Una de las mayores dificultades de los trastornos psicológicos es determinar si existe o no carga genética, en su origen o empeoramiento.
La importancia de poder determinar el papel genético sobre estos trastornos permite diseñar tratamientos farmacológicos más precisos y eficaces, en cambio si el papel genético es pequeño o nulo, el tratamiento debe de ser sobre todo basado en la psicoterapia, salvo los casos más agudos, donde la medicación puede usarse para estabilizar a la persona.
Entre las alteraciones genéticas que se ha observado que afecta a la salud sobre todo el sistema inmunológico se encuentra el cromosoma 6, en concreto en los antígenos leucocitarios humanos, asociados a trastornos inmunes, presente en enfermedades como el autismo y la esquizofrenia, pero también se ha apuntado sobre la posibilidad de que afecte a otros trastornos en donde existe una alteración de la capacidad lingüística tanto de comprender como de producir correctamente el lenguaje, tal y como se ha observado en algunos casos del Trastorno por déficit de atención, entonces, ¿Existe algo genético el Trastorno por déficit de atención?
Esto es precisamente lo que tratan de averiguar desde la Universidad de Oxford, el Hospital Infantil de Evelina, la Universidad de Edinburgh, la Universidad de Manchester, el King’s College de Londres, la Universidad de Aberdeen, la Universidad de Tufts (Inglaterra), el Instituto de Psicolingúistica Max Planck y la Universidad de Radboud (Holanda) publicado recientemente en la revista científica Journal of Neurodevelopmental Disorders.
En el estudio participaron pequeños y familias que acudían a centros especializados y hospitales de atención infantil. A todos ellos se les realizó una análisis genético, excluyendo del estudio a los pequeños que sufrían autismo o cualquier discapacidad auditiva.
Igualmente se realizó la evaluación de tres pruebas lingüísticas, sobre palabras no repetitivas, denominado Nonword Repetition (NWR), evaluación la recepción del lenguaje denominado Receptive Language Scores (RLS) y la expresividad del lenguaje denominado Expressive Language Scores (ELS), estados dos últimas realizadas a través del cuestionario estandarizado denominado Clinical Evaluation of Language Fundamentals (CELF).
Los resultados informan de una relación significativa positiva de antígenos leucocitarios humanos con los NWR, mientras que esta relación es significativa negativa con ELS, esto es la alteración de ésta carga genética va a tener una expresión en la capacidad lingüística de los menores que lo padezcan, alteración que por otra parte se ha observado más presente en los pequeños con Trastorno por déficit de atención, por lo cual las deficiencias lingüísticas de estos podrían explicare por una alteración de base genética.
Los resultados a pesar de ser claros en sus conclusiones sólo explica una mínima parte del Trastorno por déficit de atención, un paso explicativo necesario pero insuficiente para comprender esta psicopatología, siendo necesario además incorporar la investigación relativa al tratamiento del mismo.
Una de mayores incidencias cognitivas sobre la vida es cuando se ve afectada la memoria de trabajo, ya que esto provoca grandes problemas a la hora desenvolverse.
Definiendo la memoria de trabajo
La memoria de trabajo es aquella que nos permite estar trabajando en el aquí y el ahora, recordando lo que tenemos que hacer, siguiendo un objetivo o tarea.
Si se lesiona la memoria de trabajo, la persona se puede encontrar totalmente «perdida», ya que inicia una actividad, como la de ir a comprar pan, y a mitad del camino se queda «en blanco» sobre a dónde iba y por qué.
Igualmente cuando se dialoga con otra persona, se requiere ese tipo de memoria, para seguir «el hilo» de la conversación; si se tiene dañada esta capacidad, pronto la persona se «perderá» y no sabrá de qué está hablando o repetirá los mismos argumentos por que no se acuerda de haberlos dicho antes.
La afectación de la memoria de trabajo se produce tanto desde el envejecimiento normal de la persona como desde algunas psicopatologías, trastornos y enfermedad como es en el Alzheimer, pero también se pueden ver casos en jóvenes afectados con Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, donde algunos autores defienden que mejorando la memoria de trabajo, los niños con TDAH mejoran significativamene su capacidad de concentración y de atención sostenida, pudiendo mantener unos niveles similares al resto de sus compañeros.
Como vemos es importante conocer en qué consiste, pero sobre todo si se puede entrenar saisfactoriamene cuando se ha observado que empieza a fallar, pero ¿Es posible entrenar de forma efectiva la memoria de trabajo?
