La felicidad ha sido en los últimos años el centro de una intensa labor de estudio y análisis por parte de los departamentos de psicología a lo largo del mundo.
Definiendo la Felicidad
Se han estudiado y analizado las más diversas variables, factores o indicios para comprender cómo funciona, pero sobre todo cómo fomentarlo y convertirlo en duradero.
Mucho se sabe sobre algunos factores que parecen ser «claves» al respecto, por ejemplo, en los últimos años se ha apuntado sobre que la felicidad no es algo que se pueda obtener en solitario, sino que requiere de otros para alcanzarla y mantenerlo, pero todavía quedan demasiadas incógnitas por resolver.
Por ejemplo, el motivo por el que determinados países, sus ciudadanos se sienten más felices que en otros, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico interactivo sobre el Ranking de Felicidad en el Mundo.
En este gráfico se puede observar cómo a pesar de las diferencias en cuanto a desarrollo económico, acceso a recursos, posibilidades de desarrollo profesional… a pesar de estas diferencias, existen países con características totalmente dispares y similares puntuaciones en el ranking anterior, y viceversa, países similares en muchas de sus características con puntuaciones dispares en el ranking de felicidad.
Así los países donde se registra una mayor felicidad son Dinamarca, Suiza, Islandia o Noruega, según el informe del World Happiness Report correspondiente al 2016, tal y como se puede ver en la gráfica interactiva siguiente:
Para lo cual se han tenido en cuenta seis factores: la libertad de elección de la Vida; el PIB per cápita; el nivel de generosidad; la esperanza de vida saludable; la percepción de la Corrupción y el apoyo social percibido.
Pero cuando uno piensa en factores que influyen en la felicidad, no sólo lo hace sobre las variables socioeconómicas donde se desarrolla sino también en factores internos, de cómo vive la relación con los demás y con un mismo, pero ¿Se relaciona la felicidad con la espiritualidad?
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Relación entre Espiritualidad y Felicidad
Esto es precisamente lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Psychology Department, Mohanlal Sukhadiya University, junto con el Psychology Deptarment, University Of Rajasthan (India) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica The International Journal of Indian Psychology.
En el estudio participaron cien estudiantes universitarios de ambos géneros, con edades comprendidas entre los 25 a 30 años.
Los participantes tuvieron que rellenar dos cuestionarios, uno relativo a el nivel subjetivo de felicidad a través del Subjective Happiness Scale (S.H.S.), y otro relativo a su nivel de espiritual evaluado mediante el Daily Spiritual Experiences Scale (D.S.E.S.).
Los resultados muestran una alta correlación entre ambas puntuaciones.
Hay que tener en cuenta que el concepto espiritualidad no suele ser empleado en el ámbito de la psicología como tal, aspecto superado por el diseño e implementación de una medida estandarizada como es el Daily Spiritual Experiences Scale (D.S.E.S.).
Una de las limitaciones del estudio es la escasa información sobre los participantes, no informando si existen diferencias en cuanto a felicidad o espiritualidad entre hombres y mujeres, o si la correlación encontrada es la misma en ambos géneros.
Igualmente hay que recordar que los resultados son obtenidos en una población, la india, con una idiosincrasia muy particular, con una cultura una estrechamente relacionada con la espiritualidad, por lo que esta investigación debe de ser replicada en otras poblaciones para poder concluir al respecto.
Indicar que cuando dos variables se relacionan significativamente no siempre se puede establecer una relación directa entre ambas, a más espiritualidad, más felicidad y a la inversa; ya que pueden obedecer a relaciones espuria, donde exista otra variable, no identificada que está interviniendo.
A pesar de las limitaciones anteriores, y a la espera de su corroboración con nueva investigación, se puede destacar el papel importante papel del cultivo de la espiritualidad en el desarrollo de la persona y en su felicidad.
Quedaría todavía establecer qué es la espiritualidad para cada uno, y cómo “cultivarla”, sabiendo que el tiempo dedicado en la misma, va a ser tiempo dedicado en alcanzar la felicidad.
LinkedIn se ha convertido en poco tiempo en la “tarjeta de visita” de cualquier profesional.
La marca personal
Para aquellas personas ajenas a LinkedIn, puede que lo vean como un currículo abierto, donde cada profesional expone lo ha hecho en su vida laboral.
Pero LinkedIn va mucho más allá que informar, ya que se trata de una red profesional donde contactar con otros expertos del sector o con las empresas, ya sean con las que trabajas o las que quieres trabajar.
De hecho, una de las funciones más habituales por las que se emplean esta red es precisamente para aumentar las posibilidades de encontrar trabajo, y para ello no hay nada mejor que trabajar la marca personal o Branding.
Al igual que cuando sucede en la “vida real”, si alguien os dice, “Oye, estoy buscando a un profesional de este sector, ¿Conoces a alguien bueno?”, rápidamente nos vendrá a la cabeza tres o cuatro nombres
Hoy en día tener estudios universitarios ya no es garantía de encontrar un buen empleo, ya que entran en juego muchos otros factores como el salario, la disponibilidad e incluso la experiencia laboral previa tal y como se muestra en la gráfica de evolución siguiente sobre la comparativa entre el empleo en EE.UU. de los titulados universitarios frente a los que no han completado los estudios universitarios.
