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  • Entrevista a Alejandro Alter, sobre el Abuso Infantil

    Entrevista a Alejandro Alter, sobre el Abuso Infantil


    Entrevista a D. Alejandro Alter, quien nos acerca a la problemática del Abuso Infantil.




    – ¿A qué se denomina Abuso Infantil?

    Abuso, por definición de la RAE, es usar mal, excesiva, injusta, impropia o indebidamente algo o a alguien.
    En principio definir que es el abuso para entender que el abuso sexual infantil es un eslabón de una larga cadena de abusos por parte de los más cercanos y por la sociedad de la que son víctimas los niños.
    Es sabido que, en el macro contexto histórico, el abuso ha sido socialmente ejercido sobre minorías que por serlo se transformaron en vulnerables sectores de la sociedad frente al cual la negación del mismo dio tiempos prolongados de sufrimientos atroces por parte de los abusados, haciendo a los sistemas cómplices de dicho abuso.
    Minorías étnicas, minorías de credos, minorías de identidades de género, minorías etarias, son sólo algunos de los grupos sociales que pasaron por el sufrimiento del abuso.
    Es por eso que llegaré al abuso infantil recorriendo el camino del “abuso” primero, como una deuda social para llegar a la patología y delito específicos en particular.
    Por todo lo esto, si bien el abuso infantil es algo a tratar en particular, no se lo puede recortar de la realidad complejísima social que está hoy en día intentando visibilizar lo invisibilizado por políticas machistas, dominantes y perversas que necesitaron someter para erigirse como dominantes.

    – ¿Existen distintos tipos Abuso Infantil?

    Abuso de autoridad: un superior por sobre un inferior o subordinado. ¿Un maestro? ¿Un padre? ¿Un jefe?
    Abuso de fuerza: de un fuerte sobre un débil ¿Sobre una mujer? ¿Sobre un niño? ¿Sobre un anciano? También autoridades que deberían velar por la protección de otros, agreden. ¿Fuerzas de seguridad por sobre ciudadanos?
    Abuso de derecho: el derecho en su versión negativa, en prejuicio ajeno.
    Abuso de posición dominante: la pulsión de dominio es inherente al género animal todo, nosotros también. Conlleva el abuso psicológico que es una forma del mismo con la actualmente reconocida figura del acoso.
    Abuso sexual: implicación de un niño o adolescente (hasta 18 años) en actividades sexuales que no son plenamente comprendidas y en las cuales no tiene capacidad para consentir
    Se considera una diferencia de edad de 5 años, estimada para diferenciarla de los juegos sexuales infantiles propios de la primera infancia, que ocurren generalmente antes de los seis años si no revisten un carácter patológico. Estos juegos sexuales infantiles tienen una lógica diferente a la adulta y cumplen la función de la curiosidad sexual
    En cuanto al componente socio-familiar no diferencia por nivel socio económico y se suman factores negativos relevantes para el caso de abuso sexual infantil intrafamiar como familias enredadas o caóticas.
    Las conductas sexuales generan mayor impacto a mayor intimidad y debe tenerse en cuenta que pueden existir vínculos ambivalentes o buenas relaciones emocionales entre la víctima y el agresor. No siempre existe coacción….
    El niño nunca debe ser considerado responsable de su participación, por su indefensión y por no contar con un aparato psíquico logrado, por su desconocimiento de la sexualidad adulta. Muchas veces son coaccionados por miedo, por curiosidad propia de la edad, por necesidad de valoración y reconocimiento, y por miedo a perder el afecto del otro. Todo esto marca claramente su posición de fragilidad.


    Vídeo Recomendado: Secuelas en la adolescencia del abuso infantil Dra Ricon Dr Garin Dr Alter 2016

    – ¿Cómo se detecta el Abuso Infantil?

    Los niños realizan muchas veces relatos espontáneos como pueden de la situación de abuso, por resultarles en sí misma excesiva e imposible de procesar, por lo que requiere de la palabra del adulto, para su elaboración.
    Esto difiere de lo que ocurre por ej. con las manifestaciones sexuales infantiles propias de la primera infancia, que consisten en exploración de los genitales para placer autoerótico (normal para esa etapa del desarrollo entre los 3 y los 5 años). Los niños pueden vivenciar esa etapa normal y solo preguntan aquello que no pueden procesar por desconocer o partir de diferentes teorías en la infancia. Las preguntas como por ej. en el inicio por el origen de los bebés y la diferencia sexual,
    Cuando un niño relata a un adulto una situación de contenido sexual, fuera de lo que lo convoca, está pidiendo un soporte emocional y simbólico, al tiempo que frenar la situación que le resulta insostenible.
    Suelen hablar en momentos muy particulares, como por ej. el momento de bañado (contacto con la desnudez y relajamiento) o antes de dormir (momento de separación con el otro y de ansiedades y angustias, que intentan apartarse para conciliar el sueño).
    El relato de un niño no debe desestimarse, si bien es cierto que entre niños muy pequeños (1 a 4 años) puede estar llevado por las fantasías infantiles y el autoerotismo de la edad y el borde entre fantasía y realidad ser poco claro. Acompañan el relato o se presentan sin el mismo, elementos que son efectos de la situación traumática, signos de estrés post traumático específico

    – ¿Qué consecuencias a corto plazo tiene el Abuso Infantil?

    .Conducta antisocial/agresividad/miedo/
    .Ambivalencia hacia ambos padres
    .Ansiedad, fobias, problemas del sueño, pesadillas, reacciones de alarma, hipervigilancia
    .Retiro de las actividades normales
    .Descenso del rendimiento escolar o en actividades intelectuales. Pobre capacidad cognitiva
    .Cambios bruscos en el cuerpo y en su funcionamiento: enuresis, encopresis, manfiestaciones que comprometen de alguna forma los “agujeros corporales” (boca, ano, vagina) conexión entre el interior y el exterior del cuerpo.
    En varones son más frecuentes las quejas somáticas, la conducta autodestructiva y regresiva, la impulsividad, las manifestaciones explosivas y hostiles abruptas, así como la ira y manifestaciones de impotentización.
    En las niñas son frecuentes las enuresis y encopresis y vulvovaginitis a repetición, si bien esta última puede encontrarse cuando hay actividad autoerótica propia de la sexualidad infantil, es un elemento más a tomar en el conjunto
    También se detecta culpabilidad, cambios de humor, ideas de suicidio (en adolescentes), fatiga, pérdida de apetito, cambios en el hábito de comer, desconfianza, compulsitvidad, hiperactividad, introversión.
    Es un dato a tener en cuenta los cambios abruptos en las conductas, en su vida de relación, en la aparición de problemas escolares y en pérdidas de funciones con las que ya se contaba como el control de esfínteres. Lo abrupto es un punto a tener muy en cuenta en las presentaciones sintomáticas.
    La conducta sexual inapropiada (masturbación compulsiva en exceso de acuerdo a etapa del desarrollo, vocabulario no infantil, realidad psíquica desajustada para la edad, requerir sexo de adultos o de otros niños, o juego sexual inadecuado que se traslada al juego con otros compañeros).
    Es importante tener en cuenta que los niños presentan hasta los 6 años aproximadamente juegos sexuales infantiles que tienden a desaparecer, reprimirse, pero son en tiempo y forma adecuada y acorde a la lógica infantil y no a la sexualidad adulta.
    Disociación como respuesta evitativa


