Las habilidades sociales en el trastorno del espectro autista son una de las deficiencias más importantes que precisan de ser entrenadas por especialistas.
Entrenamiento Autismo
Una de las preocupaciones más importantes de padres y profesores es tratar que los pequeños con autismo desarrollen las habilidades sociales mínimas para poder desenvolverse.
Son muchas las deficiencias que pueden llevar a mostrar, lo que requiere de mucho esfuerzo por parte de padres y profesionales, por ir entrenando cada uno de las habilidades para tratar de compensar el retraso que muestran frente a los pequeños de su edad.
Muchas son las técnicas que se han diseñado para poder enseñar a los pequeños una u otra cualidad, una de las aproximaciones es entrenar cada una de las miniacciones que requieren entrenamiento y que sucesivamente van permitiendo el desarrollo de nuevas habilidades sobre las que se cimenta.
Así el entrenamiento por objetivos puede buscar que el pequeño fije la mirada en el interlocutor, algo que puede parecer sencillo, pero que requiere de un gran esfuerzo de repetición hasta que el pequeño con autismo sea capaz de hacerlo de forma espontánea, pero ¿Hasta qué punto es efectivo el entrenamiento al autista?
https://youtu.be/L7KlfSYAYbE
Deficiencia Autismo
Esto es precisamente lo que tratan de analizar desde la Universidad de Malta (Malta) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Malta Journal of Health Sciences Online.
Para ello a seis pequeños entre 8 y 9 años diagnosticados con trastorno del espectro autista según el DSM-V.
A todos ellos se les entrenó durante diez semanas con el programa de intervención social grupal denominado al Social Communication Group (SCG), técnica que con anterioridad ha dado resultados desiguales.
El SGG es un conjunto de herramientas de entrenamiento, donde se entrena distintas habilidades ya sean como el saludo, mantener el contacto visual, respetar el turno de palabra, saber escuchar, mantener el volumen de voz entre otros; igualmente se entrenan las emociones de los pequeños para que puedan ser capaz de interpretar sus propias emociones y las de los demás y comportarse adecuadamente al respecto; el juego se emplea para que el pequeño aprenda a participar con los de su edad, respetando las reglas que se establecen aprendiendo a ganar y a perder en el juego; igualmente sobre le trabajo en equipo, en donde se explora y potencia las habilidades de colaboración, compartiendo el material; y por último se entrena habilidades sociales que ayudan a fomentar y mantener la amistad, tales como dar la bienvenida a una nueva persona, presentarse uno mismo, controlar las emociones sobre todo las relacionadas con el enfado o solución de problemas entre otros.
Para comprobar la eficacia del tratamiento se tomaron medidas directas, sobre la ejecución de los pequeños a través del programa Observation Schedule and Checklist, como indirectas mediante cuestionarios a padres y profesores.
Los resultados muestran una notable mejora de un 20% en el desempeño de las tareas relacionadas con las habilidades sociales.
Habilidades Autismo
A pesar de los claros resultados, es preciso realizar nuevas investigaciones ya que se trata de una muestras de únicamente seis pequeños, siendo necesario ampliar el estudio a más participantes antes de poder concluir al respecto sobre las mejoras de en las habilidades de comunicación en autistas.
Igualmente hay que tener en cuenta que se trata de un país donde existe un alto nivel de bilingüismo, entre el maltes y el ingles, lo que dificulta a los más pequeños en su desarrollo lingüístico y especialmente entre aquellos que ya de por sí muestran un mayor retraso en este ámbito.
Entrevista a la Federación Autismo Andalucía desde donde nos contestan de las preguntas más importantes y actuales relativas al Autismo.
– ¿Existe un mayor procentaje de casos de Autismo en los últimos años, y de ser así a qué cree que es debido?
No sabemos con seguridad el número de casos que existen en España, ya que no contamos con estudios poblacionales ni censos oficiales.
Sí sabemos que en los últimos años se ha constatado un aumento considerable de los casos detectados y diagnosticados. Es posible que este incremento se deba a una mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de diagnóstico, a la mejora en el conocimiento y la formación de los profesionales, o ciertamente, a un aumento real de la incidencia de este tipo de trastornos.
Por ello, manejamos las cifras de estudios epidemiológicos realizados en Europa, que apuntan una prevalencia de aproximadamente 1 caso de TEA por cada 150 nacimientos (en estudios recientes realizados en EE.UU. —CDC, 2012— los datos son de 1 por cada 88).
