Categoría: Psicología Clínica y Psicoterapia

Temática de la Psicología Clínica

  • ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?

    ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?


    Uno de los riesgos que puede conllevar la asistencia habitual al gimnasio es cuando la motivación por la salud se convierte en adicción al ejercicio.

    La vigorexia

    La vigorexia o adicción al deporte es una situación más común de lo que se puede pensar y que afecta lo mismo a hombres y mujeres, por el cual la persona no puede dejar de practicar deporte, todos los días a cualquier hora.
    Como cualquier adicción conductual, esta puede surgir en cualquiera que practique deportes, pero donde las motivaciones que lo guían varían con el tiempo, dejando de ser algo sano para cuidarse o mantener en forma, a ser un comportamiento autoalimentado donde se produce una necesidad de practicar deporte por sí mismo.
    Como adicción que es, esto va a involucrar gran parte del tiempo de la persona con vigorexia, lo que puede también suponer un riesgo en el ámbito social y económico, pasando horas y horas en el gimnasio a diario, limitando así sus posibilidades de salir con alguien y de mantener una relación de pareja duradera, ya que se está más preocupada por el deporte que por otro asunto.
    Todo el mundo entiende de los beneficios para la salud de realizar algo de deporte diario, y que es importante mantener cierto nivel de regularidad en su práctica.
    Cuando alguien es un profesional el número de horas y la intensidad de los ejercicios se incrementa, sobre todo cuando se acerca alguna prueba o competición, reduciendo la intensidad el resto del año.
    Pero la vigorexia va más allá de la práctica del deporte para mantenerse sano o para ganar alguna competición, en esta adicción desaparece la finalidad última, para ser el propio deporte el fin, cada vez dedicando más tiempo, más esfuerzo, incluso cuando pone en riesgo la estabilidad de las relaciones sociales, familiares e incluso laborales de la persona que lo padece; pero no queda ahí la adicción, también ocupa buena parte del pensamiento, comprándose revistas especializadas, artículos deportivos y hablando con todos del mismo monotema, tanto que incluso llega a cansar.
    Quizás la situación más evidente de que se sufre esta adicción es precisamente cuando no se puede practicar deporte algún motivo, ya sea una lesión de la cual debe reposar o por trasladarse temporalmente a otro lugar, en esos momentos se sufre «el mono», es decir, esa intensa necesidad de practicar deporte sea como sea y donde sea, y si no afecta emocionalmente a la persona, pudiendo expresar su ansiedad que puede llevar a desesperación e incluso con mal humor, pero ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?


    Vídeo Recomendado: Obsesión por cuerpo musculoso e ingesta de vitaminas son señales de vigorexia- Andina

    Vigorexia y salud

    Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Mesina (Italia) publicado en el 2014 en la revista científica Journal of Addiction.
    El estudio se inició con 150 participaron deportistas amateurs, pero sólo lo completaron 120 de ellos, 69 hombres y 51 mujeres, que realizaban ejercicios en los gimnasios de la zona a los cuales se les administraron tres cuestionarios para rellenar, el primero sobre el riesgo de la persona de sufrir vigorexia a través del cuestionario estandarizado denominado Exercise Addiction Inventory (EAI), el segundo donde se evalúa el nivel narcisismo de la persona con el Narcissistic Personality Inventory (NPI) y el tercero donde se evalúa el nivel de autoestima del participante a través del Coopersmith Self-Esteem Inventory (SEI). Igualmente se recogieron datos socioademográficos, así como sobre la frecuencia de uso de las instalaciones deportivas.
    Los resultados indican que la mitad de los varones que participaron en el estudio estaban en riesgo a padecer vigorexia, mientras este porcentaje se elevaba a un 60% en el caso de las mujeres, evidenciando una mayor exposición de estas a la adicción al deporte.
    Se encontraron resultados significativos en cuanto a los días de asistencia a los gimnasios en función de la mayor o menor exposición a la vigorexia, a los niveles de narcisismo y a la autoestima.
    Donde a mayores niveles de exposición a vigorexia y mayores niveles de narcisismo se acompañan de una mayor asistencia y asiduidad a la práctica deportiva en gimnasios. Igualmente una baja autoestima se relaciona con un mayor asistencia a gimnasios.


