Categoría: Psicopedagogia

Temática de la Psicopedagogia

  • ¿Sabes que el estilo educativo de los padres afecta al pequeño?

    ¿Sabes que el estilo educativo de los padres afecta al pequeño?


    Un nuevo estudio relaciona los problemas de ludopatía con la violencia familiar, lo que va a tener consecuencias en los más pequeños.

    El papel de la familia

    La familia juega un papel fundamental en el surgimiento y mantenimiento de rasgos asociados a la agresividad, tanto desde la trasmisión genética con una predisposición a mayores niveles de testosteronas, como por la socialización que se recibe. El modelo de crianza en cuanto a establecimiento o no de normas de conducta y el afecto mostrado, va a ser fundamental para los pequeños.
    Cada familia desarrolla lo que se denomina un estilo educativo en que se fijan las bases de cómo relacionarse y educar al menor, que fundamentalmente se pueden dividir en cuatro:

    Estilo Democrático, donde existe una buena comunicación y afecto entre los miembros de la familia, fijándose de forma clara las normas de conducta y sus consecuencias, sirviendo como guías de comportamiento, siendo estas flexibles y adaptables a las circunstancias concretas.

    Estilo Permisivo, caracterizado por altos niveles de afectividad y comunicación familiar, pero con escaso o nulo establecimiento de normas y reglas a cumplir, aceptando cualquier demanda de los hijos sin ningún tipo de imposición.

    Estilo Autoritario, donde se dan altos niveles de control y exigencia, con normas estrictas y poco flexibles, con un bajo nivel de comunicación y afecto entre sus miembros. Las normas son restricciones a acatar sin posibilidad de “negociar” ni adaptar a las circunstancias concretas del momento, llegando incluso a emplear el castigo físico o verbal.

    Estilo Negligente o Indiferente, donde se da una baja expresión de comunicación y afectos dentro de la familia, con nula aplicación de normas y límites, caracterizado por unos padres fríos y distantes que no atienden a las necesidades de los hijos.


    Vídeo Recomendado: jWrFu2RRwxQ

    Consecuencias de los Modelos educativos en la familia

    Cada uno de estos modelos va a promover un determinado comportamiento por parte del menor, lo cual no indica que esté establecida de ésta forma su conducta futura, pero sí va a tener cierta “tendencia” por su aprendizaje en las primeras etapas de la vida.

    Estilo Democrático, proporciona mejor desarrollo de habilidades comunicativas y sociales, identificando y expresando correctamente sus necesidad y requerimientos, con un adecuado autocontrol y motivación hacia las actividades que suponen una superación personal.

    Estilo Permisivo, en donde los pequeños aprenden a hacer lo que quieren, sin ningún límite, lo que facilita las conductas impulsivas, con baja competencia comunicativa y de habilidades interpersonales, con pobre autocontrol y tendencia a no respetar las normas sociales.

    Estilo Autoritario, los pequeños puede crecer con miedo, desarrollando una actitud de sumisión y obediencia a la autoridad, con baja competencia social y de desarrollo de habilidades de comunicación, para expresar sus propias inquietudes y sentimientos, lo que en algunos casos va a fomentar cierto grado de ira y agresividad contenida, mostrándose tímido ante los demás. Lo que en la adolescencia puede desembocar en rebeldía y conductas antisociales.

    Estilo Negligente o Indiferente, provoca baja autoestima en los pequeños, con escasas habilidades comunicativas y de relación interpersonal, y con poco control de sus emociones