En ellos se confirma que se presentan de manera más frecuente en los hombres que en las mujeres, (en una proporción de 4:1), y que no existen diferencias en cuanto a su aparición en las distintas culturas o clases sociales.
– ¿Las modificaciones de la calificación del Autismo por el D.S.M. V es beneficioso o no para pacientes y familiares?
No existe una respuesta única a esa pregunta, pero el mayor impacto se prevé en el acceso a los servicios. Uno de los aspectos que ha generado controversia es que la nueva concepción del trastorno (es decir, que se entienda como un único trastorno y que las áreas alteradas se conciban de manera dimensional), puede afectar a la organización y diseño de los apoyos y servicios de atención a las personas con TEA.
Asumiendo que una de las ventajas de ostentar una categoría diagnóstica es el reconocimiento de servicios de apoyo y recursos, con la nueva clasificación surgirán colectivos de personas con alteraciones en la interacción y la comunicación social que podrían quedar en tierra de nadie al no poder justificar de manera certera todos los síntomas necesarios para el diagnóstico. Esto supondría encontrarnos con un amplio número de personas a las que se les podrían negar los servicios de apoyo o bien asignar otros que no sean sensibles a las necesidades de las personas que hasta ahora cumplían los criterios diagnósticos de las diferentes categorías que existían en el DSM-IV-TR. Muchas personas que con el DSM-IV podrían recibir un diagnóstico de TGD van a recibir un diagnóstico según el DSM-5 que no será de TEA, lo que seguramente limite o dificulte su acceso a servicios de apoyo, cuando son personas que tienen importantes limitaciones funcionales asociadas a necesidades de apoyo nada desdeñables.
Pero como propone AETAPI (Asociación Española de profesionales del Autismo), a fin de que ninguna persona con necesidades de apoyo en la interacción y comunicación social se quede sin apoyos, […] creemos que podría ser conveniente que los servicios especializados y orientados a dar apoyo a persona con TEA, puedan ofrecer apoyo a aquellas personas con dificultades en el ámbito de la comunicación social (Trastornos de la Comunicación Social, por ejemplo) u otros trastornos con necesidades de apoyo estrechamente relacionadas con las de las personas con TEA. Para terminar, queremos recordar que aunque las consecuencias de recibir un diagnóstico equivocado pueden ser muy negativas para las personas a las que esto les pudiera ocurrir, no podemos olvidar que el mayor problema con el que se enfrentan el conjunto de las personas con TEA (y sus familias) que sí reciben el diagnóstico es la escasez de recursos de apoyo que especializados y de calidad a lo largo y ancho del Estado Español (Fuentes Biggi, op.cit.).
– ¿Existen diferencias niño – niña en el caso del Autismo?
Los rasgos que definen el autismo son a menudo codificados como culturalmente más masculinos que femeninos, la realidad es diferente. Los últimos estudios del Centro de Control y Prevención de enfermedades de Atlanta, habla de un prevalencia en mujeres de 1:189 y en hombres de 1:42 Las mujeres con autismo experimentan un sentido profundo de distancia tanto de la mayoría de los hombres con el trastorno, así como de los estereotipos de la feminidad. No existen herramientas específicas para identificar el modo en que las mujeres muestran su autismo. Otros factores que juegan a favor de la invisibilidad diagnóstica es la habilidad que estas mujeres con autismo tienen para “camuflar” sus dificultades, y según últimos estudios la menor presencia de intereses restringidos y comportamientos estereotipados.
– ¿Cuáles son los primeros síntomas que deben de atender los padres ante un hijo con Autismo?
No todos los niños presentan todos los síntomas descritos como clásicos y ninguno de ellos es patognomónico o decisivo. Consecuentemente, la ausencia de cualquiera de ellos no es excluyente del diagnóstico de autismo. El desarrollo del lenguaje, en los primeros años de vida, presenta un retraso significativo o características peculiares en una mayoría de personas con TEA.
En niños de alrededor de dos años de edad, los síntomas más frecuentes son: la ausencia de una mirada normal a los ojos; el no compartir interés o placer con los otros; la falta de respuesta al ser llamado por su nombre; el no “llevar y mostrar” cosas a los demás, y el no señalar con el dedo índice.
