Categoría: Psicologia Cientifica

En esta sección del Blog de Psicología de la Cátedra Abierta de Psicología se presentan las últimas novedades sobre los distintos temas de la Psicología y las Neurociencias, tratados desde el ámbito científico, omitiendo opiniones comentarios no demostrados por investigaciones científicas. Igualmente, que el autor del blog sea Doctor en Psicología, garantiza su formación en investigación y su aportación desde esta perspectiva. Además, cada uno de los artículos comentados provienen de publicaciones de reconocido prestigio internacional, con lo que se trata desde este medio de ofrecer la mejor información, pero con la mayor calidad posible para que las personas que lo lean, sean especialistas o no, conozcan los últimos avances en la psicología científica y en el área de las neurociencias. Aunque hay que recordar, que a pesar de la rigurosidad de los datos e informes presentados, esta información en ningún caso va a reemplazar a la que pueda ofrecer un especialista en consulta; ya que es este, quien conoce de primera mano la problemática de la persona, y atendiendo a su historial clínico va a determinar el diagnóstico y tratamiento en cada caso.

  • Hazlo tú mismo y el efecto IKEA como nuevas estrategias de consumo

    Hazlo tú mismo y el efecto IKEA como nuevas estrategias de consumo

    El comportamiento del consumidor ha sido objeto de estudio desde distintas disciplinas como la Psicología, analizando singularidades como el efecto IKEA.

    Diariamente cuando vamos a comprar nos enfrentamos ante la decisión de qué producto adquirir o qué servicio contratar, pero previo a estas decisiones hay otra más importante y de la que a veces no nos damos cuenta, ¿Dónde comprar?
    La cuestión no es menor, si tenemos en cuenta que los comercios intentan atraer a nuevos clientes y fidelizarlos para que vuelvan una y otra vez para hacer sus compras.
    Si las empresas generadoras de productos intentan diferenciarse del resto gracias a la publicidad, buscando que modifiquemos nuestros gustos y deseos, en favor de su nuevo producto, no es menos lo que hacen los establecimientos para que compremos en él.

    Algunos firmas han optado por ofrecerse lo más próximo al cliente, pagando por ello sumas importantes, por situarse en cada barrio, otras prefieren concentrarse en una calle «lujosa» donde se ubican las grandes firmas, otros en cambio buscan un terreno barato donde ubicarse pero a cambio ofrecen precios más bajos y competitivos con los que atraer al cliente hasta las afueras de la población.
    Igualmente los establecimientos eligen entre estar especializado en un solo producto o una gama de ellos, o ser generalistas, abarcando cuantos más productos mejor, ofreciendo de esa forma una «experiencia» completa al cliente.
    Ni que decir tiene que la publicidad intentando atraer al cliente va jugar un papel importante, y una vez que el cliente se decide, las técnicas de escaparatismo y marketing directo van a determinar el éxito final de la compra, ¿Pero cómo elegimos lo que compramos?
    Lo último en tecnología o en moda, son uno de los elementos determinantes de nuestra conducta como consumidores y es precisamente donde mayor incidencia hacen las campañas de publicidad, al darnos a conocer los nuevos productos y servicios y sus ventajas sobre lo «antiguo» y sobre los competidores.



    La investigación en marketing ha permitido afinar en gustos, tamaños y colores para cada producto, pero hoy en día se está centrando en un fenómeno relativamente nuevo denominado el Efecto IKEA.
    Descubierto por una investigación conjunta entre Harvard Business School, Yale University y Duke University y publicado en Harvard Business Review, cuando trataban de analizar por qué empresas como IKEA habían tenido tanto éxito en los últimos años.
    Para ello después de comprobar multitud de variables, los investigadores se dieron cuenta que la implicación del cliente en las tareas de «construcción» a través del armado de elementos según un esquema previo a seguir, parece ser que crea cierto grado de satisfacción personal por haber completado una actividad creativa.
    Para ello utilizaron diversas tareas en donde participaban voluntarios, a los cuales se les solicitaba que valorasen económicamente el producto final, de cada una de las siguientes tareas encomendadas, ya fueran desde las más próxima a la actividad “natural” de un producto de IKEA, como la de armar una caja, como la de hacer una figura de papel, empleando la técnica del Origami.