    El mejor estilo educativos en la familia

    El estilo educativo de los progenitores, va a influir en la experiencias tempranas de los pequeños, esto va a formar su manera de pensar y de ver el mundo, es por ello, que cuando dentro de una familia existe un problema en uno de sus miembros, va a afectar al resto.  Así lo ha constatado un reciente estudio realizado por la Melbourne University (Australia) publicado en el Asian Journal of Gambling and Public Health quienes ha encontrado una estrecha relación entre tener uno de los miembros de la pareja con problemas de ludopatía con un mayor nivel de violencia intrafamiliar.
    El estudio se realizó durante un año con 120 participantes, que tenían problemas clínicos de dependencia al juego, observándose cuántos casos de violencia intrafamiliar se producían.
    Comprobaron cómo más de la mitad de los participantes, informaron haber tenido casos de violencia. Cuando se les entrevistó en profundidad, ellos explicaron que la frustración que tenían cuando no ganaban en el juego, lo «pagaban» luego con los restantes miembros de su familia.
    De lo que se deduce, que cuando existe un problema dentro de la familia se trate de buscar ayuda profesional lo antes posible, para no afectar al resto de los miembros, sobre todo a los más pequeños, ya que al estar en un periodo de formación, aprenden conductas de comportamiento agresivas que condicionará  su vida.

  • Niño Rico – Niño Pobre y sus consecuencias en el desarrollo lingüstico

    Niño Rico – Niño Pobre y sus consecuencias en el desarrollo lingüstico


    Todos vemos necesario alimentar y cuidar a nuestros hijos, ofreciéndoles lo mejor que podemos, ¿pero nos preocupamos de su desarrollo lingüístico?

    Desarrollo del lenguaje

    Desde los origines de la Psicología de la Educación, se planteó la necesidad de una correcta estimulación en función de la edad, de ahí la importancia de las aportaciones como la de Jean Piaget, quien describió cuatro grandes etapas del desarrollo cognitivo, la etapa sensoriomotora, que abarca desde el nacimiento hasta los 2 años; la etapa preoperacional, que va desde los 2 a los 7 años, la etapa de las operaciones concretas, de 7 a 12 años y la etapa de operaciones formales, a partir de los 12 años en adelante.
    Un reciente estudio realizado por la Stanford University y publicado en Developmental Science analiza las habilidades lingüísticas dentro de la primera etapa de Piaget, la sensoriomotora,  caracterizada por primar la estimulación sensorial y la capacidad de interactuar con su medio ambiente a través de los sentidos, pero también es en donde se sientan las bases de la comunicación lingüística.



    Etapas sobre el lenguaje

    El desarrollo del lenguaje va progresivamente mejorando con la práctica, desde las primeras sílabas pronunciadas sobre los primeros 6 meses, pasando por las primeras palabras sobre los 11 o 12 meses, hasta llegar a los 18 meses donde se manejan con soltura una docena de palabras empezando a formar frases con sentido complejo.
    Es precisamente en ésta última edad, donde se han fijado los investigadores, para analizar el efecto de la clase social sobre el lenguaje, partiendo de resultados previos que informaban sobre la necesidad de la correcta estimulación por parte de los cuidadores para proporcionar suficiente experiencia lingüística sobre la que cimentar el lenguaje del pequeño.
    Las conclusiones a las que llegaron son claras, los niños de padres ricos obtuvieron mejores resultados en una prueba lingüística creada para éste estudio, comparado con hijos de padres «pobres». Una de las debilidades de éste estudio es que no concreta qué se entiende por pobre o rico, ni cuál sería el límite que separa ambas condiciones, ya que únicamente se han seleccionado a los participantes según la localización de su vivienda, así los ricos eran los que vivían cerca de la Universidad de Stanford mientras que los pobres eran los que vivían en los pueblos de las afueras.


