Entrevista completa a D. Ricardo López Pérez, Research & Development Manager at IMMUNOSTEP, quien ofrece una panorámica general de los avances que se han realizado en los últimos años tanto en la detección como en el tratamiento del cáncer.
– ¿Qué es IMMUNOSTEP y cuál es su objetivo?
IMMUNOSTEP es un empresa dedicada al desarrollo, producción, purificación y marcaje de anticuerpos monoclonales y policlonales, para su utilización en distintas técnicas de diagnóstico In Vitro principalmente para citometría de flujo en el área de oncología. También ofrece una gama de servicios de desarrollo de hibridomas (células productoras de anticuerpos) para centros de investigación y empresas.
La compañía ha desarrollado una plataforma de producción de anticuerpos que le permite ahorrar tiempo, inversión en mano de obra y reducir el gasto de material fungible.
– ¿Cómo surge IMMUNOSTEP y qué servicios ofrece?
Immunostep surge como una spin off de la Universidad de Salamanca (USAL), fruto del trabajo de cuatro estudiantes y el apoyo del director del servicio de citometría de flujo de la USAL el Dr. Alberto Orfao. La sociedad inició actividad en septiembre de 2001 y fue el proyecto piloto de lo que hoy es el programa Galileo, destinado a la creación de empresas dentro de la universidad.
La idea era desarrollar anticuerpos monoclonales para su uso por citometría de flujo. En este sentido tuvimos la oportunidad de licenciar hibridomas productores de anticuerpos frente a antígenos leucocitarios humanos desarrollados por investigadores pertenecientes al CSIC y la UAM. De esta manera y en relativamente poco tiempo disponíamos de un completo catálogo para el inmunofenotipaje de enfermedades oncohematológicas principalmente.
Los productos y servicios que ofrece son: producción, purificación y marcaje de anticuerpos monoclonales (AcMo) de primera generación, para su utilización en el diagnostico in vitro en el área de oncología. Prestación de servicios de desarrollo de AcMo para grupos de investigación y empresas. I+D: desarrollo de anticuerpos monoclonales de segunda generación o anticuerpos recombinantes (AcR) destinados al diagnostico in vivo y a la terapia oncológica.
– ¿Qué son los anticuerpos monoclonales y cuál es su aplicación en el tratamiento del cáncer?
Anticuerpos monoclonales. Cuando el sistema inmunológico del cuerpo detecta antígenos (sustancias nocivas, como bacterias, virus, hongos o parásitos) produce anticuerpos (proteínas que combaten la infección). Nuestro organismo produce una enorme variedad de anticuerpos para ser capaz de interaccionar con prácticamente todo posible patógeno. Los anticuerpos tienen dos características muy útiles. En primer lugar, son extremadamente específicos, es decir, cada anticuerpo se une y ataca un único antígeno. En segundo lugar, algunos anticuerpos, una vez activados por la presencia de la enfermedad, continúan confiriendo resistencia contra esa enfermedad; ejemplos clásicos son los anticuerpos de las enfermedades de la infancia.
Las células cancerosas derivan de células normales y por esa razón frecuentemente no son detectadas por nuestro sistema inmune, permitiéndoles proliferar. Sin embargo, es posible seleccionar en el laboratorio anticuerpos monoclonales (mAbs) que diferencian las células cancerosas de entre el resto de las células del organismo y desarrollar estos mAbs como medicamentos anticancerosos.
Los anticuerpos monoclonales fabricados en un laboratorio cuando se les da a los pacientes, funcionan como los anticuerpos que el cuerpo produce naturalmente. Los anticuerpos monoclonales actúan al atacar las proteínas específicas que se encuentran en la superficie de las células cancerosas o las células que apoyan el crecimiento de las células cancerosas. Cuando los anticuerpos monoclonales se unen a una célula cancerosa, pueden lograr los siguientes objetivos:
– Permitir al sistema inmunológico destruir la célula cancerosa. El sistema inmunológico no siempre reconoce las células cancerosas como dañinas. Para que al sistema inmunológico le resulte más fácil encontrar y destruir las células cancerosas, un anticuerpo monoclonal puede marcarlas o etiquetarlas uniéndose a partes específicas de las células cancerosas que no se encuentran en las células sanas.
