Categoría: Enfermedad de Párkinson o Mal de Parkinson

La enfermedad de Párkinson, también conocido como mal de Párkinson es una de las más devastadoras en cuanto a sus efectos, ya que no sólo afecta físicamente al paciente, debido a sus constantes temblores, sino también social y emocionalmente. Si bien, ya hace tiempo que se descubrió, cada día son más los esfuerzos que se realizan desde las instituciones públicas y privadas por descubrir cómo hacer frente a esta enfermedad neurodegenerativa, buscando tanto controlar los síntomas del párkinson como mejorar la calidad de vida de los pacientes y familiares. Aunque no queda ahí el ámbito de estudio de esta enfermedad del parkinsonismo, pues también se trata de prevenir, y establecer diagnósticos tempranos para lo cual hay que descubrir las causas del Párkinson, para poder establecer con posterioridad el tratamiento más adecuado en cada caso. A pesar de lo que la gente pueda pensar, sobre que ya se sabe todo sobre esta enfermedad, diariamente surgen nuevos descubrimientos, que no siempre son comunicados adecuadamente, teniendo que esperar al “Día del Párkinson” para saber qué se ha estado investigando durante todo el año. De ahí que este espacio sea consultado por federaciones y asociaciones tanto profesionales como de pacientes, para conocer de primera mano cuáles son los avances tanto sobre las casusas del Parkinson, su diagnóstico y tratamiento; para con ello poder ofrecer soluciones innovadoras que mejoren la calidad de vida de los pacientes. Un espacio construido con los últimos avances presentados en congresos y publicaciones científicas explicadas de forma clara y sencillas, pero que cuenta además con la participación de especialistas la lucha contra el Párkinson, que ofrecen sus experiencia y conocimiento sobre qué están investigando ellos mismos para combatir los síntomas de la enfermedad de Párkinson, y con ello detener su avance.

  • ¿Es efectivo el tratamiento de Párkinson mediante el Tai Chi?

    ¿Es efectivo el tratamiento de Párkinson mediante el Tai Chi?

    Un reciente informe científico trata de comprobar los efectos beneficiosos de la práctica del Tai Chi en pacientes con Párkinson.

    Tai Chi

    El Tai Chi es una práctica milenaria que se puede practicar de forma individual o en grupo, donde se realizan ejercicios establecidos considerado como una meditación en movimiento.
    Muchos han sido los beneficios que se han atribuido a este arte marcial milenario sobre todo los relacionados con la relajación y el control interno, indicado para el tratamiento complementario de patologías como el dolor crónico, la ansiedad, la artritis o la depresión.
    El control de la respiración, la focalización en los movimientos y la práctica al aire libre parecen estar detrás de estos beneficios, a lo cual se le suma la flexibilidad y destreza motora que se va adquiriendo con la práctica y la repetición de los movimientos.
    En algunas culturas orientales su práctica es habitual desde jóvenes, lo que facilita que sus efectos beneficiosos se extiendan a lo largo de toda la vida, sirviendo como preventivo de algunas patologías, sobre todo aquellas relacionadas con el sedentarismo y la hipertensión.
    Pero cuando alguien piensa en una enfermedad neurodegenrativa como es el Párkinson, no suele hacerlo en ejercicios como los del Tai Chi, si no en la búsqueda de un tratamiento farmacológico que detenga el avance de la enfermedad y con ello proporcione más tiempo o que por lo menos pueda ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes.
    La pérdida progresiva del control de la motricidad final y gruesa suelen ser los síntomas más evidentes de esta enfermedad, que se expresa con temblores, así como con dificultad para realizar actividades tan simples como la de llevarse la cuchara a la boca para comer, por lo que se produce un progresivo deterioro que mengua su independencia, requiriendo de una mayor asistencia de un familiar o profesional, preocupado más por suplir las carencias que por buscar cómo mejorar su control sobre la motricidad, pero ¿Es efecto el tratamiento de Párkinson mediante el Tai Chi?



