Etiqueta: cerebro

  • Encontradas las bases neuronales de los libros de auto-ayuda.

    Encontradas las bases neuronales de los libros de auto-ayuda.


    Cuando tenemos un problema o dificultad podemos encontrar en la librería un libro de auto-ayuda que nos enseña a superarlo, ¿pero cómo afecta a nuestro cerebro?

    Seguro que en su vida habrá leído muchos libros, pero sólo unos pocos o quizás solo uno, le han marcado, e incluso cambiado su forma de pensar o de ver el mundo, pudiendo establecer un antes y un después. En ocasiones se ha tratado de un libro religioso o filosófico, pero también es muy habitual que haya sido un libro de auto-ayuda, como los que anualmente se venden por millones y que forman parte habitual de los «tops» de las librerías; libro orientados a que la persona encuentre respuestas a una dificultad en su vida o en la de algún conocido, que aprenda a superar sus dificultades y a mejorar en sus potencialidades.
    En otras ocasiones, en los libros no se buscan respuestas sino conocer en profundidad algún tema de interés, descubrir nuevos lugares, costumbres o culturas, o simplemente emocionarse con una buena novela, ¿Pero alguna vez has pensado que ese libro puede «modificarte»?, y no me refiero sólo a aquel que te ha marcado la vida, o que te ha dado una nueva perspectiva, si no de cualquiera que leas con cierto interés.
    Todas aquellas palabras recogidas en un tomo más o menos grueso, o en mostradas con tinta electrónica en los ebooks, recogen vivencias, conocimientos e ideas que van a reforzar nuestras creencias, valores y formas de pensar previos, o por el contrario puede que nos hagan «dudar» de lo que hasta ahora creíamos, ¿Pero pueden hacer algo más, como modificar nuestro cerebro?

    Esto es lo que se ha planteado en la Universidad de Emory (EE.UU.) quienes han publicado los resultados de su investigación en un reciente artículo en Brain Connectivity.

    El estudio realizado con 21 participantes de la citada universidad, a los cuales durante cerca de veinte días se les dejó leer por la noche un capítulo de un libro, de aproximadamente 30 páginas peor noche, teniendo período de «descanso» programado cada cinco días, en donde no debían de leer. Siendo evaluados antes de empezar y tras cinco días después de completar la lectura del libro, los resultados muestran un aumento significativo en la conectividad neuronal en las áreas de comprensión lectora y toma de perspectiva (giro angular y supramarginal izquierdo y giro posterior temporal derecho respectivamente), al igual que una sobreactivación en las áreas asociadas a las intensas «vivencias» de la lectura (bilateral de la corteza somatosensorial).
    Al emplearse como material de lectura una novela, cuyo fin es sólo el de «entretener», sus efectos en el cerebro desaparecieron a los pocos días de haber finalizada la lectura.


    https://youtu.be/KrUA2UsF3po

    Aunque el estudio tiene algunas carencias de tipo procedimental como un adecuado grupo de control, así como una falta de comparación entre distintos tipos de lecturas, abre una puerta a la investigación sobre cómo la lectura modifica «en tiempo real» a nuestro cerebro.
    Igualmente la selección de la lectura, de una novela, podría explicar el «escaso» efecto en el tiempo de las áreas cerebrales implicadas, quizás con algo más profundo o que tenga un componente significativo para la persona, como los libros de autoayuda, permitiesen comprobar ese efecto sostenido y mantenido en el tiempo debido a un cambio «efectivo» en nuestra forma de pensar y sentir, de forma que se pudiese constatar lo que es una evidencia, que seguramente habrá podido experimentar en su vida, con ese libro que literalmente «le cambió la vida».

  • ¿Es posible de detectar anticipadamente el Alzheimer?

    ¿Es posible de detectar anticipadamente el Alzheimer?


    El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que implica un deterioro progresivo de las funciones, de ahí la importancia de la detección temprana.

