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  • ¿Eres sensible a sufrir el síndrome de Burnout?

    ¿Eres sensible a sufrir el síndrome de Burnout?

    El síndrome de Burnout se define desgaste profesional, debido a causas asociadas al estrés, un reciente estudio lo relaciona con factores de personalidad.

    Síndrome de Burnout

    No te has sentido abatido y sin ganas para levantarte a trabajar, terminas agotado y todavía es lunes, puede que hayas vivido estos síntomas y no sepas que puedes estar sufriendo el síndrome de Burnout o de desgaste profesional, una realidad que cuesta miles de dolares a las empresas por las continuas y repetidas bajas de sus trabajadores que deben ser sustituidos por otros eventuales.
    Entre sus síntomas está la fatiga crónica, unido a un sentimiento de incompetencia, con anhedonía, es decir que ya no encuentra interesante aquello que antes le motivaba, con sensación de faltarle tiempo y de «no llegar» a cumplir con las tareas.

    Desde de punto de vista psicosomático, el mantenimiento crónico del estrés dado por la situación laboral va a conllevar una serie de riesgos para la salud de la persona asociado a altos niveles de cortisol (hormona del estrés), que se va a traducir en dificultades para dormir, agotamiento, irritabilidad, pero también aparición o agravamiento de dolencias, molestias y otras patologías psicosomáticas, debido a que mientras está activo el estrés, están inactivos el sistema inmune y otros del organismo considerados «innecesarios» para la respuesta requerida por el organismo.
    Aclarar que existen puestos que conllevan mayor carga de estrés, sobre todo cuando estos son de cara al público o que tienen literalmente la vida de otros en tus manos, tal y como son los controladores aéreos, pero también los pilotos, conductores de trenes o autobús. Pero no sólo los trabajos que conllevan mayor carga o responsabilidad, también y paradójicamente, aquellos más monótonos y repetitivos, que apenas requieren de esfuerzos ni atención, precisamente por el sinsentido y tedioso de su labor, puede llevar a desencadenar un síndrome de Burnout.
    Al respecto ha avanzado mucho la legislación laboral estableciendo límites en cuanto a jornadas trabajo y de descanso, así como horas máximas seguidas de trabajo, garantizando de ésta forma que la persona esté en condiciones lo más óptimas posibles para realizar éste tipo de trabajos de tanta responsabilidad.
    Otras profesiones que sufren de estrés crónico asociado a su puesto son los docentes, que tienen que «lidiar» con sus alumnos todos los días, especialmente cuando estos son adolescentes y el personal sanitario, máxime cuando se trata de profesionales que atienden las urgencias o son los encargados de realizar las operaciones, pero también enfermeros, celadores y psicólogos, que tienen que estar atendiendo constantemente al público.

    Indicar que a pesar de mostrar síntomas similares a los de Moobing o Acoso Laboral, en donde se produce un estrés crónico y con ello consecuencias semejantes en la salud, la motivación de uno u otro son completamente diferentes. En el síndrome de Burnout, es el propio trabajo, cómo está configurado en cuanto a duración y turnos, o las exigencias de efectividad y eficacia asociados al puesto, lo que lleva a dicho agotamiento. En cambio en el caso del Moobing, existe una intención, por parte de un jefe o un compañero, por «hacerle la vida imposible», «atacándole» para forzarle a que deje su puesto, utilizando para ello cualquier tipo de «argucia» que va a traer como consecuencia síntomas similares asociados también al estrés.
    Igualmente es conveniente recordar que el estrés por sí no es malo, ya que sirve al organismo para prepararse para dar la respuesta oportuna demandada en cada momento, pero si esta se mantiene durante demasiado tiempo y se convierte en crónica es cuando va a traer consecuencias a medio y largo plazo, en forma de enfermedades psicosomáticas, ¿Pero por qué uno enferma en su puesto de trabajo y su compañero no?



