Entrevista con D. Alfonso Mozos. Psiquiatra. Doctor en la USC tras publicar la tesis doctoral «Perfil de los movimientos oculares en la Esquizofrenia», quien nos habla de un novedoso método de diagnóstico de la esquizofrenia.
– ¿Qué es la esquizofrenia y que signos y síntomas presenta?
La esquizofrenia es una enfermedad dramática y devastadora que afecta en torno al 1% de la población mundial.
Es una patología que incluye síntomas positivos ( delirios, alucinaciones auditivas) y negativos ( contacto pobre, afecto aplanado. aislamiento social).
– ¿Es un trastorno adquirido o genético?
La etiología más plausible hasta el momento actual postula que existe una predisposición genética y que la enfermedad se desarrolla ante un factor desencadenante ( estresor vital: estudios universitarios, relación disarmónica de pareja o consumo de sustancias: cannabis, ketamina…).
– ¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?
Hasta la fecha no se ha encontrado ninguna prueba diagnóstica para la enfermedad.
Lo que sí se está investigando en marcadores biológicos que son hallazgos cuantitativos que ayudan al clínico a reforzar el diagnóstico: niveles de glutamato, movimientos oculares, genes, sustancias inflamatorias.
– ¿Qué limitaciones presentan los métodos actuales de diagnóstico?
Hasta el momento el diagnóstico es clínico a través de la evaluación de un Psiquiatra, donde valoramos el conjunto de síntomas positivos y negativos.
Con las consecuentes limitaciones de decirle al paciente » yo creo que usted padece una esquizofrenia».
Por tanto estamos buscando marcadores para reforzar nuestro diagnóstico clínico y así minimizar el errores a la hora del diagnóstico.
– ¿Qué relación tiene la esquizofrenia con los movimientos oculares?
Nosotros hemos realizado un trabajo de investigación de los movimientos oculares en la esquizofrenia. 47 controles y 47 sujetos con esquizofrenia.
– ¿Se puede emplear esta relación como método de diagnóstico?
A través de la electronistagmografía encontramos que todos los controles estaban bien ubicados como controles y que un 87% por ciento de los esquizofrénicos estaban bien ubicados como tales.
https://youtu.be/dsVhRZQlGd0
– ¿Qué porcentaje de éxito tiene el diagnóstico a través de los movimientos oculares?
Con el análisis discriminante podíamos afirmar que a través de los movimientos oculares acertábamos el diagnóstico en un 93% de los sujetos a estudio.
– ¿Está ya el sistema suficientemente validado para poderse emplear en la práctica clínica diaria?
Después de la publicación de la tesis doctoral estamos buscando financiación a través de diferentes vías para poder implantar este sistema en la práctica clínica diaria y usar este marcador biológico como ayuda diagnóstica de la enfermedad.
Un aparato de videonistagmografía ronda los 35.000 euros. Haría hincapié en que la labor del clínico sigue siendo fundamental porque la alteración de los movimientos oculares puede aparecer en patologías como el Asperger o TDAH.
Desde aquí mi agradecimiento a Entrevista con D. Alfonso Mozos Psiquiatra. Doctor en la USC tras publicar la tesis doctoral «Perfil de los movimientos oculares en la Esquizofrenia», por habernos acerdado a este novedoso método de diagnóstico de la esquizofrenia.
El abandono del alcohol es un proceso largo y difícil para algunas personas, sobre todo si han empezado desde jóvenes.
El alcohol como cualquier otra sustancia adictiva va a requerir de un proceso de abandono del alcohol para desintoxicar al organismo, permitiendo superar la dependencia generada.
Abandono del alcohol
Este proceso de abandono del alcohol va a requerir de mucho esfuerzo por parte de la persona. Un camino que se ha visto que es más fácil cuando se hace guiado por un especialista.
A pesar de que está la opción de la terapia individual, la terapia grupal parece ser la que da mejores resultados para conseguir el abandono del alcohol, ya que el ver a otros están ante el mismo problema y cómo van superando las dificultades, les da al resto de los participantes fuerzas por continuar en su camino de no beber.
