Etiqueta: Psicología

  • La relación entre el estrés y la PNIE: La salud a juego

    La relación entre el estrés y la PNIE: La salud a juego


    Cada día se descubren nuevos efectos nocivos del estrés crónico. Descubre qué consecuencias tiene sobre tu salud, que puede facilitar la metástasis.

    La relación Mente y Cuerpo

    La relación entre el mundo psíquico y la salud, es de doble vía, es decir, las conexiones entre los sistemas permiten explicar, que si estamos físicamente enfermos, esto nos va a afectar en nuestra forma de pensar y actuar, usando para ello el mismo sistema PsicoNeuroInmunoEndocrino (PNIE). Por lo que es posible afirmar que cualquier alteración en alguno de los sistemas que componen el PNIE va a extenderse como un resorte al resto de los sistemas.
    Un caso prototipo de ello lo encontramos en el estrés; éste, es definido como una reacción natural de defensa del organismo para afrontar una situación en que se requiere una importante demanda. Éstas situaciones denominados estresores o factores estresantes pueden provenir tanto desde el exterior como del interior.

    Los estresores externos, que hacen referencia a elementos individuales como estimulación intensa de luz o sonido; o a situaciones en las que la persona tiene que dar una respuesta lo más rápido y acertada posible, por ejemplo en el caso de un examen.

    Los estresores interiores o psicológicos, que hace referencia a la evaluación personal como estresante o no de las situaciones a las que se tiene que enfrentar. Así, una persona puede considerar estresante y valorarlo como desbordante, una situación en que tiene que dar un discurso frente a un gran público, mientras que para otro no.
    El componente psicológico del estrés se puede modificar, aprendiendo a cambiar la valoración de la situación, por ejemplo pasando de ser agobiante a convertirse en un desafío a superar como parte de su desarrollo profesional. Esta nueva visión de la misma situación, hace que a la hora de afrontarlo, los niveles de estrés psicológicos sean menores y pueda conseguir un mejor resultado en su desempeño.

    La respuesta del estrés

    El estrés, que requiere de una respuesta de acción u omisión por parte de la persona ante una situación amenazante, va a conllevar una serie de respuestas fisiológicas casi de forma inmediata a la aparición de la demanda, entre las que se destacan en:
    El ámbito psicológico, aceleración de pensamiento, que puede llevar confusión e incluso al bloqueo.
    El sistema nervioso se divide, entre sistema nervioso central y el periférico (que conecta el central, con el resto del organismo). Dentro de éste segundo, se puede subdividir a su vez en sistema nervioso somático (encargado de transmitir la información sensorial) y sistema nervioso autonómico (en el que también se producen inervaciones desde el sistema nervioso central, y se encarga de regular los distintos órganos, vísceras, glándulas y musculatura lisa). Dentro del sistema nervioso autonómico se subdivide en sistema simpático y en parasimpático:

    * El sistema simpático, se ve afectado en situaciones de estrés, con un aumento de la frecuencia cardíaca, inhibición de la actividad digestiva, liberación de glucosa por parte del riñón y relajación de la vejiga.

    * El sistema parasimpático, al contrario, se activa en situaciones de relajación lo que conllevará, a una reducción de la de la frecuencia cardíaca, incremento de la actividad digestiva, estimulación de la vesícula biliar y contracción de la vejiga.

    El sistema inmunitario, se produce una reducción de los sistemas no básicos para la respuesta requerida entre ellos una inmunodepresión.

    El sistema endocrino, aumento de niveles de hormonas como encefalinas o catecolaminas, pero especialmente el cortisol, denominado hormona del estrés, que eleva la presión arterial y prepara al organismo para una respuesta de huida o lucha ante una amenaza.


    https://youtu.be/nx1HhrZtelY

    Vídeo Recomendado: Soluciones Médicas: ¿cómo el estrés afecta al sistema inmunológico?

