Categoría: Psicologia Infantil o psicopedagogia nfantil

  • ¿Qué consecuencias tiene en los preescolares convivir con un fumador?

    ¿Qué consecuencias tiene en los preescolares convivir con un fumador?

    Desde hace unos años que está realizando una importante campaña de concienciación sobre los perjuicios de tabaco en el fumador.
    De ahí que se hayan prohibido en muchos países fumar en espacios cerrados, dificultando una actividad que con anterioridad no estaba regulada.

    El hábito de Fumar

    Los intereses que han movilizado estas campañas y cambios normativos parecen estar en el sobre-coste que supone para las arcas públicas el atender al creciente número de pacientes con problemas pulmonares o asociados a ellos.
    Son muchos los efectos nocivos que tienen para el fumador, pero investigando sobre ello los epidemiólogos se dieron cuenta que existía un porcentaje de pacientes con sintomatología asociada que nunca habían fumado en su vida.
    ¿Cómo podía ser?, si nos fijásemos únicamente en sus pulmones o en su sintomatología, se podría afirmar que eran fumadores de diez o quince años, por lo menos de uno o dos cigarrillos al día, pero la historia personal lo contradice.
    Más grave fue el encontrar cómo algunos menores empezaban a mostrar estos síntomas asociados al tabaco, ahí sí que no quedaba ninguna duda, no habían fumado en su vida, ni siquiera habían vivido esos diez o quince años fumando, pero a pesar de ello mostraban los mismos síntomas.
    De aquí surgió el término de fumador pasivo o en inglés secondhand smoke (S.H.S.), que son personas que sufren los efectos por encontrarse compartiendo espacio donde se acumula el humo de un fumador habitual.
    Es por esto que las normativas han ido endureciéndose, impidiendo la práctica de fumar en espacios cerrados, o que no estuviesen especialmente habilitados para ello.
    Una normativa que ha llevado a muchos miles de fumadores a la calle, literalmente, ya que ahí no hay limitación para fumar.
    El coche o la casa, se han convertido en zona de polémica, ya que si bien pertenecen al ámbito de la «vida privada» y por tanto no se puede entrar a regular desde los poderes públicos; no por ello el fumador deja de exponer a sus seres queridos al humo de sus cigarrillos y a sus efectos nocivos, pero ¿Qué consecuencias tiene en los preescolares convivir con un fumador?



    El Fumador pasivo

    Esto es lo que se ha tratado de averiguar desde el Department of General & Community Pediatrics, Section of Children’s Health Services Research, Indiana University School of Medicine, Indianapolis, y el Regenstrief Institute for Healthcare, Indianapolis, junto con el Pediatric Institute, Cleveland Clinic, Cleveland (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicado en la revista científica Journal of Pediatric Nursing.
    En el estudio participaron 2.441 pequeños de edad preescolar entre los tres a seis años, 48% de ellos fueron niñas y el resto niños, de ellos se analizaron los registros de problemas pediátricos acontecidos entre el 2004 al 2012 extraídos del sistema denominado Child Health Improvement through Computer Automation (C.H.I.C.A.), sistema que recoge hasta veinte cuestiones sobre hábitos saludables de sus usuarios, a la vez que lo enlaza con el historial de las demandas médicas.
    Información que se complementó con una entrevista personal donde además se recogieron datos socio-demográficos; sobre antecedentes familiares de sintomatología con depresión; si recibía tratamiento psicotrópicos y con respecto a los problemas de comportamiento en los menores, en concreto evaluando la presencia de comportamiento disruptivo, T.D.A.H., trastornos de ansiedad, problemas del sueño, sintomatología depresiva o problemas de adaptación.
    Los resultados muestran que el 27% de los pequeños presenta sintomatología asociada a ser fumador pasivo, y que esta se correlaciona significativamente con un mayor número de casos de T.D.A.H. y de comportamiento disruptivo en la escuela.
    Igualmente el tener antecedentes familiares con sintomatología depresiva se correlaciona significativamente con recibir en mayor medida tratamiento psicotrópico por parte de los menores.
    Según destacan los propios autores, este es el primer estudio en pequeños de edades preescolares sobre esta temática, que deja constancia de los devastadores efectos de convivir con un fumador a tan temprana edad.

