Muchas han sido las variables analizadas en relación con las enfermedades neurodegenerativas.
Causas de las enfermedades neurodegenerativas
Si bien las explicaciones de tipo genético y hereditarias han dominado en los últimos años, sobre para determinado tipo de demencias; este modelo se ha visto insuficiente para explicar esta problemática tan complejo.
Igualmente se han planteado factores medioambientales, contaminantes y estresores que pueden facilitar la aparición de estas enfermedades neurodegenerativas, que aunque no son causa directa, sí parecen jugar un papel de «activación» de la genética.
Pero las últimas investigaciones van por una línea más personal, donde se estudia las características individuales de cada paciente para determinar en cada caso qué puede haber sido lo que le ha generado este tipo de enfermedades.
La alimentación se ha visto como un factor de prevención, pero también de riesgo, si no se lleva una correcta dieta de alimentos que previenen este tipo de enfermedades.
En esta línea, de estudiar lo que se come, algunos estudios están empezando a dar la «voz de alerta» con respecto al sobrepeso en relación con las enfermedades neurodegenerativas.
Algo que puede ir en contra de la lógica, que muchos pacientes de enfermedades como el Alzheimer padecen de problema de falta de peso, pero este no sería más que uno de los muchos síntomas de la enfermedad, que provoca que el paciente «olvide» que tiene que comer pero ¿Existe relación entre la Obesidad y Enfermedades Neurodegenerativas?
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Sobrepeso y enfermedades neurodegenerativas
Esto es lo que se ha tratado de responder con una investigación realizada desde el Instituye of Public Health; el MRC Cognition and Brain Sciences Unit, Cambridge Center for Ageing and Neuroscience (Cam-CAN); el Department of Clinical Biochemistry, Institute of Metabolic Sciences y el Brain Mapping Unit, Department of Psychiatry, University of Cambridge (Inglaterra) junto con la Yale School of Medicine, Yale University (EE.UU), cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Neurobiology of Aging.
En el estudio participaron quinientos veintisiete adultos, de los cuales doscientos treinta y siete eran mujeres, entre los 20 a 87 años.
Se realizó un estudio mediante neuroimagen de cada participante, analizando tanto la sustancia gris como blanca empleando la técnica de reconstrucción cortical.
Además se calculó el Índice de Masa Corporal baso en su peso y su estatura.
Igualmente se recogieron los antecedentes de diabetes, cáncer, ataques cardíacos, presión arterial alta o alto colesterol.
Se separaron los participantes en tres grupos, los que tenían un peso «normal» (246); los que tenían sobrepeso (150) y los que tenían obesidad (77).
Los resultados muestran que aquellas personas con sobrepeso y obesidad muestran una mayor atrofia neuronal localizada en la sustancia blanca, sobre todo a partir de la mediana edad.
Esto es, las personas con sobrepeso u obesas entre los cincuenta a sesenta años ven incrementadas sus posibilidades de sufrir trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer debido al deterioro neuronal.
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— Vive con Diabetes (@ViveDiabetes) 27 de septiembre de 2016
Obesidad y enfermedades neurodegenerativas
Hay que tener en cuenta que el estudio no realiza un seguimiento de los participantes para comprobar esta aportación teórica, por lo que es preciso de nueva investigación al respecto.
Igualmente, no se han incluido ninguno de los cuestionarios y test estandarizados para evaluar el desempeño cognitivo aportado desde la neuropsicología.
Con la salvedad anterior, este estudio presenta datos contundentes sobre los problemas asociados del sobrepeso y la obesidad, fijando su incidencia en una edad muy concreta, por lo que se deberían de implementar programas de prevención del sobrepeso en esas edades como forma de prevenir enfermedades como el Alzheimer.
Aunque este estudio no es concluyente entre la relación de obesidad y Alzheimer sí se une al conjunto de estudios que están explorando y señalando que es posible que se produzca esta relación. Aún quedaría por determinar si se trata de una relación directa, o mediada por alguna variable, en la que pueda intervenirse para romper dicha relación.