    Como vemos, las situaciones de estrés van a afectar a cada uno de los componentes del PNIE, en preparación de una respuesta rápida y acuciante por parte de la persona, la cual, una vez emitida dicha respuesta y superada la situación de estrés pasa a un estado de “normalidad” donde se recuperan los niveles de actividad de los distintos sistemas implicados.
    Es por ello que el PNIE considera que la enfermedad se genera cuando existe un desajuste en la comunicación entre los sistemas, y no se producen estos cambios continuos de adaptación para con las demandas de cada momento, como en el caso del estrés.


    Un reciente estudio realizado en The Ohio State University publicado en el Journal of Clinical Investigation, demuestra cómo el estrés es capaz de modificar nuestra genética y las consecuencias que ello puede acarrear sobre la salud.
    Es estudio analiza a pacientes oncológicos que padecen cáncer de mama para analizar su evolución en función de un determinado marcador genético denominado AFT3. Las conclusiones a las que llega permite explicar cómo se produce la metástasis del cáncer de mama, debido a elevados niveles de estrés , los cuales van a activar el gen AFT3, lo que va a reducir las defensas del sistema inmune, permitiendo con ello la libre proliferación de las células dañadas. El estudio demuestra el mecanismo por el cual el estrés crónico va a alterar el normal desempeño del sistema inmune mediante la activación del gen AFT3.

  • ¿Tienes una Identidad Digital?

    ¿Tienes una Identidad Digital?


    Uno de los procesos más destacables del bebé a parte de ir creciendo, es ver cómo poco a poco va tomando conciencia de sí mismo, formándose una personalidad que le otorga una identidad única y diferente del resto.

    La identidad personal

    En éste proceso de diferenciación va a jugar un papel destacado la madre, con quien al principio va a compartir una simbiosis que le hace indiferenciarse de ella. La madre es quien satisface todas sus necesidades. de cuidado y alimentación, pero pronto esa «fuente de satisfacción» se va a convertir en «fuente de frustración», esto sucederá cuando la madre no atienda inmediatamente a sus requerimientos, por ejemplo de alimentación, o que no le dedique todo el tiempo que el pequeño demande.
    Éste es el primer momento en el que se da una distinción entre el bebé como individuo y el “otro”, la madre, éste conocimiento experiencial se va a ir consolidando a medida que el pequeño vaya tomando control de su propio cuerpo, creándose así el concepto de imagen personal en el que cada vez se irán incluyendo más elementos, desde los más obvios, dedos, manos, pies,… hasta otros que irá descubriendo a medida que estos se vayan formando y que tendrán que ver con los rasgos dominantes de su personalidad.
    El bebé va a ir pasando por distintas etapas hasta llegar a darse cuenta de que está «sólo» ante el mundo exterior, y que éste está compuesto de otros que a veces hacen caso de sus requerimientos y otras no. El bebé tiene por delante un gran reto y es el de conformarse como persona, independiente y diferenciada de los «otros», los cuales siempre van a tener un papel importante ya que van a servir de modelo con el que identificarse, a la vez que le sirve para compararse.
    El «otro» va a estar presente durante el resto de nuestra vida, ya que gracias a ello, somos altos porque otros son bajos, gordos porque otros son delgados,…., con el “otro” somos lo que somos, más o menos que los demás, deseando y queriendo lo que el “otro” ha conseguido o tiene, convirtiéndose en fuente de motivación personal.



