Categoría: Psicología Clínica y Psicoterapia

Temática de la Psicología Clínica

  • ¿Existen diferencias de género en el TDAH en adultos?

    ¿Existen diferencias de género en el TDAH en adultos?


    El TDAH en adultos se está convirtiendo en un nuevo campo de investigación, ya que hasta ahora los esfuerzos se habían centrado en el TDAH en la infancia.

    Sobre el Tdah

    Hay que tener en cuenta, que hasta la fecha el TDAH no tiene “cura”, aunque sí pueden controlarse sus síntomas. Esto es, cualquier pequeño que haya sido diagnosticado como TDAH va a serlo toda su vida, es decir, se va a caracterizar por un déficit de atención, y además va a presentarse hiperactividad en sus decisiones y comportamiento.
    Si bien los padres se preocupan por procurarle la atención pertinente cuando estos son pequeños, parece que el “problema” se disipa en eso que se llama la adolescencia, donde los problemas de atención o conducta son atribuidos a la rebeldía que muestran algunos jóvenes, más que a los efectos de seguir sufriendo las consecuencias de su TDAH.
    Pero a nadie se le gusta estar de por vida “etiquetado” y menos estigmatizado, por lo que los propios jóvenes y sus familias acaban ignorando y dando de espaldas al tratamiento del TDAH que llevaban desde pequeño.

    Al respecto existe cierta preocupación social, sobre todo en EE.UU. por el cada vez más frecuente diagnóstico de TDAH a cualquier pequeño que no cumple con los “estándares” académicos esperables. Preocupación porque el diagnóstico conlleva que deba de seguir un tratamiento, en muchos casos farmacológico.
    Una medicación que en los últimos años ha empezado a crear cierto nivel de alarma social debido al creciente número de casos de “reacciones adversas” al mismo, tal y como se muestra en la gráfica siguiente:

    Reacciones adversas cuando se toman medicamentos para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) | HealthGrove

    Hay que indicar que a pesar del evidente repunte del último año de casos de afectados por “reacciones adversas” debidos al consumo de medicamentos para tratar el TDAH, hay que tener en cuenta que también el número de pequeños que las toman ha aumentado sobre todo en la última década.
    A pesar de lo anterior, eso no justifica en ningún caso los efectos adversos de los medicamentos que son administrados a menores y que les debe de ayudar a “centrarse”, y no perjudicar en su salud.
    Sobre el TDAH indicar se estima que a nivel mundial afecta a un 5% de la población infantil, contando con un importante componente genético, tal y como lo muestran las investigaciones con gemelos, donde en el 80% de los casos ambos padecían TDAH, pero ¿Existen diferencias de género en el TDAH en adultos?


    Vídeo Recomendado: TDAH en adultos ¿nueva moda?

    Género y Tdah

    Esto es precisamente lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Deptartment of Clinical Sciences Lund, Lund University (Suecia) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica Journal of Neuropsychiatry.
    En el estudio participaron ciento cincuenta y siete adolescentes, de los cuales ochenta y nueve eran mujeres, con una edad media próxima a trece años.
    El 70% de los participantes tenían el diagnóstico de TDAH, mientras los demás pertenecían al grupo control.
    Todos los participantes debían de escuchar un estímulo auditivo, mientras era registrada la respuesta auditiva provocada del tronco encefálico (B.A.E.R.) mediante la técnica de potenciales evocados.
    Esta técnica B.A.E.R. es empleada para detectar problemas neurológicos en los menores, además de problemas auditivos como por ejemplo la hipoacusia.
    Los resultados muestran diferencias significativas entre los participantes con y sin TDAH, igualmente se detectaron diferencias significativas en función del género, así las mujeres con TDAH mostraban mayores diferencias en diversas regiones del tronco cerebral, como el tálamo o los núcleos cocleares.
    Esto indicaría que dichas estructuras implicadas habrían sufrido un desarrollo diferencial lo que explicaría en la presencia de síntomas asociados al TDAH, tal como la hiperactividad, la inatención e incluso los problemas para conciliar y mantener el sueño.