    – ¿Qué factores se han de tener en cuenta con respecto a la evolución del Abuso Infantil?

    El silencio y la falta de apoyo son factores negativos para el procesamiento de las situaciones. Si se rompe el silencio es mejor, y si ocurre de adulto ya el pronóstico dependerá de la búsqueda de ayuda. Es importante no culpabilizar a la víctima y realizar una correcta evaluación.
    Es otro factor negativo que hay que remontar si el niño se atribuye la responsabilidad. Esto lleva muchas veces a ocultamientos durante toda la infancia, que suelen estar asociados a familiares que no pueden o no quieren escuchar ni ver las señales que van dando los niños, porque están involucrados consciente o inconscientemente desde sus propias realidades psíquicas.
    De mejor pronóstico es la resistencia a la adversidad, la presencia de una madre cálida, ser creído, contar con el apoyo de otros, tener un coeficiente intelectual alto y habilidades para resolver problemas, así como la autoestima y la esperanza o confianza en la capacidad de repararse, y contar con ayuda para procesar las situaciones traumáticas.
    La elaboración del trauma asociado al abuso sexual en la infancia permitirá la resolución, el cese de los síntomas y menores efectos en la adultez.

    – ¿Qué consecuencias a largo plazo tiene el Abuso Infantil?

    No hay relación directa entre abuso sexual infantil y una única patología adulta. Pueden presentarse depresiones, ansiedades, trastornos de la alimentación, trastornos de la sexualidad, estrés post-traumático.
    Se producen alteración de la conducta, en el cuerpo y en la sexualidad.
    Se trata de elaborar el trauma y que cese la repetición.
    En el inicio de la sexualidad en la adolescencia o adultez, o en situaciones de importancia afectiva pueden activarse situaciones de angustia o de recuerdo que se revela.
    Las teorías cognitivas hablan de efectos como el aumento de la respuesta condicionada en ausencia de una nueva experiencia traumática. Desde el punto de vista psicodinámico podemos decir que muchas veces este cambio en el valor del estímulo incondicional se debe a los intentos de simbolizar y al resignificarse a posteriori hechos que en su momento no pudieron comprenderse.
    Otro efecto a futuro de los abusos sexuales en la infancia son los Flashbacks, por contacto con la situación condicionada. Desde lo psicodinámico son pensados como intentos de elaboración del trauma, vía la repetición. Lo traumático para el psicoanálisis o diversas teorías psicológicas, está constituido por aquello que en caso de no elaborarse no deja de repetirse en su intento del aparato psíquico de dominar, comprender y anticipar entre otras cosas.
    Entre los efectos en la adultez, cuando el abuso no pudo comunicarse en la infancia, está la repetición sintomática de lo no comprendido y padecido en el cuerpo, sumado muchas veces a la culpa y a que pasa a constituir un secreto con el que se carga con mucho sufrimiento y sentimientos de indefensión y baja estima, con cierta estigmatización.
    El pronóstico es más favorable cuando existe la comunicación del suceso, cuando puede ser registrado y creído por otros y en especial si las conductas posteriores se orientan a sancionar y poner fuera al responsable, en la medida de lo posible.


    Vídeo Recomendado: Prevencion abuso sexual Director del Hospital de Pediatria Elizalde Dr N. Garrote

    – ¿Cuáles son los mitos más frecuentes sobre el Abuso Infantil?

    Son mitos frecuentes que sólo ocurre en familias de condiciones especiales de pobreza y hacinamiento y que los abusadadores son detectables por su patología.
    También tener en cuenta que nunca el abuso sexual es responsabilidad de la víctima y menos aún del niño.
    El secreto, la complicidad y los sentimientos de culpabilidad son una inversión de la carga que ocurre en mayor medida cuando no fue significado y ordenado en la infancia. Además, tienen raíz estas creencias en el supuesto infantil por excelencia de ser la causa de lo que les pasa a los otros, tanto de las vivencias buenas como de las malas.




    Desde aquí mi agradecimiento a D. Alejandro Alter, Medico. MBA. Neonatologo (SAP) Psicoterapeuta (Aigle/Ackerman USA) , quien nos comenta sobre la problemática del Abuso Infantil.

  • Entrevista a la Esp. Valeria Moletto sobre la intervención ante violencia doméstica

    Entrevista a la Esp. Valeria Moletto sobre la intervención ante violencia doméstica


    Entrevista a la Esp. Valeria Moletto sobre las Estrategias de Intervención para promover los Derechos de los Niños cuidando su Neurodesarrollo




    ¿Qué consecuencias tienen los abusos en menores?

    Cuando un niño no logra elaborar aquello que está vivenciando hace síntoma y este es el mayor indicador de alteración de su proceso de desarrollo.
    Partiendo del concepto de Infancia establecido en la Convención de Amnistía Internacional donde se declararon los derechos de los niños, la cual se llevó a cabo en Cataluña en el año 2005 la infancia, que significa mucho más que el tiempo que transcurre entre el nacimiento y la edad adulta, se refiere al estado y la condición de la vida de un niño: la calidad de esos años. Y siendo conscientes que es durante ese tiempo en el que se produce el especializado proceso de desarrollo de los sistemas Neurosensoriales en un niño, el impacto que genera el abuso infantil deja secuelas permanentes a nivel de la corteza cerebral.
    Esto es debido a que se afecta al Neurodesarrollo, proceso que implica la formación del sistema nervioso desde el momento en el que se unen espermatozoide y óvulo, hasta que el individuo llega al estado adulto, adquiriendo y desechando un sinnúmero de capacidades y funciones (Pinto, 2008); cualquier situación traumática que viva un niño durante este período, va a condicionar el resto de su vida.
    Cuando un niño recibe algo para lo que no está preparado indefectiblemente se irrumpe su proceso de desarrollo y si bien, frente a una situación de estrés, el sistema nervioso segrega cortisol y adrenalina, las hormonas que dan lugar al olvido como mecanismo de defensa, la memoria emocional quedará para siempre. El recuerdo emocional se reactivará y podrá traer esa situación de realidad a lo largo de toda la vida.


