Una reciente rama de la Psicología está desarrollando su propia investigación específica para deportistas, como la rehabilitación psicológica del deporte.
La Psicología del Deporte
La Psicología del Deporte es una rama relativamente reciente de la Psicología encargada de trabajar con deportistas ya sean amateurs o de élite, como usuarios principales, pero también con sus familiares y allegados, que puedan participar de los procesos psicológicos del deportista.
Ésta rama de la Psicología se nutre de los avances de las restantes ramas, tales como la clínica o la básica, con el fin de mejorar el rendimiento del atleta a la vez que se trataba su mundo emocional para equilibrarlo, y que le ayude en su desarrollo; pero además de ello, también se nutre de conocimientos de otras ramas de la salud como el médica, e incluso de técnicas de ingeniería que buscan mejorar el rendimiento deportivo de sus usuarios.
Además de todo lo anterior desarrolla su propia investigación para resolver cuestiones que no se han planteado en otras áreas, dando así respuesta específica a problemas concretos.
Recordemos que un deportista de élite no es más que una persona que se dedica al entrenamiento de forma constante y exhaustiva, y está sometida a los mismos avatares de la vida que el resto, ya sea en el mundo emocional como en el físico, pudiendo sufrir alguna lesión al respecto.
Pero la diferencia es que si esa persona «vive» de su esfuerzo físico, una lesión que le puede dejar postrado durante semanas, le va a afectar emocionalmente mucho más, perjudicando así su recuperación.
Con anterioridad se ha constatado cómo la intervención terapéutica de control del estrés, ha sido efectivo para mejorar la recuperación de las dolencias, siendo diverso las estrategias terapéuticas empleadas, ya sea por tratamiento individualizado o grupal, igualmente se ha observado cómo llevando un diario, los niveles de estrés han disminuido, con el sólo hecho de dejar reflejado lo que le pasa a uno cada día, aspecto ya comentado que es efectivo incluso como paliativo de trastornos del estado de ánimo (Ver artículo. ¿Es beneficioso escribir un blog para la salud psicológica?).
El mundo emocional en el deporte
Para conocer cómo afecta el mundo emocional a la recuperación de lesiones de deportista, la Universidad de Australia Occidental ha realizado una investigación publicada en Journal of Clinical Sports Psychology.
En el estudio se analizan las emociones surgidas en nueve participantes, tomadas en varios momentos antes y después de una intervención quirúrgica en deportistas de élite, en donde se evaluaban los niveles de estrés; pero el estudio no se basa en constatar dichos niveles sino que a se realizaba una intervención en forma de escritura creativa donde dejar constancia de sus sentimientos.
La investigación constató que la intervención terapéutica había sido efectivo, ya que se habían controlado los niveles de estrés de los participantes, no siendo concluyente la evaluación del sistema inmune que se registraba junto con los niveles del estrés.
Por lo que ha resultado útil algo tan «simple» como es escribir, y dejar constancia de los pensamientos, sentimientos y deseos, algo que ya había sido constatado para otras áreas de aplicación (Ver artículo. ¿Es beneficioso escribir un blog para la salud psicológica?).
Una nueva investigación constata que el trabajo temporal aumenta tanto el riesgo de padecer problemas asociados a la salud como las conflictividad laboral.
El mundo laboral está cambiando en los últimos años hacia un mayor «dinamismo» en el puesto de trabajo, esto significa que el concepto que hasta ahora se tenía de un puesto fijo de por vida, se ha ido sustituyendo por otros temporales, en función de los clientes esperados por parte del empleador.
Aunque a veces, la cualificación y preparación específica para un determinado puesto supone una importante inversión por parte de la persona y de la propia empresa encargada de formarle, cuando hay que enfrentarse al dilema de optimizar los resultados, a veces se tiende a «flexibilizar» la plantilla. Aunque existe muchas formas de abordar dicha «flexibilización», casi todas incluyen la temporalización del trabajo, y con ello el aumento de la incertidumbre, por parte de los trabajadores, los cuales, además de tener que rendir en su puesto, tienen un estrés añadido en no saber si en la siguiente «temporada» van a seguir en la misma empresa, o tienen que empezar a pensar en «echar currículums».
