Una decisión que por otra parte tiene una finalidad altruista de poder permitir que otra persona siga viviendo cuando llegue el momento de morir.
Son muchos los profesionales sanitarios y asociaciones que tratan de concienciar a la población de la necesidad de tener donantes, y es a través de un sencillo gesto como el sacarse el carnet de donante como se puede expresar la aceptación de la donación.
Dependiendo de aspectos culturales, existe un mayor o menor porcentaje de donantes entre la población, mostrándose grandes diferencias de un país a otro, lo que indica la mayor o menor conciencia que hay sobre dicho gesto y las consecuencias positivas futuras que tiene en el receptor, que de otra forma se ve abocado a esperar que se comuniquen para una próxima intervención, sabiendo que cada día que pasa sin recibir el órgano que le falla, su calidad de vida va empeorando.
El perfil de las personas más dispuestas a ser donantes de órganos son precisamente los familiares de los receptores de donación, ya que tienen una mayor conciencia de la necesidad pero también de la utilidad de compartir los órganos una que estos ya no nos sirven.
El testimonio de receptores y donantes facilita que otros puedan concienciarse de esta problemática, y convertirse ellos mismos en donantes expresado a través de un carnet, donde se expresa la voluntad de ayudar después de la vida.
No todas las personas pueden ser donantes, ni tampoco todos los órganos en un momento dado son viables para la donación, es por ello que el persona sanitario debe de determinar si se puede realizar la donació o no, pero si la persona no tiene el carnet de donación ni ha expresado en vida su deseo o intención de ser donante, es más difícil para los profesionales poder encontrar órganos sanos que puedan ser donados, de ahí que se hagan grandes esfuerzos en los medios de comunicación y a través de charlas y jornadas de concienciación para ayudar a las personas a ver la problemática, y una vez consciente de ella, poder convertirse ellos mismos en donantes, entonces, ¿Se puede predecir si alguien será donante de órganos?
Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Martin-Luther y la Escuela de Medicina MSH de Hamburg (Alemania) publicado recientemente en la revista científica Open Journal of Medical Psychology.
En el estudio participaron 78 personas, 37 mujeres y 41 hombres, estudiantes entre 19 y 33 años, a los cuales se les preguntó sobre la intención de convertirse en donante de órganos, igualmente se les pasó una prueba sobre intenciones a través de pruebas implícitas, empleando la técnica de denominada Implicit Associate Test (IAT) donde se ha de valorar entre dos estímulos presentados en la pantalla.
El estudio comparó los resultados de las respuestas explicitas, es decir, aquellas que expresaban de viva voz, con las implícitas, donde se observó que la expresión de la voluntad de ser donante se correspondía con el acto de sacarse el carnet de donante, y por tanto es mejor predictor que las pruebas implícitas empleadas.
Algo que contradice los resultados habituales de otros ámbitos como es el de la publicidad, donde se entrevistas y realizan distintas pruebas a los participantes para averiguar su opinión sobre un nuevo servicio o producto, siendo habitual que aquello que dicen, no se corresponda siempre con la consecuencia de comprar o adquirir el producto.
Quizás la diferencia principal es que cuando uno tiene que afrontar este tipo de decisiones no lo hace a la ligera, si no que lo medita y recapacita sobre ello, por lo que cuando a alguien se le pregunta, su respuesta ya está suficientemente establecida en la persona, por lo que con posterioridad se constata en la conducta de sacarse el carnet de donante, como un paso más y natural a la decisión personal adoptada al respecto.
En el estudio faltaría comprobar qué mecanismos psicológicos pueden estar implicados en el cambio de opinión, para poder emplearlos en las distintas campañas de concienciación que se realizan anualmente y con ello incrementar el efecto de las mismas consiguiendo así un mayor número de personas dispuestas a donar sus órganos al final de sus vidas y con ello, y es lo más importante poder dar salud y alargar la vida de otras personas necesitadas de esos órganos.
Resaltar que en la selección de persona únicamente se admitieron a jóvenes y además estudiantes, siendo poco representativo de la población, por lo que se requeriría de nueva investigación para poder concluir sobre ello, tanto en cuanto a la selección de nos estudiantes como a poblaciones de mayor edad de 33 años o menores de 19 para comprobar si se mantienen estos resultados.
Uno de los riesgos que puede conllevar la asistencia habitual al gimnasio es cuando la motivación por la salud se convierte en adicción al ejercicio.
La vigorexia
La vigorexia o adicción al deporte es una situación más común de lo que se puede pensar y que afecta lo mismo a hombres y mujeres, por el cual la persona no puede dejar de practicar deporte, todos los días a cualquier hora.