Uno de los efectos del alcoholismo o el consumo crónico de alcohol es que la persona poco a poco va aislándose de sus familiares y seres queridos.
A pesar de lo que pueda parecer, con respecto del consumo de alcohol como algo social, lo cierto es que esos amigos se van cuando «acaban las copas» y quien tiene que «aguantar» los efectos del alcohol son la pareja o los familiares, los cuales «sufren» sus consecuencias.
En el proceso contrario, el de desintoxicación y abandono del alcohol, es de esperar que la persona vaya recuperando esa confianza que ha perdido de los demás, pero ¿Cómo cambia la personalidad en el proceso de abandono del alcohol?
Desintoxicación de alcohol
Esto es precisamente lo que ha tratado de responderse mediante una investigación realizada el Laboratory Epsylon, Dynamics of Human Abilities & Health Behaviors, CEPS Platform European, Methodology Platform for Non Pharmacological Interventions (NPIs), Department of Medicine, Subject and Society Sciences, Sport Sciences, University of Montpellier, Montpellier, junto con el Addiction Treatment Unit, Hospital Caremeau, Nîmes, y el Inserm Département d’Information Scientifique et de Communication (DISC), Mission Inserm Associations, Paris (Francia) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Psychology.
En el estudio participaron ciento cuarenta y cinco mayores de dieciocho años, de los cuales el 41% eran mujeres, con una edad media de cuarenta y siete años.
Todos ellos empezaban una terapia en grupo ya que trataban de dejar la dependencia alcohol. Los participantes provenían de seis organizaciones como Alcohólicos Anónimos.
De todos ellos se extrajo información sobre el consumo habitual de alcohol, además de otras variables sociodemográficas.
Igualmente se empleó un cuestionario estandarizado para evaluar distintos aspectos de la personalidad a través del Gordon’s Survey of Interpersonal Values (S.I.V.).
A través de este cuestionario se evalúan seis factores orientadas a medir la adaptabilidad personal, social y marital de la persona.
Se administró el S.I.V. en cinco momentos, al principio de empezar con la terapia en grupo, tomado como la línea base, y cada tres meses hasta completar el año de investigación.
A pesar que únicamente completaron el estudio al completo un 36,5% de los que lo iniciaron, los resultados muestran un incremento significativo en las puntuaciones de conformismo e independencia.
Es decir, la persona ahora se muestra más conforme con las demandas y reglas sociales; sintiéndose libre y responsable de asumir sus propias decisiones.
Diferencias significativas que sólo se observaron en quienes completaron los doce meses de tratamiento y no entre los que recayeron en el consumo de alcohol.
Tratamiento alcohol
Un dato a destacar es que los autores encontraron que en todos los casos, tanto en los que completaron con éxito los doce meses, como entre aquellos que lo abandonaron, en todos los casos el sentimiento de aislamiento provocado por los efectos de consumo crónico de alcohol se redujo gracias a la terapia en grupo.
Ya no se trata tanto de que efectivamente se esté «curando», si no de encontrar a otros que entienden el problema y lo comparten, lo que hace que la persona se sienta menos sola y aislada del resto.
Hay que tener en cuenta que la investigación no recoge el tiempo de consumo previo de cada participante, ni los efectos neuronales que esto ha provocado en cada caso, por lo que no se puede extrapolar los resultados hasta concretar más la población objeto de estudio.
El estudio no ha realizado una comparación entre terapia individual y grupal, con lo que no se puede concluir sobre cuál es más efectiva para el tratamiento de la dependencia al alcohol, ni si los efectos sociales positivos son debidos a la propia terapia grupal o no.
Igualmente no está suficientemente justificada la selección del S.I.V. como herramienta de evaluación de los aspectos sociales de la personalidad, en vez de emplear otros instrumentos más amplios de la personalidad como el Big Five, que darían más información sobre en qué factores afecta este tipo de tratamiento.
A pesar de las limitaciones anteriores hay que destacar los beneficios de la terapia en grupo para el tratamiento del alcoholismo, ya no sólo en cuanto a conseguir el abandono del alcohol, si no también por el apoyo social recibido, lo que ayuda a superar el sentimiento de soledad que conlleva el alcoholismo.