Si ya de por sí el estrés continuado debido al trabajo es negativo, a medio y largo plazo, ya que va a tener consecuencias en la salud; cuando a ello se le añade la incertidumbre de la continuidad en el puesto, esto va a hacer que se aumenten aún más los niveles de estrés que va a sufrir el trabajador.
Lejos de depender de la vivencia e historia personal de cada uno, estos efectos del estrés continuado van a repercutir tanto en su salud física como mental, exponiendo al trabajador a sufrir enfermedades que de otra forma no tendría porqué padecer, lo que a su vez va en contra de sus posibilidades de renovación, ya que si tiene que pedir bajas médicas repetidamente se ve en desventaja a la hora de que le vuelvan a llamar, frente a otro trabajador que no «se enferme tanto».
Igualmente el estrés está relacionado con un mayor caso de insomnio, lo que a su vez va a repercutir en que al no haber descansado correctamente se tiene un nivel de tolerancia y capacidad de atención menor, con peor desempeño en tareas cognitivas, y mayor irritabilidad, todo lo cual puede conducir a que el desempeño general se vea mermado, y con ello, nuevamente, se merman sus posibilidades de renovación cuando se tiene un trabajo temporal, frente a otros trabajadores que mantengan o mejoren sus niveles de desempeño laboral.
Igualmente la mayor irritabilidad puede generar que el ambiente de trabajo se vea enrarecido y viciado, con altos niveles de suspicacia por parte del trabajador que padece esos episodios de insomnios lo que va facilitar que se generen tensiones con los compañeros e incluso con el jefe, dando lugar a un mayor número de casos de conflictividad laboral.
Así al menos lo constata un reciente estudio realizado por la Universidad de Nihon (Japón), recientemente publicado en Archives of Environmental & Occupational Health.
En el estudio participaron 37.646 empleados, a los cuales se les separó en función de si tenían un trabajo fijo o temporal y se observó su nivel de conflictividad laboral así como el número de casos de insomnios padecidos durante un año.
Los resultados son claros, tanto en conflictividad laboral como en insomnio se producen en mayor grado en aquellos trabajadores que tienen puestos de trabajo temporal frente a los que gozan de un puesto fijo, donde a pesar de comprobarse la relación entre la conflictividad laboral y el insomnio, el número de casos es significativamente inferior.
La neuropsicología nos permiten ahora saber «quién vale para estudiar», y prevenir cuando se encuentran deficiencias a edades tempranas para poder intervenir.
A todos nos gustaría que nuestro hijo fuera presidente de un país o una empresa, astronauta o médico, es decir, que llegase lo más lejos que se pudiese en su carrera profesional, o quizás tan sólo que fuese lo que nosotros mismos no hemos sido capaces de lograr, o puede que lo mismo que somos y hemos alcanzado, pero ¿Cuánto de ello es real?
A pesar de lo que queramos, el pequeño va a ir pasando por distintas fases en su vida, y en algunas podremos influir de forma decisiva, sobre todo cuando somos pequeños, llevándoles a academias privadas, motivándole e incentivándole hacia aquello que creemos «es lo mejor para su futuro», pero cuando vaya creciendo, nuestra capacidad de «influencia» va a ir decreciendo en favor de su propia opinión o la de sus amigos, lo que va a ser decisivo sobre todo a la hora de elegir estudios y con ello dirigir su futura vida profesional, pero ¿eso garantiza que tenga éxito en un futuro?
Desde hace años, algunos gobiernos han desarrollado políticas de screening poblacional, por el que se administra a todos los menores una serie de cuestionarios validados, para «detectar» aquellos que tienen mayores potencialidades para un campo un otro, y con ello poder ofrecer una mejor orientación; los antecedentes de esto lo encontramos en los clásicos cuestionarios de inteligencia.