    Hiperactividad y género

    Una de las limitaciones del estudio es que se limita a describir las diferencias encontradas en el tronco cerebral, y cómo las estructuras de forma individual pueden explicar uno u otro síntoma del TDAH, pero sin ofrecer un modelo explicativo completo.
    Igualmente, a pesar de señalar las diferencias de género no ofrecer ninguna aproximación a la explicación e implicaciones de estas diferencias.
    Hay que destacar la facilidad y rapidez del diagnóstico del TDAH basado en esta técnica de potenciales evocados observando las diferencias en el B.A.E.R, con una duración aproximada de cinco minutos.
    Se trata pues de una prueba objetiva para determinar la presencia de TDAH, el cual puede complementar el procedimiento estándar actual mediante pruebas neuropsicológicas creadas al efecto.

    Entre las recomendaciones para los adultos con TDAH señalar:
    – Si ha recibido el diagnóstico de TDAH en la infancia, es muy probable que siga “sufriendo” sus efectos durante la vida adulta, por lo que trate de no “conformarse” y buscar ayudar al respecto.
    – Los adultos aprendemos estrategias compensatorias de nuestras “limitaciones”, pero estas normalmente son por ensayo y error, o evitando las dificultades. Hoy en día existen técnicas psicoterapéuticas orientadas al tratamiento del TDAH que ofrece una mayor “solución” a los problemas que conlleva.
    – Aunque como se ha indicado, el TDAH no tiene cura, pero sus síntomas se pueden aprender a “controlar” y a desarrollar una vida “normal” sin dichos trastornos, y todo gracias a la intervención de un especialista.

  • ¿Los pequeños con autismo presentan problemas del sueño?

    ¿Los pequeños con autismo presentan problemas del sueño?


    Los pequeños con autismo van a mostrar principalmente un retraso en el desarrollo del lenguaje, pero no va ser la única área afectada

    Pequeños con autismo

    Los padres rara vez están en sobre aviso de todas las dificultades que van a presentar los pequeños, ya que estos están centrados en el problema más evidente, la falta de desarrollo comunicativo.
    Una realidad que a pesar de los avances que se han realizado en los últimos años, cada vez hay más pequeños diagnosticados con el Trastorno del Espectro Autista, tal y como se muestra en la gráfica interactiva siguiente:

    Prevalencia del Trastorno del Espectro Autista en los Estados Unidos | HealthGrove

    Pero hay que tener en cuenta que cada uno de estos problemas, de tipo psicomotriz, emocional u o de otro tipo van a ir en detrimento de la calidad de vida del menor.
    Tal es el caso del sueño, que va a afectar a nuestra salud, independientemente de que padezcamos o no autismo.
    Los ojeras al día siguiente de haber pasado una «mala noche» no es más que el reflejo de todo un «abanico» de consecuencias que vamos a tener durante ese día, con agotamiento, cansancio, irritabilidad, …
    Y eso que sólo hemos «perdido» una noche, cuando se presentan los trastornos del sueño con regularidad, la salud se va a resentir incluso pudiendo facilitar la aparición de enfermedades.
    De ahí la importancia de tener un sueño de calidad, pero ¿Los pequeños con autismo presentan problemas del sueño?


    https://youtu.be/ch816GJsRQs

    Vídeo Recomendado: EL DOCTOR JOSE RAFAEL MARQUINA NOS HABLA ACERCA DEL AUTISMO

    Niño con autismo

    Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde Sleep Disorders Division, Department of Neurology, Vanderbilt University School of Medicine, junto con el Department of Pediatrics, University of Colorado School of Medicine, el Biostatistics Center, Massachusetts General Hospital; el Department of Pediatrics, University of Rochester; el Department of Pediatrics, Nationwide Children’s Hospital, y el Department of Pediatrics, The Children’s Hospital of Philadelphia (EE.UU.) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Pediatrics.
    En el estudio participaron 1.515 niños, de los cuales el 16% eran niñas, con edades comprendidas entre los cuatro a diez años.
    Los padres de estos pequeños con autismo completaron un cuestionario estandarizado sobre hábitos nocturnos denominado Children’s Sleep Habits Questionnaire (C.S.H.Q.).
    Igualmente se obtuvo información sobre el uso de medicamentos para dormir que estaban recibiendo estos pequeños.
    Los resultados indican que el 71% de los pequeños con autismo presentan problemas de sueño, de los cuales escasamente el 30% estaba diagnosticado al respecto.
    De los pequeños diagnosticados, el 43% recibía tratamiento farmacológico para facilitar el sueño.


