Autor: Dr. Juan Moisés de la Serna

  • Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez sobre el Miedo a Conducir (Amaxofobia)

    Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez sobre el Miedo a Conducir (Amaxofobia)


    Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez, Psicólogo General Sanitario – Experto en Miedo a Conducir (Amaxofobia), quien nos habla de sobre la Amaxofobia.




    – ¿Qué es el Miedo a Conducir y cuántos afectados hay?

    El miedo a conducir, que también se suele designar como amaxofobia, es una fobia específica de carácter situacional que afecta antes y sobre todo durante el acto de la conducción. No hay demasiados estudios al respecto y a la hora de dar cifras, tan sólo contamos con un estudio del Instituto Mapfre de Seguridad Vial de 2005 y su revisión en 2010 en el que hablan de un porcentaje del 33% de los conductores que padecen el problema desde sus formas leves, evitando algunas circunstancias concretas, a sus formas más graves en las que la persona deja de conducir totalmente.

    – ¿Cuál es la causa del Miedo a Conducir?

    No existe una causa única y el porcentaje de personas que lo padecen a causa del estrés postraumático de un accidente es relativamente bajo con respecto al número de sujetos que padecen el problema. Entre otras posibles causas podemos señalar, haber padecido un ataque de pánico al volante o alto nivel de activación fisiológica asociada a desmayos o pérdida de control. Baja autoestima como conductores. Alto nivel de estrés que aparece durante la conducción como sensación de vulnerabilidad. Notar como fallan los reflejos. Haber padecido algún problema de salud grave y creer que puede volver a ocurrirle durante la conducción. Etc.


    Vídeo Recomendado: La amaxofobia, el miedo a conducir

    – ¿Existen diferencias de por edades o género en el Miedo a Conducir?

    Las diferencias que aparecen en estos estudios tienden a valorar que hay más casos de miedo en las mujeres, en un porcentaje de más de 2 tercios. Si bien es cierto, que aunque pudiese estar ponderado el miedo hacia el género femenino, en mi opinión, también hay un porcentaje de hombres importante que lo padece y las cifras no son representativas, ya que para los varones se hace más difícil reconocer el miedo por su estigma social.

    – ¿Cómo se interviene en el Miedo a Conducir?

    Después de la evaluación individual, ya que nadie manifiesta igual el problema, primero nos encontramos con una fase de psicoeducativa, en la que tratamos de que las personas entiendan en qué consiste su miedo y cómo lo manifiesta su cuerpo y su mente. Una vez entendido el problema, tratamos de dotar a la persona de herramientas para poder hacerse cargo de sus pensamientos distorsionados, técnicas de relajación y focalizacion de la atención, para aprender a regular la respuesta fisiológica y, por último, preparamos un afrontamiento gradual para que la persona vaya llegando al estado de habituación y gane autoconfianza hasta superar su miedo al completo.

    – ¿Durante cuanto tiempo se ha de seguir la intervención en el Miedo a Conducir?

    El tiempo es relativo, ya que hay personas para las cuales su miedo ha comenzado antes de alcanzar suficiente pericia al volante y ésta tendrían que trabajar los aspectos psicológicos pero requerirían de mayor práctica. Otras personas que sí que han alcanzado el manejo total de su vehículo pero padecen el problema, quizá solo necesiten entre 8-10 sesiones. Por último, personas en las que el problema del miedo se solape con otros trastornos de ansiedad, pueden requerir una intervención más prolongada.


    Vídeo Recomendado: Supera tu miedo a conducir

    – ¿Cuáles son las principales dificultades que surgen la intervención en el Miedo a Conducir?

    Desde mi punto de vista, el mayor problema es que la persona no confíe en sus posibilidades y no se atreva a exponerse en solitario, haciendo que las intervenciones previas, como el abordaje con autoescuelas, se queden en puntos de anquilosamiento donde la persona llega a desesperarse.

