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  • Adentrándonos en las bases neurológicas de la Salud Mental

    Adentrándonos en las bases neurológicas de la Salud Mental


    Salud Mental: Entrevista a Dª. Verónica Romero Ferreiro, investigadora de la Universidad Complutense quien nos habla sobre las neurociencias y sobre su relación con la salud mental.

    A continuación reproduzco entrevista a Dª. Verónica Romero Ferreiro, investigadora de la Universidad Complutense, quien nos habla sobre conceptos introductorios de las Neurociencias.

    – ¿Qué es la Neurociencia?

    La neurociencia es un enfoque multidisciplinar en el que especialistas de muy distintos ámbitos como neurólogos, biólogos, psicólogos y psiquiatras, entre otros, trabajamos en conjunto para establecer las bases cerebrales que sustentan la conducta tanto normal, de la que queda mucho por saber, como patológica.

    – ¿Cómo surge la Neurociencia?

    La neurociencia surge a finales de la década de los cincuenta y principios de los años 60, como una disciplina de carácter superior que permitía la confluencia e interdisciplinariedad de todas estas áreas implicadas en el estudio del cerebro. Véase Cowan et al., 2000 para una revisión de los factores que llevaron a la convergencia de distintos campos de estudio sobre el cerebro en una única disciplina común, la Neurociencia. Cowan, W. M., Harter, D. H., & Kandel, E. R. (2000). The emergence of modern neuroscience: some implications for neurology and psychiatry. Annual review of neuroscience, 23(1), 343-391.

    – ¿Qué distingue la Neurociencia de otras ramas como la biología, la fisiología o la psicología?

    La neurociencia es el punto de encuentro de diversas áreas de conocimiento que tienen mucho que aportarse entre sí. La parcelación del conocimiento es útil a efectos prácticos, pero para avanzar en el conocimiento completo de la mente humana es categóricamente necesaria la comunicación entre diferentes expertos.

    – ¿Cuáles han sido los grandes hitos de la Neurociencia?

    El hito más importante es el caso de Phineas Gage, un obrero de ferrocarriles de buen carácter que sufrió en 1848 un accidente en el que una barra de hierro le atravesó el cráneo por la parte frontal y tras una recuperación casi milagrosa, le quedó como secuela un cambio en su carácter, volviéndose irritable, impaciente, obstinado incluso obsceno. Este caso está considerado una de las primeras evidencias científicas que sugerían que una lesión en el lóbulo frontal del cerebro, podía alterar aspectos de la personalidad, la emoción y la interacción social del individuo. Actualmente tanto el cráneo como la barra de hierro se conservan en el museo de medicina de la universidad de Harvard. Además, en España, el 2012 fue declarado el año internacional de la Neurociencia, lo que ha propiciado una mayor difusión y conocimiento de esta disciplina en nuestro país.

    – ¿Cuál es la población objeto de estudio de las Neurociencia?

    Podría decirse que la neurociencia estudia el sistema nervioso humano como principal objetivo. Por un lado en sujetos sanos, y por otro su aplicación a la población clínica. Sin embargo es también pertinente recordar que como en otras ramas de la ciencia, como la medicina, el estudio de animales como simios o cetáceos con los que guardamos ciertos parecidos es también muy enriquecedor para el estudio del ser humano.

    – ¿Va el avance en la Neurociencia parejo al desarrollo tecnológico?

    Indudablemente el desarrollo y perfeccionamiento técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional (RMf), o la tomografía por emisión de positrones (PET) nos permiten observar estructuras o áreas cerebrales y también detectar cambios en la actividad durante la realización de determinadas tareas lo que nos permite de alguna manera “situar” ciertos procesos mentales en estructuras cerebrales concretas.

    – ¿Requiere la investigación en la Neurociencia de equipamiento específico?

    Cada vez hay técnicas que nos permiten obtener medidas más sofisticadas y precisas y evidentemente es una tecnología que requiere una elevada inversión económica, por no hablar del personal cualificado que sepa manejarla e interpretar los resultados. La inversión del Gobierno de Español en esta materia sigue distando mucho de lo que sería realmente necesario, pero me gustaría destacar un centro español pionero en esta materia fundado en 2013: El Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada (UGR) (http://cimcyc.ugr.es/)

    – ¿En qué se está investigando ahora en la Neurociencia?

