Categoría: Enfermedad de Párkinson o Mal de Parkinson

La enfermedad de Párkinson, también conocido como mal de Párkinson es una de las más devastadoras en cuanto a sus efectos, ya que no sólo afecta físicamente al paciente, debido a sus constantes temblores, sino también social y emocionalmente. Si bien, ya hace tiempo que se descubrió, cada día son más los esfuerzos que se realizan desde las instituciones públicas y privadas por descubrir cómo hacer frente a esta enfermedad neurodegenerativa, buscando tanto controlar los síntomas del párkinson como mejorar la calidad de vida de los pacientes y familiares. Aunque no queda ahí el ámbito de estudio de esta enfermedad del parkinsonismo, pues también se trata de prevenir, y establecer diagnósticos tempranos para lo cual hay que descubrir las causas del Párkinson, para poder establecer con posterioridad el tratamiento más adecuado en cada caso. A pesar de lo que la gente pueda pensar, sobre que ya se sabe todo sobre esta enfermedad, diariamente surgen nuevos descubrimientos, que no siempre son comunicados adecuadamente, teniendo que esperar al “Día del Párkinson” para saber qué se ha estado investigando durante todo el año. De ahí que este espacio sea consultado por federaciones y asociaciones tanto profesionales como de pacientes, para conocer de primera mano cuáles son los avances tanto sobre las casusas del Parkinson, su diagnóstico y tratamiento; para con ello poder ofrecer soluciones innovadoras que mejoren la calidad de vida de los pacientes. Un espacio construido con los últimos avances presentados en congresos y publicaciones científicas explicadas de forma clara y sencillas, pero que cuenta además con la participación de especialistas la lucha contra el Párkinson, que ofrecen sus experiencia y conocimiento sobre qué están investigando ellos mismos para combatir los síntomas de la enfermedad de Párkinson, y con ello detener su avance.

  • ¿Ayuda al Párkinson el ejercicio físico?

    ¿Ayuda al Párkinson el ejercicio físico?

    La ayuda al Párkinson es esencial sobre todo para incrementar la calidad de vida de los pacientes, ya que se trata de una enfermedad degenerativa.

    Ayuda al Párkinson

    A pesar de lo mucho que se conoce sobre esta enfermedad, ya que muchos de sus síntomas son externos, siento el más evidente el temblor, todavía queda mucho por conocer sobre esta enfermedad, sobre todo en cuanto a intervención psicofarmacológica y terapéutica se refiere, pues cada avance en esta área supone una mejora en la calidad de vida del paciente.
    Una enfermedad degenerativa que va poco a poco mermando las capacidades y posibilidades de la persona, haciéndole cada vez más dependiente, y todo ello sin verse afectado sus habilidades cognitivas, por lo que es consciente de las consecuencias de su enfermedad.
    Enfermedad para lo cual todavía no existe cura, pero que se ha conseguido en algunos casos detener con métodos experimentales, lo que supone un gran avance, ya que indica que en un futuro “cercano” estos avances médicos podrán estar disponibles para todos aquellos pacientes que sufran la enfermedad, de forma que pase de ser degenerativa a crónica, es decir, la persona seguirá sufriendo la enfermedad, pero esta no avanzará. Aunque el objetivo último de estas investigaciones es la cura total de la enfermedad de Párkinson.
    Entre las muchas incógnitas que a día de hoy todavía quedan sin resolver se encuentra saber cómo es que existen diferencias en cuanto al padecimiento de la enfermedad de Párkinson en función de la raza del paciente.
    Cabría pensarse que en EE.UU. las diferencias raciales son mínimas en cuanto a que se comparte una cultura, educación e incluso alimentación independientemente de la raza de la persona, a pesar de lo cual los resultados parecen evidentes, por lo que se debería de buscar las razones probablemente en una predisposición de base genética, que haga “más sensible” a ciertas razas a padecer esta patología frente a otros.
    Hay que tener en cuenta que una “explicación” al respecto que deberá ser comprobada con datos poblacionales, es con respecto a la supervivencia de cada raza, es decir, la edad media de vida de cada una de las razas, ya que se trata normalmente de una enfermedad que afecta a personas de elevada edad. Por tanto, si la edad media de vida de una determinada raza fuese inferior a la edad de inicio de esta enfermedad, ello podría explicar que se produjese en esa raza en menor medida.
    Otra de las preocupaciones con respecto a la enfermedad de Párkinson es referida sobre la intervención y la eficacia de la misma, más allá del tratamiento farmacológico a seguir, ya que en muchas ocasiones la persona que sufre esta enfermedad “prefiere” aislarse del mundo, debido a sus “limitaciones” y a que “no le gusta que le vean así”, aspecto a trabajar desde un punto psicológico, incentivando a la persona que salga de casa, se relacione e incluso pueda realizar algún tipo de ejercicio al aire libre, pero ¿Ayuda al Párkinson el ejercicio físico?