    Vídeo Recomendado: Diálogos en confianza (Familia) – El silencio del abuso sexual infantil (21/10/2014)

    ¿Qué papel tiene las hormonas ante el abuso?

    Las experiencias negativas o traumáticas activan hormonas como el Cortisol. Citando a Almudena Reguero Saá, titulada en nutrición y dietética, en su artículo “El Cortisol, la hormona del estrés” quien plantea que en situaciones normales las células de nuestro cuerpo utilizan el 90% de la energía en actividades metabólicas tales como reparación, renovación y formación de nuevos tejidos. Pero cuando se produce una situación de alarma y estrés nuestro cerebro envía un mensaje a las glándulas adrenales para que liberen cortisol, esta hormona hace que el organismo libere glucosa a la sangre para enviar cantidades masivas de energía a los músculos.
    De esta forma todas las funciones anabólicas de recuperación, renovación y creación de tejidos se paralizan y el organismo cambia a metabolismo catabólico para resolver esa situación de alarma.
    Cuando la situación de estrés es puntual, una vez superada la emergencia los niveles hormonales y los procesos fisiológicos vuelven a la normalidad, pero cuando el estrés es prolongado, se disparan en el organismo los niveles de cortisol, y al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a los otros tejidos.
    Los niveles hormonales de cada individuo generaran el modo en que este se predisponga y actúe frente a ciertos desafíos o situaciones que deberá enfrentar a lo largo de su vida.

    ¿Qué consecuencia legal tiene el abuso infantil?

    Desde el marco legal es importante comprender que, frente a una denuncia de violencia o abuso, la relación jurídica es un juego de estrategias, donde el juez equilibra las fuerzas entre la acusación y la defensa.
    La Dra. Lía Rincón, plantea que al niño que denuncia un acto de abuso hay que creerle más allá de la verdad fáctica. Si denuncia una situación de abuso es porque el abuso existe en alguna parte. Es importante creerle porque si no el niño queda desamparado.
    La Dra. Susana Ciruzzi, Abogada Hospital de Pediatría SAMIC Prof. Dr. Juan P. Garrahan. Miembro de su Comité de Ética de dicho hospital, hace importante mención a la revictimación. Cada instancia donde el niño debe contar una y otra vez lo ocurrido y que, frente a una denuncia de este tipo, la defensa utiliza el SAP, Síndrome de Alienación Parental.

    ¿Cómo hay que proceder ante un caso de abuso infantil?

    Frente a una denuncia de esta índole hay que dirigirse a la Defensoría General de la Nación y a las Defensorías específicas.
    Actualmente en la Argentina se están implementando estrategias de intervención para preservar los derechos de los niños. Cumpliendo lo establecido por el Artículo 12, incisos 1) y 2) de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, Artículo 8° del Pacto de San José de Costa Rica y del artículo 27 de la Ley 26.061, créase en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires la figura del Abogado del Niño, quien deberá representar los intereses personales e individuales de los niños, niñas y adolescentes legalmente ante cualquier procedimiento civil, familiar o administrativo que los afecte, en el que intervendrá en carácter de parte, sin perjuicio de la representación promiscua que ejerce el Asesor de Incapaces.


    ¿Cuál es el papel del psicólogo en este proceso judicial?

    Sin embargo, esto no alcanza, es necesario crear equipos de profesionales altamente capacitados y formados en dicha problemática, cuya formación e incumbencias profesionales faciliten tanto los procesos de evaluación del niño, como los de revinculación en los casos que se considere oportuno. Y más importante aún, que sus niveles éticos y morales sean concordantes con la suprema responsabilidad que implica ser parte de equipos pediátricos que integran tanto los fueros de familia como los penales.
    Una vez judicializada la denuncia de abuso infantil es común escuchar que el niño es interrogado.
    A partir de los años 90 con la Declaración Internacional de los Derechos del Niño y el principio de que ante dos situaciones enfrentadas prima el interés superior del niño, se empieza a escuchar más al chico. Esto es escucharlo profesionalmente. Los jueces y funcionarios del Poder Judicial dijeron no estar capacitados para eso. Así, en la ley sale que los que deben hacer esta declaración testimonial son otros profesionales, en este caso, psicólogos especialistas en niños

    ¿Qué es la Cámara Gesell?

    La Cámara Gesell es un instrumento para tomar la denuncia. Consta de dos habitaciones divididas por un espejo de un lado y un transparente del otro.
    Este instrumento permite evaluar y registrar la denuncia del niño, para evitar someterlo a contar una y otra vez lo sucedido, evitando la revictimación.

    ¿Qué secuelas tiene el abuso infantil?

    Cuando apelamos al concepto de plasticidad cerebral, apelamos a la capacidad que tiene el cerebro de generar conexiones de neuronas nuevas y la capacidad de generar nuevas neuronas a partir de las células madres.
    En aquellos casos en que se produce un traumatismo ya sea físico o emocional, frente a la aparición de secuelas orgánicas u emocionales, se hace evidente la necesidad de intervenir tempranamente apelando a este concepto.
    Gracias a los avances en el campo de la epigenética se sabe que los impactos emocionales vivenciados, que han ingresado por diferentes vías, dejan surcos a nivel central y estos dejan huellas en los genes, lo cual se transmitirá a otras generaciones.

    ¿Cómo intervenir ante el abuso infantil?