    Los resultados informan que los “constructores” valoraban más su obra, siempre y cuando se les hubiese dejado concluir, incluso comparada con la realizada por expertos.
    La implicación con aquello que se hace, se ha comprobado como incrementa el valor subjetivo de lo construido, con nuestras propias manos, incluso aunque no esté bien montado, frente a lo que podemos comprar ya armado.
    Éste efecto bautizado como efecto IKEA por la marca que popularizó el «hazlo tú mismo», ya se ha visto también en otras marcas y compañías que ofrecen esta experiencia creativa de participación en la construcción del producto final.
    Un hallazgo que puede ser un lastre a la hora de vender la casa, en la que el propietario sobrevalora su inmueble, cuando ha realizado reformas e invertido tiempo y dinero en cuidarlo, ofreciéndole por encima del precio de mercado, aspecto que recientemente ha sido evidenciado por una revista especializada en el mundo inmobiliario Canadian Real Estate Wealth Magazine. Siendo un acicate a la hora de establecer un precio de salida correcto, el cual lo hacen mejor los expertos.

  • ¿Es beneficioso escribir un blog personal para la salud psicológica?

    ¿Es beneficioso escribir un blog personal para la salud psicológica?

    Hoy en día en las redes sociales compartimos nuestras alegrías y experiencias enriquecedoras, pero qué pasa con las negativas, ¿Es bueno compartirlas?

    Blog y Salud

    La proliferación del uso de las nueva tecnología ha permitido crecer en conectividad, definida ésta como la capacidad de entablar y mantener nuevas relaciones más allá de nuestro propio vecindario o centro de trabajo. Si en su momento la comunicación se limitaba a la interacción cara a cara, desde el surgimiento de la escritura, ésta se podía realizar entre personas en cualquier latitud a donde llegase el servicio de correos. El teléfono cambió los modos de comunicarse, ya no hacía falta que llegase una fecha señalada o una entrañable festividad para recibir las felicitaciones de parientes o amigos lejanos, de los cuales hacía meses que no se tenían noticias, bastaba con levantar el auricular del teléfono para hablar con esa persona, como si la tuvieses al lado. El uso extendido de internet permitió que surgiesen una serie de servicios que buscaba “aproximar” a los usuarios entre sí, acrecentando la inmediatez, para lo cual tuvieron que pasar unos años, para desarrollar los e-mails, foros, ircs y chats en vivo. Día a día surgen nuevos servicios de Videollamadas, Wasap o Tuenti que ofrecen la posibilidad de una comunicación efectiva e instantánea con nuestro grupo de agregados, recibiendo sus respuestas en tiempo real.


    https://youtu.be/i46Jdg0IL_E

    Redes Sociales y Psicología

    Toda una revolución que ha ido acompañanda del desarrollo de las web personales y los blogs, que funcionan a modo de diarios públicos, donde dejar constancia de aquello que más nos ha agradado, lo último y lo más llamativo.
    Pero la finalidad de estos servicios, es tanto satisfacer unas necesidades comunicativas, como crear una forma de establecer nuevas relaciones interpersonales, precisando para ello de herramientas apropiadas para su funcionamiento, todo lo cual ha producido en algunos casos problemas de dependencia, desconocidos hasta ahora para la psiquiátrica, como el trastorno del F.O.M.O., ya comentado en el artículo titulado ¿Tienes una Identidad Digital?.
    Desde los primeros trabajos de la Psicología Clínica se conocía que el “hablar” de lo que le pasa a uno, es esencial en el camino de la “curación”, incluso cuando ésto se realiza por escrito. Así lo constataron los primeros estudios, sobre los efectos terapéuticos de llevar un diario, en los pacientes que habían sufrido algún tipo de trauma infantil. La posibilidad de contarlo, unido a la seguridad de que nadie tendría acceso a esa información, permitía al paciente “abrirse” a su experiencia traumática, liberándose de la carga emocional que le producía el tenerlo oculto y que a la larga facilitaba la aparición de enfermedades psicosomáticas, ¿Pero qué pasa cuando estos diarios, ahora denominados blogs, son púbicos?

    Blog y Psicología

    Una reciente investigación realizada en la University of Haifa y recientemente publicado en American Psychological Association, analiza los efectos beneficiosos para los adolescentes de escribir sobre problemas emocionales. Para llevar a cabo éste trabajo, se empleó como sujetos de estudio a 161 adolescentes, ya que son éstos precisamente los que hacen un mayor manejo de las redes sociales, siendo considerados como nativos digitales (ver artículo ¿Tienes una Identidad Digital?). Debido a ello no se les tuvo que entrenar ni preparar, únicamente distribuir a los participantes en cuatro grupos de estudio, los que escribieron blogs abiertos en los que se permitían comentarios, los que escribieron blogs abiertos sin permitirse comentarios, los que escribieron blogs privados y por último los que no escribieron blogs.
    Los resultados obtenidos en 10 semanas de estudio, nos informan de los beneficios obtenidos por todos los grupos que escribieron blogs frente al que no lo hizo, debido a la actividad “curativa” de contar lo que uno siente y vive, incluso cuando se trata de dificultades o problemas, siendo los más beneficiosos aquellos blogs abiertos en los que se permitían comentarios por parte de otros usuarios, los cuales, en la mayoría de los casos fueron de apoyo, buscando mitigar los sentimientos negativos de los jóvenes participantes.
    Éste estudio pone en valor el beneficio de los “otros” en nuestra salud psicología, incluso cuando su apoyo y ayuda se reciben por medios tecnológicos, lo que validaría la reciente creación de comunidades y foros especializados de pacientes y profesionales de salud, en donde se “encuentran” y comparten experiencias.