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    Beneficios del ejercicio con Párkinson

    Esto es lo que ha tratado de responderse con una reciente investigación realizada conjuntamente desde la Nova Southeastern University, junto con la Northern Kentucky University, la Kent State University, y la West Virginia University, Morgantown (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Physiotherapy & Physical Rehabilitation.
    En el estudio participaron ocho varones, con edades comprendidas entre los sesenta y uno, y setenta y cuatro años, todos ellos diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, dentro de las primeras fases de la enfermedad siguiendo la escala de Hoehn and Yahr.
    Los participantes acudieron durante ocho semanas a veinticuatro sesiones de ejercicio físico controlado, en el que se sucedían sesiones estiramientos con bicicleta estática y ejercicios de resistencia.
    Se realizó una evaluación previa al inicio y al finalizar el periodo de ocho semanas sobre la densitometría del paciente que incluía peso, masa corporal, porcentaje de grasa, así como un ejercicio para evaluar la capacidad pulmonar.
    Los resultados muestran que, con ejercicios suaves controlados por un monitor experto, y en sólo ocho semanas de entrenamiento, se encontró una reducción significativa del nivel de grasa corporal y un incremento de la capacidad pulmonar.


    Práctica del ejercicio físico y el Párkinson

    Una de las limitaciones del estudio es el escaso número de participantes, y además que todos fuesen varones, lo que no permite realizar generalizaciones con respecto a los resultados obtenidos, por lo que se requiere nueva investigación al respecto.
    Hay que tener en cuenta que los resultados positivos se obtuvieron con pacientes en las primeras fases de la enfermedad de Párkinson, por lo que no se conocen si estos efectos se mantienen o no en fases avanzadas de la enfermedad, o son incluso contraproducentes, debido a la rigidez muscular propia de la enfermedad.
    Señalar también que, a pesar de tratar con pacientes con la enfermedad de Párkinson, los autores del estudio no han realizado ninguna evaluación específica para esta patología que pueda dar cuenta de una mejoría de la mismo o al menos de la detención del avance de la enfermedad.
    A pesar de las limitaciones anteriores, hay que tener en cuenta que cualquier intervención por mejorar el estado general del organismo va a repercutir en una mayor calidad de vida del paciente, lo que le va a ayudar a sobrellevar mejor su enfermedad y mantener mejores relaciones con las personas que le rodean.

  • ¿Se puede prevenir la depresión en el párkinson?

    ¿Se puede prevenir la depresión en el párkinson?


    La aparición de la depresión en el Párkinson puede producirse a los pocos días de recibir el diagnóstico o tras unos años de padecer la enfermedad.

    La depresión en el Párkinson

    Se estima que la prevalencia de esta relación entre la depresión y el parkinsonismo, como también se conoce a la enfermedad de Párkinson, es entre un 10 a 70%.
    Si nos paramos a pensar en las crecientes dificultades que la persona va sufriendo a la hora de controlar sus propios movimientos, no nos extrañaría que eso se tornase en un problema en su estado de ánimo e incluso en su autoestima.
    Pasar de ser totalmente independiente, a cada vez necesitar más ayuda, sabiendo que al final la dependencia será absoluta, puede llegar a hundir hasta la persona más optimista.
    Se esperaría que aquellas personas que constasen con factores como la resiliencia o una red amplia de apoyo familiar, serían las que tendrían más posibilidades de no caer en dicha depresión.
    Es decir, a medida que conocemos los factores implicados en la depresión entre pacientes de la enfermedad de Párkinson, podemos establecer los factores protectores, pero ¿Se puede prevenir la depresión en el Párkinson?


