Una de las situaciones más dramáticas para la persona es cuando es agredida, pero más aún cuando no recibe el apoyo de los demás.
Agresiones y víctimas
Cuando sufrimos una agresión nos sentimos «Débiles e indefensos» y tratamos de buscar «Apoyo social«, un consuelo o una «palabra amiga».
Pero no todas las víctimas parecen sentirse igualmente recibido por los vecinos. Así, cuando la agresión la sufre un vecino, el sentir general y la indignación parecen mayores que si lo sufre un extranjero o un turista.
Algo que también pueden percibir las víctimas, de ahí que cuando a alguien le sucede algo en el extranjero trate de contactar con su embajada para recibir la ayuda y el apoyo necesario de «los suyos» pero ¿Son todas las víctimas iguales?
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Investigación sobre las víctimas
Esto es lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizada desde el Department of Psychology & Educational Sciences, University of Tehran; junto con el Department of Psychology & Educational Sciences, Shahid Beheshti University (Irán) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica International Journal of Psychology.
En el estudio participaron ciento cuatro mujeres, a las cuales se las dividió en cuatro grupos experimentales: víctima iraní, víctima de otro lugar; víctima «culpable» o inocente moralmente.
A todos se las realizó una entrevista para conocer su forma de sentir, e igualmente se las evaluó mediante procedimiento implícito mediante la prueba de Implicit Association Test.
Los resultados muestran que independientemente de que la víctima fuese «culpable» o inocente moralmente, era mayor el grado de empatía con la víctima si esta era de su población que si era extranjera.
La situación de la infancia en la crisis de refugiados. Save The Children publica “Infancias Invisibles” Https://t.co/sex9tAQN3g — EAPN Andalucía (@EAPNandalucia) 19 de julio de 2016
Empatía sólo para las víctimas propias
Hay que tener en cuenta la idiosincrasia del pueblo iraní a la hora de interpretar los resultados, por lo que se requiere de nueva investigación en otras poblaciones antes de llegar a una conclusión sobre esta cuestión.
Otra de las limitaciones del estudio es que únicamente participaron mujeres, por lo que se desconoce la opinión y sentir masculino de dicha población.
Dicho lo cual y tal y como muestran los resultados La empatía hacia la víctima se ve mediada por nuestro sentimiento de pertenencia al grupo
Esto podría explicar por qué a pesar de estar «bombardeados» por los medios de comunicación sobre la Tragedia de los refugiados, víctimas de todo tipo de abusos, Apenas existen movimientos sociales que denuncien dichas situaciones.
Hay que tener en cuenta, que, a pesar del esfuerzo por parte de las autoridades del país de acogida por darle, los «vecinos» no sienten la misma empatía por estas personas de la que sentirían si son otros habitantes de su misma población desplazados por ejemplo por efecto de una inundación.
Algo en lo que, sin darse cuenta, fermentan las propias campañas de concienciación hacia el refugiado al centrar su mensaje en que son extranjeros y no tanto en que son personas necesitadas, con lo que seguramente conseguiría un mayor impacto y con ello la acogida sería mejor.
A continuación transcribo entrevista realizada por Dª Eva Canero, periodista de El País sobre un reciente fenómeno de masas denominado Pokemon Go.
¿A qué cree que se debe el éxito de Pokemon Go?
Pokemon Go es un juego de realidad aumentada, que sigue la estela de éxito del videojuego español Invizimals, pero con la temática de los Pokemon.
Por tanto, es una apuesta segura, una forma novedosa y exitosa de jugar, la realidad virtual; y una temática que ha marcado a más de una generación, los Pokemon.
La novedad del juego, pero también la familiaridad de la temática hace que los gamers quieran «explorar» las potencialidades del juego.
¿Qué requisitos cree que debería tener un videojuego para que «enganche» más que otro?
Para que un juego «enganche» debe de tener una serie de requisitos:
– Una historia creíble, en este caso, todos los gamers la conocen gracias a las series televisivas.
– Distintos niveles de dificultad que van aumentando a medida que el jugador invierte más tiempo en el mismo.
– Una interactividad inmediata, de forma que el jugador recibe «su premio» en cuanto alcanza un objetivo, lo que le motiva a nuevos retos.
– Una competencia con otros jugadores, ya sea a nivel de acumulación de premios con los que compararse con otros; o bien mediante un «listado» de los mejores jugadores.
– Cierto nivel de «sorpresa» de forma que el gamer conozca cómo funciona, pero no exactamente lo que va a suceder en cada momento.
– Unos gráficos y música de acorde a la acción realizada, para «reforzar» el éxito alcanzado.
Dependiendo del diseño del juego y de que cumpla todas o algunas de las condiciones anteriores, así será más o menos adictivo.
Así, un juego novedoso, puede ser «abandonado» a las pocas horas o semanas si no evoluciona la historia o no hay mayores “sorpresas”.
¿Qué necesidad o carencia psíquica o emocional cubre este tipo de juegos?
Aunque para cada persona los juegos pueden significar algo distinto, como una forma de ocio, evasión o incluso formación, los juegos suelen cumplir un objetivo.
Aunque originariamente los juegos fueron creados como una forma de ocio, sin más objetivo que el de entretener, hoy en día estos han evolucionado mucho.
Los jugadores se pueden sentir atraídos, tanto por la historia del juego, sus gráficos o sonido, como por la competitividad, consigo mismo o con los demás gamers.
