas personas se «conforman» con estar «acompañados» por la radio o la televisión como forma de reducir dicha sociedad, pero ¿Pueden las nuevas tecnologías ayudar en el Párkinson?
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Avatar y la enfermedad de Párkinson
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Department of Neurology II, Kepler University Clinic y el Department of Business Informatics–Information Engineering, Johannes Kepler University junto con el School of Management, University of Applied Sciences Upper Austria cuyos resultados han sido publicados recientemente en la revista científica Pols.One.
En el estudio participaron cuarenta adultos mayores de sesenta años, de los cuales la mitad sufría la enfermedad de Párkinson.
Los participantes debían realizar una tarea frente al ordenador, en diversas condiciones experimentales, con o sin avatar; avatar con cara de su mismo género o diferente,…
Se observó la ejecución de la tarea en función del avatar con el que interactuaba.
Los resultados muestran una preferencia significativa por los avatares frente a las fotos, aunque estas no fueron significativas comparado con el grupo control.
Hay que tener en cuenta, tal y como señalan los autores que se trata de una primera aproximación, un estudio exploratorio al uso de avatares en pacientes con Párkinson.
Una vez establecidas las bases sobre qué es lo que funciona o no con ellos, se podrá establecer programas orientados específicamente a combatir la soledad a través de estos avatares.
A pesar de haberse encontrado beneficios significativos en el uso de avatares como agente socializador, no ha sido diferencialmente significativo en este caso entre pacientes y el grupo control.
Lo que indica que sus efectos no se ven modulados por la enfermedad, algo que es una buena noticia si tenemos en cuenta que cualquier avance tecnológico en este ámbito se puede aplicar a estos pacientes.
El uso de los avatares como forma de combatir la soledad es algo que lleva investigando desde hace años desde la NASA, donde tratan de implementar sistema autónomos para «acompañar» a los astronautas en los futuros viajes espaciales.
Hay que tener en cuenta que el ámbito de las nuevas tecnologías va mucho más allá del mundo de los avatares y que todavía queda mucho por explorar y sobre todo integrar sus beneficios en problemáticas tan importantes como el Párkinson.
Se denomina prematuro a aquel bebé que nace antes de lo esperado, y cuanto más pronto lo haga mayores dificultades traerá consigo.
Tener un hijo prematuro
Hay que tener en cuenta que le tiempo en que permanece el bebé dentro del vientre materno se están realizando cambios constantemente, tanto de tipo madurativo como de alimentación.
Cuanto antes salga el bebé de dicha situación «natural» mayores dificultades de sobrevivir tendrá, ya que su organismo no estará del todo formado.
Algo en lo que se está avanzando mucho, en cuanto a atención a prematuros, por parte de los cuidadores profesionales empleando incubadoras especiales que permitan al neonato continuar con su desarrollo.
Si bien, en determinadas poblaciones el número de prematuros ha crecido en los últimos años, también es cierto que el índice de supervivencia de los mismos también se ha incrementado, todo ello gracias a los avances de la medicina pero ¿Qué consecuencias conlleva un hijo prematuro?
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Consecuencias de tener un hijo prematuro
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Centro di Ricerca sulle Dinamiche evolutive ed educative (CRIdee), Department of Psychology, Catholic University of Milan junto con el Neonatal Intensive Care Unit (NICU), V. Buzzi-Ospedale dei Bambini, ICP, (Italia) cuyos resultados acaban de publicarse en la revista científica Journal of Psychology.
En el estudio participaron cuarenta y una madrees; y treinta y nueve padres de los cuales la mitad habían tenido un hijo prematuro.
Todo ellos fueron evaluados para conocer sus niveles de estrés, para lo cual se empleó el Impact of Event Scale Revised (IES-R) para detectar estrés post-parto; el Profile of Mood States (POMS) para definir los estados afectivos; el Multidimensional Scale of Perceived Social Support (MSPSS) para evaluar el apoyo social percibido; el Post-Partum Bonding Questionnaire (PBQ) para conocer las dificultades de relación entre cada progenitor con el hijo y el Parental Stressor Scale: Neonatal Intensive Care Unit (PSS:NICU) para evaluar los efectos de los bebés prematuros en el estrés.
