Etiqueta: trastorno del desarrollo autista

  • ¿Sabe que junto con autismo se puede presentar la ansiedad?

    ¿Sabe que junto con autismo se puede presentar la ansiedad?

    Muchas son las características asociadas al trastorno del espectro autista, pero algunas son menos conocidas como los problemas de ansiedad asociados.

    Autismo y Ansiedad

    Cualquiera que haya podido convivir con una persona que sufre un trastorno del espectro autista, se dará cuenta de cómo en muchas ocasiones muestra síntomas de ansiedad, ya sea por incapacidad de comunicarse adecuadamente, o por no entender las instrucciones e indicaciones de los demás.
    Pensemos, que el niño autista, a medida que va creciendo, puede ir también adquiriendo conciencia sobre sí mismo, y sus diferencias con respecto al al resto de los niños de su edad.
    Ver como otros juegan tranquilamente o son capaces de comunicarse con cierta ligereza, puede provocar problemas en el niño al verse imposibilitado, o disminuido en sus habilidades comunicativas.
    Pero hay que recordar que el retraso que puede mostrar el desarrollo estos pequeños, no se circunscribe únicamente al ámbito de la comunicación, si no que incluso se puede mostrar a nivel motor, con la expresión de movimientos generalizados o retraso en el desarrollo de la psicomotricidad fina.
    Esto va a llevar a que el pequeño además de incrementados sus niveles de ansiedad al querer actuar como los demás.
    Debido a lo cual hay que indicar que las pequeños con trastorno del espectro autista suelen sufrir de problemas emocionales, al no entender y vivir las emociones como los demás.
    Todo ello va a formar un cuadro que normalmente suele acompañarse de trastornos de ansiedad, algunos estudios han indicado que esto se puede alcanzar hasta en un 40% de los pequeños, pero cuando se está hablando de ansiedad, no se habla únicamente de un nivel elevado de activación personal, con su duración y movimientos inquietos, si no que incluso puede llegar a manifestarse con psicopatología es como las fobias presente en un 30% de los niños o en trastornos obsesivos compulsivos en un 17% de los pequeños.
    Con respecto al nivel de ansiedad, hay que tener en cuenta que existe una diferencia entre el nivel real de la persona, es decir, el nivel de excitación, de nerviosismo, de aquel que uno mismo es capaz de darse cuenta de informar.
    Normalmente desde fuera es mucho más fácil observar y definir los niveles de ansiedad, a diferencia de otros sentimientos como el de la depresión.
    En cambio la persona cuando este recurso en un estado ansioso elevado, es posible que ni siquiera se dé cuenta de ello, ya que los propios nervios, le impiden tener la suficiente tranquilidad para percatarse, pero ¿qué pasa con los pequeños con trastornos del espectro autista?


    https://youtu.be/B8WVhKrMCF0

    Trastorno de Ansiedad y Autismo

    Esto es precisamente lo que ha tratado de responderse en un reciente estudio realizado por la Universidad de Deakin y la Universidad de Monash (Australia) publicado en la revista científica Autism Research and Treatment.
    En el estudio han participado 44 pequeños diagnosticados con trastorno del espectro autista siguiendo el DSM-V, 21 niños y 23 niñas, y otros 44 que no mostraba sintomatología alguna al respecto, es decir el control; con edades comprendidas entre los 8 y 13 años de edad.
    A todos ellos y a sus padres se les administró un cuestionario estandarizado denominado Spence Children’s Anxiety Scale, empleado para evaluar el nivel de ansiedad percibido, ya que el estudio ha tratado de explorar los niveles de ansiedad percibidos por tanto por los pequeños como por sus padres, para ver si existen correspondencias entre ellos o no.
    Igualmente se cargo el nivel de ansiedad experimentado por los pequeños a través del cuestionario Visual Analogue Scale (VAS).
    Los resultados informan que no existen diferencias significativas entre los informes de los padres y sus hijos, en el grupo control. Existiendo una disparidad significativa en el grupo de los pequeños con Trastorno del Espectro Autista, lo que refleja que estos pequeños muestran importantes problemas incluso en conocer e informar de sus niveles reales de ansiedad, aspecto que ya se había observado con anterioridad con otras emociones en las investigaciones del mundo emocional de estos pequeños.