    – ¿Cuáles son los objetivos alcanzables con la intervención psicológica en el Miedo a Conducir?

    El objetivo final tiene que ser que la persona supere al 100% su miedo, ya que si deja aspectos de la conducción sin afrontar ni superar, como por ejemplo, alcanzar ciertas velocidades en autovías, la persona puede volver para atrás recayendo de nuevo en los miedos del pasado. Si no se entiende el problema y la persona no se atribuye el mérito de la superación, más tarde o más temprano volverán a aparecer los fantasmas.




    Desde aquí mi agradecimiento a D. Ignacio Calvo Rodríguez, Psicólogo General Sanitario – Experto en Miedo a Conducir (Amaxofobia), por habernos acercado a la intervención ante la Amaxofobia.

  • ¿Existen diferencias de género en el TDAH en adultos?

    ¿Existen diferencias de género en el TDAH en adultos?


    El TDAH en adultos se está convirtiendo en un nuevo campo de investigación, ya que hasta ahora los esfuerzos se habían centrado en el TDAH en la infancia.

    Sobre el Tdah

    Hay que tener en cuenta, que hasta la fecha el TDAH no tiene “cura”, aunque sí pueden controlarse sus síntomas. Esto es, cualquier pequeño que haya sido diagnosticado como TDAH va a serlo toda su vida, es decir, se va a caracterizar por un déficit de atención, y además va a presentarse hiperactividad en sus decisiones y comportamiento.
    Si bien los padres se preocupan por procurarle la atención pertinente cuando estos son pequeños, parece que el “problema” se disipa en eso que se llama la adolescencia, donde los problemas de atención o conducta son atribuidos a la rebeldía que muestran algunos jóvenes, más que a los efectos de seguir sufriendo las consecuencias de su TDAH.
    Pero a nadie se le gusta estar de por vida “etiquetado” y menos estigmatizado, por lo que los propios jóvenes y sus familias acaban ignorando y dando de espaldas al tratamiento del TDAH que llevaban desde pequeño.

    Al respecto existe cierta preocupación social, sobre todo en EE.UU. por el cada vez más frecuente diagnóstico de TDAH a cualquier pequeño que no cumple con los “estándares” académicos esperables. Preocupación porque el diagnóstico conlleva que deba de seguir un tratamiento, en muchos casos farmacológico.
    Una medicación que en los últimos años ha empezado a crear cierto nivel de alarma social debido al creciente número de casos de “reacciones adversas” al mismo, tal y como se muestra en la gráfica siguiente:

    Reacciones adversas cuando se toman medicamentos para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) | HealthGrove

    Hay que indicar que a pesar del evidente repunte del último año de casos de afectados por “reacciones adversas” debidos al consumo de medicamentos para tratar el TDAH, hay que tener en cuenta que también el número de pequeños que las toman ha aumentado sobre todo en la última década.
    A pesar de lo anterior, eso no justifica en ningún caso los efectos adversos de los medicamentos que son administrados a menores y que les debe de ayudar a “centrarse”, y no perjudicar en su salud.
    Sobre el TDAH indicar se estima que a nivel mundial afecta a un 5% de la población infantil, contando con un importante componente genético, tal y como lo muestran las investigaciones con gemelos, donde en el 80% de los casos ambos padecían TDAH, pero ¿Existen diferencias de género en el TDAH en adultos?


    Vídeo Recomendado: TDAH en adultos ¿nueva moda?