Una detección temprana y una correcta orientación, ya sea por parte de instituciones públicas o por parte de los padres van a permitir conocer en qué puede ser mejor el pequeño, qué es lo que se le va a dar mejor, aunque la decisión al final siempre va a recaer en sí mismo, ya que va a ser él quien tenga que esforzarse por lograr las metas futuras.
¿Pero qué determina el desempeño en las distintas pruebas?, ¿Es posible predecir con antelación el futuro profesional de los niños?
Con estos antecedentes un grupo del Instituto Karolinska (Suecia) ha realizado pendiente de publicar en The Journal of Neuroscience ha tratado de dar respuesta a al cuestiones anteriores fijándose en un sólo índice, la memoria de trabajo, la cual es la capacidad de retener y manejar información a corto plazo.
La memoria de trabajo se ha demostrado ser un buen predictor de un mejor rendimiento en el tiempo, tanto en matemáticas como en lectura, así un niño con escasas capacidades desarrolladas de memoria de trabajo van a mostrar dificultades futuras, por todo ello ha sido objeto de estudio de éste grupo de trabajo, empleando para su evaluación la técnica de resonancia magnética funcional, con el objetivo de establecer una método útil para identificar tempranamente a niños con riesgo de sufrir escaso desarrollo cognitivo.
Se emplearon en el estudio a 232 participantes entre los 6 y 20 años, una vez excluidos participantes con trastorno por déficit de atención o dislexia, para lo cual se empleó una técnica de medida neuropsicológica adaptada a cada edad. La realizó una prueba de memoria de trabajo, que no puede ser evaluada directamente sino viendo sus efectos en la ejecución de alguna tarea, además se empleó las matrices progresivas de Raven para medir la capacidad de razonamiento.
Los mismos participantes tuvieron que pasar por estas pruebas dos años después para evaluar la consistencia de las medidas, o el cambio en el tiempo de estas.
Los resultados muestran dos estructuras que están implicadas en una mejor predicción del desempeño en las tareas de memoria de trabajo y con ello de un mejor desarrollo académico y profesional futuro, estas fueron, el tálamo y los núcleos caudados.
Por lo que los autores entienden que con ello es posible emplear la resonancia magnética como herramienta de evaluación para poder detectar de forma temprana una menor activación de las estructuras anteriormente indicadas, que serían signos de que hay que intervenir en esos pequeños, ya que de no hacerlo pone en riesgo su desarrollo cognitivo y con ello su futuro académico y profesional. Referencias:
Ullman et alt. (2014). Structural Maturation and Brain Activity Predict Future Working Memory Capacity during Childhood Development (in Press)
Cuando tenemos un problema o dificultad podemos encontrar en la librería un libro de auto-ayuda que nos enseña a superarlo, ¿pero cómo afecta a nuestro cerebro?
Seguro que en su vida habrá leído muchos libros, pero sólo unos pocos o quizás solo uno, le han marcado, e incluso cambiado su forma de pensar o de ver el mundo, pudiendo establecer un antes y un después. En ocasiones se ha tratado de un libro religioso o filosófico, pero también es muy habitual que haya sido un libro de auto-ayuda, como los que anualmente se venden por millones y que forman parte habitual de los «tops» de las librerías; libro orientados a que la persona encuentre respuestas a una dificultad en su vida o en la de algún conocido, que aprenda a superar sus dificultades y a mejorar en sus potencialidades.
En otras ocasiones, en los libros no se buscan respuestas sino conocer en profundidad algún tema de interés, descubrir nuevos lugares, costumbres o culturas, o simplemente emocionarse con una buena novela, ¿Pero alguna vez has pensado que ese libro puede «modificarte»?, y no me refiero sólo a aquel que te ha marcado la vida, o que te ha dado una nueva perspectiva, si no de cualquiera que leas con cierto interés.