    Sintoma Alzheimer

    A pesar de que el «síntoma» más «evidente» es la pérdida de memoria, ya que eso provoca tanto problemas en quien lo padece, sino también entre sus familiares, que ven cómo, poco a poco, la persona va dejando de ser independiente, necesitando cada vez más ayuda y atención para realizar las tareas que antes podía hacer sin mayores dificultades.
    Las causas de ésta enfermedad todavía se están investigando, habiéndose encontrado indicios tanto de una base genética heredada, como por ser consecuencia de un estilo de vida poco saludable, con falta de ejercicio moderado y una alimentación inadecuada, así como una creciente inactividad mental, por falta de implicación social, factores que de realizarse habitualmente parecen prevenir ésta enfermedad, retrasando su aparición.
    Las consecuencias es un deterioro progresivo de todas las funciones del cerebro que se produce por la aparición y proliferación de placas seniles y ovillos neurofibrilares en el cerebro, lo que se va a expresar en problemas de memoria que llegan a hacer dependiente a la persona para las tareas más sencillas, incapacidad de planificar y resolver problemas, desorientación con respecto a dónde se encuentra o a lo que iba a hacer, confundiendo «recuerdos» del pasado con la vivencia actual, dificultades para comunicarse y entender el mundo que le rodea cuando la enfermedad avanza, todo ello asociado con cambios en la forma de pensar y actuar que se refleja en cómo se relaciona con los demás, pudiéndose mostrar ansiosos, depresivos, irritables o confundidos.



    Previo Alzheimer

    El tratamiento del Alzheimer es todavía de paliativo, es decir, la administración de fármacos especializados va dirigidos a tratar aquellos síntomas que provoca la enfermedad, pero sin esperar una recuperación, sino retrasar la evolución de la misma, así como la intervención en terapias como la de habilidades sociales u ocupacional busca reforzar las habilidades personales, para en la medida de lo posible, se mantenga autónomo y no sea tan dependiente de los familiares para su vida cotidiana. Sabiendo que cuanto antes se detecte antes se puede intervenir y con ello se proporciona más años de vida y con mejor calidad tanto al paciente como a sus familiares.
    De ahí la importancia de una detección temprana, aspecto que ahora se está investigando en la búsqueda de nuevos «marcadores» que sirvan para un diagnóstico incluso antes de que empiecen a manifestarse los primeros síntomas de pérdida de memoria. Algo que hasta hace unos años era impensable pero que ahora se puede llega a anticipar desde casi ocho años antes.
    Al menos así lo afirma un reciente estudio realizado por conjuntamente por la Universitätsspital Basel (Suiza), University of Cambridge, (Inglaterra), The City University of New York (EE.UU.) y University of Applied Science Koblenz (Alemania) publicado en Journal of Alzheimer’s Disease.
    El estudio realizado sobre 58 participantes, de los cuales la mitad desarrollaron Alzheimer, mientras la otra mitad mantuvieron sus capacidades cognitivas intactas, ambos grupos extraídos de un mayor de 825 pertenecienes al estudio longitudianl sobre el envejecimiento de BASEL. A los participantes se les administró diferentes pruebas, para con a continuación determinar, cual de todas ellas podía ser indicio de un desarrollo posterior del Alzheimer.


    Futuro Alzheimer

    Los resultados indican que en el 60% de los casos se puede determinar la futura aparición de ésta enfermedad de forma prematura, hasta ocho años antes de que aparezca, entre ellas: Autoreportes de sobre antecedentes médicos, cambios en los estados de ánimo y memoria; desempeño en pruebas de inteligencia en adultos (WAIS) en los items de diseño de bloques; y errores y repeticiones en pruebas de lenguaje.
    Una amalgama todavía poco clara, que permite por una parte dar cuenta de que es posible predecir y con ello poner los medios necesarios para evitar que avance la enfermedad de Alzheimer, aunque todavía deja en evidencia que queda mucha investigación al respecto, para conseguir diseñar una única herramienta que permita ésta detección temprana.