Novedades Memoria de Trabajo
Eso es precisamente lo que ha tratado de averiguarse con un investigación realizada conjuntamente por la Universidad de Oregón, la Universidad Técnica de Louisiana, la Universidad de California y el Instituto Tecnológico de Rose-Hulman (EE.UU) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Journal of Behavioral and Brain Science.
En el estudio participaron treinta jóvenes, entre 18 y 31 años, a los cuales tuvieron que pasar por tres fases: Evaluación inicial; Experimento de entrenamiento; Evaluación de la Transferencia.
Todos estos experimentos se realizaron poniendo al sujeto frente a la pantalla del ordenador mientras se le pedía que realizase una tarea que implicaba la memoria de trabajo.
En la fase de entrenamiento únicamente participaron la mitad de los sujetos a los que se les entrenó durante dos horas al día durante 12 semanas.
Al final de las mismas todos los participantes, con y sin entrenamiento pasaron por la evaluación de la transferencia para comprobar si había diferencias entre ellos.
Los resultados informan de que no se produjeron diferencias entre los dos grupos en el primer experimento, mientras que en la fase de evaluación de la transferencia mostraron importantes mejoras en el grupo que recibió entrenamiento específico sobre la memoria de trabajo.
Además de las medidas conductuales la investigación recogió la actividad eléctrica del cerebro mostrando cómo los participantes entrenados tenían una mayor actividad en las áreas prefrontales del cerebro, precisamente donde se ha observado que está involucrada la memoria de trabajo.
Aunque el estudio se ha realizado con pocos participantes, parece señalar sobre los beneficios esperables al mejorar significativamente la memoria de trabajo en tan solo 24 horas de entrenamiento.
El razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo https://t.co/6DowdstIrU
— Dando Cultura (@DandoCultura) 16 de mayo de 2017
Utilidad Memoria de Trabajo
Igualmente queda adaptar los materiales empleados a las distintas poblaciones en las que se quiere aplicar, para poder así garantizar su eficacia tanto en jóvenes como en mayores.
A pesar de lo cual es un gran avance, el saber que son un «pequeño» entrenamiento se puede recuperar una capacidad cognitiva tan importante y fundamental en nuestro día a día como es la memoria de trabajo.
En los últimos años ha surgido cierta polémica sobre el trastorno de TDAH en infancia existiendo científicos que afirman sobre un sobrediagnóstico de los niños.
Es por ello que surgen estudios que analizan los datos relativos a la sintomatología asociada con el TDAH para poder concluir y con ello acabar con la polémica.
Un trastorno que resulta invalidante no solo para la convivencia del pequeño con sus progenitores y hermanos, si no que también provoca dificultades a nivel académico y de convivencia con el resto de los compañeros de su clase.
En concreto estos niños tienen dificultades en distinguir entre estímulos relevantes y no relevantes, sin poder centrarse en una sola tarea, «olvidando» todo lo que hay a su alrededor.
Aspectos que para algunos no es suficiente para configurar un cuadro clínico con entidad suficiente.
De ahí que se precise de más investigación para comprobar qué efectos produce el TDAH en los menores, para así poder establecer un diagnóstico adecuado.
9PGEE2vFgww https://youtu.be/9PGEE2vFgww
Vídeo Recomendado: El TDAH en adolescencia
Es lo que trata de averiguar un reciente estudio realizado conjuntamente por la Universidad de Shepherd y la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake Forest (USA) recientemente publicado en la revista científica Psychology.
En este estudio han participado 46 estudiantes universitario, 32 chicas y 14 chicos, de los un tercio tenía altos niveles de TDAH, otro tercio niveles moderados y otros no tenían TDAH (grupo control).
Hay que aclarar que a los participantes no se les realizó un diagnóstico de TDAH por un profesional, si no que la separación de los participantes en los distintos grupos se basa en la respuesta a un cuestionario estandarizado para adultos sobre TDAH.
El objetivo era analizar precisamente las fallas mostradas por los TDAH en cuanto a la procesos de inhibición, categorización y las habilidades de cambio.
Para ello se seleccionaron varias pruebas como el Stroop (palabra-color) o el Test de clasificación de cartas de Wisconsin (WCST).
No se encontraron diferencias significativas entre ninguno de los grupos, ni siquiera entre los más extremos, con alto TDAH frente al grupo control, ni al comparar los resultados de la pruebas de Stroop ni en los del WCST.
Los autores informan sobre que no han conseguido su objetivo, sin entrar a valorar el motivo de ello, aduciendo sobre la incorreción del diseño, del número de participantes o de los instrumentos de medida.