    Género y Tdah

    Esto es precisamente lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Deptartment of Clinical Sciences Lund, Lund University (Suecia) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica Journal of Neuropsychiatry.
    En el estudio participaron ciento cincuenta y siete adolescentes, de los cuales ochenta y nueve eran mujeres, con una edad media próxima a trece años.
    El 70% de los participantes tenían el diagnóstico de TDAH, mientras los demás pertenecían al grupo control.
    Todos los participantes debían de escuchar un estímulo auditivo, mientras era registrada la respuesta auditiva provocada del tronco encefálico (B.A.E.R.) mediante la técnica de potenciales evocados.
    Esta técnica B.A.E.R. es empleada para detectar problemas neurológicos en los menores, además de problemas auditivos como por ejemplo la hipoacusia.
    Los resultados muestran diferencias significativas entre los participantes con y sin TDAH, igualmente se detectaron diferencias significativas en función del género, así las mujeres con TDAH mostraban mayores diferencias en diversas regiones del tronco cerebral, como el tálamo o los núcleos cocleares.
    Esto indicaría que dichas estructuras implicadas habrían sufrido un desarrollo diferencial lo que explicaría en la presencia de síntomas asociados al TDAH, tal como la hiperactividad, la inatención e incluso los problemas para conciliar y mantener el sueño.


    Hiperactividad y género

    Una de las limitaciones del estudio es que se limita a describir las diferencias encontradas en el tronco cerebral, y cómo las estructuras de forma individual pueden explicar uno u otro síntoma del TDAH, pero sin ofrecer un modelo explicativo completo.
    Igualmente, a pesar de señalar las diferencias de género no ofrecer ninguna aproximación a la explicación e implicaciones de estas diferencias.
    Hay que destacar la facilidad y rapidez del diagnóstico del TDAH basado en esta técnica de potenciales evocados observando las diferencias en el B.A.E.R, con una duración aproximada de cinco minutos.
    Se trata pues de una prueba objetiva para determinar la presencia de TDAH, el cual puede complementar el procedimiento estándar actual mediante pruebas neuropsicológicas creadas al efecto.

    Entre las recomendaciones para los adultos con TDAH señalar:
    – Si ha recibido el diagnóstico de TDAH en la infancia, es muy probable que siga “sufriendo” sus efectos durante la vida adulta, por lo que trate de no “conformarse” y buscar ayudar al respecto.
    – Los adultos aprendemos estrategias compensatorias de nuestras “limitaciones”, pero estas normalmente son por ensayo y error, o evitando las dificultades. Hoy en día existen técnicas psicoterapéuticas orientadas al tratamiento del TDAH que ofrece una mayor “solución” a los problemas que conlleva.
    – Aunque como se ha indicado, el TDAH no tiene cura, pero sus síntomas se pueden aprender a “controlar” y a desarrollar una vida “normal” sin dichos trastornos, y todo gracias a la intervención de un especialista.

  • ¿Los pequeños con autismo presentan problemas del sueño?

    ¿Los pequeños con autismo presentan problemas del sueño?


    Los pequeños con autismo van a mostrar principalmente un retraso en el desarrollo del lenguaje, pero no va ser la única área afectada

    Pequeños con autismo

    Los padres rara vez están en sobre aviso de todas las dificultades que van a presentar los pequeños, ya que estos están centrados en el problema más evidente, la falta de desarrollo comunicativo.
    Una realidad que a pesar de los avances que se han realizado en los últimos años, cada vez hay más pequeños diagnosticados con el Trastorno del Espectro Autista, tal y como se muestra en la gráfica interactiva siguiente:

    Prevalencia del Trastorno del Espectro Autista en los Estados Unidos | HealthGrove

    Pero hay que tener en cuenta que cada uno de estos problemas, de tipo psicomotriz, emocional u o de otro tipo van a ir en detrimento de la calidad de vida del menor.
    Tal es el caso del sueño, que va a afectar a nuestra salud, independientemente de que padezcamos o no autismo.
    Los ojeras al día siguiente de haber pasado una «mala noche» no es más que el reflejo de todo un «abanico» de consecuencias que vamos a tener durante ese día, con agotamiento, cansancio, irritabilidad, …
    Y eso que sólo hemos «perdido» una noche, cuando se presentan los trastornos del sueño con regularidad, la salud se va a resentir incluso pudiendo facilitar la aparición de enfermedades.
    De ahí la importancia de tener un sueño de calidad, pero ¿Los pequeños con autismo presentan problemas del sueño?