Todas aquellas palabras recogidas en un tomo más o menos grueso, o en mostradas con tinta electrónica en los ebooks, recogen vivencias, conocimientos e ideas que van a reforzar nuestras creencias, valores y formas de pensar previos, o por el contrario puede que nos hagan «dudar» de lo que hasta ahora creíamos, ¿Pero pueden hacer algo más, como modificar nuestro cerebro?
Esto es lo que se ha planteado en la Universidad de Emory (EE.UU.) quienes han publicado los resultados de su investigación en un reciente artículo en Brain Connectivity.
El estudio realizado con 21 participantes de la citada universidad, a los cuales durante cerca de veinte días se les dejó leer por la noche un capítulo de un libro, de aproximadamente 30 páginas peor noche, teniendo período de «descanso» programado cada cinco días, en donde no debían de leer. Siendo evaluados antes de empezar y tras cinco días después de completar la lectura del libro, los resultados muestran un aumento significativo en la conectividad neuronal en las áreas de comprensión lectora y toma de perspectiva (giro angular y supramarginal izquierdo y giro posterior temporal derecho respectivamente), al igual que una sobreactivación en las áreas asociadas a las intensas «vivencias» de la lectura (bilateral de la corteza somatosensorial).
Al emplearse como material de lectura una novela, cuyo fin es sólo el de «entretener», sus efectos en el cerebro desaparecieron a los pocos días de haber finalizada la lectura.
https://youtu.be/KrUA2UsF3po
Aunque el estudio tiene algunas carencias de tipo procedimental como un adecuado grupo de control, así como una falta de comparación entre distintos tipos de lecturas, abre una puerta a la investigación sobre cómo la lectura modifica «en tiempo real» a nuestro cerebro.
Igualmente la selección de la lectura, de una novela, podría explicar el «escaso» efecto en el tiempo de las áreas cerebrales implicadas, quizás con algo más profundo o que tenga un componente significativo para la persona, como los libros de autoayuda, permitiesen comprobar ese efecto sostenido y mantenido en el tiempo debido a un cambio «efectivo» en nuestra forma de pensar y sentir, de forma que se pudiese constatar lo que es una evidencia, que seguramente habrá podido experimentar en su vida, con ese libro que literalmente «le cambió la vida».
Entrevista completa a Dª. Mª. Ángeles Miranda, Experta en prevención de accidentes y seguridad vial y Vicepresidenta de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, , quien nos va a hablar sobre una nueva modalidad de atención al menor a través de las Auditorias de seguridad infantil, descubre éste nuevo área de trabajo.
– ¿Cuál es su relación con Seguridad Infantil?
Fundamos la Asociación Nacional de Seguridad Infantil En el año 2011, somos profesionales especializados en distintos ámbitos de la seguridad infantil. Actualmente soy la Vicepresidenta de la Asociación así como la especialista en instalaciones destinadas a la infancia.
– ¿Qué son las Auditorias de seguridad infantil?
El servicio de Auditoría de Seguridad Infantil tiene como objetivo principal la adaptación del centro infantil a las características de los niños, es la herramienta más eficaz para optimizar los recursos, adaptando los espacios a las necesidades de los niñ@s, de los proyectos asistenciales, educativos y lúdicos y del personal. Gestionando el mantenimiento de los centros de forma eficaz y con mayor durabilidad de las instalaciones y los equipamientos. Un servicio de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, realizado por personal acreditado por esta entidad para su realización.
Son además el primer paso para conseguir el Sello de Calidad S+ que acredita que una instalación infantil como segura para los niños que acoge.
– ¿Para qué edades están indicadas?
Más que edades nosotros nos referimos a cualquier tipo de instalación donde se desarrolle un menor, por ejemplo en centros educativos las auditorias se realizan de forma exhaustiva en las etapas de infantil y primaria, incluyendo formación a niños y familias para que de esta forma esos niños adopten las medidas necesarias para incorporar su autoprotección de forma natural. Así mismo son muchos los hogares que también reclaman este servicio.
– ¿Qué beneficios proporciona a los usuarios a los que va dirigido?