Es por ello que no basta con mostrar las “credenciales” de estudio, sino que hay que “destacar” y es ahí donde entra el Branding o marca personal.
Con anterioridad era relativamente fácil “hacerse con un nombre” en su localidad, es decir, ser la persona a la que primero se acude cuando hay un problema de su especialidad.
Hoy en día y gracias a las redes sociales se pueden encontrar profesionales en cualquier parte del mundo para desempeñar el trabajo requerido, sobre todo si este es del ámbito tecnológico, como Webmaster, Community manager o Social Media Manager entre otros, encargados todos ellos de dar valor a la empresa a través de las redes sociales, para aumentar así la visibilidad, el número de clientes y su fidelidad.
Entonces, si con unos simples “click” en el buscador o en el propio LinkedIn se puede acceder a miles de profesionales del puesto vacante, lo que va a distinguir a uno de otro, es cuánto se haya trabajado el Branding o marca personal.
Este que puede parecer un tema “ajeno” a la psicología, se encuentra en el centro de la investigación de la ciberpsicología, una reciente rama que se encarga del estudio de la relación entre la persona e Internet, y cómo uno se influye en el otro.
Una de las temáticas de la ciberpsicología es con respecto a la identidad digital, que en el mundo de la empresa se denomina marca personal, y de cómo internet ha provocado un efecto de sobreexposición de las personas al público, lo que en algunas ocasiones conlleva el riesgo de ser “copiado” en algunos aspectos o la totalidad de nuestra marca.
Si bien solemos tener “cuidado” con lo que ponemos en internet, en determinados lugares, como LinkedIn se tiene la creencia sobre que cuanta más información mejor, dando mayores posibilidades a esas personas que “copian” nuestra experiencia y datos en su propio beneficio, entonces, ¿Es LinkedIn fuente de peligro para la marca personal?
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Cultivando el Branding personal
Esto es precisamente lo que ha tratado de estudiar una reciente investigación realizada desde la Texas A&M University-Commerce (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica An International Journal on Personal Relationship.
Se llevaron a cabo tres estudios en donde participaron 703 estudiantes universitarios, de los cuales el 70,83% fueron mujeres.
En cada uno de los tres estudios se manipularon las condiciones de “copia” sufridos, evaluando sus niveles de “ira” percibida en esos momentos.
Así en el primer caso se les pidió que imaginasen que alguien le copiaba legítimamente frente a ilegítimamente, con y sin perjudicar a la fuente. Los resultados mostraron mayores niveles de ira cuando existía una intención dañina por parte del copiador, siendo significativamente más elevado en el caso de la copia ilegítima.
En el estudio segundo, se les pasó el mismo experimento anterior, pero añadiendo una variable, que el copiador llevase o no tatuajes. Los resultados indican que cuando la copia proviene de una persona con tatuajes, en que se valora a la persona como más amenazante, la ira es mayor.
En el tercer y último experimento se manipularon variables relativas a imagen personal del copiador, su peinado, forma de vestir y personalidad.
Los resultados muestran que, a mayor parecido entre el participante y el copiador, mayores los niveles de ira ante una actuación ilegítima.
Una de las limitaciones de estos estudios es precisamente que no emplearon información “real” por ejemplo del currículo de LinkedIn de los participantes, para observar las consecuencias en su forma de pensar y sentir.
Igualmente, la recogida de datos se realizó mediante escala tipo Likert en función de la ira generada en ese momento, sin haber incorporado otras medidas más “objetivas” de tipo fisiológico.
Aunque en los estudios no se menciona específicamente a la red profesional LinkedIn, sus resultados pueden ser fácilmente extrapolables, pudiendo concluir que nos sentiremos con unos niveles más elevados de ira, en cuanto el que nos copia la información de nuestro perfil de LinkedIn sea más similar a nuestro perfil. No sintiendo tanta ira, cuando el que copia pertenece a otro sector totalmente diferente al nuestro.
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Diez consejos para mejorar tu marca personal en LinkedIn para buscar trabajo:
– Incluye una fotografía con perfil profesional, ya que va a ser la “primera impresión” que va a dar a su posible “jefe”.
– Especifique en el campo “Extracto” su disponibilidad a iniciar un nuevo empleo, indicando cuáles serían sus condiciones “mínimas”.
– Rellenar todos los apartados correspondientes al currículo, además de los “Intereses”
– Se explícito en la descripción de los puestos de trabajo que has realizado, haciendo hincapié en las funciones y tareas realizadas, así como en las habilidades desarrolladas.
– Da a conocer tu perfil profesional en LinkedIn a tus compañeros y amigos, de forma que estos puedan recomendarte cuando conozcan de una oferta o vacante sobre su trabajo deseado.