    Investigación sobre el lenguaje

    Como a los 18 meses no se le puede preguntar al pequeño para evaluar su capacidad lingüística, debido a sus limitaciones en cuanto al número de palabras y estructuras que puede conformar, se realizó un diseño donde se le pedía al menor que mirase al dibujo de la palabra que escuchaba, para eso se le presentaban dos imágenes en cartulinas separadas, y una voz grabada que indicaba el nombre de uno de los dibujos, y el pequeño no debía de hacer más que mirar a la imagen «correcta». Todo ello grabado con videocámara, lo que luego fue analizado para comprobar cuánto tiempo empleaba en mirar a la opción correcta. Observando cómo tardaban sustancialmente más aquellos pequeños cuyo estatus social era más bajo que los otros de clase alta.
    Lo que se interpreta, como que el tiempo que dedican los progenitores de las clases más desfavorecidas, es menor y de peor calidad a la hora de estimular lingüísticamente a sus hijos, lo que provoca éste retraso en comparación con los que reciben mayor estimulación que son los de clase alta.
    Ésta prueba se volvió a realizar con los mismos pequeños seis meses después, para comprobar si los efectos del «retraso» mostrado por el grupo de hijos de progenitores «pobres» se mantenía en el tiempo.
    Los nuevos datos mostraron mejores niveles lingüísticos, a pesar de lo cual seguían produciéndose diferencias significativas entre los hijos de los pobres con respecto a los hijos de los más pudientes.
    Éste estudio se ha tratado de hacer en España, y no se han obtenido los mismos resultados, no encontrándose diferencias entre las habilidades lingüísticas de los pequeños en función del estatus de sus progenitores.
    La conclusión a la que llega el estudio, es que es necesario una estimulación enriquecida, en cuanto a proporcionar experiencias lingüísticas, para que el pequeño vaya adquiriendo nuevo vocabulario con lo que desarrollar un lenguaje adecuado de mayor.

    Si bien el desarrollo de los pequeños parece «programado» por la naturaleza, todo lo que se pueda hacer por parte de sus progenitores, para estimular adecuadamente dicho desarrollo, le va a beneficiar tanto en la formación de nuevas estructuras lingüísticas, como en la consolidación con nuevos aprendizajes.

  • Efectos psicosomáticos del Bullying escolar

    Efectos psicosomáticos del Bullying escolar

    El Bullying es una de las situaciones más difíciles que puede vivir un pequeño fuera del ámbito familiar, y origen de enfermedades psicosomáticas.

    Acoso escolar

    Los pequeños en ocasiones están expuestos a situaciones de estrés que «les supera» como es en el caso del Bullying o Acoso Escolar donde uno de sus compañeros o un grupo de ellos le hacen «la vida imposible», con conductas que tratan de humillarlo y minar su autoestima, todavía en formación.
    Éste estrés producido por el continuo acoso, va a tener una serie de consecuencias en el menor, como va a ser una reducción de la autoestima lo que va a afectar a su estado de ánimo, el rendimiento escolar,… , además puede llegar a desencadenar en trastornos psicosomáticos.
    Éstos son manifestaciones físicas de enfermedad producido por conflictos internos, los cuales van a ir cambiando en función de la edad:
    – En los más pequeños, de 0 a 6 meses, se restringe prácticamente al área de la alimentación, con cólicos, vómitos e incluso anorexia, además puede ir acompañado de insomnio (área neurológica) y atopías (área dermatológica).
    – De 6 a 12 meses, el área de la alimentación cambia hacia las diarreas rebeldes, colitis ulcerosas, rumiaciones o mesmerismo; incorporándose el área de la respiración con asmas y espasmos de sollozo.
    – En la infancia (más de 12 meses) y la adolescencia, se mantienen las afecciones del área de la respiración, cambiando en el área de la alimentación a anorexia y bulimia, obesidad, ulcus, caprichos alimenticios o abdominalgia; ampliando el abanico en el área neurológico con algias, migrañas, y síntomas de Gilles de Tourette; y mostrando nuevas patologías, como en el área endocrino, con retraso psicógeno del crecimiento o diabetes; el área de la excreción, con enuresis, estreñimiento, encopresis o megacolón; y en el área de la dermatología con alopecias, psoriasis, tricotilomanía, acné, dermatitis o puritos.
    Como se puede observar a medida que crece la persona, se va ampliando la variedad de síntomas psicosomáticos que puede experimentarse, algunos autores lo explican debido a un mejor conocimiento del esquema persona de nuestro propio cuerpo y por tanto, en un mayor dominio de él.
    A pesar de estas diferencias, entre los signos expresados en edades más tempranas o en la adolescencia, el origen del mismo sigue siendo idéntico, atribuyéndose a:
    – un conflicto interno entre pulsión y conciencia, defendido por el psicoanálisis.
    – una carencia afectiva en los primeros años de vida, más allá de recibir los cuidados y atenciones debidos.
    – un reflejo de una personalidad tipo C de la madre, que va a conformar la del pequeño.
    – un reflejo de la conflictividad externa que se “proyecta”, debido a un ambiente inadecuado.