    El objetivo de la intervención temprana es guiar el desarrollo de una manera armónica, y poder utilizar o estimular de cierta manera aquellas hormonas que favorecen a ese proceso es una estrategia terapéutica.
    Activar genes relacionados con los neurotransmisores de la inteligencia y de los estados positivos. Dormir oncogenes. El cerebro puede cambiar porque existe la neuroplastividad la cual tiene dos facetas:
    • La conexión de neuronas nuevas.
    • La generación de nuevas neuronas a partir de células madre.
    Estás nuevas neuronas de la memoria y el aprendizaje tienen conexiones con la corteza cerebral, ósea que estamos reinventando nuestro cerebro.
    La mayoría de nosotros hemos nacido y crecido en una sociedad cuya trama se tejió y constituyó dentro de sistemas sociopolíticos fagocitados por la burocracia y las conductas violentas.
    El hecho de realizar intervenciones tempranas en la vida de niños que presentan desvíos en su desarrollo, ya sea por una causa orgánica, emocional y/o social, nos coloca en un lugar de suprema responsabilidad, ya que, al momento de realizar nuestra evaluación, debemos comprender que está ocurriendo a nivel de sus sistemas Neurosensoriales, pero con absoluta atención a sus procesos Emocionales y consecuentemente Sociales. Realizar una proyección de aquellas situaciones que podrían presentarse en su cotidianidad, nos permite generar estrategias de acción y fomentar aquellas que mejoren su calidad de vida.


    Vídeo Recomendado: 17. ¿Comó identificar el perfil psicológico en un caso de abuso sexual?

    ¿Qué cambios sociales requiere la erradicación de los abusos infantiles?

    Estamos en momentos de cambio y el emergente social deja de manifiesto la necesidad de priorizar la integridad de los niños.
    Las instituciones educativas han incorporado, en sus programas de estudio, diversas actividades que promueven la concientización de los derechos del niño, para que sean ellos mismos, mediante la adquisición del conocimiento, los protagonistas de este cambio.
    En los procesos judiciales se propone la utilización de espacios verdes como estrategia de intervención durante los procesos de revinculación, favoreciendo así nuevos escenarios de abordaje, promoviendo que el proceso se produzca en un ambiente de armonía y disfrute, fomentando estrategias de inclusión social acordes a las necesidades de cada niño.
    La urgencia es generar conciencia; promover las acciones adecuadas para modificar los Sistemas Educativo, de Salud y de Justicia en pos de asegurar los derechos de los niños.
    Dejar bien claro que a las niñas y a los niños “No se los golpea”; ni en el cuerpo, ni en la mente, ni en el alma…

    Mi más profundo agradecimiento al Dr. Pablo Ferrari, Juez de Familia, al Dr. Milton j. Lenz y al Dr. Guido Cresta por el asesoramiento jurídico y al Reportero Gráfico Sebastián Vricella por su orientación y apoyo incondicional.

    Bibliografía Empleada:

    Aguilar, F. (2003). Plasticidad cerebral. Revista Médica del Instituto Mexicano de Seguridad Social (RevMed IMSS) 41 (1), 55-64.
    Artigas-Pallarés, J & Narbona, J. (2011). Trastornos del Neurodesarrollo. Barcelona-España: Viguera Editores.
    Pinto, F. (2008). Lo maravilloso y mágico del Neurodesarrollo humano. Revista Chilena de Pediatría, 79 (1), 18-20.
    Portellano, J. (2008). Neuropsicología Infantil. España: Editorial Síntesis
    Roselli, M., Matute, E. & Ardila, A. (2010). Neuropsicología del desarrollo infantil. México: Manual Moderno.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Valeria Moletto, Especialista en Intervención Temprana, Seguimiento Prematuros de Alto Riesgo Servicio de Neonatología Hospital Evita Pueblo, por habernos acercado a las Estrategias de Intervención para promover los Derechos de los Niños cuidando su Neurodesarrollo.

  • ¿Cómo afecta al desarrollo los Traumas Infantiles?

    ¿Cómo afecta al desarrollo los Traumas Infantiles?

    Un Trauma puede ser expresado mediante una lesión, contusión o herida que se provoca en el alma de una persona, causando diferentes cambios de actitudes con respecto al funcionamiento normal.

    Artículo escrito por Dª. Bibiana Andrea Camargo Martínez, estudiante de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia) gracias al acuerdo de colaboración con dicha institución representada por la docente Dª. Nancy Jiménez.

    Definiendo el trauma en la infancia

    Un Trauma puede variar evidentemente dependiendo de la gravedad, aunque en la mayoría de los casos la noción de Trauma se relaciona con una herida o lesión que deja algún tipo de secuela, ya sea esta física, moral, emotiva o de trastornos conductuales, es por esto que recientes estudios nos revelan que:

    Las alteraciones neurobiológicas como consecuencia de abusos infantiles, no solo aumentan la posibilidad de padecer trastornos mentales en la adultez sino que también aumentan las posibilidades de padecer trastornos orgánicos futuros, así como alteraciones conductuales. Los abusos y abandonos infantiles son posibles acontecimientos traumáticos para cualquier niño, y son mucho más frecuentes de lo que se piensa. Según el centro de Salud Mental Infantil del Colegio Universitario de Londres1, cada año entre el 4 y el 16 por ciento de los niños de los países occidentales industrializados sufre Malos tratos corporales y 1 de cada 10 sufre abandono o sobrecargas psíquicas extremas.” (Pardo, 2014)

    Como madre que soy, tengo muy presente que los Hijos son la razón más grande que nos motiva a vivir cada día, pero muchas veces dejamos que los problemas ocupen más de nuestros pensamientos, descuidando en algunas ocasiones a nuestros niños, sin saber que problemas los aquejan en su entorno , además de saber cómo le afectan mis problemas, lo que muchas veces se traduce en un Comportamiento antisocial, resultado del abandono, el mal trato bien sea nuestro o ajeno y el abuso, arrojándolos a un mundo de desafíos constantes que a su corta edad no entiende, lo que deja grandes vacíos y Traumas emocionales a futuro que pueden afectar en forma significativa su personalidad.


    Vídeo Recomendado: Diálogos en confianza (Familia) – Ira, agresividad y estrés en adolescentes (19/05/2015)

    Consecuencias del trauma infantil

    Los niños expresan sus sentimientos y reacciones de formas distintas, generando diversos tipos de comportamiento. Según (psicodiagnosis.es, 2016):

    “Las conductas agresivas, de oposición, desobedientes o desafiantes se encuentran a menudo en la población infanto-juvenil como parte de un desarrollo evolutivo «normal”, las pistas nos las tiene que dar la frecuencia, magnitud y perseverancia en el tiempo de la conducta en cuestión en función de la edad del niño”.