Los resultados muestran diferencias emocionales entre los padres con y sin bebé prematuros.
Dentro de los progenitores con bebé prematuros se hallaron también diferencias significativas en función del género, esto es, las mujeres se sentían más culpables por la situación de su hijo, con hiperactividad y un mayor nivel de estrés que los padres de los hijos prematuros.
En cambio los padres se sentían más enojados por la situación que las madres de hijos prematuros.
Igualmente se encontraron diferencias significativas del nivel de estrés en función de los problemas de salud asociados a los neonatos, provocando más estrés las mayores dificultades de salud del bebé.
Prevención de problemas asociados a tener un hijo prematuro
Hay que tener en cuenta que no se ha evaluado el nivel de apoyo real de los progenitores, ya sea de la familia o de instituciones públicas.
Igualmente no se ha contemplado factores tan importantes como los religiosos que en otros estudios pueden ser determinantes a la hora de manejar las situaciones críticas de estrés como el tener un hijo prematuro.
A pesar de lo anterior, y tal y como señalan los autores del estudio, una vez conocido el perfil de los padres con hijos prematuros, y las dificultades por las que estos van a pasar, hay que pensar en implantar un sistema de apoyo psicológico por parte de las instituciones hospitalarias.
Al igual que se ponen todos los medios para ayudar a los prematuros a salir adelante, hay que pensar y «cuidar» la salud psicológica de los progenitores, que al final son los responsables de dicha criatura.
Es por lo que sería conveniente que en las maternidades y centros de cuidados intensivos se contase con un especialista que diese apoyo y mantuviese los niveles de estrés de los progenitores dentro de lo saludable.
Si bien nuestros pensamientos pueden llegar a modular cómo nos sentimos en un momento determinado, esto puede afectar en mayor medida cuando se sufre un trastorno como el bipolar.
Sobre el Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar está caracterizad por cambios frecuentes de humor, en lo que se conoce como episodios maníacos seguidos o no de episodios depresivos.
Estos cambios de humor van a ir acompañado de cambios en la forma de pensar e incluso de «ser» de la persona, dando como consecuencia un comportamiento distinto en cada caso.
En el episodio maníaco los pensamientos de grandilocuencia e invulnerabilidad se mezclan con el de una «claridad» de pensamiento que le hace creer «comprender todo».
En el caso de los episodios depresivos, la intrusión de pensamientos suelen ser del tipo ruina o inutilidad, donde la persona se infravalora y piensa que «no sirve para nada».
Y todo ello se va sucediendo en un relativo corto espacio de tiempo, de forma que en la misma semana se pueden tener esos grandilocuentes pensamientos seguidos de pensamientos de inutilidad, pero ¿Influyen los pensamientos en la calidad de vida?
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Pensamientos en el Trastorno Bipolar
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación desde la School of Nursing, Southern Medical University (China) cuyos resultados se acaban de publicar en la revista científica Psychiatry Research.
En el estudio participaron doscientos quince adultos entre 16 a 60 años, de los cuales cien sufrían trastorno bipolar perteneciendo el resto al grupo control.
A todos ellos se les pasó por una serie de prueba como el Hamilton Depression Rating Scale (HAMD) para evaluar la presencia de sintomatología depresivas, y el Bech-Rafaelsen Mania Rating Scale (BRMS) para determinar la presencia de manías.
Complementando los anteriores también se les administró el Cognitive Complaints in Bipolar DDisorder Rating Assessment (COBRA) para comprobar la presencia de pensamientos intrusivos; el Montreal Cognitive Assessment scale (MoCA) para analizar su cognición y el Brief version of Quality of Life in Bipolar Disorder (Bref QOL.BD) para analizar su calidad de vida.
Los resultados muestran que los niveles de intrusión de pensamiento y la calidad de los mismos van a tener una incidencia directa en la calidad de vida del paciente.
Esto es a mayor presencia de pensamientos intrusivos peor calidad de vida por parte de los pacientes con trastorno bipolar.