El juego ha acompañado a los humanos desde el principio como forma de «perfeccionar» habilidades, y no es exclusiva del ser humano, ya que se puede ver en muchas especies animales, como a cachorros de león «simulando» una caza.
Lo que ha cambiado y es exclusivamente humano, son los niveles de abstracción y complejidad a los que ha llegado, así se puede jugar a volar un avión o conducir un coche, sin salir del cuarto.
Una evolución más, es precisamente la realidad virtual, donde incluye el juego en la vida de cada uno.
Hay que tener en cuenta que actualmente existen juegos educativos, que buscan «aprovechar» el tiempo del gamer para formarle en alguna habilidad o capacidad, por ejemplo, en el desarrollo de un idioma.
Igualmente hay juegos sociales, donde la interactividad con otros jugadores es fundamental para el desarrollo del mismo, por lo que en vez de «aislar» el juego, «facilita» las relaciones sociales a los gamers.
Con respecto a la ciberadicción, hay que tener en cuenta que el perfil de los adictos al juego ha cambiado mucho en los últimos años, debido principalmente al cambio del «estilo» de los propios juegos.
De hecho, se puede considerar que hoy existen más adictos a las redes sociales que a los propios videojuegos.
¿Crees que este juego podría tener alguna aplicación terapéutica? ¿Podría ser útil para superar una depresión, por ejemplo?
Actualmente la realidad aumentada está siendo empleada en la clínica, tanto para atender casos de fobias como otras patologías.
En los últimos años se han probado con éxito este tipo de aplicación clínica tanto de la realidad aumentada como la realidad virtual.
Una aplicación que permite a la persona enfrentarse y afrontar situaciones que de otra forma sería muy difícil de lograr, por ejemplo, ponerse delante de un precipicio a una persona que tiene miedo a las alturas.
Estos son «juegos» adaptados a las necesidades terapéuticas, cuyo progreso es supervisado por un especialista que va guiando en su tratamiento.
El juego de Pokemon Go, como tal, tiene un componente lúdico, e incluso puede incentivar a «salir a la calle» a personas que no «tengan muchas ganas» como en el caso de aquellas que muestran síntomas depresivos.
Pero hay que tener en cuenta que este juego está orientado a un público muy específico, y que la depresión entre los más jóvenes en menos frecuente de lo que se cree.
Con anterioridad se han realizado «modificaciones» de juegos para darles un uso terapéutico, aunque actualmente ya se trabaja directamente con los programadores para crear el ambiente y los objetivos necesarios en los juegos de aplicación clínica.
¿Cree que una sociedad en la que gran parte de la población adulta pasa tantas horas «enganchado» a este tipo de juego es una sociedad infantilizada?
Actualmente la ciberadicción es algo «habitual», si bien hace unos años afectaba a «unos pocos» gamers, que se encerraban en sus habitaciones a jugar o a estar «enganchados» a Internet.
Hoy en día, la facilidad que proporcionan los dispositivos móviles permite a los usuarios estar conectados casi las veinticuatro horas.
Algo que ha llevado «a muchos» a tener una verdadera dependencia tecnológica, de la que parece no «preocuparse» en exceso.
Cuando alguien necesita «recordar» el número de teléfono de un compañero, echa mano de la agenda de su Smartphone, y muy rara vez se acude a los voluminosos listines telefónicos.
Es indudable la utilidad que eso supone para los usuarios, pero también la dependencia que genera entre los mismos.
«Un día sin conectarse» puede ser el peor de los castigos para un adolescente, ya que no podrá responder los comentarios de sus amigos, ni ver los últimos vídeos, ni siquiera contestar el e-mail.
Es cierto que Pokemon Go ha puesto de relevancia un fenómeno que parecía insólito, que pequeños y «mayores» jueguen a lo mismo.
Esto es debido a que durante años se ha estado emitiendo esta serie en programación infantil, y por tanto varias generaciones se han criado con ello. Igual que con otras series como los Simpson.
Lo que quiero destacar es que estar «enganchado» es algo «habitual» lo único que pasa es que ha puesto relevante, debido al comportamiento «casi excéntrico» que requiere este juego, deambulando de un lugar a otro, siguiendo «pistas» que únicamente ve el jugador en su Smartphone, en muchos casos ajeno a lo que ocurre a su alrededor.
Es cierto que se trata de un «juego infantil», pero en este «enganche emocional» con lo que le gustó en la infancia, por lo que tiene tanto éxito las «sagas» cómo Star Trek.
En su opinión, ¿el perfil de este individuo está marcado por la falta de madurez? ¿Podría darnos los rasgos generales de este tipo de persona?
Vivimos en una sociedad de consumo, donde da lo mismo lo que se consuma mientras se gaste, de ahí que los publicistas traten de vender todo lo que nos pueda «conmover» y no hay nada más vendible que aquello que nos haga recordar buenos momentos.
La apuesta por los recuerdos de la infancia es una apuesta segura, de ahí que vuelvan a ponerse de moda los 80, o los 60; y no es más que una técnica comercial para que los mayores vuelvan a «sentirse jóvenes» y de paso gasten.
La madurez del individuo o de la sociedad, en mi opinión no se decide tanto por lo que hace o con lo que juega, como por sus decisiones ante los asuntos importantes de la vida.
El cierto que de unos años a esta parte, el mercado del ocio, tanto de videojuegos, películas,… ha ido cada vez extendiéndose a captar el mayor número de usuarios.
Incluso las mujeres, un colectivo tradicionalmente reacias a pasarse horas y horas delante de una pantalla, incluso ellas han sucumbido a los juegos sociales como los Sims.