La implantación de innovaciones dentro del ámbito infantil, como son las auditorias de seguridad infantil, no solo disminuyen la tasa de lesiones no intencionadas, este sistema de calidad y gestión influye en el desarrollo del menor, con el objetivo de crear espacios adaptados donde el menor pueda desarrollar y adquirir nuevas habilidades sin riesgos, evitando así toda sobreprotección y los efectos negativos que esta deriva en el desarrollo cognitivo. Este fue el concepto inicial con el que se creó este servicio, la realidad en sus años de aplicación es evidente: ha derivado en otras aplicaciones que influyen en la calidad de los proyectos educativos, lúdicos y asistenciales así como en la gestión y administración del centro.
Al no existir riesgos implícitos los profesionales educativos pueden dedicar su tiempo a la implantación del proyecto que cada centro desarrolla, menor supervisión por riesgo, mayor atención educativa, lúdica y asistencial.
La información de mejoras organizativas que genera el informe del servicio, reduce muchos gastos de mantenimiento, haciendo las cosas de otra forma podemos obtener los mismos resultados, mejorarlos y con un rendimiento más sostenible.
Dicho informe también incluye aquellos elementos cuya aportación a los proyectos y la labor profesional es mínima, pero si incrementan los gastos de forma considerable, por lo que su eliminación constituye un ahorro sin reducir los derechos laborales, la calidad del servicio y las actividades ofertadas por el centro.
Incremento del rendimiento de la instalación y de los equipamientos, menor desgaste de las mismas, mejor amortización del inmobiliario.
El mantenimiento anual se establece en el informe del servicio de forma que éste sea sostenible y eficaz, priorizando aquellos aspectos donde el riesgo de accidente y la merma de implantación de los proyectos educativos así lo determinen.
De la misma forma se establecen los criterios preventivos y de actuación para dotar a los responsables de la gestión del centro de elementos organizativos y herramientas para poder actuar en función de esos requisitos.
El punto anterior, influye en la implicación del personal para la optimización de recursos y mejoras organizativas y de gestión, ofreciendo a los gestores equipos más comprometidos en todos los procesos.
Vídeo Recomendado: Seguridad Infantil en entornos escolares – Evaluaciones de Riesgo
– ¿En qué antecedentes se basan las Auditorias de seguridad infantil?
Desde el año 1990 he dedicado mi vida profesional al mundo infantil, tras un largo camino formando en diferentes ámbitos, mis objetivos movidos por una pasión desbordante a mi trabajo se centran en la especialidad de seguridad y prevención de accidentes infantiles.
Es en 2008 cuando me surge la idea de crear las Auditorías de seguridad infantil/Evaluaciones de riesgo infantiles, después de detectar la necesidad de establecer parámetros normativos en los centros e instalaciones destinados a la infancia. Profundizando en los decretos y normativas que regulan estos centros observo la variedad y ambigüedad de conceptos preventivos, la mayoría de ellos cambiantes en función de la coyuntura social y económica, dejando a los profesionales que gestionan los centros destinados a la infancia en un laberinto de dudas que suele resolver a su criterio el inspector administrativo de dichas instalaciones. En otras ocasiones la falta de decretos aún dificulta mucho más la adaptación del espacio que acoge a los menores. Y siempre la carencia de titulación oficial de especialista en seguridad infantil es latente en la creación de normativas, decretos y criterios.