    https://youtu.be/ch816GJsRQs

    Vídeo Recomendado: EL DOCTOR JOSE RAFAEL MARQUINA NOS HABLA ACERCA DEL AUTISMO

    Niño con autismo

    Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde Sleep Disorders Division, Department of Neurology, Vanderbilt University School of Medicine, junto con el Department of Pediatrics, University of Colorado School of Medicine, el Biostatistics Center, Massachusetts General Hospital; el Department of Pediatrics, University of Rochester; el Department of Pediatrics, Nationwide Children’s Hospital, y el Department of Pediatrics, The Children’s Hospital of Philadelphia (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Pediatrics.
    En el estudio participaron 1.515 niños, de los cuales el 16% eran niñas, con edades comprendidas entre los cuatro a diez años.
    Los padres de estos pequeños con autismo completaron un cuestionario estandarizado sobre hábitos nocturnos denominado Children’s Sleep Habits Questionnaire (C.S.H.Q.).
    Igualmente se obtuvo información sobre el uso de medicamentos para dormir que estaban recibiendo estos pequeños.
    Los resultados indican que el 71% de los pequeños con autismo presentan problemas de sueño, de los cuales escasamente el 30% estaba diagnosticado al respecto.
    De los pequeños diagnosticados, el 43% recibía tratamiento farmacológico para facilitar el sueño.


    Niña con autismo

    Entre las limitaciones del estudio está la escasa inclusión de niñas en el mismo.
    Igualmente, el estudio únicamente refleja las proporciones sin entrar a identificar ni las causas ni el tratamiento más efecto.
    A pesar de lo anterior, los autores señalan que aquellos pequeños que eran medicados para el sueño, luego mostraban un comportamiento menos adaptativo y una peor calidad de vida.
    Todo lo anterior tiene que hacer reflexionar a los padres, primeramente, que su pequeño con autismo probablemente esté sufriendo problemas del sueño, ya que afecta a 3 de cada 4.
    Segundo que estos problemas tienen un efecto directo en su calidad de vida, y por tanto hay que diagnosticarlos y tratarlos.
    Y tercero, que el tratamiento farmacológico no parece ser el más indicado para estos pequeños, debido a las consecuencias sobre su comportamiento y calidad de vida posteriores.
    Los autores con respecto a este último punto señalan que sería mejor educar a los pequeños a tener una «higiene del sueño», esto es, aprender procedimientos para aumentar la calidad del sueño.

    Entre las recomendaciones para que los pequeños puedan dormir mejor se pueden señalar:
    – Mantener cierta regularidad en cuanto a la hora de dormir
    – Procurar evitar las cenas copiosas
    – No realizar actividades físicas intensivas antes de acostarse
    – No ver la televisión ni otros equipos tecnológicos que puedan alterar al pequeño antes de acostarse
    – Dormir en un cuarto espacioso y ventilado y sin ruidos.

    Experta Colaboradora:

    Dª Mabel Velandia Ramos
    AUDIOLOGIST MINTIC- TELEMEDICIN


    Teniendo en cuenta que el autismo es una discapacidad del desarrollo neurologico los estudios electrofisiologicos han identificado diferencias en la arquitectura del sueño significativas en especial para poder conciliar el sueño. Por lo cual a la hora de establecer un plan de tratamiento, es fundamental entender la etiologia subyacente del trastorno del sueño que en la mayoría de casos es multifactorial.


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  • ¿La pobreza se relaciona con problema de salud mental?

    ¿La pobreza se relaciona con problema de salud mental?


    Los problemas de salud mental pueden producirse en cualquier estatus social, ya que su origen es multifactorial.