    Bullying escolar

    Es precisamente en éste último punto donde se enmarcaría el Bullying o Acoso Escolar, es decir, los efectos psicosomáticos producidos antes un medio ambiente inadecuado, así lo afirma un reciente estudio de la Università di Padova (Italia) en el que se publicado en Pediatric. Los autores realizaron un meta-análisis con 30 estudios previos extraídos de 119 publicaciones científicas sobre los efectos psicosomáticos del Bullying. Las conclusiones del estudio informan de los resultados claros sobre los efectos en la salud comparando a los niños y niñas acosados por sus iguales frene a otros pequeños de la misma edad.

    Consecuencia acoso

    Un dato curioso de éste estudio es que los efectos en el tiempo son menores en las niñas frente a los niños, aunque no especifica claramente cuáles pueden ser los motivos de estas diferencias, el prematuro desarrollo de capacidades lingüísticas y comunicativas pueden proporcionarle herramientas adecuadas para poder «quejarse» a los adultos de la situación de acoso, y contar un mayor grupo de apoyo que los niños de su misma edad.
    Recordar que los trastornos psicosomáticos surgen inicialmente cuando la persona no es capaz de poner palabras y expresar aquello que siente y que le está provocando gran tensión, y es el cuerpo el que se expresa y «comunica».
    Los síntomas más habituales que puedan surgir en éstos pequeños que sufren acoso escolar son, dolores de cabeza difusos, pérdida de apetito, dolor abdominal y eneuresis (micciones nocturnas).




  • ¿Afecta la familia a las enfermedades?

    ¿Afecta la familia a las enfermedades?


    La familia es un gran apoyo para los más pequeños, sobre todo cuando éstos sufren algún tipo de enfermedad, pero ¿cuál es su papel en el origen?

    La importancia de la familia

    Desde la Psicología Clínica, para el estudio de la base genética de las enfermedades mentales, se emplea la observación de los caracteres intrafamiliares, esto es, comprobar si algún familiar, ascendente o descendiente tenía la misma alteración médica, además del análisis de gemelos y mellizos, así como la comparación entre hijos biológicos y adoptados dentro de la misma familia.
    En el primer caso, hay que indicar cuál es la diferencia existente entre gemelos y mellizos, aunque ambos nazcan durante el mismo parto, los gemelos tienen igual carga genética ya que proceden de un sólo óvulo (monocigóticos), mientras que los mellizos, tienen distintas carga genética ya que proceden de dos óvulos distintos (dicigóticos). Gracias a estos estudios, se puede comprobar la mayor o menor influencia del componente genético en aspectos como la personalidad, el carácter y la forma de ser.



    Familia e hijos

    En caso del estudio de los hijos “naturales” frente a los adoptados, se analiza la incidencia de las enfermedades mentales, así si dos pequeños de una familia muestran la misma enfermedad cuando uno de ellos es adoptado, se puede descartar la causa genética de la misma, siendo la única explicación posible de base ambiental, es decir, hay algo que ambos comparten, ya sea la familia, la escuela, el barrio… que hace que los dos sufran el mismo trastorno psicológico a pesar de provenir de padres y madres diferentes.
    También, utilizando éste mismo paradigma se ha estudiado, si hermanos dados en adopción y viviendo en familias diferentes exhiben los mismos trastornos psicológicos, lo que sería un apoyo para la explicación genética en la base de dicho trastorno.
    Aunque existen pocos casos analizados, el mejor estudio proviene de una combinación de los dos anteriores, esto es, analizar la salud física y mental, así como los caracteres de personalidad que muestran gemelos monocigóticos que han sido separados desde el nacimiento y han vivido en ambientes totalmente diferentes.
    Todo ello para estudiar qué peso tenía la genética frente al componente ambiental (aprendizaje directo y observacional) en cada una de las enfermedades mentales. De ésta forma de trabajo se ha extraído que el componente genético afecta entre un 17 y 28% a los trastornos mentales más importantes, como son, esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, trastorno por déficit de atención y autismo, siendo el restante porcentaje producto de la intervención familiar y social a lo largo del desarrollo de la persona.
    Como vemos a pesar de que el porcentaje de la influencia genética en las enfermedades mentales pueda parecer alto, quien mayor “peso específico” tiene en la salud mental del individuo es la sociedad en la que se enmarca, y especialmente la familia, que va a servir de pilar fundamental en la formación de la persona como individuo.