    Tipos de identidades personales

    Pero hasta ahora estamos hablando de identidad personal como un concepto unitario, unívoco y estable a lo largo del tiempo, en cambio hay que recordar que ésta identidad está compuesta de distintas partes:
    – La imagen corporal, en donde entra lo que pensamos sobre cómo somos físicamente, lo que somos capaces o no de hacer con nuestra musculatura (correr, nadar,…) así como nuestros límites. Recordemos que éste es un factor importante en determinadas patologías en que se encuentra distorsionada, tal y como sucede con la anorexia.
    La imagen mental de nosotros mismos, es decir, la consideración que tenemos sobre nuestras habilidades mentales y sus límites (más o menos inteligente,…), aspecto fundamental sobre el que trabaja el coaching, ya que los límites que creemos tener son los primeros que hay que superar para poder hacer frente a las dificultades y conseguir los objetivos que deseamos.
    La identidad sexual, el cual se refiere a cómo nos sentimos como hombre o como mujer, independientemente de nuestro fenotipo (atributos físicos diferenciales).
    La identidad social, que hace referencia a cómo nos sentimos en los distintos grupos de convivencia en los que participamos, ya sea la familia, la escuela, el trabajo,… pero también el grupo de compañeros y amigos.

    Actualmente dado la importancia que está cobrando la tecnología en todos los ámbitos de nuestra vida se ha incorporado una nueva categoría:
    La identidad digital, que hace referencia a cómo nos vemos en la red, basado en los gustos, deseos y aficiones, pero también en la identificación con nuestro nick, foto de perfil o avatar, estableciéndose nuevas relaciones sociales al pertenecer a comunidades, foros o grupos de fans donde se interactúa.
    Actualmente se está desarrollando un gran flujo de investigación sobre ésta última identidad, tratando de comprender cómo afecta a nuestra vida cotidiana, facilitándola o interfiriéndola. De lo cual están continuamente surgiendo nuevos conceptos como:
    Nativos digitales frente a inmigrantes digitales, definiéndose los primeros como aquellos que nacieron después de los 80 y que tuvieron desde pequeño acceso las nuevas tecnologías.
    Socialización en línea, fundamentado en la interactividad virtual en donde se conocen a nuevos usuarios con los que se comparten y de los cuales se aprende.


    Incluso se ha empezado a hablar de Patologías asociadas al uso de las redes como es el caso del FOMO (Fear Of Missing Out), o miedo a perderse lo último, recientemente identificado por la University of Essex (Inglaterra) publicado Computer in Human Behaviour.

  • ¿Existe la esterilidad psicosomática?

    ¿Existe la esterilidad psicosomática?


    Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan una mujer que quiere tener descendencia es la temida esterilidad, ¿Qué papel juega la Psicología?

    Definiendo la esterilidad femenina

    La esterilidad femenina es definida como la incapacidad de concebir por parte de la mujer, entre las causas que lo originan están las genéticas y biológicas, pero existe un numero creciente de casos que no pueden ser explicados por ello, en éste artículo vamos a analizar los aspectos psicosomáticos y las teorías explicativas que se encuentran detrás de ésta patología.
    Es precisamente en ésta edad donde se fija Freud para establecer el origen de los «traumas», que mostrarán sus pacientes adultos, partiendo de la idea de que los hechos acontecidos durante la infancia van a quedar en nuestra memoria el resto de la vida, y si estos por alguna circunstancia entraña violencia, esa emotividad quedará contenida y podrá manifestarse durante la vida adulta en forma de síntomas.

    Según Helene Deutsch quien estudió multitud de casos clínicos, determinó que tanto la compulsión a la concepción como la esterilidad psicógena tenían la misma base.
    El primer concepto, compulsión a la concepción, hace referencia a la facilidad de la mujer de concebir en situaciones psicológicas y socioeconómicas desfavorables.
    En ambos casos halla que debajo de ambas alteraciones de la función reproductiva, se encuentra una conflictividad subyacente con su madre “trastornada”, que ofrece un “ejemplo dañino”, el cual puede ser deseado o rechazado (amor-odio), acompañándose de inmadurez y necesidad de apoyo emocional, siendo la fuente de importantes trastornos de la sexualidad en la vida adulta de la hija.