    Vigorexia y emociones

    El estudio por tanto concluye que altos niveles de narcisismo y bajos de auotestima son los que están poniendo en riesgo a la persona a sufrir adicción al deporte, y lo que se refleja en un aumento del número de días de uso de las instalaciones deportivas.
    El estudio no contempla por que sería difícil de analizar el ejercicio que puede realizarse fuera de dichas instalaciones, y tampoco evalúa los pensamientos tan característicos de las personas que sufren adicción comportamental, claros exponentes de la vigorexia.
    Igualmente se relacionan las variables con el resultado de un cuestionario sobre sensibilidad a la vigorexia, pero no se realiza un seguimiento de los participantes para comprobar si efectivamente en un plazo razonable de unos meses o un año, la persona con baja autoestima, y con alto narcisismo acaba desarrollando la adicción al deporte, lo cual daría mucho más validez a los resultados.
    Igualmente la media de edad de los participantes con una media de 29 años, hace pensar que estos participantes pueden variar sus tendencias en función de otros factores no analizados como la posición social, el trabajo que desempeñan, la familia que tiene,… ya que todos ellos van a tener una u otra influencia en la persona, siendo esta influencia distinta a medida que la persona va madurando y adquiriendo nuevas responsabilidades.
    Aunque los resultados parecen claro en cuanto a la relación existente, hay que tener en cuenta que han sido obtenidos de una población relativamente pequeña, pero muy localizada en un país con una cultura e idiosincrasia propia como es la italiana, por lo que se precisa de nueva investigación para determinar si estos mismos resultados son extensibles a otras poblaciones.

  • ¿Sabías de las muchas consecuencias del TDA en adultos?

    ¿Sabías de las muchas consecuencias del TDA en adultos?

    A media que uno va creciendo suele ir dejando atrás algunas psicopatología y trastornos de la infancia, pero ¿Qué consecuencias tiene el TDA en adultos?.

    TDA en adultos

    Cuando a una madre le dan el diagnóstico sobre que su hijo sufre Trastorno por Déficit de Atención (TDA) lo último que piensa en en cómo esto va a afectar en su vida adulta, preocupada más bien por el futuro inmediato en clase, ¿Qué va a pasar ahora?, ¿Qué tratarmiento tiene que seguir?, ¿Va a poder continuar en la misma escuela?,…
    Son muchas las cuestiones que se plantea, sin llegar a ser consciente de que se trata de un trastorno crónico, es decir, que no tiene «cura», y que va a ir acompañando al pequeño desde la infancia, la adolescencia, la edad madura, la ancianidad y hasta el final de sus días.
    Lo que puede diferenciar a unos casos de otros es cuánto a invertido la persona en superar su trastorno, no tanto en el ámbito farmacológico orientado a controlar la sintomatología, si no en cuanto al trabajo terapéutico recibido que le ayude a conocerse, a saber cuáles son sus limitaciones debidas al trastorno y adaptar la vida al mismo, sabiendo que se requiere de un esfuerzo diario para mejorar aquellos efectos que conlleva el trastorno.
    El entrenamiento en habilidades sociales, pero también en el desempeño de tareas cognitivas, como la atención focalizada, el trabajo sobre la memoria, la selección de estímulos, el mantenimiento de metas y motivación en el tiempo son fundamentales, pero ¿Sabías de las muchas consecuencias del TDA en adultos?