Como cualquier adicción conductual, esta puede surgir en cualquiera que practique deportes, pero donde las motivaciones que lo guían varían con el tiempo, dejando de ser algo sano para cuidarse o mantener en forma, a ser un comportamiento autoalimentado donde se produce una necesidad de practicar deporte por sí mismo.
Como adicción que es, esto va a involucrar gran parte del tiempo de la persona con vigorexia, lo que puede también suponer un riesgo en el ámbito social y económico, pasando horas y horas en el gimnasio a diario, limitando así sus posibilidades de salir con alguien y de mantener una relación de pareja duradera, ya que se está más preocupada por el deporte que por otro asunto.
Todo el mundo entiende de los beneficios para la salud de realizar algo de deporte diario, y que es importante mantener cierto nivel de regularidad en su práctica.
Cuando alguien es un profesional el número de horas y la intensidad de los ejercicios se incrementa, sobre todo cuando se acerca alguna prueba o competición, reduciendo la intensidad el resto del año.
Pero la vigorexia va más allá de la práctica del deporte para mantenerse sano o para ganar alguna competición, en esta adicción desaparece la finalidad última, para ser el propio deporte el fin, cada vez dedicando más tiempo, más esfuerzo, incluso cuando pone en riesgo la estabilidad de las relaciones sociales, familiares e incluso laborales de la persona que lo padece; pero no queda ahí la adicción, también ocupa buena parte del pensamiento, comprándose revistas especializadas, artículos deportivos y hablando con todos del mismo monotema, tanto que incluso llega a cansar.
Quizás la situación más evidente de que se sufre esta adicción es precisamente cuando no se puede practicar deporte algún motivo, ya sea una lesión de la cual debe reposar o por trasladarse temporalmente a otro lugar, en esos momentos se sufre «el mono», es decir, esa intensa necesidad de practicar deporte sea como sea y donde sea, y si no afecta emocionalmente a la persona, pudiendo expresar su ansiedad que puede llevar a desesperación e incluso con mal humor, pero ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?
Vídeo Recomendado: Obsesión por cuerpo musculoso e ingesta de vitaminas son señales de vigorexia- Andina
Vigorexia y salud
Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Mesina (Italia) publicado en el 2014 en la revista científica Journal of Addiction.
El estudio se inició con 150 participaron deportistas amateurs, pero sólo lo completaron 120 de ellos, 69 hombres y 51 mujeres, que realizaban ejercicios en los gimnasios de la zona a los cuales se les administraron tres cuestionarios para rellenar, el primero sobre el riesgo de la persona de sufrir vigorexia a través del cuestionario estandarizado denominado Exercise Addiction Inventory (EAI), el segundo donde se evalúa el nivel narcisismo de la persona con el Narcissistic Personality Inventory (NPI) y el tercero donde se evalúa el nivel de autoestima del participante a través del Coopersmith Self-Esteem Inventory (SEI). Igualmente se recogieron datos socioademográficos, así como sobre la frecuencia de uso de las instalaciones deportivas.
Los resultados indican que la mitad de los varones que participaron en el estudio estaban en riesgo a padecer vigorexia, mientras este porcentaje se elevaba a un 60% en el caso de las mujeres, evidenciando una mayor exposición de estas a la adicción al deporte.
Se encontraron resultados significativos en cuanto a los días de asistencia a los gimnasios en función de la mayor o menor exposición a la vigorexia, a los niveles de narcisismo y a la autoestima.
Donde a mayores niveles de exposición a vigorexia y mayores niveles de narcisismo se acompañan de una mayor asistencia y asiduidad a la práctica deportiva en gimnasios. Igualmente una baja autoestima se relaciona con un mayor asistencia a gimnasios.
El estudio por tanto concluye que altos niveles de narcisismo y bajos de auotestima son los que están poniendo en riesgo a la persona a sufrir adicción al deporte, y lo que se refleja en un aumento del número de días de uso de las instalaciones deportivas.
El estudio no contempla por que sería difícil de analizar el ejercicio que puede realizarse fuera de dichas instalaciones, y tampoco evalúa los pensamientos tan característicos de las personas que sufren adicción comportamental, claros exponentes de la vigorexia.
Igualmente se relacionan las variables con el resultado de un cuestionario sobre sensibilidad a la vigorexia, pero no se realiza un seguimiento de los participantes para comprobar si efectivamente en un plazo razonable de unos meses o un año, la persona con baja autoestima, y con alto narcisismo acaba desarrollando la adicción al deporte, lo cual daría mucho más validez a los resultados.
Igualmente la media de edad de los participantes con una media de 29 años, hace pensar que estos participantes pueden variar sus tendencias en función de otros factores no analizados como la posición social, el trabajo que desempeñan, la familia que tiene,… ya que todos ellos van a tener una u otra influencia en la persona, siendo esta influencia distinta a medida que la persona va madurando y adquiriendo nuevas responsabilidades.