    Familia y enfermedad

    A ésta misma conclusión se había llegado ya desde hace años desde la aproximación psicosomática, al observar cómo familias funcionales tenían hijos sanos, mientras que las disfuncionales provocaban que en los hijos se produjesen manifestaciones psicosomáticas que le iban a acompañar el resto de su vida.
    Cuando se habla de familia disfuncional abarca cualquier aspecto de la vida laboral, social, íntima y emocional que pueda afectar al normal desarrollo del menor como persona, puediendo ser malos tratos hacia la pareja o el menor, pero también situaciones de infidelidad que generen tensión intrafamiliar, pérdida por fallecimiento o abandono de la familia por parte de uno de los cónyuges, separaciones o divorcios, situaciones de paro prolongado o de trabajos demandantes que aumenten el estrés familiar,… incluso la intervención de terceros, que convivan o tengan un gran “peso” en las decisiones familiares, pueden favorecer situaciones que al final desemboquen en una enfermedad psicosomática, influenciadas principalmente por el estrés percibido y por las propias vivencia emocionales.
    Pero no pensemos que los más pequeños de la casa piensan y sienten como adultos, y que pueden llegar a ser “comprensivos” con sus progenitores, justificando sus “debilidades” y decisiones “incorrectas” tal y como lo hacen ellos. Los niños son mucho más “simples” que eso y precisamente por ello más vulnerables a los cambios bruscos emocionales o de estrés que se vivan en la familia.
    Éstos cambios van a “marcar” al pequeño para un futuro, ya que son los que se graban con mayor fuerza, debido al componente emocional que acompaña, y eso que de adulto pueda que no sea consciente de ellos, aunque esté padeciendo sus “efectos”.
    En el núcleo familiar se van a establecer los primeros límites, normas y regulaciones que van a regir la vida del pequeño, pero también éste va a interiorizar los ejemplos de los demás, asumiendo lo “no escrito” como propio, gracias a la capacidad de imitación del menor, es por ello, que los padres deben de asumir su responsabilidad no sólo de alimentar cuidar y enseñar las reglas de convivencia, sino también la de educar con el “ejemplo de vida”.

  • ¿Somos diferentes hombres y mujeres?

    ¿Somos diferentes hombres y mujeres?


    Es evidente la diferencia «externas» entre hombres y mujeres, pero ¿existe diferencia en nuestra conducta?, y haberlo en nuestros cerebros, ¿A qué se debe?

    Diferencias Hombre-Mujer

    La diferencia en los distintos desempeños entre hombres y mujeres que se manifiestan en la vida adulta, se debe precisamente al dimorfismo sexual, producto de la masculinización del cerebro en el hombre, que se inicia por la producción de testosterona a partir de la séptima semana de vida. Estas diferencias se van a manifestar en que:
    Las mujeres van a estar mejor dotadas para emplear estrategias lingüísticas, manifestadas ya desde los primeros años de vida, hablando antes, con mayor fluidez, mayor facilidad para el aprendizaje de la lectura y la escritura, mejor memoria visual y velocidad perceptiva (identificación de objetos
    Los hombres por su parte, van a tener mayores aptitudes para las tareas espaciales, manifestado ya durante la infancia, teniendo mejor resultado en las tareas de reconocimiento de formas, de rotación de objetos mentalmente y con la representación de objetos en dos y tres dimensiones.