    Parkinson

    Esto es precisamente lo que trata de averiguarse desde el Centro Médico Overlook (EE.UU.) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Advances in Parkinson’s Disease.
    En el estudio participaron 44 pacientes diagnosticados con Párkinson, a la mitad de los cuales se les entrenó en la práctica del Tai Chi, mientras que al resto no se les entrenó.
    A los que aprendieron Tai Chi, siguieron un entrenamiento de 16 clases semanales de una hora cada sesión.
    A todos los participantes se les adminitraron pruebas estandarizadas para evaluar su desempeño motor a través de Unified Parkinson’s Disease Rating Scale (UPDRS), la calidad de vida del paciente mediante PD Questionnaire-39 (PDQ-39), igualmente para comprobar su estado de ánimo se administró el Geriatric Depression Scale (GDS).
    Los resultados a pesar de mostrar beneficios entre los que recibieron el entrenamiento en Tai Chi, no fue suficientemente significativo, sobre todo en cuanto a mejora del estado de ánimo.

    Ejercicio parkinson

    A pesar de los resultados positivos hay que tener en cuenta que se trata de un número pequeño de participantes, por lo que se requiere de mayor investigación antes de poder dar por establecida esta relación beneficiosa.
    Una de las limitaciones del estudio es en cuanto a que no informa, por que no ha sido evaluado, en qué fase de la enfermedad se encuentra, normalmente clasificado en cinco etapas, a cada cual más incapacitante, ya que no es lo mismo encontrar beneficios entre los pacientes de las primeras etapas que entre los de las últimas.
    Tampoco se especifica en el estudio el tiempo de duración del entrenamiento, ya que si los pacientes siguen su practica durante un tiempo considerable, unos meses e incluso años, es posible que sí resulten significativos los efectos positivos apuntados por los estudios anteriores, sobre todo en cuanto al estado de ánimo, como en el caso de la depresión. Algo que por otra parte es muy importante debido a la alta incidencia de depresiones entre los pacientes que sufren la enfermedad de Prákinson, que agravada aún más la situación, pues ahora el paciente se debe enfrentar a dos enfermedades por superar.
    Igualmente sería conveniente comprobar si en aquellos países donde existe una práctica habitual del Tai Chi, el porcentaje de la población afectada por la enfermedad de Párkinson es menor, lo que daría cuenta de unas propiedades preventivas beneficiosas, y aun manteniendo la misma tasa de incidencia, si la edad de inicio es superior a la media, informaría de un beneficio en cuanto al retraso en la aparición de la enfermedad.

  • ¿Cómo cambia el cerebro ante el Párkinson?

    ¿Cómo cambia el cerebro ante el Párkinson?

    Una reciente investigación de la Universidad de Módena y Reggio Emilia contesta a esta pregunta sobre el Párkinson.

    Parkinson

    La enfermedad de Parkinson cuando se encuentra en una fase avanzada es rápidamente reconocible por los temblores característicos, aunque hay que recordar que no todos los temblores que pueda experimentar una persona van a indicar que se padece una enfermedad de Párkinson.
    Pero no es el único síntoma que se experimenta durante la enfermedad, ya que además va a ir acompañado de problemas del sueño, pérdida de la capacidad olfativa, dificultad para caminar o moverse, cambio de hábitos como al hablar o al escribir, rigidez en la expresión de emociones,…

    Estos síntomas van a ir siendo cada vez más fácilmente detectables a medida que va avanzando la enfermedad, y agravándose los que ya existe, lo que va a tener un efecto directo sobre la calidad de vida del paciente y de sus familiares, ya que el paciente cada vez va a ser más dependiente y va a requerir de un cuidado casi constante.

    Muchas son los cambios observables, aunque hay otros de ámbito psicológico no tan evidentes, como la presencia de cambios del estado de ánimo, con predominancia de la depresión, e incluso puede presentarse en las fases más avanzadas lo que se denomina como demencia de Párkinson, donde van a producirse una serie de fallos de memoria, además de afectar al razonamiento, el lenguaje y a la manera de comportarse socialmente la persona. Todo ello no hace más que agravar la calidad de vida del paciente pero ¿Cómo cambia el cerebro ante el Párkinson?



