Etiqueta: depresión

  • ¿Sabías que los hombres también sufren Depresión Post-parto?

    ¿Sabías que los hombres también sufren Depresión Post-parto?

    Depresión post-parto en hombres: Una de las situaciones más importantes en la vida es la tener descendencia, aunque se corre el riesgo de sufrir una depresión post-parto incluso si se es hombre.

    Depresión Post-parto

    Pocos son los trastornos psiquiátricos que se dan en uno de los dos sexos, entre ellos siempre se ha considerado que el ejemplo más evidente es la depresión post-parto, lógicamente en mujeres, ya que son éstas las que conciben y dan a luz.
    De hecho la depresión post-parto ha tardado en ser reconocido como con entidad suficientemente separada, ya que tradicionalmente se había considerado como un reactivo del hecho de tener un hijo/a, y con ello tener que cambiar el rol al de madre, tener que cuidar a la criatura, a la vez que se van completando los cambios en la mujer.
    Actualmente se considera que es un problema de salud grave, que puede llegar a afectar hasta a dos de cada diez mujeres parturientas, cuya reacción más grave, además de los propios de la depresión es el del rechazo del pequeño, evitando cualquier contacto con éste.
    Algo que hasta no hace tanto suponía un gran riesgo para la supervivencia del menor, del cual si no se hacía cargo otra madre, corría el riesgo de morir de inanición.
    Actualmente gracias a los avances técnicos, se puede suplir la leche materna con otra para que el pequeño salga adelante, además se está extendiendo cada vez más el banco de leche materna, tal y como sucede con el banco de sangre, donde las madres lactantes pueden dejar sus excedentes de leche para otros menores que lo requieran.
    Dicho ésto todo parece que la depresión post-parto es algo exclusivo de mujeres, ¿pero es realmente así?

    Depresión Post-parto en hombres

    Esto es precisamente lo que se ha tratado de responder con una investigación realizada desde la Universidad de Hong Kong (China) y la Universidad Nacional de Singapur (Singapur) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Depression Research and Treatment.
    Para ello se analizaron a 622 futuros padres los cuales tuvieron que responder a un cuestionario en tres momentos distintos, en la semana 12 de gestación, en la semana 36, y 6 semanas después de haber dado a luz su mujer.
    Dicho cuestionario contenía varias evaluaciones como era el nivel de depresión parental, factores de riesgo sociodemográficos y de educación, que fuese un embarazo deseado o no, contar o no con apoyo social durante todo el proceso, el nivel de autoestima, y el nivel de conciliación laboral.
    Los resultados más importantes encontrados en éste amplio estudio señalan sin lugar a dudas que existe depresión entre los hombres, algo que ya había sido constatado en estudio anteriores, aunque éste es en un porcentaje muy inferior al de las mujeres, así se produce en cinco de cada cien casos en hombre, frente a los veinte de cada cien en mujeres.
    No se encontraron relación entre ninguno de los factores sociodemográficos y de educación evaluados con el porcentaje de padres afectados por la depresión post-parto, aunque sí resultaron significativos la relación entre el mayor número de casos afectados con bajos niveles de baja autoestima, un embarazo no planificado, insatisfacción conyugal, la falta de apoyo social y una escasa conciliación laboral. Siendo de todos ellos la baja autoestima y la escasa conciliación laboral los mayores predictores del número de casos de depresión post-parto a los seis meses.
    El estudio evidencia tanto la existencia de la depresión post-parto en hombres, aspecto que no es tan extendido el conocimiento de su existencia, así como la importancia de la conciliación laboral, ya no sólo para la madre, que lo requiere para su recuperación después de parto, si no también para el hombre.

  • ¿Existen diferencias en la depresión en función del sexo?

    ¿Existen diferencias en la depresión en función del sexo?

    Depresión: A pesar los conocimientos que se tiene sobre la depresión, en cuanto a diagnóstico y tratamiento todavía quedan algunas dudas en cuanto por investigar, un estudio trata de ofrecer algo más de luz al respecto.