    TDAH: Doctor Josep Antoni Ramos-Quiroga y Doctor Josep Artigas Pallarés

    Características TDA en adultos

    Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Valencia y el Hospital Arnau de Vilanova (España) publicado recientemente en la revista científica Psicothema.
    En el estudio 40 jóvenes diagnosticados con TDA frente a otros 37 sin este diagnóstico, grupo control, todos ellos entre los 17 y 24 años y sin diferencia significativa en cuanto a inteligencia evaluados a través del cuestionario estandarizado Wechsler Intelligence Scale for adults (WAIS-III).
    A todos los participantes se les administraron tres cuestionarios estandarizados para evaluar la presencia y la gravedad del TDA empleando el Conners’ Adult ADHD Rating Scale, para evaluar la disfunción del TDA en la vida cotidiana del adulto a través del Weiss Functional Impairment Scale (WFIRS), y el Questionnaire on Comorbidity – Weiss Symptom Record (WSR) empleado para comprobar la presencia de otras psicopatologías.
    Los resultados informan que existen diferencias significativas entre los adultos con TDA y los que no lo tienen, así existen diferencias en las subescalas de Familia, Autoestima y Academia de la escala WFIRS. Igualmente las personas con TDA están significativamente más expuestos a mostrar conductas de riesgo como conducción temeraria, conductas ilegales, abuso de sustancias y conductas sexuales inapropiadas.
    Lo que deja en evidencia que las consecuencias del TDA van mucho más allá de la falta de atención y el mantenimiento de la motivación a medio o largo plazo, pues como se refleja en el estudio va a incidir en la calidad en las relaciones sociales especialmente en la familia, y en la parjea, donde se observa cómo está influido por unas relaciones sexuales inadecuadas.
    Igualmente la mayor exposición a conductas de riesgo y al uso y abuso de sustancias, va a entorpecer el normal desarrollo de las personas afectadas con TDA, que al ser participantes universitarios se ven reflejados en un menor desempeño académico a pesar de mantener equiparables niveles de inteligencia con respecto al grupo control.


    El futuro de los adultos con TDA

    Si el estudio se hubiese realizado pasados unos años, o entre la juventud que trabaja, probablemente se podría haber observado esta deficiencia en el desempeño en las labores propias de su trabajo, o bien en un ajuste de la persona a determinados tipos de empleos que no requieran de mucha atención sostenida y que proporcione gran cantidad de estimación, tal y como sería el caso de los trabajadores de puerta fría, es decir vendedores que van de casa en casa, y otros del ámbito comercial.
    Aspecto que puede marcar el futuro profesional y económico de los pacientes con TDA, ya que si obtienen menores resultados académicos, esto va a poder afectar en el acceso a puestos de trabajo menos cualificados, lo que va en detrimento del salario al que puede acceder, con lo que puede reflejarse en un futuro menos prometedor del que puede aspirar cualquier otra persona sin TDA.
    Lo que refleja la necesidad de una intervención especializada en donde se entrene adecuadamente cada uno de los factores en que muestran deficiencias o reducida habilidades con lo que compensar los efectos del trastorno, pudiendo así ofrecer no sólo una mejor y mayor calidad de vida del paciente si no también unas mayores posibilidades laborales y de desarrollo profesional.
    Una de las debilidades del estudio es precisamente en la selección de los participantes, ya que el estudio trata de responder sobre los efectos en la edad adulta del TDA y en el estudio participan como máximo con 24 años, ¿Qué pasa con el resto de la edad adulta?. Además los participantes más jóvenes podrían encuadrarse dentro de la categoría de adolescencia, por lo que se estarían confundiendo los resultados entre efectos del TDA en adolescentes y adultos, por lo que es necesario realizar investigaciones con poblaciones separadas por edad para comprobar qué efectos tiene en cada etapa de la vida y si existen diferencias o no entre ambos, lo que permitiría por ejemplo saber si a más edad los efectos se reducen o mantienen en el tiempo.

    Consecuencias TDA adulto

    Experto Colaborador:


    QUAZI IMAM. M.D
    Dr. Imam is in private practice in Arlington, Tx.


    Cosas que usted debe hacer si tiene TDAH en adultos.
    Aquí hay 10 intervenciones comportamentales y cambios de estilo de vida que no eliminará necesariamente TDAH, pero pueden ayudar a sentirse más controlado.
    1. Considere la medicación
    Medicamentos estimulantes como Adderall, Dexedrine, Ritalin, Concerta y Vyvanse afectan a la química cerebral clave para calmar y enfocar a las personas que tienen TDAH. Son los medicamentos más recetados para el TDAH, y pueden tener efectos secundarios, como la supresión del apetito, insomnio, dolores de cabeza, sequedad de boca y náuseas.

    2. Piense acerca en la terapia
    La terapia cognitivo-conductual: Este tipo de terapias tiene como objetivo ayudar a los pacientes a cambiar su comportamiento, centrándose en la autoimagen y patrones de pensamiento, así como en la superación de obstáculos en la vida cotidiana (y los pensamientos negativos también). No espere que la terapia cognitivo-conductual pueda tomar el lugar de la medicación o incluso ayudar a reducir la dosis, pero puede ayudarle a modificar su comportamiento, y puede ser más eficaz que el uso de la medicación sola.