Es decir, en mi opinión, no ha sido tanto la sociedad quien ha cambiado, sino que el mercado ha buscado la forma de vender ocio casi de forma personalizada.
¿Cree que este tipo de juego es una forma de evasión, de eludir la realidad?
Hay que distinguir entre varios tipos de gamers:
– Está el que juega porque está de moda, es decir, siempre juega a lo último que salga, sea lo que sea; y es una forma de sentirse en sociedad «a la última».
– Está quien juega como forma de «matar el tiempo», por ejemplo, es muy habitual de «rellenar el tiempo» en la oficina con el «Solitario» cuando no hay trabajo.
– El que efectivamente se evade de su realidad jugando, ya que en el juego puede ser «alguien» diferente, alguien exitoso, habilidoso o que desempeña un rol distinto al de su realidad.
– El que juega por adicción o ciberadicto, que no está motivado por nada de lo anterior, sino que está «enganchado» al juego.
¿Es acaso la realidad aumentada una forma de escapar de la vida real?
La realidad aumentada está pensada para «rellenar» la realidad, no para sustituirla.
Las famosas Google Glass fueron los primeros dispositivos que se pretendían usar como realidad aumentada como forma de «facilitar» la vida a sus usuarios, pudiendo obtener al instante información geolocalizada, por ejemplo, cuando va de turismo a otra ciudad.
El problema de estas u otras gafas similares es que a los usuarios les cuesta «seguir» dos realidades, la aumentada y la «real».
En la aumentada aparecen indicadores, flechas, incluso imágenes o vídeos, mientras que en la «realidad real» no aparece nada de ello; por tanto, es menos «atractiva», pero en cualquier caso necesaria.
Así lo ha evidenciado en los pocos días que lleva funcionado el juego Pokemon Go, donde ha habido más de un accidentado mientras cruzaba una calle o tenía que atravesar un seto, donde el jugador, centrado en «atrapar al pokemon» se ha llegado a magullar e incluso herir por no atender a «la realidad».
Uno de los peligros de la realidad aumentada es efectivamente que el jugador prefiera «permanecer» en ella, obviando la «insulsa» vida que tiene, o al menos así lo puede llegar a sentir.
Igualmente, y tal y como se ha indicado, la falta de atención por donde se camina puede llevar a la persona a sufrir accidentes, tal y como sucedió al principio de la popularización del Smartphone donde atropellaron a más de uno por cruzar sin mirar.
¿Qué consecuencias puede tener la mezcla (en este caso, roza la fusión) de juego y realidad?
Todavía es pronto para poder conocer si la realidad aumentada puede provocar problemas mentales, debido a esa «mezcla»; pero si sigue la «estela» de la ciberadicción, no es de extrañar que en unos meses puedan empezarse a dar los primeros casos.
En países como en Australia están concienciados con este problema, por lo que han creado clínicas especializadas para el tratamiento de todo tipo de adicción relacionadas con la tecnología como la ciberadicción.
Tratar de mantener «dos realidades» a la vez puede llevar a una psicosis en la persona, que no sea capaz de distinguir entre ambas, mezclándolas en su mente.
Todo ello siempre que se «olvide» que se trata de un juego, y que este puede y debe ser apagado cada pocas horas.
Uno de los rasgos más evidentes de tener problemas de adicción es precisamente el aumento de las horas de dedicación a dicha actividad, en este caso el juego.
Aunque no existe una medida establecida, dos o tres horas serían las máximas indicadas para un menor, a la hora de jugar. Más allá, no sólo va a suponer un peligro de adicción, si no que puede tener consecuencias en un menor rendimiento académico o ir en detrimento de sus relaciones sociales.
Cuanto antes se empiece a jugar con la realidad virtual, antes se está expuesto a los peligros de su «abuso» y más probabilidad existe de que puede provocarle problemas.
Aspectos del juego como obtener premios, superar niveles, relacionarse… son situaciones que muchas veces en la vida real no son posibles.
¿Cree que jugar es la manera de ser mejor de lo que uno puede ser en su trabajo o en su vida real?
Jugar sobre todo en los juegos de Rol ofrece a la persona una la posibilidad de ser «otro» totalmente distinto, por ejemplo, convertirse en un trol o un mago; personajes que para «sobrevivir» tienen una forma de ser y comportarse.
Tal es así que se puede llegar a producir una disociación entre la personalidad del gamer en su vida diaria y la que se usa en el juego.
Disociación que en la mayoría no provoca mayores problemas, ya que, al desconectar el juego, se desconecta de esa «otra» personalidad; pero que en algunos gamers puede provocarle un verdadero cambio de su propia personalidad al confundir el juego con la realidad.
Dicho lo cual, los juegos «orientados» a la salud, por ejemplo, los de fitness o dietas saludables están pensados para cambiar la vida de la persona, ofreciendo «recompensas» sonoras o en forma de «estrellas» cuando se alcanza el objetivo planteado.
Estos juegos no buscan entretener sino mejorar la propia vida del gamer.
Un aspecto positivo que parece tener Pokemon Go, donde el gamer debe de salir a la calle en busca de nuevos personajes, ir a los gimnasios pokemon,…; algo que algunos profesionales empiezan a señalar que podría ser beneficioso para determinadas problemáticas como la depresión o la ansiedad social, ya que «obliga» a gamer a «dejar sus problemas atrás» y salir en busca de sus objetivos.
