Etiqueta: éxito

  • ¿Sabes cual es la clave para incrementar la autoeficacia?

    ¿Sabes cual es la clave para incrementar la autoeficacia?

    ¿Sabes cual es la clave para incrementar la autoeficacia?
    Saber lo que queremos y tener la confianza suficiente para lograrlo es el mejor predictor del éxito en las tareas que nos propongamos a corto y largo plazo.

    Esta confianza en uno mismo es lo que Bandura denominó autoeficacia, y es fundamental para afrontar cualquier dificultad, ya que con una autoeficacia pobre, la persona rápidamente se frustrará por no haber conseguido sus metas y abandonará la tarea, en cambio si uno cree que puede lograrlo, es decir tiene una autoeficacia alta, los fracasos iniciales los verá como una forma de aprender a superar la dificultad, un camino necesario de aprendizaje hacia el éxito.
    Pero esto que parece tan obvio es lo que según Bandura y otros autores que han desarrollado sus teorías, lo que determina el futuro personal y profesional de cada uno de nosotros, con una visión dicotómica entre perdedores y ganadores, que se va a ver reflejado en cada uno de las facetas en la que pertenece la persona, de forma que el «perdedor» va a ser definido por una escasa autoeficacia, lo que va a hacer que en el trabajo, en su vida personal, en sus amistades mantenga una posición derrotista y hasta «cobarde», con baja tolerancia a la frustración y evitación de asumir el riesgo. En cambio el «ganador» lo va a ser e todas las facetas, y el va a ir bien en todo, por que sabe que los fracasos son parte del aprendizaje, pero no por ello se rinde, si no que sigue esforzándose confiando en sus posibilidades hasta conseguir el éxito.
    Y es el éxito precisamente lo que se buscar en el deporte, sobre todo cuando este es de elite, por lo que este concepto psicológico juega un papel fundamental de mentalización, ya que si el deportista se siente superado por la situación y cree que no lo va a conseguir, lo más normal es que no se esfuerce lo suficiente y acabe fracasando.
    De ahí que el psicólogo deportivo tenga que evaluar las creencias, pensamientos y sentimientos del deportista para conocer en qué punto se encuentra, cuales son sus puntos fuertes y débiles y a partir de ahí poder establecer un plan de trabajo para mejorar su autoeficacia, pero, ¿Se puede incrementar el rendimiento deportivo de los estudiantes universitarios incrementando la autoeficacia de los mismos?

    K7e0tG_0vsk https://youtu.be/K7e0tG_0vsk

    Al menos así lo ha tratado de comprobar un grupo de investigadores desde la Universidad de Louisville (USA) según un estudio recientemente publicado en Journal of Issues in Intercollegiate Athletics.
    En el estudio participaron 78 atletas estudiantes universitarios, de los cuales 43 eran mujeres y 35 hombres, entre los 17 y 22 años.
    A todos los participantes se les administró un cuestionario de autoevaluación de su autoeficacia a través de dos escalas estandarizadas, la Trait Sport Confidence Inventory [TSCI] y el State Sport Confidence Inventory [SSCI].
    Igualmente se recogieron los resultados deportivos de los participantes en distintas pruebas para analizarlos en conjunto con los anteriormente indicados.
    Los resultados mostraron una estrecha relación entre ambos conceptos, la autoeficacia y el rendimiento deportivo, observando cómo los que mejor rendimiento deportivo tenían también mostraban mayores niveles de autoeficacia, e incluso, entre los que tenían bajos niveles de autoeficacia.

    Aunque los resultados parecen claro en la relación existente entre la autoeficacia y el rendimiento deportivo, hay que tener en cuenta que se trata de una población muy determinada, deportistas, estudiantes universitario de los primeros años de carrera, luego para poder extraer conclusiones más generales habrá que repetir la investigación con otras poblaciones y con otras edades. Igualmente los autores muestran su extrañeza al no haber encontrado diferencias en cuanto al género en la relación entre la autoeficacia y el rendimiento deportivo, sobre lo que hay bibliografía al respecto donde se muestra claras diferencias.

  • ¿Se puede enseñar a disfrutar con lo que hace en su trabajo?

    ¿Se puede enseñar a disfrutar con lo que hace en su trabajo?

    Una de las mayores dificultades que tienen los empleadores, profesores e incluso padres, es conseguir que la persona se implique en aquello que hace a diario.

    Condiciones de Trabajo

    Existe la creencia de que «uno vale pare el estudio», o que «este trabajo no está hecho para mí», como si viniésemos «pre-programados» para determinadas actividades y no para otras.
    Al respecto desde la Psicología Social se ha tratado de estudiar las diferencias entre la motivación intrínseca y extrínseca, siendo las primeras, las que «nacen» de la persona y las segundas las «impuestas» por la sociedad.
    Habiéndose comprobado que cuando existe motivación intrínseca, la persona disfruta con aquello que está haciendo, luego lo hace con más ilusión y le cuesta menos, es decir, rinde más y mejor, algo que es lo que buscan todos los empleadores, profesores e incluso padres.
    En cambio la motivación extrínseca requiere estar siempre «encima» de la persona, ofreciéndole incentivos ya sean económicos (salario) o sociales (reconocimiento con una placa del mejor trabajador del mes), algo que requiere cada vez de más «cantidad» para mantener el interés del trabajador.
    Pero la motivación extrínseca no sólo se consigue con «premios» si no también con «castigos», que penaliza el incumplimiento de las tareas encomendadas, que al igual que en el caso de los incentivos puede ser material, como una multa, o también socialmente, como en el caso de los insultos y agravios.
    Con respecto a por qué unas personas tienen una mayor tendencia a la motivación intrínseca, mientras que otros a la motivación extrínseca, algunas teorías comentan que la motivación intrínseca o extrínseca es una característica individual con la que nacemos, y nos formamos, es decir, hay personas que buscan el incentivo externo, mientras que otros realizan las actividades por el gusto que ello le genera.
    Otros autores hablan de que es una cualidad que se aprende, y se transmite, y por lo tanto puede ser modificado gracias a una intervención terapéutica, pero ¿Es posible convertir la motivación extrínseca en motivación intrínseca?, es decir, ¿Es posible conseguir que la persona se motive por aquello que queremos?



    Mejorando las condiciones de Trabajo

    Al menos es lo que trata de averiguarse con una investigación realizada desde la Universidad de Stanford (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Journal of Experimental Social Psychology.
    Para poder establecer una conclusión clara los autores realizaron cinco experimentos donde manipulaban la presencia o no de otros, así como las actividades que estos realizaban.
    En el estudio participaron 254 estudiantes universitarios, 35 en el primero, 43 en el segundo, 42 en el tercero, 47 en el cuarto, 87 en el quinto experimento.

    Motivación intrínseca vs. extrínseca

    Los resultados muestran que se puede conseguir aumentar la motivación intrínseca, es decir, el que le guste a uno la tarea que realiza si ve cómo otros la están desempeñando aunque él/ella no participe en ese momento de ello.
    El estudio aunque es bastante exhaustivo, únicamente ha analizado el comportamiento de alumnos universitarios, lo que limita los resultados a una población juvenil, con lo que no se puede concluir que los adultos, e incluso los más pequeños se puedan ver influenciados igualmente, por lo que se requiere nueva investigación al respecto.

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