    Actualmente, queda mucho por saber sobre el cerebro “normal”. Procesos como la atención, el aprendizaje y la memoria, la percepción, el procesamiento emocional… siguen aún estudiándose en personas sanas. Por supuesto, también se están estudiando las enfermedades neurodegenerativas como las demencias o la esclerosis múltiple así como las enfermedades mentales, como la esquizofrenia, los trastornos generalizados del desarrollo o la ansiedad y depresión.

    – ¿Cuáles son los logros alcanzados por la Neurociencia?

    Es difícil enumerar los avances que ha hecho la neurociencia, pero hoy en día sabemos muchas cosas acerca de cómo funciona nuestro cerebro y por ejemplo que el área prefrontal de nuestra corteza cerebral interviene en el desarrollo de las funciones superiores, o la implicación de estructuras como el sistema límbico en el procesamiento emocional… Sin embargo, no se puede hablar de localizaciones concretas en el cerebro, ya que el cerebro humano es tan complejo que varias estructuras participan a la vez en muchos de los procesos.

    – ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro de la Neurociencia?

    El objetivo es seguir avanzando en el conocimiento de nuestra mente. Consolidar los conocimientos que vamos teniendo, ponerlos a prueba mediante nuevos estudios y responder a grandes interrogantes que plantean sobre todo las enfermedades mentales.



    Continuamos la entrevista con Dª. Verónica Romero, investigadora de la Universidad Complutense, quien nos habla ahora sobre la relación de las Neurociencias y la Salud Mental.

    – ¿Todas las enfermedades mentales tienen un sustrato en el cerebro?

    Rotundamente, todas las enfermedades mentales tienen su correlato neurológico en el cerebro. El problema es que en muchas de ellas no podemos saber qué aparece primero, si el cambio a nivel cerebral, o el cambio en la conducta, puesto que ambos están relacionados y se influyen bidireccionalmente.

    – ¿Existe un patrón identificable ya sea morfológico o de actividad cerebral para cada tipo de patología?

    Hay evidencia de ciertas anomalías a nivel cerebral que parece que se asocian a determinadas enfermedades mentales. Sin embargo, aún queda mucho para poder realizar diagnósticos de enfermedades mentales basándonos en pruebas de neuroimagen. Lo que es seguro es que las nuevas investigaciones cambiarán las clasificaciones diagnósticas para, en lugar de agrupar las enfermedades por síntomas, hacerlo por anomalías cerebrales similares.

    – ¿Por qué es tan difícil comprender las patologías como el TDAH, el autismo o la esquizofrenia?

    Es difícil comprenderlas porque no conocemos su origen. Probablemente no hay una única causa, sino una confluencia de factores genéticos y ambientales. Además, los cambios observados a nivel cerebral son tantos y tan difusos que es difícil distinguir qué modificaciones son “originarias” del trastorno y cuáles son derivadas de las primeras.

    – ¿Las neurociencias proporcionan un método válido de diagnóstico para la Salud Mental?

    Actualmente no existe ninguna prueba diagnóstica en sí misma para las enfermedades mentales. Tanto las pruebas de neuroimagen, como los test o la observación clínica solo pueden aportar datos a un experto en salud mental que es quien realiza el juicio clínico final.

    – Y sobre la evolución del tratamiento, ¿Puede las neurociencias comprobar la eficacia del tratamiento?

    Es una de las aplicaciones más prometedora de las técnicas de las que se sirve la neurociencia. Cualquier cambio en la conducta ya sea por efecto de fármaco, de terapia, o de remisión espontánea debe tener su correlato neurológico a nivel morfológico y/o funcional.

    – ¿Por qué es tan difícil la detección temprana en enfermedades como el Alzheimer?

    A día de hoy, debido a la ausencia de marcadores específicos y sólo es posible un diagnóstico de «posible Alzheimer». El diagnóstico definitivo se realiza mediante un estudio anatomopatológico post-mortem de la persona.

    – ¿Existen diferencias hombre-mujer en cuanto al sustrato neuronal de la salud mental?