Pero los beneficios de Pokemon Go no van a quedar ahí, como ya se observase en investigaciones con menores que eran seguidores de la serie Pokemon, en donde se observaba cómo estos pequeños tenían un mayor desarrollo de la capacidad de orientación espacial; Pokemon Go puede «ayudar» a muchos a conocer su cuidad y otros lugares, facilitando el desarrollo de habilidades de orientación espacial, a la vez que posibilita un mayor contacto social.
Por otro lado, ¿qué síntomas podrían alertar de que se está jugando a este juego de forma excesiva y que deberíamos parar?
Son varios los síntomas que pueden dar «aviso» de que el juego está «absorbiendo» al gamer; pero el principal de ellos es el consumo del tiempo.
Todos tenemos un tiempo limitado, el cual repartimos entre dormir, trabajar/estudiar, realizar otras actividades y el ocio.
Las adicciones como a los videojuegos van poco a poco copando el tiempo, ocupando primeramente el de ocio, para con posterioridad reducir el tiempo de «otras actividades» e incluso las horas de dormir.
Pero entre los más «enganchados» puede llegar a quitar tiempo incluso del trabajo/estudio, lo que conlleva importantes consecuencias en su desarrollo profesional/estudiantil.
Cuando el uso del juego como ocio para a ser abuso, debido a una «necesidad» de jugar «olvidándose» del resto es porque la persona está empezando a sufrir una adicción.
Hay que tener en cuenta que cuando se habla de ciberadicción se trata de una patología que requiere de la intervención de un profesional para superarla, y no es algo que se pueda «dejar» por sí mismo.
Este «consumo excesivo de tiempo» se va a trasladar rápidamente a menos horas de sueño, irritabilidad, problemas de concentración y necesidad de seguir jugando.
Aunque suele ser un cambio paulatino, y a veces la familia y amigos no se dan cuenta, cuando ya son «demasiadas» horas y es tan evidente, empiezan las «quejas sociales» donde uno u otro empiezan a «indicarle» sobre su «abuso».
¿Cree que los padres deberían prohibir o limitar a sus hijos este tipo de juegos?
Antes de nada, hay que tener en cuenta el gran desconocimiento por parte de los padres de muchas de las apps y juegos que usan sus hijos, debido a la brecha tecnológica existente.
Para ello lo primero que habría que hacer es «educar» a los padres, para que supiesen, qué juegos o programas es recomendable usar y cuáles no, en función de la edad del menor; ya que las limitaciones explícitas de muchos de ellos no son tenidas en cuenta por los usuarios.
Pero para ello hay que tener una idea clara de qué beneficios o perjuicios existe en la tecnología y en concreto sobre la ciberadicción.
Muchos son los que juegan, y no todos se «enganchan», pero los que lo hacen sufren importantes consecuencias personales y sociales que requieren de tratamiento especializado.
La sociedad parece ajena a esta realidad sobre los efectos nocivos de los videojuegos, que convierte a los gamer en adictos.
Muchas veces los padres, se «despreocupan» por lo que hacen sus hijos mientras «no molesten» o vayan «aprobando» los cursos.
Desde hace años las instituciones médicas han avisado sobre los perjuicios sobre la salud física del uso intensivo de dispositivos como tabletas o Smartphone, que afecta no sólo a la salud ocular, sino también a procesos tan importantes como el sueño.
Los aspectos psicológicos van desde unos mayores niveles de ansiedad e irritación que puede desencadenar en una verdadera adicción comportamental.
Para los menores de una edad, no sólo es desaconsejable, sino que incluso debería prohibirse su uso.
A partir de dicha edad y mientras estuviesen bajo la supervisión de sus padres, debería de limitarse su uso, para que sea algo lúdico.
Desde aquí mi agradecimiento a Dª Eva Canero, periodista de El País, por haberse interesado por los aspectos psicológicos de este fenónmeno y por haberme permitido colaborar en su entrevista la cual se puede ver en el siguiente enlace: Http://elpais.com/elpais/2016/07/15/buenavida/1468569643_512029.html
La Procrastinación a pesar de no ser un término muy conocido hace referencia a una aptitud muy común.
¿Qué es la procrastinación?
La persona con altos niveles de procrastinación suele ser considerada por los demás como «perezosa» ya que siempre va «Dejando para mañana» sus asuntos.
Algo que no tendría más importancia si no fuese porque ese «mañana» nunca llega, y poco a poco, todo lo que tenía que hacer esa persona con Altos niveles de procrastinación se va acumulando y se convierte en algo materialmente imposible de afrontar.
En el ámbito laboral es frecuente que este tipo de personas tengan la mesa llena de papeles, normalmente sin siquiera un orden, simplemente se van acumulando en orden de llegada.
El Procrastinador, es decir, aquel que se dedica a procrastinar, siente Altos niveles de ansiedad ante todo lo que tiene pendiente; pero no por ello se pone «manos a la obra».
Es normal que esta ansiedad pueda estar acompañada de síntomas depresivos y baja autoestima, al verse incapaz de realizar su labor, debido a «la pila” de trabajo acumulado.
«Pila» que ha ido edificando la persona al «no hacer nada» durante mucho, «perdiendo el tiempo» planificando, o simplemente no haciendo nada.
Es frecuente que estas personas se sientan «el chivo expiatorio» de los demás, que van cumpliendo con su labor, pero ¿Cómo afecta la procrastinación en la escuela?
Vídeo Recomendado: Diálogos en confianza (Saber vivir) – El hábito de postergar (22/06/2016)
¿Cómo afecta la procrastinación en la escuela?