    Las diferencias hombre-mujer no se basan exclusivamente en el físico externo, sino que además incluyen los niveles hormonales, emocionales y hasta neurológicos. Es decir, somos diferentes por fuera y por dentro. Pero qué pasa con la salud mental, ¿Existen diferencias?
    La respuesta es afirmativa, encontrándose una mayor incidencia de casos en hombres en determinados trastornos psicológicos, mientras que en las mujeres son más frecuentes en otros.
    En el caso concreto que nos ocupa, el trastorno del estado de ánimo por depresión mayor, o como comúnmente se conoce, la depresión, a diferencia de lo que se puede pensar a priori, no existen diferencias en cuanto la edad de inicio, tiempo requerido para la recuperación y las recaídas.
    Pero la depresión, con consiste únicamente en un problema de salud mental, que lleva asociado una serie de conductas de aislamiento y retraimiento, sino que además se asociado con un mayor número de casos de morbilidad y mortalidad.
    En el primer caso, la morbilidad consiste en que la persona en depresión suele padecer otras enfermedades, con más frecuencia que las personas sin depresión.
    En el segundo, ya sea por intentos de suicidio, o por una mayor propensión a sufrir accidentes, o por otras enfermedades, la mortalidad es más elevada entre las personas que sufren depresión.
    ¿Pero existen diferencias en cuanto al género en la morbilidad y la mortalidad asociadas a la depresión?

    Para responder se acaba de hacer un estudio realizado conjuntamente por el Hospital General y Escuela de Medicina de Kashibai Navale, el Instituto de Salud Mental de Maharashtra y el Hospital KEMH (India) publicado en Depression Research and Treatment.
    En el mismo participaron 107 usuarios del Hospital, 66 mujeres y 41 hombres, todo ellos diagnosticados con depresión, a los cuales se les administró una serie de cuestionarios como fue una escala de Depresión estandarizada para confirmar el diagnóstico, un cuestionario sobre la ideación de suicidio, sobre niveles de estrés en su vida y su origen, niveles de funcionalidad tanto general, como social y ocupacional.
    En este estudio no se utilizó un grupo control de persona “normales” de similares características sociodemográficas, ya que el objeto del estudio era comparar las diferencias en función del género ante la misma psicopatología, la Depresión Mayor.
    Los resultados informan de que a pesar de padecer la misma enfermedad, existen diferencia significativas en cuanto al estrés que ésta genera en su vida, así como en los distintos niveles de funcionamiento de la persona. Todo ello parece estar relacionado con los niveles de suicidio.

    La mujer sufre más estrés proveniente de su círculo social, especialmente desde el ámbito familia; mientras que los hombres refieren a problemas económicos como fuente de estrés asociado a la depresión.
    Con respecto al funcionamiento general de la persona, parece ser que afecta a ambos géneros por igual, afectando en mayor grado a los hombres en el caso del funcionamiento social y ocupacional.
    Siendo el grupo de las mujeres las que mayores niveles de suicidio mostraron.
    El estudio aunque clarificador en los resultados debe de tomarse con cuidado a tratarse de una población con unas características culturales muy concretas, como es la cultura de La India, por lo que para poder realizar una extrapolación de los datos se requiere de más investigación al respecto.

  • La alexitimia en los problemas psicológicos y las adicciones

    La alexitimia en los problemas psicológicos y las adicciones

    La alexitimia se ha visto que es un factor que acompaña en adultos al consumo excesivo y continuado de alcohol, ¿pero afectará de igual forma a los más jóvenes?

    Joven y Adicciones

    El problema del consumo de alcohol se inicia cada vez temprano en la población, haciendo que sus efectos tanto físicos como psicológicos sean más severos, debido a que el organismo está todavía en etapas tempranas de formación.
    Desde el punto de vista psicopatológico, el consumo excesivo y continuado de alcohol está asociado con desórdenes comportamentales, TDAH, intentos de suicidio, desórdenes del estado de ánimo como depresión o ansiedad, además de desórdenes de la conducta alimenticia como la bulimia, y en los casos más graves la esquizofrenia.

    Entre los elementos que parecen relacionarse con el consumo de alcohol en adultos, está la presencia de alexitimia, como característica de personalidad, definida ésta por la existencia de una inhibición para expresar y compartir con otros las emociones y vivencias personales.
    Estas personas suelen sentirse cohibidos a nivel social, empleando el alcohol como forma de desinhibirse, y relacionarse con sus semejantes, cosa que de otra forma no sería capaz de hacer.
    ¿Pero qué pasa en los jóvenes?, ¿Es la alexitimia un buen predictor de su conducta frente al alcohol a ésta edad?


    https://youtu.be/wkcFrYxtL8o

    Alexitimia y Adicciones

    Estas son las cuestiones que han llevado a realizar un estudio en el Hospital Universitario de Padua (Italia) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Neuroscience & Medicine.
    Para ello se empleó una muestra bastante amplia, de 3556 jóvenes entre los 11 y 18 años, los cuales respondieron tres cuestionarios.
    El primero sobre la escala de alexitimia para niños, el segundo sobre el consumo de alcohol, y por último un cuestionario de autoinforme para jóvenes para detectar la presencia de psicopatologías.
    Los resultados informan de una relación entre estos tres factores, lo que altos niveles de alextitimia haría que los jóvenes estuviesen más dispuestos a consumir alcohol, a la vez que es más probable que aparezcan psicopatologías.