    Cerebro parkinson

    Esto es precisamente lo que trata de estudiarse desde la Universidad de Módena y la Universidad Reggio Emilia cuyos resultados han sido publicados en el presente mes de enero en la revista científica Parkinson’s Disease
    En el estudio participaron 40 personas, 25 pacientes con la enfermedad de Párkinson diagnosticados desde hace 5 años, con una edad media de 60 años, y 15 personas de su misma edad sin la enfermedad.
    A todos se les pasó por un registro con resonancia magnética funcional donde se escaneaba el cerebro en busca de diferencias morfológicas significativas de los cerebros de los pacientes con Párkinson frente a los sujetos control.
    Los autores encontraron diferencias en cuanto al volumen de la sustancia gris del cerebro especialmente reducida en los pacientes de Párkinson en la corteza parienta derecha y en la estructura interna del cerebro, en el putamen, responsable de la vía motora y encargada de ejecutar los movimientos aprendidos.
    Dos años después se volvió a realizar el mismo estudio con los mismos participantes para ver cómo habían cambiado sus cerebros, aumentando ahora la edad media a 62 años.
    Se encontraron ahora además diferencias significativas en el núcleo pedunculopontino y la región motora del mesencéfalo.
    Según los autores el observar cómo va afectando a nuevas áreas el avance de la enfermedad de Párkison es un gran avance, ya que permite conocer también cómo tratarlo, ya que actualmente se están desarrollando medicamentos que permitan detener el avance de la enfermedad, e incluso a largo plazo se plantean la posibilidad de hacer reversibles los efectos de la misma, y con ello alcanzar una verdadera cura.

    Cambio parkinson

    El estudio a pesar de presentar resultados significativos claros, no permite concluir sobre el avance del Párkinson, ya que no se realizaron en paralelo evaluaciones sobre el cambio de la enfermedad a través de pruebas neuropsicológicas que permiten determinar en cuál de las cinco fases de la enfermedad se encuentra.
    Igualmente el escaso número de participantes hace que sea difícil extrapolar los resultados, ya que estos efectos podrían verse condicionados por el medio ambiente donde se desarrolla la persona, el tratamiento que recibe, la alimentación,… variables no controladas que permiten extrapolar los resultados a otras poblaciones de personas afectadas con la enfermedad de Párkinson.

    Igualmente la observación solo de dos años en unos pacientes que llevan ocho sufriendo la enfermedad, hace que no se conozca si existían diferencias de partida entre los participantes.
    Igualmente, se conoce que la enfermedad va a ir avanzando aumentando la gravedad de los síntomas y la incapacidad que provoca en el paciente con Párkinson, igualmente el estudio debería continuar para acompañar a los pacientes y observar qué nuevas estructuras se ven implicadas en la enfermedad.

  • ¿Qué factores influyen en la enfermedad de Parkinson?

    ¿Qué factores influyen en la enfermedad de Parkinson?

    La enfermedad de Parkinson tiene consecuencias en la vida de la persona, tanto en cuanto a su independencia como en su autonomía, que es progresivo.

    Parkinson

    Cuando un paciente recibe el diagnóstico con Parkinson, se va a preocupar principalmente por la evolución de la sintomatología de los movimientos musculares, tanto en cuanto a temblor se refiere como a la rigidez muscular.

    Quizás sean estos los síntomas más evidentes, y temidos de esta enfermedad, pero no son los únicos que van a ir sufriendo poco a poco a medida que avanza la enfermedad, ya que también se va a sufrir bradicinesia, que se traduce en una lentitud motora, sobre todo visible a la hora de caminar, pero también va a sufrir inestabilidad, problemas al tragar o estreñimiento entre otras, en fases avanzadas de la enfermedad, pero además, y existen otras circunstancias que van a aparecer al mismo tiempo que la enfermedad que van a perjudicar su evolución, perjudicando la calidad de vida del paciente, pero ¿Qué factores influyen negativamente en la enfermedad de Parkinson?