Esto es precisamente lo que ha tratado de averiguarse desde una investigación realizada por el Department of Psychology, Rutgers University (EE.UU.) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica Psychology.
En el estudio participaron ciento ochenta y cuatro estudiantes universitarios de primer año de carrera de psicología, de los cuales el 60& fueron mujeres.
A todos ellos se les administraron una serie de cuestionarios estandarizados como el Procrastination Assessment Scale-Students (PASS) para evaluar el nivel de pronosticación, la General Self-Efficacy-Sherer (GSESH) para evaluar el nivel de autoeficacia percibida, y el Experiences in Close Relationships (ECR-R) para evaluar el nivel de implicación en las relaciones sociales.
A esta información se le acompañó la correspondiente a su desempeño académico. Los resultados informan sobre una correlación negativa entre el nivel de procrastinación y las calificaciones y la autoestima, esto es, a mayores niveles de procrastinación peores calificaciones y una autoestima más baja.
Por el contrario, a menores niveles de procrastinación, los estudiantes tenían mejores calificaciones y mayor nivel de autoestima.
Aunque los resultados son claros, el haber empleado una población universitaria no permite comprender si esta relación se encuentra a edades más tempranas, con lo que el estudiante vendría «arrastrando» una situación negativa desde hace tiempo.
Otra de las limitaciones del estudio, es que no plantea ningún tipo de intervención con la que observar cómo se puede «romper» ese ciclo de procrastinación que le está marcando como un «mal estudiante» y además le está haciendo tener una baja autoestima.
A pesar de las limitaciones anteriores está claro que Las calificaciones en estos estudiantes no se relacionan con su nivel de inteligencia, ni siquiera con lo que son capaces de aprender, sino más bien con una actitud hacia el esfuerzo, como es la procrastinacióN.
El ir «retrasando indefinidamente» ponerse delante de los libros, o «no llevar al día» los estudios hace que estos estudiantes tengan un peor desempeño, lo que va a repercutir en su autoestima, y esto a la larga puede acarrear problemas de tiempo emocional e incluso social.
Detectar la procrastinación
Hay que tener en cuenta que procrastinación en sí no es una característica de personalidad, sino más bien un hábito, una forma de comportarse que va a tener importantes consecuencias en la vida de la persona, tanto a nivel emocional, laboral/escolar como en sus relaciones sociales.
Dada la importancia de esta temática se ofrecen una serie de recomendaciones al respecto, pero lo primero de todo hay que Saber si su hijo o usted mismo sufre de procrastinación
Mira el nivel de desempeño laboral o académico, si este no está al nivel de tus compañeros puede que sufras de procrastinación.
– Observa si cumples con los objetivos marcados por la organización o no.
– Evalúa el trabajo que tienes acumulado, si son de días, semanas o meses.
– Reflexiona sobre las sensaciones y emociones que te origina «ponerte a trabajar»
Si observas en tí o en tu hijo, un bajo rendimiento comparado con el resto, que no cumples los objetivos, con acumulación de tarea y una desgana generalizada a la hora de afrontar las tareas diarias, puede que estés sufriendo de procrastinación.
A continuación, se le ofrece unas recomendaciones que pueden ser de su interés para superar esta situación.
Audio Recomendado: Cuando Dejamos todo para después (procrastinación) con Silvana Silveri – SER O PARECER
Recomendaciones sobre la procrastinación
– Levántate con las ideas claras de que quieres tener un día productivo.
– Haz una lista de las diez cosas más importantes que debes de hacer en el día (En la lista sólo se pueden incluir tareas que se puedan hacer en un día y que se consideren importantes)
– A mitad de día revisa la lista y tacha todo lo que hayas cumplido de la misma.
– Al final del día revisa la lista y mira qué has hecho y qué no, y reflexiona los motivos.
– Felicítate por lo logrado durante el día, aunque no haya sido todo lo de la lista, y haz el propósito al día siguiente de cumplir todo lo de la nueva lista.
De esta forma, y casi sin darse cuenta, cada día va a ir haciendo mucho de lo que hasta ahora iba dejando y postergando, y con ello, poco a poco superando la procrastinación.
Recordar que Ser procrastinador es algo que se aprende y que como vemos se puede desaprender, por tanto, basta con detectarlo a tiempo y poner en marcha las recomendaciones anteriormente indicada para poder superar esta actitud de pronosticar y «dejar todo para mañana».
Entrevista a D. Jordi Júlvez, Investigador del Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental (CREAL), ahora ISGlobal Campus PRBB., quien nos habla sobre la relación del paracetamol con los trastornos del desarrollo.
– ¿Qué es el paracetamol?
Es un fármaco analgésico que no requiere prescripción médica. Incluso de recomienda su uso a mujeres embarazadas. En nuestro estudio poblacional un 40% de la madres lo habías utilizado alguna vez.
– ¿Para qué se usa el paracetamol durante el embarazo?
En la mayoría de los casos para paliar fiebre o dolores
https://youtu.be/N1xhrj9N9fs
Vídeo Recomendado: El buen uso de los antibióticos en el embarazo
– ¿Cuál es la relación entre el paracetamol y el autismo?
De momento, parece que el uso de este fármaco puede augmentar síntomas de espectro autista en niños varones. No se conocen muy bien cuáles podrían ser la vías, per hay varias hipótesis: a) interacciones con los receptores canabinoides, tan necesarios para el neurodesarrollo; b) disrupción endocrina, a través de la interacción con las hormonas adrenérgicas; c) incremento de estrés oxidativo celular…
– ¿Qué porcentaje de casos de autismo puede explicarse por el uso indebido del paracetamol durante el embarazo?