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    Relación entre depresión y la enfermedad de Párkinson

    Esto es lo que ha tratado de responderse con una investigación realizada desde el Jinnah Postgraduate Medical Centre, el Institute of Psychiatry, Baqai Medical University, el Ziauddin Medical College, y la Isra University (Pakistan) y cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Neurology & Stroke.
    En el estudio participaron noventa y siete pacientes diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, siendo la mitad mujeres, con edades comprendidas entre los 50 a 80 años.
    A todos ellos se les administró el cuestionario estandarizado para evaluar la presencia de síntomas depresivos denominado Beck Depression Inventory.
    Se tuvieron en cuenta las variables sociodemográficas de género, edad, nivel económico y nivel de estudio, así como el tiempo que lleva padeciendo la enfermedad de Párkinson.
    Los resultados, obtenidos a partir de un nivel superior a nueve en la prueba administrada indican una mayor prevalencia de síntomas depresivos entre las mujeres (10,2%) frente a los hombres (9,3%).
    Con respecto a la edad se observó que a más años (más de 60) se tiene un porcentaje superior en sintomatología depresivas (8%) frente a los más jóvenes (1%).
    Igualmente, en ninguno de los pacientes que habían cursado estudios superiores (14 de ellos) se alcanzaron síntomas significativos de depresión, frente al 11,8% de los que tenían estudios básicos y los 9,4% de los que tenían estudios intermedios.
    Con respecto al tiempo de padecimiento de la enfermedad de Párkinson, los que llevaban menos de diez años padeciéndola sufrían un mayor porcentaje de depresión frente a los que llevaban más de diez (11,5% frente al 5,6%).
    Por último, con respecto al dinero económico de la familia, cuando estos tenían ingresos inferiores a 20.000 rupias pakistaníes mostraban un mayor porcentaje de sintomatología depresivas (12.8%), frente a los que tenían ingresos entre 20.000 y 40.000 rupias pakistaníes de un (7,4%) y frente al 4,3% de aquellos que tenían ingresos familiares por encima de 40.000 rupias pakistaníes.


    Causa-efecto entre sufrir párkinson con depresión

    Entre las limitaciones del estudio está el que no se ha introducido un grupo control, para saber el nivel de la depresión en la población de similares características sociodemográficas, para poder determinar si están por encima o no.
    Igualmente hay que tener en cuenta las características de la idiosincrasia de la población pakistaní, así como de su sistema asistencial, por lo que se requiere de nueva investigación para comprobar si los resultados anteriores se mantienen.
    De comprobarse estos resultados en otras poblaciones, obteniéndose diferencias significativas por cada una de las variables señaladas, entonces se puede indicar que las personas que tienen una mayor probabilidad de sufrir depresión cuando padecen la enfermedad de Párkinson son aquellas mujeres, con edades superiores a los 60 años, que lleven sufriendo menos de 10 años la enfermedad de Párkinson y que además tengan estudios básicos y escasos recursos económicos.
    Al contrario, las personas que tenga el siguiente perfil van a estar menos expuestas a sufrir depresiones cuando se padece la enfermedad de Párkinson, es decir, hombres, menores de sesenta años, que llevan sufriendo la enfermedad más de diez años, y que tienen un nivel de estudio superior y unos ingresos familiares elevados.
    Una vez conocido los perfiles de las personas más vulnerables se pueden implementar programas de protección especial para que estas personas no caigan en la depresión, máxime cuando tienen escasos recursos económicos para poder acudir a un psicólogo para ayudarla cuando surjan los primeros síntomas.

  • ¿Presentan los pacientes de Párkinson problemas del habla?

    ¿Presentan los pacientes de Párkinson problemas del habla?

    Los problemas del habla, surjan a la edad que surja, van a dificultar que el paciente pueda llevar una relación social adecuada.

    De ahí la importancia de comprobar si estos problemas se producen ante a presencia de otras enfermedades como es la del Párkinson.

    Problemas del habla

    Aunque su característica exterior son los temblores, y con posterioridad las dificultades a la hora de andar, no van a ser estos músculos los únicos que van a verse afectados por la enfermedad.
    A medida que avanza la enfermedad el «descontrol» de la motricidad fina y luego gruesa va a ir dificultando que la persona lleva una vida independiente y de calidad.
    En la enfermedad de Párkinson, a pesar de que pueda ser poco conocido, se ha incrementado el número de fallecimientos en los últimos años, tal y como muestra la gráfica siguiente de la evolución en Estados Unidos.