    Origen de la esterilidad femenina

    Igualmente desde la aproximación psicosomática, se da gran importancia a los primeros años de vida, en la formación de patologías futuras, indicando que el cuerpo aprende a manifestarse de una determinada forma que se establece en las primeras etapas de la vida, y que con posterioridad, cuando se es adulto, el cuerpo va a usar ese mismo medio, apareciendo con ello las enfermedades psicosomáticas.
    Agresiones físicas o psicológicas, maltratos o violaciones son situaciones que van a marcar a la persona, en su desarrollo tanto desde el punto de vista de su personalidad, como en su mundo emocional y a la hora de establecer relaciones interpersonales.
    Eso no quiere decir que aquella persona que haya sufrido una de esas situaciones de violencia, vaya a quedar «marcado» para toda su vida y no pueda llevar una vida «normal», aunque existe una predisposición no es determinante, ya que la persona tiene la capacidad de recuperarse con el tiempo, aunque a veces hay heridas que no curan, se quedan en el «olvido».
    Uno de éstos hechos es el intento de violación o su consumación en edades tempranas, algo para lo que el menor no está todavía preparado ni física ni psicológicamente y que va a tener importantes consecuencias en futuro, entre ellas la esterilidad.
    El análisis desde la aproximación psicosomática, de algunos casos de mujeres que físicamente estaban sanas, pero que no conseguían quedarse embarazas, ha llevado a señalar que se trataría de una patología psicosomática, donde el mundo emocional está «interfiriendo» en el normal desempeño del organismo.

    Hechos traumáticos y la esterilidad femenina

    Actualmente se reconoce que los hechos traumáticos durante los primeros años de vida pueden «torcer» un correcto desarrollo, por lo que se requiere de una intervención especializada para poder superar dichas situaciones y que las consecuencias futuras sean menores.
    Entre las causas de la infertilidad, cuando se han descartado los problemas médicos y fisiológicos, se encuentran las de índole psicosomáticos como son:

    – La Anorexia nerviosa, donde la malnutrición del organismo lleva a una inmadurez sexual, además de alteraciones hormonales con pérdida de la menstruación (amenorrea).
    – Las Disfunciones sexuales como la disfunción eréctil o el vaginismo, lo que impide la consumación de la relación sexual.

    Además de lo anterior se estima que existen una serie de características de la persona que pueden influir negativamente en la fertilidad, como son la baja autoestima, una falta de identidad sexual definida o un desempeño social y sexual ineducado entre otros.
    Por último y no por ello menos importante, el estrés juega un papel destacado en la infertilidad, aunque no queda claro si es causa que lo origina o consecuencia de la frustración producida de los intentos repetidos por parte de la pareja sin éxito.


    Un reciente estudio de The University of Western Australia publicado en la revista Human Reproduction muestra los mecanismo fisiológicos por los cuales la ansiedad puede provocar infertilidad, ya que el estrés afecta al hipotálamo, que a su vez afecta a las glándulas endocrinas encargadas de la regulación de la ovulación, provocando alteraciones e incluso la amenorrea; afectando también al trasporte de óvulos por las trompas de Falopio y alterando el flujo de sangre uterino.


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  • ¿Qué nos diferencia de los animales?

    ¿Qué nos diferencia de los animales?

    El tiempo de gestación media en humanos es de nueve meses, no es de los más largos dentro de los mamíferos, por ejemplo, los elefantes pueden llegar hasta los veintidós meses. Pero hay una característica distintiva de nuestros bebé, con respecto al resto del mundo animal, y ésto es la dependencia que éste tiene para sobrevivir, la cual se extiende durante años.
    La mayoría de los animales, nada más nacer son capaces de ponerse en pie sobre sus patas y andar, o de nadar sin ninguna dificultad cuando son acuáticos, pero, ¿Qué pasa con los humanos?
    El bebé humano es uno de los más indefensos y dependientes, precisando de cuidado y atención hasta más allá de la pubertad antes de ser independiente y autosuficiente; el momento de dejar su casa, con un trabajo con el que mantenerse, es el que se podría equiparar al de la independencia de los animales, que en la mayoría lo hace sin que haya pasado mucho tiempo desde que nació, y en los humanos a veces se prolonga hasta los treinta años, pero ¿Por qué es esto así?