Una de las circunstancias más difíciles para el personal sanitario es detectar a tiempo la depresión post-parto.
Aunque se ha avanzado mucho en cuanto a los cursos preparatorios al parto sobre la toma de conciencia de los cambios que va a experimentar la mujer, eso no parece ser suficiente para evitar la aparición de la depresión post-parto.
Depresión post-parto
Tal y como su nombre indica, la depresión post-parto, es un estado de ánimo decaído, con escasa concentración, con falta de energía, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño e incluso pueden aparecer ideas suicidas, y todo ello surge al poco de dar a luz.
Acompañando a la depresión post-parto, suele presentarse pensamientos psicóticos, en lo que se conoce como psicosis post-parto, pensamientos que separan a la mujer de la realidad, presentando alucinaciones y cambios bruscos en el estado de ánimo, lo que en ocasiones puede requerir ser hospitalizada.
Una de las principales dificultades es que cuando la mujer se encuentra en este estado, normalmente no se da cuenta de las consecuencias de sus actos y difícilmente va a solicitar ayuda para ello, poniendo así en riesgo su propia vida y la de su bebé, pero ¿Se puede prevenir la depresión post-parto?
Depresión postparto
Esto es lo que ha tratado de responderse desde la Computer Science Unit, Department of Physical Sciences, Al-Hikmah University, Ilorin, Nigeria, junto con la Computer Science and Engineering Department, Obafemi Awolowo University, Ile Ife (Nigeria), cuyos resultados han sido publicados en la revista científica International Journal of Computer Science and Software Engineering (I.J.C.S.S.E.).
Para ello ha desarrollado un software en donde se recoge información de la madre, la cual es analizada para extraer el porcentaje de riesgo de padecer psicosis post-parto.
De los componentes de la depresión post-parto los investigadores se han decantado por detectar la presencia de psicosis post-parto como elemento predictivo de la propia depresión post-parto.
El software está diseñado para ser aplicado a la madre en cinco momento diferentes coincidiendo con el momento de recibir la vacuna el menor según el calendario usado en Nigeria.
Esto es, de cero a dos semanas; a las seis semanas; a las diez semanas; a las catorce semanas; y a los seis meses después de haber dado a luz.
Es decir, mientras se atiende al menor, se le va a realizar un test de diez preguntas a la madre para evaluar la existencia de síntomas que puedan hacer sospechar la presencia psicosis post-parto.
Según los autores, los beneficios de esta herramienta son evidentes, tanto para la salud de la madre como para la del menor, posibilitando que intervenga lo más rápidamente posible un especialista de la salud cuando así se requiera.
Depresión posnatal
A pesar de explicar el proceso para la creación del cuestionario y de cómo este ha sido implementado informáticamente, el estudio no informa sobre que se haya realizado ningún ensayo a una muestra que garantice que la herramientas está evaluando correctamente lo que indica.
Tampoco menciona que dicho test haya sido contrastado con otros instrumentos estandarizados empleados para evaluar la presencia de episodios psicóticos, con lo que refutar su validez.
Ni siquiera menciona en qué casos funciona y en cuales no, por lo que es difícil su aplicación práctica sin conocer estos datos.
Contando con las limitaciones anteriores, si efectivamente el software funciona es un importante paso para la detección temprana de síntomas de la psicosis post-parto y con ello de la depresión post-parto.
Experto Colaborador:
Formal de selección temprana para la depresión postparto no es sólo la mejor práctica, pero también muy factible con una breve medida de cribado estructurada. La Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS) es una de 10 ítems, cuestionario autoadministrado que se ha demostrado que la proyección de valores a las 4-6 semanas después del parto cuando se administra 2-3 días después del parto.
Teniendo en cuenta en este intervalo antes de tiempo después del parto, EPDS ayuda a predecir la depresión posparto, lo que permite la iniciación de los esfuerzos de prevención secundaria que se centran en la reducción de la prevalencia, así como la duración de la enfermedad.