    Autismo y Trastorno de Ansiedad

    Un aspecto importantes y a destacar de este estudio es que utiliza el mismo número de niños y niñas en el mismo, algo de lo que adolece la mayoría de estudios que trabajan con niños con trastornos del espectro autista, hay que recordar que existe cierta polémica a la hora de establecer el diagnóstico en entre niños y niñas, donde el índice de temas tocados entre los pequeños supera a veces tres veces el de diagnóstico en niñas, por lo que muchos estudios únicamente se centran en ellos, ya que son más numerosos y fáciles de encontrar en centros especializados.
    Un efecto encontrado no suficientemente explicado por los autores del estudio, es con respecto a las semejanzas en cuanto a los niveles de ansiedad entre niños y niñas con trastornos del espectro autista.
    Tradicionalmente se ha considerado que la mujer tiene una mayor inteligencia emocional, y por ello es capaz de descifrar las emociones de los demás, pero también de manejar sus propias emociones, lo que jugaría a su favor para tener y mostrar menores niveles de ansiedad que los niños.
    En su contra, esta que en la época de la pubertad, tal y como señalan los autores del estudio, se produce un incremento en los niveles de ansiedad de todas las niñas, algunos autores explican que se debe a una consecuencia de la demanda social sobre las mismas.
    Ambas tendencias podrían explicar por qué no existen diferencias entre los resultados de los niños y las niñas a esta edad en cuanto a los niveles de ansiedad percibidos.

  • ¿Está relacionada la depresión post-parto con el autismo?

    ¿Está relacionada la depresión post-parto con el autismo?

    Un reciente estudio dirigido por la Universidad de Hamamatsu (Japón) analiza la existencia de esta relación en 962 embarazadas.

    Depresión Post-Parto

    Actualmente y tras muchos años de investigación se conoce que existe un la alta incidencia de casos de depresión postparto, esto es, unos sentimientos de tristeza que se experimenta tras haber pasado por el parto.
    Si bien anteriormente se desconocía el porcentaje de casos de mujeres afectadas, actualmente se estima que afecta a uno de cada dos casos, aunque existen estudios que indican que este porcentaje puede llegar a ser superior y afectar a siete de cada 10 mujeres que dan a luz.
    Aunque no se expresa de la misma forma en todas ellas, así se estima que el 50% de los casos de depresión posparto suelen presentarse de forma moderada y transitoria sus síntomas, esto es existen sollozos, tristeza, incluso irritabilidad e insomnio, pero todos estos síntomas van pasando con los días y meses tras el parto.
    En cambio, a un 20% de las mujeres que padecen depresión postparto, se las presenta de forma grave, y en algunos casos con, llegando a ser incapacitante para la madre.
    Algo que ya de por sí es grave para la salud de la mujer, pero que en estos primeros momentos también tiene importantes consecuencias para la salud del niño.
    Actualmente existen grandes avances asistenciales para qué el pequeño no se vea afectado por el abandono de la madre, por ejemplo a la hora de alimentarse, pero hace unos años, podría suponer un riesgo importante para su salud e incluso para su supervivencia.
    De ahí que haya aumentado de forma considerable la concienciación sobre este fenómeno, que para aquellas personas que no estén próximas a la maternidad, puede ser desconocido, e incluso extraños, pero ¿Está relacionada la depresión post-parto con el autismo?


    https://youtu.be/Vu5YXgns9wU

    Incidencia de la depresión Post-Parto

    Esto es precisamente lo que se trata de averiguar en una reciente investigación realizada conjuntamente por el Departamento de Psiquiatría, Universidad de Hamamatsu; el Departamento de Desarrollo Infantil,Universidad de Kanazawa (Japón) y la División de Psicología Médica; King’s College (Inglaterra) cuyos resultados han sido publicados en el 2015 en la revista científica Research in Autism Spectrum Disorders.
    En el estudio participaron 962 embarazada, a las cuales se las hizo un seguimiento durante los tres meses siguientes a dar a luz.
    Se empleó un cuestionario estandarizado para determinar la presencia de depresión post-parto denominado Escala de Depresión Post-parto de Edinburgh (EPDS), de cuyo resultado se diagnosticaron 15% de casos entre las mujeres que habían dado a luz. Se evaluaron también a las mujeres con respecto al autismo, a través de la escala de Fenotipo Ampliado del Autismo (BPASS).