– Evitar que las células cancerosas proliferen rápidamente. Las sustancias químicas del cuerpo, llamadas factores de crecimiento, se unen a los receptores en la superficie de las células y envían señales a las células para que crezcan. Algunas células cancerosas realizan copias adicionales del receptor del factor de crecimiento, lo que hace que crezcan con mayor rapidez que las células normales. Los anticuerpos monoclonales pueden bloquear estos receptores y evitar que llegue la señal de crecimiento.
– Aplicar radiación directamente en las células cancerosas. Este tratamiento, llamado radioinmunoterapia, utiliza anticuerpos monoclonales para aplicar la radiación directamente en las células cancerosas. Al unir las moléculas radiactivas a los anticuerpos monoclonales en un laboratorio, es posible aplicar dosis bajas de radiación específicamente en el tumor y sin afectar las células sanas. Ejemplos de estas moléculas radiactivas incluyen ibritumomab tiuxetan (Zevalin) y tositumomab (Bexxar).
– Diagnosticar el cáncer. Los anticuerpos monoclonales que transportan partículas radioactivas también pueden ayudar a diagnosticar algunos tipos de cáncer, como el colorrectal, el de ovario y el de próstata. Cámaras especiales identifican el cáncer y muestran en qué parte del cuerpo se acumulan las partículas radiactivas. Además, un patólogo (un médico especializado en interpretar análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades) puede utilizar los anticuerpos monoclonales para determinar el tipo de cáncer que puede tener un paciente después de que se le haya extraído tejido durante una biopsia. En este último apartado en donde se mueve IMMUNOSTEP.
– Transportar medicamentos potentes directamente en las células cancerosas. Algunos anticuerpos monoclonales transportan otros medicamentos para el cáncer directamente a las células cancerosas. Cuando el anticuerpo monoclonal se une a la célula cancerosa, el tratamiento del cáncer que transporta ingresa en la célula, lo que causa su muerte sin dañar otras células sanas. Brentuximab vedotin (Adcetris), un tratamiento para ciertos tipos de linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin, es un ejemplo.
Otros anticuerpos monoclonales aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE. UU. utilizados para tratar el cáncer incluyen los siguientes: Bevacizumab (Avastin), Alemtuzumab (Campath), Cetuximab (Erbitux), Trastuzumab (Herceptin), Rituximab (Rituxan), Panitumumab (Vectibix) y Ofatumumab (Arzerra).
Son permanentes los estudios clínicos de anticuerpos monoclonales para diversos tipos de cáncer.
Aunque los anticuerpos monoclonales se consideran un tipo de inmunoterapia, también se los clasifica como un tipo de tratamiento dirigido (un tratamiento que ataca aquellos genes o proteínas defectuosos que contribuyen al crecimiento y desarrollo del cáncer).
– ¿Qué avances se han realizado en los últimos años en la detección del cáncer?
Sobre todo se ha avanzado mucho en el campo de la detección temprana o diagnóstico precoz. Cuando esto ocurre, es mucho más fácil luchar contra el tumor ya que generalmente suele estar localizado. Ejemplos como las mamografías periódicas, las colonoscopias a partir de los 50 años y los análisis de sangre para detectar cáncer de próstata también a partir de esa edad son las principales medidas encaminadas a la detección precoz, lo que salva muchas vidas.
– ¿Qué avances se han realizado en los últimos años en el tratamiento del cáncer?