    https://youtu.be/cK0aWSTK7XI

    Estudios recientes han podido concluir que las diferencias anteriormente descritas, se deben tanto a una organización cerebral distinta, como a un uso diferenciado del cerebro en cada sexo
    Así el cerebro masculino tiene un mayor tamaño que el femenino, pero además existe diferencias en:
    – Un mayor tamaño y con más neuronas en el hombre, en el hipotálamo, en la comisura anterior y en el cuerpo calloso.
    – Un mayor tamaño y con más neuronas en la mujer, en la comisura blanca anterior, en la parte posterior del cuerpo calloso y en el locus coeruleus.
    Igualmente a nivel de receptores dopaminérgicos existe diferencias, habiendo una mayor cantidad de ellos en los cerebros femeninos frente a los masculinos. Recordar que la dopamina está implicada en las funciones emocionales y de placer
    Pero estas diferencias no se quedan sólo en el tamaño de las estructuras, sino que afectan también en cómo se usan, así se ha observado que los hombres emplean más las regiones temporo-límbicas (implicadas en la memoria y la motivación) y el cingulado en las mujeres (implicado en el procesamiento emocional).
    Actualmente todavía no se tiene claramente establecida la “función” de estas diferencias, existiendo diversas opiniones al respecto, entre los que afirman que se trata de algo “heredado” de nuestros antepasados que permanece gracias a la selección natural, mientras que otros afirman que es una construcción social que va moldeando a los pequeños desde la propia cuna, creando expectativas y tratando de forma diferente a niños y niñas, así al menos lo evidenció el experimento del bebé X.

    El bebe X

    En éste experimento se uso a un bebé, al cual se le vistió de azul y se le depositó en una cuna azul, y se observó cómo le trataban los adultos, y luego, al mismo bebé se le visitó de rosa, y se le puso en una cuna rosa, y se observó a otros adultos. Las conclusiones no pudieron ser más evidentes, se observó cómo los adultos cambian su forma de tratarlo en función de que sea un niño (bebé vestido de azul) o una niña (el mismo bebé vestido de rosa). Así al pequeño se le consideraba más fuerte y activo, mientras que a la pequeña, más sensible y delicada, incluso el tono de voz, la forma de relacionarse, y el mayor o menor contacto físico del adulto, variaba en función de la creencia del sexo del bebé.
    Como vemos se produce una clara diferenciación a partir del establecimiento de las gónadas, que va a desencadenar toda una cascada de reacciones en el organismo, que va a establecer el cuerpo y el cerebro del hombre, cuando está presente el cromosoma Y. Pero los efectos de la testosterona no sólo van a ser determinantes durante el desarrollo, sino también en el comportamiento parental, al menos así lo afirma un reciente estudio realizado por el Emory University of Atlanta (EE.UU.) publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, donde analiza las preferencias de hombres y mujeres en relación con la pareja deseada.


    Diferencias en las preferencias de género

    Éste estudio constata primeramente que los hombres prefieren a mujeres con caderas anchas y cintura pequeña, con las que se aumentan las probabilidades de procreación. En cambio las mujeres varían de parecer según su ciclo de ovulación, así buscan para reproducirse a un hombre con marcados caracteres masculinos, propios de altos niveles de testosteronas, mientras que para su cuidado prefieren a hombres con labios y mentones suaves, sin esos rasgos tan masculinos.
    Una vez corroborado lo que ya se conocía por estudios anteriores, han analizado la actividad cerebral de 70 hombres ante la presentación de caras de bebés entremezcladas con otras, siendo observados con resonancia magnética funcional.
    El estudio concluye que los hombres con rasgos más masculinos (debido a altos niveles de testosterona) muestran menos interés en los bebé y en implicarse con las tareas domésticas que ello conlleva, mientras que los hombres sin tanta acentuación masculina, son más propensos a responsabilizarse con la crianza de los pequeños.

  • ¿Tienes una Identidad Digital?

    ¿Tienes una Identidad Digital?


    Uno de los procesos más destacables del bebé a parte de ir creciendo, es ver cómo poco a poco va tomando conciencia de sí mismo, formándose una personalidad que le otorga una identidad única y diferente del resto.