Aunque los resultados parecen claro en cuanto a la relación existente, hay que tener en cuenta que han sido obtenidos de una población relativamente pequeña, pero muy localizada en un país con una cultura e idiosincrasia propia como es la italiana, por lo que se precisa de nueva investigación para determinar si estos mismos resultados son extensibles a otras poblaciones.
A media que uno va creciendo suele ir dejando atrás algunas psicopatología y trastornos de la infancia, pero ¿Qué consecuencias tiene el TDA en adultos?.
TDA en adultos
Cuando a una madre le dan el diagnóstico sobre que su hijo sufre Trastorno por Déficit de Atención (TDA) lo último que piensa en en cómo esto va a afectar en su vida adulta, preocupada más bien por el futuro inmediato en clase, ¿Qué va a pasar ahora?, ¿Qué tratarmiento tiene que seguir?, ¿Va a poder continuar en la misma escuela?,…
Son muchas las cuestiones que se plantea, sin llegar a ser consciente de que se trata de un trastorno crónico, es decir, que no tiene «cura», y que va a ir acompañando al pequeño desde la infancia, la adolescencia, la edad madura, la ancianidad y hasta el final de sus días.
Lo que puede diferenciar a unos casos de otros es cuánto a invertido la persona en superar su trastorno, no tanto en el ámbito farmacológico orientado a controlar la sintomatología, si no en cuanto al trabajo terapéutico recibido que le ayude a conocerse, a saber cuáles son sus limitaciones debidas al trastorno y adaptar la vida al mismo, sabiendo que se requiere de un esfuerzo diario para mejorar aquellos efectos que conlleva el trastorno.
El entrenamiento en habilidades sociales, pero también en el desempeño de tareas cognitivas, como la atención focalizada, el trabajo sobre la memoria, la selección de estímulos, el mantenimiento de metas y motivación en el tiempo son fundamentales, pero ¿Sabías de las muchas consecuencias del TDA en adultos?
TDAH: Doctor Josep Antoni Ramos-Quiroga y Doctor Josep Artigas Pallarés
Características TDA en adultos
Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Valencia y el Hospital Arnau de Vilanova (España) publicado recientemente en la revista científica Psicothema.
En el estudio 40 jóvenes diagnosticados con TDA frente a otros 37 sin este diagnóstico, grupo control, todos ellos entre los 17 y 24 años y sin diferencia significativa en cuanto a inteligencia evaluados a través del cuestionario estandarizado Wechsler Intelligence Scale for adults (WAIS-III).
A todos los participantes se les administraron tres cuestionarios estandarizados para evaluar la presencia y la gravedad del TDA empleando el Conners’ Adult ADHD Rating Scale, para evaluar la disfunción del TDA en la vida cotidiana del adulto a través del Weiss Functional Impairment Scale (WFIRS), y el Questionnaire on Comorbidity – Weiss Symptom Record (WSR) empleado para comprobar la presencia de otras psicopatologías.
Los resultados informan que existen diferencias significativas entre los adultos con TDA y los que no lo tienen, así existen diferencias en las subescalas de Familia, Autoestima y Academia de la escala WFIRS. Igualmente las personas con TDA están significativamente más expuestos a mostrar conductas de riesgo como conducción temeraria, conductas ilegales, abuso de sustancias y conductas sexuales inapropiadas.
Lo que deja en evidencia que las consecuencias del TDA van mucho más allá de la falta de atención y el mantenimiento de la motivación a medio o largo plazo, pues como se refleja en el estudio va a incidir en la calidad en las relaciones sociales especialmente en la familia, y en la parjea, donde se observa cómo está influido por unas relaciones sexuales inadecuadas.
Igualmente la mayor exposición a conductas de riesgo y al uso y abuso de sustancias, va a entorpecer el normal desarrollo de las personas afectadas con TDA, que al ser participantes universitarios se ven reflejados en un menor desempeño académico a pesar de mantener equiparables niveles de inteligencia con respecto al grupo control.
¿Existe el trastorno por déficit de atención en el adulto?: El trastorno por déficit de atención (TDA) es de … Https://t.co/fViUietkFR — Wellington Montero (@_Wellingtonx3) 2 de julio de 2016
El futuro de los adultos con TDA
Si el estudio se hubiese realizado pasados unos años, o entre la juventud que trabaja, probablemente se podría haber observado esta deficiencia en el desempeño en las labores propias de su trabajo, o bien en un ajuste de la persona a determinados tipos de empleos que no requieran de mucha atención sostenida y que proporcione gran cantidad de estimación, tal y como sería el caso de los trabajadores de puerta fría, es decir vendedores que van de casa en casa, y otros del ámbito comercial.
