Un reciente informe pone en tela de juicio los efectos de los medicamentos en favor de la terapia contra el insomnio como forma de superar la depresión.

Efectos de la depresión

Entre los muchos efectos del trastorno por depresión mayor está la agitación, irritabilidad, fatiga, pérdida de interés por lo que antes le agradaba, sentimiento de desesperanza y dificultad para concentrarse, además de la alteración del sueño, que puede afectar tanto por exceso como por defecto.
Siendo la depresión es el trastorno mental más común en Estados Unidos, de los cuales, más de la mitad muestran un defecto en la cantidad del sueño, denominado Insomnio, siendo éste definido por dificultad para conciliar el sueño, para permanecer dormido, o despertándose demasiado temprano, teniendo una reducción importante en cuanto a cantidad y calidad del sueño, ya que no es un sueño reparador.
Lo que a su vez va a traer como consecuencias un aumento de irritabilidad, y cansancio, unido a una mayor «sensibilidad» hacia las infecciones, ya que el sistema inmune que se sobreactiva durante la noche, cuando el cuerpo está relajado y descansando; en cambio cuando no se concilia el sueño, el sistema inmune y el proceso de regeneración celular se ve interferido y perjudicado.
El tratamiento del trastorno por depresión mayor incluye antidepresivos, el cual ha ido evolucionando para reducir el tiempo de tratamiento a la vez que aumenta su eficacia, además es recomendable seguir de psicoterapia, igualmente en algunos casos se utiliza terapia electroconvulsiva o fototerapia, aunque estos últimos están todavía aceptados por todas los terapeutas.



Síntomas de la depresión

Todos los síntomas asociados al trastorno de la Depresión Mayor, comentados inicialmente van a ir desapareciendo a medida que se va superando este trastorno, recuperando los niveles basales de sueño, además de los restantes síntomas como fatiga, irritabilidad y recuperación del peso inicial.
Pero desde algunas universidades, varios grupos de investigación se han planteado si el insomnio es sólo un síntoma de la depresión o un trastorno por sí mismo que puede ser tratado de forma independiente y por tanto debe de aplicarse técnicas farmacológicas y terapéuticas específicas para el insomnio. Así se recomienda el tratamiento recetado con antihistamínicos, sedantes y antidepresivos, todo ello en bajo la supervisión del profesional de la salud y a dosis bajas, con los que evitar los problemas de tolerancia y dependencia.
Al respecto un reciente estudio presentado en el National Institute of Mental Health informa de la interdependencia de ambos trastornos, considerándolos con entidad propia y que requieren tratamiento específico, a pesar de lo cual, la recuperación de uno de ellos va a repercutir en la recuperación de la otra. Algo que ya había sido recogido en la literatura, desde el tratamiento de la depresión, donde su mejora permite tener un nivel normal de sueño y con ello se supera el insomnio.
El nuevo estudio realizado por la Universidad de Ryerson (Canadá) incorporado en el informe anteriormente indicado, plantea el efecto contrario en la relación de ésta dualidad depresión-insomnio, así mediante han desarrollado varios estudios, todavía con un numero reducido de pacientes, han comprobado cómo tratando el insomnio, los pacientes se recuperan de la depresión.
Algo sorprendente, si se considera al insomnio como un mero síntoma de la depresión, pero que llega a ser «comprensible» si se consideran que tienen entidad independientes, pero interrelacionado entre sí, de ahí que se pueda encontrar dicho efecto, pero lo más sorprendente de éste grupo de investigación ha sido cuando han comparado la eficacia de dos tratamientos del insomnio, uno a base de farmacológico y otro empleando placebo, en ambos casos, apoyado por terapia psicológica.
Los efectos encontrados son cuanto menos polémicos, ya que no sólo se consiguió la recuperación de los pacientes con insomnio independientemente del uso o no de medicamentos, sino que también, en casi el noventa por ciento de los participantes se recuperaron de la depresión.
Un resultado que en ningún caso era esperable, ya que se estaría «curando» la depresión sin necesidad de medicamento ni intervención terapéutica específica ninguna, simplemente actuando mediante psicoterapia para tratar el insomnio.