    [graphiq id=»bgHOf1YORHn» title=»Evolución de la mortalidad de pacientes afectados por la la enfermedad de Parkinson en los Estados Unidos» width=»600″ height=»492″ url=»https://sw.graphiq.com/w/bgHOf1YORHn» link=»http://conditions.healthgrove.com/l/768/Parkinson-s-Disease» link_text=»Evolución de la mortalidad de pacientes afectados por la la enfermedad de Parkinson en los Estados Unidos | HealthGrove

    Una de las problemáticas más importantes que afectan a la calidad de vida del paciente es su capacidad de comunicarse la cual se ha visto que en el 90% de los pacientes se ve dificultada por la enfermedad de Párkinson, ya sea por la alteración en la velocidad del habla como por su capacidad discursiva, pero ¿Presentan los pacientes de Párkinson problemas del habla en función de la edad?


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    Síntomas Párkinson

    Esto es precisamente lo que ha tratado de resolverse mediante una investigación realizada desde el Departamento de Neurologia, Faculdade de Medicina, Universidade de São Paulo (Brasil) cuyos resultados han sido publicados en revista científica Arquivos de Neuro-Psiquiatria.
    En el estudio participaron cincuenta pacientes diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, siendo todos mayores de cuarenta años.
    Se realizaron dos grupos en función de la edad, el primero, de treinta pacientes con edades comprendidas entre los cuarenta a cincuenta y cinco años; y el segundo, con veinte participantes, todos ellos mayores de sesenta y cinco años.
    A todos ellos se les realizó tres medidas, una neuropsicológica para evaluar el avance de la enfermedad de Párkinson a través del Hoehn and Yahr Scale (H.Y.) y del Unified Parkinson´s Disease Rating Scale (U.P.D.R.S.).
    Una segunda de tipo perceptual donde se evaluaba la velocidad discursiva.
    Y una tercera de tipo acústico, donde se evaluaba la capacidad de discursiva espontánea mediante el análisis de vocales empleadas basado en el Articulation Index (V.A.I.).
    El estudio informa sobre que no existen diferencias entre los grupos de edad en cuanto a ninguna de las tres medidas, es decir, ni en gravedad de la enfermedad de Párkinson, ni en la velocidad o capacidad discursiva.

    Habla y Párkinson

    Una de las limitaciones del estudio es que no informa del número de mujeres que participaron en el estudio ni separa los resultados en función del género, luego no se puede conocer si esta resulta una variable decisiva o no.
    Igualmente, el haber no haber separado a los pacientes por las puntuaciones obtenidas en las medidas neuropsicológicas, esto es, según la gravedad de la enfermedad, hace que se estén mezclando resultados de personas al inicio de la enfermedad, con pacientes con la enfermedad de Párkinson en fase avanzada.
    Por último, al no introducir un grupo control con el que comparar, de personas que no padezcan la enfermedad de Párkinson, no se puede establecer sobre si se verdaderamente se ha producido o no problemas del habla, sólo que no existen diferencias entre los grupos de edad analizados.
    A pesar de lo anterior, es estudio se enfoca en un aspecto a veces olvidado con respecto a la enfermedad de Párkinson, la capacidad de comunicarse, siendo esto fundamental en una sociedad basada en la comunicación oral.
    Los datos muestran que la edad no es una variable relevante en los problemas del habla asociados al Párkinson, lo que indica que a cualquier edad se debería de poder intervenir mediante terapia específica realizada por un logopeda que ayude a compensar las pérdidas debidas a la enfermedad.

    Experta Colaboradora:

    Dª Mabel Velandia Ramos
    AUDIOLOGIST MINTIC- TELEMEDICIN




    De hecho si vemos la enfermedad de Parkinson desde el punto de vista neurológico existe un compromiso en el cerebelo que también se asocia al deterioro por la edad lo cual concluye que en general si se podría afirmar que hay dificultades en la motricidad voluntaria especialmente de los músculos de los órganos fonoarticuladores que tienen que ver directamente con la pronunciacion se los diferentes fonemas asociados al Habla. Ese deterioro también está asociado a la expresión genética. No se sabe cuando va a comenzar esa dificultad todo depende del medio ambiente calidad de vida diagnóstico e intervención precoz y genética.

  • ¿Existe relación entre Síndrome de Pisa y el Párkinson?

    ¿Existe relación entre Síndrome de Pisa y el Párkinson?

    En ocasiones las enfermedades, trastornos o síndromes son desconocidos incluso para los profesionales, este es el caso del denominado síndrome de Pisa.