    Investigación Depresión Poast-Parto

    Los resultados muestran que las mujeres que tiene síntomas autista, tienen un mayor riesgo de padecer depresión post-parto, y esta relación es más fuerte cuanto mayores sean los sintomas del autismo.
    Comentar que el resultado de las mujeres diagnosticas con depresión postparto está muy por debajo de otros estudios que hablan de hasta el 70%.
    Una de las limitaciones del estudio, es precisamente la selección de las mujeres, todas ellas dentro de una población con unas características culturales muy definidas como es la japonesa, es por lo que se requiere de nueva investigación para comprobar si los resultados se observan también en otras culturas, para poder concluir que se trata o no de un fenómeno universal.

  • ¿Existe una vacuna para el trastorno del espectro autista?

    ¿Existe una vacuna para el trastorno del espectro autista?

    Un reciente informe científico afirma haber desarrollado una vacuna para el trastorno del espectro autista, lo que ha abierto una gran polémica la respecto.

    Modelo animal autismo

    El Trastorno del Espectro Autista a día sigue siendo un misterio para la ciencia en muchos de sus aspectos, ya sea a nivel de detección temprano como de intervención, tal es así el desconcierto que despierta que todavía no existe una teoría explicativa al respecto, o mejor dicho existen tantas y todas válidas, que no existe una dominante.
    Algunos teóricos se limitan a describir los signos y síntomas del Trastorno del Espectro Autista, otros en cambio tratan de hipotetizar sobre su origen, factores desencadenantes y evolución. Con respecto al este segundo grupo, no se tiene claro el papel genético en el Trastorno del Espectro Autista, siendo esencial para unos, y solo una mínima explicación para otros. Algunos autores tratan de explorar teorías de índole psicológica como la teoría de la mente para dar cuenta de las deficiencias en el saberse poner en el lugar de otros.
    Hay autores que defienden que se trata de un problema eminentemente social, ya que es ahí donde muestra las mayores deficiencias, y por tanto donde hay que centrar el tratamiento.
    Una dispersión de teorías que obedece a una mezcla de sintomatología diversa con el propio desarrollo del menor y que como consecuencia un retraso en el desarrollo comunicativo, funcional y social del menor.
    Un problema complejo que requiere también de una compleja intervención, que en la mayoría de los casos consigue una recuperación parcial de las funciones, sin llegar a una equiparación total del desarrollo del menor con lo que corresponde por su edad.
    A todo este caos teórico y práctico con respecto al Trastorno del Espectro Autista también hay grupos que tratan de estudiar sobre el origen del mismo desde el punto de vista genético. Los estudios previos al respecto informan que el riesgo de incidencia es muy reducido, salgo que se tenga un hijo previo con autismo que se eleva entre un 5 a 20%, o que se tenga un mellizo con Trastorno del Espectro Autista que el riesgo asciende a un 90%.
    Entonces si no se trata de la herencia, la genética debe de incidir en el desarrollo neonatal para que tenga consecuencias posteriores en el desarrollo, de ser así, y tal y como se hace en otras enfermedades se podría tratar incluso antes de que el pequeño naciese con una «simple vacuna», pero ¿Existe una vacuna para el trastorno del espectro autista?


    https://youtu.be/k9SFcxBUk8w

    Modelo humano autismo

    Esto es precisamente lo que acaba de afirmar desde la Divisón de Desarrollo de Vacunas del Instituto Tecnológico Wyoming (EE.UU.) según se desprende de un reciente informe emitido desde su web.
    El estudio realizado en animales en concreto en la mosca Drosophila melanogaster, ha conseguido detectar e incluso reparar los efectos del equivalente a un Trastorno del Espectro Autista.
    Tras detectar y aislar las factores implicados genéticamente, que tienen que ver con una mutación en los receptores de la dopamina, se ha conseguido diseñar una vacuna que consigue evitar que se produzcan dichos errores en el desarrollo genético del descendiente, evitando así que surja del Trastorno del Espectro Autista.
    Hay que tener en cuenta que al tratarse de un modelo animal, todavía requiere de mucha investigación antes de que se puedan realizar los primeros ensayos en humanos, ya que hay que garantizar que no se produzcan efectos secundarios adversos, con peores consecuencias que el propio Trastorno del Espectro Autista.