    XIG4l8AlxQg https://youtu.be/XIG4l8AlxQg

    Factores parkinson

    Esto es precisamente lo que trata de investigar desde la Universidad de Cambridge, la Universidad de Newcastle (Inglaterra) y la Universidad de Griffith (Australia), cuyos resultados han sido recientemente en la revista científica Parkinsonism and Related Disorders.
    En el estudio participaron 216 pacientes diagnosticados recientemente con la enfermedad de Parkinson, cuyos resultados se van a comparar con 99 personas sin dicha enfermedad.
    A todos ellos se les administró una escala estandarizada para evaluar las capacidades congitivas a través del Mini-mental state examination (MMSE) y el Montreal Cognitive Assessment (MoCA), la calidad de vida de participante a través del Parkinson’s Disease Questionnaire (PDQ-39), sobre trastorno de depresión evaluado a través del Geriatric Depression
    Score (GDS-15), así como un análisis exploratorio de síntomas clínico y neuropsiquiátricos, a través de Cognitive Drug Research (CDR) battery y Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery (CANTAB).
    Los resultados muestran que existe una importante pérdida en los distintos índices evaluados al comparar entre los pacientes con Parkison en sus fases iniciales frente al grupo control, mostrando que el paciente además debe enfrentarse a una serie de contratiempos añadidos a las propias de la enfermedad de Parkinson.
    Igualmente los resultados indican que los pacientes de Parkinson muestran significativamente peores resultados en cuanto a calidad de vida, mostrando una mayor incidencia de trastornos de depresión mayor.

    Influencia parkinson

    Aunque el objetivo del estudio no buscaba específicamente analizar la relación de la enfermedad de Parkinson con la salud mental, el estudio muestra una correlación positiva significativa con los trastornos de depresión mayor, lo que indica que estos pacientes son especialmente sensibles hacia estos trastornos, lo que indica que se deban establecer programas de prevención entre los reciente diagnosticados con Parkinson para evitar que se vea agravado además con este trastorno del estado de ánimo.

    Algo que por cierto ya ha sido observado con anterioridad, cuya dificultad añadida es que el tratamiento farmacológico de la Depresión Mayor perjudica a la evolución y la sintomatología de la enfermedad de Parkinson, lo que hace que se tenga que tener especial cuidado para evitar que aparezca la depresión mayor en estos pacientes.

  • ¿Se pierden emociones en las fases avanzadas del Párkinson?

    ¿Se pierden emociones en las fases avanzadas del Párkinson?

    En ocasiones el público en general conoce más las enfermedades por las consecuencias en sus fases avanzadas, tal y como sucede con la enfermedad del Párkinson.

    Parkinson

    Al ser el Párkinson una enfermedad neurodegenerativa con el tiempo, los efectos se van a ir poco a poco agravando, que avanza desde los primeros síntomas del Estadio I, con ligeros movimientos en sola una parte del cuerpo, arrastrando un poco los pies, empezando a mostrarse los primeros síntomas de rigidez. En el Estadio II empieza a inclinarse la persona hacia adelante, se empiezan a producir alteración del equilibrio y con dificultades para iniciar movimientos (bradicinesia). En la fase III y IV se complican los síntomas dificultando el equilibrio y en el andar. Hasta llegar a la última fase del Estado V, en donde la dependencia es máxima necesitando a una tercera persona para realizar cualquier actividad de la vida cotidiana, pasando la persona buena parte de su tiempo sentado o tumbado debido a sus temblores constantes.

    A medida que la enfermedad avanza las opciones del tratamiento del párkinson se reducen, empezando por el tratamiento farmacológico y rehabilitador hasta el quirúrgico. De entre estos últimos se pueden distinguir entre las reversivas como la estimulación cerebral profunda, frente a las irreversibles, que incluye cirugía en donde se intervienen ciertas partes del cerebro.