  • Pertenencia Social desde la Infancia

    Pertenencia Social desde la Infancia


    Los valores se transmiten a través de los grupos de pertenencia, aspecto que se va aprendiendo desde la más tierna infancia a través de la imitación.

    La Pertenencia Social

    Uno de los aspectos más importantes de la configuración de la persona es la pertenencia al grupo, con el que nos identificamos en valores y creencias. Aspecto que vamos aprendiendo desde pequeños y que nos sirve para formarnos como individuos dentro de la sociedad en donde crecemos.
    Éstos aprendizaje se ponen en evidencia cuando nos trasladamos a otro lugar, en donde rápidamente se comprobará las diferencias entre los que hasta ahora se consideraba «normal» y «natural», y en ocasiones puede hasta «chocar» con conductas y tradiciones.
    Dentro de la sociedad existen distintos grupos de pertenencia en el que cada individuo se involucra, como por ejemplo en el grupo de clase, en el caso de los estudiantes, el grupo de compañeros, en el trabajo,… pero también otros en los que se eligen pertenecer, como a un grupo religioso, de lectura, peñas o asociaciones.
    Aunque cuando pensamos en grupos de convivencia también hemos de incluir a la familia como un factor destacado en la formación tanto de la personalidad como de los valores y creencias que de pequeño se van a ir interiorizando y que va a «marcar» a la persona, ya que van a ser los pilares en los que se va a fundamentar los nuevos aprendizajes y experiencias.


    https://youtu.be/-hDCCaKPFZk

    Identidad de grupo

    En cada uno de estos grupos se establecen una serie de normas «de convivencia» por escrita o transmitido de palabra, pero también se transmiten valores y expectativas, en donde se ensalan estos en el endogrupo, sobre los del resto (exogrupo), minimizando y hasta a veces «ridiculizando» los valores y tradiciones de los otros grupos, que exacerbando estas comparaciones puede conformar pensamientos y actitudes de prejuicio, discriminación e incluso el racismo.
    Una de las intervenciones más efectivas en éste aspecto, es precisamente el establecer conexiones entre los distintos grupos, aumentando así la visibilidad de las minorías, dándo a conocer valores y actitudes que de otra forma pueden parecer extraños.
    La cultura se transmite a través de las reglas estrictas que se establecen en la sociedad, cuyos comportamientos que los transgreden son sancionados ya sea punitivamente o con pérdida de libertad. Pero no sólo a través de las leyes y normas escritas, sino también mediante tradiciones transmitidas de padres a hijos
    Éstas normas sirven para regular la convivencia, facilitándola y estableciendo los límites, en donde se crece e interioriza ya desde pequeños a través de un proceso tan sencillo como es el de imitación, al menos así lo ha constatado un reciente estudio realizado por la University of Texas of Ausitn (EE.UU.) publicado en Cognition En el que se analizaron el comportamiento de 259 niños entre los 3 y 6 años tras un visionado de distintos vídeos.


    Pertenencia al grupo en la infancia

    A la mitad de los niños se le mostró a un «actor» desempeñando una tarea manual, mientras que a la otra mitad vieron a dos «actores» realizando la misma tarea. Con posterioridad se les preguntó a los pequeños «cómo» se debian de realizar esa tarea, los resultados informan que cuando los pequeños vieron a un sólo actor, consideraban que podía realizarse de esa u otra forma siempre que se realice la tarea, consiguiendo el objetivo deseado
    En cambio los que vieron a dos actores realizando la taera, entendieron que era así «cómo» se debía de hacer, asumiendo que era el comportamiento social adecuado, aún cuando se dificultase alcanzar el objetivo deseado.
    El estudio presenta hallazgo importantes en cuanto a la distinción entre comportamiento dirigido a meta y comportamiento socialmente establecido, ya desde una edad tan temprana como los 3 a 6 años.

  • Efectos psicosomáticos del Bullying escolar

    Efectos psicosomáticos del Bullying escolar

    El Bullying es una de las situaciones más difíciles que puede vivir un pequeño fuera del ámbito familiar, y origen de enfermedades psicosomáticas.