– Contacta a través de LinkedIn con profesionales de tu sector, con lo que aumentar la visibilidad de su currículo entre personas que ya trabajan en el sector
– Participa en las “Comunidades” de LinkedIn de tu sector, con que lo comentar y recibir comentarios de otros profesionales.
– “Sigue” a las empresas e Influencers (influyentes) más destacados de LinkedIn en tu sector, de forma que pueda conocer las últimas novedades al respecto.
– Contacte y sigua a personas de recursos humanos de tu sector para estar informado de las vacantes que van surgiendo.
– Revise periódicamente y responda a las vacantes de su interés, que le surgen en la sección de “Empleos” de LinkedIn.
Por último y como conclusión, hay que tener en cuenta que LinkedIn no es la única red profesional existente, y que existen algunos sectores que han “desarrollado” su propia red profesional. Si usted quiere trabajar en alguno de estos sectores con red profesional propia es ahí donde tiene que centrar sus esfuerzos por la visibilidad de su currículo y mejorar su marca personal.
Entrevista con Dª. Belén Ortega Bellé, Directora de Operaciones en CASO, SL /Trabajo en Alta Performance / Psicoterapeuta, quien nos presenta Trabajo en Alta Performance
– ¿Cómo surge la idea del Trabajo en Alta Performance?
Trabajo en Alta Performance es el nombre que ha tomado nuestra metodología para solucionar problemas, mejorar el rendimiento y superar obstáculos, aplicable a diferentes ámbitos y contextos de la interacción humana, resultado de más de una década de estudio y aplicación, en distintos contextos profesionales y organizacionales, de los conocimientos que los científicos y maestros de la Escuela de Palo Alto, como Watzlawick, Weekland, Fisch, D. Jackson entre otros, han dejado en herencia universal.
Dos razones nos han impulsado a escribir el libro Trabajo en Alta Performance. En primer lugar, dar respuesta a una demanda expresada por nuestros alumnos: una obra que recoja e integre la ingente información dispersa en una amplia bibliografía, facilitando así el estudio y la consolidación de conocimientos. En segundo lugar, volver más accesible la información a todos los interesados en los avances científicos de la Escuela de Palo Alto, de manera tal que les permita construir su propio marco conceptual respecto de un modelo de pensamiento y de acción que podría inicialmente parecerles poco práctico. En otras palabras, intentamos reducir la complejidad que dificultaba la integración de los fundamentos teóricos y de las técnicas aplicativas que proporcionan altos niveles de eficacia y eficiencia en la resolución de situaciones problemáticas complejas.
– ¿Qué se va a encontrar el lector en su libro?
Una metodología que, recuperando la aplicación de los ya referidos avances científicos, está enfocada a obtener más resultados con menos inversión de recursos y que para ello, contempla la utilización de lógicas, llamémoslas, no tradicionales, que pueden sorprender al lector, pero cuyo objetivo es quebrar el automatismo disfuncional provocado por posiciones conceptuales rígidas y poder, de este modo, tener una mayor capacidad de análisis y de elección de la estrategia más funcional para cada situación y contexto. Encontrará un modelo de trabajo incompatible con la rigidez de las teorías que puedan condicionar anticipadamente la lógica de las intervenciones, que da prioridad al llamado conocimiento operativo. Aprenderá métodos para evitar la natural tendencia humana a reconocer casuísticas y a hacer diagnósticos con referencia a teorías normativas, más que a buscar conocer el funcionamiento de cada sistema de interacción para poder actuar en conformidad y ser más eficaz y eficiente mejorando las situaciones en que interviene.
La publicación la hemos estructurado en dos partes complementarias: por un lado hace un recorrido por las raíces históricas y bases teóricas que sostienen el enfoque metodológico –el arte de la sabiduría china, el arte de la Metis, el
arte de la persuasión, la epistemología constructivista, la Teoría General de los Sistemas, la Escuela de Palo Alto, la lógica paraconsistente-, y por otro contempla una exposición detallada de un modelo replicable, exponiendo no sólo el proceso, sino también las técnicas y herramientas de Problem Solving, de comunicación, y de desbloqueo de limitaciones de la performance o rendimiento.
Resumiendo, a lo largo del libro, el lector encontrará las 7 máximas del TAP: más con menos; explorar y descifrar; demoler la complejidad; persuasión ética; comunicación persuasiva; romper la resistencia al cambio y desbloquear las limitaciones de la performance o rendimiento.
Vídeo Recomendado: Trabajo en Alta Performance, una metodología en la senda de la Escuela de Palo Alto
– ¿Cuál es el campo de aplicación de Alta Performance?
Es un modelo aplicable a cualquier ámbito de la interacción humana donde existan problemas a resolver, situaciones a mejorar u objetivos ambiciosos a alcanzar. Hemos obtenido excelentes resultados, a lo largo de una década de formación de centenares de profesionales, de intervención en sistemas organizativos de diferentes características, de desbloqueo de limitaciones y mejora del rendimiento de personas que desarrollan su actividad en diferentes ámbitos, y se ha comprobado que el modelo TAP es riguroso en la metodología pero flexible en la aplicación, nos permite predecir los resultados en función de los objetivos definidos, se puede transmitir a través de la formación y del entrenamiento, y se puede replicar su aplicación sin que exista la necesidad de estar verificando constantemente la corrección o validez de presupuestos teóricos. .