    Acoso escolar

    A ésta pregunta ha tratado de dar respuesta un estudio realizado por Yanbu University College (Arabia Saudi) recientemente publicado en International Journal of Academic Research in Business and Social Sciences. En éste estudio se evalúan distintos factores de personalidad para compararlo con los niveles de Burnout encontrados entre el personal sanitario de los hospitales privados.
    En el estudio participaron 90 profesionales de la salud en donde completaron el cuestionario para evaluar la presencia de síndrome de Burnout y otro de personalidad, en concreto el Big Five, donde se evalúa cinco grandes factores como son, Extraversión, Apertura a la experiencia, Responsabilidad, Amabilidad y Estabilidad Emocional o Neuroticismo.
    Los resultados del estudio concluyen que entre el personal sanitario que mostraron más síntomas del síndrome de Burout, se correlacionaba con rasgos de personalidad, bajos niveles de neuroticismo (mostrándose ansiosos, depresivos, inestables emocionales, impulsivos y vulnerables) y altos de responsabilidad (siendo planificados, ordenados, orientados al logro, con alto auto-control y sentido del deber).

    Acoso laboral

    Esto es, aquellas personas que de por sí, son más responsables e implicados en lo que hacen, buscando con ello el éxito profesional y personal, pero que son inestables emocionales, impulsivos y con tendencia a la depresión, son precisamente éstas personas las más expuestos a sufrir el síndrome de Burnout, en aquellos puestos que requieren de gran dedicación en cuanto a tiempo y esfuerzo, con un trabajo continuado de cara al público, y de cuyo resultado en muchos casos depende la vida de otras personas, y además debe mostrar una escasa implicación emocional, como es el caso del personal sanitario.


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  • ¿Cuál es la relación entre el insomnio y la depresión?

    ¿Cuál es la relación entre el insomnio y la depresión?


    Un reciente informe pone en tela de juicio los efectos de los medicamentos en favor de la terapia contra el insomnio como forma de superar la depresión.

    Efectos de la depresión

    Entre los muchos efectos del trastorno por depresión mayor está la agitación, irritabilidad, fatiga, pérdida de interés por lo que antes le agradaba, sentimiento de desesperanza y dificultad para concentrarse, además de la alteración del sueño, que puede afectar tanto por exceso como por defecto.
    Siendo la depresión es el trastorno mental más común en Estados Unidos, de los cuales, más de la mitad muestran un defecto en la cantidad del sueño, denominado Insomnio, siendo éste definido por dificultad para conciliar el sueño, para permanecer dormido, o despertándose demasiado temprano, teniendo una reducción importante en cuanto a cantidad y calidad del sueño, ya que no es un sueño reparador.
    Lo que a su vez va a traer como consecuencias un aumento de irritabilidad, y cansancio, unido a una mayor «sensibilidad» hacia las infecciones, ya que el sistema inmune que se sobreactiva durante la noche, cuando el cuerpo está relajado y descansando; en cambio cuando no se concilia el sueño, el sistema inmune y el proceso de regeneración celular se ve interferido y perjudicado.
    El tratamiento del trastorno por depresión mayor incluye antidepresivos, el cual ha ido evolucionando para reducir el tiempo de tratamiento a la vez que aumenta su eficacia, además es recomendable seguir de psicoterapia, igualmente en algunos casos se utiliza terapia electroconvulsiva o fototerapia, aunque estos últimos están todavía aceptados por todas los terapeutas.