Entre las limitaciones del estudio es que no ha establecido un rango razonable de edad de los participantes, ya que este va de los 18 a los 50 años, no informando sobre las medias de edad de cada uno de los tres grupos.
Tampoco informa la separación entre géneros de los participantes en cada grupo, pudiendo ser esta una variable extraña para poder obtener conclusiones claras.
Este sería un estudio más de los que en vez de aclarar la cuestión del TDAH, lo «enciende» aún más, apoyando sin quererlo a quienes defienden del sobrediagnóstico de TDAH.
Entrevista a Dª. Beatriz Mena Pujol, Directora de la Fundación Privada Adana, quien nos explica la labor que realizan con los afectados por TDAH y sus familiares.
– ¿Qué es la Fundación Privada Adana y cuál es su objetivo?
Fundación privada Adana es una entidad sin ánimo de lucro con la finalidad de mejorar la calidad de vida de niños, jóvenes y adultos con TDAH y sensibilizar a padres, profesionales de la salud, profesores y escuelas, y a la sociedad en general, para que se dé un cambio de actitud y se aprendan estrategias para su manejo. Reconocida por la Generalitat de Catalunya e inscrita con el número 1.102 en el Registro de Fundaciones Privadas. Adana es miembro de la Coordinadora Catalana de Fundacions, ADHD-Europe, miembro de CHADD EE.UU, miembro del Foro Iberoamericano de CHADD y Miembro de Honor de la Federación Española de Asociaciones.
– ¿Cómo surge la Fundación Privada Adana y hacia quien va dirigido?
Fundación Adana nace hace más de 15 años fruto de una experiencia familiar . Lo que se inició con cinco personas es ahora un equipo de más de veinte profesionales , que a lo largo de estos años han ido desarrollando un proyecto sólido e integral de ayuda a las personas con TDAH . Para ello ofrece un gran abanico de actividades y recursos que acompañan a las familias desde el momento en que se detecten las dificultades hasta la elaboración y seguimiento de un plan de ayuda personalizado y adecuado a las necesidades de cada caso . En Adana los niños , jóvenes , adultos y sus familias pueden encontrar actividades como grupos de ayuda mutua , escuela de padres y madres , reeducaciones psicopedagógicas , formación a padres y maestros , actividades deportivas adaptadas , estancias de verano para niños y jóvenes…
– ¿A partir de que edad se puede detectar el TDAH?
Datos muy recientes sitúan la edad de detección más habitual en España de los 6 a los 11 años, aunque no son pocos los padres de niños/as, posteriormente diagnosticados de TDAH, que manifiestan que ya en edades muy tempranas (2 o 3 años) presentaban dificultades en la educación de sus hijos, hecho que les llevaba a consultar con la maestra, familiares o con el pediatra qué podían hacer. Muchas de las respuestas que recibían eran “ya madurará”, “los problemas desaparecerán cuando crezca”… y a pesar de que en algunos casos era así, en otros no, y los síntomas de falta de atención, distracción, impulsividad y/o hiperactividad; conocidos como TDA/H, perdurarían en el tiempo.
La clave para el diagnóstico del TDA/H es una pauta crónica y dominante de la sintomatología (déficit atencional, impulsividad y/o hiperactividad), que es inadecuada de forma significativa a la edad del niño y que no puede explicarse mejor por la posibilidad de otras condiciones. Por ello hay que ser cauteloso a la hora de diagnosticar durante la edad pre-escolar, ya que la conducta de los niños en este periodo es típicamente bastante variable pudiendo resultar difícil evaluar si los comportamientos son propios de su edad o podrían formar parte de un cuadro de TDAH.
– ¿Cómo se ha de tratar a un TDAH?
El tratamiento del TDAH es multimodal y multidiscilplinar, esto quiere decir que las propuestas de tratamiento son diferentes en función de las dificultades del niño y de cómo afecte el trastorno a su vida cotidiana y conllevará el trabajo conjunto entre diferentes profesionales. Entre los componentes posibles del tratamiento podemos encontrar: intervención cognitivo-conductual con el niño-a de cara a mejorar su comportamiento y ayudarlo a organizar su pensamiento, ayuda y asesoramiento a los padres y maestros, refuerzo psicopedagógico con el fin de mejorar el rendimiento en la escuela y/o tratamiento farmacológico.
Se hace difícil exponer en un espacio breve cómo tratar a estos niños/as y todo lo que precisan de su entorno, pero en términos generales podríamos decir que:
Es importante no pretender solucionar todas sus dificultades a la vez e irse marcando objetivos uno tras otro, evitando comparar lo que el niño es capaz de hacer con las posibilidades de otros niños e ir aumentando el grado de dificultad progresivamente.