    El problema de la salud mental

    En el artículo anterior observábamos cómo aquellos pacientes de Párkinson pakistaníes con escasos recursos eran más proclives a padecer depresión.
    A pesar de lo cual no se puede generalizar dichos resultados para cualquier problema de salud mental ni población sin tener datos al respecto.
    Es cierto que el tener una menor capacidad económica puede repercutir en recibir una «peor» asistencia sanitaria o no poder costearse los tratamientos médicos prescritos, Pero esto tendría más que ver con el mantenimiento y agravamiento de las enfermedades mentales, más que con su origen.
    Igualmente, la pobreza no puede considerarse como algo «crónico», ya que en ocasiones se trata de situaciones puntuales de pérdida temporal del trabajo por parte de alguno o ambos progenitores.

    Aunque eso si pensamos en países «desarrollados», ya que hay muchos países en vías de desarrollo o subdesarrollados en donde la pobreza es algo «común», a pesar de lo cual, la pobreza a nivel mundial ha disminuído en los últimos años tal y como lo muestra la gráfica interactiva siguiente:

    Índices de pobreza a nivel mundial | Graphiq

    Por último señalar que existe una diferencia entre la pobreza «real» y la percibida, siendo la segunda más frecuentes entre las poblaciones que tienen «vecinos» económicamente más adinerados, pero ¿La pobreza se relaciona con problema de salud mental?


    Vídeo Recomendado: Entrevista sobre «La pobreza y su influencia en la salud mental de los ecuatorianos»

    Relación entre la salud mental y la pobreza

    Esto es lo que se ha analizado recientemente y de cuyas conclusiones se ha presentado por parte de la The Children’s Society de Inglaterra.
    Para realizar este informe se han empleado diversas fuentes entre ellas, la propia base de datos de la sociedad, una revisión de la bibliografía científica y una encuesta a 54 especialistas en salud mental denominada Freedom of Information (FOI).
    La población objeto de análisis han sido pequeños entre los nueve a dieciséis años, comparando entre aquellos que han sufrido situaciones de carencias económicas y los que no.
    Los resultados informan, que, en la sociedad inglesa, los jóvenes que sufren pobreza suelen ser significativamente más pesimistas con la vida que les ha tocado, sintiéndose significativamente como fracasados.
    Con respecto a la relación entre la pobreza, es decir, vivir con una familia de escasos recursos económicos, y la salud mental, el informe indica que los jóvenes van a mostrar mayores problemas de conducta, incluida las agresiones, hiperactividad e impulsividad.
    Además, la pobreza está rodeado de cierto nivel de estigmatización lo que favorece la aparición de sentimientos de soledad, aislamiento e incluso depresión entre los más jóvenes.


    Relación entre juventud y salud mental

    Hay que tener en cuenta que no se han divido los datos en grupos de edad, lo que ofrecería una visión más adecuada sobre la posible evolución de esta relación entre pobreza y problemas de salud mental.
    Igualmente, no se informa de que se hayan analizado los datos por género, luego no es posible conocer si existe una influencia diferencial en función de esta variable.
    A pesar de las limitaciones anteriores, el informe resalta la importancia de conocer un patrón entre la población juvenil que hasta ahora sólo se había sospechado.
    Lo que hace que sea necesario la incorporación de medidas de intervención pública focalizado tanto en el ámbito familiar como en el escolar.
    De hecho, en el final del informe se realiza una serie de recomendaciones en este sentido.
    Aspecto que sorprende que todavía no se hubiese analizado y estudiado en profundidad en una sociedad del llamado “primer mundo”, donde la atención al menos favorecido parece que se ha ido descuidando; precisamente entre los que más lo necesitan, ¿Y en tu comunidad?, ¿Existen políticas de intervención psicológica entre los menos favorecidos?

  • ¿Se puede prevenir la depresión en el párkinson?

    ¿Se puede prevenir la depresión en el párkinson?


    La aparición de la depresión en el Párkinson puede producirse a los pocos días de recibir el diagnóstico o tras unos años de padecer la enfermedad.