No podemos hacer tal estimación, en nuestro estudio se basa en población sana que aumenta 2 puntos la escala CAST con los niños varones expuestos de forma persistente. Pero son niños sin diagnostico de autismo diagnosticado por un especialista.
– ¿Cuál es la relación entre el paracetamol y la hiperactividad?
Básicamente aumenta un 40% el número de síntomas de hiperactividad e impulsividad. Y en este caso tanto a niños como a niñas.
– ¿Qué porcentaje de casos de hiperactividad puede explicarse por el uso indebido del paracetamol durante el embarazo?
Misma respuesta que en la pregunta para casos de autismo
https://youtu.be/0NdseoAe2E0
Vídeo Recomendado: ISGlobal: el Instituto de Salud Global de Barcelona
– ¿Qué alternativas al paracetamol se pueden emplear durante el embarazo para conseguir los mismos efectos pero sin sus efectos sobre el autismo o la hiperactividad?
Esto es mejor preguntar a una farmacólogo, nosotros solo hemos estudiado el paracetamol y nuestras conclusiones se basan en tal analgésico. No nos vemos capacitados de dar alternativas farmacológicas. Lo que si recomiendo es que se modere el uso de paracetamol a casos estrictamente necesarios.
Desde aquí mi agradecimiento a D. Jordi Júlvez, Investigador del Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental (CREAL), ahora ISGlobal Campus PRBB, por habernos acercado a estos novedosos resultados sobre la relación del paracetamol con el autismo y con el TDAH.
El positivismo y en concreto la Psicología Positiva es una de las ramas más frecuentes y prometedoras de la psicología clínica.
El Positivismo
En esta área se analizan los beneficios del pensamiento positivo sobre la calidad de vida de las personas, e igualmente en el desarrollo de herramientas y métodos para potenciar esta positividad.
A pesar de las reticencias con respecto al positivismo, criticado en ocasiones como con una perspectiva «poco realista», a pesar de lo cual se han encontrado numerosos beneficios.
Estos beneficios no sólo afectan al área personal, haciéndose sentirse mejor a uno mismo con sí mismos, aumentando así la autoestima; sino que además se ha visto mejoras en cuanto al área de las relaciones sociales, pero ¿Puede el positivismo alargar la vida?
Vídeo Recomendado: II Congreso de la Felicidad. La medida de las felicidades. Psicología Positiva.
La Psicología Positiva
Esto es lo que se ha tratado de analizar con una investigación realizada conjuntamente desde el Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid; junto con el Departamento de Psiquiatría, Instituto de Investigación Sanitaria Princesa, Hospital Universitario de La Princesa; CIBER de Salud Mental; el Parc Sanitari Sant Joan de Déu; el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid / IdiPAZ; CIBER de Epidemiología y Salud Pública; y el Departamento de Medicina, Universitat de Barcelona(España) cuyos resultados han sido publicados en el 2016 en la revista científica Frontiers in Psychology.
En el estudio participaron 4.753 adultos, con una media de edad de 77 años, siendo el 44% mujeres, a los cuales se les realizó un seguimiento sobre su salud durante tres años.
Se evaluó el nivel de positivismo a través del método estandarizado denominado Day Reconstruction Method (DRM), donde cada participante debía de valorar las emociones vivenciadas durante su día.
El nivel de salud de los participantes se evaluó mediante el Cantril Self-Anchoring Striving Scale.
Igualmente se realizó una evaluación para detectar síntomas depresivos siguiendo los criterios del CIE-10.
Además de lo anterior se recogieron datos sociodemográficos.
Al final de los tres años habían fallecido 259 participantes, analizando estos datos se observó cómo aquellas personas que reportaban más acontecimientos positivos durante su día a día fueron los que menos fallecimientos se produjo.
Entre las limitaciones del estudio fue el no comprobar los antecedentes familiares para determinar tanto factores genéticos en cuanto a la sintomatología depresivo se refiere, como al positivismo.
Igualmente hay que tener en cuenta la idiosincrasia de la población española, lo que hace necesario comprobar estos resultados en otras poblaciones.
A pesar de las limitaciones anteriores es de destacar el amplio número de participantes y la claridad en los resultados.
Aunque ya existían investigaciones anteriores mostrando los beneficios de positivismo, la contundencia de los resultados sobre la esperanza de vida hace que se tenga que replantear el trabajo con las personas mayores.
Ya que no sólo se trata de ofrecer calidad de vida a nuestros mayores, si no, que interviniendo en la Inteligencia Emocional fomentando la positividad, se conseguirá aumentar el tiempo de vida de estas personas.
Y si estos beneficios se pueden conseguir en la tercera edad, cabe pensar que los mismos lo tienen entre los más jóvenes, ofreciendo así una vida con una mayor calidad de vida y longeva.
Entrevista a D Manlio Fabio Diego Llamas, Psicólogo Clínico en Centro Especializado en el Manejo de Diabetes. Servicios de Salud Publica del DF, quien nos habla sobre la relación entre la Psicología y la Diabetes.
– ¿Qué es la Diabetes y a quién afecta?
La diabetes es una enfermedad crónica que surge cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede usar la insulina que produce de manera efectiva.
La hiperglucemia, o aumento de azúcar en sangre, es un efecto muy común en una diabetes no controlada y muchas veces daña muchos sistemas, como pueden ser los nervios o los vasos sanguíneos.