Igualmente unas creencias erróneas sobre su trastorno derivan en una peor vivencia de sus sintomatología.
El cannabis aumenta el riesgo de desarrollar trastorno bipolar desde el primer consumo – https://t.co/OFZ88zpSUx
Hay que tener en cuenta que el estudio se hace sobre una población muy concreta, la China; e igualmente empleado únicamente cuestionarios como medida.
Salvando las limitaciones anteriores, se puede observar de la necesidad de realizar una doble intervención entre los pacientes bipolares.
Primeramente, y quizás lo más sencillo es en cuanto a la información sobre lo que le pasa, tratamiento y evolución.
De forma que el paciente comprenda cuándo los síntomas remiten o no, y qué consecuencias va a tener en su futuro.
Esta información va dirigida a disminuir la ansiedad que genera el desconocer lo que pasa, y con ello ayuda a aceptar su situación y a mejorar la calidad de vida del mismo.
Una segunda, enfocada a la intrusión de pensamientos, donde se ha de trabajar desde el punto de vista terapéutico para normalizar dichos pensamientos, de forma que se consiga que la persona los adapte a la realidad.
Entrevista a D. José Ramón Ponce quien nos habla de los jóvenes y sus problemas desde un punto de vista psicológico.
– ¿Cuáles son los problemas emocionales más presentes entre los jóvenes?
Cuando se abandona la infancia comienza la etapa intermedia y de preparación para la vida adulta. Esta etapa, la cual abarca desde los doce hasta los dieciocho o veinte años de edad aproximadamente, es sumamente difícil. Los adolescentes se hallan inmersos en un torbellino de pasiones, sus desbalances emocionales son intensos y sufren por los cambios en los cuales se adentran. Los padres se equivocan a menudo al ver la sonrisa de sus hijos, pero en realidad esas manifestaciones son escape inconsciente a su incertidumbre, desorientación y angustia, por una sociedad que los espera pero no saben cómo enfrentar.
Se muestran muy ansiosos, irritables, y a menudo agresivos. Se deprimen fácilmente debido a que es muy escabrosa la «tarea» de la inserción social. Sus intereses se modifican, lo que antes las gustaba, o donde se desenvolvían exitosamente, a partir de un momento dado le es indiferente. Sus miras corren en otra dirección, ya no interesa el estudio docente, orden en su habitación, o tareas del hogar.
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– ¿A qué se cree que se debe?
Las causas de conflictos emocionales en adolescentes, y su comportamiento peculiar, debe ser analizada desde dos ángulos diferentes. Por una parte, sus cambios internos, los cuales se inician con su modificación biológica, y por otra su interacción con el entorno socio-ambiental, incluidos padres, tutores y maestros.
Los cambios internos, para mejor comprensión, siguen una secuencia sistémica. Se inician en la etapa preliminar de la pubertad, donde la maduración física y psíquica, promovida por el desarrollo endocrino, le imprime al joven nuevas características. Aparecen necesidades sexuales, determinadas por la producción de hormonas rectoras; andrógenos y testosterona en el masculino, y estrógenos en la femenina. Con ello surgen tendencias e impulsos que el púber requiere satisfacer, pero no comprende, no sabe cómo hacerlo, o no se atreve a lo ignoto para él.
En consecuencia, trata de orientarse y conocer el mundo, requiere insertarse en la vida social que observa en adultos a su alrededor. En su conflicto, indaga y ensaya recursos para lograr sus objetivos, o apela a conductas compensatorias para ello. Por consiguiente, intenta obtener a cualquier costo el reconocimiento de quienes le rodean, explora modelos de identificación e intenta imitarlos, dado que estos lograron lo que él o ella no han logrado aún.
Se acerca e integra al grupo de otros jóvenes de su edad y se amolda a estos, asume sus características para encontrar su orientación. Trata de sobresalir entre ellos de alguna manera, pretendiendo aceptación y admiración; incluso no solo en su entorno grupal sino también ante la comunidad y la sociedad en general. Por consiguiente es proclive a extravagancia, excentricismo y conductas bizarras.