    Síntomas de la depresión

    Todos los síntomas asociados al trastorno de la Depresión Mayor, comentados inicialmente van a ir desapareciendo a medida que se va superando este trastorno, recuperando los niveles basales de sueño, además de los restantes síntomas como fatiga, irritabilidad y recuperación del peso inicial.
    Pero desde algunas universidades, varios grupos de investigación se han planteado si el insomnio es sólo un síntoma de la depresión o un trastorno por sí mismo que puede ser tratado de forma independiente y por tanto debe de aplicarse técnicas farmacológicas y terapéuticas específicas para el insomnio. Así se recomienda el tratamiento recetado con antihistamínicos, sedantes y antidepresivos, todo ello en bajo la supervisión del profesional de la salud y a dosis bajas, con los que evitar los problemas de tolerancia y dependencia.
    Al respecto un reciente estudio presentado en el National Institute of Mental Health informa de la interdependencia de ambos trastornos, considerándolos con entidad propia y que requieren tratamiento específico, a pesar de lo cual, la recuperación de uno de ellos va a repercutir en la recuperación de la otra. Algo que ya había sido recogido en la literatura, desde el tratamiento de la depresión, donde su mejora permite tener un nivel normal de sueño y con ello se supera el insomnio.
    El nuevo estudio realizado por la Universidad de Ryerson (Canadá) incorporado en el informe anteriormente indicado, plantea el efecto contrario en la relación de ésta dualidad depresión-insomnio, así mediante han desarrollado varios estudios, todavía con un numero reducido de pacientes, han comprobado cómo tratando el insomnio, los pacientes se recuperan de la depresión.
    Algo sorprendente, si se considera al insomnio como un mero síntoma de la depresión, pero que llega a ser «comprensible» si se consideran que tienen entidad independientes, pero interrelacionado entre sí, de ahí que se pueda encontrar dicho efecto, pero lo más sorprendente de éste grupo de investigación ha sido cuando han comparado la eficacia de dos tratamientos del insomnio, uno a base de farmacológico y otro empleando placebo, en ambos casos, apoyado por terapia psicológica.
    Los efectos encontrados son cuanto menos polémicos, ya que no sólo se consiguió la recuperación de los pacientes con insomnio independientemente del uso o no de medicamentos, sino que también, en casi el noventa por ciento de los participantes se recuperaron de la depresión.
    Un resultado que en ningún caso era esperable, ya que se estaría «curando» la depresión sin necesidad de medicamento ni intervención terapéutica específica ninguna, simplemente actuando mediante psicoterapia para tratar el insomnio.

  • ¿Sabes que el alcohol detiene la regeneración cerebral?

    ¿Sabes que el alcohol detiene la regeneración cerebral?


    Muchos han sido los descubrimientos con respecto a la regeneración cerebral, buscando potenciarlo, pero el consumo de alcohol se comporta como neurotóxico.

    El cerebro puede ser estudiado y analizado desde distintos planos, ya sea desde el puramente anatómico, donde cada uno de sus dos hemisferios “encierran” distintas áreas especializadas, siendo su atrofia o malformación causa directa de disfunciones orgánicas y organizativas, cuanto mayor sea la lesión mayor, será el efecto que sobre el resto del cuerpo produce; aunque cuando esta se da a edades tempranas tiene mayores visos de “solución” entendida como, que el propio cerebro se va a reestructurar, gracias a la neurogénesis, de forma que algunas habilidades van a ser “asumidas” por otras estructuras próximas, manteniendo así su funcionamiento; en cambio en otras ocasiones en que ésto no es posible, el cerebro va a “compensarlo” con el desarrollo de otras habilidades.
    Por ejemplo en caso de los invidentes, cuando ésto ha sido de nacimiento o en edades tempranas, van a desarrollar una mayor capacidad de orientación espacial, así como de los restantes sentidos, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, facilitado por la regeneración cerebral.
    La neurogénesis que recientemente se ha descubierto que también la tienen los adultos, aunque con una tasa de producción mucho menor, de ahí que “les cueste” más recuperarse de los traumatismos o episodios de ictus cerebrales; igualmente la reestructuración neuronal, donde ya “todo está en su sitio” dificulta que otras regiones puedan asumir nuevas funciones.
    Pero todas estas estructuras están interelacionadas por señales eléctricas y bioquímicas, las primeras conectan regiones próximas entre sí, mientras que las segundas se dirigen a zonas “alejadas” del cerebro donde promover los efectos deseados.
    Para ello existe toda una “batería” de neurohormonas encargadas de la regulación cerebral, comunicando excitaciones e inhibiciones de las distintas regiones, lo que va a “poner en marcha la maquinaria” que nos va a permitir, pensar, sentir y actuar. Un desequilibrio hormonal, una sobreproducción o disminución de alguna, o un bloqueo o hipersensibilización de los receptores correspondientes, van a alterar el normal desempeño de las funciones del cuerpo, que se puede expresar tanto a nivel orgánico, como motor o simplemente en el pensamiento o el mundo emocional de la persona que lo sufre.