Aspecto que puede marcar el futuro profesional y económico de los pacientes con TDA, ya que si obtienen menores resultados académicos, esto va a poder afectar en el acceso a puestos de trabajo menos cualificados, lo que va en detrimento del salario al que puede acceder, con lo que puede reflejarse en un futuro menos prometedor del que puede aspirar cualquier otra persona sin TDA.
Lo que refleja la necesidad de una intervención especializada en donde se entrene adecuadamente cada uno de los factores en que muestran deficiencias o reducida habilidades con lo que compensar los efectos del trastorno, pudiendo así ofrecer no sólo una mejor y mayor calidad de vida del paciente si no también unas mayores posibilidades laborales y de desarrollo profesional.
Una de las debilidades del estudio es precisamente en la selección de los participantes, ya que el estudio trata de responder sobre los efectos en la edad adulta del TDA y en el estudio participan como máximo con 24 años, ¿Qué pasa con el resto de la edad adulta?. Además los participantes más jóvenes podrían encuadrarse dentro de la categoría de adolescencia, por lo que se estarían confundiendo los resultados entre efectos del TDA en adolescentes y adultos, por lo que es necesario realizar investigaciones con poblaciones separadas por edad para comprobar qué efectos tiene en cada etapa de la vida y si existen diferencias o no entre ambos, lo que permitiría por ejemplo saber si a más edad los efectos se reducen o mantienen en el tiempo.
Consecuencias TDA adulto
Experto Colaborador:
QUAZI IMAM. M.D
Dr. Imam is in private practice in Arlington, Tx.
Cosas que usted debe hacer si tiene TDAH en adultos.
Aquí hay 10 intervenciones comportamentales y cambios de estilo de vida que no eliminará necesariamente TDAH, pero pueden ayudar a sentirse más controlado. 1. Considere la medicación
Medicamentos estimulantes como Adderall, Dexedrine, Ritalin, Concerta y Vyvanse afectan a la química cerebral clave para calmar y enfocar a las personas que tienen TDAH. Son los medicamentos más recetados para el TDAH, y pueden tener efectos secundarios, como la supresión del apetito, insomnio, dolores de cabeza, sequedad de boca y náuseas.
2. Piense acerca en la terapia
La terapia cognitivo-conductual: Este tipo de terapias tiene como objetivo ayudar a los pacientes a cambiar su comportamiento, centrándose en la autoimagen y patrones de pensamiento, así como en la superación de obstáculos en la vida cotidiana (y los pensamientos negativos también). No espere que la terapia cognitivo-conductual pueda tomar el lugar de la medicación o incluso ayudar a reducir la dosis, pero puede ayudarle a modificar su comportamiento, y puede ser más eficaz que el uso de la medicación sola.
3. Obtener información
Cuanto más aprenda sobre el TDAH, más consciente será de sus síntomas, y cuanto más información tendrá sobre su gestión.
4. Consolida las relaciones
Los familiares, amigos cercanos y compañeros sentimentales también deben educarse sobre el para el TDAH. Enforcar el entrenamiento en habilidades sociales pueden beneficiar en gran medida las relaciones profesionales y de amistad. Y la terapia de pareja o la terapia familiar puede ayudar a aliviar los síntomas en el hogar.
5. Organízate
Si usted se siente despistado o olvidadizo, intente escribir recordatorios diarios sobre citas, reuniones u otras responsabilidades en un calendario.
6. Limite las distracciones.
Prepárese para el éxito cuando se trata de prestar atención puede usar auriculares para dejar de escuchar el ruido y las distracciones de su alrededor. Trate de tener un poco de paz y tranquilidad, si usted trabaja en una oficina ruidosa. Cuando usted necesite centrarse en su casa, apague el televisor y deje el teléfono en otra habitación.
7. Piense antes de actuar
Muchos adultos con TDAH hablan y actúan impulsivamente. Trae de enseñarse a si mismo a tomarse un minuto para detenerse y pensar antes de reaccionar de forma exagerada emocionalmente, o dejar escapar algo, o actuar inapropiadamente. Podría ayudar a esto el escribir su primera reacción en lugar de compartirlo.
8. Planifique con anticipación.
Planee con anticipación para situaciones que puedan poner a prueba su paciencia, y manténgase en movimiento de forma que no afecte a otras personas, como tomar notas en lugar de estar inquieto.
9. Póngase en movimiento.
Los estudios demuestran que si uno se involucra en una actividad física que también afecta al cerebro, como karate, baile o yoga, es muy probable que vea resultados aún mejores. Las artes marciales han demostrado aumentar la consecución de objetivos, mejorar el rendimiento académico y la preparación en el aula de niños con TDAH.