El niño-a siempre tendrá más interés en hacer lo que se le pide si obtiene algún privilegio a cambio de su esfuerzo, el elogio y el reconocimiento son imprescindibles en la educación de estos niños. Es muy importante que el niño-a con TDAH sea consciente de que el padre/madre o el profesor valora sus esfuerzos por estarse quieto o por tener un buen rendimiento.
Debemos, también, cuidar mucho la comunicación que mantenemos con él. Ser cercanos a sus dificultades, utilizar un lenguaje positivo, no centrarnos sobre sus errores, destacar sus virtudes, etc.
Para el niño con TDAH es muy difícil mantener una buena organización por lo que el ambiente que le rodea deberá ser ordenado y organizado en cuanto al espacio y a los horarios o rutina diaria.
En relación a las tareas escolares el niño con TDAH requiere mayor supervisión. Es importante el uso de la agenda como medio de comunicación con el maestro y de control de las tareas.
Para contrarrestar el agotamiento físico y emocional que comporta educar a estos niños, es importante que los padres busquen algún tipo de apoyo o ayuda. Los padres necesitan trabajar en estrecha colaboración con profesionales para desarrollar un plan de actuación adecuado. Asistir a actividades organizadas por asociaciones de pacientes les llevará a conocer a otros padres en situación similar con los que puedan darse apoyo mutuo.
– ¿Es conveniente integrar a los alumnos con TDAH en centro normales o en centro especiales?
Los niños y jóvenes con TDAH no tienen por qué estar escolarizados en centros especiales. Todos ellos pueden aprender igual que los demás, únicamente precisan de ayudas específicas. El conocimiento, por parte de los maestros y profesores, del trastorno y de las adecuaciones que precisa un alumno con estas características, se hace necesario para que estos niños puedan estar felizmente integrados en las aulas.
– ¿Cuáles son los efectos negativos del TDAH?
El primer efecto negativo que puede aparecer en una persona con TDAH es el hecho de no haber sido diagnosticado. Aún con la preocupación actual por parte de mucha gente, sobre la posibilidad de que exista un sobrediagnóstico de esta enfermedad, nos encontramos con numerosísimos casos donde no se ha detectado el trastorno o el diagnóstico no se ha establecido hasta edades muy avanzadas. Ello, en la mayoría de estos casos, conducirá a la aparición de otras dificultades o incluso patologías de mucho peor pronóstico que el propio TDAH.
En general, la persona con TDAH que no recibe tratamiento adecuado o a tiempo, puede presentar una evolución personal, social y/o académica seriamente afectada. La mayoría de ellos presentarán dificultades de aprendizaje, muchos de ellos presentarán sintomatología propia del trastorno oposicionista o negativismo desafiante y otros, fruto de sus dificultades en el manejo de sus emociones, presentarán sintomatología depresiva o ansiosa. Lo que nos da esperanza es que sabemos que un tratamiento combinado y de instauración precoz puede ofrecer nuevas perspectivas a la vida del niño y a su futuro.
– ¿Cómo se puede incrementar la calidad de vida de un TDAH?
El conocimiento del trastorno por parte de los adultos que rodean al niño/a, de las repercusiones en la vida de la persona que lo padece y de las estrategias que se muestran más efectivas en su manejo son, probablemente, los factores más determinantes en la calidad de vida del niño y de su familia. Para ello se hace necesario un mayor conocimiento del TDAH por parte de la sociedad y una mayor dotación de recursos para las familias, para que éstas tengan acceso al tratamiento adecuado, independientemente de su situación socioeconómica. El coste del tratamiento para una familia puede ascender hasta 3.000€ anuales.
– ¿Cuáles son las ideas erróneas que ha podido detectar en la población general sobre el TDAH?
La que más dolor me produce es la de “el TDAH no existe, no es más que un invento de la industria farmacéutica” Al que lo dice, si tengo ocasión, le suelo responder que pase un día conmigo en la fundación, que conozca a las familias, a los niños, a los jóvenes, a los maestros que nos vienen a pedir ayuda… y que una vez finalizado el día reflexione sobre si realmente cree que se lo ha inventado alguien.
También solemos escuchar que hay un sobre diagnóstico. Actualmente en España los datos nos demuestran que no es así. Es cierto que podemos encontrar casos de “mal diagnóstico” o “diagnósticos que parecen precipitados” y por ello desde la fundación luchamos para que esto no se produzca, intentado a través de nuestros cursos de formación, como el curso de Postgrado de especialización en TDAH, ofrecer a los profesionales de la educación y de la salud la información más actualizada y rigurosa.