Los avances más significativos en el tratamiento del cáncer es que se han conseguido diseñar fármacos más eficaces y menos tóxicos que permiten la poliquimioterapia sin comprometer excesivamente la vida del paciente. Los tratamientos se pueden dar durante más tiempo, en mayor dosis y combinados, permitiendo con ello y tratamiento más agresivo y eficaz aportando una mejora considerable en la calidad de vida del paciente, así como en la supervivencia de los mismos.
Se está trabajando mucho en el campo de la medicina especializada. Suele decirse que no hay enfermedades, sino que hay enfermos. En el caso del cáncer esto es más evidente porque cada paciente es diferente a otro. Dos cánceres de colon no son iguales, genéticamente son diferentes. La medicina personalizada es dar a cada paciente el mejor tratamiento contra su tumor individual con tres objetivos: disminuir recaídas, que sea menos tóxico y que sea más lo más eficaz posible. Por ello, lo que antes era un tipo de cáncer, ahora es un grupo de tumores con características diferentes produciéndose de esta manera subclasificaciones que derivan en distintos protocolos de tratamientos. Se intenta avanzar en esta línea más profundamente. Por eso, se habla de incorporar la tecnología de secuenciación o tecnología de análisis masivo de genes implicados en el crecimiento tumoral. Se trata de analizar el contenido genético de cada tumor para darle los fármacos adecuados que puedan neutralizar las alteraciones genéticas que tiene la célula tumoral de un paciente determinado y para dos pacientes diferentes habrá dos tratamientos diferente.
– ¿Existe un gen causante del cáncer?
No. Si así fuera sería todo más fácil. Lo que existen son errores que se acumulan en los genes que todos tenemos. De hecho cada tipo o subtipo de cáncer tiene los suyos propios y a medida que se avanza en las investigaciones se van encontrando más diferencias entre un tumor y otro. Para que se desarrolle un tumor se han de dar muchas circunstancias juntas ya que lo normal es que las células se mueran cuando acumulan estos errores, encaminándose a lo que se denomina el suicidio celular o apoptosis. Pero a veces ocurre que la apoptosis no se da y hace que las células se hagan inmortales y se dividan descontroladamente. Además sabemos que las células tumorales se adaptan mejor a condiciones hostiles lo que les permite migrar de su localización inicial a otras localizaciones ajenas a su estirpe celular (metástasis). Existe una compleja interacción entre la célula tumoral y su entorno que favorece el crecimiento de ésta y es uno de los campos de investigación en los que se está avanzando notablemente. Bloquear esa interacción, podría suponer bloquear al propio tumor.
– ¿Por qué ha sido tan controvertida la investigación con células madres?
Básicamente radica en el origen de las investigaciones de las mismas. El origen inicial de las células madre era de origen embrionario. Es la misma controversia que actualmente se da entre partidarios y detractores del aborto. A día de hoy, las células madre se obtienen de otras fuentes no embrionarias como la desdiferenciación celular y la reprogramación celular con lo que la controversia debería desaparecer.
Aún así, siempre habrá controversia ya que la investigación con células madre podría permitir una vía potencial para la clonación de seres humanos.
– ¿Qué aportaciones ha permitido el estudio con células madres?
En los últimos años se ha producido un extraordinario avance en los conocimientos relacionados con diferentes ramas biomédicas, entre ellas, la biología celular, lo que ha dado un notable impulso a una nueva rama de la medicina denominada Medicina regenerativa. Esta disciplina médica se ha basado fundamentalmente en los nuevos conocimientos sobre las células madre y en su capacidad de convertirse en células de diferentes tejidos. Por ello, si logramos controlar este proceso de diferenciación y derivar de forma estable las células hacia la regeneración de tejidos u órganos nos encontraremos ante el final de muchas enfermedades o trastornos. Los modelos de biología del desarrollo ayudan a investigar a los expertos sobre nuevos retos.
En el campo del cáncer permitirán conocer con precisión los mecanismos por los cuales una célula normal se convierte en tumoral.
– ¿Se está ahora más cerca de conseguir la cura del cáncer?