    La depresión en el Párkinson

    Se estima que la prevalencia de esta relación entre la depresión y el parkinsonismo, como también se conoce a la enfermedad de Párkinson, es entre un 10 a 70%.
    Si nos paramos a pensar en las crecientes dificultades que la persona va sufriendo a la hora de controlar sus propios movimientos, no nos extrañaría que eso se tornase en un problema en su estado de ánimo e incluso en su autoestima.
    Pasar de ser totalmente independiente, a cada vez necesitar más ayuda, sabiendo que al final la dependencia será absoluta, puede llegar a hundir hasta la persona más optimista.
    Se esperaría que aquellas personas que constasen con factores como la resiliencia o una red amplia de apoyo familiar, serían las que tendrían más posibilidades de no caer en dicha depresión.
    Es decir, a medida que conocemos los factores implicados en la depresión entre pacientes de la enfermedad de Párkinson, podemos establecer los factores protectores, pero ¿Se puede prevenir la depresión en el Párkinson?


    Vídeo Recomendado: Detección oportuna de Parkinson. Vértigo saludable

    Relación entre depresión y la enfermedad de Párkinson

    Esto es lo que ha tratado de responderse con una investigación realizada desde el Jinnah Postgraduate Medical Centre, el Institute of Psychiatry, Baqai Medical University, el Ziauddin Medical College, y la Isra University (Pakistan) y cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Neurology & Stroke.
    En el estudio participaron noventa y siete pacientes diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, siendo la mitad mujeres, con edades comprendidas entre los 50 a 80 años.
    A todos ellos se les administró el cuestionario estandarizado para evaluar la presencia de síntomas depresivos denominado Beck Depression Inventory.
    Se tuvieron en cuenta las variables sociodemográficas de género, edad, nivel económico y nivel de estudio, así como el tiempo que lleva padeciendo la enfermedad de Párkinson.
    Los resultados, obtenidos a partir de un nivel superior a nueve en la prueba administrada indican una mayor prevalencia de síntomas depresivos entre las mujeres (10,2%) frente a los hombres (9,3%).
    Con respecto a la edad se observó que a más años (más de 60) se tiene un porcentaje superior en sintomatología depresivas (8%) frente a los más jóvenes (1%).
    Igualmente, en ninguno de los pacientes que habían cursado estudios superiores (14 de ellos) se alcanzaron síntomas significativos de depresión, frente al 11,8% de los que tenían estudios básicos y los 9,4% de los que tenían estudios intermedios.
    Con respecto al tiempo de padecimiento de la enfermedad de Párkinson, los que llevaban menos de diez años padeciéndola sufrían un mayor porcentaje de depresión frente a los que llevaban más de diez (11,5% frente al 5,6%).
    Por último, con respecto al dinero económico de la familia, cuando estos tenían ingresos inferiores a 20.000 rupias pakistaníes mostraban un mayor porcentaje de sintomatología depresivas (12.8%), frente a los que tenían ingresos entre 20.000 y 40.000 rupias pakistaníes de un (7,4%) y frente al 4,3% de aquellos que tenían ingresos familiares por encima de 40.000 rupias pakistaníes.


    Causa-efecto entre sufrir párkinson con depresión

    Entre las limitaciones del estudio está el que no se ha introducido un grupo control, para saber el nivel de la depresión en la población de similares características sociodemográficas, para poder determinar si están por encima o no.
    Igualmente hay que tener en cuenta las características de la idiosincrasia de la población pakistaní, así como de su sistema asistencial, por lo que se requiere de nueva investigación para comprobar si los resultados anteriores se mantienen.
    De comprobarse estos resultados en otras poblaciones, obteniéndose diferencias significativas por cada una de las variables señaladas, entonces se puede indicar que las personas que tienen una mayor probabilidad de sufrir depresión cuando padecen la enfermedad de Párkinson son aquellas mujeres, con edades superiores a los 60 años, que lleven sufriendo menos de 10 años la enfermedad de Párkinson y que además tengan estudios básicos y escasos recursos económicos.
    Al contrario, las personas que tenga el siguiente perfil van a estar menos expuestas a sufrir depresiones cuando se padece la enfermedad de Párkinson, es decir, hombres, menores de sesenta años, que llevan sufriendo la enfermedad más de diez años, y que tienen un nivel de estudio superior y unos ingresos familiares elevados.
    Una vez conocido los perfiles de las personas más vulnerables se pueden implementar programas de protección especial para que estas personas no caigan en la depresión, máxime cuando tienen escasos recursos económicos para poder acudir a un psicólogo para ayudarla cuando surjan los primeros síntomas.