– ¿Cuentan con psicólogos especializados en la Fundación Privada Adana y cuál es es su papel?
Fundación Adana en el año 1997 inicia su actividad con un grupo de 8 niños. Actualmente en Adana se llevan a cabo más de 40 actividades diferentes, atendiendo directamente a más de 500 niños, jóvenes y adultos. Las demandas de las familias afectadas, conocedoras éstas de que el mejor tratamiento es el multimodal, y en muchas ocasiones tras constatar la falta de recursos, ha llevado a la fundación a crear de forma permanente nuevas actividades, líneas de actuación y proyectos, ampliando así el equipo de profesionales. Un equipo de más de 20 profesionales, la mayoría de ellos psicólogos, desarrollan su actividad en la fundación diseñando y dirigiendo actividades como reeducaciones psicopedagógicas, grupos de habilidades sociales, exploración diagnóstica, tratamiento psicológico individual y grupal, programas de actuación en las escuelas, actividades lúdicas y deportivas, cursos de formación, grupos de apoyo a las familias, etc.
– ¿Cuáles son los logros alcanzados en la Fundación Privada Adana?
Nuestra experiencia de más de diez años de trabajo, junto a nuestro espíritu por crecer y mejorar cada día, nos lleva a pensar que todo nuestro esfuerzo de trabajo conjunto ha dejado una huella imborrable en el actual conocimiento y tratamiento del trastorno. Hoy podemos decir que en nuestro entorno más cercano todos los profesionales de la educación conocen el TDAH, en mayor o menor medida, aunque tal vez no tengan tanto conocimiento del abordaje que este trastorno requiere.
La enorme satisfacción que nos proporciona nuestro trabajo viene principalmente dada por la constancia de los beneficios que proporcionamos cada día a un gran número de niños, jóvenes, adultos y sus familias. Además confiamos en que nuestras acciones tengan un efecto multiplicador y proporcionen bienestar y calidad de vida a muchos más afectados de los que podremos llegar a conocer.
– ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro en la Fundación Privada Adana?
Fundación Adana en su objetivo de lograr el pleno desarrollo personal y la integración social de las personas que padecen TDAH se encuentra permanentemente buscando vías de ayuda y colaboración para poder desarrollar programas de innovación que permitan cubrir las necesidades que estos niños, jóvenes y adultos precisan. Entre estos programas cabe destacar:
“Educador Itinerante” un programa pionero en España de ayuda a las escuelas.
“Grupo Terapéutico Preescolar” para atender a aquellos niños más pequeños que se encuentran en riesgo de presentar fracaso escolar y riesgo social de exclusión.
“Espacio Joven” como programa enfocado a la prevención de conductas de riesgo en la adolescencia.
Para más información www.fundacionadana.org y www.adanatraining.org donde encontrarán mucha más información sobre el trastorno, recursos, publicaciones, bibliografía, formación…
Para contactar conmigo pueden dirigirse por correo electrónico a bmena@fundacionadana.org y para informarse sobre F. Adana info@fundacionadana.org
Desde aquí mi más sentido agradecimiento a Dª. Beatriz Mena Pujol, Directora la Fundación Privada Adana, por habernos acercado un poco más a la labor diaria que se realiza con pacientes con TDAH y sus familiares.
D. Héctor González nos presenta Volviendo a la normalidad Entrevista a D. Héctor González Pardo, doctor en Biología y profesor de Psicofarmacología en la Universidad de Oviedo. Es investigador en el campo de la Neurociencia del comportamiento, es co-autor de «Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil» quien habla de su libro.
Resumen:
La invención de trastornos mentales se extiende a la infancia. Algunos problemas que tienen los adultos con la atención, la actividad y el humor de los niños están siendo capitalizados por la industria farmacéutica como dianas para la comercialización de medicamentos, sobre el supuesto de que son enfermedades cerebrales. Nos referimos, en particular, al TDAH y al trastorno bipolar infantil de reciente lanzamiento. Educar a los niños es mucho más complicado de lo que se piensa y el comportamiento de algunos supone un reto para su educación.
A continuación trasncribo entrevista a D. Héctor González Pardo, co-autor del libro «Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil», quien nos habla en profundidad de su obra.
¿Por qué de un título tan polémico como Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil?