    Niña con autismo

    Entre las limitaciones del estudio está la escasa inclusión de niñas en el mismo.
    Igualmente, el estudio únicamente refleja las proporciones sin entrar a identificar ni las causas ni el tratamiento más efecto.
    A pesar de lo anterior, los autores señalan que aquellos pequeños que eran medicados para el sueño, luego mostraban un comportamiento menos adaptativo y una peor calidad de vida.
    Todo lo anterior tiene que hacer reflexionar a los padres, primeramente, que su pequeño con autismo probablemente esté sufriendo problemas del sueño, ya que afecta a 3 de cada 4.
    Segundo que estos problemas tienen un efecto directo en su calidad de vida, y por tanto hay que diagnosticarlos y tratarlos.
    Y tercero, que el tratamiento farmacológico no parece ser el más indicado para estos pequeños, debido a las consecuencias sobre su comportamiento y calidad de vida posteriores.
    Los autores con respecto a este último punto señalan que sería mejor educar a los pequeños a tener una «higiene del sueño», esto es, aprender procedimientos para aumentar la calidad del sueño.

    Entre las recomendaciones para que los pequeños puedan dormir mejor se pueden señalar:
    – Mantener cierta regularidad en cuanto a la hora de dormir
    – Procurar evitar las cenas copiosas
    – No realizar actividades físicas intensivas antes de acostarse
    – No ver la televisión ni otros equipos tecnológicos que puedan alterar al pequeño antes de acostarse
    – Dormir en un cuarto espacioso y ventilado y sin ruidos.

    Experta Colaboradora:

    Dª Mabel Velandia Ramos
    AUDIOLOGIST MINTIC- TELEMEDICIN


    Teniendo en cuenta que el autismo es una discapacidad del desarrollo neurologico los estudios electrofisiologicos han identificado diferencias en la arquitectura del sueño significativas en especial para poder conciliar el sueño. Por lo cual a la hora de establecer un plan de tratamiento, es fundamental entender la etiologia subyacente del trastorno del sueño que en la mayoría de casos es multifactorial.


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  • ¿La pobreza se relaciona con problema de salud mental?

    ¿La pobreza se relaciona con problema de salud mental?


    Los problemas de salud mental pueden producirse en cualquier estatus social, ya que su origen es multifactorial.

    El problema de la salud mental

    En el artículo anterior observábamos cómo aquellos pacientes de Párkinson pakistaníes con escasos recursos eran más proclives a padecer depresión.
    A pesar de lo cual no se puede generalizar dichos resultados para cualquier problema de salud mental ni población sin tener datos al respecto.
    Es cierto que el tener una menor capacidad económica puede repercutir en recibir una «peor» asistencia sanitaria o no poder costearse los tratamientos médicos prescritos, Pero esto tendría más que ver con el mantenimiento y agravamiento de las enfermedades mentales, más que con su origen.
    Igualmente, la pobreza no puede considerarse como algo «crónico», ya que en ocasiones se trata de situaciones puntuales de pérdida temporal del trabajo por parte de alguno o ambos progenitores.

    Aunque eso si pensamos en países «desarrollados», ya que hay muchos países en vías de desarrollo o subdesarrollados en donde la pobreza es algo «común», a pesar de lo cual, la pobreza a nivel mundial ha disminuído en los últimos años tal y como lo muestra la gráfica interactiva siguiente:

    Índices de pobreza a nivel mundial | Graphiq

    Por último señalar que existe una diferencia entre la pobreza «real» y la percibida, siendo la segunda más frecuentes entre las poblaciones que tienen «vecinos» económicamente más adinerados, pero ¿La pobreza se relaciona con problema de salud mental?


    Vídeo Recomendado: Entrevista sobre «La pobreza y su influencia en la salud mental de los ecuatorianos»

    Relación entre la salud mental y la pobreza

    Esto es lo que se ha analizado recientemente y de cuyas conclusiones se ha presentado por parte de la The Children’s Society de Inglaterra.
    Para realizar este informe se han empleado diversas fuentes entre ellas, la propia base de datos de la sociedad, una revisión de la bibliografía científica y una encuesta a 54 especialistas en salud mental denominada Freedom of Information (FOI).
    La población objeto de análisis han sido pequeños entre los nueve a dieciséis años, comparando entre aquellos que han sufrido situaciones de carencias económicas y los que no.
    Los resultados informan, que, en la sociedad inglesa, los jóvenes que sufren pobreza suelen ser significativamente más pesimistas con la vida que les ha tocado, sintiéndose significativamente como fracasados.
    Con respecto a la relación entre la pobreza, es decir, vivir con una familia de escasos recursos económicos, y la salud mental, el informe indica que los jóvenes van a mostrar mayores problemas de conducta, incluida las agresiones, hiperactividad e impulsividad.
    Además, la pobreza está rodeado de cierto nivel de estigmatización lo que favorece la aparición de sentimientos de soledad, aislamiento e incluso depresión entre los más jóvenes.