    El cerebro es uno de los órganos que todavía no tiene totalmente formado el bebé en el momento de nacer, durante los primeros años de vida va a experimentar una serie de cambios tan importantes como son:
    – Durante la etapa fetal entre el segundo y cuarto mes de vida, el cerebro ha sufrido un proceso de proliferación neuronal, seguido de otro de selección neuronal, donde se ha producido la apoptosis, es decir, una muerte neuronal programada, sobreviviendo únicamente la mitad de las neuronas que había. Tras ésta etapa, el cerebro va a mantener el número de neuronas durante el resto de su vida. Al menos ésta es la creencia que se tenía antes de descubrir la neurogénesis, es decir, la capacidad del cerebro de formación de nuevas neuronas, las cuales se pueden producir de forma limitada durante toda la vida incluso en etapas adultas.
    – El proceso de mielinización neuronal, el cual consiste en recubrir los axones neuronales, que es la parte encargada de conectarse con otras neuronas, lo que facilita la interconexión entre ellas. Éste proceso se lleva a cabo en momentos diferente según la región donde se produzca, así se inicia en las áreas primarias sensoriales y motoras, concluyendo aproximadamente en la pubertad con la mielinización de las áreas de asociación frontales y parietales.
    – El incremento de las conexiones neuronales, facilitado precisamente por la mielinización, y que tiene mucho que ver con las experiencias que va viviendo el bebé, y que van a conformar su cerebro. La expresión “Los niños son como esponjas”, pues lo absorben todo, habla precisamente de ésta capacidad de aprendizaje de un cerebro en formación que se nutre de todo tipo de información proveniente de su entorno.
    – El aumento del tamaño del cerebro, que en el primer año de vida se ha duplicado y en el segundo año se a triplicado con respecto al tamaño de la cabeza del bebé al nacer.
    – La neuroplasticidad, en donde las neuronas que previamente son indiferenciadas, van especializándose en el procesamiento de un determinado tipo de información, estableciendo conexiones con sus «vecinas», conformando así las regiones de procesamiento especializado como el área visual, auditiva, sensitiva o motora.
    Todo éste proceso de maduración cerebral va a irse produciendo de forma paulatina a medida que va desarrollándose el organismo.

    Pero éste desarrollo a pesar de que tiene mucho de programación biológica, es decir, una base genética que va estableciendo los pasos por los que el cerebro va a ir pasando, puede estar facilitado o entorpecido, gracias a la estimulación materna, incluso durante el embarazo, al menos así lo afirma un estudio llevado a cabo por University of Helsinki (Finlandia), publicado en el Proceedings of the National Academy of Sciences, quienes estudiaron a treinta y tres mujeres, a la mitad de las cuales las hicieron oír repetidamente durante el día una pseudopalabra, es decir, una palabra inventada que no existe en su idioma, mientras que la otra mitad no escuchó nada nuevo.
    Después del nacimiento al bebé se le evaluó empleando un electroencefalograma, que evalúa la actividad eléctrica del cerebro, encontrando que los bebés del primer grupo eran capaces de reconocer las pseudopalabras, lo que indicaría cierta capacidad de aprendizaje y memoria, con lo que a partir de este estudio se afirma de la importancia de la estimulación temprana en el desarrollo cognitivo, incluso antes del nacimiento, durante la gestación.

  • La química de las emociones

    La química de las emociones






    Neurohormonas y Emociones: Comprendiendo el Cerebro


    Neurohormonas y Emociones: Comprendiendo el Cerebro

    Comprendiendo al cerebro

    El cerebro utiliza tanto conexiones eléctricas como químicas para funcionar. Las neurohormonas, sustancias químicas que actúan en diferentes áreas del cerebro, juegan un papel clave en la regulación de las emociones y comportamientos. A través de una compleja red de conexiones, estas sustancias afectan la forma en que percibimos y expresamos nuestras emociones, lo que impacta directamente en nuestro bienestar general.