Pregunta:- ¿Por qué de un título tan polémico como Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil? Respuesta:Nosotros entendemos que estas etiquetas diagnósticas (TDAH y TBI) no tienen validez clínica demostrada y ni siquiera una base neurobiológica.
¿Entonces cómo define estas etiquetas diagnósticas de TDAH y TBI?
– ¿Entonces cómo define estas etiquetas diagnósticas de TDAH y TBI?
Como mucho, son meras descripciones por parte de los adultos de las conductas «problemáticas» en algunos niños, que ni siquiera alcanzan el estatus de enfermedad o trastorno mental.
¿Cómo justifica las alteraciones en el comportamiento de los pequeños con TDAH y TBI y cómo se pueden tratar?
– ¿Cómo justifica las alteraciones en el comportamiento de los pequeños con TDAH y TBI y cómo se pueden tratar?
En todo caso entendemos que sí existen problemas de conducta infantiles relacionados con la atención, la actividad motriz, la impulsividad y el estado anímco que deben ser abordados desde todos los ámbitos (educativo, familiar, psicológico e incluso médico) para desenmascar si bajo estos problemas de conducta se encuentra algún otro problema en el ámbito psicosocial (conflictos familares, económicos, maltrato psíquico o físico), educativo (en el ámbito familar o escolar) o médico (problemas visuales, auditivos, neurológicos, endocrinos, etc.). Por tanto no proponemos ningún «tratamiento» en el libro para el TDAH o el trastorno bipolar, ya que no asumimos que sean diagnósticos psiquiátricos o psicológicos válidos.
¿Por qué presindir de estas etiquetas de diagnóstico?
– ¿Por qué presindir de estas etiquetas de diagnóstico?
No pensamos por tanto, que etiquetar a los niños simplemente con TDAH o Trastorno bipolar infantil (o trastrono de desregulación disruptiva del estado de ánimo en la reciente versión del manual diagnóstico DSM-5) ayude a estos niños, sino más bien lo contrario, ya que estos niños (y sus padres o cuidadores) adoptan un papel pasivo al conformarse con recibir un «diagnóstico» psiquiátrico y muchas veces reciben un tratamiento con psicofármacos, por lo que los niños asumen un papel de enfermos mentales con el estigma social que conlleva. Por tanto, no se buscan explicaciones de ningún otro tipo a su conducta «problemática» bajo el modelo médico de «enfermedad mental» que prevalece en nuestros días.
¿Y cómo explica el éxito del tratamiento del TDAH si no se considera una enfermedad como tal?
– ¿Y cómo explica el éxito del tratamiento del TDAH si no se considera una enfermedad como tal?
La medicación para el TDAH (principalmente fármacos psicoestimulantes como el metilfenidato y las anfetaminas) aparentemente disminuyen la conducta problemática de estos niños así diagnosticados, al aumentar la atención sostenida, disminuir la conducta problemática en clase y también su actividad motriz excesiva. Sin embargo, a largo plazo estos mismos fármacos no mejoran ni el rendimiento académico ni sus habilidades sociales y no está claro que sus beneficios a corto plazo se traduzcan en un mejor funcionamiento e integración social y familiar, como demuestan varios estudios que se comentan en nuestro libro.
TZSpfaiwsU0 https://youtu.be/TZSpfaiwsU0
¿Y que se puede decir del diagnóstico del TBI?
– ¿Y que se puede decir del diagnóstico del TBI?
Por otro lado, el trastorno bipolar infantil es frecuentemente codiagnosticado (los especialistas dicen que es «comórbido») en niños con TDAH y este diagnóstico está en aumento sobre todo en los EE UU. A pesar de que sus criterios diagnósticos basados en la conducta del niño (basado en irritabilidad y «rabietas» frecuentes en niños) son muy discutidos, criticados y diferentes a los del trastorno bipolar en adulto por los especialistas, es un diagnóstico «de moda» que incluso sustituye al de TDAH en muchos casos.
Se ha propuesto incluso que la medicación psicoestimulante en niños con diagnóstico inicial de TDAH puede dar lugar frecuentemente a estos «síntomas conductuales» asociados con el diagnóstico de TBI, por eso ambos trastornos mentales aparecen frecuentemente asociados.
¿Y que hay sobre la eficacia del tratamiento del TBI?
– ¿Y que hay sobre la eficacia del tratamiento del TBI?
Los niños con TBI se tratan con fármacos antipsicóticos, que se utilizan en le tratamiento de la esquizofrenia principalmente y cuyos efectos adversos en un organismo aún en desarrollo son nefastos y en muchos casos desconocidos. Los peligros a largo plazo de la mediación para el TDAH también son desconocidos, pero en diversos estudios hay evidencias de cambios en la anatomía y función cerebrales, aparte de alteraciones endocrinas o cardiovasculares preocupantes.