    Sobre estas intervenciones quirúrgicas la palidotomía es la más común, donde se realiza una incisión en globo pálido del cerebro, intervención que por otro lado se ha observado que tiene consecuencias emocionales en los pacientes intervenidos, luego ¿La intervención quirúrgica en el cerebro del paciente con Parkinson acarrea cambios emocionales?


    cmilXPVoNCc https://youtu.be/cmilXPVoNCc

    Emocion parkinson

    Esto es precisamente lo que trata de averiguar una reciente investigación desde el Hospital de Santa María (Portugal) publicado recientemente en la revista científica Parkinsonism & Related Disorders.
    En el estudio participaron 30 pacientes a los cuales se les realizó una intervención quirúrgica para tratar las fases avanzadas del párkinson.
    A todos ellos se les realizó un estudio previo y un seguimiento de un año tras la intervención en donde tenían que responder a un cuestionario estandarizado para detección de emociones denominado Comprehensive Affect Testing System (CATS) donde se evalúan 7 emociones básicas en tareas de reconocimiento de rostro y 4 sobre el lenguaje (prosodia). Los resultados muestran que no existen cambios significativos entre los datos obtenidos antes y después de la intervención quirúrgica.
    A pesar de lo cual se comenta que se habían observado a sintomatología de apatía o depresión en 6 de los participantes antes de la intervención, y que luego el número se amplió a 14 después de un año de la intervención. Lo que sin duda debería ser objeto de estudio el por qué en un año se ha duplicado el número de personas con sintomatología depresiva, y si esto se corresponde con una evolución «normal» de la enfermedad o es producto de la intervención quirúrgica.

    Avance parkinson

    Como carencias del estudio destacar que no se ha llevado a cabo ningún grupo control con el que comparar la evolución de la enfermedad a lo largo del tiempo, y que tampoco se ha realizado una evaluación exhaustiva del estado de ánimo del paciente ni antes ni después de la intervención quirúrgica.

    Debido a las limitaciones del estudio no se pueden generalizar los resultados hasta que no se amplíe el número de participantes, se incluya un grupo control y se analice la evolución del estado de ánimo de los pacientes participantes a los que se les ha sometido a una intervención quirúrgica como medida de afrontar la fase más avanzada de la enfermedad de párkinson.

  • ¿Existe relación entre sufrir una depresión y el Párkinson?

    ¿Existe relación entre sufrir una depresión y el Párkinson?


    Entrevista a Dª. Mayca Marín Valero, psicóloga y responsable de Formación Federación Española de Párkinson, quien nos comenta sobre la relación existente entre el padecimiento de la depresión y la enfermedad de Párkinson.




    – ¿Es cierto que se suele anteceder síntomas depresivos en personas que muestran los primeros síntomas de párkinson?, ¿A qué cree que se debe?

    Efectivamente hoy en día sabemos, gracias a estudios realizados con técnicas de neuroimagen funcional, como el SPECT y la PET, que el párkinson en realidad comienza varios años antes de que la persona empiece a experimentar las primeras manifestaciones motoras.
    En ese período de tiempo previo, que puede ser de unos cuatro o cinco años, la persona con párkinson, y como consecuencia de las regiones del cerebro que se ven afectadas por la EP, ya comienza a mostrar síntomas no motores como pérdida de olfato, estreñimiento, trastornos del sueño REM y/o la depresión que mencionas. De hecho hay datos que apuntan a que la depresión precede al desarrollo de los síntomas motores en el aproximadamente 1/3 de los casos de enfermedad de Parkinson.

    – ¿Puede ser que el haber sufrido depresión mayor en la mediana edad o posteriormente pueda ser un factor de riesgo para padecer párkinson?

    Actualmente la etiología de la enfermedad de Parkinson está poco clara. Sabemos que un 10-15% de los casos son hereditarios y que en una serie pequeña de casos se ha identificado un gen causante de la enfermedad, pero la gran mayoría de casos con enfermedad de Parkinson son esporádicos y sin causa evidente.
    La hipótesis más extendida es la que defiende que la EP puede obedecer a una interacción compleja entre factores tóxicos ambientales, rasgos de predisposición genética y envejecimiento.
    Por eso aunque existen investigaciones que sugieren que la depresión podría ser un factor de riesgo para enfermedades como el cáncer, los accidentes cerebro-vasculares o el párkinson, son estudios en los que todavía quedan muchas preguntas abiertas, incluyendo si la propia depresión de la que estamos hablando sería un factor de riesgo o tal vez un síntoma precoz de la enfermedad.