    Es innegable que existen diferencias morfológicas en los cerebros femeninos y masculinos, debido a la acción de las hormonas. Es por tanto plausible que en determinadas enfermedades mentales, se puedan encontrar diferencias de género.

    – ¿Es la neurogénesis la solución para algunos problemas de salud mental, como el párkinson o las demencias?

    No podemos decir que sea la solución al problema, puesto que bajo mi punto de vista, la verdadera solución sería conseguir que la enfermedad no llegara a aparecer, pero desde luego, constituye una de las vías de tratamiento que más se está investigando en la actualidad como forma de frenar el avance de las enfermedades degenerativas.

    – ¿Puede la neuroplasticidad corregir cualquier tipo de lesión cerebral o enfermedad mental?

    La plasticidad neuronal es un hecho. En contra de lo que se creía hasta hace poco, las neuronas pueden regenerarse y modificar sus funciones a lo largo de toda la vida de la persona. Sin embargo, a día de hoy no podemos decir que pueda corregir cualquier tipo de lesión. La capacidad del cerebro para recuperarse dependerá del tipo de lesión, su extensión, las características de la persona que la padece, el tipo de intervenciones específicas que se dirijan a la recuperación del mismo…

    – ¿El avance de la neurociencia permitirá diseñar tratamientos específicos para cada persona con problemas de salud mental?

    Sin duda, poder estudiar el cerebro de forma cada vez más sofisticada nos permitirá conocer mucho más en profundidad las necesidades de cada paciente y adaptar las intervenciones y tratamientos a las mismas.



    – ¿Existe algún patrón cerebral especial en la esquizofrenia?

    Paradójicamente, la esquizofrenia es uno de los trastornos más estudiados y a la vez, más desconocidos. Se han observado patrones como la hipofrontalidad – menor activación de las áreas prefrontales de la corteza cerebral- sin embargo, esto no constituye una característica ni definitoria ni exclusiva de la esquizofrenia.

    – ¿Existe un componente genético en las bases de la esquizofrenia?

    Es innegable que existe un componente genético, pues está bien demostrada la heredabilidad del trastorno. No obstante, la genética por sí sola no puede explicar en su totalidad la aparición del trastorno. Existen muchas teorías sobre la influencia del ambiente, la crianza, la exposición a acontecimientos vitales estresantes, como “desencadenantes” de esa vulnerabilidad genética subyacente.

    – ¿A qué regiones afecta especialmente la esquizofrenia?

    Se están encontrando diferencias entre pacientes y personas sanas en muchas áreas cerebrales, lo cual no quiere decir que todas ellas sean producto específico de la enfermedad. Muchas diferencias serán subproducto o consecuencia de algunas de ellas, de los fármacos, de las condiciones de vida que en muchas ocasiones sufren estos pacientes…

    – ¿Está relacionado la extensión de las áreas afectadas con la gravedad de la esquizofrenia?

    La realidad no es tan sencilla como “a más áreas afectadas, más grave es la enfermedad”. Los desequilibrios en los neurotransmisores, las alteraciones en la conectividad entre determinadas áreas, la menor activación de las mismas y un largo etc. son las que determinarán los síntomas y la gravedad de la enfermedad.

    – ¿Por qué es tan resistente a tratamiento la esquizofrenia?

    Porque el tratamiento es sintomático. Es como un catarro, no se sabe por qué aparece, por lo que se tratan sus síntomas: la fiebre, la tos, mucosidad… En la esquizofrenia pasa algo parecido, mientras no se sepa que alteración es la primeria, no se podrá atajar el problema “de raíz”.

    – ¿Cómo explica las neurociencias los delirios y las alucinaciones?

    Existen estudios que muestran que durante una alucinación visual o auditiva, las áreas del cerebro que se activan normalmente cuando vemos u oímos algo se encuentran activas en estos pacientes, de ahí la sensación tan potente de certeza con la que los pacientes las vivencian. Sin embargo, qué causa esta activación cerebral es todavía una pregunta sin una respuesta definitiva.

    Desde aquí le agradezco a Dª. Verónica Romero, investigadora de la Universidad Complutense, por sus aportaciones sobre las Neurociencias y su relación con la Salud Mental.