    Efectos del tabaco

    Hay que tener en cuenta que en EE.UU. el modelo sanitario hace que no todos tengan derecho a la atención Pediátrica, por lo que en el estudio no se recoge a una parte de la población infantil.
    Igualmente, y tal y como señalan los autores, la valoración de los aspectos emocionales tanto de los progenitores como de los pequeños no se puede limitar a la sintomatología depresiva, ya que pueden verse afectados otros órdenes pendientes de analizar.
    A pesar de las limitaciones del estudio, hay que destacar las graves consecuencias sobre los menores, que ya son evidentes entre los tres a seis años, generándoles problemas tan graves como el T.D.A.H. y el comportamiento disruptivo, que si no se trata adecuadamente a esta temprana edad se va a ir cronificando.
    Un problema que en principio debería tener fácil solución si los padres fuesen capaces de sacrificar su adicción al tabaco por la salud de sus pequeños, o al menos si restringiesen su consumo al espacios abiertos y alejados de los menores.

  • ¿Cuándo un padre debe de preocuparse por las mentiras de su pequeño?

    ¿Cuándo un padre debe de preocuparse por las mentiras de su pequeño?

    Hay que tener en cuenta que, a diferencia de los adultos, los pequeños no expresan las mentiras de la misma forma.

    Un reciente estudio analiza el tipo de mentiras en pequeños entre los 6 a 12 años para tratar de comprender por qué se producen estos.

    Mentira infantil

    Lo primero que hay que aclarar sobre esta cuestión es el concepto de mentira infantil, hay que tener en cuenta que para que sea una “auténtica mentira” tiene que tener una serie de elementos, como es la intencionalidad de engañar al otro, y para ello tiene que existir una diferenciación entre lo que yo pienso y lo que el otro piensa.
    Esto que en adultos es evidente, no se desarrolla en los niños entre los 6 a 8 años, en que se conforma la Teoría de la Mente, esto es, el niño aprende que es una persona individual, con pensamientos y sentimientos propios, y que los demás tienen su propia forma de pensar. Con esta premisa es posible llevar a cabo el engaño, para que le otro piense lo que nosotros queremos, como… “yo no he sido” o “nadie me lo dijo”.
    Igualmente hay que establecer una distinción entre el tipo de mentira, entre la mentira antisocial y la prosocial. La primera da cuenta de las mentiras se dicen para conseguir lo que uno quiere o evitar castigos, y aunque pueden observarse a partir de los dos años y medio, estas no se mantienen en el tiempo, y son fáciles de detectar.
    Las segundas, las prosociales, tratan de que el otro se sienta bien con su mentira, es lo que en adultos se denomina, mentiras piadosas, por ejemplo, cuando el pequeño dice a su madre que algo “está rico” a pesar de estar algo quemado, sobre esta existe menos investigación al respecto, pero ¿Cuándo un padre debe de preocuparse por las mentiras de su pequeño?



    El pequeño miente

    Esto es precisamente lo que trata de explorarse conjuntamente desde la Universidad McGill (Canadá) y la Universidad de la Ciudad de Nueva York (EE.UU.) , cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Journal of Experimental Child Psychology.
    En el estudio participaron 79 niños de edades comprendidas entre los 6 a 12 años de edad, 36 niñas y el resto niños.
    A todos ellos se les hizo pasar por una situación prediseñada denominada Paradigma del regalo decepcionante, en el que se le pide al pequeño que evalúe una serie de objetos como deseables o no, tras realizar unas tareas, un colaborador le da un regalo, una caja cerrada que han de abrir, en ocasiones va a contener algo deseable para el pequeño y otras, que no son de su preferencia (situación decepcionante). En todos los casos el colaborador le pregunta si le gustó el regalo.
    En la segunda situación, la decepcionante, se observa si el pequeño quiere cambiar el regalo, dice que no le gusta o dice que le gusta, este último se considera una mentira prosocial, dicha para no disgustar al colaborador.
    Igualmente, se les realizó una prueba para conocer hasta qué punto tenían desarrollado la teoría de la mente, además de un test de Stroop para observar la flexibilidad mental, y para concluir una prueba de memoria de trabajo evaluado mediante la subescala de Digit Span de la prueba de inteligencia estandarizada Wechsler Intelligence Scale for Children–Fourth Edition.