    Relación entre juventud y salud mental

    Hay que tener en cuenta que no se han divido los datos en grupos de edad, lo que ofrecería una visión más adecuada sobre la posible evolución de esta relación entre pobreza y problemas de salud mental.
    Igualmente, no se informa de que se hayan analizado los datos por género, luego no es posible conocer si existe una influencia diferencial en función de esta variable.
    A pesar de las limitaciones anteriores, el informe resalta la importancia de conocer un patrón entre la población juvenil que hasta ahora sólo se había sospechado.
    Lo que hace que sea necesario la incorporación de medidas de intervención pública focalizado tanto en el ámbito familiar como en el escolar.
    De hecho, en el final del informe se realiza una serie de recomendaciones en este sentido.
    Aspecto que sorprende que todavía no se hubiese analizado y estudiado en profundidad en una sociedad del llamado “primer mundo”, donde la atención al menos favorecido parece que se ha ido descuidando; precisamente entre los que más lo necesitan, ¿Y en tu comunidad?, ¿Existen políticas de intervención psicológica entre los menos favorecidos?

  • ¿Se puede prevenir la depresión en el párkinson?

    ¿Se puede prevenir la depresión en el párkinson?


    La aparición de la depresión en el Párkinson puede producirse a los pocos días de recibir el diagnóstico o tras unos años de padecer la enfermedad.

    La depresión en el Párkinson

    Se estima que la prevalencia de esta relación entre la depresión y el parkinsonismo, como también se conoce a la enfermedad de Párkinson, es entre un 10 a 70%.
    Si nos paramos a pensar en las crecientes dificultades que la persona va sufriendo a la hora de controlar sus propios movimientos, no nos extrañaría que eso se tornase en un problema en su estado de ánimo e incluso en su autoestima.
    Pasar de ser totalmente independiente, a cada vez necesitar más ayuda, sabiendo que al final la dependencia será absoluta, puede llegar a hundir hasta la persona más optimista.
    Se esperaría que aquellas personas que constasen con factores como la resiliencia o una red amplia de apoyo familiar, serían las que tendrían más posibilidades de no caer en dicha depresión.
    Es decir, a medida que conocemos los factores implicados en la depresión entre pacientes de la enfermedad de Párkinson, podemos establecer los factores protectores, pero ¿Se puede prevenir la depresión en el Párkinson?


    Vídeo Recomendado: Detección oportuna de Parkinson. Vértigo saludable

    Relación entre depresión y la enfermedad de Párkinson

    Esto es lo que ha tratado de responderse con una investigación realizada desde el Jinnah Postgraduate Medical Centre, el Institute of Psychiatry, Baqai Medical University, el Ziauddin Medical College, y la Isra University (Pakistan) y cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Neurology & Stroke.
    En el estudio participaron noventa y siete pacientes diagnosticados con la enfermedad de Párkinson, siendo la mitad mujeres, con edades comprendidas entre los 50 a 80 años.
    A todos ellos se les administró el cuestionario estandarizado para evaluar la presencia de síntomas depresivos denominado Beck Depression Inventory.
    Se tuvieron en cuenta las variables sociodemográficas de género, edad, nivel económico y nivel de estudio, así como el tiempo que lleva padeciendo la enfermedad de Párkinson.
    Los resultados, obtenidos a partir de un nivel superior a nueve en la prueba administrada indican una mayor prevalencia de síntomas depresivos entre las mujeres (10,2%) frente a los hombres (9,3%).
    Con respecto a la edad se observó que a más años (más de 60) se tiene un porcentaje superior en sintomatología depresivas (8%) frente a los más jóvenes (1%).
    Igualmente, en ninguno de los pacientes que habían cursado estudios superiores (14 de ellos) se alcanzaron síntomas significativos de depresión, frente al 11,8% de los que tenían estudios básicos y los 9,4% de los que tenían estudios intermedios.
    Con respecto al tiempo de padecimiento de la enfermedad de Párkinson, los que llevaban menos de diez años padeciéndola sufrían un mayor porcentaje de depresión frente a los que llevaban más de diez (11,5% frente al 5,6%).
    Por último, con respecto al dinero económico de la familia, cuando estos tenían ingresos inferiores a 20.000 rupias pakistaníes mostraban un mayor porcentaje de sintomatología depresivas (12.8%), frente a los que tenían ingresos entre 20.000 y 40.000 rupias pakistaníes de un (7,4%) y frente al 4,3% de aquellos que tenían ingresos familiares por encima de 40.000 rupias pakistaníes.