Se agrega la necesidad de negar la autoridad y la familia porque simbolizan su infancia, y aceptarlos es para ellos como regresar a su condición de niño. Desde luego, como resultado de todos estos conflictos disminuyen los intereses escolares, incluso resultados docentes.
Tratan de lograr su reafirmación a cualquier costo, y en la medida que fracase en sus intentos, se siente intensamente frustrado. Puede por consiguiente ser factible a depresión, ansiedad, se torna distraído y angustiado, busca un “escape” a su estado, lo cual se hace más agudo si padres, tutores o maestros no lo comprenden.
– ¿Qué papel tiene la tecnología en las emociones de los más jóvenes?
Es evidente que el desarrollo tecnológico ha impuesto formas nuevas en las relaciones interpersonales, de lo cual no escapan los adolescentes; quizás estos cambios han encontrado en ellos mayor aceptación. Es natural que así sea, la necesidad de conocer el mundo, “estar en la cima”, insertarse al medio social, y la facilidad de comunicación misma, los hace proclives a acudir a la obtención del dominio y uso de las nuevas tecnologías.
Se agrega que estos avances se erigen como medio de “escape” a su incertidumbre y ansiedad. La dedicación a la comunicación y uso digital constituye para ellos un mecanismo compensatorio a sus estados emocionales. Al mismo tiempo, constituyen un expedito canal de interacción con relaciones y grupos; de hecho es una vía para encontrar apoyo afectivo y orientación para el comportamiento eficiente.
No hay que olvidar tampoco que la tecnología constituye un medio de realización personal, lo cual es muy útil en el adolescente. Eso le permite destacarse en la sociedad, un medio para hacerse sentir, y de manera constructiva.
Sin embargo, ante esta nueva era comunicacional los padres se sienten a menudo impotentes, o al menos no comprenden la situación, y sienten que pierden el control de sus hijos y nietos. Más aun cuando, de la misma manera que la tecnología actual facilita la vida de los jóvenes, puede constituirse en un canal muy nocivo. Estos medios han servido para el abuso escolar, prostitución, y otras agresiones, desembocando en algunos casos en el suicidio de las víctimas.
Claro está, el problema se complica por el hecho de que familiares de los adolescentes arrastran prejuicios y tabúes sexuales que pretenden infructuosamente impedir su circulación por carreteras digitales. No saben cómo abordar el problema, no comprenden, y en ocasiones las medidas tomadas son contraproducentes.
Dada la situación como se presenta, no queda más alternativa que, en primer lugar, los padres obtengan conocimiento y destreza de los mismos medios tecnológicos que sus hijos operan. Segundo, educarlos en las consecuencias de su uso dañino e indiscriminado. Tercero, mantener, como se requiere sobre todo adolescente, un control prudencial de los contenidos comunicacionales que reciben o hacen circular; sin interferir su privacidad en lo posible. En fin, la tecnología tiene su lado favorable y el desfavorable, por lo cual se requiere un balance y control correcto de su uso, pero lo cierto es que no se puede negar ni impedir.
– ¿Qué nivel de éxito tiene el tratamiento psicológico entre los jóvenes?
El tema del nivel de éxito en el tratamiento de adolescentes es polémico por diversas razones. En primer lugar se requiere determinar la causa por la cual se acude a buscar ayuda profesional con respecto al hijo adolescente. Es muy común ver que los padres o tutores los conducen a psicólogos o psiquiatras simplemente porque no pueden “controlarlos”, son contestarios”, o presentan conductas divergentes con hogar o familia. Es diferente cuando presentan un franco trastorno, como esquizofrenia, estados obsesivo-compulsivos crónicos, u otros.
Se agrega un hecho, no siempre comprendido, y es que las adversidades sufridas por sus miembros, como preocupaciones, problemas o fracasos, provocan irritaciones que tienden a desplazarse hacia el «eslabón débil», el «chivo expiatorio», la «oveja negra», y estos son usualmente adolescentes del hogar. Lo cierto es que los padres pretenden que el joven se comporte a su “imagen y semejanza”, y no es posible.