    Los resultados informan de que no existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos entre niños y niñas.
    En más de la mitad de los casos (59,5%) los pequeños mostraron mentira prosocial, y de ellos, se observaron que tenían significativamente un mayor desarrollo tanto en la teoría de la mente, como en cuanto a memoria de trabajo se refiere.

    Preocupación por las mentiras

    A pesar de la claridad de los resultados, los autores no entran a valorar por qué unos niños tienen un mayor o menor desarrollo de la teoría de la mente que otros, ni tan siquiera si existe relación entre esta y la edad del pequeño.
    Igualmente, y a pesar de que se trata de una situación prediseñada, la observación natural, es decir, en su casa o con sus amigos puede proporcionar mayor información al respecto que la que se obtiene en el laboratorio.
    Por último, indicar que aquellos niños que muestran mentira prosocial parece ser que son los más desarrollados en las habilidades cognitivas evaluadas, por lo que hay que replantearse el concepto de mentira como algo negativo, por lo menos en lo que se refiere a la mentira prosocial o la mentira piadosa.
    Quedando para próximas investigaciones la comparación entre los dos tipos de mentira, para saber si se produce a la misma o edad o son independientes entre sí, porque esté sustentado por procesos diferentes.


    Ebook Mentiras y Verdades - Cátedra Abierta de Psicología y Neurociencias
    Mitommania - Novedades en Psicologia
    Ebbok Gratis - Mitomanía: Descubre al Mentiroso Compulsivo . La Casa del Libro- Cátedra Abierta de Psicología
    Ebbok Gratis - Mitomanía: Descubre al Mentiroso Compulsivo - Amazon - Cátedra Abierta de Psicología

  • ¿Es adecuado el ejercicio físico para el autismo?

    ¿Es adecuado el ejercicio físico para el autismo?

    Una reciente investigación realiza un meta análisis sobre la efectividad de programas de intervención mediante ejercicio físico en los menores con autismo.
    El incremento del conocimiento de la Trastorno del Espectro Autista, ayuda, no sólo a comprender cómo y por qué se produce, sino sobre todo, y lo más importante a desarrollar nuevas técnicas de intervención eficaz, las cuales deben de ser validadas para su incorporación en los programas de entrenamiento con estos menores.

    Ejercicio físico en el autismo

    Cuando el profesional de la salud se enfrenta a la tarea de decidir “por dónde empezar” a intervenir, tiene que priorizar entre las habilidades o capacidades más afectadas o entre aquellas más necesarias para llevar una vida lo más normal posible.
    Una decisión que en ocasiones lleva a postergar la intervención de otras habilidades no tan “necesarias “o imprescindibles, pero igualmente importantes para el desarrollo normal del menor. No se puede entrenar todo a la vez, y menos con menores que muestran dificultades a la hora de aprender nuevas habilidades y conductas.

    En el caso concreto del Trastorno del Espectro Autista, se suele priorizar por la incorporación de una intervención dirigida a mejorar el área más afectada, el de la comunicación, entrenando la comprensión y expresión de palabras, para poder así dirigirse a otros para pedir lo que requiere, o entender instrucciones breves y concisas de los demás, dejando para un “segundo momento” de la intervención el fomentar la autonomía personal.
    Para los padres, cualquier avance es bien acogido, aunque entienden que en muchos casos la “recuperación total” del nivel al de sus compañeros es imposible, cualquier paso que se vaya dando en la buena dirección se ve como un verdadero logro del pequeño.