    Causa-efecto entre sufrir párkinson con depresión

    Entre las limitaciones del estudio está el que no se ha introducido un grupo control, para saber el nivel de la depresión en la población de similares características sociodemográficas, para poder determinar si están por encima o no.
    Igualmente hay que tener en cuenta las características de la idiosincrasia de la población pakistaní, así como de su sistema asistencial, por lo que se requiere de nueva investigación para comprobar si los resultados anteriores se mantienen.
    De comprobarse estos resultados en otras poblaciones, obteniéndose diferencias significativas por cada una de las variables señaladas, entonces se puede indicar que las personas que tienen una mayor probabilidad de sufrir depresión cuando padecen la enfermedad de Párkinson son aquellas mujeres, con edades superiores a los 60 años, que lleven sufriendo menos de 10 años la enfermedad de Párkinson y que además tengan estudios básicos y escasos recursos económicos.
    Al contrario, las personas que tenga el siguiente perfil van a estar menos expuestas a sufrir depresiones cuando se padece la enfermedad de Párkinson, es decir, hombres, menores de sesenta años, que llevan sufriendo la enfermedad más de diez años, y que tienen un nivel de estudio superior y unos ingresos familiares elevados.
    Una vez conocido los perfiles de las personas más vulnerables se pueden implementar programas de protección especial para que estas personas no caigan en la depresión, máxime cuando tienen escasos recursos económicos para poder acudir a un psicólogo para ayudarla cuando surjan los primeros síntomas.

  • ¿Cuál es la relación entre el consumo de tabaco y la salud mental?

    ¿Cuál es la relación entre el consumo de tabaco y la salud mental?

    En muchos países el consumo de tabaco es legal, a pesar de ello las autoridades tratan de retrasar el inicio de su consumo.

    Salud mental

    Está claro que cuanto antes se acceda a esta adicción, más tiempo de vida saludable tendrá la persona. Igualmente, cuanto antes abandone este hábito, mayor probabilidad de recuperación tendrá y por tanto de evitar sus consecuencias futuras, pero cuando uno piensa en el consumo de tabaco, lo suele hacer sólo a nivel médico, es decir, las consecuencias sobre los pulmones tanto del fumador como de los otros (fumadores pasivos).
    Las políticas públicas encaminadas a «dificultar» el consumo de tabaco, prohibiéndolo en espacios cerrados han dado como resultado en muchos países una reducción del consumo de cigarrillos, lo que se ha traducido a su vez en un nuevo fenómeno el del uso de los cigarrillos electrónicos como «sustitutos» de la adicción, tal y como se muestra en la gráfica interactiva siguiente.

    Consumo de cigarros frente al de cigarrillos electrónicos en adolescentes 2011-2014 | HealthGrove

    A pesar de la importancia de este aspecto, no es el único que se ha de tener en cuenta ya que como adicción que es tiene un importante componente psicológico.
    Tal es así que el síndrome de abstinencia física que se sufre cuando se deja, es relativamente corto, con respecto a las dificultades psicológicas para abandonar este hábito.
    Algunas personas lo mantienen porque tienen la creencia de que si lo abandonan van a engordar o incluso de que les tranquiliza, ¿Cuál es la relación entre el consumo de tabaco y la salud mental?