Entrevista con Dª Amelia Zamora Bayón quien nos introduce en este novedoso abordaje de los problemas de alimentación mediante el método Thinking.
– ¿Qué es el método Thinking y cuál es su objetivo?
El Método Thinking es una intervención multidisciplinar (medicina, nutrición, psicología y actividad física) para los trastornos alimentarios y de la ingesta de alimentos por exceso (que no por restricción como la anorexia nerviosa): bulimia nerviosa, trastorno por atracón y trastorno por atracón nocturno, adicción a la comida, el comer compulsivo, etc. Es decir, abordamos la relación patológica con la comida.
El objetivo del Método Thinking es ayudar a las personas que sufren estas problemáticas a lograr cambios a largo plazo, aquellos que les permitan mantenerse en un peso saludable. Para ello, el proceso se divide en 4 etapas de cambio psicológico (liberación, consolidación, construcción y equilibrio) y otras cuatro de reeducación alimentaria (cuatro módulos de alimentación).
– ¿Cómo surgió el método Thinking?
El Método Thinking nace de la propia experiencia de Diego Olmedilla, su creador. Harto de deambular sin éxito por el mundo de las dietas, la nutrición y la frustración, se preguntaba por qué no era capaz de conseguir y mantener un peso adecuado. Olmedilla acabó dándose cuenta de que las dietas no ofrecían más que una solución parcial al problema de la obesidad y el sobrepeso. A partir de ahí investigó y se formó en el tratamiento de adicciones y formó un equipo multidisciplinar para abordar el problema.
– ¿A quién va dirigido el método Thinking?
Además de intervenir con psicopatologías alimentarias y de la ingesta de alimentos, el Método Thinking también está indicado para todas aquellas personas que, queriendo bajar peso no lo consiguen y acumulan muchos procesos de dieta abandonados o fracasados, porque al poco tiempo se vuelven a ganar los kilos perdidos e incluso para todas aquellas personas que, no necesitando perder peso, tienen una relación tormentosa con la comida.
El Método Thinking es un plan de tratamiento adecuado para cualquier persona que quiera dar el paso hacia una vida saludable. Un estilo de vida en el que comer sano, hacer ejercicio, reservar tiempo para el autocuidado y aprender a manejar emocionalmente las adversidades de la vida, sean objetivos prioritarios. Thinking es un gran facilitador para el cambio.
El método es accesible a cualquier persona en cualquier parte del mundo gracias al Thinking Line, la versión on-line del tratamiento.
– ¿Existe alguna limitación de edad mínima o por encima para aplicar el método Thinking?
Por ahora trabajamos con adultos y adolescentes. Con el tiempo también nos gustaría proponer una adaptación del método a la población infantil, ya que el asunto de la obesidad en la infancia es un problema grave.
Con respecto a ancianos, también trabajamos con ellos, pero el control médico es más exhaustivo porque la mayoría presentan problemas médicos comórbidos con la obesidad o de otro tipo.
– ¿Cuántas sesiones se requieren en el método Thinking?
El tiempo medio de tratamiento en Método Thinking oscila entre los seis y los doce meses. En realidad depende mucho de cada caso. Las personas con obesidades o con obesidades mórbidas tienen que perder muchos kilos y eso les obliga a estar muchos meses en la fase de Liberación (fase inicial del método en la que uno de los objetivos es la pérdida de peso). Son esperables pérdidas mensuales de entre un 7% y un 10% para los varones y entre un 5% y un 7% para las mujeres.
Es necesario que las personas estén cerca del peso saludable para pasar a la siguiente fase, Consolidación. Al finalizar el proceso, los pacientes han tenido que estar al menos tres meses en la fase de Construcción comiendo de todo (módulo 4 de alimentación).
– ¿Cómo es una sesión en el método Thinking?
Como te he comentado anteriormente, el Método Thinking es una estrategia multidisciplinar. Nuestros pacientes disfrutan de sesiones individuales con todos los profesionales implicados en su tratamiento: el médico, el nutricionista, el psicoterapeuta y el preparador físico. También interviene un coach en determinados casos, especialmente cuando detectamos que la terapia no es tan necesaria.