    Principales Neurohormonas

    Dopamina

    La dopamina es fundamental en los sistemas de recompensa del cerebro. Está asociada al placer, la motivación y el deseo sexual, y su activación en el sistema nervioso simpático es crucial para el aprendizaje basado en recompensas.

    La dopamina es producida en el área tegmental ventral y proyecta hacia varias estructuras, como el núcleo accumbens, la amígdala y el córtex prefrontal. Cuando los niveles son altos, la persona experimenta motivación, euforia y mayor energía. Sin embargo, la falta de dopamina se ha relacionado con trastornos como el Párkinson y la depresión.



    Oxitocina

    Conocida como la «hormona del amor», la oxitocina es crucial para la creación de vínculos afectivos y la regulación de la conducta maternal y sexual.

    La oxitocina es producida en el hipotálamo y se libera a la hipófisis antes de ingresar al torrente sanguíneo. Participa en la formación de lazos emocionales, la empatía y en la reducción del estrés. También se ha investigado su papel en el tratamiento de trastornos como el autismo y la ansiedad social.



    Adrenalina

    La adrenalina prepara al cuerpo para enfrentar situaciones de «lucha o huida», aumentando la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

    Es liberada por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés. Los niveles elevados de adrenalina pueden causar ansiedad y problemas de sueño. Sin embargo, en situaciones controladas, puede mejorar la concentración y el rendimiento físico.



    Noradrenalina

    Implicada en la atención, el aprendizaje y la sensibilidad emocional. Actúa modulando la respuesta del sistema nervioso autónomo.

    Se produce en el locus coeruleus y afecta la excitación y la vigilancia. Niveles elevados están relacionados con la hipervigilancia y el estrés crónico, mientras que niveles bajos pueden afectar negativamente la motivación y la atención.



    Serotonina

    Juega un papel crucial en la regulación del apetito, el sueño y el estado de ánimo, siendo conocida por sus efectos calmantes.

    Producida en los núcleos del rafe, la serotonina influye en la estabilidad emocional. Una deficiencia de serotonina puede causar depresión, ansiedad y trastornos obsesivo-compulsivos (TOC). El uso de antidepresivos como los ISRS ayuda a elevar los niveles de serotonina en el cerebro.



    Acetilcolina

    Neurotransmisor clave para el aprendizaje y la memoria, facilitando la comunicación entre neuronas en el hipocampo y la corteza cerebral.

    Niveles altos mejoran la retención de memoria y la capacidad de aprendizaje. Su disminución está asociada con enfermedades neurodegenerativas, como el Alzhéimer, en las cuales la pérdida de acetilcolina contribuye a la deterioro cognitivo.



    GABA

    El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un neurotransmisor inhibidor que contribuye a la relajación y la reducción del estrés.

    GABA disminuye la actividad neuronal, promoviendo el sueño y la sedación. La falta de GABA se asocia con trastornos de ansiedad, insomnio y ataques de pánico. Los fármacos ansiolíticos, como las benzodiacepinas, aumentan la acción de GABA para tratar estos problemas.



    Endorfinas

    Las endorfinas actúan como analgésicos naturales, modulando la percepción del dolor y generando sensación de bienestar.

    Se liberan durante el ejercicio físico, la risa y otras actividades placenteras. La ausencia de endorfinas puede aumentar la sensibilidad al dolor y reducir la capacidad para disfrutar de la vida. También juegan un papel en la regulación del apetito y el ciclo menstrual.



    🎥 Vídeo Recomendado: Neurotransmisores



  • ¿Qué cara tienes por la mañana?

    ¿Qué cara tienes por la mañana?