    Un reciente estudio realizado conjuntamente por McLean Hospital, Harvard Medical School y Tulane University (EE.UU.) publicado en Journal of Addiction Research & Therapy en el que se analizan la eficacia en el aprendizaje entre bebedores ligeros y bebedores de botellona (binge drinkers), los cuales consumen gran cantidad de alcohol los fines de semana, cada vez más frecuente entre los preadoslescentes.
    Se analizaron los resultados en pruebas de habilidades del aprendizaje verbal y espacial comparando 22 binge drinkers frente a 29 bebedores ligeros. Encontrando diferencias en cuanto al aprendizaje verbal, pero no así en lo que respecta al aprendizaje espacial.
    Con anterioridad ya se ha establecido la relación entre el exceso de consumo del alcohol con problemas de aprendizaje, así como alteraciones del estado de ánimo, estando en el origen de depresiones, debido a un efecto neurotóxico del alcohol  que detiene los factores que promueven la neurogénesis y la plasticidad neuronal, impidiendo así la regeneración neuronal.
    Éste estudio permite diferenciar los efectos provocados en el aprendizaje y por ello en el proceso de memoria consecuente, aspecto que con anterioridad no había sido explorado en conjunto. Una limitación de este estudio surge en cuanto al medio empleado para la evaluación de la memoria espacial, a través de videojuego que se ve afectado por la destreza en el manejo previo en juegos similares.
    Queda abierta para nuevas investigaciones comprender el efecto neurotóxico del alcochol en la regeneración cerebral en cuanto al aprendizaje visoespacial.

    Bibliografía Recomendada:
    Sneider, J.T. y cols. (2013). Differential Effects of Binge Drinking on Learning and Memory in Emerging Adults. Journal of Addiction Research & Therapy.

  • ¿Diabetes causado por azúcar emocional?

    ¿Diabetes causado por azúcar emocional?






    El Impacto de las Emociones y el Estrés en la Diabetes: Un Análisis Profundo


    El Impacto de las Emociones y el Estrés en la Diabetes: Un Análisis Profundo

    Las emociones y el estrés juegan un papel crucial en la salud, especialmente en enfermedades crónicas como la diabetes. Este artículo explora en profundidad la compleja relación entre las emociones, el estrés y la diabetes, ofreciendo una visión integral de sus interacciones y consecuencias.

    1. Las Enfermedades Psicosomáticas y la Diabetes

    Las enfermedades psicosomáticas son aquellas en las que los factores psicológicos juegan un papel significativo en el inicio, curso y exacerbación de los síntomas físicos. La diabetes, aunque tiene una base fisiológica clara, puede ser fuertemente influenciada por factores psicológicos y emocionales.

    1.1 Definición y tipos de enfermedades psicosomáticas

    Las enfermedades psicosomáticas se clasifican generalmente en tres categorías:

    • Trastornos psicofisiológicos: Donde el estrés y las emociones afectan directamente la función corporal (ej. hipertensión, úlceras).
    • Trastornos de conversión: Donde los síntomas físicos representan conflictos psicológicos inconscientes.
    • Trastornos somatomorfos: Donde hay quejas físicas sin una base orgánica identificable.

    1.2 La diabetes como enfermedad psicosomática

    Aunque la diabetes tiene una base fisiológica clara, varios estudios han demostrado que los factores psicológicos pueden influir significativamente en su desarrollo y progresión:

    • El estrés crónico puede aumentar la resistencia a la insulina.
    • Las emociones intensas pueden alterar los niveles de glucosa en sangre.
    • La depresión y la ansiedad son más comunes en personas con diabetes y pueden afectar el manejo de la enfermedad.

    2. El Concepto de «Azúcar Emocional»

    El término «azúcar emocional» se refiere a la fluctuación de los niveles de glucosa en sangre que no se debe a causas dietéticas o metabólicas directas, sino a la influencia de las emociones y el estrés.