10. Entrena tu cerebro
Si bien la investigación que lo apoyan la demanda es escasa, hay teorías que afirman que ejercitando la mente con herramientas como crucigramas o de tipo Sudoku pueden mejorar el TDAH, como la falta de concentración, ya que estimula la creación de nuevas células cerebrales.
Con respecto a las complicaciones del TDAH en adultos, se ha relacionado con:
• Rendimiento escolar deficiente
• Problemas con la justicia
• Problemas en el trabajo
• El abuso de alcohol o drogas
• Accidentes automovilísticos frecuentes u otros accidentes
• Relaciones inestables
• Estrés financiero
• Pobre salud física y mental
Aunque el TDAH no causa otras condiciones psicológicas o de desarrollo, otros trastornos ocurren a menudo junto con el TDAH entre ellos:
• Trastornos del estado de ánimo. Muchos adultos con TDAH también tienen depresión, trastorno bipolar u otro trastorno de estado de ánimo. Mientras que los problemas del estado de ánimo no se deben necesariamente directamente con el TDAH, un patrón repetido de fracasos y frustraciones debido al TDAH puede empeorar la depresión.
• Los trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad se producen con bastante frecuencia en adultos con TDAH. El trastorno de ansiedad puede causar una preocupación abrumadora, nerviosismo y otros síntomas. La ansiedad puede empeorar por los desafíos y contratiempos causados por el TDAH.
• Trastornos de la personalidad. Los adultos con TDAH tienen un mayor riesgo de trastornos de la personalidad, como el trastorno límite de la personalidad o trastorno de personalidad antisocial.
• Incapacidad de aprendizaje. Los adultos con TDAH pueden anotar más bajos en las pruebas académicas de lo esperado para su edad, inteligencia y educación.
¿Sabías que expresar emociones te mejora con tu pareja? Una de las dificultades que se encuentran a veces las parejas es a la hora de expresar emociones y de sentirse comprendida, lo que repercute en la relación.
Emociones pareja
Cuando uno da el paso de ir a convivir con otra persona asume que va a tener que realizar muchos cambios en su vida, ya no tiene que mirar por sí mismo si no por los dos, sobre todo si está pensando formar una familia y crear un proyecto de vida junto a esa persona.
Es cierto que esa relación va a tener que pasar por momentos de dificultad, y por supuesto por momentos buenos, pero es precisamente en los primeros donde se comprueba la solidez de la pareja ha enfrentarse y superar las trabas económicas o sociales por las que se pueden encontrar, pero todo ello si existe una buena comunicación entre ambos.
Muchos son los factores que pueden afectar a la salud de la pareja, incluido los deseos y necesidades de cada uno de los dos, pero también las presiones y demandas sociales de familiares y personas allegadas, así como las dificultades y carencias económicas que se puedan presentar.
Igualmente la pareja debe de ir adaptándose a los nuevos cambios de roles que les toca asumir cuando tiene prole, teniendo que adoptar el papel de papá o mamá, ahora con nuevas obligaciones de cuidado y protección del nuevo miembro de la familia.
Igualmente con los años cada uno de los miembros va a ir viendo cómo van cambiando sus intereses, e incluso sus posibilidades de desarrollo profesional y personal, que hay que tratar de mantener a la par de la pareja si es que se quiere mantener esta por encima de las individualidades; pero de nada sirve los esfuerzos y sacrificios por la pareja si no existe un mínimo de diálogo entre ambos, donde se puedan expresar las necesidades y deseos, con lo que hablar y poder llegar a acuerdos entre ambos, de forma que se busque un punto de equilibrio entre la vida profesional, personal y la familiar, pero ¿Sabías que expresar emociones te mejora con tu pareja?
Tcu35TQpdcs https://youtu.be/Tcu35TQpdcs
Journal of Behavioral Sciences in Asia
Esto es precisamente lo que se trata de investigar de la Universidad Islámica Azad, la Escuela de Ciencias Médicas de la Universidad Baqiyatallah (Iran) publicado recientemente en la revista científica Journal of Behavioral Sciences in Asia.
En el estudio trata de constatar si la variable comunicativa es relevante en la convivencia de pareja independientemente de otras variables demográficas como número de hijos, número de personas que conviven en el domicilio. Lo que sí se mantuvo en todos los casos es que fuesen personal de la administración que desempeñaban tareas como maestros y maestras en enseñanza secundaria.