Actualmente, la diabetes se clasifica en tres categorías: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional.
La diabetes mellitus tipo I (DMT1), conocida también como diabetes mellitus insulinodependiente o diabetes juvenil, se debe al daño a las células betas en el páncreas, lo cual ocasiona una deficiencia absoluta de insulina. Este tipo de diabetes por lo general se diagnostica antes de los 40 años de edad y aproximadamente entre el 5 y 10% de los casos de diabetes son de este tipo.
Por otro lado, la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) y la diabetes gestacional se deben primordialmente a una deficiencia relativa de insulina causada por una resistencia a la misma, lo cual ocasiona una secreción inadecuada de esta para compensar por esta resistencia. La DMT2 por lo general se diagnostica en la adultez, aunque se está comenzando a presentar con mayor frecuencia en niños y adolescentes.
Algunos factores asociados a la DMT2 son: edad avanzada, obesidad, estilo de vida sedentario e historial familiar de diabetes. La diabetes gestacional se diagnostica durante el embarazo y por lo general se resuelve luego del alumbramiento. Sin embargo, las mujeres con diabetes gestacional tienen una mayor probabilidad de padecer de DMT2 más adelante en sus vidas.
– ¿Cómo afecta psicológicamente la Diabetes a la persona?
El diagnóstico inicial de diabetes puede tener un impacto significativo emocional en la persona que lo recibe, y su reacción muchas veces se va a ver afectada por múltiples variables como su personalidad, cómo se presenta en la información inicial clínica, el historial familiar de diabetes y mitos o información contradictoria que tiene la persona acerca de la diabetes. Las reacciones iniciales también tienden a diferir según el tipo de diabetes.
Por ende, la forma en que los/as profesionales de la salud comunican el diagnóstico de diabetes va a ser bien importante, tanto para facilitar la aceptación del paciente como para minimizar el riesgo de que el paciente active mecanismos de defensa como la negación o la minimización de la seriedad del diagnóstico.
Algunos de los factores que podrían tener un impacto psicológico y afectar la calidad de vida del paciente de diabetes son: la complejidad e intensidad de las tareas de autocuidado, la interferencia de las mismas en la vida cotidiana, el miedo a las complicaciones y los síntomas de hiperglucemia (ej. cansancio, letargo, sed) e hipoglucemia (ej. mareo, taquicardia, irritabilidad, temblor), que pueden afectar el funcionamiento psicosocial y ocupacional.
https://youtu.be/mTqE_1N5uwE
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– ¿Se puede prevenir la Diabetes?
Se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición. Para ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y sus complicaciones se debe:
• Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
• Mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana; para controlar el peso puede ser necesaria una actividad más intensa.
• Consumir una dieta saludable.
• Evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
• Generar y mantener redes de apoyo que soporten al individuo (familia, amigos, instituciones públicas/privadas médicas y sociales).
– ¿Qué dificultades se presentan en el manejo de la Diabetes?
La diabetes es una enfermedad complicada, requiere vigilancia constante, conocimiento de la enfermedad y del apoyo de varios especialistas en salud. Sin embargo, la mayor parte del cuidado y control debe provenir del paciente mismo. Por esta razón se considera especialmente importante que las personas que padecen diabetes conozcan su enfermedad, las metas del tratamiento y la manera en la que pueden contribuir a su propio cuidado. Las guías de tratamiento ayudan a tener en mente estos objetivos y facilitan el progreso hacia una vida saludable.
En relación al tratamiento terapéutico de los medicamentos, las principales dificultades se relacionan al número de medicamentos utilizados por los pacientes diabéticos, que generalmente presentan morbilidades asociadas; a los efectos adversos; al alto costo; a los mitos y creencias construidos; al grado de instrucción de los pacientes, que limita el acceso a las informaciones y a la comprensión; y al carácter asintomático de la enfermedad, que muchas veces ocasiona que los pacientes en su mayoría no reconozcan la importancia de los medicamentos.
Con relación a los esfuerzos para conseguir que los pacientes diabéticos mantengan un plan alimenticio, actividad física y terapia medicamentosa, se ha observado que la continuidad del tratamiento es escasa. En este sentido, es necesario comprender que los aspectos psicológicos y comportamentales pueden interferir en la motivación y en la predisposición para la incorporación de cambios en el día a día, lo que permitirá que el paciente pueda convivir mejor con la diabetes.
Actualmente no hay una cura para la diabetes, pero sí existen tratamientos para controlar los niveles de glucosa en la sangre. El tratamiento diario para los tres tipos de diabetes consiste en medicamentos, un plan de alimentación y de ejercicio o actividad física y auto-monitoreo de glucosa en la sangre. En la diabetes, la persona requiere de inyecciones diarias de insulina o de una bomba de infusión de insulina.
Las personas con diabetes por lo general toman medicamentos orales, aunque en algunas ocasiones pueden controlar la glucosa en la sangre mediante ajustes en la dieta y el ejercicio. En suma, los/as pacientes de diabetes deben realizarse exámenes de laboratorio varias veces al año y asistir a varias visitas anuales con diferentes profesionales de la salud como el endocrinólogo, nutricionista, educador en diabetes, psicólogo, podólogo, ortopedista, chef especialista en diabetes, oftalmólogo, entre otros servicios de especialidad.
– ¿Está relacionada la Diabetes con un empeoramiento de la Salud Mental?
