Entrevista a Dª Laura Parra Pedregosa, Psicóloga sanitaria en Clínica Fuensanta, quien nos desvela las claves de los talleres de memoria preventiva.
– ¿Qué es un taller de memoria preventiva?
Un taller de memoria preventiva es un espacio dónde los participantes aprenden, comparten, ejercitan y se relacionan. Generalmente en los talleres de memoria preventiva se adquieren conocimientos sobre la memoria tales como: tipos de memoria, olvido, estrategias de retención, y otros conocimientos como la interferencia en la memoria del estado mental y físico.
Todo lo anterior se introduce en el taller no sólo desde un punto de vista teórico, sino que en la mayoría de los casos se trabaja de manera práctica. En algunos casos con ejercicios individuales y en otros momentos con dinámicas grupales, en este caso es donde se trabaja también el aspecto social. Los participantes no sólo ejercitan la memoria sino que entablan relaciones sociales, comparten sus dudas o inquietudes y experiencias personales.
En mi caso, trabajo también el aspecto psicológico con técnicas enfocadas a rebajar la ansiedad que también interfiere en la memoria. Realizamos algunos ejercicios de respiración, relajación progresiva o Mindfulness.
– ¿A quién va dirigido un taller de memoria preventiva?
Los talleres de memoria preventiva pueden enfocarse en niveles, es decir, dependiendo de la edad y el grado de deterioro de los participantes los ejercicios y la información teórica se adecuan a las necesidades de cada grupo.
Como su nombre indica se trata de técnicas preventivas, por lo que este tipo de talleres no serían los más adecuados para personas demenciadas o con patologías severas. Generalmente el perfil que acude a este tipo de talleres se trata de personas con pequeños olvidos en el día a día. También hay una importante presencia de personas en cuya familia hay casos de alguna enfermedad como puede ser Alzheimer.
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– ¿Qué beneficios proporciona un taller de memoria preventiva?
En los talleres de memoria preventiva, se mejora la atención, la capacidad de retención y de razonamiento. Se fomentan también las relaciones sociales con todos los beneficios secundarios que esto conlleva y en mi caso, rebajamos niveles de ansiedad que puedan estar interfiriendo en sus capacidades mentales.
– ¿Qué duración suele tener un taller de memoria preventiva?
Lo más habitual es que los talleres de memoria preventiva tengan la misma duración que el curso lectivo, sean de carácter semanal y con una duración por sesión de entre hora y media y dos horas.
– ¿Cómo es una sesión en un taller de memoria preventiva?
En mi caso, lo primero que trabajo es la atención. Realizamos pequeños ejercicios de atención (por ejemplo búsqueda de diferencias) para centrar a los participantes, luego pasamos a corregir en grupo. Después comienza la parte teórica e individual en la cual cada participante trabaja en solitario con la ayuda del profesional. Normalmente en este punto de la sesión realizamos un pequeño descanso para luego finalizar con una dinámica, juego o trabajo grupal.
De esta forma trabajamos de manera lógica: primero centramos la atención, luego en la parte intermedia de la sesión o desempeño individual trabajamos al máximo nivel de concentración para finalizar con una dinámica grupal, donde el ambiente es más relajado, los participantes se relajan, comparten y ríen con sus compañeros y compañeras.
Como parte del cronograma de actividades del Programa Acompañar se dictó el Taller de Memoria en el Centro de Jubilados El Alero. pic.twitter.com/U4sIyHvGv2
— Desarrollo Lomas (@DesarrolloLdeZ) 19 de mayo de 2017
– ¿Está basado en aspectos teóricos o prácticos el taller de memoria preventiva?
Son necesarios ambos, así como complementarios. Está claro que lo interesante es llevarlo a la práctica y ejercitar, por lo que la mayor parte de las sesiones se basa en ejercicios individuales y grupales dejando menos espacio a la parte teórica.
– ¿A partir de qué edad es conveniente acudir a un taller de memoria preventiva?
Bajo mi punto de vista creo que no hay una edad conveniente. Todo lo preventivo es positivo a cualquier edad, como se suele decir la memoria es como un músculo ¿porqué no ejercitarlo y desarrollarlo en cualquier momento de nuestras vidas?
Si bien es cierto, la mayor parte de los participantes que acuden a los talleres superan los 65 años. Pero yo creo que un taller de este tipo puede adaptarse a cada grupo y sus necesidades, teniendo en cuenta sus características, entre ellas la edad de los participantes.
Desde aquí mi agradecimiento a Dª Dª Laura Parra Pedregosa, Psicóloga sanitaria en Clínica Fuensanta. Terapeuta privada. Formadora, quien nos ha comentado sobre los talleres de memoria preventiva.