    Esto significa que se tendrá que reconocer y aceptar que algunos niños reaccionarán de una manera distinta, ya que su entorno de crianza no fue el mismo que el de los demás. Algunos comportamientos pueden dar la sensación de que el infante-adolescente trata de alejarse evadiendo los cuestionamientos de los demás, mientras que otros se sentirán tristes y molestos en algunos momentos y en otros casos, actuarán como si nada hubiese sucedido. Los niños suelen confundirse con respecto a lo ocurrido y a sus propios sentimientos.
    No todos tienen reacciones inmediatas; algunos tienen reacciones que aparecen luego de algunos días, semanas y hasta meses después y algunos nunca tienen una reacción pero se puede reflejar en una etapa más adulta.
    En el último Censo de niños maltratado que se hizo en Colombia se muestra:

    “Un análisis acumulado de los procesos de protección en curso hasta marzo de 2015, cuatro motivos representaron el 45,4 %, es decir, casi de la mitad de los mismos: maLtrato infantil (21,2%), Violencia sexual (13,5%), Abandono (5,7%) y Consumo de sustancias psicoactivas (5%), en este sentido, el número de procesos por maltrato infantil vigentes hasta la misma fecha fue de 20.268”. (El pais .com.co , 2016).

    Es importante que se valoren los niños para prevenir en un futuro errores en su personalidad, no solo por ellos sino también por todas las personas ya que estos individuos crecen con conflictos y es por esta razón que se crean vandalismos y un impacto social negativo afectando el desarrollo humano y también el de un país entero.

    ¿Cómo afecta el trauma infantil al cerebro?

    Aunque parece evidente la relación entre un comportamiento inadecuado del menor e incluso del adulto y una vivencia traumática de pequeño, no se da en todos los casos.
    Hay que tener en cuenta que las diferencias individuales, la personalidad y factores como la resiliencia va a permitir a unos pequeños «sobrellevar» la situación traumática mientras que otros se «quiebran».
    A destacar, que cuando estos traumas se producen en el desarrollo va a hacer que este pueda «desviarse» mostrando comportamientos inadecuados, agresivos o violentos.


    Todas estas «desviaciones» del comportamiento van a acompañar a la persona durante toda su vida si no hace por «enderezarse», o recibe ayuda terapéutica en la que trabajar los sentimientos y emociones que le originó aquella situación traumática del estrés.
    Tal y como se ha mencionado en el artículo, el tipo de trauma puede provenir tanto por una acción como por una omisión, la ausencia de un progenitor puede ser «devastador» para el desarrollo emocional del menor.
    Es por tanto muy importante, cuidar al pequeño en su desarrollo evitándole en la medida de lo posible estas situaciones de altos niveles de estrés.

    Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Bibiana Andrea Camargo Martínez, por su testimonio y el trabajo aquí expuesto sobre la importancia del cuidado del menor para prevenir consecuencia futuras, y a Dª. Nancy Jiménez, docente de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia).

    Referencias sobre traumas infantiles:

    Pardo, D. T. (2014). Abuso Infantil: Secuelas Físicas Y Psicológicas en la Adultez. CONOCIMIENTO, COMPRENSIÓN Y EXPLICACIÓN HUMANA, 19.
    psicodiagnosis.es. (2016). TRANSTORNOS DE LA CONDUCTA. PSICOLOGIA INFANTIL Y JUVENIL , 1.
    El pais .com.co . (2016). Cifras de maltrato infantil son vergonzosas y aterradoras: Icbf. El pais .com.co , 1.

  • Entrevista a Dª Esp. Valeria Moletto sobre las secuelas de los abusos infantiles

    Entrevista a Dª Esp. Valeria Moletto sobre las secuelas de los abusos infantiles


    Entrevista a Dª Valeria Moletto, Especialista en Intervención Temprana, Seguimiento Prematuros de Alto Riesgo Servicio de Neonatología, Hospital Evita Pueblo, quien nos habla del abuso infantil y las secuelas que provoca en el Neurodesarrollo de los niños.




    ¿Qué es el abuso infantil?

    Partiendo del concepto de Infancia establecido en la Convención de Amnistía Internacional donde se declararon los derechos de los niños, la cual se llevó a cabo en Cataluña en el año 2005 la infancia, que significa mucho más que el tiempo que transcurre entre el nacimiento y la edad adulta, se refiere al estado y la condición de la vida de un niño: la calidad de esos años. Y siendo conscientes que es durante ese tiempo en el que se produce el especializado proceso de desarrollo de los sistemas neurosensoriales en un niño, el impacto que genera el abuso infantil deja secuelas permanentes a nivel de la corteza cerebral.
    Se denomina maltrato infantil o abuso infantil a cualquier acción (física, sexual o emocional) u omisión no accidental en el trato hacia un menor, por parte de sus padres o cuidadores, que le ocasiona daño físico o psicológico y que amenaza su desarrollo tanto físico como psicológico.

    ¿Existe distintos tipos de abuso infantil?

    Se distinguen cinco tipos básicos de maltrato infantil
    • el abuso físico
    • el abuso sexual
    • el maltrato emocional
    • el abandono físico
    • el abandono emocional.


    Vídeo Recomendado: Dr. TV – Maltrato infantil

    ¿Puede provenir el abuso infantil de la propia familia?

    Según la Dra. Lía Rincón; directora de la Carrera de Médico Especialista en Psiquiatría (UBA). Profesora Titular del Dpto. de Neurociencias (Salud Mental IV) de la Universidad Favaloro y Profesora Titular Consulta de Dpto. de Salud Mental de la UBA; existe abuso cuando se tiene una característica personal y una diferencia de categoría que permite ejercer el poder sobre otro.
    El rol de los padres es cubrir todas las necesidades de los niños, no solo su rol, sino la primera obligación que tienen como padres. Sin embargo cuando utilizan el poder que les brinda su rol en propio beneficio, poniendo en riesgo el desarrollo del niño se convierten en abusadores.

    ¿Cómo vivencia el menor el abuso infantil?

    Cuando un niño recibe algo para lo que no está preparado indefectiblemente se irrumpe su proceso de desarrollo y si bien, frente a una situación de estrés, el sistema nervioso segrega cortisol y adrenalina, las hormonas que dan lugar al olvido como mecanismo de defensa, la memoria emocional quedará para siempre. El recuerdo emocional se reactivará y podrá traer esa situación de realidad a lo largo de toda la vida.
    Cuando un niño no logra elaborar aquello que está vivenciando hace síntoma y este es el mayor indicador de alteración de su proceso de desarrollo.


