Una de las preocupaciones de los padres con hijos con problemas de alimentación es que no saben cómo hacer que mantengan su peso saludable.
El problema de la anorexia
Los problemas de alimentación están creciendo en las últimas décadas, ya sea por exceso de comida, como en el caso de la obesidad, como por defecto de alimentación, en el caso de la anorexia o la bulimia.
Los mayores afectados de estos problemas de alimentación los suelen sufrir los adolescentes, siendo en muchos casos superados cuando llegan a la edad adulta, en el caso de la bulimia o la anorexia.
Aunque lo más preocupante son las consecuencias que sobre la salud va a generar estos problemas de alimentación, ya que, en el caso de la obesidad, ya que esta no sólo se mantiene si no que se convierte en crónica en la etapa adulta.
Son muchas las consecuencias de la obesidad para la salud de la persona, y hasta el momento no se han detallado ningún beneficio para la misma.
Especialmente preocupante la aparición de numerosos casos de pequeños con obesidad, situación que de no poner remedio le va a acompañar el resto de su vida, siendo una sobrecarga emocional, afectando a su nivel de autoestima y a las relaciones sociales, además de las consecuencias en la salud anteriormente apuntadas.
Una situación que lejos de “controlarse” por parte de los poderes públicos parece que se ha hecho crónico, tal y como se puede observar en la gráfica interactiva siguiente sobre la evolución de la prevalencia de la obesidad en EE.UU.
En la gráfica se puede observar cómo desde 1999 hasta la actualidad, la tasa de obesos mayores de 20 años se sitúa por encima del 30%, produciéndose un incremento paulatino cada año, alcanzando en el 2014 el 37% de los estudiados.
En el caso de los menores de 20 años, el primer registro de 1999 informa sobre un 13,9% de afectados, produciéndose un incremento muy leve hasta llegar en 2014 al 17,2% de los menores.
Muchos son los factores que se atribuido a los problemas de alimentación, siendo los principales la dieta que se sigue y el sedentarismo, pero ¿Se relaciona la conducta de comer con el deporte?
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El deporte y la conducta alimenticia
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada conjuntamente desde la University of Thessaly (Grecia) y la University of Jyväskylä (Finlandia) cuyos resultados han sido publicados recientemente en la revista científica Psychology.
En el estudio participaron 361 adultos, de los cuales el 67,3% eran mujeres, con edades comprendidas entre los 24 a 48 años.
Todos ellos tuvieron que responder una serie de cuestionarios para conocer sus hábitos deportivos y de alimentación, y estudiar la relación y las consecuencias de ambos, para ello se les administró el Self-reported exercise behavior para conocer los hábitos deportivos, el Self-reported healthy eating behavior para conocer los hábitos alimenticios, el TPB measures of exercise and healthy eating para conocer lar elación entre salud alimenticia y deporte, el Intention for exercise and healthy eating para estudiar las intenciones sobre la relación deporte-alimentación, el Attitude for exercise and healthy eating para conocer las actitudes hacia la relación deporte-alimentación, el Subjective norm for exercise and healthy eating con lo que analizar lo que se considera “normal” en la relación deporte-alimentación y por último el Perceived behavioral control for exercise and healthy eating para conocer la percepción del control sobre la relación deporte-alimentación.
Igualmente, todos los participantes informaron de su peso y altura por lo que se pudo calcular el Índice de Masa Corporal, sabiendo que valores superiores a 25 kg/m2 se considera sobrepeso.
Los resultados informan que el 48,7% de los participantes tenían sobrepeso. Sobre los cuestionarios empleados, se ha observado una relación significativa entre el ejercicio y la alimentación en función de la intención y la actitud.
Esto es aquellas personas que tenían la intención de mantener una alimentación saludable con un ejercicio adecuado eran los que más posibilidades tenían de realizarlo. Igualmente, los que mostraban una actitud más positiva hacia esta relación eran los que luego tenían mayores probabilidades de mantener dicha relación entre deporte y alimentación. No encontrándose estas relaciones significativas entre el grupo de personas obesas, a los que les “faltaba” la intención o la actitud hacia el deporte y a alimentación sana.
Los trastornos alimenticios que afectan al peso también modifican nuestro sentido del gusto:Https://t.co/qHfH6kA67e — MUY Interesante (@muyinteresante) 11 de julio de 2016
Relación deporte y alimentación
Hay que tener en cuenta que en el estudio únicamente se han recogido información sobre lo que dicen los participantes, y no tanto lo que hacen con respecto al ejercicio físico, medida que sería más objetiva a la hora de poder establecer conclusiones al respecto.
Hay que destacar que los análisis se han realiza sobre una población muy concreta, los griegos, con una dieta mediterránea saludable, que no se encuentra en otros países, por lo que para concluir al respecto es preciso realizar nuevas investigaciones.
Tal y como indican los autores del estudio, el conocer los factores de intencionalidad y actitud hace que se deban de replantear los programas de intervención para incentivar el deporte centrado en estos dos factores.
Igualmente hay que afrontar que las campañas deben de estar orientado hacia las personas que ya sufren de obesidad, ya que son estos los que más dificultades tienen para activar la intención por realizar deporte y comer sanamente, e igualmente los que tienen una peor actitud hacia los beneficios de ambos.
Consejos para prevenir problemas de alimentación
– Manen una dieta equilibrada, donde no faltan frutas y verduras
– Procurar siempre quedarte con un poco de gana, sin llegar a la saciedad
– Realizar ejercicio moderado diariamente y a ser posible al aire libre
– Hidratarse bien antes y después del ejercicio
– Si ve que su peso sube o baja más de tres kilos a la semana sin hacer nada para ello, acuda a un endocrino