Una de las actividades de belleza que más han aumentado en los últimos años es determinados países es el bronceado artificial con rayos UVA.

Conducta de Bronceado

En algunos países el estar bronceado ha sido señal de estatus social o de ocio, así, uno puede venir de sus vacaciones moreno, después de haber disfrutado unos días en la playa, mientras que el resto de la oficina mantiene su color, por no haber sido tan afortunado.
Y, al contrario, en otras localizaciones, el estar moreno es señal de no gozar de un estatus social alto, ya que el sol quema la piel de los trabajadores del campo dándole ese color característico, mientras que otros trabajos menos pesados no dejan esa «huella» en el organismo, pudiéndose convertir en una señal de identidad.
En la sociedad occidental actual, predomina la primera aproximación, es decir, las personas se sienten bien consigo mismas exigiendo un bronceado, algo que requiere de tiempo y en algunos casos dinero.
Para solucionar esta demanda han surgido una serie de establecimientos que cuentan con lámparas de rayos UVA que provocan el mismo efecto sobre la piel, tras una o varias sesiones de exposición.
En los últimos años las recientes investigación médicas han asociado el uso excesivo de rayos UVA con la aparición de cáncer de piel, es decir, el uso frecuente o el abuso puede provocar enfermedades físicas, pero ¿Cuáles son los riesgos psicológicos de los rayos UVA?


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Adicción a Rayos UVA

Esto es lo que se ha tratado de resolver con una investigación realizada por el Department of Dermatology, Warren Alpert Medical School; el Department of Epidemiology, School of Public Health; el Providence VA Medical Center; y el Department of Psychiatry and Human Behavior, Warren Alpert Medical School, Brown University; Channing Division of Network Medicine, Department of Medicine,Brighamand Women’s Hospital and Harvard Medical School; Department of Nutrition, Harvard T.H. Chan School of Public Health; Department of Epidemiology, Harvard T.H. Chan School of Public Health; Division of Adolescent Medicine, Boston Children’s Hospital; Department of Dermatology, Rhode Island Hospital (EE.UU.) junto con la Department of Occupational and Environmental Health Sciences, School of Public Health, Peking University (China). cuyos resultados han sido publicados en la revista científica The Journal of Biomedical Research.
En el estudio participaron 67.910 mujeres con edades comprendidas entre los 25 a 35 años, las cuales respondieron sobre la frecuencia de uso de las salas de rayos UVA.
Igualmente, y para conocer si existía relación entre el uso de rayos UVA con otras psicopatologías se las administró el Yale Food Addiction Scale, para detectar la presencia de síntomas asociados a Trastornos de la Alimentación; igualmente se tomó en cuenta la presencia o no de depresión del historial clínico de los participantes.
Los resultados muestran una relación significativa entre la presencia de depresión y un mayor uso de rayos UVA.
Los resultados muestran una relación significativa entre el abuso de rayos UVA y la presencia de sintomatología asociada a Trastornos de la Alimentación, especialmente con la Anorexia.


Tanorexia

Entre las limitaciones anteriores se encuentra que únicamente han participado mujeres de en un rango de edad muy concreto, luego no se puede conocer qué pasa con los hombres, o en edades más tempranas o tardías a las analizadas.
A pesar de las relaciones anteriores no se ha tenido ninguna característica de personalidad que podría estar mediando y explicando en parte las relaciones anteriores.
Como cualquier otra actividad, el uso de este tipo de servicios puede considerarse normales, a excepción de que se «pierda el control» y se convierta en adicción, es decir, que se realiza por sí mismo y no por los beneficios que eso puede acarrear, es decir, pasa de ser un medio a ser un fin en sí mismo, a esto es a lo que se denomina adicción comportamental hacia el bronceado o Tanorexia.
En este caso, la sintomatología depresiva parece jugar un papel fundamental en la formación o mantenimiento de esta adicción a los rayos UVA, como si la persona intentase «compensar» su estado de ánimo con dar una «mejor» imagen de sí misma a los demás.
Anteriores investigaciones habían informado de relaciones significativas entre los Trastornos de la Alimentación y la sintomatología Depresiva, pero en este caso, dicha relación está mediada por una adicción comportamental como es el abuso de los rayos UVA.
Según las conclusiones del estudio hay pues que tener cuidado con estas personas que abusan de los rayos UVA porque puede ser parte de una sintomatología Depresiva y sufrir Anorexia.