    Vídeo Recomendado: Adicción al Tabaco

    Consumo de tabaco

    Esto es precisamente lo que ha abordado un reciente informe titulado ASH Fact Sheet on Smoking and Mental Health publicado por la Action on Smoking and Health (A.S.H.) entidad británica dependiente del Royal College of Physicians.
    En el informe se recuerda que el porcentaje de fumadores en el mundo desde 1990 al 2014 se ha reducido desde el 27% al 19%, pero que de los fumadores actuales el 40% sufren alguna psicopatología.
    Siendo la presencia de fumadores entre los que sufren esquizofrenia de un 40%, trastorno bipolar de un 37%, depresión junto con TDA de un 30% y los trastornos de la alimentación de un 20%
    En el estudio se señala, que, en el caso de la depresión, esta puede estar en el origen de la adicción al tabaco, al observarse un incremento significativo entre este tipo de pacientes.
    En el caso del TDA la relación está estrechamente establecida, produciéndose un acortamiento de la edad de inicio de su consumo ante la presencia de TDA.
    Incluso entre las causas de las demencias como la de la enfermedad del Alzheimer, el consumo de tabaco incrementa en un 50% las posibilidades de sufrir demencia.


    Consumo de tabaco y salud mental

    Personalmente creo que no existen suficientes datos para poder establecer una relación causa-efecto entre la psicopatología y el consumo de tabaco, aunque algunos datos señalen esta posibilidad.
    A pesar de la contundencia de los datos anteriores, todavía existe una escasa conciencia al respecto del papel de lo psicológico tanto en el inicio y mantenimiento de esta adicción, así como la comorbilidad con las psicopatologías.
    Hay que tener en cuenta que quienes sufren psicopatología, que además fuman, van a presentar complicaciones en la salud que deberán de ser tratadas, lo cual puede perjudicar la recuperación de su psicopatología.
    A pesar de lo aparentemente alarmante de los resultados, es importante constatar que cada afirmación va avalada por los datos obtenidos por investigaciones científicas.
    Por lo que a la hora de diseñar e implementar plantes de prevención también se tendría que tener en cuenta a la población con psicopatología como grupo de riesgo, sobre el que incidir para evitar la adicción al tabaco.

    Experta Colaboradora:

    Dª Mabel Velandia Ramos
    AUDIOLOGIST MINTIC- TELEMEDICIN



    De acuerdo al último estudio publicado en investigación reciente acerca de el hábito de fumar en Journal of Neurochemistry los hallazgos muestran que el cigarrillo tiene un componente que provoca que los glóbulos blancos ataquen al Sistema Nervioso Central destruyendo células sanas y dando lugar a daños neurologicos graves. El componente es el NNK qu es un componente muy comun en el tabaco. Es un procarcinogeno, es decir, una sustancia que puede transformarse en carcinogeno (agente que produce cáncer). Si es alterada por los procesos metabólicos del cuerpo humano produciendo una neuro inflamación cerebral. Lo anterior confirma efectos en la salud fisica. Se sabe que la prevalencia del consumo del tabaco en personas con transtornos mentales es entre dos y cuatro veces superior que en la población no fumadora.
    Los pacientes psiquiatricos ademas de fumar tabaco consumen otras drogas asociadas al cigarrillo deteriorando su funcion psicosocial a traves del tiempo generando transtornos de tipo mental.
    En la población adolescente debemos frenar el inicio del consumo del cigarrillo pues se sabe que la precocidad del inicio del consumo de tabaco es un marcador de riesgo de aparición posterior de problemas mentales.
    La existencia de factores neurobiologicos, psicológicos y sociales intervienen en la asociación y datos epidemiologicos, geneticos, de neuroimagen y clínicos sugieren que las características de los trastornos mentales predisponen al inicio y el mantenimiento del tabaquismo.

  • Entrevista a D. Blas Ramón Rodríguez sobre la intervención en la discapacidad

    Entrevista a D. Blas Ramón Rodríguez sobre la intervención en la discapacidad


    Entrevista a D. Blas Ramón Rodríguez, licenciado en Psicología. Experto en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud. Especialista en intervención psicológica, psicosocial, socioeducativa y sociolaboral en personas con discapacidad.




    – ¿Qué es la discapacidad intelectual?

    La discapacidad intelectual es un término caracterizado por su constante evolución, tanto en su plano comprensivo, como en lo que respecta a su lenguaje, definición y clasificación. El concepto de discapacidad intelectual toma el relevo al de retraso mental por resultar menos discriminatorio y consiste en una serie de limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa en el entorno en el que se desarrolla la persona afectada. Esta definición que podemos considerar habitual, desde la práctica profesional la hemos de observar desde una perspectiva diferente. La centralidad de todas las acciones relacionadas con las personas con discapacidad en general y con discapacidad intelectual específicamente, se establece en la consideración de que estas personas tienen capacidades diferentes. La intervención psicológica en la discapacidad intelectual pone su foco en las habilidades con las que cuentan en vez de aquellas de las que carecen, para a partir de ellas alcanzar un éxito terapéutico aceptable.