    ¿Qué consecuencias tiene el abuso infantil en el neurodesarrollo?

    Cuando hacemos referencia a Neurodesarrollo, debemos señalar que es un proceso que implica la formación del sistema nervioso desde el momento en el que se unen espermatozoide y óvulo, hasta que el individuo llega al estado adulto, adquiriendo y desechando un sinnúmero de capacidades y funciones (Pinto, 2008); cualquier situación traumática que viva un niño durante este período, va a condicionar el resto de su vida.
    Se presenta el caso de una niña, de años 6 de edad, que comienza con trastornos de la agudeza visual, anopsia, variaciones visuales constantes, cambios de humos, quien denunció a su padre biológico por situaciones de abuso. Es un claro ejemplo de posible alteración en el neurodesarrollo de la vía visual.
    Y es necesario comprender que la función visual se desarrolla hasta los 7 años de vida. Cualquier situación que genere un trauma, físico o psíquico, y se manifieste como síntoma, nos está hablando de una alteración o interrupción en el desarrollo de esa vía, condicionando el neurodesarrollo de ese niño y consecuentemente su calidad de vida.
    La vía visual tiene una función totalizadora, esto quiere decir que es un sensorio que integra toda la información recibida por los otros sistemas sensoriales, como ser audición, olfato, propiocepción. La interrupción y alteración del desarrollo de esta vía, traerá aparejados otros trastornos de tipo neuromotor, como ser en la motricidad fina, en las reacciones de equilibrio y las respuestas funcionales; las funciones cerebrales superiores también se verán afectadas, ya que la afectación del sensorio visual impacta en los niveles de atención y esto indefectiblemente condicionará la capacidad de aprendizaje del niño y se verá reflejado en su desarrollo. El niño podrá presentar trastornos de aprendizaje como consecuencia de una afectación visual.
    Cuando los estudios complementarios como campo visual, fondo de ojos y otros, son normales deberemos sospechar que la etiología es emocional, podríamos pensar el síntoma como la incapacidad de elaboración de una realidad para la que el niño no está preparado.

    ¿Qué se está haciendo por parte de las instituciones públicas en cuanto al abuso infantil?

    El creciente interés de los investigadores en los procesos afectivos está comenzando a cubrir las importantes lagunas que tradicionalmente han limitado nuestro conocimiento. Gracias a ellos sabemos que hay circuitos sensoriales y centros nerviosos que conectan y transmiten información sensorial que permiten al organismo reaccionar rápidamente ante estímulos negativos o desagradables, ya que conectan con estructuras ejecutivas motoras y autonómicas.
    El Dr. Chaskel Roberto, reconocido psiquiatra infantil de Colombia, ha demostrado que los traumas infantiles dejan surcos en la corteza cerebral. Sus actuales investigaciones están relacionadas con las estrategias psicoterapéuticas y sociales que podrían hacer desaparecer esas marcas.
    Es importante como profesionales de la salud y la educación, formarnos y replicar experiencias para ayudar a más niños.
    Aprender a observarlos, ya que ellos suelen mostrarnos respuestas claras ante estímulos emocionales negativos. Sudoración, asco a los olores, rechazo físico.


    https://youtu.be/15bBDFZs1iw

    Vídeo Recomendado: SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL .Cómo el maltrato afecta al cerebro

    ¿Qué implicaciones legales tiene el abuso infantil?

    Desde el marco legal es importante comprender que frente a una denuncia de abuso, la relación jurídica es un juego de estrategias, donde el juez equilibra las fuerzas entre la acusación y la defensa.
    La Dra. Lía Rincón, plantea que al niño que denuncia un acto de abuso hay que creerle más allá de la verdad fáctica. Si denuncia una situación de abuso es porque el abuso existe en alguna parte. Es importante creerle porque si no el niño queda desamparado.
    La Dra. Susana Ciruzzi, Abogada Hospital de Pediatría SAMIC Prof. Dr. Juan P. Garrahan. Miembro de su Comité de Ética de dicho hospital, hace importante mención a la revictimación. Cada instancia donde el niño debe contar una y otra vez lo ocurrido y que, frente a una denuncia de este tipo, la defensa utiliza el SAP, Síndrome de Alienación Parental.
    Frente a una denuncia de esta índole hay que dirigirse a la Defensoría General de la Nación y a las Defensorías específicas.

    Bibliografía sobre las secuelas del abuso en la Infancia:

    Aguilar, F. (2003). Plasticidad cerebral. Revista Médica del Instituto Mexicano de Seguridad Social (Rev Med IMSS) 41 (1), 55-64.
    Artigas-Pallarés, J & Narbona, J. (2011). Trastornos del Neurodesarrollo. Barcelona-España: Viguera Editores.
    Pinto, F. (2008). Lo maravilloso y mágico del Neurodesarrollo humano. Revista Chilena de Pediatría, 79 (1), 18-20.
    Portellano, J. (2008). Neuropsicología Infantil. España: Editorial Síntesis
    Roselli, M., Matute, E. & Ardila, A. (2010). Neuropsicología del desarrollo infantil. México: Manual Moderno.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Valeria Moletto, Especialista en Intervención Temprana, Seguimiento Prematuros de Alto Riesgo Servicio de Neonatología Hospital Evita Pueblo, por habernos acercado a una problemática en los menores que afecta a su neurodesarrollo.

  • Entrevista a Dª Virginia Mora sobre el trauma

    Entrevista a Dª Virginia Mora sobre el trauma


    Entrevista a Dª. Virginia Mora. Psicóloga de la Red de Puntos Municipales del Observatorio Regional de la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. Experta en Violencia y Trauma. Fundadora de Iptra (Instituto Psicoterapia y Trauma).




    – ¿Qué es el trauma?