    Alexitimia y Alcohol

    Relación sobre la que ya existía bibliografía en adultos y que apuntaban hacia la misma relación entre el consumo de alcohol y la presencia de la alexitimia como factor de personalidad.
    Pero lo más interesante, a mi entender, a parte de encontrar ésta relación que hasta ahora se desconocía en jóvenes, es que al ser tantos participantes, se pudo realizar un análisis pormenorizado por edad, pudiendo comparar cada parámetro cada año, observando cómo ésta relación entre los tres factores era muy consistente sobre los 11 años, desapareciendo su relación a medida que se analizaban edades superiores.
    Es decir, ésta clara relación entre la alexitimia y el alcohol y la psicopatología, encontrada en los 11 años, no se ha hallado en edades superiores, a medida que se acercan a los 18 años.
    Lo que supone una buena noticia, en el sentido de que a medida que crecemos vamos teniendo más libertad de elegir, sin depender tanto de nuestras tendencias internas.

    Además el desarrollo del joven, tanto a nivel físico como psicológico, parece ser un factor de protección para el desarrollo de psicopatologías provocadas por el consumo excesivo y continuado de alcohol.
    Por su parte, los autores del estudio, advierten de la vulnerabilidad de los más jóvenes al consumo de alcohol y a padecer psicopatologías, cuando tienen altos niveles de alexitimia, defendiendo la necesidad de crear programas especiales de prevención para los más jóvenes que inician en ésta edad los primeros contactos con el alcohol, evitándoles así consecuencias físicas y psicológicas tan importantes.

  • Dime lo que comes y te diré si estas sufriendo una depresión

    Dime lo que comes y te diré si estas sufriendo una depresión


    El estado de ánimo influye en mucho de lo que hacemos, incluida la cantidad y calidad de alimentos que ingerimos al menos así lo afirma un reciente estudio.

    La depresión influye en mucho de lo que pensamos y hacemos, incluida la cantidad y calidad de alimentos que ingerimos al menos así lo afirma un reciente estudio.
    La alimentación es uno de los procesos sensibles al estado de ánimo junto con el sueño, lo que hace que cuando se produzca un cambio brusco ya sea por euforia o por depresión, se van a producir cambios en la cantidad y calidad de lo que comemos.
    De hecho uno de los criterios diagnósticos de la depresión que hay que explorar para poder establecer el diagnóstico es precisamente el cambio de los hábitos alimenticios y de sus consecuencias en el organismo, siendo la más evidente la variación en el peso.
    Aunque no se establece que ésta variación deba de ser por aumento o por pérdida, ya que ambos se pueden dar, así una persona con síntomas depresivos puede sentirse decaído y desanimado, sin ganas de salir y menos de ir a comprar comida al supermercado, ni de «perder tiempo» preparándolo, por lo que recurre a la «comida basura» o «comida chatarra» de rápida preparación y que quita el hambre,  o por el contrario, una persona con síntomas depresivos, que en muchos casos van asociados con la ansiedad (ansioso-depresivo) se quita las penas comiendo, atiborrándose con todo lo que cae en sus manos.
    Sea cual sea la manera, el peso va a variar aumentando o disminuyendo, debido al cambio de hábito de alimentación saludable que se llevaba hasta ese momento, ¿pero puede detectarse si una persona sufre síntomas depresivos basándonos en su alimentación?

    Al menos así lo afirma un reciente artículo realizado por la Universidad Umea (Suecia) publicado en Open Journal of Depression.
    En dicho artículo la autora explora la relación entre la alimentación y la salud mental, estableciendo que en cuanto a salud físicas es más «fácil» hallar esa relación, si te falta una determinada sustancia en el organismo o la tienes por exceso debido a la alimentación eso va a conllevar una serie de problemas físicos bien conocidos (Ver Enfermedad de Willson), pero no está tan clara esa relación en cuanto a salud mental se refiere.
    A pesar de que las personas que sufren síntomas de depresión tienen a aumentar los alimentos como el chocolate que contiene polifenoles que es un cardioprotector natural, se ha constatado que en personas con depresión tiene una menor incidencia; incluso si la persona comiese bananas ricas en precursores de L-triptófano con lo que corregir la deficiencia de serotonina asociado a la depresión no conseguiría «reequilibrar» el organismo por sí mismo.
    El artículo revisa los distintos hallazgos que muestran una escasa eficacia de la corrección alimenticia y la administración de suplementos de vitaminas para corregir problemas de salud mental, aunque estuviese en su origen, como en el caso de la depresión la cual se «autoalimenta» con los pensamientos recurrentes y la rumiación.
    La autora indica que para hacer frente a los síntomas de la depresión es preciso realizar un abordaje múltiple donde se cambien tanto los hábitos alimenticios con la incorporación de dietas «correctoras» de las deficiencias o excesos, así como incorporar ejercicio físico moderado, así como eliminar los hábitos poco saludables como la ingesta de alcohol, fumar o el abuso de sustancias, además de una necesaria intervención psicoterapéutica.
    A pesar de las indicaciones de la autora, parece claro que algunos alimentos son más sanos que otros, y que incluso sirven como protectores de la salud, lo que se señala en éste artículo es que sólo con alimentos no se puede «curar» una enfermedad mental.