    2.1 Mecanismos fisiológicos del azúcar emocional

    El azúcar emocional se produce a través de varios mecanismos:

    • Activación del eje HPA: El estrés activa el eje hipotálamo-pituitaria-adrenal, liberando cortisol que aumenta la glucosa en sangre.
    • Sistema nervioso simpático: La activación del «modo de lucha o huida» aumenta la producción de glucosa hepática y disminuye la sensibilidad a la insulina.
    • Alteración de hábitos: El estrés puede llevar a cambios en la dieta y el ejercicio que afectan indirectamente los niveles de glucosa.

    Dato importante

    Un estudio publicado en el «Journal of Diabetes Science and Technology» en 2022 encontró que el estrés agudo puede aumentar los niveles de glucosa en sangre hasta un 40% en personas con diabetes tipo 2, incluso sin cambios en la dieta o medicación.

    2.2 Impacto a largo plazo del azúcar emocional

    La exposición prolongada al azúcar emocional puede tener consecuencias significativas:

    • Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en personas predispuestas.
    • Dificultad en el control glicémico para personas ya diagnosticadas con diabetes.
    • Aumento del riesgo de complicaciones diabéticas a largo plazo.

    3. Estrés y Diabetes: Datos Estadísticos y Estudios Recientes

    3.1 Prevalencia del estrés en pacientes diabéticos

    Varios estudios han investigado la relación entre el estrés y la diabetes. Aquí presentamos algunos datos relevantes:

    3.2 Impacto del estrés en el control glicémico

    Un metaanálisis publicado en la revista «Diabetes Care» en 2023 analizó 45 estudios sobre el impacto del estrés en el control glicémico:

    • El estrés crónico se asoció con un aumento promedio de 0.7% en la HbA1c.
    • Pacientes con altos niveles de estrés tenían un 32% más de probabilidades de tener un control glicémico deficiente.
    • Las intervenciones de manejo del estrés mostraron una reducción promedio de 0.5% en la HbA1c.

    3.3 Tipos de personalidad y riesgo de diabetes

    El estudio de la Universidad de Bharathiar mencionado anteriormente encontró una relación entre ciertos tipos de personalidad y la diabetes:

    Tipo de Personalidad Prevalencia en Pacientes Diabéticos Prevalencia en Grupo Control
    Tipo A (competitivo, impaciente) 65% 35%
    Tipo B (relajado, paciente) 25% 45%
    Tipo C (supresión emocional) 10% 20%

    4. Mecanismos Biológicos que Conectan el Estrés y la Diabetes

    4.1 El eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (HPA)

    El eje HPA es fundamental en la respuesta al estrés y tiene implicaciones directas en la regulación de la glucosa:

    • Cortisol: Hormona del estrés que aumenta la gluconeogénesis y reduce la sensibilidad a la insulina.
    • Hormona del crecimiento: Aumenta durante el estrés, antagonizando los efectos de la insulina.
    • Catecolaminas: Adrenalina y noradrenalina que incrementan la glucosa en sangre.

    4.2 Inflamación crónica

    El estrés crónico puede llevar a un estado de inflamación de bajo grado, que está implicado en la resistencia a la insulina y el desarrollo de diabetes tipo 2.

    4.3 Alteraciones en el microbioma intestinal

    Estudios recientes han mostrado que el estrés puede alterar la composición del microbioma intestinal, lo cual se ha relacionado con cambios en la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa.

    Investigación Reciente

    Un estudio publicado en «Cell Metabolism» en 2024 encontró que el estrés crónico altera específicamente la población de bacterias productoras de butirato en el intestino, lo cual se correlacionó con una disminución en la sensibilidad a la insulina en modelos animales.

    5. Estrategias Integrales para el Manejo del Estrés en Pacientes Diabéticos

    5.1 Intervenciones psicológicas

    • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen al estrés.
    • Mindfulness y meditación: Técnicas que han mostrado reducir el estrés y mejorar el control glicémico.
    • Terapia de aceptación y compromiso (ACT): Enfoque que combina la aceptación y la atención plena con estrategias de cambio de comportamiento.

    5.2 Modificaciones del estilo de vida

    • Ejercicio regular: Además de sus beneficios metabólicos directos, el ejercicio es un potente reductor del estrés.
    • Técnicas de relajación: Yoga, tai chi, respiración profunda, etc.
    • Mejora del sueño: El sueño adecuado es crucial para la regulación del estrés y el metabolismo.