Si en el ámbito laboral de los adultos se instauró una legislación específica y concreta para evitar accidentes profesionales, la llamada Ley de prevención de riesgos laborales (LPRL), y que deben cumplir todos los centros de trabajo, las instalaciones destinadas a la infancia carecen de dicha protección. Es decir una Escuela Infantil, por ejemplo, debe cumplir además de los requisitos mínimos establecidos para su apertura y desarrollo de las actividades, con una normativa específica y concreta para cada uno de los trabajadores que la componen en función de la tarea a desempeñar (educadoras, auxiliares, personal administrativo, cocineros, etc.), fomentando de esta forma una cultura preventiva entre los profesionales así como un mayor cuidado de la salud, toda esta protección excluye a los niños que son en definitiva los usuarios del centro. Si aún vamos más allá, la Ley General de la Seguridad Social (LGSS) tipifica como accidente laboral aquel ocurrido “in itinere”, por lo que se deben llevar a cabo formación preventiva a los trabajadores del anterior ejemplo en sus desplazamientos hasta el centro, de la misma forma cuando nos referimos a los niños que acuden a diario o de forma esporádica a la misma instalación no disponen de un entorno escolar adecuado a sus necesidades y características.
Ante esta indiscriminación ilógica, ya que además la infancia es denominada como uno de los colectivos más vulnerables dentro de la sociedad, cree las Auditorías de seguridad infantil/evaluación de riesgo infantiles, con el objetivo de ofrecer herramientas eficaces en la gestión de la seguridad de los centros e instalaciones a la infancia, aportando a los profesionales (de entidades públicas y privadas) los criterios adecuados para la adaptación de los espacios a los menores, de forma que se eviten las lesiones no intencionadas, se genere una cultura preventiva desde la primera infancia, además de la optimización de recursos y mejora del mantenimiento de la instalación y los equipamientos, consiguiendo además que los proyectos educativos, asistenciales y lúdicos que cada centro diseña puedan implementarse en condiciones óptimas de organización, gestión y supervisión adulta.
– ¿Cómo puede prepararse alguien que quiere realizar estas Auditorías de seguridad infantil?
Las auditorias de seguridad infantil solo pueden realizarlas personal formado y acreditado por la Asociación Nacional de Seguridad Infantil. Cada vez más centros nos reclaman este servicio, por lo que pensamos que puede ser una nueva forma de profesión para muchas personas cuya formación y trayectoria profesional se ha encaminado dentro del mundo de la prevención, la especialidad de Técnico de Seguridad Infantil es lo que ofrecemos desde nuestra entidad. Para ello estamos en proceso de colaboración con organismos oficiales de forma que podamos ofrecer estos cursos a muchas personas que necesitan nuevos retos profesionales y otras que puedan ver esta innovación como una oportunidad de encontrar trabajo. Además estamos estableciendo sedes en diferentes puntos geográficos donde me desplazo para formar a los nuevos auditores en seguridad infantil.
– ¿Qué resultados se han obtenido de momento por estas Auditorías de seguridad infantil?
Los centros y las familias que ya han realizado las auditorias de seguridad infantil, nos muestran orgullosos sus resultados, han alcanzado los objetivos y los beneficios marcados. En todos los casos su satisfacción se traduce en realizar de forma periódica el servicio, externalizando la gestion de la seguridad infantil en manos de expertos, ya que la repercusión en los procesos y sobre todo en el desarrollo de los niños es muy positiva.
– ¿Cuál es el futuro que se espera alcanzar en un futuro con estas Auditorías de seguridad infantil?
Desde la Asociación Nacional de Seguridad Infantil se están dando los pasos para que esté regulada por Ley, esa es la cima de nuestra montaña. Durante la escalada hasta llegar vamos implicando cada vez a más personas, sembrando conciencias para recoger prevención. Es un largo camino que tiene cosas malas ya que todo está por hacer y cosas maravillosas, ya que todo está por hacer. Seguimos con entusiasmo para crear entornos adaptados a los niños y es que como decimos: si las ciudades estuvieran pensadas para niños toda la sociedad saldría ganando.
Si tienes alguna duda o comentario, o requieres ampliar alguna información de la aquí indicada, por favor ponte en contacto directamente con Dª. Mª. Ángeles Miranda, Experta en prevención de accidentes y seguridad vial y Vicepresidenta de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil a través del e-mail: ma.miranda@seguridadinfantil.org
Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Mª. Ángeles Miranda por habernos acercadoa los peligros de la infancia y cómo prevenirlos.