    El síndrome de Pisa se define como una desviación lateral del cuerpo de al menos diez grados.

    Síndrome de Pisa

    A pesar de lo que se pueda pensar, tanto los profesionales como las personas ajenas a las ciencias de la salud, tienen cierto conocimiento sobre las patologías y psicopatologías más frecuentes, pero además existe todo un abanico de enfermedades, trastornos y síndromes que son desconocidos ya sea por su escaso nivel de incidencia o porque no recibe la suficiente atención de los medios de comunicación.
    Es por ello que existen los manuales de consulta como el Vademécum en el caso de los médicos y los manuales de diagnóstico, como el CIE-10 o el DSM-V en el caso de los psicólogos y psiquiatras.

    A estos se suele acudir cuando un caso no es todo lo suficientemente claro como debiera, existen síntomas que no pertenecen al cuadro clínico que se tiene, o porque no se puede establecer un diagnóstico que conforme todos los síntomas observados.
    Pero son tantas las clasificaciones en categorías y subcategorías, sobre síntomas y síndromes, trastornos y enfermedades, que se requiere de cierta especialización para poder dar una mejor atención. Así los profesionales se especializan por edades, por ejemplo, en los trastornos del desarrollo en la infancia, o por grupos de enfermedades que comparten algunos elementos en común, como por ejemplo las enfermedades neurodegenerativas.
    A pesar de todo lo anterior, los profesionales de la salud deben actualizarse periódicamente para conocer las “nuevas enfermedades” o aquellas que han cambiado su incidencia en la población y que ahora son más comunes, o que se presentan en conjunto con otras enfermedades o trastornos, pero ¿Existe relación entre Síndrome de Pisa y la Enfermedad de Párkinson?


    https://youtu.be/6meLRqOgvDw

    Enfermedad de Párkinson

    Esto es precisamente lo que trata de explorarse desde el Hospital “Moriggia-Pelascini”, el Instituto de Ciencias de Pavia, el Instituto de Ciencias de Montescano (Italia) y la Universidad de Tel-Aviv (Israel), cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Parkinson’s Disease.
    El Síndrome de Pisa se define como una torsión sostenida del tronco de al menos 10 grados, que se puede observar tanto mientras se permanece sentado o de pie, pero que desaparece en cuanto la persona se acuesta.
    En el estudio 74 pacientes diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, a los cuales se les tomaron medidas electromiográficas (E.M.G.), para comprobar el nivel de desviación de la persona, para ello se realizaron en distintas posturas, incluido mientras permanecían acostados. Se evaluaron en tres momentos diferentes, en reposo, contraídos hacia la posición natural de los músculos y contraídos al lado contrario al natural.
    Se observó que en el 78% de los pacientes se mostraban diferencias significativas en cuanto a la desviación muscular, especialmente sensible para ello el músculo oblicuo externo del abdomen, que fue el que más información proporcionó de todos los evaluados.

    Relación entre Síndrome de Pisa y el Párkinson

    Hay que tener en cuenta que tal y como informan los autores, se trata de una primera aproximación para la determinación de un método válido para detectar la presencia del Síndrome de Pisa en pacientes con la enfermedad de Párkinson, por lo que se requiere de nueva investigación al respecto para poder así establecer un procedimiento de diagnóstico más efectivo
    El estudio no informa sobre las características sociodemográficas de los pacientes de la enfermedad de Párkinson, ni su edad, ni su género,… aspectos fundamentales si se quiere extrapolar los resultados a otras poblaciones.
    A pesar de lo anterior, el uso de la electromiografía, técnica muy simple y extendida en la práctica médica, hace que el diagnóstico del Síndrome de Pisa sea más sencillo y eficaz sobre todo si se realiza la evaluación sobre el músculo oblicuo externo del abdomen.
    Hay que tener en cuenta, que como en cualquier otro caso, el padecer dos patologías al mismo tiempo, en este caso la enfermedad de Párkinson y el Síndrome de Pisa no hace sino empeorar el pronóstico de la persona, dificultando su recuperación. Además, el infra diagnóstico del Síndrome de Pisa sólo sirve para ocultar síntomas que van a estar presente, interfiriendo con la calidad de vida del paciente con enfermedad de Párkinson, mientras no reciba el tratamiento oportuno.
    A este respecto, todavía falta de conocer cómo se ha de tratar el Síndrome de Pisa, y si este va a conllevar algún tipo de contraindicación o no con el recibido para la enfermedad de Párkinson.