Actualmente no existe ningún marcador biológico reconocido que permita el diagnóstico de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Éste se realiza en base a diferentes indicadores en el desarrollo de la persona que apuntan a una alteración en el mismo, así como a una evaluación específica de su conducta.
La edad de detección varía de unos casos a otros, pero existen una serie de señales de alarma que pueden hacer recomendable una valoración exhaustiva del desarrollo. Éstas son:
* Hacia los 12 meses de edad:
– No balbucea ni hace gestos como saludar con la mano, señalar para pedir alguna cosa o mostrar objetos.
– No reconoce su nombre ni responde cuando se le llama.
* Hacia los 18 meses de edad:
– No dice palabras sencillas.
* Hacia los 24 meses de edad:
– No dice frases de dos o más palabras, que sean espontáneas y no sólo repeticiones de lo que ha escuchado a los demás.
– Tiene dificultades para mantener el contacto ocular cuando se le habla, y no sigue objetos con la mirada.
– No se implica en juegos compartidos, y parece no disfrutar de la relación compartida con otras personas.
De todas formas, si a cualquier edad parece que pierde habilidades que ya había conseguido, como el balbuceo o las primeras palabras, estaría también indicada la valoración de diagnóstico.
– ¿Qué tipo de tratamiento tiene que recibir una persona con Autismo?
Por el momento, no existe ninguna cura para los TEA. Sin embargo, existen factores que van a influir de manera importante en el desarrollo de la persona que los presenta y en su calidad de vida. Los principales son:
– El diagnóstico precoz y la atención temprana que reciba.
– Los recursos educativos y comunitarios adecuados a sus necesidades individuales.
– Los servicios especializados que pueda disfrutar, garantizados a lo largo de toda la vida.
– La red de apoyo social de la que disponga.
La persona con TEA tiene derecho a disfrutar durante todas las etapas de su ciclo vital de intervenciones basadas en la evidencia científica y en el consenso profesional, que incorporen sus intereses y los de su familia y maximicen su desarrollo personal y su calidad de vida.
Los apoyos deben ser individualizados y maximizar las oportunidades de aprendizaje, de inclusión social y de desarrollo personal. También deben dirigirse a la adaptación del entorno social y comunitario, para favorecer su accesibilidad y garantizar la inclusión y la participación de la persona con TEA, y con ello, el disfrute de sus derechos en igualdad de oportunidades.
Es necesario destacar que la persona con TEA sigue desarrollándose y aprendiendo a lo largo de toda su vida. Los rasgos que caracterizan los TEA no desaparecen cuando la persona llega a la vida adulta, aunque sus necesidades sí van cambiando con la edad y el paso del tiempo.
Así, la calidad de vida de la persona y la de su familia van a estar influidas por las posibilidades de acceder cuanto antes a las intervenciones y apoyos adecuados, que se adapten a sus necesidades individuales, y que maximicen sus oportunidades de aprendizaje, de inclusión social y de desarrollo personal, manteniendo todos estos elementos a lo largo de la vida de forma continua y permanente.
Los TEA, por sus propias características definitorias, conllevan un factor de alto riesgo en la exclusión social de las personas que los presentan. El escaso conocimiento acumulado por la sociedad en general y de organismos competentes en la definición de las políticas sociales en relación a los TEA han consolidado las barreras y prejuicios establecidos socialmente, que limitan la autonomía y la participación de las personas con TEA en la sociedad.
Teniendo en cuenta que los TEA afectan de manera fundamental a la esencia social de la persona, y que por esta razón entrañan un desafío especial a la hora de participar de manera activa en la sociedad, es una obligación de todos reconocer que las personas con TEA pueden y deben, ejercer y defender sus derechos de manera activa, proporcionándose para ello los mecanismos, recursos y apoyos necesarios que favorezcan su acceso y participación social, y fomenten su autodeterminación.
– ¿Qué nivel de independencia puede llegar a tener una persona con Autismo?
Hoy por hoy no tenemos una cura para el autismo y su pronóstico, en general, es poco alentador, especialmente si lo que se pretende es hacer desaparecer el trastorno. Los niños con autismo crecen para ser adultos con autismo y conocemos varios aspectos que influyen en el pronóstico. Unos son inherentes a cada caso concreto; así, aquellos niños que tienen una inteligencia – al menos una inteligencia no verbal – normal y adquieren lenguaje a los cinco – seis años tienen mejor pronóstico que quienes no cumplen ambos criterios. Se puede decir que cuantas más capacidades tiene la persona, mejor será su pronóstico, aunque ello no signifique su normal desenvolvimiento en la vida adulta. Así tenemos ejemplos de personas con trastorno de Asperger que han conseguido una vida adulta productiva y personalmente satisfactoria, mientras que otros con el mismo trastorno no lo han conseguido. Otros elementos fundamentales para el pronóstico, dependen de factores externos: cuanto antes se inicie una tratamiento es mejor y si existen recursos comunitarios idóneos, la calidad de vida de las personas con autismo y la de sus familiares es radicalmente diferente.