    – ¿Cuáles son las principales demandas de pacientes y familiares con Discapacidad Intelectual?

    Cuando hablamos de intervención psicológica en población con discapacidad intelectual, podemos hacer referencia a dos realidades fundamentalmente: las alteraciones conductuales, trastornos de conducta específicas de esta población, o bien a otro tipo de trastornos psicológicos que no difieren, en realidad, de los que pueden sufrir otras personas del resto de la población, aunque con determinados matices de la realidad concreta del tipo de discapacidad intelectual. Situaciones relacionadas con pobre autoestima, baja tolerancia a la frustración y al estrés, la no aceptación, así como inadecuadas estrategias para afrontar estos conflictos, tanto en personas con discapacidad como en miembros de la unidad familiar o personas muy allegadas. Las secuelas de patología psicológicas de trastorno mental asociadas, los problemas de comunicación y lenguaje, y las dificultades en el desarrollo de habilidades sociales son también demandas de consulta habituales.


    Vídeo Recomendado: Discapacidad

    – ¿En qué consiste la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    Existe debate, o no existe consenso, sobre si las personas con discapacidad son capaces de beneficiarse de las terapias psicológicas individuales. Hablamos de terapias más centradas en el habla y en el análisis de lo que sucede. No existe contraindicación ni evidencia de que una persona con discapacidad intelectual leve o moderada sea incapaz de llevar a cabo con éxito una psicoterapia individualizada, siempre que la persona conozca el propósito de la terapia y esté motivada para llevarla a cabo, ni más ni menos que como le ocurre a casi todo el mundo que acude a los servicios de un psicoterapeuta. Cierto que a días de hoy los tratamientos psicológicos más frecuentemente utilizados con personas con discapacidad intelectual son las terapias conductuales, centradas más en el autoanálisis. El entrenamiento cognitivo, tanto individual como en grupo ha mostrado buenos resultados en estas personas en los casos de trastornos del ánimo, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo. Pueden ser también de enorme utilidad las terapias familiares, en las que se den pautas a los miembros que conviven con la persona en el hogar. En todas ellas, es muy recomendable que también se trabaje en el hogar o, al menos, en aquellos lugares en los que se den los comportamientos que queremos tratar. El aprendizaje de técnicas de autocontrol es eficaz para el control de comportamientos agresivos y conductas autolesivas.
    Es muy importante que los psicólogos que abordan tratamientos relacionados con personas con discapacidad tengan presente que se trata de un trabajo de carácter multidisciplinar y, en consecuencia, su intervención deber tener en cuenta esta necesidad de abordaje de los problemas que afectan a estas personas, y que es en el marco de esa atención integral donde adquiere importancia la atención psicológica debido a que ésta adquiere su mayor desarrollo en la potenciación del desarrollo y autonomía personal de estos discapacitados.
    Cabe añadir aquí que la intervención psicológica en este ámbito ha de alcanzar a la persona con discapacidad y a todos los que se relacionan con ellas, si bien ya comentamos a la familia, queda por añadir a los cuidadores, monitores y otros profesionales, más desde un plano preventivo-formativo que psicoterapéutico, a fin de que puedan contar con estrategias y herramientas que mejoren su desempeño. El síndrome de Burnout es algo real que se produce especialmente en los profesionales que trabajan con discapacitados severos, principalmente.

    – ¿Cómo se estructuran las sesiones en la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    En la psicoterapia de personas con discapacidad se deben esperar siempre resultados a medio y largo plazo. Para alcanzar nuestros objetivos la psicoterapia con personas con discapacidad intelectual debe estructurarse básicamente como lo hacemos para personas sin discapacidad intelectual en el sentido de su temporalización. Para ello estructuraremos la intervención en sesiones de evaluación que nos permita establecer un plan de tratamiento individualizado (consensuado a partir de un enfoque multi e interdisciplinar), tratamiento con sesiones para casa, ya que la participación familiar es imprescindible, comprende el mayor número de sesiones, y finalmente, sesiones de seguimiento para consolidar los aprendizajes y que el paciente los incorpore definitivamente a su vida diaria. En esta fase, en la terapia con personas con discapacidad, las sesiones no deberán ser tan espaciadas como ocurriría en un seguimiento de la terapia en otro tipo de pacientes.
    Hasta aquí todo es bastante similar a la práctica común con todos sus matices. Sin embargo, en las sesiones con personas con discapacidad suele ser necesario utilizar con frecuencia estilos de comunicación total, capaces de captar toda su atención. Para conseguir este propósito el profesional deberá ser más enfático, capaz de utilizar a la vez varias formas de emisión de un mensaje. Implica la utilización de palabras concretas, frases cortas, posturas y construcciones de comunicación propias del estilo oral o gestual de la persona con discapacidad tratada.