    – ¿Tiene relación la reducción de dopamina dado por la degeneración de las neuronas en la sustancia negra presente en el párkinson con la aparición o mantenimiento de la depresión?

    Sí. Los trastornos del estado de ánimo suelen producirse como resultado de las alteraciones cerebrales que mencionabas antes y que afectan a los ganglios basales, lóbulos frontales y algunos agentes químicos cerebrales como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina.
    No obstante es importante añadir que la depresión también puede precipitarse por factores psicosociales que no tienen nada que ver con los cambios que se producen en el cerebro. Nos referimos a que en ocasiones surge como reacción psicológica ante las múltiples situaciones que puede vivir la persona: recibir el diagnóstico, valorar su estado y sus recursos personales para afrontar la situación, ante los cambios que se van produciendo en su forma de vida o debido al aislamiento que puede sentir en un momento dado, etc.

    – ¿Cómo afecta en el estado de ánimo la pérdida progresiva de independencia a medida que avanza la enfermedad de párkinson?

    Bueno, todos podemos comprender que la pérdida progresiva de independencia empeore el estado general de salud y bienestar de cualquier persona.
    Pero pensemos en el caso de una persona con párkinson que presenta rigidez, trastornos de la postura, del sueño… si a medida que la enfermedad avanza va experimentando nuevos síntomas como por ejemplo falta de energía, enlentecimiento psicomotor y cognitivo, dificultades en la concentración, etc. entenderemos que surjan en esta persona sentimientos de tristeza, impotencia o desesperación.

    – ¿Afecta negativamente en la progresión del párkinson la aparición de sintomatología depresiva?, y de ser así ¿Existe algún procedimiento establecido para tratarlo?

    Sí, sabemos que los factores psicológicos influencian considerablemente la condición física y el nivel de autonomía de las personas con párkinson. Se ha comprobado que la sintomatología depresiva constituye a largo plazo uno de los problemas más incapacitantes y que más disminuyen la calidad de vida de estas personas, y además se encuentra asociada a una mayor rapidez en el deterioro de las funciones cognitivas y motoras, a los trastornos del sueño, al dolor, a la disfunción sexual, etc.
    En cuanto al procedimiento establecido para poder poner en marcha el tratamiento adecuado, en primer lugar es necesario alcanzar un diagnóstico clínico certero. En ocasiones esto no resulta fácil ya que algunos de los síntomas característicos de la depresión pueden también estar presentes en la enfermedad de Parkinson sin depresión, por ejemplo sentirse cansado. Además algunas personas no se dan cuenta o no admiten que están deprimidos.
    Posteriormente el abordaje de la depresión en la EP suele hacerse desde la doble perspectiva psicofarmacológica y psicoterapéutica.
    Aunque hoy en día existen un buen número de medicamentos disponibles, hasta la fecha no contamos con el antidepresivo ideal, por lo que los tratamientos deben adaptarse a las necesidades de cada persona, a la complejidad de sus síntomas, al potencial determinado que tenga el afectado de experimentar efectos adversos ante los psicofármacos, etc.
    Por otro lado, las técnicas de psicoterapia también han demostrado su utilidad en el tratamiento de la depresión en la EP. Entre ellas las que se centran en los cambios del pensamiento y de la conducta que ocurren durante la depresión y también las que proporcionan apoyo, comprensión y educación a la persona. Participar en grupos de apoyo, llevar a cabo algún tipo de actividad física y otro tipo de terapias, también nos permite, en algunas ocasiones, mejorar el estado emocional de la persona con párkinson y disminuir también el agotamiento que estos síntomas pueden provocar en el cuidador.



    – ¿Cómo se compatibiliza el tratamiento farmacológico del párkinson con el de la depresión?