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  • ¿Sabes que el alcohol detiene la regeneración cerebral?

    ¿Sabes que el alcohol detiene la regeneración cerebral?


    Muchos han sido los descubrimientos con respecto a la regeneración cerebral, buscando potenciarlo, pero el consumo de alcohol se comporta como neurotóxico.

    El cerebro puede ser estudiado y analizado desde distintos planos, ya sea desde el puramente anatómico, donde cada uno de sus dos hemisferios “encierran” distintas áreas especializadas, siendo su atrofia o malformación causa directa de disfunciones orgánicas y organizativas, cuanto mayor sea la lesión mayor, será el efecto que sobre el resto del cuerpo produce; aunque cuando esta se da a edades tempranas tiene mayores visos de “solución” entendida como, que el propio cerebro se va a reestructurar, gracias a la neurogénesis, de forma que algunas habilidades van a ser “asumidas” por otras estructuras próximas, manteniendo así su funcionamiento; en cambio en otras ocasiones en que ésto no es posible, el cerebro va a “compensarlo” con el desarrollo de otras habilidades.
    Por ejemplo en caso de los invidentes, cuando ésto ha sido de nacimiento o en edades tempranas, van a desarrollar una mayor capacidad de orientación espacial, así como de los restantes sentidos, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, facilitado por la regeneración cerebral.
    La neurogénesis que recientemente se ha descubierto que también la tienen los adultos, aunque con una tasa de producción mucho menor, de ahí que “les cueste” más recuperarse de los traumatismos o episodios de ictus cerebrales; igualmente la reestructuración neuronal, donde ya “todo está en su sitio” dificulta que otras regiones puedan asumir nuevas funciones.
    Pero todas estas estructuras están interelacionadas por señales eléctricas y bioquímicas, las primeras conectan regiones próximas entre sí, mientras que las segundas se dirigen a zonas “alejadas” del cerebro donde promover los efectos deseados.
    Para ello existe toda una “batería” de neurohormonas encargadas de la regulación cerebral, comunicando excitaciones e inhibiciones de las distintas regiones, lo que va a “poner en marcha la maquinaria” que nos va a permitir, pensar, sentir y actuar. Un desequilibrio hormonal, una sobreproducción o disminución de alguna, o un bloqueo o hipersensibilización de los receptores correspondientes, van a alterar el normal desempeño de las funciones del cuerpo, que se puede expresar tanto a nivel orgánico, como motor o simplemente en el pensamiento o el mundo emocional de la persona que lo sufre.



    Un reciente estudio realizado conjuntamente por McLean Hospital, Harvard Medical School y Tulane University (EE.UU.) publicado en Journal of Addiction Research & Therapy en el que se analizan la eficacia en el aprendizaje entre bebedores ligeros y bebedores de botellona (binge drinkers), los cuales consumen gran cantidad de alcohol los fines de semana, cada vez más frecuente entre los preadoslescentes.
    Se analizaron los resultados en pruebas de habilidades del aprendizaje verbal y espacial comparando 22 binge drinkers frente a 29 bebedores ligeros. Encontrando diferencias en cuanto al aprendizaje verbal, pero no así en lo que respecta al aprendizaje espacial.
    Con anterioridad ya se ha establecido la relación entre el exceso de consumo del alcohol con problemas de aprendizaje, así como alteraciones del estado de ánimo, estando en el origen de depresiones, debido a un efecto neurotóxico del alcohol  que detiene los factores que promueven la neurogénesis y la plasticidad neuronal, impidiendo así la regeneración neuronal.
    Éste estudio permite diferenciar los efectos provocados en el aprendizaje y por ello en el proceso de memoria consecuente, aspecto que con anterioridad no había sido explorado en conjunto. Una limitación de este estudio surge en cuanto al medio empleado para la evaluación de la memoria espacial, a través de videojuego que se ve afectado por la destreza en el manejo previo en juegos similares.
    Queda abierta para nuevas investigaciones comprender el efecto neurotóxico del alcochol en la regeneración cerebral en cuanto al aprendizaje visoespacial.