    – ¿Durante cuánto tiempo se ha de seguir la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    Generar en la persona con discapacidad intelectual una percepción positiva de la propia vida puede ser cuestión de poco tiempo o llevar largos meses de trabajo. De igual manera, identificar el estilo de vida y los factores que contribuyen a la conducta problemática, así como valorar las oportunidades de la persona para elegir, decidir y participar en la dinámica del entorno físico y psicosocial, y establecer finalmente una relación positiva con la persona que facilite el éxito de una intervención terapéutica requiere también tiempo. A partir de ahí, los tiempos de la intervención varían en función de las capacidades desarrolladas por la persona con discapacidad. Es, como en cualquier otra psicoterapia, algo variable, pero a diferencia de aquellas la mayoría requieren algunos años de tratamiento. Hay que tener en cuenta que el tránsito de la insolvencia a la capacitación emocional, instrumental y social, apoyada en la construcción de una autocrítica que permita al sujeto dejar de escapar compulsivamente y defensivamente de los problemas que se le plantean, enfrentándolos resolutivamente, es más angosto y largo que en la mayoría de los pacientes que nos visitan en consulta. La construcción del vínculo terapéutico requiere, además, las características y habilidades de autenticidad, aceptación y empatía del profesional han de estar especialmente visibles y accesibles.


    Vídeo Recomendado: Consulta Psicológica de la Persona con Discapacidad

    – ¿Cuáles son las principales dificultades que surgen en la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    En primer lugar hay que hacer referencia a esa frustración generada por las dificultades o los obstáculos que son de difícil resolución para las personas con discapacidad, y que tienen que ver más con las situaciones de discriminación que con las propias capacidades de estas personas. Es decir, lo más discapacitante no es la deficiencia que origina una determinada discapacidad, sino el entorno en el que estas personas se desarrollan, tanto social como, en algunas ocasiones, familiar. Las deficiencias en las condiciones ambientales, en cuanto a carencias de oportunidades, estrategias de enseñanza no ajustadas o el pobre acceso a contextos atractivos para estas personas, son situaciones que aumentan la dificultad del tratamiento psicológico. Hablamos de la asociación entre ambientes deficientes en el ámbito social, laboral, formativo, lúdico y afectivo y conducta problemática de la personas con discapacidad. Por otro lado es indudable el hándicap que suponen las dificultades de adaptación y comunicación de muchas de las personas con discapacidad intelectual.

    – ¿Cuáles son los objetivos alcanzables con la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    Sin duda, la mejora de su autoestima, la adquisición de una mayor capacidad para la toma de decisiones, adquirir mejor confianza en sí mismos, afrontar con más seguridad sus experiencias, aceptar mejor sus actitudes hacia los otros interactuando de forma satisfactoria con ellos, tolerar mejor la frustración generada por las dificultades, la discriminación y otros muchos obstáculos de difícil resolución, disminuir las respuestas defensivas y(/o reactivas, mejorar su capacidad de enfrentar situaciones nuevas con actitudes originales y creativas, o lograr una mayor adaptación al medio y a la realidad que le toca vivir. En los casos en que el/la paciente tenga asociado un trastorno mental, es muy importante actuar para prevenir el abandono del tratamiento, tanto farmacológico como psicoterapéutico consecuencia de un adecuado diagnóstico psiquiátrico-psicológico. Cabe señalar que el tratamiento farmacológico ni es la primera ni es la única terapia.




    Blas Ramón Rodríguez

    Desde aquí mi agradecimiento a D. VBlas Ramón Rodríguez, Psicoterapia en la discapacidad intelectual: individual y familiar en Gabinete de Psicoterapia VIS à VIS, por acercarnos a la realidad de la intervención en en personas con discapacidad.

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