    Cuando nos presentamos a los demás lo primero que se fijan es en nuestra cara, si hemos pasado la noche en vela se va a ver reflejado en ella.
    Si la cara es el espejo del alma, ¿Cómo es que vamos a la escuela o al trabajo con ojeras?
    Una noche en vela, dando vueltas en la cama o en un fiesta, todo ello va a quedar reflejado en nuestro rostro.
    De todos es conocido que necesitamos aproximadamente ocho horas de sueño para poder descansar y recuperarnos del día anterior, ¿pero qué pasa si no lo hacemos?
    Una noche sin dormir o haciéndolo dos o tres horas, puede que no tenga demasiadas consecuencias, a parte de mucho sueño durante el día, con dificultades para concentrarse, mostrándose algo abatido e incluso apático, sin demasiadas ganas de compartir el tiempo o actividades con otros.
    Pero además de los efectos anteriormente comentados, la falta de sueño va a tener importantes efectos sobre nuestra cara,ya no sólo porque hace que nuestra piel envejezca prematuramente, facilitando la aparición de las marcas propias de la edad avanzada, como arrugas y patas de gallo, sino que además existe un efecto inmediato en el día siguiente, así lo refleja un reciente estudio de la Stockholm University de Suecia, donde mostraban a los participantes un conjunto de fotografías tomadas a las dos y media de la tarde, es decir, más de cinco horas después de haberse despertado.
    En la fotografías aparecían caras de dos grupos de personas, aquellas que habían dormido sus ocho horas diarias y otras que habían pasado 31 horas sin dormir.
    Los participantes fueron capaces de distinguir a cada uno de los miembros de cada grupo, además se les pedía que indicasen los rasgos en los que se habían fijado para detectarlo.
    Entre los más destacables fueron las bolsas debajo de los ojos, la piel blanquecina y la comisura de la boca caída. Además de cansancio interpretaron estos rasgos de la cara como de tristeza.
    Era esperable que los participasen fuesen capaces de identificar correctamente los dos grupos de fotos, ya que los humanos estamos especialmente dotados para percibir e interpretar las emociones de las caras, incluso cuando estas no son humanas, así se desprende de los estudios clásicos en bebés donde se observa la predilección de estos por observar rostros sobre otro tipo de estimulación.
    De lo que se deduce, que la falta de sueño no va tener sólo un efecto en el desempeño personal, mermado por el «embotamiento» mental que se produce, sino que va a tener una consecuencia directa en la forma en que se relaciona con los demás, ya que los demás perciben su cansancio y además lo interpretan como tristes, provocando una respuesta al respecto.



    Hasta ahora hemos hablado de dormir unas pocas horas durante una noche, pero si las noches sin dormir se acumulan, por ejemplo porque estemos estudiando para un examen o porque trabajemos en el turno de noche, los efectos van a ser más graves e importantes, viéndose afectado tanto nuestra salud física y psicológica como nuestras relaciones sociales.
    En el ámbito físico vamos a padecer agotamiento de la musculatura, mayor tendencia a padecer enfermedades, ya que el sistema inmune se sobreactiva durante el sueño, además de las lesiones que pueda provocar la falta de atención, aumentando la posibilidad de padecer accidentes.
    A nivel psicológico, se produce una reducción en la atención, y concentración, con pensamiento disperso y superficial, pudiendo presentarse episodios de paranoia y hasta psicóticos.
    Con respecto a las relaciones sociales, tal y como señala el estudio arriba indicado, los demás van a darse cuenta de nuestro estado, y en función de ello van a reaccionar, además si somos esquivos con las relaciones por nuestro cansancio e irascibilidad vamos a ir perdiendo contacto social.
    A pesar de lo cual, se tratan de consecuencias temporales, que volviendo a recuperar el ritmo normal de sueño, en el que se descanse aproximadamente ocho horas, se vuelve a «estabilizar» nuestra salud y las relaciones sociales.

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