TAP se aplica en todas aquellas situaciones de interacción humana donde hemos decido introducir un cambio, intervenir para que el cambio se realice, en lugar de dejarnos llevar o limitarnos a gestionar la adaptación a los cambios que suceden en nuestro entorno. En concreto, en la resolución de situaciones problemáticas complejas, aparentemente de muy difícil resolución como el desbloqueo de las limitaciones de nuestra performance. No se necesita de la ayuda de un modelo estructurado, ni de expertos, si la situación se puede resolver a través de una lógica tradicional, digamos de sentido común. Sin embargo, si consideramos no estar todavía al nivel de lo que, desde nuestra percepción, podemos considerar “alta performance”, o si consideramos que ya hemos estado en ese nivel pero actualmente lo hemos perdido, seguramente no se trata de una situación elegida voluntariamente, valga la redundancia. Si no la hemos resuelto es porque no hemos podido, no sabemos, algo nos está limitando. A propósito, para los que abogan por desarrollar las fortalezas e ignorar las debilidades les proponemos una reflexión: ¿y si lo que está bloqueado por la limitación es una fortaleza?
– ¿Qué pasos se han de seguir para alcanzar el Alta Performance?
Estudio y aplicación, aplicación y estudio. Como decía Antonio Gades, uno de los grandes de la danza, “no hay arte sin disciplina ni disciplina sin sacrificio”.
Antes de avanzar con los pasos o fases del modelo, considero que es muy importante subrayar dos aspectos clave para alcanzar una alta performance. El primero es abrir nuestra mente al conocimiento operativo al que se refería Von Glasersfeld; este conocimiento operativo nos permite gestionar la realidad de la manera más funcional posible así como evitar la tendencia del ser humano de reconocer, de comparar la situación presente de análisis con situaciones análogas vividas en el pasado que nos “condicionan” la forma de proceder. Debemos intentar conocer, buscar la “originalidad” de la situación que estamos observando en el presente. El segundo aspecto clave es acostumbrarse a utilizar siempre algún reductor de complejidad que nos permita simplificar la forma de entender el funcionamiento de determinada situación, sin confundir esto con simplificaciones burdas o reduccionismo, con el fin de incrementar nuestra consciencia operativa y aumentar la eficacia y la eficiencia de nuestra intervención. Tener siempre en cuenta estos dos aspectos fundamentales, ejercitando constantemente nuestras capacidades, nos permite estar siempre orientados a la búsqueda del principal punto de palanca para empezar a resolver las situaciones que se nos presentan como irresolubles: lo que intentamos hacer para resolverlas y que, al revés, nos las mantienen inalterables o nos las complican todavía más. Este es el constructo operativo más genial que la Escuela de Palo Alto nos ha dejado como herencia intelectual y pragmática: los Intentos de Solución.
Teniendo siempre en mente lo anterior -que es la parte más laboriosa al tratarse de un cambio de enfoque importante para muchas personas- todo lo demás se vuelve mucho más sencillo. Si lo conseguimos incorporar y asumir como nuestra forma natural de trabajar, nos posicionamos ya en la senda del Trabajo en Alta Performance. Los pasos consecuentes, más similares a una intervención tradicional estructurada, son:
1º Investigar-interviniendo, o lo que es lo mismo, analizar la situación problemática, obstáculo o bloqueo, en el momento presente, investigando cómo funciona; analizar qué cosas se han hecho y si funcionaron o no; determinar un objetivo a alcanzar de manera concreta, específica y precisa, acordado por todos los involucrados.
2º Definición de la estrategia y plan de acción, en función de cómo está funcionando el problema, obstáculo o bloqueo y del objetivo acordado.
3º Aplicación del plan de acción, cuya aplicación ha de ser rigurosa.
4º Seguimiento y adaptación, lo que implica valorar los efectos de la estrategia así que ésta se inicia, para ajustarla hasta alcanzar un alto nivel de precisión, eficacia y eficiencia.
5º Clausura, o encuadre del trabajo para reforzar la autonomía de los agentes del cambio.
– ¿Cuáles son los bloqueos más habituales que impiden alcanzar los objetivos?
