Aunque existen movimientos que tratan de hacer borrar las diferencias de género, estas siguen siendo objeto de estudio.

Las diferencias de género en la Salud Mental

Son evidentes las diferencias anatómicas e incluso médicas entre hombres y mujeres, a pesar de ello se trata de definir a ambos géneros como iguales en el ámbito psicológico.
Mucho se ha investigado y se sigue estudiando con respecto a las diferencias en habilidades y capacidades en función del género, algo que aporta valor a la hora de conocer cómo intervenir, por ejemplo cuando se trata del ámbito de la psicopatología.
Ya que a medida que más se conozca, antes se puede establecer el diagnóstico, y más específico se puede plantear el tratamiento.
Tal es el caso de patologías bien conocidas como la depresión, hasta hace unos años una de sus modalidad, la depresión postparto, se consideraba que era exclusiva de las mujeres.
En los últimos años se ha observado que no solo ellas pueden sufrirlo, sino también los hombres, ya que no sólo tiene que ver con los aspectos físicos del parto, sino también con el estrés psicológico que conlleva.
Eso hace replantearse lo que conocemos con respecto a otras patologías e incluso sobre la depresión, pero ¿Existen diferencias de género en la depresión?


https://youtu.be/_CBLM4lFhV0

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Diferencias de género en la depresión

Esto es precisamente lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizada desde la University of Novi Sad (Serbia) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Klinik Psikofarmakoloji Bulteni.
En el estudio participaron ciento cincuenta adultos, entre los 18 a 65 años, los cuales habían sido hospitalizados durante el último año con diagnóstico de Trastorno por Depresión Mayor.
A todos ellos se les administró la escala estandarizada sobre sintomatología depresiva denominada Hamilton Depression Rating Scale (HDRS); para evaluar aspectos cualitativos de la depresión a través del Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS); para evaluar el nivel de pesimismo se empleó el Montgomery-Asberg Depression Rating Scale (MADRS), para evaluar la influencia externa en la estabilidad de la depresión, a través del Self-Assessing Depression Scale (SADS); para evaluar las ideas depresivas mediante el World Health Organization Standardized
Assessment of Depressive Disorders (SADD) y para evaluar la presencia de anhedonía y aislamiento social se empleó el Manual for the Assessment and Documentation in Psychopathology (AMPDP).
Los resultados muestran dos patrones diferentes de sintomatología depresiva en función del género.
Así en hombres la depresión se presentan un perfil caracterizado por el aislamiento social e ideas de inutilidad, con anhedonía, pesimismo, paranoia e hipocondría
Mientras que las mujeres mostraban un perfil más ansioso, con pérdida de apetito, rumiación mental, sintomatología somática y problemas del sueño.


Hay que tener en cuenta la idiosincrasia de la población analizada, por lo que se requiere de estudios en otras poblaciones antes de poder concluir al respecto.
Tal y como afirman los autores, conocer la sintomatología diferente, no solo ayuda a comprender mejor la depresión, sino que debe de orientar a un tratamiento diferencia y con ello más efectivo.
Igualmente el reconocer patrones diferentes ayudarán al especialista e incluso al médico de familia a orientar adecuadamente al paciente hacia el diagnóstico oportuno.