  • Psicología vs. Psiquiatría: apostando por la salud mental

    Psicología vs. Psiquiatría: apostando por la salud mental

    A continuación transcribo entrevista realizada a D. Laura Cubero Plazas, docente de la Universidad Católica de Valencia, quien nos hablará sobre los avances en el diagnóstico y tratamiento en la salud mental.




    – ¿Cuál es el ámbito de aplicación de la Psiquiatría?

    Actualmente el campo de intervención en psiquiatría, o en salud mental, es muy amplio. No sólo se trabaja en el proceso agudo de enfermedad mental. Se trabaja de forma muy importante con pacientes sanos en situaciones de riesgo o con conductas de riesgo, o susceptibles de padecer un proceso de enfermedad mental, desde el primer escalón de la atención a la salud, como es la atención primaria, pero también trabajamos la detección precoz y la prevención desde los servicios de orientación en colegios, institutos, universidades, y centros de trabajo, con el apoyo de psicólogos, enfermeros, docentes, etc., y de los propios trabajadores.

    – ¿Cuál es la diferencia entre el Psicólogo Clínico y el Psiquiatra?

    La psiquiatría es una especialidad médica, es la rama de la medicina que se encarga de los trastornos mentales diagnosticando, tratando e investigando acerca de las enfermedades mentales, acerca de cómo prevenirlas o actuar sobre ellas. El psiquiatra identifica las fuentes de la enfermedad mental y sus manifestaciones, poniendo tratamiento farmacológico si es preciso.
    La psicología clínica es una especialización de la psicología. El psicólogo clínico se forma específicamente en tareas propias de la psicología como la evaluación, diagnóstico, la psicoterapia y los diferentes métodos de intervención y tratamiento psicológico (como la terapia cognitivo-conductual). Un psicólogo clínico no es un médico, no puede recetar un tratamiento farmacológico, sin embargo, se encargan de los problemas psicológicos presentes en todo proceso de enfermedad, sobre todo en la enfermedad mental, ya que siempre pueden aparecer alteraciones psicológicas en todo proceso de enfermedad (ansiedad, depresión, somatizaciones, consumo de drogas…). Los trastornos mentales pueden afectar a la mayoría de los aspectos de la vida del paciente, como su actividad física, conducta, emociones, pensamientos, percepciones, relaciones interpersonales, sexuales y socio-laborales.
    Los psicólogos se encargan de los problemas psicológicos, y tratan a los mismos pacientes que los psiquiatras, y en numerosas ocasiones los tratan simultáneamente para lograr el tratamiento más eficaz.
    Ambas profesiones son diferentes, pero las dos trabajan el campo de la salud mental. Son profesionales que han de trabajar conjuntamente, en equipo.

    – ¿Cuáles son las creencias erróneas más frecuentes sobre la Salud Mental?

    Fundamentalmente, que todo aquel que acude en busca de ayuda, o se le indica una orientación psicológica o psiquiátrica “está loco”. También, que sólo necesitan ayuda los que están enfermos, cuando es fundamental la orientación y el acompañamiento en procesos de salud.

    – ¿Qué opina sobre los cambios introducidos en el DSM en su versión V?

    En general, parece que ha habido un cambio a mejor. Los cambios propuestos pretenden priorizar la utilidad clínica del manual. En esta versión se ha eliminado la valoración por ejes (sistema multiaxial), y la estructura se ha reorganizado por el orden de aparición de los trastornos, empezando por los que aparecen en la infancia y finalmente con los típicos de la edad adulta. También en esta versión se enfatiza el uso de escalas para valorar síntomas y afectación de los trastornos, permitiendo así clasificar a los pacientes según la severidad de sus síntomas, y no clasificarlos según la etiqueta de su enfermedad.
    Se han especificado mejor los criterios para enfermedades infantiles (como el TDAH o el trastorno bipolar), que previamente permitía diagnósticos demasiado precipitados. También engloba a los trastornos del espectro autista en uno solo, y esto permite diagnosticar y tratar más específicamente a los niños afectados. En el campo de las demencias, se han especificado más claramente los tipos de demencia, lo que permite un tratamiento más eficaz.
    Sin embargo, se han excluido algunos trastornos como las adicciones al juego o al sexo, y esto puede generar que se obvie la ayuda a personas con conductas de riesgo, transformándolas en un peligro potencial para sí mismas y para su entorno.