Si. Cada avance, cada estudio es un paso más o menos grande hacia ese objetivo. Lo que hay que tener en cuenta es que el cáncer no es una única enfermedad sino un enorme grupo de ellas. Por eso habrá que ir dando pasos en cada tipo o subtipo y por ello se encontraran curas antes en unos tumores que en otros. Lo que se está consiguiendo es que el cáncer se convierta en una enfermedad crónica y en mi opinión creo que eso será lo que primero ocurra. La gente tendrá una enfermedad de la cual tendrá que tratarse el resto de su vida manteniendo una buena calidad de vida. Son las consecuencias de cada vez vivir más años. Está demostrado que no ha aumentado la incidencia de cáncer ni en los países occidentales ni en los países en desarrollo, pero sí aumenta la edad de la población y sabemos que el cáncer es más frecuente en personas mayores. En global no hay más cáncer. Simplemente, la población envejece más y el cáncer se diagnostica mejor.
– ¿Cuáles son las principales dificultades que existe para el tratamiento del cáncer?
Desgraciadamente, las económicas. La detección precoz parte de la premisa de hacer análisis rutinarios como las mamografías, colonoscopias… etc. a la población antes de que las enfermedades puedan aparecer y con una periodicidad aceptable para que en el caso de que aparezca un tumor este no esté muy avanzado. Sin embargo, cada vez se está retrasando más la edad de los considerados grupos de riesgo, en mi opinión, por simplemente cuestiones económicas. Además, aunque pueda parecer que todo el mundo tiene acceso a los últimos avances, eso no es así. El desarrollo de fármacos es un proceso muy costoso y largo en el tiempo por lo que los costes de los nuevos medicamentos se disparan considerablemente. No todos los países pueden estar a la última en terapia oncológica. Además, se invierte muy poco en investigación de forma generalizada.
– ¿Cuáles son los logros alcanzados por IMMUNOSTEP?
Nuestra labor trasciende al desarrollo de anticuerpos monoclonales. Immunostep persigue colaborar en la lucha contra el cáncer desde la investigación, el desarrollo, la producción y la comercialización de herramientas dirigidas principalmente al diagnostico de hemopatías malignas y a la investigación de la biología y clínica del cáncer. En este contexto y si nos centramos en qué productos tenemos en el mercado, nuestra principal línea de negocio son los reactivos para diagnostico e investigación por citometría de flujo, entre ellos los anticuerpos monoclonales frente a antígenos leucocitarios humanos. Pero también tenemos reactivos para detección de apoptosis, para análisis de ADN y ciclo celular, soluciones de fijación/permeabilización celular y estabilizantes para sangre periférica, médula ósea y líquido encefalorraquídeo.
Tenemos presencia en un buen número de país a través de nuestros distribuidores. Nuestro catálogo de productos está presente en países como Alemania, Italia, Reino Unido, Grecia, Brasil, Grecia o India entre otros.
– ¿De dónde obtienen la financiación?
En la actualidad estamos participados por Unirisco Galicia SCR e I+D Unifondo, un fondo de riesgo gestionado por UNINVEST. De manera significativa y para inversiones y proyectos de I+D, recurrimos a la ADE Inversiones y Servicios de la JCyL, que siempre ha apoyado nuestras iniciativas a través desde sus planes y líneas de ayuda para empresas. Además, hemos participado de diferentes programas nacionales.
– ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro por IMMUNOSTEP?
Queremos seguir creciendo y si es posible más rápidamente que en el pasado. Estamos apostando muy fuerte para aumentar el número y calidad de nuestros desarrollos y en consecuencia de nuestra propiedad industrial. Trabajamos para licenciar algunos de nuestros desarrollos con compañías de carácter multinacional con mayor capacidad de explotación y comercialización de los desarrollos.
Desde aquí mi más sincero agradecimiento por las respuestas contestadas sobre uno de los temas más delicados en cuanto a la salud se trata, el cáncer.