El no ser capaces de eliminar un trastorno no quiere decir, en modo alguno, que no sepamos cómo ayudarles. Hemos pasado de culpabilizar a los familiares a reconocerles como el principal apoyo de la persona con autismo; hemos pasado de separar al niño de su familia e internarlo en centros u hospitales psiquiátricos a integrarlos en las escuelas y darles las ayudas para que lleven una vida normalizada con todos los demás. Los avances biológicos se han acompañado de una multitud de nuevas técnicas educativas que permiten su progreso y desarrollo. Si se analiza la evolución del conocimiento en estos últimos veinte años, se comprueba que el pesimismo inicial asociado con este diagnóstico ha de ser abandonado. La disponibilidad de redes comunitarias de apoyo para toda la vida, que se adapten personalizadamente a sus necesidades, les permite ahora disfrutar de una vida de calidad, mientras esperamos avances que nos faculten para luchar en la prevención y la cura de estos trastornos.
Desde aquí mi agradecimiento a la Federación Autismo Andalucía por la importante tarea de atención a familiares y pacientes con autismo a labor de información y concienciación que realizan.
Entrevista realizada a Dª. Victoria López Martinez, quien responde a las cuestiones más acuciantes para los padres sobre la temática del Autismo.
– ¿Cómo se puede definir al Autismo?
El autismo es un trastorno profundo del desarrollo que afecta a las relaciones con los demás, también es grave y permanente. Es un trastorno grave porque afecta a las relaciones interpersonales, profundo porque es lo más propio del ser humano lo que se ve afectado en su desarrollo y permanente porque no tiene cura.
– ¿Cuál es el origen de los trastornos del espectro autista?
No se conoce el origen del trastorno, no hay nada que podamos decir que es el causante al 100%. Sin embargo, cada día se van conociendo más datos gracias a las investigaciones sobre las posibles causas o sobre factores que podrían ser los más afectados o contribuyentes a la aparición del autismo.
Se conoce que el factor genético es muy importante, los últimos estudios han encontrado más de 100 genes implicados. Por tanto existe una alta heredabilidad del trastorno. No obstante, se están encontrando en los últimos estudios casos en los que no existían precedentes, sino que se dan por mutaciones en el esperma y en los óvulos de los padres. Se sabe que estos casos donde el trastorno no se da por heredabilidad sino por una mutación nueva, los niños suelen padecer un trastorno más profundo asociado a un coeficiente intelectual (CI) más bajo.
Además se cree que el cromosoma X es protector por el hecho de que el porcentaje de hombre con el trastorno es mayor.
También debemos decir que los factores ambientales cuentan cuando se porta el fenotipo. Puede, por ejemplo, que dificultades en el parto hagan presentarse el síndrome. Esto se ve en hermanos monocigóticos donde hay un 60% de concordancia para el síndrome completo.
En cuanto a anomalías estructurales en cerebro asociadas al autismo, cada vez se encuentran más, desde que estas personas tienen más conecsiones neuronales debido a que no se destruyen en su proceso natural, pasando por anomalías en diferentes partes del cerebro, amígdala, lóbulos frontales, cerebelo y un largo etcétera, y hasta déficit o incluso total falta de neuronas espejo.
– ¿Qué porcentaje de la población está afectado por los trastornos del espectro autista?
El porcentaje del que se habla está en torno a 1 niño por cada 100 nacimientos.
Exactamente de 1 por cada 125 los porcentajes más altos y de 1 por cada 250 los más bajos. No obstante esto depende de la metodología que se siga para la recogida de datos.
También hay un porcentaje más alto de varones afectados que de mujeres. La ratio es de 1 mujer por cada 4 varones con autismo.
– ¿Ha aumentado el número de afectados por trastornos del espectro autista en los últimos años?