    Bibliografía Recomendada:
    Sneider, J.T. y cols. (2013). Differential Effects of Binge Drinking on Learning and Memory in Emerging Adults. Journal of Addiction Research & Therapy.

  • ¿Sabias que dormir poco pone en riesgo tu salud y además engorda?

    ¿Sabias que dormir poco pone en riesgo tu salud y además engorda?


    Uno de los procesos más sensibles de nuestro organismo es el sueño, el cual de forma natural se rige por un ciclo de ocho horas diarias en los adultos, coincidiendo normalmente con la noche.

    El sueño lejos de ser “un tiempo perdido” tal y como se afirmaba con anterioridad, se considera hoy imprescindible para multitud de procesos, que se producen durante la noche, tanto a nivel psicológico, en cuanto a consolidación de las huellas de memoria, incorporando nuevos aprendizajes, como a nivel biológico, dando tiempo al organismo a los procesos de restauración y recuperación de la salud, sobre todo lo relacionado con el sistema inmune, el cual aumenta considerablemente su actividad en ésta fase de “desconexión” de la conciencia.
    Pero tal y como se ha indicado, éste proceso es muy sensible a los cambios tanto biológicos como psicológicos de la persona. A nivel biológico, el tiempo de sueño necesario para descansar y reponerse va a variar en función de la edad, desde los primeros momentos en que existe un “descontrol” en cuanto al horario y número de horas que duermen los bebés, hasta las ocho horas que se suele instaurar a partir de la infancia y que va a acompañarnos el resto de nuestra vida.
    A pesar de lo cual existen diferencias en cuanto a la manera que dormimos, ya sea en los jóvenes que trasnochan para estudiar o ir de fiesta y que “acumulan” ese sueño para recuperarlo todo seguido, independientemente de que sea de día o de noche; hasta las noches “interrumpidas” de los más mayores, incapaces de conciliar el sueño de ocho horas seguidas, viéndose truncado durante unos minutos en la madrugada, antes de volver a dormir.


    Vídeo Recomendado:

    Hay que tener en cuenta que además puede verse afectado por factores externos que modifican el número de horas o el momento en que se descansa, así fenómenos como el trabajo por turnos y el nocturno, hace que muchas veces, se tenga que estar trabajando cuando los demás duermen.
    En la literatura al respecto se ha constatado, desde hace mucho, los nocivos efectos que sobre la salud se produce al no tener un sueño reparador de calidad y durante la noche, afectando tanto a la capacidad retentiva y de atención, como a nivel metabólico, pudiendo llegar a ser dramático cuando la persona “deja de dormir” durante días, pues ese cansancio acumulado, va a producir poco a poco un colapso en los sistemas del organismo, tanto a nivel psicológico como biológico.
    A todo lo anterior además se le une un factor psicológico, que influye sobre todo en la calidad del sueño, la cual se puede estimar como el “normal” proceso de descanso, desde que se acuesta uno, hasta que se levanta al día siguiente.
    En éste “normal” proceso, la persona va a pasar desde la fase de activación consciente, a una de sueño profundo (no R.E.M.), de ahí a sueño ligero (R.E.M.), y otra vez se recupera la fase de sueño profundo, todo ello en una sucesión a lo largo de la noche hasta que llega la hora de levantarse.