    Acoso escolar

    Los pequeños en ocasiones están expuestos a situaciones de estrés que «les supera» como es en el caso del Bullying o Acoso Escolar donde uno de sus compañeros o un grupo de ellos le hacen «la vida imposible», con conductas que tratan de humillarlo y minar su autoestima, todavía en formación.
    Éste estrés producido por el continuo acoso, va a tener una serie de consecuencias en el menor, como va a ser una reducción de la autoestima lo que va a afectar a su estado de ánimo, el rendimiento escolar,… , además puede llegar a desencadenar en trastornos psicosomáticos.
    Éstos son manifestaciones físicas de enfermedad producido por conflictos internos, los cuales van a ir cambiando en función de la edad:
    – En los más pequeños, de 0 a 6 meses, se restringe prácticamente al área de la alimentación, con cólicos, vómitos e incluso anorexia, además puede ir acompañado de insomnio (área neurológica) y atopías (área dermatológica).
    – De 6 a 12 meses, el área de la alimentación cambia hacia las diarreas rebeldes, colitis ulcerosas, rumiaciones o mesmerismo; incorporándose el área de la respiración con asmas y espasmos de sollozo.
    – En la infancia (más de 12 meses) y la adolescencia, se mantienen las afecciones del área de la respiración, cambiando en el área de la alimentación a anorexia y bulimia, obesidad, ulcus, caprichos alimenticios o abdominalgia; ampliando el abanico en el área neurológico con algias, migrañas, y síntomas de Gilles de Tourette; y mostrando nuevas patologías, como en el área endocrino, con retraso psicógeno del crecimiento o diabetes; el área de la excreción, con enuresis, estreñimiento, encopresis o megacolón; y en el área de la dermatología con alopecias, psoriasis, tricotilomanía, acné, dermatitis o puritos.
    Como se puede observar a medida que crece la persona, se va ampliando la variedad de síntomas psicosomáticos que puede experimentarse, algunos autores lo explican debido a un mejor conocimiento del esquema persona de nuestro propio cuerpo y por tanto, en un mayor dominio de él.
    A pesar de estas diferencias, entre los signos expresados en edades más tempranas o en la adolescencia, el origen del mismo sigue siendo idéntico, atribuyéndose a:
    – un conflicto interno entre pulsión y conciencia, defendido por el psicoanálisis.
    – una carencia afectiva en los primeros años de vida, más allá de recibir los cuidados y atenciones debidos.
    – un reflejo de una personalidad tipo C de la madre, que va a conformar la del pequeño.
    – un reflejo de la conflictividad externa que se “proyecta”, debido a un ambiente inadecuado.



    Bullying escolar

    Es precisamente en éste último punto donde se enmarcaría el Bullying o Acoso Escolar, es decir, los efectos psicosomáticos producidos antes un medio ambiente inadecuado, así lo afirma un reciente estudio de la Università di Padova (Italia) en el que se publicado en Pediatric. Los autores realizaron un meta-análisis con 30 estudios previos extraídos de 119 publicaciones científicas sobre los efectos psicosomáticos del Bullying. Las conclusiones del estudio informan de los resultados claros sobre los efectos en la salud comparando a los niños y niñas acosados por sus iguales frene a otros pequeños de la misma edad.

    Consecuencia acoso

    Un dato curioso de éste estudio es que los efectos en el tiempo son menores en las niñas frente a los niños, aunque no especifica claramente cuáles pueden ser los motivos de estas diferencias, el prematuro desarrollo de capacidades lingüísticas y comunicativas pueden proporcionarle herramientas adecuadas para poder «quejarse» a los adultos de la situación de acoso, y contar un mayor grupo de apoyo que los niños de su misma edad.
    Recordar que los trastornos psicosomáticos surgen inicialmente cuando la persona no es capaz de poner palabras y expresar aquello que siente y que le está provocando gran tensión, y es el cuerpo el que se expresa y «comunica».
    Los síntomas más habituales que puedan surgir en éstos pequeños que sufren acoso escolar son, dolores de cabeza difusos, pérdida de apetito, dolor abdominal y eneuresis (micciones nocturnas).




  • ¿Afecta la familia a las enfermedades?

    ¿Afecta la familia a las enfermedades?


    La familia es un gran apoyo para los más pequeños, sobre todo cuando éstos sufren algún tipo de enfermedad, pero ¿cuál es su papel en el origen?