En total participaron en el estudio 300 personas, la mitad de cada género. A todos ellos se les administró dos cuestionarios, uno relativo a la satisfacción marital a través de un cuestionario estandarizado denominado Enrich Marital Satisfaction Questionnaire, y con respecto a la evaluación de las emociones se emplearon tres cuestionarios, sobre la capacidad de expresión de las emociones a través del cuestionario estandarizado Emotional Expressiveness Questionnaire (EEQ), sobre el autocontrol emocional con el Emotional Control Questionnaire (ECQ) y sobre la claridad en la expresividad emocional a través de Ambivalence Over Emotional Expressiveness Questionnaire, con lo que analizar qué siento, si lo expresa y de hacerlo cómo lo expresa.
Los resultados muestran una relación significativa entre la satisfacción de la relación de pareja y las habilidades comunicativas emocionales, aunque esta relación significativa únicamente es con respecto a la expresión de las emociones, es decir, las donde se expresan las emociones se sienten más satisfechos y al revés.
En cambio cuando existe un mayor autocontrol de las emociones y no se expresa, se produce insatisfacción en la pareja, al igual que cuando las emociones expresadas son ambivalentes o poco claras.
Algo que puede parecer obvio en una pareja pero que en ocasiones no se tiene en cuenta a la hora de cultivar las relaciones, dejándose se de hablar y expresar las propias necesidades y sentimientos.
De ahí que una parte fundamental de la labor del terapeuta de pareja es hacer que los miembros hablen y expresen sus inquietudes y emociones, lo que como se ha observado en el estudio va a tener un efecto directo en la mejora de la satisfacción de la pareja.
Mejorar relaciones pareja
Aunque en el estudio se recoge el número de años de convivencia de las parejas, este dato no ha sido empleado para separar entre los que llevan poco o muchos años de relación, con lo que no informa si estos efectos significativos se mantienen o varían con el tiempo.
Hay que tener en cuenta de que no se trata de una investigación en el que se haya realizado una intervención para mejorar las habilidades comunicativas, necesario para poder concluir que efectivamente influye significativamente en la calidad de la pareja. Es por ello que se precisa de nuevos estudios donde se manipulen las variables comunicativas y se observen comparados con un grupo control, si efectivamente se produce un mejoramiento o empeoramiento de la calidad de las relaciones de pareja en función del grupo al que ha sido asignado.
Además en la selección de los participantes se mantienen unas circunstancias muy concretas como es la de ser maestros o maestras de enseñanza secundaria y casados, lo que limita el estudio a corroborar lo que sucede en esta población, pudiendo encontrarse diferencias con respecto a personal público en otros trabajos e incluso a personal no funcionario, por lo que no se puede entender que el nivel educativo, económico y de seguridad laboral represente ni siquiera a la totalidad de la población objeto de estudio.
Igualmente hay que tener en cuenta el reducido número de participantes y que todos compartían una misma localización geográfica y cultural, asociada a oriente, por lo que los resultados se pueden considerar válidos dentro de su cultura, siendo necesario nuevos estudios en otras latitudes para poder concluir al respecto.
Experto Colaborador:
Muchas parejas hoy en día están trabajando y haciendo más de lo que han imaginado que harían. Aproximadamente en el 70% de los matrimonios estadounidenses, ambos miembros trabajan fuera del hogar. Esto puede aumentar los ingresos, pero puede también aumentar el estrés, la fatiga y la tensión en las relaciones. Durante los últimos veinte años, se ha convertido en la norma que los dos trabajen fuera del hogar. Este a menudo da paso a la que los miembros de la pareja trabajen menos constantemente en equilibrar su relación con su vida laboral.
La buena noticia es que muchas parejas con exceso de trabajo parecen afrontar el estrés muy bien. La mala noticia es que las estrategias que utilizan para hacer frente al estrés puede no hacer mucho para fortalecer sus matrimonios. Esto se debe a que lidiar con el estrés es a menudo más que sobrevivir como pareja, se trata de promover relaciones saludables. Cuando experimentamos estrés también tenemos una tendencia a centrarnos más en nosotros mismos que en otras personas, nuestro pareja incluida. Estar preocupados por uno mismo no contribuye a un matrimonio saludable.
Si el (matrimonio) relación no se convierte en una prioridad, comenzará a sufrir.
Seamos realistas, la paternidad es un trabajo a tiempo completo, y cambia dramáticamente la relación matrimonial. Pero el matrimonio es la base sobre la que toda familia está estructurado. Si su matrimonio es fuerte, toda la familia será fuerte; su vida será más tranquila, podrá ser un mejor padre, y usted, simplemente, tendra más alegrías en su vida.
Haga un compromiso
Para crear o mantener un matrimonio fuerte tendrá que dar el primer paso crítico: Usted debe estar dispuesto a poner tiempo, esfuerzo y pensamiento en la crianza de su matrimonio.
Una de las situaciones más incapacitantes para cualquier persona son los dolores de cabeza que pueden llegar a ser incapacitantes.
