Entrevista a la Esp. Valeria Moletto sobre los prematuros y su relación con la presencia de trastornos del desarrollo.
– ¿Cuáles son los principales problemas de los prematuros?
Los bebes prematuros suelen padecer:
problemas respiratorios (enfermedad de membrana hialina, apneas, displasia broncopulmonar, etc.)
neurológicos (hemorragia intraventricular, infarto hemorrágico, leucomalacia periventricular, etc.)
oftalmológicos (retinopatía, etc.)
cardiovasculares (hipotensión arterial, persistencia de ductus arterioso, etc.)
gastrointestinales (reflujo gastroesofágico, estreñimiento, escasa capacidad gástrica, etc.)
inmunológicos (infecciones, etc.)
metabólicos (hipotermia, acidosis metabólica, osteopenia, hiperglucemia, etc.)
hematológicos (anemia, leucocitosis, etc.)
endocrinológicos (disfunción tiroidea, etc.)
– ¿A qué se denomina Integración Sensorial?
Una adecuada Integración Sensorial implica integridad de las vías visual, auditiva, vestibular, táctil y propioceptiva. Cuando alguna de ellas se ve comprometida, las otras buscarán la manera de compensar y organizar ese sistema nervioso.
La afectación de una vía, como podría ser la visual y la consecuente modificación de su permeabilidad, desarrollará mayor permeabilidad de otra, como podría ser la vía táctil o la auditiva, y las manifestaciones conductuales podrían encuadrarse dentro de los que se denomina desórdenes de integración o procesamiento sensorial; a la fecha incluidos en el DSM V como manifestaciones clínicas del TEA.
– ¿Padecen los prematuros trastornos de integración?
Los trastornos de Integración y Procesamiento Sensorial son poco conocidos y la estadística nos convoca a interiorizarnos en esta temática.
IMSS implementa terapia de "pulpos" con bebés prematuroshttps://t.co/s0yCowPyd5
— El Sol de Tlaxcala (@SoldeTlaxcala) 10 de julio de 2017
– ¿Existe relación entre los prematuros y el TDA?
Podemos intuir que si a un cerebro inmaduro le añadimos enfermedades en periodo neonatal, antecedentes familiares de TDAH (influencia genética) y/o una baja interacción entre padres y niño (baja estimulación), se estará favoreciendo también un neurodesarrollo inadecuado.
Cito parte el texto de la Dra. Tamara Pablos Sanchez. Neuróloga Especialista en Pediatría:
Los niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) tienen una tasa significativamente mayor de prematuridad y bajo peso al nacimiento.
Se calcula que los prematuros nacidos entre las semanas 35-36 tienen un 20-30 % probabilidades más de tener TDAH que los nacidos a término. Se dobla el riesgo de TDAH entre los nacidos en las semanas 23-28. La mitad de los bebes prematuros con peso al nacer inferior a 1000 gramos padece TDAH, bajando a un 20 % de los que pesaron entre 1 y 1.5 kilos.
La severidad de los rasgos de este trastorno (hiperactividad, inatención, impulsividad) también parece que se correlaciona con el grado de prematuridad, siendo más importantes cuanto menor es la edad gestacional.
Aunque las causas del TDAH aún no están plenamente identificadas, sí sabemos que hay unas áreas cerebrales determinadas que están afectadas en este trastorno: la corteza prefrontal (encargada de que podamos planificar, rectificar errores, ser flexibles ante las distintas situaciones, evitar distracciones), el cuerpo calloso (comunica los dos hemisferios cerebrales para coordinar el trabajo de ambos), los ganglios basales (encargados del control de impulsos, inhibir las respuestas automáticas) y el cíngulo anterior (encargado de la gestión emocional). Y son precisamente estas regiones las más susceptibles de padecer daño en los niños prematuros a causa de la frecuente hipoxia neonatal y porque parecen tener un menor volumen cerebral, lo que implica menos conexiones entre las neuronas.
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– ¿Existe relación entre los prematuros y el autismo?
Ahora, nuevos datos indican que los bebés que tienen mucha prisa por nacer poseen, también, más riesgo de obtener un resultado positivo en el Cuestionario Modificado del Desarrollo Comunicativo y Social en la Infancia (M-CHAT, sus siglas en inglés). Se trata del método usado internacionalmente para detectar los Trastornos de Espectro Autista (TEA) en niños de 18 a 60 meses.
La relación entre autismo y prematuridad ha sido ya apuntada en investigaciones previas. La nueva evidencia proviene de un trabajo realizado por Karl Kuban y su equipo, de la Universidad de Boston, en colaboración con científicos de la Universidad de Harvard (ambas en Estados Unidos) que ha salido a la luz en el último número de ‘The Journal of Pediatrics’. Los autores analizaron a 988 niños que habían venido al mundo entre 2002 y 2004, participantes de la investigación de neonatos extremadamente prematuros conocida por sus siglas en inglés ELGAN. Este trabajo incluye a más de 1.500 neonatos que nacieron con menos de 28 semanas de gestación.
«Una de las poblaciones de las que más se habla actualmente al considerar un Trastorno del Espectro Autista son los bebés de menos de 28 semanas de edad gestacional y peso en torno a 500 gramos al nacer. Este grupo, por otra parte, es el modelo básico de patología neurológica con deficiencias múltiples», destaca Juan José García Peñas, coordinador de la sección de Neurología Pediátrica del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid.
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Mi más profundo agradecimiento al Dr. Alejandro Alter, a la Dra. Lía Rincón, al Dr. Juan Moisés de la Serna, a la Dra. Saidman y Dr. Monteoliva de la Red ROP, al Dr. Jorajuria Alejandro de la Red de Alta Complejidad El Cruce. Al Ing. Javier Ibañez Director del INTI, al Gerente regional del INTI Ing. Mariano Ortega, al Lic. Martín Gonzales, Subgerente regional del INTI, al Ing. Leonardo Abraham Asesor Privado y al Dr. Ezequiel Semper por acompañar y fortalecer estas redes!