    3. Obtener información
    Cuanto más aprenda sobre el TDAH, más consciente será de sus síntomas, y cuanto más información tendrá sobre su gestión.

    4. Consolida las relaciones
    Los familiares, amigos cercanos y compañeros sentimentales también deben educarse sobre el para el TDAH. Enforcar el entrenamiento en habilidades sociales pueden beneficiar en gran medida las relaciones profesionales y de amistad. Y la terapia de pareja o la terapia familiar puede ayudar a aliviar los síntomas en el hogar.

    5. Organízate
    Si usted se siente despistado o olvidadizo, intente escribir recordatorios diarios sobre citas, reuniones u otras responsabilidades en un calendario.

    6. Limite las distracciones.
    Prepárese para el éxito cuando se trata de prestar atención puede usar auriculares para dejar de escuchar el ruido y las distracciones de su alrededor. Trate de tener un poco de paz y tranquilidad, si usted trabaja en una oficina ruidosa. Cuando usted necesite centrarse en su casa, apague el televisor y deje el teléfono en otra habitación.

    7. Piense antes de actuar
    Muchos adultos con TDAH hablan y actúan impulsivamente. Trae de enseñarse a si mismo a tomarse un minuto para detenerse y pensar antes de reaccionar de forma exagerada emocionalmente, o dejar escapar algo, o actuar inapropiadamente. Podría ayudar a esto el escribir su primera reacción en lugar de compartirlo.

    8. Planifique con anticipación.
    Planee con anticipación para situaciones que puedan poner a prueba su paciencia, y manténgase en movimiento de forma que no afecte a otras personas, como tomar notas en lugar de estar inquieto.

    9. Póngase en movimiento.
    Los estudios demuestran que si uno se involucra en una actividad física que también afecta al cerebro, como karate, baile o yoga, es muy probable que vea resultados aún mejores. Las artes marciales han demostrado aumentar la consecución de objetivos, mejorar el rendimiento académico y la preparación en el aula de niños con TDAH.

    10. Entrena tu cerebro
    Si bien la investigación que lo apoyan la demanda es escasa, hay teorías que afirman que ejercitando la mente con herramientas como crucigramas o de tipo Sudoku pueden mejorar el TDAH, como la falta de concentración, ya que estimula la creación de nuevas células cerebrales.
    Con respecto a las complicaciones del TDAH en adultos, se ha relacionado con:
    • Rendimiento escolar deficiente
    • Problemas con la justicia
    • Problemas en el trabajo
    • El abuso de alcohol o drogas
    • Accidentes automovilísticos frecuentes u otros accidentes
    • Relaciones inestables
    • Estrés financiero
    • Pobre salud física y mental
    Aunque el TDAH no causa otras condiciones psicológicas o de desarrollo, otros trastornos ocurren a menudo junto con el TDAH entre ellos:
    • Trastornos del estado de ánimo. Muchos adultos con TDAH también tienen depresión, trastorno bipolar u otro trastorno de estado de ánimo. Mientras que los problemas del estado de ánimo no se deben necesariamente directamente con el TDAH, un patrón repetido de fracasos y frustraciones debido al TDAH puede empeorar la depresión.
    • Los trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad se producen con bastante frecuencia en adultos con TDAH. El trastorno de ansiedad puede causar una preocupación abrumadora, nerviosismo y otros síntomas. La ansiedad puede empeorar por los desafíos y contratiempos causados por el TDAH.
    • Trastornos de la personalidad. Los adultos con TDAH tienen un mayor riesgo de trastornos de la personalidad, como el trastorno límite de la personalidad o trastorno de personalidad antisocial.
    • Incapacidad de aprendizaje. Los adultos con TDAH pueden anotar más bajos en las pruebas académicas de lo esperado para su edad, inteligencia y educación.

  • ¿Puede el pensamiento controlar la obesidad?

    ¿Puede el pensamiento controlar la obesidad?


    Uno de los problemas de salud más importantes de los últimos años en determinados países desarrollado es el aumento de los casos de obesidad.