En los últimos tiempos se está hablando mucho de una epidemia de autismo y que la prevalencia está aumentando considerablemente. Sin embargo, hay estudios que muestran que la prevalencia de autismo no está aumentando en los últimos años sino que está estancada, no crece ni decrece. Si es cierto que los diagnósticos son cada vez más tempranos y más exactos, y que el autismo está teniendo también más representación mediática, pero esto no implica que haya una prevalencia.
– ¿Cuáles son los primeros síntomas que deben de atender los padres de hijos con trastornos del espectro autista?
Hay muchas señales de alerta a las que debemos prestar atención. Vamos a hacer una división y ver a qué indicadores debemos prestar atención según la edad del niño.
*De 3-6 meses:
No hay una sonrisa ante estímulos o personas conocidas. (sonrisa social)
No hay emisión de sonidos para llamar la atención.
Los balbuceos son tardíos.
Existe demasiada irritabilidad o excesiva tranquilidad.
No hay movimientos anticipatorios. (no echan los brazos para que los cojan).
No hay buen contacto ocular.
Hay que decir que estos indicadores puede que estén pero que se produzca un parón en su desarrollo o incluso un retroceso en su patrón típico y que marcadores que estaban desaparezcan.
*De 6-9 y de 9-12 meses:
Alteraciones en la imitación.
No participan en juegos como decir adiós con la manita, tirar besos, el cucu-tras…
No respuesta al nombre.
La mirada.
En esta etapa aparecen un indicador al que tenemos que prestar especial atención:
Señalar, es muy importante porque señalando es la manera que los niños tienen de llamar la atención, de compartir cosas con el adulto (siguen con la mirada lo que el adulto les indica con el dedo), entienden que si quieren algo el adulto tiene que mirar lo que ellos señalan. En los niños con autismo todos estos indicadores no se dan.
*De 1-2 años:
Pueden aparecer las primeras palabras pero sin intención comunicativa.
La exploración del entorno no se da, o se da de manera extraña.
Hay deficiencias en la imitación.
Hay dificultad en el juego con el adulto.
Escaso o nulo interés por juego con iguales.
*De 2-3 años:
En el lenguaje puede aparecer una pérdida de él, ausencia total, o un uso atípico ya sea porque usa palabras que ya debería haber dejado de usar a su edad o porque usa palabras demasiado elaboradas si es de alto funcionamiento.
Las reglas sociales y normas de cortesía propias de la edad no se dan.
Mantenimiento de movimientos estereotipados. (movimientos repetitivos sin ningún propósito aparente, aleteos con las manos, balanceos….)
Debemos dar también una importancia especial al juego:
No juega con los juguetes, pasa largos periodos te tiempo mirando una parte concreta del juguete, o los hace girar, los alinea, si tienen música los apega a la oreja….
El juego es una parte fundamental del desarrollo de los niños, por esto debemos prestar mucha atención a cómo juega.
También debemos estar atentos a si el niño es hipersensible o hiposensible a ruidos, texturas, al tocarle, a luces. También es muy frecuente alteraciones en el sueño y en la alimentación.
– ¿Existe algún tratamiento farmacológico indicado para los trastornos del espectro autista?
No existe ningún tratamiento farmacológico que esté indicado para los niños que tienen este trastorno. Pero si existen multitud de medicamentos que se les recetan para apaciguar o combatir algunos síntomas asociados a él.
Algunos de ellos son, el Prozac que se usa para los síntomas de ansiedad, haloperidol para los problemas graves de conducta junto con el Risperdal. Si el niño presenta convulsiones se prescriben medicamentos como el Depakote. Y el famoso Ritalin que se usa si el niño tiene problemas de atención e hiperactividad.
Últimamente se está hablando mucho de una sobremedicación a estos niños, ya que todos estos fármacos no están exentos de efectos secundarios, y eso sin contar con que no hay estudios a largo plazo que nos puedan indicar los efectos que puede acarrear sobre estos niños cuando ya sean adultos.
https://youtu.be/eoyY6MPOZS8
– ¿Qué beneficios alcanzan los que sufren trastornos del espectro autista con el tratamiento oportuno?
El mejor tratamiento probado hasta la época en personas con autismo es el tratamiento psicológico y educativo.