    – ¿Cuáles son los trastornos mentales más frecuentes?

    Los trastornos más frecuentes en la sociedad actual son los trastornos de ansiedad, las depresiones, el abuso de sustancias, y las alteraciones conductuales, como las reacciones de ira, control de impulsos, etc.


    https://youtu.be/k4COvkn4WaQ

    – ¿Han cambiado los trastornos mentales en los últimos años?

    Estos trastornos han estado siempre presentes, pero las características sociales actuales, con las graves situaciones socio-laborales por las que estamos pasando, sin duda han hecho que se magnifiquen y que estén a la orden del día.

    – ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro por EDUCSA?

    EDUCSA trabaja la formación continuada de todos los profesionales de la enfermería. Es fundamental que los profesionales de enfermería estemos preparados y formados para abordar los problemas reales y potenciales de una sociedad donde la demanda de ayuda emocional se ha disparado. Los profesionales de la enfermería, no sólo en el campo de la salud mental, debemos enfatizar la interacción interpersonal, proporcionando herramientas a las personas para ser gestoras de su propia salud, haciéndolos partícipes y con un alto grado de implicación en los cuidados de su salud física y mental.

    – ¿Han surgido nuevos trastornos en los últimos años?, ¿Y los relacionados con las nuevas tecnología?

    En la sociedad actual está a la orden del día la aparición de trastornos relacionados con la falta de control de impulsos en las nuevas tecnologías (las TIC). La facilidad de acceso a las nuevas tecnologías, las redes sociales, etc., tienen una cara muy oscura, donde el abuso y la adicción irrumpen bruscamente. Hace unos días la prestigiosa revista The Lancet diagnosticó el primer caso de WhatsAppitis, una dolencia física ligada al uso de la aplicación para envío gratuito de mensajes desde un teléfono. Aunque en este caso se pone de manifiesto una alteración física por abuso de una tecnología, no hay que olvidar que este abuso es consecuencia de una evidente dificultad de autocontrol, y esto está a la orden del día. Hemos cambiado la capacidad de disfrutar de una buena compañía por la soledad de estar ciberconectados simultáneamente. Se está perdiendo el vínculo y la interacción familiar y social.

    – ¿Cuál es el límite que existe entre una personalidad normal y un trastorno de la personalidad?

    El límite es la afectación a la vida personal, social y laboral. Cuando una persona sufre interferencias en su esfera bio-psico-social, que le impiden actuar con libertad, aparece un trastorno. Los trastornos de personalidad se caracterizan por alteraciones en el patrón de relación, percepción, comportamiento y pensamiento permanente e inflexible o suficientemente serios como para causar angustia, o impedir que quien lo padece se relacione plenamente con el entorno.

    – ¿Está de acuerdo con la O.M.S. de considerar que en los próximos años va a haber incremento problemas de Salud Mental?, ¿A qué lo atribuye?

    Por supuesto. Tal y como he comentado anteriormente, la situación actual de inestabilidad económica, con la creciente demanda de salud por situaciones de estrés, procesos ansiosos o cuadros de depresión hacen que ya se esté produciendo una demanda específica para estos problemas de salud.

    – ¿Por qué es tan difícil el tratamiento en la Salud Mental en casos como la esquizofrenia?

    Porque la esquizofrenia es una enfermedad mental sindrómica, es decir, basada en síntomas y de curso insidioso, que se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad, pero donde el factor de vulnerabilidad al estrés es clave.
    En muchas ocasiones antes de ser detectada clínicamente hay alteraciones neurobiológicas evidentes y cognitivas (déficit de atención, de procesamiento de la información o de habilidades psicomotoras), que se atribuyen a la forma de ser de la persona. Además, las variables psicosociales y familiares, o el desarrollo personal a nivel psicológico pueden interferir en un diagnóstico temprano. Pero lo más importante es la percepción del paciente de no enfermedad (nula conciencia de enfermedad), lo que retrasa y dificulta el diagnóstico y la adherencia al tratamiento, clave para su recuperación.