Por otra parte, a menudo cuando existen realmente conductas anómalas o antisociales en el adolescente, los padres, tutores e incluso maestros, pretenden que el psicólogo resuelva en horas lo que ellos han fomentado durante años.
De cualquier manera se requiere tomar en cuenta un hecho del cual me he percatado durante largo tiempo en el ejercicio profesional de la psicología. Los adolescentes calificados de “problemáticos” por su entorno, pueden presentar una conducta conflictiva en mayor o menor medida, incluso antisocial. Sin embargo, en la mayoría de los casos es solo apariencia. Es como si crearan una «coraza» defensiva, la cual es presentada a la familia y sociedad, pero debajo se encuentra el verdadero individuo. A medida que su entorno sea más desfavorable, dicha «coraza» penetra en su interior, y cuando alcanza su personalidad, ya es tarde.
En consecuencia, al reflexionar sobre la conducta del adolescente se requiere primero definir, si hay un trastorno que merite tratamiento, son conductas normales de un adolescente, o es un comportamiento resultante de los errores de padres, maestros o tutores.
– ¿Deja «secuelas» psicopatologías asociadas a la depresión o el estrés si no se tratan a tiempo?
Sin embargo, el trastorno que constituye un llamado de alerta son las manifestaciones de depresión en el adolescente. Es explicable que el cumulo de conflictos que sufre propicien dicho estado, máxime si los padres no lo han capacitado suficientemente para afrontar los embates de la vida. En ello se incluyen tanto adversidades propias de su edad, como causadas por su entorno socio-ambiental; por ejemplo, el fallecimiento de sus padres, crisis sociales, carencias financieras en el hogar, víctima de guerra, migración, entre otras.
No es necesario ofrecer cifras, todos saben que el índice de suicidio en esas edades es elevado, y en Conversando con adolescentes, se ofrecen ejemplos de las consecuencias de no tomar en cuenta estos cambios en los jóvenes. Se enumeran sus causas y señales, así como el modo de proceder cuando surge este trastorno.
– ¿Qué relación existe entre los problemas emocionales y otras psicopatologías como los trastornos de la alimentación?
Diferentes teorías indican asociación entre los conflictos emocionales y los trastornos alimentarios en los adolescentes, predominantemente mediando estados severos de ansiedad; principalmente en anorexia y bulimia. En mi opinión, puede existir un factor educativo en la etiología de estos trastornos, al margen de una explicación psicoanalítica.
Se sugiere una relación estrecha entre el estado obsesivo por la figura, especialmente en mujeres jóvenes en su afán por una presencia física delgada. Esta actitud alcanza un nivel morboso, de enfermedad, cuando se produce férreo condicionamiento obsesivo-compulsivo por la delgadez. Desde luego, este estado puede conducir a la muerte si no es tratado con los medios psiquiátricos y psicológicos disponible; aunque el nivel de éxito sea bajo.
Por otra parte, la bulimia sigue un curso similar. Incluso es común observar como numerosas personas sin llegar a ese nivel de enfermedad, aumentan de peso por la obsesión de comer. Sin embargo, en este trastorno el mecanismo parece ser diferente, el acto mismo de “llevar” porciones de alimento a la boca constituye en sí mismo liberador de ansiedad.
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– ¿Cuál es la relación entre los problemas emocionales y las adicciones?
Aunque no poseo vasta experiencia en drogadicción y abuso de sustancias, los pocos casos que he atendido encajan dentro de los planteamientos de la teoría y práctica clínica. Se indican varios factores fundamentales en general; entre ellos el exceso de permisividad desde la infancia, y la falta de autoridad. También se indica la carencia afectiva, concretada en la escasez de muestras de afecto, frialdad, abandono, o alejar al niño del hogar desde temprana edad. Quizás interviene en alguna medida el vecindario, grupo de amigos, y entorno social. Pero lo cierto es que si se consolidan las relaciones de la adolescente con su madre, y el adolescente con su padre, se siembre el antídoto contra conductas nocivas.