El enseñarles el mundo de una forma que ellos entiendan les abre puertas para alcanzar multitud de metas. Pero en este aspecto, debemos estar muy concienciados de que cada persona requiere unos objetivos diferentes y una manera distinta de alcanzar estos objetivos. Por ejemplo, puede que para un niño su objetivo principal sea aprender a pedir agua. Y para otro su objetivo sea aprender a comunicar sus sentimientos y entender los de los demás. Según la persona, su coeficiente intelectual y sus necesidades los objetivos serán unos u otros y se alcanzarán de la manera que mejor convenga a la persona.
Los beneficios son todos siempre y cuando se vayan cumpliendo objetivos marcados y tanto la persona con autismo como la familia sientan que se van cumpliendo y en sus vidas se vayan venciendo barreras.
Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Victoria López Martinez, Psicóloga especialista en Autismo por habernos respondido las cuestiones más importantes que se plantean los padres cuando tienen un hijo con Autismo.
Entrevista realizada a la Dra. Mª Salud Jiménez Romero, Profesora asociada de la Universidad de Córdoba. Especialista en atención a niñas y niños con discapacidad, quien los habla del mundo de la discapacidad.
– ¿Cuáles son los primeros síntomas de preocupación para los padres sobre niñas y niños con discapacidad?
Los padres que están pendientes del desarrollo de sus hijos suelen compararlos con otros niños de la misma edad, ese puede ser uno de los detonantes de la preocupación: mi hijo no habla todavía y el vecino o compañero de guarde, de la misma edad, ya habla.
– ¿A partir de que edad se puede diagnosticar a las niñas y niños con discapacidad?
Un niño con Síndrome de Down, por ejemplo, será diagnosticado ya antes de nacer por amnicentesis. Un niño con discapacidad auditiva congénita puede ser diagnosticado muy pronto a través del screening universal de neonatos, o puede que no se detecte en ese momento y se detecte porque el niño no responde a los estímulos auditivos del ambiente o porque no desarrolla le habla.
En el caso de los niños con trastornos del espectro autista, el diagnostico suele llegar a partir de los dos años, pero varia muchísimo. Tambien es necesario tener en cuenta si la causa de la discapacidad es congénita o adquirida.
– ¿Qué tratamiento requieren las niñas y niños con discapacidad?
Bajo mi punto de vista, debe ser un tratamiento global en el que intervengan profesionales de todos los ámbitos: medico, psicológico, educativo, logopédico, psicomotricista. Debe ser un enfoque ecléctico y enfocado al caso concreto con un gran respeto y amor tanto por el niño como por su familia.
No existen terapias mágicas y es muy arriesgado utilizar un único enfoque en el abordaje de la discapacidad infantil.
– ¿Qué mejoras pueden esperar los padres con la intervención en niñas y niños con discapacidad?
Depende de muchos factores, pero según mi experiencia con casos muy complicados, siempre que se trabaja y se intenta hacer de la mejor manera posible, los resultados llegan. Milagros no, avances si, muy muy variables dependiendo de los casos. La atencion temprana bien hecha, sistemática y bien plateada consigue buenos resultados.
– ¿Existen diferencias en cuanto a la discapacidad o el tratamiento entre niñas y niños?
Diferencias infinitas. Una gran diferencia se da entre niños que tienen afectada la inteligencia y niños que no la tienen. Este aspecto marca una diferencia grande, porque el pronóstico es peor y se debe enfocar el tratamiento hacia la autonomía y la independiencia.
Cuando la inteligencia está intacta es necesario llegar a ella y que se desarrolle: si el niño no puede hablar o moverse los ordenadores y NNTT serán fndamentales, si se trata de un niño sordo, el implante coclear y la lengua de signos serán fundamentales, cuando la visión está afectada el enfoque deberá centrarse en el tacto y el oído.
https://youtu.be/pViTSlaP5PY
– ¿Qué papel tiene la escuela en la intervención en niñas y niños con discapacidad?
La escuela es fundamental, allí el niño se desarrolla a nivel cognitivo, social y personal. La inclusión de los niños con discapacidad en la escuela es fundamental, pero esto no significa que en un aula ponemos un niño con discapacidad junto con niños sin este diagnóstico, sino que el personal está formado, la ratio de alumnos disminuye, en cada aula con niños con discapacidad existe el tutor del aula y un cotutor que complementa y es especialista en el abordaje educativo de la discapacidad que se trate.
Desde aquí mi agradecimiento a la Dra. Mª Salud Jiménez Romero, Profesora asociada de la Universidad de Córdoba. Especialista en atención a niñas y niños con discapacidad, por compartir la problemática y el trabajo que se realiza con las niñas y niños con discapacidad.