    La identidad personal

    En éste proceso de diferenciación va a jugar un papel destacado la madre, con quien al principio va a compartir una simbiosis que le hace indiferenciarse de ella. La madre es quien satisface todas sus necesidades. de cuidado y alimentación, pero pronto esa «fuente de satisfacción» se va a convertir en «fuente de frustración», esto sucederá cuando la madre no atienda inmediatamente a sus requerimientos, por ejemplo de alimentación, o que no le dedique todo el tiempo que el pequeño demande.
    Éste es el primer momento en el que se da una distinción entre el bebé como individuo y el “otro”, la madre, éste conocimiento experiencial se va a ir consolidando a medida que el pequeño vaya tomando control de su propio cuerpo, creándose así el concepto de imagen personal en el que cada vez se irán incluyendo más elementos, desde los más obvios, dedos, manos, pies,… hasta otros que irá descubriendo a medida que estos se vayan formando y que tendrán que ver con los rasgos dominantes de su personalidad.
    El bebé va a ir pasando por distintas etapas hasta llegar a darse cuenta de que está «sólo» ante el mundo exterior, y que éste está compuesto de otros que a veces hacen caso de sus requerimientos y otras no. El bebé tiene por delante un gran reto y es el de conformarse como persona, independiente y diferenciada de los «otros», los cuales siempre van a tener un papel importante ya que van a servir de modelo con el que identificarse, a la vez que le sirve para compararse.
    El «otro» va a estar presente durante el resto de nuestra vida, ya que gracias a ello, somos altos porque otros son bajos, gordos porque otros son delgados,…., con el “otro” somos lo que somos, más o menos que los demás, deseando y queriendo lo que el “otro” ha conseguido o tiene, convirtiéndose en fuente de motivación personal.



    Tipos de identidades personales

    Pero hasta ahora estamos hablando de identidad personal como un concepto unitario, unívoco y estable a lo largo del tiempo, en cambio hay que recordar que ésta identidad está compuesta de distintas partes:
    – La imagen corporal, en donde entra lo que pensamos sobre cómo somos físicamente, lo que somos capaces o no de hacer con nuestra musculatura (correr, nadar,…) así como nuestros límites. Recordemos que éste es un factor importante en determinadas patologías en que se encuentra distorsionada, tal y como sucede con la anorexia.
    La imagen mental de nosotros mismos, es decir, la consideración que tenemos sobre nuestras habilidades mentales y sus límites (más o menos inteligente,…), aspecto fundamental sobre el que trabaja el coaching, ya que los límites que creemos tener son los primeros que hay que superar para poder hacer frente a las dificultades y conseguir los objetivos que deseamos.
    La identidad sexual, el cual se refiere a cómo nos sentimos como hombre o como mujer, independientemente de nuestro fenotipo (atributos físicos diferenciales).
    La identidad social, que hace referencia a cómo nos sentimos en los distintos grupos de convivencia en los que participamos, ya sea la familia, la escuela, el trabajo,… pero también el grupo de compañeros y amigos.

    Actualmente dado la importancia que está cobrando la tecnología en todos los ámbitos de nuestra vida se ha incorporado una nueva categoría:
    La identidad digital, que hace referencia a cómo nos vemos en la red, basado en los gustos, deseos y aficiones, pero también en la identificación con nuestro nick, foto de perfil o avatar, estableciéndose nuevas relaciones sociales al pertenecer a comunidades, foros o grupos de fans donde se interactúa.
    Actualmente se está desarrollando un gran flujo de investigación sobre ésta última identidad, tratando de comprender cómo afecta a nuestra vida cotidiana, facilitándola o interfiriéndola. De lo cual están continuamente surgiendo nuevos conceptos como:
    Nativos digitales frente a inmigrantes digitales, definiéndose los primeros como aquellos que nacieron después de los 80 y que tuvieron desde pequeño acceso las nuevas tecnologías.
    Socialización en línea, fundamentado en la interactividad virtual en donde se conocen a nuevos usuarios con los que se comparten y de los cuales se aprende.


    Incluso se ha empezado a hablar de Patologías asociadas al uso de las redes como es el caso del FOMO (Fear Of Missing Out), o miedo a perderse lo último, recientemente identificado por la University of Essex (Inglaterra) publicado Computer in Human Behaviour.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario y ofrecer servicios personalizados. Al continuar navegando en este sitio, aceptas el uso de cookies. Puedes obtener más información y configurar tus preferencias en nuestra   Política del Sitio.

error: Content is protected !!