    5.3 Apoyo social y educación

    • Grupos de apoyo: Compartir experiencias con otros pacientes puede reducir el estrés y mejorar el manejo de la diabetes.
    • Educación en diabetes: Un mejor entendimiento de la enfermedad puede reducir la ansiedad y mejorar el autocontrol.
    • Terapia familiar: Involucrar a la familia en el manejo de la diabetes puede mejorar el apoyo y reducir el estrés.

    5.4 Manejo farmacológico del estrés

    En algunos casos, puede ser necesario considerar intervenciones farmacológicas para manejar el estrés o la ansiedad asociada a la diabetes:

    • Antidepresivos (especialmente ISRS) para la depresión comórbida.
    • Ansiolíticos para el manejo a corto plazo de la ansiedad severa.
    • Betabloqueantes para síntomas físicos de ansiedad que pueden afectar el control glicémico.

    Nota: El uso de medicamentos para el manejo del estrés debe ser cuidadosamente evaluado y monitoreado por un profesional de la salud, considerando su potencial impacto en el control de la diabetes.

    6. Investigaciones Futuras y Direcciones Prometedoras

    6.1 Biomarcadores de estrés y control glicémico

    Se están investigando nuevos biomarcadores que podrían proporcionar una medida más precisa del estrés crónico y su impacto en el control glicémico:

    • Análisis de cortisol en pelo para medir el estrés a largo plazo.
    • Marcadores de variabilidad de la frecuencia cardíaca como indicadores de estrés crónico.
    • Perfiles de microARN circulantes como posibles biomarcadores de estrés y resistencia a la insulina.

    6.2 Intervenciones tecnológicas

    La tecnología está abriendo nuevas vías para el manejo del estrés en pacientes diabéticos:

    • Aplicaciones móviles que integran monitoreo de glucosa con técnicas de manejo del estrés.
    • Dispositivos wearables que detectan niveles de estrés y proporcionan intervenciones en tiempo real.
    • Terapias de realidad virtual para reducción del estrés y educación en diabetes.

    6.3 Medicina personalizada

    El futuro del manejo del estrés en la diabetes podría incluir enfoques altamente personalizados:

    • Perfiles genéticos para identificar individuos más susceptibles al estrés y sus efectos metabólicos.
    • Algoritmos de aprendizaje automático para predecir fluctuaciones de glucosa basadas en patrones de estrés individuales.
    • Terapias adaptativas que ajustan las intervenciones basándose en la respuesta individual al estrés.

    Investigación Innovadora

    Un equipo de la Universidad de Stanford está desarrollando un «páncreas artificial» que no solo monitorea los niveles de glucosa, sino que también incorpora sensores de estrés para ajustar la liberación de insulina en tiempo real basándose en los niveles de estrés del paciente.

    7. Conclusiones

    La relación entre las emociones, el estrés y la diabetes es compleja y multifacética. A lo largo de este artículo, hemos explorado cómo los factores psicológicos pueden influir significativamente en el desarrollo, progresión y manejo de la diabetes. Puntos clave a recordar:

    • El estrés crónico y las emociones intensas pueden afectar directamente los niveles de glucosa en sangre a través de mecanismos fisiológicos como el eje HPA y el sistema nervioso simpático.
    • El concepto de «azúcar emocional» resalta la importancia de considerar los factores psicológicos en el control glicémico.
    • Estudios recientes han demostrado una fuerte correlación entre altos niveles de estrés y un peor control de la diabetes.
    • Las intervenciones para el manejo del estrés, desde técnicas psicológicas hasta modificaciones del estilo de vida, pueden tener un impacto significativo en el control de la diabetes.
    • Las investigaciones futuras prometen enfoques más personalizados y tecnológicamente avanzados para abordar la interacción entre estrés y diabetes.

    En conclusión, un enfoque holístico que aborde tanto los aspectos fisiológicos como psicológicos de la diabetes es esencial para un manejo óptimo de la enfermedad. A medida que nuestra comprensión de la interacción entre mente y cuerpo continúa evolucionando, es probable que veamos avances significativos en el tratamiento integral de la diabetes en los próximos años.



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