    – ¿Qué tiene de especial el Autismo que es tan difícil de comprender sus bases biológicas y neurológicas?

    El autismo es conjunto de alteraciones clasificadas dentro del Trastorno del Espectro Autista, que se caracteriza padecer un trastorno en las capacidades de reconocimiento social, en la comunicación social, y presentar patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultad en la imaginación social. Las causas son desconocidas hasta ahora. Es un trastorno donde se asocian frecuentemente características contradictorias, que hacen patente la necesidad de valorar cuidadosamente las capacidades y necesidades del niño. Pacientes con un potencial cognitivo alto, presenta un patrón de relación tan poco empático e indiferente que parece retrasado mental en las situaciones ordinarias de interacción. Puede darse el caso, por ejemplo, de que estén perfectamente preservadas habilidades viso – espaciales, competencias de inteligencia no lingüística, destrezas motoras, y al mismo tiempo estar muy afectado a nivel funcional (capacidad de relación, imaginación, expresión simbólica y lenguaje, o incluso en el lenguaje). También pueden presentar alteraciones de conducta, deficiencias de atención, problemas de motivación y dificultades de relación importantes y que hacen especialmente difícil el proceso de valoración.
    No tiene cura, pero una con intervención temprana se puede avanzar mucho. El conocimiento y comprensión de estas características es fundamental para avanzar en su tratamiento.

    – ¿En qué ha avanzado los tratamientos farmacológicos en la Salud Mental?

    Los fármacos de última generación permiten un control de síntomas excepcional, con una menor aparición de efectos secundarios, lo que hace que la adherencia al tratamiento mejore.

    – ¿Por qué existen tratamientos para toda la vida para algunos trastornos en la Salud Mental?

    Porque algunas enfermedades mentales son de curso crónico, como cualquier enfermedad orgánica, y se hace necesario un tratamiento crónico, con seguimiento periódico para ajustar dosis en función de cada necesidad. El no tener síntomas no implica dejar la medicación, ya sea un paciente diabético, transplantado o con esquizofrenia, por ejemplo.

    – ¿Qué avances relevantes se han hecho en los últimos años en relación a la Salud Mental?

    Sobre todo en investigación de las causas de determinadas enfermedades mentales, cuyos procesos neuroquímicos empezamos a conocer ahora, lo que permite anticiparse a los síntomas, y estar atentos a las modificaciones orgánicas que pueden agravar el curso de la enfermedad. Esto, consecuentemente, permite mejorar en conocimientos de tratamientos.

    – ¿Qué opina de las nuevas herramientas de autodiagnóstico on-line de algunas patologías?

    Todo diagnóstico debe hacerlo un profesional cualificado. Es muy peligroso obrar según algo que hemos leído o nos han contado, está en riesgo la vida de las personas, de uno mismo, si banalizamos signos o síntomas fundamentales, o nos obsesionamos por datos sin valor. Para esto tenemos excelentes profesionales altamente preparados.

    – ¿Por qué cree que las enfermedades del estado de ánimo, relacionadas con el mundo emocional son las más frecuentes?

    Paradójicamente, con todas las facilidades de que disponemos, nos volvemos dependientes e inseguros, y con una clara dificultad de marcarnos metas realistas y a corto plazo, cuyo logro hace que nos sintamos felices. Además, tal y como hemos comentado, se está perdiendo la interacción y el vínculo con iguales, nos descubrimos irracionales, intolerantes y con muy baja tolerancia a la frustración. Es lógico que nuestra mente, nuestro ánimo se rebele de la forma que sea, y las enfermedades del estado de ánimo son el reflejo de esto.

    – ¿Qué opina del automedicamento?, ¿Afecta en algo a la Salud Mental tal y como hace a la Salud Física que perjudica la efectividad de los tratamientos?

    La automedicación es un habitual en nuestra sociedad. Ha de hacerse de forma responsable y limitado en el tiempo (como es el caso del tratamiento de la tos, las cefaleas, la fiebre, etc.). No hemos de olvidar que ningún medicamento es inocuo, y conlleva un riesgo, aunque lo hayamos tomado anteriormente. La dependencia y tolerancia a un fármaco que se toma de forma habitual y sin supervisión es un problema muy grave, y puede dar lugar a abuso de sustancias, intoxicaciones, etc.
    Para aquellas personas interesadas, quedo a su disposición para dudas, consultas o sugerencias en laura.cubero@ucv.es.