    Vacuna autismo

    Entre los detractores de este avance están aquellos que sospechan de los efectos nocivos para la salud que pueden provocar algunas vacunas, que incluso en el pasado han sido relacionadas con la propia aparición del Trastorno del Espectro Autista. De ahí la desconfianza de una nueva vacuna cure lo que otra estropeó.
    Igualmente la concepción del Trastorno del Espectro Autista como algo exclusivamente genético va en contra de todas las teorías psicológicas, sociológicas e incluso del neurodesarrollo planteadas hasta el momento, ya que si se fuese así de simple no se precisaría más de ningún tipo de intervención, ni detección temprana, ni nada de lo que actualmente está establecido y validado para el tratamiento de pacientes con Trastorno del Espectro Autista.
    Esto no quita que los resultados sean prometedores, pero habrá que establecer, primeramente si son suficientemente seguros, y segundo, en qué casos sí se puede aplicar la vacuna y cuales no. Ya que parece demasiado precipitado afirmar que con esta vacuna se puede erradicar el Trastorno del Espectro Autista del mundo, como si fuese la enfermedad de la polio o cualquier otra que actualmente se está combatiendo por erradicar.

  • ¿Puede presentarse el autismo con el síndrome de Down?

    ¿Puede presentarse el autismo con el síndrome de Down?

    Un reciente estudio trata de analizar las diferencias en las habilidades sociales existentes entre el autismo y el síndrome de Down.

    El síndrome de Down

    Uno de los problemas más importantes para pediatras y padres es saber reconocer si el pequeño está teniendo un desarrollo normal o no en comparación con otros niños de su edad.
    Pueden ser muchas las circunstancias que pueden provocar deficiencias en el desarrollo del menor, algunas de ellas que parecen solucionarse por sí solas a medida que el pequeño crece y otras que requieren de intervención del especialista tanto para su diagnóstico como para su tratamiento.
    Cuando además de la presencia de deficiencias, ya sea en el desarrollo motor, intelectual o de las habilidades comunicativas, si estas van acompañadas de ciertos rasgos físicos característicos pueden dar indicios de estar ante un pequeño con síndrome de Down, diagnóstico que además de sus características destacables puede ser rápidamente diagnosticado por la presencia de una alteración genética en el par 21 donde tiene un cromosoma extra, de ahí que también se le denomine trisomía 21.
    Pero que se sufra este tipo de alteración cromosómica con todas sus consecuencias físicas y del desarrollo no evita que pueda padecer en el mismo porcentaje que la población, de otras alteraciones y trastornos, ya sea del desarrollo u de otro tipo.
    La dificultad radica precisamente en saber distinguir qué sintomatología corresponde al síndrome de Down y cuáles a otro trastorno, sobre todo cuando este es del desarrollo, donde su característica principal es precisamente un enlentecimiento en avance de las habilidades de control fino motor, del lenguaje, de las capacidades cognoscitivas, o del control de las pocas emociones, tomándose como punto de comparación a los pequeños de su misma edad, pero ¿Puede presentarse el autismo con el síndrome de Down?