    La importancia de la familia

    Desde la Psicología Clínica, para el estudio de la base genética de las enfermedades mentales, se emplea la observación de los caracteres intrafamiliares, esto es, comprobar si algún familiar, ascendente o descendiente tenía la misma alteración médica, además del análisis de gemelos y mellizos, así como la comparación entre hijos biológicos y adoptados dentro de la misma familia.
    En el primer caso, hay que indicar cuál es la diferencia existente entre gemelos y mellizos, aunque ambos nazcan durante el mismo parto, los gemelos tienen igual carga genética ya que proceden de un sólo óvulo (monocigóticos), mientras que los mellizos, tienen distintas carga genética ya que proceden de dos óvulos distintos (dicigóticos). Gracias a estos estudios, se puede comprobar la mayor o menor influencia del componente genético en aspectos como la personalidad, el carácter y la forma de ser.



    Familia e hijos

    En caso del estudio de los hijos “naturales” frente a los adoptados, se analiza la incidencia de las enfermedades mentales, así si dos pequeños de una familia muestran la misma enfermedad cuando uno de ellos es adoptado, se puede descartar la causa genética de la misma, siendo la única explicación posible de base ambiental, es decir, hay algo que ambos comparten, ya sea la familia, la escuela, el barrio… que hace que los dos sufran el mismo trastorno psicológico a pesar de provenir de padres y madres diferentes.
    También, utilizando éste mismo paradigma se ha estudiado, si hermanos dados en adopción y viviendo en familias diferentes exhiben los mismos trastornos psicológicos, lo que sería un apoyo para la explicación genética en la base de dicho trastorno.
    Aunque existen pocos casos analizados, el mejor estudio proviene de una combinación de los dos anteriores, esto es, analizar la salud física y mental, así como los caracteres de personalidad que muestran gemelos monocigóticos que han sido separados desde el nacimiento y han vivido en ambientes totalmente diferentes.
    Todo ello para estudiar qué peso tenía la genética frente al componente ambiental (aprendizaje directo y observacional) en cada una de las enfermedades mentales. De ésta forma de trabajo se ha extraído que el componente genético afecta entre un 17 y 28% a los trastornos mentales más importantes, como son, esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, trastorno por déficit de atención y autismo, siendo el restante porcentaje producto de la intervención familiar y social a lo largo del desarrollo de la persona.
    Como vemos a pesar de que el porcentaje de la influencia genética en las enfermedades mentales pueda parecer alto, quien mayor “peso específico” tiene en la salud mental del individuo es la sociedad en la que se enmarca, y especialmente la familia, que va a servir de pilar fundamental en la formación de la persona como individuo.


    Familia y enfermedad

    A ésta misma conclusión se había llegado ya desde hace años desde la aproximación psicosomática, al observar cómo familias funcionales tenían hijos sanos, mientras que las disfuncionales provocaban que en los hijos se produjesen manifestaciones psicosomáticas que le iban a acompañar el resto de su vida.
    Cuando se habla de familia disfuncional abarca cualquier aspecto de la vida laboral, social, íntima y emocional que pueda afectar al normal desarrollo del menor como persona, puediendo ser malos tratos hacia la pareja o el menor, pero también situaciones de infidelidad que generen tensión intrafamiliar, pérdida por fallecimiento o abandono de la familia por parte de uno de los cónyuges, separaciones o divorcios, situaciones de paro prolongado o de trabajos demandantes que aumenten el estrés familiar,… incluso la intervención de terceros, que convivan o tengan un gran “peso” en las decisiones familiares, pueden favorecer situaciones que al final desemboquen en una enfermedad psicosomática, influenciadas principalmente por el estrés percibido y por las propias vivencia emocionales.
    Pero no pensemos que los más pequeños de la casa piensan y sienten como adultos, y que pueden llegar a ser “comprensivos” con sus progenitores, justificando sus “debilidades” y decisiones “incorrectas” tal y como lo hacen ellos. Los niños son mucho más “simples” que eso y precisamente por ello más vulnerables a los cambios bruscos emocionales o de estrés que se vivan en la familia.
    Éstos cambios van a “marcar” al pequeño para un futuro, ya que son los que se graban con mayor fuerza, debido al componente emocional que acompaña, y eso que de adulto pueda que no sea consciente de ellos, aunque esté padeciendo sus “efectos”.
    En el núcleo familiar se van a establecer los primeros límites, normas y regulaciones que van a regir la vida del pequeño, pero también éste va a interiorizar los ejemplos de los demás, asumiendo lo “no escrito” como propio, gracias a la capacidad de imitación del menor, es por ello, que los padres deben de asumir su responsabilidad no sólo de alimentar cuidar y enseñar las reglas de convivencia, sino también la de educar con el “ejemplo de vida”.

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