    EN la fase No R.E.M. o No M.O.R. del sueño, no se producen movimientos rápidos oculares, en ésta fase el cerebro está “descansando”, teniendo un sueño profundo y difícil de despertar, cuando se hace, la persona escasamente recuerda lo soñado, siendo normalmente próximo a la experiencia vivida durante el día anterior.
    En la fase R.E.M. o M.O.R. del sueño, se producen movimientos oculares rápidos, y es cuando el cerebro está tan “activo” como cuando se está despierto, produciéndose el sueño paradógico, ligero y fácil de despertar, cuando se hace y se le pregunta sobre el contenido del sueño, éste se suele describir como muy vivido, con gran cantidad de detalles y elementos, aunque con ausencia de “linealidad” tanto temporal como espacial en la argumentación.
    La explicación a esto se encuentra en la desactivación de algunas regiones del cerebro, sobre todo las implicadas con el movimiento de forma que la persona no “actúe” como sujeto dentro de su sueño, realizando los mismos movimientos en su cama, igualmente otras de las áreas desconectadas, son precisamente las que tienen que ver con la “linealidad” argumental espacio-temporal, de ahí la falta de conexión de las escenas y su aparente “sinsentido”.
    Estas fases se van a ir sucediendo a lo largo de la noche, a la vez que se producen los efectos anteriores sobre la salud, debido a la sobreactivación del sistema inmunológico, lo que le permite cicatrizar antes las heridas a las vez que se renuevan las células del organismo, es cuando algunas madres comentan, se produce el “estirón” de sus hijos cuando estos son pequeños y van creciendo. 

    Un reciente estudio de la University of Pennsylvania (EE.UU.) recientemente publicado en Sleep Analiza la relación existente entre la falta de sueño y el aumento de peso, el consumo de calorías y la hora de la comida. Para ello evaluaron a 225 participantes quienes pasaron 5 noches sin dormir, observando su conducta de alimentación 2 días antes y después. Los resultados informan de un aumento de peso entre los que no dormían frente a un grupo control que dormía normalmente, debido a una ingesta masiva de calorías ingeridas principalmente durante la noche.
    Dado lo cual se hace recomendable dormir las ocho horas diarias, tanto por mantener un buen nivel de salud física y psicológica, como por una cuestión estética, evitando así el aumento de peso.
    Algo que ya se había apuntado en estudios anteriores, pero nunca con un resultado tan contundente por el número de participantes, y el estudio del consumo de calorías en los tres momentos de la ingesta, desayuno, comida y cena.
    Bibliografía Recomendada:
    Spaeth, A.M. y cols (2013). Effects of experimental sleep restriction on weight gain, caloric intake, and meal timing in healthy adults. Sleep
    Tirapu-Ustárroz, J. (2012). Neuropsicología de los sueños. Revista de Neurología.
    Idiazábal-Aletxa, M.A. y Aliagas-Martínez, S. (2009). Sueño en los trastornos del neurodesarrollo. Revista de neurología


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  • Distribución de roles según el desarrollo cerebral hombre-mujer

    Distribución de roles según el desarrollo cerebral hombre-mujer

    Tradicionalmente se ha mantenido el reparto de tareas que ya tenían nuestros ancestros desde las cavernas, donde la mujer se encarga del cuidado, atención y alimentación del menor, quedándose para ello en el hogar, mientras que el hombre ha de salir a buscar comida, anteriormente cazándola, actualmente yendo a trabajar.