Se estima que más del 95% del cuidado de la diabetes es responsabilidad del paciente, ya que constantemente a lo largo de un día el/la paciente debe realizar tareas de autocuidado y/o tomar decisiones relevantes con respecto a la enfermedad. Este nivel de intensidad de tratamiento lleva a cuestionar cuál es el impacto psicológico de la diabetes en la persona que la padece y cómo se afecta la calidad de vida.
Algunas de las características más comunes del desgaste emocional en un paciente de diabetes son: preocuparse de que no se está cuidando lo suficientemente bien, reconocer que el cuidado es importante para su salud, pero no tener la motivación para hacerlo, dejar algunos aspectos del cuidado (ej. se monitorea menos, no asiste a citas regulares con el médico, descuida la dieta), sentirse con coraje y frustración hacia la diabetes, sentir que la diabetes está controlando su vida y decirse a sí mismo/a que el manejo no es tan importante o que no va a hacer diferencia en el futuro.
Por otro lado, se ha encontrado que una mejor calidad de vida en adultos y que sirva de ejemplo para la niñez y adolescencia con diabetes está asociada con mayor apoyo social, autoeficacia, actividad física y ausencia de complicaciones de salud y trastornos psiquiátricos.
https://youtu.be/OXHitrL6rAg
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– ¿Puede algún trastorno o enfermedad psicológica estar relacionada con una mayor presencia de Diabetes?
La diabetes como se mencionaba anteriormente, es considerada, dentro de las condiciones médicas crónicas, una de las más demandantes en términos físicos, psicológicos y emocionales. Inicialmente, las personas diagnosticadas con diabetes pasan por un proceso de adaptación que puede generar reacciones y sentimientos tales como: coraje, depresión, ansiedad, frustración y pérdida de valor por la vida.
Las personas con diabetes tienen una probabilidad mayor de presentar algún trastorno psicológico serio que las personas sin diabetes. Los diagnósticos mayormente relacionados con la diabetes son la depresión, la ansiedad, insomnio crónico y los trastornos alimentarios.
Estos desórdenes psicológicos especialmente, presentan un riesgo adicional para la salud física y mental del paciente, ya que consistentemente se ha encontrado que estos afectan los niveles de azúcar en la sangre y aumentan el riesgo a sufrir de complicaciones relacionadas con la enfermedad. Se cree que los cambios neuroquímicos que acompañan tales desórdenes pueden tener un efecto directo en los niveles de azúcar en la sangre.
Por otro lado, se conoce también que los síntomas físicos, cognitivos y conductuales de los desórdenes psicológicos (ej. cansancio, letargo, cambios en el sueño y el apetito, tensión, irritabilidad, síntomas somáticos) pueden afectar la capacidad del paciente de llevar a cabo el régimen de autocuidado que requiere la diabetes, y por ende afectar los niveles de glucosa en la sangre.
En pacientes de DMT1 y DMT2, los síntomas psicológicos se asocian con reportar más síntomas físicos asociados a la diabetes, peor salud física y menor adherencia al régimen dietético y de ejercicio.
– ¿Le gustaría añadir algo más sobre la relación de la Diabetes y la Psicología?
La prolongación de la vida de personas con diabetes conlleva que se preste mayor atención no solo a ajustar el tratamiento de la diabetes al estilo de vida del/la paciente para mejorar su calidad de vida, sino también al impacto psicológico de la condición y a aquellas conductas que facilitan o dificultan la adherencia al tratamiento. La psicología clínica es un campo que tiene mucho que aportar a la prevención y al tratamiento de la diabetes.
Hay tratamientos como la psicoterapia y medicamentos antidepresivos que han demostrado eficacia en tratar los desórdenes psicológicos en pacientes de diabetes. Sin embargo, el uso de los medicamentos en pacientes de diabetes debe ser evaluado cuidadosamente tomando en consideración los posibles efectos en el control glucémico y las interacciones con otros medicamentos que puedan estar tomando.
Se debe continuar evaluando la efectividad y viabilidad de tratamientos alternos tanto farmacológicos como psicosociales para el manejo de la depresión en pacientes de diabetes, particularmente para poblaciones étnicamente diversas. Aunado a ello, intervenciones que incluyen a la familia deben ser exploradas como alternativas de intervención, ya que en muchos grupos étnicos como los/as latinos/as, la familia nuclear y extendida juega un papel significativo en la vida diaria de las personas y, por lo tanto, en el cuidado diario de la diabetes del paciente.
La magnitud de la epidemia exige acciones decididas, tanto en términos de reconsiderar los estilos de vida prevalecientes como en los de una mejor atención de los pacientes diabéticos, ya que, a pesar de que reciben en promedio cinco consultas anuales más de la mitad se mantienen descontrolados. Las opciones terapéuticas se han multiplicado, la sociedad tiene una mayor conciencia del problema, se han creado productos y servicios especiales (calcetines, zapatos, alimentos, restaurantes, gimnasios), a pesar de lo cual la morbilidad y la mortalidad van en aumento. Como en otras enfermedades crónicas, la responsabilidad del médico está más ubicada en el terreno de la educación que en el de la prescripción, en el logro de la adherencia terapéutica, en la capacidad de los pacientes para contender con su enfermedad, en las redes sociales que los apoyen y en la convicción de que invierten en su futuro.
Desde aquí mi agradecimiento a D Manlio Fabio Diego Llamas, Psicólogo Clínico en Centro Especializado en el Manejo de Diabetes. Servicios de Salud Publica del DF, por habernos acercado a una realidad para muchos desconocida, la de los aspectos psicológicos de la Diabetes.
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