En términos generales, los bloqueos que impiden alcanzar los objetivos, son los Intentos de Solución llevados al extremo. ¿Qué son los intentos de solución? Todo aquello que las personas, o los grupos de personas, ponen en marcha para resolver un problema u obstáculo o para superar sus límites, pero que en lugar de resolverlo lo mantiene o lo empeora. Esto se entiende mejor si pensamos que los seres humanos tenemos la tendencia inicial de aplicar soluciones que nos funcionaron en el pasado. Si estos intentos no funcionan ahora, cuando enfrentamos una situación semejante, nuestra segunda tendencia es tratar de volver a aplicarlos con mayor intensidad, tesón, énfasis, con la ilusa creencia de que así funcionarán mejor. Sin embargo, el resultado de esta forma de actuar, principalmente en grupos u organizaciones, es el establecimiento de un sistema complejo de retroalimentación que bloquea o empeora todo. Los esfuerzos que hacemos para solucionar mantienen el problema. ¡Cuanto más hacemos más bloqueamos! Caemos en la trampa del “Más de lo mismo” y transformamos la solución en el problema.
Entrando un poco más en detalle existen 4 niveles principales donde se inscriben las limitaciones que nos impiden avanzar:
1. ¿Qué hacer?: no saber qué hay que hacer, cuál es la solución adecuada. Es un límite cognitivo.
2. ¿Cómo poner en práctica?: saber qué hay que hacer pero ser incapaz de poner en marcha la estrategia. Es un límite emotivo o de falta de habilidades (que se pueden entrenar).
3. ¿Cómo asegurar la constancia?: saber qué hacer, ser capaz de poner en práctica pero ser incapaz de mantener la estrategia en el tiempo. Es un límite relacionado con la resistencia y con la resiliencia.
4. ¿Cómo gestionar las consecuencias?: saber qué hacer, ser capaz de poner en práctica, ser capaz asegurar la constancia pero incapaz de gestionar los efectos, directos e indirectos, de lo que hemos puesto en práctica. Es un límite emotivo-relacional.
Vídeo Recomendado: Romper la Resistencia al Cambio – Belén Ortega Bellé. ‘Trabajo en Alta Performance’
– ¿Cuáles son las principales resistencias al cambio?
Cada persona tiene sus “razones” o motivaciones para cambiar, o no cambiar según la forma en la que percibe las cosas. Nos gusta siempre empezar por matizar que la resistencia al cambio no es una característica de las personas, sino las reacciones que se presentan según el tipo de cambio que es sugerido, el momento y el contexto en que se encuentran, la forma según la cual se comunica y quién o quienes comunican la necesidad de cambiar.
Por principio metodológico, de reducción de complejidad, trabajamos con 4 tipos de resistencia. Sin haberlo explicado antes, esto podría parecer un reduccionismo pero, sin embargo, cumple una función muy facilitadora para lidiar con este fenómeno. No conocer, no poder y no querer son habitualmente consideradas las principales “razones”, por este orden, para que emerja la resistencia al cambio, aunque existe otro nivel lógico, proveniente de la interacción entre estas variables: no conocer, no poder y no saber si quiere.
Siendo así, los 4 tipos de resistencia son:
– La colaboración aparente (aparentemente conoce, quiere y puede, aunque en la experiencia nos dice que no conoce),
– La colaboración deseada pero imposible (conoce y quiere pero no puede),
– La oposición (no quiere),
– Ni colaboración ni oposición (no conoce, no puede y no sabe si quiere).
Obviamente, para trabajar con los tipos de resistencia, necesitamos obtener información sobre cómo el cambio está siendo percibido, cómo se está interactuando con la situación problemática o limitante y conocer las lógicas que están en la base de esa percepción. El objetivo es que nos sea posible utilizar estos mismos criterios lógicos para reducir la resistencia al cambio en las acciones a desarrollar. Para eso contamos con las herramientas y técnicas de Trabajo en Alta Performance descritas en el libro.
– ¿Qué beneficios se alcanza con el Alta Performance?
El principal beneficio, por definición, del Trabajo en Alta Performance es obtener más resultados con menos inversión de recursos. Trabajo en Alta Performance es sinónimo de “Más con menos”.
Para obtener una alta performance, la energía que aplicamos debe ser la mínima posible. Aplicar un mayor esfuerzo para obtener el mismo resultado
solo puede significar bajo rendimiento o baja performance. Cierto que defendemos la cultura del esfuerzo, de la dedicación, del entrenamiento. Sin embargo, todo esto sólo tiene sentido si obtenemos resultados de acuerdo al esfuerzo aplicado.
Trabajo en Alta Performance, es una metodología que nos ayuda a avanzar más rápido al tiempo que nos permite reducir el dispendio de recursos y de energía para definir los objetivos a alcanzar, involucrar a los demás para alinear esos objetivos, implementar proyectos, mediar en controversias o solucionar conflictos, etc.
Además, nos ayuda a hacer todo esto, ahorrando energía y recursos para poder mantener nuestra constancia y nuestra determinación para seguir evolucionando y aguantar la complejidad creciente de las interacciones humanas, superar la resistencia al cambio (la nuestra y la de los demás) y superar los inevitables bloqueos de nuestro rendimiento, que se dan habitualmente en situaciones de extrema exigencia.
Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Belén Ortega Bellé, Directora de Operaciones en CASO, SL /Trabajo en Alta Performance / Psicoterapeuta, por habernos presentado las claves de su última obra titulada Trabajo en Alta Performance.