    Desde aquí mi más sincero agradecimiento a Dª Laura Cubero Plazas, docente en la Universidad Católica de Valencia, por habernos respondido a unas cuestiones tan interesante sobre el área e la psiquiatría y de la salud mental.

  • ¿Riesgos de la salud mental en la migración?

    ¿Riesgos de la salud mental en la migración?


    Una de las preocupaciones de las autoridades de los países es la salud mental en la migración, ya que se ha observado cómo existen más casos de afectados.

    A nadie se le escapa que migrar, sobre todo cuando es por necesidad, es una decisión dura y difícil, máxime cuando se deja a la familia atrás. Llegar a un país nuevo, con costumbres y lenguas desconocidas hace que uno se sienta «descolocado», sin saber qué y cómo hacer.
    Incluso cuando se comparte la lengua y algunas costumbres, cambiar de lugar de residencia, buscar casa, trabajo y empezar «desde cero», supone una situación de estrés, que de mantenerse, puede desencadenar en la aparición de enfermedades mentales.
    La añoranza por su tierra añorada y por el cariño de sus familiares que quedaron atrás puede fácilmente generar sentimientos de desesperanza que conduzcan a estados de ánimos decaídos y de ahí a la depresión.
    Una vivencia que en ocasiones pasa de ser individual a convertirse en el sentir de un «pequeño grupo» definido por sus orígenes, cultura o lengua.



    Las minorías suelen presentar un comportamiento de «autodefensa» de su identidad y cultura, cerrándose sobre sí mismo, en muchos casos no permitiendo que ningún no miembro de su comunidad pueda ver ni compartir de sus prácticas y tradiciones, lo que puede llevar a aumentar el sentimiento de falta de integración de sus miembros.
    En ocasiones la cultura «mayoritaria» prima sobre las demás, provocando que las minorías se concentren en «guetos» o en barrios dentro de las ciudades, en donde expresarse libremente en su forma de ser, pensar y comportamiento, alejado de las opiniones y comentarios de los demás con los que no comparte su ideología, religión o lengua, como si de una «burbuja» se tratase.

    Un reciente estudio realizado por Tilburg Unversity (Paises Bajos) publicado en Europe’s Journal of Psychology analiza la cuestión de la salud mental de los inmigrantes prestando especial atención a los antecedentes familiares que pudieran incidir, para determinar el riesgo de la salud mental en la migración.
    En la línea de los estudios previos donde hallaban una relación de casi tres a una, entre inmigrantes y «nativos» del lugar, de forma que un inmigrante tenía tres veces más posibilidades de padecer trastornos como la esquizofrenia.
    En el estudio se analizaron a 62 inmigrantes frente a no inmigrantes, evaluando mediante pruebas estandarizadas de salud mental, así como el historial familiar de trastornos.
    Los resultados arrojan que los inmigrantes muestran más trastornos psicóticos tanto si tienen o no antecedentes familiares, aunque cuando estos se dan, el porcentaje de afectados es superior, grupo que además muestra un mayor número de situaciones de riesgos para la salud como el consumo de sustancias, así como sentimientos de ansiedad y depresión, percibiendo su situación como desesperanzadora.
    El estudio concluye que los inmigrantes que ya tienen en su familia antecedentes de problemas psicóticos son más sensibles de sufrirlo debido a la exposición crónica ante una adversidad social, que en circunstancias «normales» no se presentaría, o de hacerlo sería en menor grado.

    Queda pues corroborado la relación entre los factores ambientales y la genética en la aparición de trastornos como la esquizofrenia, donde a pesar de la importancia de la herencia es preciso que existan suficientes elementos «externos», como en éste caso, el de la inmigración y todo lo que conlleva, para poner en riesgo salud mental en la migración.

    Bibliografía Recomendada:
    Van der Stelt et al. (2013). Migration Status, Familial Risk for Mental Disorder, and Schizotypal Personality Traits. Europe’s Journal of Psychology 

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