Además de estas sesiones individuales, Thinking utiliza el grupo de terapia como herramienta fundamental. Los pacientes vienen a las terapias grupales dos, tres o más veces a la semana. Una vez a la semana llevamos a cabo un grupo de Mindfulness.
También hay grupos de ejercicio físico semanales y todos los meses ofrecemos una gran variedad de talleres monográficos: neurociencia, coaching, autocontrol, mitos sobre la nutrición, son algunos ejemplos.
Uno de nuestros objetivos para el 2016 es la implementación del “ocio saludable”, es decir, alternativas de tiempo libre orientadas a la vida sana. Creemos que con esta nueva línea de intervención el Método Thinking será sin dudarlo el tratamiento más completo y eficaz para tratar los problemas de sobrepeso y obesidad de los que se ofrecen en España.
– ¿Tiene una base científica el método Thinking?
Sí, el Método Thinking está basado en tratamientos empíricamente validados para la intervención en problemas de adicción y trastornos de la alimentación y de la ingesta de alimentos. Además, aplicamos herramientas terapéuticas como el Mindfulness y la Terapia de Aceptación y compromiso que son terapias de tercera generación con un creciente apoyo científico. Asimismo, tenemos en cuenta las aportaciones de la neurociencia, de la psicología social y de la sociología.
Estamos al corriente de las publicaciones científicas, es más, también queremos desarrollar estudios y realizar publicaciones.
En el año 2014 publicamos un artículo en la Revista Clínica Contemporánea del Colegio de Psicólogos en el que explicamos el trabajo grupal que realizamos para tratar los problemas de obesidad:
http://www.copmadrid.org/webcopm/publicaciones/clinicacontemporanea/cc2014v5n1a4.pdf
Además tenemos acuerdos de cooperación educativa con la Universidad Pontificia de Comillas y con la UEM.
– ¿Qué diferencia al el método Thinking de otros tratamientos para problemas similares?
El Método Thinking es un abordaje integral y científico para el tratamiento de los trastornos adictivos y los trastornos de la alimentación. Éstas son problemáticas de salud mental muy complejas y de difícil abordaje, su tasa de recuperación es muy baja, estando entre el 20% y el 30%. Nuestras estadísticas hablan de una tasa de recuperación por encima del 50%, incluso del 60%.
Nuestro tratamiento ofrece toda una batería de herramientas multidisciplinares que buscan el cambio a largo plazo. Por ello, una vez que nuestros pacientes reciben el alta al finalizar la fase de Construcción pueden seguir viniendo y haciendo terapia en la que llamamos fase de Equilibrio. En ella pueden seguir contando con nuestro apoyo el tiempo que necesiten para apuntalar todos los cambios y habilidades que han adquirido.
– ¿Se puede uno formar en el método Thinking?, y de ser así ¿Cómo y cuando?
La idea de formar a profesionales es una idea que tenemos en mente pero que aún no hemos desarrollado. Por ahora colaboramos con diferentes universidades para formar a alumnos de prácticas del grado de psicología.
Desde aquí mi agradecimiento a Dª Amelia Zamora Bayón, por habernos acercado a este nuevo desarrollo terapéutico para combatir problemas relacionados con la alimentación denominado método Thinking: Psiconutrición.
Uno de los grandes problemas que tienen los fumadores es que a pesar que quieren no consiguen dejar de fumar.
Al menos así lo han experimentado miles de personas durante años, lo que ha motivado cierta controversia al respecto, sobre si realmente los fumadores querían dejar de fumar o no.
Adicción al tabaco
Hay que tener en cuenta que se trata de una adicción a sustancias, en este caso a la nicotina. Esto hace que el dejarlo provoque lo que se denomina «el mono», un ansia por volver a tener contacto con la droga, unido a irritabilidad, búsqueda del aislamiento, falta de apetito e incluso desatención personal.
Esto acompañado a una «necesidad fisiológica» de recibir la misma cantidad de nicotina que con anterioridad conseguía con el consumo de tabaco.
