Cuando uno piensa en la salud mental puede creer que es algo que no va a ver en su vida ni va a padecer uno mismo, una situación ajena a la familia e incluso a su círculo de trabajo y amigos.
Una falsa creencia que trata de combatirse desde las asociaciones de familiares de pacientes con problemas de salud mental, que buscan dar visibilidad a la existencia de esta realidad, tanto para aumentar la conciencia social sobre ello como para que las administraciones públicas dediquen más recursos para su atención.
Esto es debido a que en muchas ocasiones es la propia familia la que tiene que sufragar los gastos del tratamiento de determinados problemas de salud, a la vez que asistir las veinticuatro horas al paciente mientras se mantenga la patología, sabiendo que en ocasiones es de larga duración.
Una familia que no sólo se tiene que enfrentar al “drama” de tener un familiar enfermo, sino que han de ajustar y amoldar su realidad a dicho paciente para tratar de ofrecerle la mayor calidad de vida posible, pero ¿Cuántas personas están afectadas por problemas de salud mental?

Esto es lo que se ha tratado de responder con un informe emitido en octubre del 2019 desde el Gobierno de Australia basado en el Intergenerational Health and Mental Health Study donde se detalla la realidad de los problemas de salud mental en dicho país.
Realizando una comparativa a nivel mundial y con datos del Institute for Health Metrics and Evaluation sobre 20 países desarrollados de la OCDE, Australia es el segundo país después de Nueva Zelanda en incidencia de problemas de salud mental, seguido de Estados Unidos y Noruega, estando en el extremo contrario, es decir entre los que tienen una menor incidencia de problemas de salud mental Israel, Singapur y Japón.

Con respecto a la edad donde existe una mayor prevalencia, esta se da entre los 16 a 25 años, lo que va a tener una incidencia directa sobre el desempeño educativo y el posterior desarrollo socioeconómico.

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Sobre la gravedad de los afectados, se estima que el 3,1% de la población tiene un problema de salud grave; el 4,6% moderado y el 9% leve; estando el 23,1% en riesgo de padecer un problema de salud mental.

Entre el perfil de los afectados, se estima que el 50% en algún momento han estado sin hogar; casi el 20% no tienen estudios; el 40% han pasado por la cárcel y el 30% están desempleados.

Por último este informe identifica los problemas de salud mental más frecuentes en los últimos doce meses en el país, así el caso más común son los problemas de ansiedad que afecta al 14% de los adultos; desórdenes de la alimentación a un 9%; problemas de personalidad a un 7%; desórdenes del estado de ánimo a un 6%; problemas de abuso de sustancias a un 5%; problemas de conducta a un 2% en la infancia y adolescencia; y problemas psicóticos a un 0,5% de los adultos.
Con ello el gobierno de Australia quiere dar visibilidad a la realidad de la salud mental, ya que basado en estos datos se pueden implementar políticas encaminadas a la detección e intervención temprana, además de establecer recursos para tener personal especializado en su tratamiento.