  • ¿Se puede mejorar el tratamiento del dolor en el Párkinson?

    ¿Se puede mejorar el tratamiento del dolor en el Párkinson?

    El dolor en el Párkinson va a ser una constante a combatir, ya que perjudica la calidad de vida del paciente, así como de sus relaciones.

    Dolor y parkinson

    Aunque cuando uno piensa en la enfermedad de Párkinson lo hace en sus síntomas principales asociados con el movimiento, no son los únicos, ni siquiera los que más influyen en la calidad de vida del paciente.

    Según estudios anteriores, entre el 40 y 80% de los pacientes de Párkinson deben lidiar además con un problema añadido, el dolor, algo que va directamente en detrimento de su calidad de vida y de las relaciones sociales.
    El dolor, cumple una función de aviso al cerebro de que algo no va bien, pero cuando este es crónico, debido a un trauma o enfermedad se convierte en una gran molestia, que afecta no sólo al normal desempeño de la persona, si no también a su capacidad cognitiva.
    El dolor puede cambiar el humor, e incluso «nublar la razón», eso unido a un fenómeno denominado de sensibilización, por lo que aquel que sufre un dolor crónico, lo vive mucho más intensamente cada día, «aguantando» cada vez menos su presencia.

    De ahí que además de la intervención en la enfermedad de Párkisnon, estos pacientes deban recibir el tratamiento oportuno para combatir este dolor que les acompaña, pero ¿Se puede mejorar el tratamiento del dolor en el Párkinson?



    Tratamiento parkinson

    Esto es precisamente lo que ha anunciado mediante una nota de prensa la empresa Mundipharma International, cuyos resultados han sido publicado en la revista científica The Lancet Neurology.
    Según la nota de prensa, la empresa acaba de concluir con éxito la primera investigación rigurosa sobre el tratamiento del dolor en pacientes con Párkinson analizando los efectos del tratamiento con oxycodone / naloxone (OXN PR).
    Entre las características del estudio destaca que se realizó empleando un grupo control al que se le administraba un placebo, así como un diseño de doble ciego, donde ni el paciente, ni los enfermeros que administraban la sustancia sabían si estaban recibiendo el medicamento o el placebo.
    Todo ello evaluado en varios momentos diferentes, hasta cuatro meses desde la administración.
    Todo ello evaluado mediante una escala de valoración del dolor mediante autoinforme.
    Los resultados muestran diferencias significativas entre los dos grupos, con medicamentos frente a con placebo, durante los primeros tres meses, perdiendo la eficacia a los seis meses del inicio del tratamiento.
    Entre los efectos secundarios no deseados del tratamiento se observó en el 17% de los pacientes, nauseas y estreñimiento.

    Tratamiento dolor

    La nota de prensa no informa del número de participantes, su género, ni en qué etapas de la enfermedad se encontraban.
    Una de las limitaciones del estudio es precisamente el método de recogida de datos mediante autoinformes, ya que actualmente se pueden emplear otros métodos más fiables para ello.
    Un gran para la noticia, resultado de una investigación rigurosa que ofrecer una alternativa a los pacientes de Párkinson con lo que aumentar su calidad de vida, al reducir el dolor que siente, a parte de tener que padecer el resto de los síntomas de la enfermedad.

    A pesar de lo anterior, hay que tener en cuenta que se debe realizar nueva investigación para comprobar que la eficacia de este tratamiento del dolor no interfiere en el de la enfermedad de Párkinson, pues ya ha sucedido en otras ocasiones, que cuando se intenta tratar dos problema a la vez en la misma persona, a veces los efectos positivos de los medicamentos se anulan entre sí, haciendo perder la eficacia de la intervención.
    Por lo que sería conveniente corroborar los datos anteriores con distintos tipos de medicamentos y en distintas fases de la enfermedad para comprobar en qué condiciones es más efectiva la intervención del dolor a través de este método, buscando nuevas alternativas para aquellos pacientes que no responden adecuadamente a este tratamiento, ya sea por encontrarse en una fase avanzada o porque muestre otras patologías asociadas a la enfermedad de Párkinson.

  • ¿Está relacionado el Párkinson con el nivel educativo?

    ¿Está relacionado el Párkinson con el nivel educativo?