    Pero alrededor de estas áreas principales de intervención se están experimentando nuevas intervenciones que buscan paliar el retraso en el desarrollo mostrado en otras áreas, como el del movimiento, pero ¿Es adecuado el ejercicio físico en el autismo?


    https://youtu.be/uX6063mDs5k

    Gimansia y autismo

    Esto es precisamente lo que trata de explorarse desde la Universidad Batista de Hong Kong (China), cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica International Journal of Learning and Teaching.
    En esta ocasión se trata de un metaestudio que se realiza analizando los resultados de otros realizados con anterioridad. En concreto se emplearon las bases de datos científicas MEDLINE/PubMed, EBSCOhost, ProQuest, Scopus, y Web of Science, para los términos en inglés de, Autismo, TEA, Asperger, Trastorno del Espectro Autista; y combinándolos con las salidas de los términos, actividad, aerobic, fitness, andar, gimnasia, nadar, ejercicio físico, deporte y actividad física.
    De los 325 estudios potenciales realizado entre 2004 y 2014 únicamente se seleccionaron por criterios de calidad ocho estudios, todos ellos tenían en común que analizaban los efectos positivos o no de la incorporación del ejercicio físico como intervención terapéutica en pequeños diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista, evaluando su impacto en tres dominios, desempeño en los ejercicios, aptitud física y competencia social.
    Los resultados muestran que la intervención con ejercicios físicos en menores diagnosticados con TEA, aumentan positivamente los dominios de desempeño en los ejercicios, y competencia social, pero no el de aptitud física.


    Ejercicio y autismo

    Hay que tener en cuenta que no se trata de una investigación con pequeños afectados con el Trastorno del Espectro Autista, sino únicamente una revisión bibliográfica de los estudios realizados con estos.
    Tal y como indican los autores, ocho estudios son pocos para poder establecer una conclusión al respecto, a pesar de lo cual los beneficios parecen ser consistentes, por lo que sugieren realizar nuevas investigaciones al respecto.

    Dicho lo cual, el ejercicio físico, moderado y supervisado, parece ser positivo para estos pequeños, además de favorecer de competencias no evaluadas en estos estudios, como es ayudar a la autoregulación de las emociones, además de reforzar el seguimiento de instrucciones.
    No se trata pues de que los pequeños brinquen o corran simplemente, sino que realicen ejercicios de coordinación, con atención a la respiración y a las sensaciones que van teniendo, a la vez que mantienen la atención a las indicaciones.

  • ¿Qué papel juegan los otros en el acoso escolar?

    ¿Qué papel juegan los otros en el acoso escolar?

    Un reciente estudio observacional realizado en las escuelas de Suecia analiza el papel del resto de los compañeros en la aparición del acoso escolar.

    Si bien cuando uno piensa el acoso escolar, lo suele hacer en el acosador y en la víctima, existen otros factores que van a estar facilitando o no que se produzca este acoso en el ámbito educativo.

    Acoso escolar

    Una de las situaciones más difíciles para los pequeños en edad escolar, es cuando el centro educativo se convierte en un lugar donde se recibe acoso. Esto es, en vez de ser un espacio motivador para el estudio y la formación del compañerismo, se vuelve el “peor” lugar para el menor.

    Las consecuencias de dicho acoso son muchas, ya sea tanto en lo que se refiere a la reducción del desempeño académico, como en el ámbito emocional y de la autoestima. En esos momentos, en que es más vulnerable, porque todavía no tiene conformada su personalidad, precisamente entonces es cuando “aprende” lo “cruel que puede ser el mundo”.
    Igualmente se han reportado que los pequeños que sufren acoso, debido a los altos niveles de ansiedad que deben soportar, pueden llegar a mostrar trastornos psicosomáticos, además de problemas del sueño, perjudicando así incluso en lo que se refiere a su salud.
    Una situación de la que es difícil de escapar sin ayuda, ya que incluso los padres, sin saber lo que le sucede en clase, le animan a acudir todos los días al centro donde le agreden. Algo que aumenta la incomprensión y el aislamiento del menor, que sabe que en la puerta o a la hora del descanso se va a tener que ver humillado e incluso agredido por otro de sus compañeros, pero ¿Qué papel juegan los otros en el acoso escolar?