    Pensamiento obesdidad

    Aunque han sido muchos los factores que se han considerado como los causantes del sobrepeso que lleva a la obesidad.
    Si bien con anterioridad el único índice que se tenía para saber si la persona sufría de obesidad era el peso, con posterioridad se incorporó la evaluación de la altura, surgiendo así lo que se conoce como Índice de Masa Corporal (I.M.C.) que se calcula dividiendo el peso por la altura. El I.M.C. ofrece un porcentaje, el cual si es por debajo del 18% se considera desnutrición y por encima del 25% sobrepeso.
    Aunque el I.M.c. está ampliamente aceptado, hoy en día los médicos cuentan con índices más exactos que tienen en cuenta también el género de la persona, e incluso su edad, con lo que establecer más correctamente si se está ante una persona obesa o no, a la vez que ofrece información sobre el porcentaje de la grasa acumulada en exceso.
    La mala alimentación es una de las principales causas de la acumulación excesiva de grasa, y eso a pesar de la una mayor variedad de alimentos que permiten llevar sin mayores costes una dieta equilibrada. A pesar de lo cual el número de obsesos entre los países desarrollados sigue creciendo, habiéndose observado que empieza a afectar a edades cada vez más tempranas, pudiendo encontrarse niños obesos que van a arrastrar problemas de salud asociados durante toda su vida.
    Ya que la acumulación de grasa en sí tiene escasas consecuencias, pero el exceso tiene asociado la presencia de múltiples enfermedades que se incrementan a medida que lo hace el sobrepeso, y que en muchos casos se recupera la persona cuando pierde esos kilos de más.
    Muchas son las creencias al respecto, desde aquellos que piensan que es algo genético y que no se puede hacer nada, otros que afirman «haber probado de todo para bajar» sin haber conseguido anda, pensamientos que limitan la capacidad de la persona de poner en manos de un profesional de la salud especializado, pero ¿Puede el pensamiento controlar la obesidad?



    Controlar la obesidad

    Esto es precisamente lo que trata de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) cuyos resultados han sido recientemente publicados en el 2014 en la revista científica The Journal of Social Psychology.
    El objetivo de este estudio es determinar si las creencias de las personas sobre las posibilidades o no de baja peso van a influir en la realidad de conseguirlo.
    En este estudio han participado ciento noventa y tres adultos reclutados a través de Internet, con edades comprendidas entre los 18 a 65 años, de los cuales 124 eran mujeres, con un índice de peso corporal medio de 25, lo que supone que se encuentra en el inicio de la obesidad.
    A los participantes se les distribuyó entre cuatro variables en donde leían sobre un obeso que intentaba perder peso, en situaciones en que lo atribuía a sí mismo o al exterior.
    Se registró y analizó la respuesta de todos los participantes según su condición experimental, opinando sobre el texto que les había correspondido en una escala de afectividad de -7 a +7 siendo la valoración más baja la correspondiente a fuertemente en desacuerdo y la más alta, fuertemente de acuerdo.
    Los resultados indican que aquellos obesos que leyeron un texto donde la persona se esforzaba por bajar su peso fueron mejor valorados que aquellos que leyeron un texto donde se explicaban los efectos negativos de la obesidad.
    Estos resultados va en la línea de recientes estudios que indican que entre los obesos se valora más a aquellos que consiguen con su esfuerzo bajar que aquellos que lo logran con una intervención externa como es la crujía.
    Por lo que los autores concluyen que el estigma que sufren las personas obesas no desaparecen cuando estas pierden peso, si los demás saben que lo han hecho empleado para ello métodos externos, que no requieren de ningún tipo de esfuerzo por su parte; en cambio cuando la persona se ha esforzado existe un gran consideración social por haber podido conseguir superar su problema de sobrepeso con sus propios medios y esfuerzo.