    Éste esquema de reparto de tareas ha servido de base para justificar las diferencias neuropsicológicas de ambos sexos, así la mayor capacidad de los hombre, en la orientación espacial, es fruto de la necesidad de saber dónde se encuentra, hacia dónde dirigirse para buscar su presa y sobretodo cómo volver una vez cazada, igualmente un cuerpo más rápido y fuerte es más útil para éstas funciones. Además de proveer alimento para la prole y la mujer, entre su tareas habituales estaba la de protegerles y cuidarles de cualquier peligro.
    En cambio la mujer es capaz de desempeñar un trabajo más meticuloso y cuidadoso, especializada para la selección y recolección de frutos para lo cual ha desarrollado una sensibilidad y capacidad de atender y distinguir pequeños matices, volcada en la atención y cuidado del menor, siendo capaz de empatizar con ellos, como forma de saber qué es lo que les pasa y cómo se sienten.
    Pero ésto no solo ha influido en las diferencias físicas y de capacidades psicológicas, sino también en otros ámbitos, como el de la expresión de las emociones, así los hombres han aprendido a expresarse mediante la exhibición de conductas agresivas contra los demás, mientras que la mujer es más sutil, prefiriendo emplear la expresión oral para comunicar cómo se siente.
    Dentro del reparto de roles, la figura paterna era la que menos tiempo pasaba con el menor, a pesar de lo cual mantenía un carácter autoritario, siendo el “encargado” de regañar y reprender al pequeño, que no cumplía las expectativas o exhibía un comportamiento alejado de las normas socialmente establecidas.
    La madre por su parte, y debido a la mayor proximidad al menor, era la “dispensadora” de cariño y cuidado, siendo a quien acudía el menor cuando se caía o tenía algún problema ya fuese de salud o con otros miembros de la comunidad.
    En la sociedad actual en que los dos miembros de la pareja trabajan, los roles son difusos, siendo en muchos casos trasladada a los abuelos o a las guarderías, la función de cuidado y protección del menor. Eso ha provocado que la figura de autoridad no esté tan claramente establecida y que los abuelos sobreprotejan a los pequeños, todo lo cual va a traer consecuencias futuras en el menor.
    Ésta adaptación de capacidades en función de los distintos roles, es defendida desde los modelos ambientalistas y socioculturales, quienes afirman que si el reparto de papeles hubiese sido de otra forma, éstas diferencias hombre-mujer no existirían o se manifestarían de manera distinta.
    Desde la perspectiva biologicista, la determinación de las diferencias, viene “programada” en el A.D.N. en concreto en el par 23, siendo la presencia del cromosoma “Y” determinante y desencadenante de la distintas manifestaciones biológicas y neuronales, propiciando determinados desarrollos diferenciales en hombres y mujeres, que luego van a condicionar sus habilidades y potencialidades.
    La postura intermedia indica que se está determinado biológicamente para poder desarrollar más fácilmente unas habilidades que otras, pero ésto va a depender de “la presión ambiental” es decir, de las necesidades que promueven el esfuerzo y ejercicio y con ello el desarrollo de una u otra función.


    https://youtu.be/aJi2YkfHiR8

    Una de las aportaciones más controvertidas al respecto, es la que hace referencia al estudio del autismo y en concreto a la teoría del “Cerebro Extra Masculino”, donde el autor de su “descubrimiento”, explica algunos de los rasgos “típicos” que se encuentran entre los afectados por el autismo, como son los problemas de la comunicación, tanto al expresar sus emociones, necesidades y deseos, como en percibir e interpretar correctamente la de los demás, lo que se traduce en una baja capacidad empática. La empatía es por definición una de las habilidades más desarrolladas, junto con el lenguaje, por parte de las mujeres, frente a los hombres, pero en los autistas está aún menos presente.
    El autor de ésta teoría, evaluó en distintos estudios dos aspectos que fueron: la empatía y la sistematización, entendida la primera como la capacidad de identificar los pensamientos y emociones de otros, y de responder con una emoción apropiada; la sistematización por su parte, hace referencia a la capacidad de extraer reglas de funcionamiento del medio ambiente, esto es, regularidades sobre cómo funcionan las cosas.
    Lo que halló en sus investigaciones, fue que el hombre tiene mayor capacidad de sistematización que de empatía, lo contrario que la mujer, y que las personas afectadas por el autismo, tienen una sobrecapacidad para la sistematización mayor que en hombres y mujeres, en detrimento de la empatía menor que en hombres y mujeres, es decir, tienen maximizadas las habilidades «masculinas» en estos aspectos.
    Según los estudios realizados en University of Cambridge estas manifestaciones serían debidas a un exceso de masculinización cerebral, provocada por altos niveles de testosterona en el útero materno. Lo que explicaría porqué éste trastorno del desarrollo se produce cuatro veces más en niños que en niñas, aspecto que está actualmente cuestionado, ya que se plantea que existe un sesgo por parte de los evaluadores a la hora de determinar el diagnóstico de autismo en niños frente a niñas.

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