La relación entre la genética y lo psicológico ha sido un ámbito de discusión casi desde los orígenes de la psicología.
La genética en lo psicológico
Si se concibiese que todo lo psicológico está preprogramado en la genética, no tendría sentido el campo de la psicología, salvo como una especialización de la propia rama de la genética.
Y, al contrario, si no existiese relación alguna entre la genética y lo psicológico, no tendría sentido la genética humana tal y como se concibe hoy en día.
Los datos actuales defienden una aproximación intermedia, donde existe una base genética y un “libre albedrío” de lo psicológico que se construye sobre dicha base.
Aunque es cierto que algunas patologías nos “recuerdan” la importancia de un desarrollo genético adecuado para poderse desarrollar la persona con todas sus capacidades. Tal es el caso del Síndrome de Down donde se producen problemas en el desarrollo cognitivo por una alteración genética al tener una copia extra del cromosoma 21, también conocido como trisomnía del par 21.
Información sobre el Síndrome de Down | HealthGrove
Un tercer factor que va a influir en el campo de la psicología es el medioambiental, es decir, las circunstancias que rodean a la persona, ya sea en el ámbito afectivo, social e incluso económico.
Un trinomio genética, ambiente y persona que van a conformar lo que somos, pensamos y hacemos, todo ello además basado en nuestras propias experiencias, aciertos y errores, pero ¿Influye la genética en lo psicológico?
https://youtu.be/-iVgAYj9T58
Vídeo Recomendado: El niño y el adolescente con síndrome de Down
Psicología y genética
Esto es lo que se ha tratado de responder con una reciente investigación encabezada por la Social Science Genetic Association Consortium y realizada por un grupo internacional de ciento noventa científicos cuyos resultados han sido presentados por el Center for Economic and Social Research in the USC Dornsife College of Letters, Arts and Sciences publicados en Nature Genetics.
En el estudio considerado como el más grande realizado hasta la fecha, participaron 982.420 personas, donde se analizaron sus secuencias genéticas para detectar la presencia o no de correlación con tres características psicológicas:
– la satisfacción con la propia vida que tiene que ver también con la felicidad, para lo cual se estudiaron a 300.000 personas.
– la sintomatología depresiva, para lo cual se analizaron a 550.000 personas.
– el neuroticismo, extraído del modelo de personalidad de Eysenck, para lo cual se analizaron a 170.000 personas.
Con respecto a los resultados informan que en el caso de la satisfacción con la propia vida se encontraron correlaciones con tres variantes genéticas que podían explicar los distintos niveles de satisfacción.
Con respecto a los síntomas depresivos se hallaron dos variantes genéticas que lo explicaban.
Por último, con respecto a la presencia de neuroticismo se encontraron once variables genéticas que tenían una influencia directa en el mismo.
Los hace más proclives a tener problemas de comportamiento, pero también a responder positivamente a cualquier ayuda Https://t.co/vUD50PX9aF — Michel Moreno (@MichelVelas) 16 de septiembre de 2016
La Genética comportamental
A pesar de estos descubrimientos, y tal y como afirman los autores del estudio, es pronto para poder sacar conclusiones al respecto, ya que hay que analizar el “peso” de cada una de estas variantes genéticas, y cómo se expresan en la vida de la persona.
Igualmente cabe destacar como limitación del estudio que no hayan encontrado correlaciones en otras características psicológicas, ya sea por no haberlo incluido en su modelo o porque estas no fueran significativas con ninguna variante genética analizada.
A pesar de lo anterior, el descubrimiento anterior es un paso en la dirección correcta para conocer y comprender aún más la naturaleza humana, sin deslegitimar por ello los avances que desde la psicología se realizan en este ámbito.
La Relación entre Genética y Psicología
La relación entre la genética y lo psicológico ha sido un ámbito de discusión casi desde los orígenes de la psicología.
La genética en lo psicológico
Si se concibiese que todo lo psicológico está preprogramado en la genética, no tendría sentido el campo de la psicología, salvo como una especialización de la propia rama de la genética. Y, al contrario, si no existiese relación alguna entre la genética y lo psicológico, no tendría sentido la genética humana tal y como se concibe hoy en día.
Los datos actuales defienden una aproximación intermedia, donde existe una base genética y un «libre albedrío» de lo psicológico que se construye sobre dicha base.
El caso del Síndrome de Down
Algunas patologías nos «recuerdan» la importancia de un desarrollo genético adecuado para poderse desarrollar la persona con todas sus capacidades. Tal es el caso del Síndrome de Down donde se producen problemas en el desarrollo cognitivo por una alteración genética al tener una copia extra del cromosoma 21, también conocido como trisomía del par 21.
El trinomio: genética, ambiente y persona
Un tercer factor que va a influir en el campo de la psicología es el medioambiental, es decir, las circunstancias que rodean a la persona, ya sea en el ámbito afectivo, social e incluso económico. Un trinomio genética, ambiente y persona que van a conformar lo que somos, pensamos y hacemos, todo ello además basado en nuestras propias experiencias, aciertos y errores.