¿Están fundadas sus opiniones acerca del TDAH o TBI?
– ¿Están fundadas sus opiniones acerca del TDAH o TBI?
En ambos casos (TDAH o TBI), no existen pruebas o «marcadores biológicos» médicos válidos que ayuden a su diagnóstico (análisis de sangre, escáneres cerebrales, pruebas neurológicas, bioquímica, genética) y por tanto su diagnóstico se basa en criterios de observación del comportamiento (casi siempre por padres o educadores, no de los niños) por acuerdo o consenso entre psiquiatras que elaboran los manuales diagnósticos más empleados (DSM o CIE).
¿Y los resultados que han llevado a la creación de estas categorías de diagnostico de TDAH o TBI?
– ¿Y los resultados que han llevado a la creación de estas categorías de diagnostico de TDAH o TBI?
En nuestro libro analizamos detalladamente y denunciamos la falta de validez y subjetividad de estos criterios conductuales para el TDAH y el TBI propuestos en estos manuales.
También describimos las tácticas de marketing farmacéutico que influyen en las decisiones de los profesionales sanitarios sobre el diagnóstico TDAH/TBI y su tratamiento principalmente farmacológico al propagar un modelo neurobiológico de ambos trastornos mentales, que favorece el uso de la medicación como si se tratase de una enfermedad neurológica.
Por último, en nuestro libro damos a conocer estas prácticas de marketing para promocionar el modelo de enfermedad mental acerca del TDAH y del TBI en Europa y los EE UU, así como el uso de la medicación como parte integral del «tratamiento».
nBwvbs5hrAc https://youtu.be/nBwvbs5hrAc
¿Qué efectos provocan estas prácticas de marketing en la población?
– ¿Qué efectos provocan estas prácticas de marketing en la población?
Tanto políticos, como padres, educadores y profesional sanitario están asumiendo este modelo médico de los problemas de conducta infantiles, por diversos intereses, no sólo de la industria farmacéutica, que se describen en el libro.
¿Qué proponen como alternativa a estas etiquetas diagnósticas?
– ¿Qué proponen como alternativa a estas etiquetas diagnósticas?
Como propuesta, nosotros pretendemos que los profesionales sanitarios, educadores, padres y políticos se replanteen la progresiva medicalización o patologización de la conducta infantil, reflexionando acerca de posibles factores sociales e intereses diversos que se esconden detrás de las etiquetas diagnósticas TDAH y TBI.
¿Qué alternantiva proponen para los problemas de conducta que pueden mostrar los más pequeños?
– ¿Qué alternantiva proponen para los problemas de conducta que pueden mostrar los más pequeños?
Por otra parte, proponemos que estos problemas de conducta se aborden desde un punto de vista abierto, teniendo en cuenta tanto factores psicosociales y médicos reales que puedan explicar estas conductas. La solución a estos problemas de conducta no es fácil, no damos ninguna receta mágica, pero desde luego hay diversas formas de entender estos problemas de conducta que no se basen en asumir un diagnóstico falaz como TDAH / TBI y esperar que una medicación «específica» (no lo es, actúa igual en niños sin esos diagnósticos) nos ayude a solucionar el problema.
¿Quiere comentar algo más sobre su obra a modo de conclusión?
– ¿Quiere comentar algo más sobre su obra a modo de conclusión?
Todas estas afirmaciones se basan en un análisis detallado de los estudios científicos sobre el tema y la experiencia profesional en el campo de la Psicología clínica, psicopatología y neurobiología de los autores del libro. Se analizan casos reales que varios autores del libro, en los que prevalece el diagnóstico TDAH, que resultaron tener otras causas y se solucionaron por sí solos sin el abordaje clínico usual.
El libro se puede encontrar en todas las librerías además se puede adquirir directamente a la casa editorial a través de su página web: http://www.alianzaeditorial.es/libro.php?id=3574480&id_col=100508
Y para contactar con el autor se puede hacer a través de la página de la Universidad de Oviedo: http://grupos.uniovi.es/web/hgpardo
Desde aquí mi más sentido agradecimiento a D. Héctor González, doctor en Biología y profesor de Psicofarmacología en la Universidad de Oviedo. Es investigador en el campo de la Neurociencia del comportamiento, Co-autor del libro «Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil» quien nos explica las claves de su obra.