    https://youtu.be/S1yv5HHZrcA

    Journal of Neurodevelopmental Disorders

    Esto es precisamente lo que trata de estudiarse desde el Hospital Alto Deba, el Hospital Donostia y la Fundación CITA-Alzheimer Fundazioa (España) cuyos resultados ha publicado en Enero del 2015 en la revista científica Journal of Neurodevelopmental Disorders.
    Tal y como se ha comentado en la introducción la dificultad de detectar la presencia de ambos trastornos a la vez es que saber distinguir a cual de lso dos se corresponden los síntomas que muestran los pequeños.
    En este caso del síndrome de Down puede que alguno exhiba además de sus rasgos típicos, cierto retraso en el desarrollo del lenguaje y social, lo que puede pasar totalmente desapercibido debido a que muestra retrasos en otras habilidades también, lo que puede estar encubriendo además el padecimiento de un Trastorno del Espectro Autista.
    Tal es la dificultad de este segundo diagnóstico que los autores del estudio afirman que no existe hoy en día estadística al respecto sobre la presencia de ambos trastornos del desarrollo presentados a la vez, a pesar de ello han diseñado un estudio para tratar de distinguir los síntomas de uno u otro.
    En el estudio participaron 46 personas entre 10 a 21 años, 26 mujeres y 20 varones todos ellos diagnosticados con Trisomía 21, es decir síndrome de Down y específicamente se escogieron aquellos que no tuviesen diagnosticado Trastorno del Espectro Autista.
    A todos ellos se les pasaron una serie de cuestionarios como la escala de receptividad social denominada Social Responsiveness Scale (SRS) donde los cuidadores evalúan el nivel de implicación social de los pequeños, el cuestionario de desarrollo social denominado Social Communication Questionnaire-Lifetime (SCQ), para el desempeño social mediante el lenguaje no verbal se usó la Escala Internacional de Ejecución de Leiter denominado Leiter International Performance Scale-Revised (Leiter-R), una prueba de vocabulario denominado Peabody Picture Vocabulary Test, Fourth Edition (PPVT-4).
    El hecho de pasar una prueba propia del Trastorno del Espectro Autista a alguien que no lo tiene permite conocer qué items y escalas de la prueba van a mostrarse en la población de los diagnosticados con síndrome de Down y cuáles no.
    Son precisamente estos segundos los que van a permitir establecer un diagnóstico en los nuevos casos, ya que de presentarse, se puede decir que además se está sufriendo un Trastorno del Espectro Autista.
    Los resultados más destacables muestran resultados significativos en dos subescalas del SRS en concreto en lo que se refiere a cognición social y a manierismos, siendo este segundo movimientos repetitivos como balanceo, luego según los autores son estos los sintomas más importantes a tener en cuenta a la hora de evaluar la presencia del Trastorno del Espectro Autista en pequeños con síndrome de Down

    Autismo y Down

    Hay que tener en cuenta el reducido número de participantes y el rango de edad tan amplio usado, lo que hace necesario nueva investigación con más sujetos antes de poder llegar a una conclusión válida.
    Igualmente la edad mínima de los participantes de 10 años hace que no se pueda emplear como herramienta diagnóstico útil del Trastorno del Espectro Autista, ya que cuanto antes se detecte este antes se puede intervenir.

    Experto Colaborador:




    Trastorno del espectro autista y el síndrome de Down:
    Trastorno del espectro autista – de aquí en adelante llamado trastorno autista – se produce con más frecuencia en los niños con síndrome de Down que en otros niños, pero con menos frecuencia que en otros grupos de discapacidad de aprendizaje.
    La prevalencia puede ser tan alto como 5%
    A menudo hay reticencia a considerar la posibilidad de la doble diagnóstico de síndrome de Down y autismo. Por esta razón, el diagnóstico es con frecuencia muy retrasado.
    Dos razones para el fracaso de diagnóstico del trastorno autista en los niños con síndrome de Down:
    1. la noción equivocada de que los niños con síndrome de Down son siempre «alegres» por lo que no pueden ser «autistas»
    2. la falta de conciencia del perfil de desarrollo habitual de las personas con síndrome de Down.
    De particular importancia es la relativa a la alta prevalencia de los espasmos infantiles.
    Los niños pueden mostrar comportamientos típicos del autismo en la infancia y seguir un curso similar al observado en otros niños. Sin embargo, no es raro que la aparezca regresión de las habilidades sociales y de comunicación en la infancia tardía -típicamente entre 3 y 7 años de edad, y a veces tan tarde como en la adolescencia. Esta condición puede ser muy incapacitante.
    El diagnóstico es muy importante porque cuando las dos condiciones coexisten, el trastorno autista tiene prioridad en términos de las necesidades educativas y de gestión.
    La posibilidad de que se presente el trastorno autista debe ser considerado en cualquier niño en edad preescolar con síndrome de Down que está fallando para hacer progresos esperados en el habla, el lenguaje, la comunicación, las habilidades sociales o de cualquier niño mayor que muestra regresión de estas habilidades.
    El diagnóstico diferencial incluye:
    • El hipotiroidismo
    • discapacidad múltiple profunda y grave
    • La privación social
    • enfermedad concurrente Mayor
    • Audiencia o deficiencia visual

  • ¿Hasta qué punto es efectivo el entrenamiento al autista?