Si bien uno puede vivir tranquilamente sin sufrir nunca dolores de cabeza, hay otras personas que no le son ajenos estos dolores, que pueden producirse de forma puntual o continuada, con dolores agudos o sordos, focalizados o por toda la cabeza. Una situación que puede llegar a ser incapacitante para realizar cualquier actividad o estar focalizado en determinadas horas del día.
Una de las mayores dificultades al respecto es que se trata de algo sintomático, es decir, cada persona ante el mismo dolor puede sentirlo con mayor o menor intensidad dependiendo de muchos factores, incluido la historia previa de la persona. Así un dolor puntual puede ser vivido como menos intenso, que uno repetitivo y punzante, lo que provoca en la persona una mayor sensibilización y con ello siente mucho más el dolor a pesar de no haber variado su intensidad.
Otro de los problemas asociados al dolor de cabeza es en cuanto a la administración de medicamentos para paliar sus efectos, el problema es el fenómeno de la habituación a la dosis, que obliga cada cierto tiempo a aumentar la dosis administrada para poder mantener los mismos efectos del medicamento, con el riesgo asociado a la adicción a algunos fármacos que pueden desarrollarse y que son muy complicados de eliminar una vez que se han instaurado.
Aunque las causas no están claras, ya que existe multitud de dolores, ya sean jaquecas, migrañas o de otro tipo, los cuales suelen estar muy relacionados con los niveles de estrés de forma que cuando la persona se siente presionada, puede que experimente estos síntomas de forma más repetida e intensa lo que a su vez se convierte en incapacitante haciendo que la persona no pueda responder tal y como se espera de ella.
También se han relacionado estos dolores con causas médicas o farmacológicas, pero ¿Los dolores de cabeza se relacionan con la apnea?
Esto es precisamente lo que trata de la Universidad de Duzce y el Hospital Estatal Mus (Turquía) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Neuroscience & Medicine.
El objetivo de los investigadores es descubrir si el apnea del sueño, es decir, la interrupción de la oxigenación durante la noche, puede tener efectos en la salud de la persona, sobre todo relacionados con un mayor padecimiento de episodios de dolores de cabeza.
En el estudio participaron 24 personas, 13 mujeres y 11 hombres, con edad media de 42 años, todos ellos afectados con dolores de cabeza que acudían al Hospital Estatal de Mus (Turquía), para lo cual fueron reevaluados con un cuestionario estandarizado al respecto según el International Classification of Headache Disorders, 2nd edition (Headache Classification Subcommittee of the International Headache Society—IHS).
Igualmente se les evaluó la presencia de apena nocturna a través del cuestionario estandarizado Epworth sleepiness scale (ESS), donde además de informar sobre la presencia de ronquidos, quejas de pareja o familiares con los que convive al respecto, sintomatología leve como dolor torácico, insomnio, palpitaciones o cambios de humor entre otros.
Los resultados indican que más de la mitad de los participantes que tenían dolores de cabeza además mostraban problemas nocturnos como ronquidos (33%), somnolencia excesiva (20%) y apnea (4%).
Los resultados resaltan la importancia del sueño y de que este se produzca sin alteraciones durante el mismo, aspecto que ha sido considerado durante mucho tiempo como algo sin importancia, se revela como fundamental tanto para el descanso del organismo como para procesos tan relevantes como la instauración de la memoria. El sueño además es sensible a las alteraciones del organismo incluso antes de que las enfermedades empiecen a mostrar signos y síntomas, e igualmente se ven alterados por los cambios en el estado de ánimo de la persona especialmente por los elevados niveles de estrés que pueda sufrir durante el día.
A pesar de que los resultados son claros, el escaso número de participantes, y el que todos compartiesen la característica de que eran usuarios de un hospital, hace que no se pueda conocer si en todos los casos se mantienen los porcentajes encontrados, ya que tal y como se ha indicado en la introducción existen muchos tipos de dolores de cabeza, y no todos requieren de control médico o medicación, por lo que se requeriría una mejor clasificación de la sintomatología e incluso del origen de los dolores de cabeza para poder establecer como válida la relación entre los mismos y la apnea en todos los casos.
Uno de los problemas de salud más importantes de los últimos años en determinados países desarrollado es el aumento de los casos de obesidad.
Pensamiento obesdidad
Aunque han sido muchos los factores que se han considerado como los causantes del sobrepeso que lleva a la obesidad.
Si bien con anterioridad el único índice que se tenía para saber si la persona sufría de obesidad era el peso, con posterioridad se incorporó la evaluación de la altura, surgiendo así lo que se conoce como Índice de Masa Corporal (I.M.C.) que se calcula dividiendo el peso por la altura. El I.M.C. ofrece un porcentaje, el cual si es por debajo del 18% se considera desnutrición y por encima del 25% sobrepeso.