Los pequeños con TDAH muestran mayor actividad a la vez que una menor atención, es importante saber qué funciones están afectadas para tratarle adecuadamente.
Los niños ya desde edades muy tempranas pueden mostrar un comportamiento que rápidamente los identifica con ser inquietos, revoltosos e intranquilos, con facilidad para distraerse, en incluso con dificultad para aprender por no poderse estar quietos y atender en clase, lo que normalmente desespera a profesores e incluso a los padres; cuando éste comportamiento se convierte en una situación crónica y mantenida en el tiempo puede que estemos antes un caso de trastorno por déficit de atención, el cual se puede acompañar de hiperactividad o no, definiéndose en cada caso como TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) o TDASH (trastorno por déficit de atención sin hiperactividad).
El TDAH se caracteriza por mostrar comportamientos compulsivos, interrupciones en las conversaciones, sin dejar terminar a la otra persona de hablar, con habla excesiva, sin respetar los turnos al hablar ni en el juego, no para de levantarse y correr, y cuando está sentado mueve constantemente los pies.
El TDASH se caracteriza por dificultades para atender y seguir instrucciones, no terminar las tareas encomendadas, falta de organización en sus tareas, con pérdidas frecuentes de sus pertenencias por no atender dónde lo dejó, y con facilidad para distraerse con cualquier ruido.
Éste trastorno, aunque se desconoce su causa, suele «desaparecer» gracias al proceso madurativo, aunque en un pequeño porcentaje se mantiene en la vida adulta. Además las personas que lo padecen van desarrollando estrategias «compensatorias» de forma natural que permiten un normal desempeño en su vida tanto académica como laboralmente.
A pesar de ello, puede ser fuente de conflicto y una carga emocional para los pequeños tanto en el ámbito escolar como en la casa, por lo que la detección temprana es fundamental para poder establecer el diagnóstico adecuado y diseñar el tratamiento específico que el ayude a superar la situación.
Dentro de la categoría de TDAH se pueden a su vez subdividir en tres categorías, TDAH predominantemente inatento (TDAH-I), TDAH predominantemente hiperactivo (TDAH-H); y TDAH combinado entre inatento e hiperactivo (TDAHC).
A pesar de los grandes avances que se han realizado, todavía quedan muchos «flecos» por conocer del TDAH, como por ejemplo la cuestión del Ejecutivo Central, como posible causa explicativa de la inatención. El Ejecutivo Central asociado a los lóbulos frontales, hace referencia a la capacidad de la persona de establecer y seguir metas, diseñar y organizar planes, anticipar resultados, todo por lo contrario por lo que se caracteriza un niño con TDAH-I.
Un reciente estudio llevado a acabo por la Universidad Normal del Este de China (China) y la Universidad de Kyushu (Japón) publicado en Journal of Behavioral and Brain Science aborda ésta cuestión para tratar de comprender la relación entre el Ejecutivo Central y el TDAH-I.
En el estudio participaron 16 niños diagnosticados con TDAH-I, los cuales no habían recibido medicación en los tres meses anteriores, comparado con otros 21 niños de la misma edad.
El Ejecutivo Central se evaluó en sus cuatro dominios diferentes: planeación, memoria de trabajo, flexibilidad y respuesta de inhibición, mostrando unas diferencias significativas los resultados de los niños con TDAH-I frente a los control, en planeación y memoria de trabajo e inhibición, pero los resultados de la flexibilidad no resultaron diferentes.
Esto quiere decir que los niños con TDAH-I tienen cierta inmadurez en el Ejecutivo Central, ya que necesitan mucho más tiempo que el resto en establecer una planeación de funciones, que en muchas ocasiones no llegan a terminar; igualmente se «pierden» con facilidad, «olvidándose» de lo que estaban haciendo, lo que les dificulte que puedan cumplir sus propios planes o las instrucciones de los demás, debido a un escaso rendimiento en la memoria de trabajo; y por último tiene una escasa capacidad de inhibición, lo que implica que cualquier estímulo que se presente va a captar su atención, ya que tiene poca «voluntad» de concentrarse y omitir atención a otros estímulos.
Éste estudio abre una vía de trabajo para poder distinguir mediante pruebas específicas entre los distintos tipos de TDAH, y en función de eso poder establecer un tratamiento adaptado; igualmente conocer en qué áreas muestra carencias el pequeño permite diseñar intervenciones concretas para paliar o compensar sus carencias, sobre todo en los dominios donde muestran menor «desarrollo» del Ejecutivo Central, de forma que pueda desarrollar una actividad «normal» y mostrar así un desempeño como el resto de sus compañeros.
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