Son muchas las cuestiones que todavía faltan por conocer sobre el autismo.

Igualmente hay muchos mitos que a pesar de las evidencias científicas perduran en nuestros días.
Tal es el caso de, en ocasiones, asociar el autismo con una suerte de mente genial de las matemáticas capaz de visualizar los números y resolver problemas que ninguno otro ha podido antes.
Quizás algunos libros y películas, e incluso documentales han destacado alguna capacidad matemática «llamativa» como la de indicar qué día de la semana cae cuando nació la persona; o aquella de saberle el número de teléfono de un listín telefónico, tal y como se presenta en la película de Rain Man.
Pero hay que distinguir a los casos excepcionales de la generalidad en el autismo.
Es cierto que hay autistas que pueden destacar, pero también hay no autistas que destacan, por ello asociar autismo con alguna especie de facilidad de las matemáticas no parece que sea un dato sostenido por la evidencia científica, pero ¿Cómo funciona la mente del autista ante las matemáticas?

Esto es lo que se ha tratado de resolver con una investigación planteada desde la Universidad Muhammadiyah Gresik y la Universidad Negeri Surabaya (Indonesia) junto con la Universidad de Flinders (Australia) cuyos resultados han sido publicados en enero del 2019 en la revista científica International Journal of Instruction.
En el estudio se presentan los resultados de dos pequeños con autismo, el primero un menor de 16 años y un coeficiente intelectual de 115; y el segundo tenía 18 años y un coeficiente intelectual de 95.
En el estudio se trabaja mediante observación y entrevista conocer cómo funcionaba la cognición de cada uno de los participantes ante la resolución de problemas matemáticos.

Los resultados muestran claras diferencias en cuanto a la habilidad matemática no asociado tanto a la edad como al nivel de desarrollo intelectual y a las experiencias inclusivas en el aula y la terapia que reciben.
Así existían diferencias en cuanto a la lectura y comprensión de las propias instrucciones del problema matemático a resolver que determinaban su correcta resolución o no.
Igualmente se mostraron diferencias en cuanto a la visualización del problema y planteamiento del problema a resolver.
Por tanto y basado en esta investigación no se puede considerar que todos los autistas tengan la misma experiencia con las matemáticas tanto en cuanto a su lectura e interpretación como en su resolución, teniéndose que atender a otros factores como la experiencia previa con dicha materia o el nivel de inteligencia.