    Buying escolar

    Esto es precisamente lo que trata de investigar desde la Universidad Linköping (Suecia) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Children & Society.
    El estudio de tipo observacional se basó en analizar la conducta mostrada por 96 estudiantes de sexto grado, 50 niños y 46 niñas, con edades entre los 10 a 12 años. Se observaron y analizaron seis situaciones de acoso escolar que se producía en las escuelas.
    Se detectaron distintos patrones sociales que aparecían en aquellos grupos donde existía acoso entre alguno de sus miembros, como el de naturalizar y justificar el acoso además de culpar a la víctima por esa situación; considerar el acoso como una forma de ritual social, como vía de inclusión social del “diferente”; estigmatizando a la víctima, por temor a ser excluido del propio grupo.
    Luego los grupos de estudiantes conforman una cultura propia de la que excluyen a todos los que consideran “no normales”, y es precisamente alguno de estos el que se convierte en víctima, mientras los demás del grupo, prefieren “mirar para otra parte” ante el acoso, viéndolo como “adecuado” para no ser ellos mismos los “marginados” del grupo.

    Acosador escuela

    Hay que tener en cuenta que el método “natural” o de observación, empleado a principios de la historia de la psicología, tiene muchos problemas de control de variables, y sus conclusiones son difícilmente generalizable. Ya que si bien, sirve para dar cuenta de lo acontecido en un lugar, en un momento, estas circunstancias son difíciles que se repitan igual en otros lugares.
    Es por ello que se requiere de nueva investigación al respecto donde se controlen mejor las variables a estudiar, para saber cómo influye una sobre otra, y poder así diseñar planes de prevención e intervención cuando surge el acoso escolar en el aula.
    Tal y como señala el autor del estudio, es insuficiente establecer programas de prevención e intervención en el acoso escolar basado sólo en la figura del acosador y de la víctima. Hay que incluir en esa ecuación también la cultura del grupo, el cual sirve de germen para que se produzca el acoso hacia uno u otro alumno.
    Igualmente, los demás se convierten en papel fundamental en el sostenimiento de esta conducta socialmente no reprochada. De forma que sean capaces de denunciar la situación incluso compañeros no implicados en dicho acoso.
    Ya que lo primero, y fundamental para detener esta situación es la denuncia tanto al profesor como a los padres. Para que estos pongan solución a la situación creada, ya que los menos de por sí, sin la debida información y entrenamiento, es difícil que sean capaces de detener el ciclo de acoso.
    De ahí la relevancia de este estudio, que devuelve el foco de atención a todo el conjunto de la clase, tanto en cuanto a la hora de implementar políticas de prevención como para la intervención ante la aparición del acoso escolar.


    Ebook Salud Emocional - Catedra Abierto de Psicología y Neurociencias

    Teoría Psicosomatica - Novedades en Psicologia
    Ebbok Gratis - Aproximacion Psicosomatica - Amazon - Cátedra Abierta de Psicología
    Patologia Psicosomatica - Novedades en Psicologia
    Ebbok Gratis - Trastorno Psicosomatico - Amazon - Cátedra Abierta de Psicología

  • ¿Tienen los padres la misma percepción de la salud?

    ¿Tienen los padres la misma percepción de la salud?

    En función de la percepción de la salud de una persona, así atenderá mejor o no al paciente, incluso si se trata de nuestro propio hijo.

    La mayor o menor preocupación por otra persona viene determinado por factores como las experiencias previas, la salud general del paciente, las veces que se haya puesto malo antes,…, factores que determinan la percepción de la salud.

    Percepción de la salud

    Cualquiera que haya tenido un hijo o un sobrino cerca, sabe que los padres se preocupan mucho más por la salud de su primer hijo que por la del resto. Esto es, cuando es una situación nueva, de fiebres, paperas,… los padres no saben cómo reaccionar y buscan rápidamente ayuda de algún familiar, o de la asistencia sanitaria.

    Cuando los mismos síntomas se dan en el segundo hijo, o en el tercero,… , los padres que ya saben qué consecuencias tiene y cómo intervenir adecuadamente están más calmados y no tan preocupados por la salud de menor.
    Son muchas las afecciones por las que puede pasar un pequeño, de ahí que haya la especialidad de pediatría e incluso en el ámbito psicológico, la de psicología infantil.