En el libro Conversando con adolescentes (adquirible en amazon.com) se halla el epígrafe “Malos hijos”, y expongo el error que esa idea significa. Los hijos no “salen malos ni buenos”, sino que son producto del entorno familiar y social en que se desenvuelven. Al margen de la posibilidad de transmisión genética, las conductas relacionadas a su vínculo con la sociedad parecen ser más un producto de la educación que de la herencia biológica.
Al respecto es necesario enfatizar que la educación y la identificación del adolescente con sus padres o maestros no se logra tanto por los sermones a los cuales son sometidos, sino por recursos habilidosos para hacer que presten atención; abundo en medidas prácticas para ello en ese libro. Por encima de todo debemos evitar que cuando “hablemos” mucho, digan para sus adentros “si, para que te calles”
Es por ello sumamente importante, para padres y tutores, comprender, y saber influir y manejar al adolescente. Una Caja de caudales es muy difícil de abrir, y es casi impenetrable si no se tiene la combinación requerida, podemos estar días golpeándola sin poder abrirla. La mentalidad del adolescente es similar, es imposible que responda si no nos relacionamos con ellos correctamente.
Desde aquí mi agradecimiento a D. José Ramón Ponce por habernos acercado a las dificultades psicológicas que se pueden presentar entre los más jóvenes.
Si bien es cierto que el mayor esfuerzo que se realiza es con respecto a retrasar la aparición del Alzheimer y su calidad de vida del paciente.
La familia y el Alzheimer
No hay que olvidar que dicho paciente va a estar atendido en su mayor tiempo por sus familiares, por lo menos durante las primeras fases de la enfermedad, ya que con posterioridad será necesario incorporar un profesional cualificado para atenderlo hasta en sus necesidades más básicas.
Una familia que sufre y que se tiene que ir adaptando al avance de la enfermedad con todo lo que ello implica.
Algo para lo que muchas familias no están preparadas y tampoco saben cómo hacerlo, ya que la mayoría de la información disponible al respecto se centra en exclusiva sobre la enfermad, tratamientos y sus consecuencias,
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Cuidador y Alzheimer
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Instituto San Lucas Neurociencias (Argentina) junto con la Virginia Commonwealth University (EE.UU.), el BioCruces Health Research Institute, Cruces University Hospital y el Basque Foundation for Science (IKERBASQUE) (España) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica International Journal of Alzheimer’s Disease.
En el estudio participaron ciento cinco cudidadores de pacientes de Alzheimer, del los cuales el 74,3% eran mujeres.
Todos ellos rellenaron una serie de cuestionarios y escalas estandarizadas como el FamilyAdaptabilityandCohesion Evaluation Scale—Fourth Edition (FACES-IV) para conocer la adaptación de los familiares a la enfermedad de Alzheimer; el Family Communication Scale (FCS) para evaluar la calidad de la comunicación; el Family Satisfaction Scale (FSS) para evaluar la satisfacción de cada uno de los miembros; Sense of Coherence Scale (SOC-13) para evaluar la coherencia de su conducta y su pensamiento; Resilience Scale for Adults (RSA) para detectar los niveles de resiliencia; el Life Orientation Test-Revised (LOT-R) para evaluar las motivaciones de cada uno de los miembros; el Relationship-Focused Coping Scale (RFCS) para analizar quién recibe más atención dentro de la familia y el Family Assessment Device—General Functioning (FAD-GF) para comprender cómo funcionan estas.
Los resultados muestran que aquellas familias en donde sus miembros tienen mayores niveles de empatía existen menores problemas de convivencia y una mayor resiliencia.
Igualmente a mayores niveles de comunicación menores de problemas interpersonales.
Hay que tener en cuenta que los resultados están limitados a una población muy concreta, la argentina, lo que requiere de análisis en otras localizaciones para concluir al respecto.
Igualmente la evaluación a través de cuestionarios y escalas conlleva una serie de sesgos que pueden ser superados con la observación de la dinámica familiar, por lo que será necesario complementar las medidas con nuevas.