  • ¿El reloj interno puede afectar al resultado deportivo?

    ¿El reloj interno puede afectar al resultado deportivo?


    Cuando piensa en el deporte y en los resultados de los juegos, raramente lo hace en el reloj interno de cada jugador.

    Descubriendo la cronobiologia

    En ocasiones ni siquiera si eres entrenador, o preparador físico, debido a que hay muchos más factores evidentes a tener en cuenta.
    Es el psicólogo deportivo el que está más cualificado para darse cuenta de estas variables, alejadas de las estrategias, las jugadas o la clasificación en la tabla general, y quien puede percatarse de los cambios en el rendimiento por factores tan importantes como el cambio horario.
    Es cierto que cuando un equipo debe jugar en un país con condiciones especiales, como es una localidad con una altitud elevada con respecto al mar, el equipo suele desplazarse unos días e incluso semanas antes para amoldarse a las condiciones ambientales.
    Pero los cambios en el reloj interno es algo bastante sutil, muchas veces menospreciado y únicamente se tiene en cuenta con el cambio de horario oficial, al tener que adelantar o retrasar una hora según corresponda.
    Algo que provoca ciertas molestias a una pequeña parte de la población, al desajustar su hora de levantarse y acostarse, pero ¿Se ve afectado el resultado deportivo por el reloj interno?


    Vídeo Recomendado: ¿Qué es psicología del deporte? Cápsula del psicólogo y coach deportivo Rodrigo Cauas en Dr. Sport

    El reloj interno

    Esto es lo que se ha tratado de responder con una investigación realizadad desde el Department of Mathematics, Southern Oregon University (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Exercise Physiologyonline.
    En este estudio no hubo participantes ya que se trata de un estudio de análisis estadístico sobre los resultados deportivos, pérdidas de balón y faltas cometidas por los equipos de la costa Este cuando juegan en la costa Oeste de EE.UU., y al revés, de los equipos de la costa Oeste cuando juegan en la costa Este. Todo ello basado en los resultados del futbol americano, la N.F.L. entre los años 2001 a 2014. En total se analizaron 3564 partidos de la NFL.
    Hay que recordar que en EE.UU. existen cuatro husos horarios, es decir, de costa a costa existen cuatro horas de diferencia.
    Los resultados indican que existen diferencias significativas tanto en las victorias, las pérdidas de balón y las sanciones en función de la procedencia del equipo, sobre todo cuando el juego se realiza a primera hora de la mañana.
    Tal y como mencionan los autores esto supone una gran desventaja, ya que fisiológicamente los jugadores desplazados son incapaces de rendir adecuadamente durante las primeras horas del día.


    El ritmo circadiano

    Hay que tener en cuenta que no se ha llevado una investigación como tal, donde poder trabajar directamente con los jugadores para evaluar importantes variables fisiológicas relacionados con el reloj interno.
    Igualmente, no se ha tenido en cuenta el tiempo de adaptación previa de los jugadores al nuevo lugar, si es que lo hubo.
    A pesar de lo anterior, los resultados son claros en cuanto la influencia del cambio de localidad en el reloj interno de los jugadores, y cómo estos se ven afectados especialmente a primera hora de la mañana, que es donde se cometen más errores técnicos y de rendimiento.
    Dicho lo cual, será el psicólogo deportivo quien deba tener en cuenta esta variable a la hora de establecer los desplazamientos para poder conseguir el mayor rendimiento de sus jugadores.

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