Una de las capacidades más útiles para nuestro desarrollo en la sociedad es la posibilidad de detectar falsas creencias tanto en uno mismo como en los demás.
Mentira Autismo
Se considera que un niño tiene desarrollada esta capacidad cuando es capaz de detectar los pensamientos propios y lo de los demás, y compararlos con la realidad, dándose cuenta de cuando se produce un engaño.
A dicha capacidad se la denomina Teoría de la Mente, y aunque inicialmente se consideraba una habilidad exclusivamente humana, se ha visto cómo otros animales son capaces de «engañar» a sus compañeros o a sus enemigos, en beneficio propio o para evitar algún perjuicio.
Los humanos por nuestra parte lo desarrollamos como parte de la socialización, por el cual somos capaces de identificar el lenguaje no verbal de los demás y descifrarlo adecuadamente con lo que darnos cuenta de si nos engañan, o de poder engañar nosotros mismos a otros.
Esta habilidad que se desarrolla entre los 3 a 6 años y que vamos perfeccionando a lo largo de nuestra vida, permite a aquellos que la tienen poder pensar en lo que la otro le gusta, quiere y cree, como persona independiente de nosotros.
Antes de que esta capacidad surja los pequeños piensan que todos los demás saben, creen y quieren lo mismo que él, no siendo capaz de establecer una clara diferencia entre el mundo mental interno y el externo. Precisamente esta falta de separación entre el mundo interno y el externo es uno de los principios en los que se basan aquellos que determinan que esta falta de desarrollo se ve sobre todo en los pequeños con trastorno del espectro autista.
Una habilidad que les es muy difícil de desarrollar y que llega a ser característica de su condición, lo que le cierra buena parte del desarrollo social basado precisamente en saber que el otro tiene sus propios pensamientos, sentimientos y deseos, independientemente de los propios.
A medida que crecemos y vamos teniendo más experiencia, somos capaces, ya no solo de saber que los demás piensan de forma diferente a nosotros, si no de identificar que cada una de las personas tiene su propia mentalidad, y de ahí a surgiendo la posibilidad de colaborar con los deseos del otro, o aprovecharse con engaños de ello, pero ¿Es posible entrenar a niños para detectar falsas creencias?
https://youtu.be/NVgkgbE09xc
Teoria de la Mente Autismo
Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Gerona (España) recientemente publicado en Child Development Research.
En el estudio participaorn participaron 78 pequeños entre 41 y 47 meses, 41 niñas y 37 niños, a los cuales se les requería tener un desarrollo normal, por lo que tenían que pasar por una prueba de vocabulario estandarizado denominado Peabody Picture Vocabulary Test.
Se realizó un análisis previo y posterior tras el entrenamiento para comprobar la eficacia del mismo evaluado a través del unexpected content task, donde se observaba si llegaban a comprender o no sobre las falsas creencias, lo que se completó con las respuestas razonadas sobre su elección.
Los resultados indican que aquellos niños con mejores puntuaciones en la prueba previa de comprensión de falsas creencias progresaron significativamente con el entrenamiento, mientras que aquellos que tenían puntuaciones bajas previas no mostraron diferencias en cuanto al aprendizaje en el entrenamiento. Lo que demuestra el escaso efecto del entrenamiento tal y como está diseñado.
Falsa creencia Autismo
A pesar de informar sobre el número de participantes en función del género, no lo hacen con respecto al número de ellos que tenían mejores puntuaciones y que luego aprendieron mejor, lo que no permite concluir si los datos son igualmente válidos para ambos géneros, o este entrenamiento es más mejor para niñas o para niños.
Igualmente el número reducido de participantes hace que se requiera de nueva investigación al respecto.
Por último y no por ello menos importante, la implicación del entrenamiento a la hora de aplicarlo con niños con trastorno del espectro autista, los cuales normalmente van a tener una puntuación baja, por lo que el entrenamiento tal y como está diseñado no les serviría para superar esta deficiencia en el desarrollo tan importante para las habilidades sociales y con ello la integración con sus iguales.
¿Es posible mejorar el desarrollo del lenguaje infantil? El desarrollo del lenguaje infantil ha sido uno de los temas más estudiados desde la Psicología Evolutiva para conocer si es posible mejorarlo.