    Ante un acontecimiento estresante o una situación de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica (catástrofes naturales, accidentes, atentados terroristas, agresiones, malos tratos, abuso o agresión sexual, tortura, secuestro etc) vivido ya sea de forma directa o indirecta, se produce en las víctimas un sentimiento de miedo intenso, indefensión, amenaza y pérdida de control que tendrá unas consecuencias traumáticas en la persona que lo sufre.
    Cuando ha ocurrido un episodio único, el trauma o daño psicológico habitualmente cursa en fases. En una primera fase hay una primera reacción de sobrecogimiento y embotamiento generalizado, que se caracteriza por lentitud en las reacciones y mecanismos de negación. Es lo que se denomina estado de “shock”. En una segunda fase, aparecen fuertes reacciones emocionales de dolor, rabia, impotencia, culpa, miedo que alternan con periodos de profunda tristeza y abatimiento. Por último, pueden aparecer las reexperimentaciones del suceso de forma espontánea o ante estímulos relacionados. Estas reacciones pueden dar lugar al Trastorno de Estrés Postraumático.
    Cuando la situación de violencia está cronificada en el tiempo, como ocurre en el abuso sexual o maltrato infantil y en la violencia de género, las víctimas pueden presentar alteraciones en la personalidad en cuanto a su capacidad para relacionarse y a su propia identidad. Esto es lo que se ha denominado Trauma complejo.
    Es importante señalar también que, en ocasiones, puede ocurrir un daño psicológico ante situaciones que aparentemente no son traumáticas pero que la persona las vive como tal debido a sus propias características personales, momento evolutivo, consecuencias para su vida etc.

    – ¿Por qué se produce el trauma?

    El trauma o daño psicológico ocurre a consecuencia de que el suceso negativo que ha experimentado la persona desborda su capacidad de afrontamiento y de adaptación. Cuando nos enfrentamos a una situación que nos genera de forma abrumadora dolor, miedo, vergüenza, indefensión o pánico bien sea por su intensidad, por el momento vital en el que ocurre o porque no exista posibilidad de defenderse o de huir de la situación que nos daña, el sistema de defensa de nuestro organismo puede verse colapsado y no es capaz de procesar adecuadamente lo ocurrido ni de elaborar una respuesta de control. Debido a lo cual, el sistema de defensa se mantiene en un inadecuado estado de alerta permanente que va a provocar que ante cualquier estímulo relacionado con la situación traumática se disparen las mismas reacciones a nivel fisiológico, cognitivo, comportamental y emocional que se pusieron en marcha ante el acontecimiento traumático.


    Vídeo Recomendado: Identifica y supera un trauma psicológico

    – ¿Qué relación existe entre la violencia y el trauma?

    Si cualquier experiencia traumática hace que la víctima se cuestione conceptos fundamentales como que el mundo es un lugar lo suficientemente seguro, el valor positivo de uno mismo como persona y el sentido de la vida, en los casos en los que el daño ocurre provocado por otro ser humano de manera intencionada y violenta, las consecuencias traumáticas son mucho más graves.

    – ¿Por qué a unas personas que sufren violencia se traumatizan y otras no?

    La mayor o menor repercusión psicológica de una conducta violenta va a depender de varios factores. Por un lado, depende de la vulnerabilidad tanto psicológica como biológica de la persona, que se refiere a un desequilibrio emocional preexistente a la situación traumática y a contar con un umbral más bajo de activación psicofisiológica. En estos casos, el impacto de la violencia va a ser mayor y/o más incapacitante.
    También la duración e intensidad del suceso violento y el significado que se dé al mismo va a influir, así como que el incidente concurra con otras experiencias negativas actuales o pasadas. Un insuficiente apoyo familiar y/o social y utilizar estrategias de afrontamiento inadecuadas van a empeorar la sintomatología postraumática.
    Por otro lado, existen personalidades más resistentes al estrés y por tanto a la traumatización, que se caracterizan por tener un adecuado control de las emociones, valoración positiva de sí mismo, estilo de vida equilibrado y contar con apoyo social entre otras características. Es a lo que nos referimos cuando hablamos de las capacidades de resiliencia o resilientes de una persona, la capacidad de los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación.

    – ¿Son más sensibles los pequeños a sufrir traumas?

    Indudablemente, los niños y las niñas tienen menos recursos de afrontamiento ante una situación traumática y por ello son más vulnerables ante una vivencia violenta. Muchos adultos piensan equivocadamente que los niños no son conscientes de lo que ocurre, que se adaptan rápidamente, que no sienten la pérdida…, sin embargo, las consecuencias del trauma en los niños pueden ser más graves que en un adulto. Lo que pasa es que el reflejo del daño psíquico en los niños no es igual que en los adultos y por ello puede pasar desapercibido, síntomas disociativos, somatizaciones, irritabilidad, aislamiento, comportamientos disruptivos..
    Tal como señala Judith Herman, si en un adulto el trauma provoca un daño en la estructura de personalidad, en la infancia la forma y la deforma.
    En cualquier caso, la repercusión de un evento traumático en un niño y la repercusión en su vida va a depender principalmente del apoyo y la contención que le presten sus figuras de referencia (madre, padre u otros adultos significativos).


    Vídeo Recomendado: Cómo superar un trauma

    – ¿Qué consecuencias futuras tiene el trauma?

    Las consecuencias psicológicas en la vida adulta de un trauma en la infancia son difíciles de predecir con exactitud, pero, sin duda, todo acontecimiento traumático ocurrido en la vida de un niño o una niña provoca una “herida psíquica” que puede incidir o activarse de nuevo en la adultez.
    Que aparezcan consecuencias negativas en el futuro va a depender de si existen más traumas previos, haber sufrido malos tratos en la infancia o si la persona presenta un trastorno de personalidad. Habrá también un peor pronóstico cuando la persona haya sido revictimizada porque la exposición haya sido continuada en el tiempo (es el caso de la violencia familiar, abuso sexual infantil, secuestros prolongados…), o que hayan ocurrido diferentes situaciones traumáticas a lo largo de su desarrollo, que la sintomatología postraumática haya sido intensa o de carácter disociativo, como por ejemplo, amnesia psicógena.

    – ¿Cómo se trata el trauma?

    La intervención psicológica con las personas que han sufrido un trauma va a depender en gran medida del enfoque y abordaje terapéutico que utilice cada profesional.
    Diferentes autores especializados en trauma como Pierre Janet, Van del Kolk o Herman, establecen la necesidad de abordar la intervención por fases.
    En una primera fase de Estabilización, el objetivo será la reducción o eliminación de sintomatología postraumática. Se trata de dotar a la persona de recursos y herramientas para la regulación y autocontrol emocional, aprendizaje de estrategias de afrontamiento y fortalecimiento de sus recursos personales. En definitiva, tiene que ser una fase de empoderamiento.
    En una segunda fase nos centraremos más en una intervención sobre el hecho traumático. Se trata de superar la fobia al recuerdo, procesando adecuadamente lo vivido de tal forma que pueda ser “engranado” en la narrativa biográfica de la persona. La memoria traumática suele estar fragmentada, sin narrativa, con recuerdos sensoriales de gran impacto y sin integración. El objetivo por tanto es integrar. En esta fase pueden utilizarse técnicas como el EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) que están demostrando una gran eficacia en el abordaje del Trastorno por Estrés Postraumático y otros trastornos derivados de una situación traumática.
    Finalmente, se trata de consolidar la integración, facilitar el duelo y reconectar a la persona de nuevo con su ambiente consiguiendo una adaptación óptima a su vida diaria y en sus relaciones interpersonales.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Virginia Mora, Psicóloga Sanitaria. Experta en violencia y trauma, por habernos acercado al mundo del trauma.