    A pesar de lo cual, la mayoría de los pequeños van pasando todos por las mismas etapas y similares problemas de salud, por lo que los padres aprenden a valorar adecuadamente lo que es un verdadero riesgo para la salud del menor, de un simple refriado, o unas flemas, pero ¿Tienen los padres la misma percepción de la salud de sus hijos?


    Xm8vxbYTNsA https://youtu.be/Xm8vxbYTNsA

    Epilepsia Infantil

    Esto es precisamente lo que trata de investigar desde la Universidad Internacional de Sheffield (Grecia) y la Universidad Europea de Tirana (Albania) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Health Psychology Research.
    En el estudio participaron 102 adultos, 51 padres y 51 madres, progenitores de 51 niños que sufrían epilepsia infantil entre los 6 a 12 años.
    A todos los adultos se les administró por separado un cuestionario para la evaluación de la salud percibida de su hijo, denominado HRQoL questionarie. Cuestionario que contempla ítems para evaluar cinco factores, Interpersonal, Preocupaciones futuras, Preocupaciones presentes, Intrapersonal y Secreto.
    La dimensión Interpersonal hace referencia a las consecuencias sociales del padecimiento del menor, especialmente con respecto a su nivel de amistad y compañerismo.
    Las dimensiones Preocupaciones presentes y futuras hace referencia a preocupaciones sobre conductas que no podrá realizar, como conducir, o que se podrá hacer daño,…
    La dimensión Intrapersonal hace referencia a problemas de manejo emocional, atención o memoria.
    La dimensión Secreto hace referencia a la disposición del menor de compartir sus miedos, inquietudes y preocupaciones por las consecuencias de la enfermedad.
    Igualmente se tomaron datos sociodemográficos, de los padres, edad, género y nivel educativo.
    Los resultados muestran una mayor puntuación de los hombres frente a las mujeres en cuanto a el factor Interpersonal, mientras que las mujeres puntuaron más alto en la dimensión Interpersonal frente a los hombres; aunque ninguna de estas diferencias, resultaron estadísticamente significativas. Igualmente, las variables sociodemográficas no mostraron provocar diferencias en cuanto a los resultados de los participantes.

    Relación padres hijos

    Hay que tener en cuenta que, tal y como dicen los autores del estudio, la población albana se caracteriza por un modelo de familia compuesto por un hombre y una mujer, por lo que se requiere de nueva investigación para poder conocer este fenómeno en otros modelos familiares, e igualmente compararlo con las familias monoparentales, para saber si encargarse a solas de la crianza del menor, mantiene o varía el nivel de preocupación por su salud.
    También, el haber seleccionado un problema de salud tan grave como la epilepsia infantil, no permite realizar generalizaciones de los resultados ante cualquier tipo de afección del menor y la percepción de sus progenitores.

    Si los resultados se mantienen, añadiendo las investigaciones especificadas anteriormente, se puede concluir que no existen diferencias entre padres y madres a la hora de preocuparse por la salud de sus hijos, ya que tienen la misma percepción sobre la salud, y por lo tanto, similar nivel de preocupación.

  • ¿Qué papel juegan los padres ante la actitud desafiante de los hijos?

    ¿Qué papel juegan los padres ante la actitud desafiante de los hijos?

    En ocasiones la actitud desafiante de los hijos va más allá de un comportamiento caprichoso, con rabietas y enojo, pudiendo desencadenar en un Trastorno.
    El Trastorno de oposición desafiante es uno de los problemas más importantes dentro de las escuelas, ya que los menores no suelen atender a las demandas propias de la institución, llegando a perturbar el normal desarrollo de las clases.