Dormir ocho horas es fundamental para nuestra salud cerebral, pero ¿Puede la falta de sueño ser un factor de riesgo que propicie la aparición del Alzheimer?.
Dormir Alzheimer
El sueño es una actividad fundamental para nuestro cerebro, ya que es cuando. se van creando y «archivando» las huellas de memoria de lo aprendido durante el día (Ver artículo ¿Es posible vivir sin dormir?). Los experimentos clásicos sobre de privación del sueño muestran los devastadores efectos sobre la atención, el rendimiento y otras funciones cognitivas como el aprendizaje, incluso pudiendo poner en riesgo la salud mental de la persona, la cual después de días sin dormir se muestra cansada, agotada, pero también irritable, con momentos de euforia, con pensamientos paranóicos, pudiendo sufrir episodios psicóticos, y todo ello por no dormir bien (Ver artículo ¿Cuál es la relación entre el insomnio y la depresión?)
Se dice que una vez superada la infancia, en que existe una mayor cantidad de horas de sueño que de vigila, el organismo invierte esa proporción, necesitando alrededor de ocho horas diarias de sueño el resto de su vida.
Aunque a veces la administración del tiempo no es continuado, pudiéndose producir pérdidas y acumulaciones de sueño durante un tiempo, que luego se recuperan, por ejemplo en las «guardias» algunos trabajos, en que alargan la jornada laboral, o cuando los jóvenes trasnochan ya sea por motivos académicos o por diversión, que luego recuperan ese sueño «acumulado» con un largo sueño (Ver artículo ¿Sabías que dormir poco pone en riesgo tu salud y además engorda?).
Igualmente y de forma natural, en la tercera edad se suele producir una división de tiempo de sueño, en vez de dormir las ocho horas seguidas, se suele despertar después de las cinco primeras horas de sueño, para, pasado unas horas, completar las tres restantes.
Pero en la tercera edad, se suele tiende a dejar un poco de lado las buenas costumbres, si no se le indica con algo da insistencia, así es frecuente que puedan sufrir mayores casos de deshidratación sobre todo en invierno, ya que no mantienen una rutina de beber una cantidad de agua diaria, y en cambio lo dejan para cuando tienen sed o «se acuerdan»; pues bien lo mismo suele suceder con el sueño, que a veces se «desregulan», no durmiendo las ocho horas diarias, si no hacerlo cuando se sienten cansados y poco más, sin darse cuenta de que el sueño es fundamental para el correcto funcionamiento del cerebro, incluso en las personas mayores (Ver artículo ¿Qué cara tienes por la mañana?).
Sueño Alzheimer
Así al menos lo afirma un reciente estudio de la Universidad de Washington publicado en la revista Nature Reviews Neurology que relaciona la falta de sueño con la presencia de una sustancia en el cerebro denominado péptido beta-aminoide (Aβ), cuya acumulación además, es uno de los factores de riesgo de la aparición del Alzheimer.
El estudio analiza la relación existente entre el péptido beta-aminoide (Aβ), la falta de sueño y la aparición del Alzheimer, concluyendo que existe una relación directa entre una insuficiente cantidad y calidad del sueño con una mayor aparición de éste aminoácido; existe una relación directa entre la acumulación en el cerebro de éste péptido, con un peor desempeño cognitivo mostrando síntomas que se podrían clasificar como los propios de las primeras fases de la demencia. Dado ambas relaciones se establece una nueva, por la cual la falta de sueño en cantidad y calidad, puede ser un factor de riesgo que desencadenaría en la aparición del Alzheimer.
Esta desregulación del sueño, podría explicar por tanto los trastornos del sueño que suele acompañar a los pacientes de Alzheimer, no siendo tanto una consecuencia como hasta ahora se creía, si no precisamente una causa de dicha enfermedad y de su posterior agravamiento.
Dicho lo cual queda todavía por estudiar, si mantener un correcto hábito de sueño, de ocho horas diarias, aunque sea «partido», puede ser un factor de prevención ante la enfermedad del Alzheimer.
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