    Las diferentes alternativas terapéuticas se plantean siempre en función de la sintomatología clínica de la persona con párkinson y teniendo en cuenta el riesgo de interacción farmacológica que pueda producirse entre los distintos fármacos, la presencia de otras enfermedades y por lo tanto de otros tratamientos, etc.
    Con todo esto, comentar que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son los fármacos más utilizados actualmente para el tratamiento en la EP junto con la quetiapina. Son medicamentos que trabajan bien, aunque pueden producir efectos secundarios como alteración del apetito, pesadillas o alteración de la libido.

    – ¿Es posible prevenir la sintomatología depresiva en los pacientes de párkinson? y de ser así ¿cómo se realiza?

    Está comprobado que hay algunas estrategias que ayudan a prevenir, controlar y/o reducir los problemas emocionales. Entre ellas, seguir unos hábitos saludables de alimentación y de sueño, mantenerse activo tanto física como mentalmente, practicar ejercicios de relajación y respiración, evitar el aislamiento compartiendo experiencias y sentimientos con los demás, etc.




    Para contactar con nuestros profesionales se puede hacer a través del teléfono de la Federación Española de Parkinson 902113942 o a través de su e-mail: consultas@fedesparkinson.org

    Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Marian Carvajal Paje, psicóloga del Programa Contigo, por habernos acercado a la importante labor de la Federación Española de Parkinson.

  • ¿Sabes que los que si tienen Parkinson sufren más caídas?

    ¿Sabes que los que si tienen Parkinson sufren más caídas?

    Cuando pensamos en el Parkinson lo solemos hacer en personas que tienen dificultades para controlar sus movimientos, ¿pero sabías que tienen otros riesgos añadidos?

    Parkinson

    El Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva que suele presentar temblores de los músculos de la mitad del cuerpo, pero que puede extenderse también a la otra mitad. Aunque su característica más llamativa sea precisamente ese temblor, el Parkinson también conlleva síntomas como la rigidez e inestabilidad postural, y lentitud en sus movimientos.

    A medida que va progresando la enfermedad las consecuencias van siendo cada vez más notables e invalidantes, pudiendo necesitar de un cuidador para que le atienda en las funciones tan básicas como el comer, debido a que es incapaz el paciente de trasladar la comida del plato a la boca sin que esta se le caiga.
    Pero además de estas consecuencias, también se producen otras en la vida del paciente que van a influir tanto en su calidad de vida como en su autoestima, como es la «aparición» de caídas, provocadas por la inestabilidad que acompaña a la enfermedad.


    k5UQp7EaW-I https://youtu.be/k5UQp7EaW-I

    Caidas

    Así al menos lo plantea un reciente estudio realizado por el Hospital y centro médico de San José y la Universidad Estatal de Arizona (USA).
    Se estudió a 452 durante un año (2011-2012) que acudían a la clínica de Parkinson Muhammad Ali, excluyendo del estudio aquellos que tenían trastornos asociados que aumentan las posibilidades de caer, tal y como la Parálisis Supranuclear Progresiva, atrofia sistemática múltiple, y la degeneración Corticobasiler. Igualmente se han excluido del estudio los que sufren algún tipo de demencia, las que utilizan prótesis de rodilla o cadera o los invidentes.
    En total quedaron 401 pacientes que sufrían Parkinson, a todos ellos se les entrenó para notificar cada vez que tuviesen una caída.

    Estas caídas se clasificaron entre graves o no, según las consecuencias que acarreaban en el paciente.
    Los resultados indican una alta incidencia de caídas, el 51% (161 pacientes) se produjo caída al menos una vez, de los cuales el 22% (44 pacientes) sufrieron más caídas.

    Parkinson caidas

    El estudio constata lo que ya habían señalado otros anteriores sobre la importancia de atender a este tipo de pacientes en sus actividades diarias, ya que es en esos momentos en los que puede sufrir una caída, con las consecuencias que ello acarrea sobre su autoestima y sobre su salud en general.



    Los autores alertan que si bien en la población general mayor de 65 años la probabilidad de caída durante un año afecta a un porcentaje importante como es el 33%, éste se ve incrementado casi al doble en el caso de que además la persona sufra la enfermedad de Parkison.

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