Aunque el I.M.c. está ampliamente aceptado, hoy en día los médicos cuentan con índices más exactos que tienen en cuenta también el género de la persona, e incluso su edad, con lo que establecer más correctamente si se está ante una persona obesa o no, a la vez que ofrece información sobre el porcentaje de la grasa acumulada en exceso.
La mala alimentación es una de las principales causas de la acumulación excesiva de grasa, y eso a pesar de la una mayor variedad de alimentos que permiten llevar sin mayores costes una dieta equilibrada. A pesar de lo cual el número de obsesos entre los países desarrollados sigue creciendo, habiéndose observado que empieza a afectar a edades cada vez más tempranas, pudiendo encontrarse niños obesos que van a arrastrar problemas de salud asociados durante toda su vida.
Ya que la acumulación de grasa en sí tiene escasas consecuencias, pero el exceso tiene asociado la presencia de múltiples enfermedades que se incrementan a medida que lo hace el sobrepeso, y que en muchos casos se recupera la persona cuando pierde esos kilos de más.
Muchas son las creencias al respecto, desde aquellos que piensan que es algo genético y que no se puede hacer nada, otros que afirman «haber probado de todo para bajar» sin haber conseguido anda, pensamientos que limitan la capacidad de la persona de poner en manos de un profesional de la salud especializado, pero ¿Puede el pensamiento controlar la obesidad?
Controlar la obesidad
Esto es precisamente lo que trata de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) cuyos resultados han sido recientemente publicados en el 2014 en la revista científica The Journal of Social Psychology.
El objetivo de este estudio es determinar si las creencias de las personas sobre las posibilidades o no de baja peso van a influir en la realidad de conseguirlo.
En este estudio han participado ciento noventa y tres adultos reclutados a través de Internet, con edades comprendidas entre los 18 a 65 años, de los cuales 124 eran mujeres, con un índice de peso corporal medio de 25, lo que supone que se encuentra en el inicio de la obesidad.
A los participantes se les distribuyó entre cuatro variables en donde leían sobre un obeso que intentaba perder peso, en situaciones en que lo atribuía a sí mismo o al exterior.
Se registró y analizó la respuesta de todos los participantes según su condición experimental, opinando sobre el texto que les había correspondido en una escala de afectividad de -7 a +7 siendo la valoración más baja la correspondiente a fuertemente en desacuerdo y la más alta, fuertemente de acuerdo.
Los resultados indican que aquellos obesos que leyeron un texto donde la persona se esforzaba por bajar su peso fueron mejor valorados que aquellos que leyeron un texto donde se explicaban los efectos negativos de la obesidad.
Estos resultados va en la línea de recientes estudios que indican que entre los obesos se valora más a aquellos que consiguen con su esfuerzo bajar que aquellos que lo logran con una intervención externa como es la crujía.
Por lo que los autores concluyen que el estigma que sufren las personas obesas no desaparecen cuando estas pierden peso, si los demás saben que lo han hecho empleado para ello métodos externos, que no requieren de ningún tipo de esfuerzo por su parte; en cambio cuando la persona se ha esforzado existe un gran consideración social por haber podido conseguir superar su problema de sobrepeso con sus propios medios y esfuerzo.
Esto es así probablemente por que los propios participantes, que tienen una media de sobrepeso han tenido la experiencia de querer perder peso y saben lo que cuesta bajarlos, tanto con lo que respecta al ejercicio físico como a llegar una dieta saludable con lo que corregir los desajustes que le llevaron a la persona al sobrepeso.
Lo que no hace si no exponer la idea errónea que se puede tener de que uno pesa «lo que quiere», sin tener en cuenta que existen otros muchos factores de origen genético e incluso farmacológicos o médicos que puede estar influyendo en el mantenimiento y aumento del peso por parte de la persona, y no ser ella la responsable de bajarlo.
Por lo que sería bueno y conveniente trabajar con estas ideas entre aquellas personas que por su condición no puedan perder peso, para que no se sientan mal por ello.
Y para aquellos que quieran y puedan hacerlo, recordarles que el esfuerzo es una vía válida para que aparte de perder peso se sientan satisfechos consigo mismo por conseguir sus propias metas personales tan importantes como es la de recuperar la salud.
A pesar de los resultados, el haber empleado personas por Internet en vez en presencial, además la selección de los participantes con un rango tan amplio de edad no permite conocer si estos resultados cambian o se mantienen durante el tiempo. Igualmente el número de participantes y el origen de los mismos, el 81% caucásico, hace que se requiera de nueva investigación para poder dar por válido los resultados.
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