    actitud desafiante de los hijos

    Muchos son los problemas de comportamiento que se pueden presentar en la infancia y en la adolescencia, pero quizás el más grave de ellos es el Trastorno de oposición desafiante. Un trastorno escasamente diagnosticado, y en el cual los padres y profesores llegan a sufrir bastante debido a que no entienden lo que le pasa el menor y, sobre todo, porque no saben cómo manejar la situación adecuadamente.
    El Trastorno de oposición desafiante se define como por un comportamiento disruptivo caracterizado por altos niveles de hostilidad que se traducen en insultos, agresiones, con actitudes desafiantes especialmente dirigidas hacia las figuras de autoridad, ya sean estos los padres o los profesores en el ámbito educativo. Además, se muestra vengativo, susceptible a la opinión de los demás, echando la culpa de todo lo que hace a otros, y con brotes de ira.
    Eso hace que el pequeño rápidamente pierda las amistades, debido a que continuamente está “metiéndose” con ellos, perdiendo el cariño y la atención de los adultos, debido a su difícil carácter. Un trastorno que a pesar de ser escasamente diagnosticado afecta a cerca de uno de cada cinco niños, y que si no se trata correctamente puede convertirse en un trastorno de personalidad antisocial de adulto.
    Hay que tener en cuenta que este trastorno se puede presentar además junto con otros como es en el caso del Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. En estos casos, el diagnóstico es fundamental para establecer el diagnóstico entre ambos, y para poder diseñar el tratamiento más oportuno para el menor, pero ¿Qué papel juegan los padres ante la actitud desafiante de los hijos?


    https://youtu.be/3vm8HCpv9XU

    Trastorno de oposición desafiante

    Esto es precisamente lo que trata de investigar desde la Universidad de Ahvaz y la Universidad de la ciudad de Shadegan (Iran) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Indian Journal of Fundamental and Applied Life Sciences.
    En el estudio participaron 50 alumnos, extraídos al azar entre los estudiantes varones de quinto grado matriculados entre 2014 y 2015 en la ciudad de Shadegan.
    A todos ellos se les administró una prueba estandarizada para comprobar su nivel de actitud desafiante mediante el Oppositional Defiant Questionnaire (ODD), el cual proporciona una puntuación entre 0 y 54, entendiendo que existe presencia de actitud desafiante a partir de obtener 20 puntos o más, siendo más severo a medida que la puntuación alcanzada es más próxima a 54.
    Igualmente, y para evaluar el modelo parental de relación con el pequeño se evaluó con el Baumrind parenting scale el cual fue respondido por las madres de los estudiantes, el cual permite separar entre tres modelos diferentes, el permisivo, el autoritario y el razonable.
    Ambos resultados se analizaron para observar si existían relaciones significativas entre el tipo de estilo parental y la presencia de actitud desafiante en los pequeños.
    No se obtuvieron resultados significativos en cuanto a la relación de la de actitud desafiante con los estilos permisivo y razonable, pero sí con el estilo autoritario. Esto es, a mayor presión autoritaria ejercida por los padres, mayor probabilidad de que exista una de actitud desafiante en los pequeños.

    Trastorno negativista, desafiante por oposición

    Hay que tener en cuenta las características poblaciones y la idiosincrasia de la cultura iraní, por lo que las conclusiones deben de ser refutadas por nuevas investigaciones en otras poblaciones para poder llegar a una conclusión al respecto.
    Igualmente, al incluir sólo a niños y no a niñas en el estudio, hace que las conclusiones sólo se puedan aplicar a este género, necesitándose de nueva investigación que incluya también a niñas para establecer si existen diferencias entre ambos grupos.
    Además, el fijarse en un solo rango de edad, lo alumnos de quinto grado, hace que no se pueda conocer cómo va evolucionando estas relaciones significativas, si se mantienen en el tiempo o no, por lo que se precisa de estudios longitudinales, con evaluaciones en distintos momentos temporales para poder concluir al respecto.
    A pesar de las limitaciones anteriores, el encontrar esta relación significativa entre el estilo autoritario y la actitud desafiante en los pequeños, hace que se tenga que replantear la terapia tal y como ahora mismo se contempla, “tratando” al pequeño.
    Una terapia familiar en que también se trabaje el estilo parental parece más de acorde según estos resultados, de forma que se logre la “normalización” del pequeño, dentro de un ambiente permisivo o razonable, con lo que evitar las consecuencias negativas de este trastorno, y lo más importante, atajarlo para que no se convierta en la edad adulta en un trastorno de personalidad antisocial que es mucho más difícil de tratar.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario y ofrecer servicios personalizados. Al continuar navegando en este sitio, aceptas el uso de cookies. Puedes obtener más información y configurar tus preferencias en nuestra   Política del Sitio.

error: Content is protected !!