Psicología y genética: El estudio de la Social Science Genetic Association Consortium
Una reciente investigación encabezada por la Social Science Genetic Association Consortium y realizada por un grupo internacional de ciento noventa científicos ha arrojado luz sobre la influencia de la genética en características psicológicas. Los resultados han sido presentados por el Center for Economic and Social Research in the USC Dornsife College of Letters, Arts and Sciences y publicados en Nature Genetics.
Detalles del estudio
Participantes: 982.420 personas
Objetivo: Analizar secuencias genéticas para detectar correlaciones con características psicológicas
Características estudiadas:
Satisfacción con la propia vida (relacionada con la felicidad) – 300.000 participantes
Sintomatología depresiva – 550.000 participantes
Neuroticismo (del modelo de personalidad de Eysenck) – 170.000 participantes
Resultados principales:
Satisfacción con la propia vida: 3 variantes genéticas correlacionadas
Neuroticismo: 11 variables genéticas con influencia directa
La Genética comportamental
A pesar de estos descubrimientos, y tal y como afirman los autores del estudio, es pronto para poder sacar conclusiones al respecto, ya que hay que analizar el «peso» de cada una de estas variantes genéticas, y cómo se expresan en la vida de la persona.
Igualmente cabe destacar como limitación del estudio que no hayan encontrado correlaciones en otras características psicológicas, ya sea por no haberlo incluido en su modelo o porque estas no fueran significativas con ninguna variante genética analizada.
A pesar de lo anterior, el descubrimiento anterior es un paso en la dirección correcta para conocer y comprender aún más la naturaleza humana, sin deslegitimar por ello los avances que desde la psicología se realizan en este ámbito.
Línea de Tiempo: Hitos en la Genética y la Psicología
1869
Francis Galton publica «Hereditary Genius», sentando las bases para el estudio de la genética del comportamiento.
1900
Redescubrimiento de las leyes de Mendel, estableciendo los principios fundamentales de la herencia genética.
1924
John B. Watson publica «Behaviorism», enfatizando la importancia del ambiente sobre la genética en el comportamiento.
1960s
Inicio de los estudios de gemelos modernos para investigar la heredabilidad de rasgos psicológicos.
1990
Lanzamiento del Proyecto Genoma Humano, abriendo nuevas posibilidades para el estudio de la genética del comportamiento.
2003
Finalización del Proyecto Genoma Humano, proporcionando un mapa completo del genoma humano.
2016
Publicación del estudio de la Social Science Genetic Association Consortium sobre genética y características psicológicas.
Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez, Psicólogo General Sanitario – Experto en Miedo a Conducir (Amaxofobia), quien nos habla de sobre la Amaxofobia.
– ¿Qué es el Miedo a Conducir y cuántos afectados hay?
El miedo a conducir, que también se suele designar como amaxofobia, es una fobia específica de carácter situacional que afecta antes y sobre todo durante el acto de la conducción. No hay demasiados estudios al respecto y a la hora de dar cifras, tan sólo contamos con un estudio del Instituto Mapfre de Seguridad Vial de 2005 y su revisión en 2010 en el que hablan de un porcentaje del 33% de los conductores que padecen el problema desde sus formas leves, evitando algunas circunstancias concretas, a sus formas más graves en las que la persona deja de conducir totalmente.
– ¿Cuál es la causa del Miedo a Conducir?
No existe una causa única y el porcentaje de personas que lo padecen a causa del estrés postraumático de un accidente es relativamente bajo con respecto al número de sujetos que padecen el problema. Entre otras posibles causas podemos señalar, haber padecido un ataque de pánico al volante o alto nivel de activación fisiológica asociada a desmayos o pérdida de control. Baja autoestima como conductores. Alto nivel de estrés que aparece durante la conducción como sensación de vulnerabilidad. Notar como fallan los reflejos. Haber padecido algún problema de salud grave y creer que puede volver a ocurrirle durante la conducción. Etc.
Vídeo Recomendado: La amaxofobia, el miedo a conducir
– ¿Existen diferencias de por edades o género en el Miedo a Conducir?
Las diferencias que aparecen en estos estudios tienden a valorar que hay más casos de miedo en las mujeres, en un porcentaje de más de 2 tercios. Si bien es cierto, que aunque pudiese estar ponderado el miedo hacia el género femenino, en mi opinión, también hay un porcentaje de hombres importante que lo padece y las cifras no son representativas, ya que para los varones se hace más difícil reconocer el miedo por su estigma social.
– ¿Cómo se interviene en el Miedo a Conducir?
Después de la evaluación individual, ya que nadie manifiesta igual el problema, primero nos encontramos con una fase de psicoeducativa, en la que tratamos de que las personas entiendan en qué consiste su miedo y cómo lo manifiesta su cuerpo y su mente. Una vez entendido el problema, tratamos de dotar a la persona de herramientas para poder hacerse cargo de sus pensamientos distorsionados, técnicas de relajación y focalizacion de la atención, para aprender a regular la respuesta fisiológica y, por último, preparamos un afrontamiento gradual para que la persona vaya llegando al estado de habituación y gane autoconfianza hasta superar su miedo al completo.
