Etiqueta: inmigración

  • ¿Por qué no se integran algunos inmigrantes?

    ¿Por qué no se integran algunos inmigrantes?

    Un fenómeno preocupante para las autoridades de cualquier país es cuando se producen «guetos».
    Esto es, Concentración en uno o varios barrios de ciudadanos de un mismo país, lengua o religión extranjera.
    Históricamente se han Utilizado los «guetos» como forma de marginar a un determinado colectivo, separándolos del resto, y negándoles el acceso a determinados servicios.

    El problema de la integración de los inmigrantes

    Una forma de «marcarlos» y discriminarlos convirtiéndolos en «ciudadanos de segunda».
    Una práctica prohibida en la actualidad por los sentimientos de división interna que generan dentro de la comunidad que pueden llevar al odio interracial, interreligioso o de cualquier otra índole.
    Dentro de la psicología social se trata de estudiar cómo se forman los grupos, y cómo estos pasan a conformar una sociedad, pero ¿Por qué no se integran algunos inmigrantes?


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    Analizando las variables de la Integración de los inmigrantes

    Esto es lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizada desde The University of Newcastle (Australia) junto con la University of Sofia (Bulgaria) cuyos resultados acaban de ser publicados en Asian Journal of Social Psychology.
    En el estudio participaron doscientos veintiún alumnos universitarios mayores de edad.
    A todos ellos se les evaluó su nivel de individualismo o colectivismo mediante el cuestionario estandarizado Relational, Individual, and Collective self-aspects scale (RIC).
    La prueba consistió en responder a unas cuestiones sobre su percepción sobre la familia y amigos: frente a otras con respecto a la pertenencia a la comunidad.
    Los resultados muestran que aquellas personas con puntuaciones individualista más elevadas son más propensos a los grupos de intimidad, familia y amigos.
    Por el contrario, aquellos con puntuaciones más elevadas al colectivismo, son más propensos a la integración en la sociedad.


    Variables personales vs. colectivas en los Inmigrantes

    Hay que tener en cuenta entre las limitaciones del estudio que se trata de auto informes, es decir, lo que uno responde sobre lo que cree, donde no se ha incluido ninguna valoración objetiva, como horas que pasa en actividad de la comunidad.
    Igualmente, el estudio se ha concentrado en un grupo específico, jóvenes universitarios, por lo que es difícil extrapolar sus resultados a otras poblaciones.
    A pesar de las limitaciones anteriores, el estudio permite realizar ciertos planteamientos que hasta ahora estaba asumidos con respecto a la «dificultad» o no de la integración de determinados colectivos.
    Hasta ahora se pensaba que había colectivos «más complicados» de integrar debido a su idioma, cultura o religión.
    Este estudio resalta que dichas diferencias no Son tanto por el colectivo como De índole personal.
    Es decir, dentro de un colectivo, habrá individuos más reacios a pertenecer a la colectividad, prefiriendo «encerrarse» en su «mini grupo» de familia y amigos.
    En cambio, otros estarán dispuestos a colaborar y pertenecer a la sociedad, procediendo ambos del mismo colectivo.
    Queda pues determinar cuándo surge estos sentimientos individualistas y colectivistas, y cómo intervenir en modificarlos, con el objetivo de facilitar la integración en la sociedad de todos los grupos que la componen independientemente de su lugar de origen, lengua, cultura o religión.

  • ¿Riesgos de la salud mental en la migración?

    ¿Riesgos de la salud mental en la migración?


    Una de las preocupaciones de las autoridades de los países es la salud mental en la migración, ya que se ha observado cómo existen más casos de afectados.

    A nadie se le escapa que migrar, sobre todo cuando es por necesidad, es una decisión dura y difícil, máxime cuando se deja a la familia atrás. Llegar a un país nuevo, con costumbres y lenguas desconocidas hace que uno se sienta «descolocado», sin saber qué y cómo hacer.
    Incluso cuando se comparte la lengua y algunas costumbres, cambiar de lugar de residencia, buscar casa, trabajo y empezar «desde cero», supone una situación de estrés, que de mantenerse, puede desencadenar en la aparición de enfermedades mentales.
    La añoranza por su tierra añorada y por el cariño de sus familiares que quedaron atrás puede fácilmente generar sentimientos de desesperanza que conduzcan a estados de ánimos decaídos y de ahí a la depresión.
    Una vivencia que en ocasiones pasa de ser individual a convertirse en el sentir de un «pequeño grupo» definido por sus orígenes, cultura o lengua.



    Las minorías suelen presentar un comportamiento de «autodefensa» de su identidad y cultura, cerrándose sobre sí mismo, en muchos casos no permitiendo que ningún no miembro de su comunidad pueda ver ni compartir de sus prácticas y tradiciones, lo que puede llevar a aumentar el sentimiento de falta de integración de sus miembros.
    En ocasiones la cultura «mayoritaria» prima sobre las demás, provocando que las minorías se concentren en «guetos» o en barrios dentro de las ciudades, en donde expresarse libremente en su forma de ser, pensar y comportamiento, alejado de las opiniones y comentarios de los demás con los que no comparte su ideología, religión o lengua, como si de una «burbuja» se tratase.

    Un reciente estudio realizado por Tilburg Unversity (Paises Bajos) publicado en Europe’s Journal of Psychology analiza la cuestión de la salud mental de los inmigrantes prestando especial atención a los antecedentes familiares que pudieran incidir, para determinar el riesgo de la salud mental en la migración.
    En la línea de los estudios previos donde hallaban una relación de casi tres a una, entre inmigrantes y «nativos» del lugar, de forma que un inmigrante tenía tres veces más posibilidades de padecer trastornos como la esquizofrenia.
    En el estudio se analizaron a 62 inmigrantes frente a no inmigrantes, evaluando mediante pruebas estandarizadas de salud mental, así como el historial familiar de trastornos.
    Los resultados arrojan que los inmigrantes muestran más trastornos psicóticos tanto si tienen o no antecedentes familiares, aunque cuando estos se dan, el porcentaje de afectados es superior, grupo que además muestra un mayor número de situaciones de riesgos para la salud como el consumo de sustancias, así como sentimientos de ansiedad y depresión, percibiendo su situación como desesperanzadora.
    El estudio concluye que los inmigrantes que ya tienen en su familia antecedentes de problemas psicóticos son más sensibles de sufrirlo debido a la exposición crónica ante una adversidad social, que en circunstancias «normales» no se presentaría, o de hacerlo sería en menor grado.

    Queda pues corroborado la relación entre los factores ambientales y la genética en la aparición de trastornos como la esquizofrenia, donde a pesar de la importancia de la herencia es preciso que existan suficientes elementos «externos», como en éste caso, el de la inmigración y todo lo que conlleva, para poner en riesgo salud mental en la migración.

    Bibliografía Recomendada:
    Van der Stelt et al. (2013). Migration Status, Familial Risk for Mental Disorder, and Schizotypal Personality Traits. Europe’s Journal of Psychology 

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