  • Diabetes y Depresión: una estrecha relación en mujeres

    Diabetes y Depresión: una estrecha relación en mujeres

    La diabetes cambia la vida de quien lo tiene, pero se ha encontrado que afecta más a las mujeres, que van a tener una mayor probabilidad de sufrir depresión.

    El problema de la diabetes

    La aparición del diagnóstico de diabetes conlleva una serie de cambios en la vida de aquel que lo padece, ya que está bajo su responsabilidad el mantener niveles adecuados de glucosa en sangre, por lo que tiene que adoptar una serie de medidas como la evaluación periódica (glucemia capilar) sobre 3 o 4 veces al día, y la administración de insulina en función de los resultados, en el caso de la Diabetes tipo 1; o bien realizando una alimentación sana, con actividad física regular, además de antidiabéticos orales o insulina en el caso de la Diabetes tipo 2.
    El origen de la diabetes es tanto de origen genético como adquirido, incluso recientes estudios indican que puede ser causado por problemas emocionales.
    Es comprensible entender que estos cambios, a los que no tiene que enfrentarse el resto de personas de su alrededor, puede influir en su estado de ánimo y su autoestima, sobre todo cuando aparece la enfermedad a edades tempranas entre niños y jóvenes, cambios que pueden «marcar» a la persona y afectar a sus relaciones, sino se recibe la suficiente ayuda para poder asumirlo.
    Siendo especialmente sensible a los efectos de la diabetes, el campo de la reproducción humana, tanto en el aumento de casos de esterilidad e infertilidad sobre todo en el caso de los hombres; como en los posibles problemas gestacionales relacionados, en el caso de las mujeres que quieran tener descendencia, lo cual añade más riesgos y preocupaciones a los cambios propios de la maternidad, pero ¿Existen diferencias de género con respecto a la diabetes?



    Diabetes y depresión

    Esto es precisamente lo que ha tratado de responderse con una investigación realizada desde el Centro Médico Militar de la ciudad del Príncipe Sultán y el Ministerio de Salud (Arabia Saudí) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica International Journal of Medical Science and Public Health.
    En el estudio participaron 230 personas, usuarias del sistema de salud de Arabia Saudita, todos ellos mayores de edad y diagnosticado con diabetes, del estudio se excluyeron a pacientes con retraso mental o alguna otra patología psiquiátrica.
    Los resultados muestran un gran porcentaje de comorbilidad entre la depresión y la diabetes, pudiendo llegar a un 45%, superior al 30% de estudios anteriores, esto es casi la mitad de los pacientes con diabetes sufren depresión.
    Se encontraron también diferencias significativas entre hombres y mujeres, encontrándose diferencias significativas entre ambos, afectando la depresión mayoritariamente a las mujeres, frente a los hombres; igualmente el tiempo desde que se le diagnostica la diabetes juega un papel significativo, en la aparición en la aparición de la depresión, así cuanto más tiempo lleve con la enfermedad, más probabilidades de sufrir depresión.
    No se encontraron  diferencias significativas en función de la edad del paciente, de su nivel educativo, residencia (campo o ciudad), estado civil, número de hijos, ni su ocupación (trabajando o parado).
    Además el estudio señala una mayor comorbilidad del 95% con otras patologías como hipertensión o las dislipidemias (alteración patológica de la concentración de lípidos  y lipoproteínas).
    Por lo tanto el perfil con más riesgo de padecer depresión como consecuencia de una diabetes previo, es una mujer, que tenga diagnosticada la diabetes desde hace tiempo, la cual además va a sufrir otra serie de patologías que van a perjudicar a su salud general.
    El estudio concluye afirmando que es necesario comprobar si en otras poblaciones se mantienen los mismos resultados, o es algo característico de la idiosincrasia de la población objeto de estudio.

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