– ¿Durante cuanto tiempo se ha de seguir la intervención en el Miedo a Conducir?
El tiempo es relativo, ya que hay personas para las cuales su miedo ha comenzado antes de alcanzar suficiente pericia al volante y ésta tendrían que trabajar los aspectos psicológicos pero requerirían de mayor práctica. Otras personas que sí que han alcanzado el manejo total de su vehículo pero padecen el problema, quizá solo necesiten entre 8-10 sesiones. Por último, personas en las que el problema del miedo se solape con otros trastornos de ansiedad, pueden requerir una intervención más prolongada.
Vídeo Recomendado: Supera tu miedo a conducir
– ¿Cuáles son las principales dificultades que surgen la intervención en el Miedo a Conducir?
Desde mi punto de vista, el mayor problema es que la persona no confíe en sus posibilidades y no se atreva a exponerse en solitario, haciendo que las intervenciones previas, como el abordaje con autoescuelas, se queden en puntos de anquilosamiento donde la persona llega a desesperarse.
– ¿Cuáles son los objetivos alcanzables con la intervención psicológica en el Miedo a Conducir?
El objetivo final tiene que ser que la persona supere al 100% su miedo, ya que si deja aspectos de la conducción sin afrontar ni superar, como por ejemplo, alcanzar ciertas velocidades en autovías, la persona puede volver para atrás recayendo de nuevo en los miedos del pasado. Si no se entiende el problema y la persona no se atribuye el mérito de la superación, más tarde o más temprano volverán a aparecer los fantasmas.
Desde aquí mi agradecimiento a D. Ignacio Calvo Rodríguez, Psicólogo General Sanitario – Experto en Miedo a Conducir (Amaxofobia), por habernos acercado a la intervención ante la Amaxofobia.
Cuando piensa en el deporte y en los resultados de los juegos, raramente lo hace en el reloj interno de cada jugador.
Descubriendo la cronobiologia
En ocasiones ni siquiera si eres entrenador, o preparador físico, debido a que hay muchos más factores evidentes a tener en cuenta.
Es el psicólogo deportivo el que está más cualificado para darse cuenta de estas variables, alejadas de las estrategias, las jugadas o la clasificación en la tabla general, y quien puede percatarse de los cambios en el rendimiento por factores tan importantes como el cambio horario.
Es cierto que cuando un equipo debe jugar en un país con condiciones especiales, como es una localidad con una altitud elevada con respecto al mar, el equipo suele desplazarse unos días e incluso semanas antes para amoldarse a las condiciones ambientales.
Pero los cambios en el reloj interno es algo bastante sutil, muchas veces menospreciado y únicamente se tiene en cuenta con el cambio de horario oficial, al tener que adelantar o retrasar una hora según corresponda.
Algo que provoca ciertas molestias a una pequeña parte de la población, al desajustar su hora de levantarse y acostarse, pero ¿Se ve afectado el resultado deportivo por el reloj interno?
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El reloj interno
Esto es lo que se ha tratado de responder con una investigación realizadad desde el Department of Mathematics, Southern Oregon University (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Exercise Physiologyonline.
En este estudio no hubo participantes ya que se trata de un estudio de análisis estadístico sobre los resultados deportivos, pérdidas de balón y faltas cometidas por los equipos de la costa Este cuando juegan en la costa Oeste de EE.UU., y al revés, de los equipos de la costa Oeste cuando juegan en la costa Este. Todo ello basado en los resultados del futbol americano, la N.F.L. entre los años 2001 a 2014. En total se analizaron 3564 partidos de la NFL.
Hay que recordar que en EE.UU. existen cuatro husos horarios, es decir, de costa a costa existen cuatro horas de diferencia.
Los resultados indican que existen diferencias significativas tanto en las victorias, las pérdidas de balón y las sanciones en función de la procedencia del equipo, sobre todo cuando el juego se realiza a primera hora de la mañana.
Tal y como mencionan los autores esto supone una gran desventaja, ya que fisiológicamente los jugadores desplazados son incapaces de rendir adecuadamente durante las primeras horas del día.
Hay que tener en cuenta que no se ha llevado una investigación como tal, donde poder trabajar directamente con los jugadores para evaluar importantes variables fisiológicas relacionados con el reloj interno.
Igualmente, no se ha tenido en cuenta el tiempo de adaptación previa de los jugadores al nuevo lugar, si es que lo hubo.
A pesar de lo anterior, los resultados son claros en cuanto la influencia del cambio de localidad en el reloj interno de los jugadores, y cómo estos se ven afectados especialmente a primera hora de la mañana, que es donde se cometen más errores técnicos y de rendimiento.
Dicho lo cual, será el psicólogo deportivo quien deba tener en cuenta esta variable a la hora de establecer los desplazamientos para poder conseguir el mayor rendimiento de sus jugadores.
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