  • ¿Cómo afecta al cerebro los traumas infantiles?

    ¿Cómo afecta al cerebro los traumas infantiles?

    Aunque los traumas infantiles han sido la base de muchas teorías psicológicas, empezando por las de Freud, todavía queda mucho por conocer al respecto.

    Traumas infantiles

    Una de las limitaciones de estas teorías psicológicas basadas en los traumas infantiles es que se basa en el recuerdo de lo acontecido hace treinta, cuarenta o cincuenta años.
    A medida que nos vamos desarrollando vamos formando nuevas «capas» de experiencias en la vida que nos van moldeando como somos, y lo que hacemos, afectando a nuestras decisiones presentes y futuras.
    En ocasiones podemos pensar que estas decisiones no son del todo «libres», ya que puede verse determinada de alguna forma por la vivencia de experiencias traumáticas del pasado, ya sea este próximo o en la infancia.
    Una situación que con políticas adecuadas en ocasiones puede ser «controlado» sobre todo en la edad escolar, evitando que los pequeños sean víctimas de agresiones de sus compañeros.
    Tratar de explicar el comportamiento de un adulto basado en aquello que le pasó, parece una propuesta bastante limitada; pero igualmente, ignorar los acontecimientos pasados, sobre todo si estos fueron traumáticos, puede ser desafortunado.
    Investigaciones recientes muestran cómo el maltrato o la violencia en la infancia puede dejar «huella» en el comportamiento social, enturbiando y dificultando las relaciones íntimas con el otro sexo, pero ¿Cómo afecta al cerebro los traumas infantiles?


    Vídeo Recomendado: Dr. Colin Ross, abuso infantil y enfermedad mental

    Trauma en la infancia

    Esto es precisamente lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizadas conjuntamente desde el Hospital Universitario de Hamburg, la Universidad de Würzburg, el Hospital Universitario de Münster, el Hospital Universitario de Johann Wolfgang Goethe, la Facultad de Medicina, Universidad Gutenberg, y la Clínica universitar de Wuerzbur (Alemania) junto con el Instituto Karolinska (Suiza) cuyos resultados han sido publicados en el 2016 en la revista científica Social Cognitive and Affective Neuroscience Advance Acess.
    En el estudio participaron 1158, de los cuales 325 fueron excluidos por presentar problemas familiares de salud mental, con lo que al final se manejaron datos de 833 adultos con una media de 25 años.
    A todos ellos se les administró un cuestionario estandarizado para evaluar hechos traumáticos durante la infancia denominado Childhood Trauma Questionnaire (C.T.Q.), uno para evaluar los hechos traumáticos de los últimos doce meses a través del List of Threatening experiences (L.T.E.), un cuestionario para evaluar la presencia de problemas de ansiedad a través del Spielberger Trait Anxiety Scales (S.T.A.I.), y por último uno para comprobar la presencia de síntomas depresivos a través del General Depression Scale (A.D.S.-K.).
    Igualmente se tomaron medidas morfológicas del cerebro a 129 de ellos seleccionados al azar.
    Los resultados muestran que aquellos que han sufrido hechos traumáticos presentes o en la infancia van a mostrar significativamente más síntomas depresivos y ansiosos frente a los que no lo han sufrido.
    Con respecto a la morfología cerebral, se hallaron diferencias en el córtex del cíngulo anterior, resultado esta significativamente más pequeña.

    Traumas en la niñez

    A pesar del importante número de participantes el estudio no informa de cuántos eran hombres y cuántas mujeres, ni separa los resultados en función del género, lo que no permite conocer si el género es una variable relevante en las consecuencias de los traumas infantiles.
    Una de las limitaciones del estudio, es precisamente en la exclusión de los 325 participantes, lo que no permite conocer si afectan estos traumas infantiles en función de que se tengan antecedentes familiares con problemas de salud mental o no.
    Hay que destacar que los traumas pasados y presentes tengan los mismos efectos tanto emocionales como cerebrales; aunque estos últimos no se producen en la amígdala, el centro de control emocional, tal y como cabría esperar, sino en el córtex del cíngulo anterior, encargado entre otros de regular la toma de decisiones, la empatía y las emociones.
    Por tanto, se produce una alteración en la morfología que se puede traducirse en un cambio en la forma de relacionarse con los demás, todo ello además unido a la presencia de sintomatología depresiva y de ansiedad.
    Basado en estos resultados, hay que evitar traumas infantiles deben de evitarse en la medida de lo posible, ya que, aunque no van a determinar el comportamiento adulto, si van a llegar a modificar su cerebro y la forma en que este procesa la información emocional.

    Experto Colaborador:

    Hernán Aguilar Palomino
    Specialistläkare i Psykiatri.Specialistläkare i Geriatrik.Specialist i Äldrepsykiatri, Neuropsykiatri och Neurokognition


    ¿Por qué se ha visto que la Corteza Cingulada Anterior (CCA) está afectada?.
    La CCA responde a hechos o a eventos desagradables o «muy desagradables» (traumáticos) pues la CCA participa en la respuesta a estímulos emocionales y es una parte importante de la Corteza Prefrontal o según la clasificación por Joaquin Fuster es parte de la Memoria Ejecutiva . Además la CCA puede ser activada por la CPF ventromedial siempre que se requiera una acción. Los eventos traumáticos son memorizados en redes neuronales corticales o «cógnitos» y esta memoria se almacena «encima» de otra memoria que es la «filética». Está memoria traumática consiste en redes neuronales que son activadas simultáneamente y distribuidas en toda la corteza cerebral pero la corteza prefrontal alberga principalmente estás redes de memorias «cógnitos ejecutivos» y además participa en la ejecución futura de conductas complejas ya sean cognitivas, emocionales o sociales a lo largo de la vida en estos pacientes con traumas infantiles. Saludos. Hernán Aguilar

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