Pero esta dependencia física es «efímera», y en pocos días, o a lo máximo semanas, se disipa y se «olvida». El organismo se adapta a la nueva situación y deja de «reclamar» dicha sustancia.
Aun y con esto, no se puede considerar que la persona esté desintoxicada, ya que queda superar la dependencia psicológica, que hace que la mayoría de los que lo dejan recaigan, pero ¿Por qué es tan difícil dejar de fumar?
Dejar de fumar
Esto es precisamente lo que se ha tratado de responder con una investigación realizada desde el College of Arts and Sciences, Universiti Utara Malaysia conjuntamente con el Department of Group Human Capital, Kuala Lumpur (Malasia) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica International Journal of Social Science and Humanity.
En el estudio participaron seis fumadores crónicos, de los cuales dos eran mujeres, con más de cinco años de fumar.
A todos ellos se les entrevistó personalmente para conocer sus hábitos de consumo, las variables que facilitaban dicho consumo, y sus creencias con respecto a los efectos sobre la salud del tabaco.
El estudio informa que el ambiente de trabajo y el hogar son los lugares en donde se les facilita el fumar; igualmente afirmaban que lo hacían por hábito o cuando estaban estresados; y todo ello a pesar de conocer los efectos negativos del tabaco.
Los autores del estudio indican que existe una disonancia cognitiva, es decir, una diferencia entre lo que piensan (el tabaco es malo para la salud) y lo que hacen (fumar de forma habitual).
Según la teoría de la disonancia cognitiva, al final el pensamiento y el comportamiento se acabarán equilibrando, por ejemplo dejando de fumar.
En el caso concreto de los participantes habían desarrollado estrategias cognitivas para reducir su presión con ideas como «llevo fumando muchos años y no me ha pasado nada».
Disonancia cognitiva
Una de las limitaciones del estudio es el escaso número de participantes, e igualmente el haber recogido sólo información de forma cualitativa, sin incorporar ninguna evaluación mediante escalas o cuestionarios.
Hay que tener en cuenta que en Malasia no está restringido el consumo de tabaco en espacios cerrados, tal y como lo está en muchos países de Europa, de ahí que en Malasia el trabajo sea un lugar propicio para fumar.
A pesar de lo anterior, el estudio ofrece una visión importante para explicar el fracaso por dejar de fumar, ya no es que los fumadores no sepan sobre los efectos negativos del tabaco, que lo saben; sino es que no lo «quieren ver».
Justificándose, minimizando las consecuencias, o con cualquier otra estrategia reducen la presión de la disonancia cognitiva, lo que hará que no quieren dejarlo realmente.
La fibromialgia durante muchos años ha sido desatendida en el ámbito clínico por sus características.
El dolor es la señal del organismo que se genera para avisar de que algo no va bien.
Definiendo fibromialgia
El dolor puede provenir tanto desde el exterior, como del interior, pero cuando el dolor se convierte en un problema en sí misma, «doliendo» el cuerpo sin ningún tipo de justificación externa o interna, es cuando se denomina síndrome de fibromialgia.
A pesar de que existía bibliografía con respecto a pacientes que venían a consulta quejándose de un incómodo dolor que le impedía llevar una vida normal, no se atendía estos casos adecuadamente.
Se ha tenido que esperar, hasta hace unos escasos años, para ser reconocido como un síndrome, para empezar a buscar tratamientos oportunos para ello.
Pero sobre todo y más importante, ha adquirido consideración desde el punto de vista médico, a partir del desarrollo tecnológico, lo cual ha permitido diseñar aparatos para evaluar los niveles de dolor sin necesidad de que la persona diga nada.
Actualmente se siguen dos vías de investigación con respecto a la fibromialgia, aquel que busca cómo mejorar la calidad de vida de los pacientes que lo sufren, y la que trata de averiguar porqué se produce, y qué factores están implicados en su avance, pero ¿Se relaciona la obesidad con la fibromialgia?