    Sin obesidad

    Esto es así probablemente por que los propios participantes, que tienen una media de sobrepeso han tenido la experiencia de querer perder peso y saben lo que cuesta bajarlos, tanto con lo que respecta al ejercicio físico como a llegar una dieta saludable con lo que corregir los desajustes que le llevaron a la persona al sobrepeso.
    Lo que no hace si no exponer la idea errónea que se puede tener de que uno pesa «lo que quiere», sin tener en cuenta que existen otros muchos factores de origen genético e incluso farmacológicos o médicos que puede estar influyendo en el mantenimiento y aumento del peso por parte de la persona, y no ser ella la responsable de bajarlo.
    Por lo que sería bueno y conveniente trabajar con estas ideas entre aquellas personas que por su condición no puedan perder peso, para que no se sientan mal por ello.
    Y para aquellos que quieran y puedan hacerlo, recordarles que el esfuerzo es una vía válida para que aparte de perder peso se sientan satisfechos consigo mismo por conseguir sus propias metas personales tan importantes como es la de recuperar la salud.
    A pesar de los resultados, el haber empleado personas por Internet en vez en presencial, además la selección de los participantes con un rango tan amplio de edad no permite conocer si estos resultados cambian o se mantienen durante el tiempo. Igualmente el número de participantes y el origen de los mismos, el 81% caucásico, hace que se requiera de nueva investigación para poder dar por válido los resultados.

  • ¿Qué factores influyen en la enfermedad de Parkinson?

    ¿Qué factores influyen en la enfermedad de Parkinson?

    La enfermedad de Parkinson tiene consecuencias en la vida de la persona, tanto en cuanto a su independencia como en su autonomía, que es progresivo.

    Parkinson

    Cuando un paciente recibe el diagnóstico con Parkinson, se va a preocupar principalmente por la evolución de la sintomatología de los movimientos musculares, tanto en cuanto a temblor se refiere como a la rigidez muscular.

    Quizás sean estos los síntomas más evidentes, y temidos de esta enfermedad, pero no son los únicos que van a ir sufriendo poco a poco a medida que avanza la enfermedad, ya que también se va a sufrir bradicinesia, que se traduce en una lentitud motora, sobre todo visible a la hora de caminar, pero también va a sufrir inestabilidad, problemas al tragar o estreñimiento entre otras, en fases avanzadas de la enfermedad, pero además, y existen otras circunstancias que van a aparecer al mismo tiempo que la enfermedad que van a perjudicar su evolución, perjudicando la calidad de vida del paciente, pero ¿Qué factores influyen negativamente en la enfermedad de Parkinson?


    XIG4l8AlxQg https://youtu.be/XIG4l8AlxQg

    Factores parkinson

    Esto es precisamente lo que trata de investigar desde la Universidad de Cambridge, la Universidad de Newcastle (Inglaterra) y la Universidad de Griffith (Australia), cuyos resultados han sido recientemente en la revista científica Parkinsonism and Related Disorders.
    En el estudio participaron 216 pacientes diagnosticados recientemente con la enfermedad de Parkinson, cuyos resultados se van a comparar con 99 personas sin dicha enfermedad.
    A todos ellos se les administró una escala estandarizada para evaluar las capacidades congitivas a través del Mini-mental state examination (MMSE) y el Montreal Cognitive Assessment (MoCA), la calidad de vida de participante a través del Parkinson’s Disease Questionnaire (PDQ-39), sobre trastorno de depresión evaluado a través del Geriatric Depression
    Score (GDS-15), así como un análisis exploratorio de síntomas clínico y neuropsiquiátricos, a través de Cognitive Drug Research (CDR) battery y Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery (CANTAB).
    Los resultados muestran que existe una importante pérdida en los distintos índices evaluados al comparar entre los pacientes con Parkison en sus fases iniciales frente al grupo control, mostrando que el paciente además debe enfrentarse a una serie de contratiempos añadidos a las propias de la enfermedad de Parkinson.
    Igualmente los resultados indican que los pacientes de Parkinson muestran significativamente peores resultados en cuanto a calidad de vida, mostrando una mayor incidencia de trastornos de depresión mayor.

    Influencia parkinson

    Aunque el objetivo del estudio no buscaba específicamente analizar la relación de la enfermedad de Parkinson con la salud mental, el estudio muestra una correlación positiva significativa con los trastornos de depresión mayor, lo que indica que estos pacientes son especialmente sensibles hacia estos trastornos, lo que indica que se deban establecer programas de prevención entre los reciente diagnosticados con Parkinson para evitar que se vea agravado además con este trastorno del estado de ánimo.

    Algo que por cierto ya ha sido observado con anterioridad, cuya dificultad añadida es que el tratamiento farmacológico de la Depresión Mayor perjudica a la evolución y la sintomatología de la enfermedad de Parkinson, lo que hace que se tenga que tener especial cuidado para evitar que aparezca la depresión mayor en estos pacientes.

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