A pesar de lo anterior, se puede observar cómo los resultados señalan tres factores fundamentales para una buena convivencia con pacientes de Alzheimer, la empatía, la resiliencia y la comunicación.
Hoy en día, y gracias al desarrollo de la inteligencia emocional se ha desarrollado multitud de técnicas que ayudan a las personas a mejorar su capacidad de comunicación y empatía, e igualmente se puede entrenar mediante técnicas de tipo cognitivo sobre la resiliencia.
Esto abre una vía de intervención alternativa, donde no se trata directamente al paciente, si no que se trabaja con sus familiares, lo que va a repercutir en una mejor calidad de vida del paciente con Alzheimer.
Uno de los problemas principales del autismo es la diversidad de sintomatología positiva y negativa que muestra.
Síntomas en el autismo
La sintomatología positiva, es aquella que no debería de estar ahí y que está presente precisamente por sufrir autismo; mientras que los síntomas negativos hace referencia a comportamientos o conductas que deberían de estar presentes en el autismo y no se hallan debido al trastorno.
A parte de esta distinción, existen multitud de «deficiencias» que se han de trabajar una a una para ayudar al pequeño en su progreso.
En ocasiones estos mini-procesos están encadenados, de forma que para lograr uno de orden superior se requiere de un entrenamiento dominio del de orden inferior, tal y como se conceptualiza don el método A.B.A.
A pesar de este modelo de intervención actualmente se están explorando otras alternativas que sean más rápidas en cuanto al tiempo que se requiere, e igualmente que se traten más conductas de una vez.
Un de estos modelos es la danza, algo que se ha observado beneficioso en otros tipo de intervenciones como en los casos de pequeños con Retraso Mental.
Técnica que le confiere un mejor dominio de su cuerpo, a la vez que fomenta la interacción con los demás, pero ¿Es beneficioso aplicar la danza al autismo?
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La danza en el autismo
Esto es precisamente lo que se ha tratado de resolver con una investigación realizada desde el Department of Psychology y el Department of General Psychiatry, University of Heidelberg, junto con el Department of Creative Arts Therapies and Therapy Sciences, Alanus University, y el Department of Therapy Sciences, SRH University Heidelberg (Alemania) cuyos resultados se acaban de publicar en Behavioral Sciences.
En el estudio participaron setenta y ocho pacientes con trastorno del espectro adulto de los cuales doce eran mujeres, con edades comprendidas entre los 14 a 65 años.
A la mitad de los mismos se les asignó al grupo experimentales: Con intervención de 10 semanas en un programa especifico para desarrollo de habilidades de danza; el resto perteneció al grupo control con el que comparar la efectividad de la intervención.
Las sesiones de danzaterapia fueron de 60 minutos a razón de diez sesiones semanales durante 10 semanas.
Se realizó una evaluación pre y post intervención y una última con un seguimiento de seis meses; esta evaluación se llevó a cabo con el Scale for the Assessment of Negative Symptoms (SANS) que evalúa la presencia de síntomas negativos del autismo.
Los resultados muestran tendencias significativas hacia una reducción de la sintomatología negativa del autismo, siendo únicamente significativo para algunos subtipos de dicha sintomatología.
Una de las limitaciones del estudio se encuentra en el rango tan amplio de edad de los participantes, lo que no permite conocer si estos resultados son específicos de una rango concreto o no.
No se ha realizado un análisis de los resultados por género, por lo que no se puede conocer si la danza mejora más o menos la sintomatología del autismo en hombres o en mujeres, o lo hace por igual.
Con todo lo anterior, parece que la danza como terapia en el autismo no da los resultados esperables; sí es cierto que sirva para mejorar algunos síntomas, pero son insuficientes para concluir sobre los beneficios de la danza en el tratamiento del autismo.
Este tipo de investigación, aunque arrojen resultados negativos, permiten conocer y descartar entre aquellas intervenciones eficaces y las que no lo son; para de esta forma poder ofrecer a los pacientes y sus familias tratamientos efectivos con el que mejorar su sintomatología y calidad de vida.
Chatbot de Autismo
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