    Se ha avanzado mucho sobre las causas de esta enfermedad pero ¿se relaciona la enfermedad de Párkinson con el nivel educativo?.

    Párkinson con el nivel educativo

    Son muchas las causas que se incluyen en la enfermedad de Párkinson, sabiendo que cuando se presentan los primeros temblores ya el paciente puede estar sufriendo esta enfermedad desde hace años. Los síntomas iniciales a diferencia de lo que se piensa no son los movimientos, si no los relacionados con los cambios de humor, pudiéndose presentar depresiones, así como alternaciones del sueño.
    A pesar de los avances todavía no se tiene claro, por qué a unas personas afecta y no a otras, aunque hay algunas causas como pesticidas que explicarían la mayor presencia de esta enfermedad en poblaciones rurales frente a las urbanas; lo que indicaría que variables sociodemográficas podrían estar implicadas y por tanto se podrían incluso llegar a intervenir como medio preventivo.
    Entre las variables sociodemográficas más importantes en otras enfermedades está el nivel económico, la composición de número de miembros de la familia e incluso el nivel educativo, pero ¿Está relacionado el Párkinson con el nivel educativo?


    https://youtu.be/iy0rH-s0WsA

    Párkinson y educación

    Esto es lo trata de averiguarse desde la Universidad Federal de Río Grande del Sur, la Clínica de Porto Alegre y la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre (Brasil) cuyos resultados se han publicado en la revista científica Parkinson’s Disease.
    En el estudio participaron 45 pacientes diagnosticado con la enfermedad de Párkinson siguiendo los criterios de Hoehn and Yahr (H&Y) sobre el grado de la enfermedad, empleando para ello la Degree of Disability Scale.
    En vez de fijarse como criterio de distinción en el nivel de temblor o la aparición de otros síntomas, el estudio ha analizado la capacidad de comunicación verbal y no verbal, cuyo impedimento se denomina apraxia.
    La apraxia no verbal fue evaluado a través del cuestionario estandarizado denominado Speech Apraxia Assessment Protocol.
    La apraxia verbal fue evaluado mediante pruebas de adición, sustracción, repetición u omisión de listas de palabras que leía el profesional de la salud.
    Además del desempeño con respecto a la apraxia se evaluaron diversas variables sociodemográficas, como la edad, el nivel educativo, el tiempo que llevaba la persona sufriendo la enfermedad.
    Los resultados muestran que ya desde las primeras etapas de la enfermedad se va a sufrir una apraxia verbal, es decir, se van a observar problemas en el lenguaje, presentando esfuerzo por pronunciar, una elevación del tono de voz, repetición involuntaria de palabras, vacilaciones y alteraciones en la estructura de las frases.
    Con respecto a las variables sociodemográficas, únicamente resultó significativa el nivel educativo con respecto a la apraxia verbal, es decir, aquellos que tenían un mayor nivel educativo mostraban menores problemas de apraxia verbal, a diferencia de los pacientes con la enfermedad de Párkinson con un menor nivel educativo.

    Párkinson y escuela

    Los resultados deben ser comprobados con un mayor número de personas y otras poblaciones, antes de poder extraer conclusiones al respecto.
    Hay que tener en cuenta que el análisis se realiza sobre unas habilidades que mejoran con la educación, por lo que parece lógicos los resultados, en cuanto a quien mejores niveles de desarrollo lingüístico tenga, más tarde se perderá esa función.
    A pesar de lo anterior, una buena estrategia de intervención en pacientes de Párkinson, sería a la hora de reforzar las habilidades lingüísticas mediante cursos de reciclaje e incluso de formación, para intentar de esta forma compensar la pérdida que va a provocar la enfermedad.
    De forma que se pueda corregir lo que parece un hecho de la vida, aquellos que han tenido la oportunidad y la han aprovechado de formarse y estudiar, van a tener una mayor protección a la hora de la aparición de los síntomas de la apraxia verbal cuando se sufre la enfermedad de Párkinson, frente a los que no lo han hecho.
    Algo que es fundamental en cuanto al nivel de independencia y la calidad de vida del paciente, el poderse comunicar adecuadamente con los demás, de forma que pueda transmitir sus necesidades y demandas.
    Circunstancia que se tendría que trabajar una vez detectada la enfermedad para darle el mayor tiempo posible de independencia al paciente de Párkinson y con ello, facilitar el duro tránsito por la enfermedad.

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