Aspecto que es fundamental si tenemos en cuenta que algunos pequeños muestran problemas en el desarrollo del lenguaje, de ahí que sea importante estudiarlo y analizarlo además de tratar de establecer programas de entrenamiento y mejora para aquellos que muestren retraso en comparación con otros pequeños de su misma edad.
Una de las primeras dificultades a las que se tiene que enfrentar el menor a la hora del desarrollo del lenguaje es saber determinar las partículas del mismo, es decir, distinguir las palabras como sonidos sueltos, dentro de un diálogo continuo.
Esta misma dificultad la muestran los adultos cuando tratan de aprender un nuevo idioma, y lo escuchan una y otra vez pero son incapaces de saber cuándo acaba una palabra e inicia otra, ya que el el discurso normal vamos uniéndolas y parecen que todas siguen un mismo tren discursivo sin apenas interrupciones.
Nada más que hay que recordar la primera vez que escuchamos un idioma por primera vez, ya sea chino, alemán u otro. La sensación es de no saber qué te dicen en cuanto a contenido, pero también en cuanto a las palabras que lo contienen.
A medida que vamos desarrollando nuestro oído, somos capaces de identificar en una frase aquellas palabras que ya conocemos su significado, pero también aquellas otras que no sabemos qué significan. Esto es gracias al desarrollo del lenguaje que nos permite identificar sonidos y espaciarlos correctamente, lo que hace que a medida que tengamos un mayor vocabulario en ese nuevo idioma, nos resulte más y más sencillo poder escuchar frases cada vez más complejas y largas.
La fase de dominio llega cuando somos capaces de oír separadamente cada sonido e identificar su significado tanto de cada palabra como de la frase en conjunto, algo que con el tiempo y la práctica se vuelve automático, y no tenemos que realizar ningún esfuerzo al respecto para comprender ese idioma que nos ha costado tanto aprender.
A esta habilidad del desarrollo del lenguaje se denomina segmentación y permite reconocer distintas partículas del discurso, paso previo y necesario para luego identificar sujeto, verbo, complementos,…, un proceso que algunos estudios anteriores han señalado que se puede iniciar a partir de los 10 meses de edad, según el idioma en el que se realice el estudio, pero ¿Es posible mejorar el desarrollo del lenguaje infantil?
Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde el Instituto Marx Planck de Psicolingüística, la Universidad de Utrecht, la Universisdad Radboud Nijmegen y la Universidad de Amsterdam (Países Bajos), la Universidad Occidental de Sydney (Australia) publicado recientemente en la revista científica Brain Science.
Se realizaron dos estudios para analizar el desarrollo del lenguaje infantil. En el primero participaron 15 niñas y 13 niños de diez meses de edad, a los que se les presentaron unos estímulos auditivos y fueron evaluados 6 meses después para comprobar si mantenían el recuerdo de aquello para lo que se usó tanto una prueba de identificación de sonidos familiares como de registro de su actividad cerebral. Los resultados muestran una mejora significativa frente a un grupo control que no recibió la estimulación previa.
La misma prueba se les realizó a los cinco años de edad para comprobar si mantenían aquella mejora original al haber sido expuesto a estimulación de otro idioma diferente al suyo, esta vez evaluado a través de un cuestionario estandarizado denominado Reynell Developmental Language Scales. Los resultados muestran que no se observan diferencias significativas con respecto al grupo control de los expuestos tempranamente a ese idioma nuevo.
Tal y como señalan los autores hay que distinguir la influencia temprana positiva de otros idiomas, con el efecto del paso del tiempo, que a todos, pequeños adultos, nos hace que vayamos olvidando aquello que no usamos, por ejemplo, si aprendimos frances en el instituto y no lo hemos vuelto a usar, es probable que cinco años después nos cueste mucho volver a reconocer las palabras de una conversación normal.
TdfqwiqKsNw https://youtu.be/TdfqwiqKsNw
Entre las limitaciones del estudio se encuentra el escaso número de participantes, y que el idioma nuevo, a pesar de tener una raíz lingüística diferente, está relativamente accesible por la proximidad geográfica de los participantes implicados en el estudio.
Igualmente el efecto del paso del tiempo se confunde con el del posible o no desarrollo del lenguaje, por lo que habría que observar si esa estimulación temprana que tan buenos resultados ha ofrecido, sirve para que estos pequeños aprendan ese idioma más rápidamente que otros de su misma edad que no estuvieron expuestos tan tempranamente a ese nuevo idioma.
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