    ¿Hasta qué punto es efectivo el entrenamiento al autista?

    Las habilidades sociales en el trastorno del espectro autista son una de las deficiencias más importantes que precisan de ser entrenadas por especialistas.

    Entrenamiento Autismo

    Una de las preocupaciones más importantes de padres y profesores es tratar que los pequeños con autismo desarrollen las habilidades sociales mínimas para poder desenvolverse.
    Son muchas las deficiencias que pueden llevar a mostrar, lo que requiere de mucho esfuerzo por parte de padres y profesionales, por ir entrenando cada uno de las habilidades para tratar de compensar el retraso que muestran frente a los pequeños de su edad.
    Muchas son las técnicas que se han diseñado para poder enseñar a los pequeños una u otra cualidad, una de las aproximaciones es entrenar cada una de las miniacciones que requieren entrenamiento y que sucesivamente van permitiendo el desarrollo de nuevas habilidades sobre las que se cimenta.
    Así el entrenamiento por objetivos puede buscar que el pequeño fije la mirada en el interlocutor, algo que puede parecer sencillo, pero que requiere de un gran esfuerzo de repetición hasta que el pequeño con autismo sea capaz de hacerlo de forma espontánea, pero ¿Hasta qué punto es efectivo el entrenamiento al autista?


    https://youtu.be/L7KlfSYAYbE

    Deficiencia Autismo

    Esto es precisamente lo que tratan de analizar desde la Universidad de Malta (Malta) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Malta Journal of Health Sciences Online.
    Para ello a seis pequeños entre 8 y 9 años diagnosticados con trastorno del espectro autista según el DSM-V.
    A todos ellos se les entrenó durante diez semanas con el programa de intervención social grupal denominado al Social Communication Group (SCG), técnica que con anterioridad ha dado resultados desiguales.
    El SGG es un conjunto de herramientas de entrenamiento, donde se entrena distintas habilidades ya sean como el saludo, mantener el contacto visual, respetar el turno de palabra, saber escuchar, mantener el volumen de voz entre otros; igualmente se entrenan las emociones de los pequeños para que puedan ser capaz de interpretar sus propias emociones y las de los demás y comportarse adecuadamente al respecto; el juego se emplea para que el pequeño aprenda a participar con los de su edad, respetando las reglas que se establecen aprendiendo a ganar y a perder en el juego; igualmente sobre le trabajo en equipo, en donde se explora y potencia las habilidades de colaboración, compartiendo el material; y por último se entrena habilidades sociales que ayudan a fomentar y mantener la amistad, tales como dar la bienvenida a una nueva persona, presentarse uno mismo, controlar las emociones sobre todo las relacionadas con el enfado o solución de problemas entre otros.
    Para comprobar la eficacia del tratamiento se tomaron medidas directas, sobre la ejecución de los pequeños a través del programa Observation Schedule and Checklist, como indirectas mediante cuestionarios a padres y profesores.
    Los resultados muestran una notable mejora de un 20% en el desempeño de las tareas relacionadas con las habilidades sociales.

    Habilidades Autismo

    A pesar de los claros resultados, es preciso realizar nuevas investigaciones ya que se trata de una muestras de únicamente seis pequeños, siendo necesario ampliar el estudio a más participantes antes de poder concluir al respecto sobre las mejoras de en las habilidades de comunicación en autistas.
    Igualmente hay que tener en cuenta que se trata de un país donde existe un alto nivel de bilingüismo, entre el maltes y el ingles, lo que dificulta a los más pequeños en su desarrollo lingüístico y especialmente entre aquellos que ya de por sí muestran un mayor retraso en este ámbito.

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