Obesidad y fibromialgia
Esto es precisamente lo que trata de averiguarse desde la Division of Rheumatology, Department of Medicine, University of Puerto Rico, Medical Sciences Campus, San Juan y el Retrovirus Research Center, Department of Internal Medicine, Universidad Central del Caribe School of Medicine, Bayam´on (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Obesity.
En el estudio participaron 144 mayores, 95,1% mujeres de 21 años, todo ellos diagnosticados y tratados con el síndrome de fribromialgia.
A todos se les registró su peso y altura, para determinar si sufrían o no sobrepeso, considerándose en este segundo grupo a quienes obtenían puntuaciones superiores a 25 kilos divido entre el doble de su altura (índice de masa corporal).
Se registró igualmente las variables sociodemográficas de los participantes, edad, género, años de estudio; período desde que sufre el síndrome; la presencia de conductas de riesgo como el consumo de alcohol o tabaco; los hábitos saludables de vida como la práctica de ejercicio moderado.
Igualmente se evaluó mediante autoinforme la presencia de problemas de salud asociados al síndrome de fibromialgia como, insomnio, dolor de cabeza, ansiedad, anorexia, depresión, pérdida de memoria, diarreas, parestesias,…
Los resultados informan que en el 75.7% de los pacientes con síndrome de fibromialgia además se presenta obesidad.
Igualmente los análisis muestran una relación significativa entre la obesidad en pacientes con síndrome de fibromialgia y la presencia significativa de problemas de memoria y de ansiedad.
No existiendo diferencias significativas en función de ninguna otra variable sociodemográfica.
Los autores resaltan la importancia de sus resultados, dado las graves consecuencias que sobre la calidad de vida del paciente tiene la fibromialgia.
Tratamiento fibromialgia
Una de las limitaciones del estudio es el empleo de los autoinformes para la recogida de datos sobre los síntomas asociados al síndrome de fibromialgia, algo que se ha visto superado en los últimos años con nuevos métodos de investigación más fiables.
Hay que tener en cuenta la desigual proporción de participantes en cada uno de los grupos; ya que aunque no tendría por qué cambiar los resultados, se debería de haber seleccionado grupos con un número equiparable de participantes para poder concluir al respecto.
Igualmente se precisa observar si existe esta relación entre las personas obesas y altos niveles de ansiedad junto con problemas de memoria, entre aquellas personas que no padecen el síndrome de fibromialgia, o es un intermediador necesario.
Por último, el estudio no establece si la relación existente entre la obesidad y el síndrome de fibromialga es de causa-efecto, o cuál de las dos se produce primero.
A pesar de las limitaciones, el estudio evidencia un problema de salud como es el síndrome de fibromialga, al que además hay que prestar especial atención si se sufre sobrepeso, ya que va a tener acompañado una sintomatología que va en detrimento de la calidad de vida de los pacientes.
Aspecto que hace replantearse en estos casos la forma de intervenir, ya que se esperaría que con la reducción del peso, se podría mejorar muchos de estos síntomas asociados, con lo que luego resultaría más efectivo el tratamiento específico del síndrome de fibromialga.
Experto Colaborador:
Las mujeres con sobrepeso y obesidad – especialmente los que no ejercen en absoluto o ejercicio por menos de una hora a la semana – se encuentran en mayor riesgo de desarrollar el trastorno generalizado dolor de la fibromialgia.
Otros factores de riesgo sospechosos para la fibromialgia incluyen eventos estresantes o traumáticas como un accidente de automóvil, los antecedentes familiares, o la presencia de enfermedades reumáticas como lupus.
En la última iteración de investigación establecer vínculos fibromialgia-obesidad, un equipo de la Clínica Mayo, Rochester, Minnesota, el estado evaluado Índice de Masa Corporal (IMC) y su asociación con la gravedad de los síntomas y la calidad de vida [Kim et al. 2012].
En este estudio, 888 pacientes con fibromialgia que fueron vistos en una clínica de tratamiento de la Fibromialgia completaron el Cuestionario de Impacto de Fibromialgia (FIQ) y la encuesta de salud Short Form 36 (SF-36).
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